Resumen ejecutivo
Fuente: Organización Internacional del Trabajo (OIT). Recuperado de: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—ed_protect/—protrav/-travail/documents/publication/wcms_765898.pdf
Con la propagación de la pandemia de COVID-19 en 2020, gran parte de la fuerza de trabajo mundial ha pasado a laborar desde sus casas, uniéndose a cientos de millones de otros trabajadores que llevaban decenios haciéndolo.
Aunque ha sido durante mucho tiempo una característica importante del mundo del trabajo, el hogar como lugar de trabajo rara vez se tiene en cuenta en el diseño de las instituciones que rigen el mercado laboral. El repentino aumento del trabajo en casa ha traído consigo la necesidad apremiante de valorar sus implicaciones, tanto para los trabajadores como para los empleadores. El presente informe tiene por objeto conocer mejor esta modalidad de trabajo y proponer orientaciones sobre políticas que pueden allanar el camino hacia el trabajo decente para los trabajadores en domicilio, tanto antiguos como nuevos.
¿Qué es el trabajo en casa?
La expresión «trabajo en casa», tal como se define en el Convenio (núm. 177) y la Recomendación (núm. 184) de 1996, de la OIT, es «el trabajo que una persona […] realiza: i) en su domicilio o en otros locales que escoja, distintos de los locales de trabajo del empleador; ii) a cambio de una remuneración; iii) con el fin de elaborar un producto o prestar un servicio conforme a las especificaciones del empleador, independientemente de quién proporcione el equipo, los materiales u otros elementos utilizados para ello» (Convenio núm. 177, artículo 1).
Esta definición es aplicable a menos que la persona tenga «el grado de autonomía y de independencia económica necesario para ser considerada como trabajador independiente en virtud de la legislación nacional o de decisiones judiciales».
Cabe señalar, asimismo, que una persona no se considerará trabajador en casa a los efectos del Convenio «por el mero hecho de realizar ocasionalmente su trabajo como asalariado en su domicilio, en vez de realizarlo en su lugar de trabajo habitual».
Este informe aborda tres tipos diferentes de trabajo a domicilio:
• El trabajo industrial a domicilio: que se refiere a la producción de bienes llevada a cabo por los trabajadores en su casa, ya sea como parte o en sustitución de la producción de la fábrica, pero también a la producción artesanal, como en la elaboración de artesanías.
• El teletrabajo: que se refiere a los trabajadores asalariados que utilizan las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para realizar su trabajo a distancia. De conformidad con el Convenio núm. 177, se limita a los teletrabajadores que trabajan desde sus casas (o en otro lugar de su elección) de manera regular o permanente.
• El trabajo en plataformas digitales: basado en el domicilio, que se refiere a las tareas del sector de servicios realizadas por trabajadores en plataformas de trabajo en régimen de externalización abierta, o crowdworkers, según las especificaciones del empleador o del intermediario, en situaciones en las que los trabajadores no tienen la autonomía e independencia económica para ser considerados trabajadores independientes de conformidad con la legislación nacional.
El trabajo en casa existe en todo el mundo. En los países de ingreso alto se asocia principalmente con el teletrabajo, aunque también en esos países hay importantes bolsas de trabajo a domicilio en la industria manufacturera. Históricamente, el trabajo industrial a domicilio fue predominante en Europa y América del Norte, pero el desplazamiento de la manufactura de uso intensivo de mano de obra a países en desarrollo en los últimos decenios ha traído consigo un aumento del trabajo industrial en el hogar. En el mundo en desarrollo, en particular en Asia, se pueden encontrar trabajadores en casa en las diferentes cadenas mundiales de suministro de las industrias de la confección, la electrónica y el menaje del hogar. No obstante, también ocupan un lugar destacado en las cadenas nacionales de suministro.
¿Cómo se utiliza el trabajo en casa en la producción?
Este tipo de trabajo es habitual tanto en la producción de bienes como en la prestación de servicios. Este último existió durante todo el siglo XX, pero fue en la segunda mitad del siglo, con los avances de las TIC, cuando surgió con fuerza en una amplia gama de industrias como la de seguros, la banca y el turismo.
En el decenio de 1970 algunos empleadores comenzaron a experimentar con el teletrabajo, lo que dio lugar a una pequeña pero constante proporción de teletrabajadores de cuello blanco. El auge de las plataformas de trabajo digitales a partir de mediados del decenio de 2000 también ha ampliado las oportunidades de trabajar desde casa. Muchas de las labores de servicios anunciados en las plataformas de trabajo digitales son realizados por trabajadores en régimen de externalización abierta (crowdworkers) ubicados en
cualquier parte del mundo.
Estos trabajos son similares a los trabajos industriales a domicilio: los trabajadores son remunerados por tarea o proyecto, y el trabajo se realiza según las especificaciones de un empleador o intermediario.
La facilidad de subcontratar tareas a través de plataformas de trabajo digitales apunta a un aumento constante de las oportunidades de trabajo en casa en los próximos decenios. En el caso del trabajo industrial a domicilio y el trabajo en plataformas digitales basado en el domicilio, representa una modalidad de producción muy flexible que permite a las empresas responder rápidamente a los cambios en la demanda de productos y reducir los costos.
