Fuente: Prevention World. Tomado de: https://prevention-world.com/actualidad/articulos-tecnicos/riesgos-trabajos-aguas-residuales/
Los trabajos relacionados con aguas residuales son esenciales para el mantenimiento de la infraestructura urbana y la protección del medio ambiente, pero conllevan una serie de riesgos significativos para los trabajadores involucrados.
Estos riesgos no solo afectan la salud y seguridad de los empleados, sino que también pueden tener impactos ambientales negativos si no se manejan adecuadamente. A continuación, exploramos los principales riesgos asociados con estos trabajos y las medidas preventivas necesarias para mitigarlos.
Dada la gran variedad de los residuos presentes en dichas aguas, es conveniente, de manera especial, que se esmere en el seno de las empresas, la vigilancia de la Salud de los trabajadores/as, donde se asegure, con reconocimientos específicos la posible incidencia negativa del trabajo en algún trabajador/a. Por otra parte, la Evaluación de Riesgos, deberá ser exhaustiva junto a la descripción de los puestos de trabajo y las tareas concretas a llevar a cabo por cada personal, aunque sea de manera esporádica o de poca duración, equipos de protección, y que sean los más adecuados, ya que el peligro no entiende de esos pormenores.
Para identificar de una manera más eficiente, los riesgos biológicos presentes en este tipo de trabajos, debemos saber que en las estaciones de depuración de aguas se suceden distintas fases, que componen el ciclo de tratamiento de esta agua.
Una fase de pretratamiento en la que conseguimos desechar todos aquellos sólidos cuyo tamaño de partículas es superior a 200 micras.
Una primera decantación donde se obtienen los lodos primarios. Esta operación afecta a las partículas de un tamaño entorno a las 100 micras. Seguimos con un tratamiento biológico donde transformamos los compuestos orgánicos presentes en el efluente. Esto se puede conseguir mediante microorganismos que se nutren de estos compuestos orgánicos.
Deben existir unos dispositivos de aporte de aire, para las bacterias aeróbicas (que viven en presencia de oxígeno), puedan ser más activas por el incremento de su metabolismo. Abordamos la decantación secundaria para separar los lodos secundarios antes de obtener agua depurada.
Los lodos que hemos obtenidos en los dos procesos deben ser tratados para disminuir su masa orgánica y su volumen. Para conseguir esto debemos actuar en procesos de incremento de su densidad, estabilizarlos y por último eliminarles el agua y secarlos completamente.
Los riesgos por contaminación de este tipo de tareas los podemos señalar según el medio donde se encuentra en:
- Presentes en el aire: Los aerosoles de tipo biológico o polvo, presentes en los trabajos de saneamiento, que afectan al aparato respiratorio con neumopatías (afecciones pulmonares), que afectan, por ejemplo, a los poceros.
- Medios inertes: Se pueden desarrollar flora (microorganismos), en los lodos y aguas residuales de diversos tipos como: Bacteriana, viral, miceliana y parasitaria.
- A través de la piel: A través de excoriaciones o maceración en la misma; hay que tener especial cuidado de evitar cortes o punzamientos, de todo tipo por el peligro añadido a la herida de ambiente de contaminación severa Por esta vía podemos contraer la hepatitis B o C, Leptospirosis, etc.
- De tipo digestivo: Pueden producirse periodos de diarreas, náuseas o vómitos, sobre todo en las estaciones de depuración. Pueden darse también procesos de parálisis intestinal, Leptospirosis (afección del hígado y riñón transmitida por las ratas), en los trabajadores dedicados a las alcantarillas.
A modo de resumen, podemos enumerar las diversas afecciones que pueden incidir en los trabajadores/as que son: Leptospirosis, tétanos, poliomielitis, fiebre tifoidea, hepatitis A y B, la amebiasis (contagio por amebas que desemboca en trastornos gastrointestinales, tuberculosis, etc.
Con esto comprobamos que la protección es fundamental, para evitar la incidencia de todos estos agentes nocivos presentes en estas tareas. Usemos los Equipos de Protección, por favor.
Una de las actividades que es conveniente abordar en las Evaluaciones de Riesgos, es la inmunización del personal implicado; con ello evitamos:
Que los trabajadores/as contraigan enfermedades infecciosas, que hasta pueden desembocar en la muerte, como son la cirrosis, hepatitis fulminantes, infecciones muy graves, o las propaguen a familiares, amistades, etc., y especialmente si estos trabajadores/as, tienen alguna afección de tipo renal, cardiaca, etc.
Por otro lado, se conseguirá el mantenimiento regular del calendario de vacunaciones para adultos, ya que la mayoría de ellos no han sido inmunizados de acuerdo a las normas vigentes en la actualidad. Esta es una tarea del servicio de prevención de la empresa, pero que, como es lógico, debe ser controlado por la representación sindical, para que queden cubiertos todos los afectados y lo sean de una manera adecuada. Esto se puede abordar de una manera progresiva y con análisis, por ejemplo, de las tareas de todo el personal, viendo su grado y tiempo de exposición real, siendo revisado este análisis periódicamente, o cada vez que se produzcan cambios en la plantilla de cualquier índole. Con esto ponemos acciones sobre tanta teoría.
Como buen complemento a estas tareas propias de Comité de Salud, está la realización de encuestas para que la vacunación sea tan solo de aquellos en los que compruebe la falta de inmunidad, y por otro lado saber si puede existir alguna incompatibilidad con las mismas. La calidad del proceso de vacunación debe ser evaluada, con los reconocimientos médicos específicos según los riesgos de cada trabajador/a.
A modo general, hay cuatro vacunas que deben ser suministradas al personal que tiene como tarea el contacto con aguas residuales:
- Gripe: por el elevado de horas de exposición a grados de humedad elevados. Tétanos: por el elevado riesgo de heridas en la piel en contacto con material contaminado.
- Difteria: esta puede ser suministrada junto a la del tétanos. Se debe reforzar cada 10 años.
- Poliomielitis: No es improbable que se encuentre en este tipo de aguas ya que hombre es su único cobijo, lo elimina por las heces; también es el medio hídrico, donde el virus sobrevive de manera elevada.
De un modo específico, tenemos:
Tuberculosis, Hepatitis A, Leptospirosis, fiebre tifoidea, hepatitis B, donde el criterio médico es el que debe regir para incluir este tipo de vacunas y el seguimiento adecuado a las mismas.
A toda esta asistencia médica, debe unirse la adopción de prácticas de higiene que complementen y optimicen y minimización de los riesgos que representa este tipo de trabajos. Ello quiere decir que las instalaciones del centro de trabajo deberán cumplir lo legislado en el Decreto de Lugares de Trabajo y los trabajadores debemos conseguir y utilizar estas instalaciones correctamente.
En conclusión, si bien los trabajos con aguas residuales son esenciales, es crucial reconocer y gestionar los riesgos inherentes para proteger la salud de los trabajadores y el medio ambiente. La prevención, la formación adecuada y el cumplimiento riguroso de los protocolos de seguridad son fundamentales para mitigar estos riesgos y garantizar operaciones seguras y sostenibles a largo plazo.