La información sobre las características de estas variantes está surgiendo rápidamente. Los científicos están trabajando para aprender más sobre la facilidad con la que se propagan, si podrían causar enfermedades más graves y si las vacunas autorizadas actualmente protegerán a las personas contra ellas.
Lo que sabemosLos virus cambian constantemente a través de la mutación y se espera que aparezcan nuevas variantes del virus con el paso del tiempo. A veces, emergen nuevas variantes y luego desaparecen. En otras ocasiones, emergen nuevas variantes y persisten. Se han documentado diversas variantes del virus que causa el COVID-19 a nivel mundial durante esta pandemia.
El virus que causa la COVID-19 es un tipo de coronavirus, una gran familia de virus. Los coronavirus reciben este nombre debido a los picos en forma de corona que se encuentran en su superficie. Los científicos monitorean los cambios del virus, incluidos los cambios en los picos de la superficie del virus. Estos estudios, que incluyen análisis genéticos del virus, ayudan a los científicos a entender cómo los cambios en el virus pueden incidir en la forma en que se propaga y lo que les pasa a las personas que se infectan con él.
Hay diferentes variantes del virus que causa la COVID-19 en circulación en el mundo. En colaboración con el Grupo Interagencial del SARS-CoV-2 (SIG), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos establecieron tres clasificaciones para las variantes del SARS-CoV-2 que están siendo monitoreadas: variante de interés (VOI, por sus siglas en inglés), variante de preocupación (VOC, por sus siglas en inglés) y variante de gran consecuencia (VOHC, por sus siglas en inglés).
Actualmente, hay cinco VOC: B.1.1.7: esta variante se identificó por primera vez en los EE. UU. en diciembre del 2020. Se detectó inicialmente en el RU.B.1.35: esta variante se identificó por primera vez en los EE. UU. a finales de enero del 2021. Se detectó inicialmente en Sudáfrica en diciembre del 2020.
P.1: esta variante se detectó por primera vez en los EE. UU. en enero del 2021. La variante P.1 se identificó inicialmente en viajeros provenientes de Brasil, a quienes se les realizó una prueba de detección durante los controles de rutina en un aeropuerto de Japón, a principios de enero.
B.1.43 y B.1.43: estas dos variantes se identificaron por primera vez en California en febrero del 2021 y se las clasificó como VOC en marzo del 2021.
Estas variantes parecen propagarse con mayor facilidad y rapidez que las otras variantes, lo que podría generar más casos de COVID-19. Un aumento en la cantidad de casos ejercerá mayor presión sobre los recursos de atención médica, implicará mayor cantidad de hospitalizaciones y la posibilidad de más muertes.
asta el momento, los estudios sugieren que los anticuerpos generados a través de la vacunación con las vacunas autorizadas en la actualidad reconocen estas variantes. Este aspecto se está estudiando atentamente y hay más investigaciones en curso.
Un mayor cumplimiento riguroso de las estrategias de mitigación de salud pública, como la vacunación, el distanciamiento físico, el uso de tapabocas, la higiene de manos, el aislamiento y la cuarentena, son esenciales para limitar la propagación del virus que causa el COVID-19 y para proteger la salud pública.
Lo que no sabemos Los científicos están trabajando para obtener más información acerca de estas variantes y es necesario realizar estudios adicionales para comprender:- Cuánto se han propagado estas nuevas variantes.
- Cómo la enfermedad causada por estas nuevas variantes difiere de la enfermedad causada por las otras variantes que están circulando actualmente.
- De qué manera pueden afectar estas variantes a los tratamientos, vacunas y pruebas disponibles en la actualidad.
Los funcionarios de salud pública están estudiando estas variantes rápidamente para obtener más información acerca de cómo controlar su propagación. Buscan comprender si estas variantes:
- Se propagan más fácilmente de persona a persona.
- Causan manifestaciones más leves o más graves de la enfermedad en las personas.
- Pueden detectarse con las pruebas virales disponibles.
- Responden a los medicamentos usados actualmente ara tratar a las personas con COVID-19.
- Inciden en la efectividad de las vacunas contra el COVID-19.