Lo encontramos siempre y cuando:
1) el proceso de producción pueda desmontarse en tareas diferenciadas;
2) el capital necesario para la producción –por ejemplo, máquinas de coser, ordenadores personales, entre otros– sea accesible a un costo relativamente bajo;
3) haya mano de obra disponible. La disponibilidad de esta mano de obra –a menudo mujeres que combinan el trabajo a domicilio con las responsabilidades del hogar y el cuidado de otras personas– depende en gran medida de los roles de género tanto en el hogar como en la sociedad.
¿Cuántos trabajadores a domicilio hay?, ¿dónde viven?, ¿cuáles son sus características?
Los trabajadores en casa son un subgrupo de los trabajadores basados en el domicilio que, además de trabajar desde sus viviendas, se definen estadísticamente como trabajadores asalariados o contratistas dependientes.
La OIT estima que en 2019 en el mundo había unos 260 millones de trabajadores basados en el domicilio, lo que representa el 7,9 % del empleo mundial. Esta cifra se registró antes de que se iniciara la pandemia de COVID-19. Cuando se establezcan las cifras totales para 2020, se espera que el número de trabajadores supere con creces las cifras de 2019.
En la mayoría de los países sobre los que se dispone de datos, los trabajadores basados en el domicilio constituían menos del 10 % de todas las personas empleadas, pero en 13 países representaban más del 15 % de la fuerza de trabajo. En Asia y el Pacífico se encuentra cerca del 65 % de todos los trabajadores en casa del mundo (más de 166 millones) (véase el gráfico 1).
En los países de ingreso bajo y mediano, la mayoría de los trabajadores basados en el domicilio eran trabajadores por cuenta propia, pero en los países de ingreso alto, los trabajadores asalariados integraban el grupo más numeroso.
Estas variaciones no son sorprendentes dadas las diferencias ocupacionales entre los países según su nivel de desarrollo económico. Si bien las ocupaciones directivas, profesionales y técnicas constituían el 53 % del empleo total en los países de ingreso alto, los porcentajes correspondientes en los países de ingreso mediano y bajo eran del 31 y del 12 %, respectivamente.
Gráfico 1. Porcentaje de trabajadores basados en el domicilio, 2019
La mayoría de los trabajadores en casa son mujeres. Según estimaciones de la OIT, en 2019 trabajaban desde sus casas 147 millones de mujeres y 113 millones de hombres. Las mujeres representaban el 56 % de todos los trabajadores basados en el domicilio. La propensión de las mujeres a trabajar desde sus casas (11,5 %) es mucho mayor que la de los hombres (5,6 %).
Como tiene lugar en el hogar, no es sorprendente que esta sea una modalidad de producción con una marcada dimensión de género. Las mujeres de todo el mundo siguen soportando la carga del trabajo de cuidados no remunerado y algunas recurren al trabajo en casa como forma de combinar las responsabilidades de cuidados con las oportunidades de obtener ingresos, aunque a menudo ello se traduzca en una prolongación de la jornada laboral. A pesar de ello, la oportunidad de trabajar desde el hogar es bien recibida por las mujeres y los hombres que buscan flexibilidad, así como por los trabajadores con discapacidad que, de otro modo, podrían tener menos oportunidades de trabajo remunerado.
¿Qué ventajas tiene el trabajo en casa? ¿Cuáles son los riesgos?
Los trabajadores a domicilio son una categoría heterogénea que integran desde los empobrecidos trabajadores industriales a domicilio hasta los teletrabajadores altamente cualificados. Tanto unos como otros deben lidiar con las implicaciones que conlleva esta modalidad de trabajo. En el gráfico 2 se puede observar la distribución de los ingresos de los trabajadores en casa (en negro) y de los que trabajan fuera del hogar (en azul) en tres países, India, México y Reino Unido.
Los gráficos muestran un pico más bajo que corresponde a los trabajadores cuyo salario es inferior al salario medio, a saber, los trabajadores industriales a domicilio que enrollan beedi (cigarrillos) en la India, que producen artesanías en México o que cosen prendas de vestir en el Reino Unido. El pico más alto se refiere a los teletrabajadores profesionales y directivos que ganan considerablemente más que el salario medio del Reino Unido y cerca del promedio del que se obtiene en India y México.
Gráfico 2. Densidad de los ingresos en India, México y Reino Unido (ingresos totales)
Nota: El eje de abscisas corresponde a los ingresos (en escala logarítmica) y el eje de ordenadas corresponde a la densidad de trabajadores, que representa el número de trabajadores en un nivel salarial determinado.
Fuente: Periodic Labour Force Survey (India, 2018), Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (México, 2019 – 4T) y Labour Force Survey (Reino Unido, 2018).
Artículo técnico tomado de la Revista del Consejo Colombiano de Seguridad, Salus, Trabajo y Ambiente No. 109 Tercer Trimestre 2021