Ansiedad en el trabajo debido a la COVID-19

Por: Lizeth Bohórquez / Psicóloga / Especialista en Salud Ocupacional y Riesgos Laborales / Especialista en Desarrollo Humano y Bienestar Social Empresarial / Magíster en Gestión Social Empresarial

 
 

A menudo se usan de manera indistinta términos como la preocupación, el estrés y la ansiedad, los cuales se deben distinguir de la siguiente manera:
• Preocupación: pensamiento negativo por una circunstancia de incertidumbre (idea).

• Estrés: consiste en la reacción a las presiones con las que una persona debe afrontar (sensación).

• Ansiedad: respuesta mental y física ante una amenaza o peligro (alarma).

Manejo de la ansiedad en el trabajo a causa del COVID-19

La ansiedad es una respuesta fisiológica y psicológica de alarma como mecanismo de escape para enfrentar o luchar ante una amenaza. Hablamos de ansiedad laboral cuando esta se produce en un ambiente de trabajo.
Es un estado de inquietud emocional que puede terminar por bloquear y limitar las capacidades para trabajar. Ahora bien, tratándose de un tema de preocupación pública como lo es la COVID-19, la ansiedad en el trabajo podría afectar la salud, la seguridad, el bienestar y la productividad.

Causas de la ansiedad en el trabajo por COVID-19

– Comunicación escasa científica y verídica sobre el virus.
– Inadecuadas políticas y prácticas de seguridad y salud en el trabajo.
– Continuar con alta exigencia laboral sin tomar medidas de prevención y atención.
– Horarios demasiados estrictos y pocos flexibles contrarios a las sugerencias del Ministerio de Salud y Protección Social y del Ministerio del Trabajo.
– Falta de capacitación por parte de la empresa sobre la situación actual y las medidas de prevención.
– Tareas incoherentes con las recomendaciones descritas por el Ministerio de Salud y Protección Social y el Ministerio del Trabajo respecto a la COVID-19.
– Tomar la situación con burla mientras a otros les preocupa, generando un ambiente conflictivo.
– Tendencia exagerada a neutralizar la situación.
– Poca organización de las estrategias de atención en el ambiente laboral.
– Miedo a enfermarse o morir.

Síntomas de la ansiedad

Los síntomas pueden presentarse en el trabajador de diferentes tipos: físicos, psicológicos y sociales.
• Físicos

– Tensión muscular, dolor en el pecho, molestias intestinales, alteraciones del sueño y de respuesta sexual.

• Psicológicos

– Irritabilidad, sensación de amenaza o peligro, inseguridad, dificultad en la toma de decisiones, bloqueos, problemas en la atención, concentración y memoria, pensamientos distorsionados y obsesión con la limpieza.

• Sociales

– Aislamiento, dificultad para expresar opiniones o sentimientos y conflictos.
Posibles consecuencias de la ansiedad en el trabajo por la COVID-19
– Excesiva preocupación.
– Cansancio y agotamiento.
– Comprobación excesiva de limpieza.
– Lentitud.
– Inseguridad.
– Excesiva sensibilidad.

Estrategias de las empresas para el manejo de la ansiedad de sus colaboradores

• Cognitivas

– Entrenar a los trabajadores en prevención de pensamientos catastróficos.
– Entrenamiento en habilidades de solución de problemas.
– Enseñar a los trabajadores a identificar pensamientos negativos y errores en la interpretación de la realidad y cambiar estos pensamientos por ideas racionales.

• Físicos

– Entrenamiento en conductas de autocuidado.
– Lavado de manos.
– Saludo sin contacto con el interlocutor.
– Desinfección del puesto de trabajo.
– Orden y limpieza.
– Entrenar a los trabajadores en técnicas de relajación para disminuir la activación fisiológica, a relajar los músculos y hacer una respiración correcta.

¿Cómo prevenir la ansiedad?

– Trabajar por pensamientos consientes de autorreflexión y análisis de las situaciones.
– Ejercicio físico: este nos ayuda a tener una buena salud física y mental.
– Practicar un hobby consentido: lectura, música, cine, arte y poesía.
– Fomentar relaciones.
– Disfrutar plenamente de las actividades consentido.
– Consultar a un psicólogo experto si consideramos que no podemos manejar la ansiedad correctamente.
– Dormir bien: tener una adecuada higiene del sueño (preparación para dormir) y disponer del tiempo adecuado para descansar.
– Evitar conflictos con personas que tienen una posición diferente respecto a la situación actual.
– Alimentación balanceada.
– Controlar y respirar de forma consiente. Tomarse unos minutos del día para prestar atención a nuestra respiración.
– Hablar con su jefe sobre la situación y buscar estrategias conjuntas de prevención de la COVID-19.

Referencias

-American Psychological Association. (2020). Washington, Estados Unidos. Recuperado de: https://www.apa.org/practice/programs/dmhi/research-information/pandemics

– Organización Mundial de la Salud [OMS]. (2020). Recuperado de: https://www.who.int/es

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