Al considerar la reapertura de las escuelas se deben tener presentes cuatro criterios sanitarios claves que permitirán a los alumnos y docentes volver a clase de manera saludable:
A. Asegurar el distanciamiento social; B. mantener las escuelas limpias y desinfectadas; C. asegurar que los alumnos y docentes lleguen y se mantengan saludables a la escuela; y D. asegurar acceso a lavamanos.
A continuación, se presentan estrategias alrededor de cada uno de estos criterios:
A. Asegurar el distanciamiento social
El COVID-19 se propaga principalmente entre personas que están en contacto cercano y ocurre cuando una persona infectada tose, estornuda o habla, y las gotitas de su boca o nariz se expulsan al aire y terminan en la boca o nariz de las personas cercanas. También es posible que una persona contraiga el COVID-19 al tocar una superficie u objeto que tenga el virus y luego se toque la boca, la nariz o los ojos. De esta manera, el distanciamiento social ayuda a limitar el contacto con personas infectadas y superficies contaminadas. Para garantizar el distanciamiento social, las escuelas podrían considerar las siguientes estrategias:
1. Reapertura gradual o escalonada de los centros educativos.
Asegurar el distanciamiento social requiere que las escuelas tengan menos alumnos al mismo tiempo. Para ello, se puede pensar en las siguientes opciones:
- Reducción en las horas de enseñanza presencial que van a recibir los estudiantes complementado con educación online o a distancia (modelos blended). Se podría pensar alternar los grupos de alumnos ciertos días de la semana o en ciertos horarios.
- Según el nivel educativo: se podría pensar encomenzar con alumnos de educación inicial y primaria que tienen más dificultades para continuar con la educación a distancia ya que requieren mayor apoyo de los docentes, y seguir con aquellos de educación secundaria y terciaria quienes tienen más facilidades para continuar con la educación a distancia ya que requieren menos apoyo.
- Según el área geográfica: se puede pensar en comenzar por zonas rurales, con baja densidad poblacional, con mayores retos para proveer educación a distancia (sin conexión a internet o electricidad), que no requieren movilidad en el transporte público o libre de casos de COVID-19.
2. Escalonar los horarios de llegada y salida de la escuela. Para evitar aglutinamiento de estudiantes y padres, si es posible designar lugares y horarios específicos donde dejar y buscar y a los niños, pedir a los padres que no se queden conversando con otros padres en el lugar donde dejan o recogen a sus niños.
3. Aumentar el espacio entre escritorios. Los escritorios deben posicionarse orientados hacia la misma dirección (en lugar de estar uno frente al otro) para reducir la transmisión causada al hablar, toser o estornudar. Los asientos de los alumnos deben colocarse a una distancia libre de 1 (mínimo) o 1.5 metros hacia sus cuatro lados, por lo tanto, reduciendo el número de alumnos por salón. Ante la falta de aulas, se deben acondicionar otros espacios, como ser comedor, salones de usos múltiples o espacios de juegos techados.
BOX 1: Alumnos por aula durante COVID
Un estudio del BID muestra que en la actualidad las escuelas de América Latina y el Caribe cuentan con aulas que tienen en promedio un alumno por cada 1.6 m2. Dada la recomendación de mantener sana distancia durante las clases, los asientos de los alumnos deben colocarse separados individualmente y a una distancia libre de 1 (mínimo) o 1.5 metros a los cuatro lados. Esto implica contar con aulas que tengan entre 2.25 m2 (mínimo) y 4 m2 por cada alumno y profesor. El siguiente cuadro muestra, como ejemplo, como estos nuevos estándares impactarían el número de alumnos por aula. Tabla. Ejemplo de variación de número de alumnos por aula al aumentar la superficie por alumno en el aula durante COVID-19.
Fuente: Datos BID en base a encuesta realizada en el marco del proyecto Aprendizajes en las Escueles del Siglo XXI (2018).4. Cancelar actividades y clases grupales, excursiones, asambleas estudiantiles y otras reuniones grandes como eventos o prácticas deportivas y de coro y reuniones de padres en toda la escuela. Una alternativa, es pedir que los maestros vengan a las aulas para evitar que las clases se mezclen con otras en el gimnasio o en la sala de música.
5. Evitar juntar estudiantes en áreas comunes. Por ejemplo, permitir que los estudiantes almuercen y desayunen en sus aulas en lugar de juntarse en la cafetería. Si no es posible suspender el uso de áreas comunes, es clave limitar que los estudiantes se mezclan entre sí, y particularmente con los estudiantes de otras clases. Se puede pensar en escalonar el almuerzo y el recreo por clase, permitir solo a pocos estudiantes en la biblioteca para recoger libros.
6. Restringir el aglutinamiento en los pasillos y baños, por ejemplo, escalonando los horarios de llegada y/o salida de las clases y evitar que varias clases vayan al baño a la vez (evitar que todas las clases usen el baño inmediatamente después del almuerzo o recreo). Incluir señalización y cartelería indicando puntos de encuentro y separaciones. Pintar en el piso líneas para que los niños mantengan sana distancia y esperen su turno.
7. Disminuir el número de niños que usan al mismo tiempo el transporte escolar. El escalonamiento de los horarios de entrada y salida permitirá también que el transporte escolar tenga menos alumnos en sus recorridos, se debe asegurar también que se incluya tiempo para limpieza del transporte del transporte entre turnos.
8. Reducir la congestión en la oficina de salud. Por ejemplo, usar la oficina de salud para niños con síntomas similares a la gripe y una ubicación satelital para primeros auxilios o distribución de medicamentos. 9. Organizar la distribución de los programas de alimentación de manera que se eviten aglomeraciones durante la preparación, entrega y consumo de los alimentos. A esto se le agrega asegurar medidas sanitarias durante el manejo de los alimentos.
10. Limitar las visitas no esenciales. Limitar la presencia de voluntarios para actividades en el aula, lectores misteriosos, apoyo en la cafetería y otras actividades.
11. Educar al personal, a los estudiantes y a sus familias sobre la importancia de mantener distancia entre ellos en la escuela.
B. Mantener las escuelas limpias y desinfectadas
En el contexto de COVID se debe intensificar los esfuerzos de limpieza y desinfección de los espacios que usan los estudiantes y maestros. Esto incluye una primera limpieza y desinfección al retorno a la escuela como limpieza habitual durante clases de todas las aulas, mobiliario, pasillos, áreas comunes, de deportes y sanitarias, oficinas de administración, puertas de acceso e internas, como también el transporte escolar. En este contexto, las escuelas podrían considerar las siguientes estrategias:
1. Limpiar y desinfectar profundamente los centros educativos antes del retorno de los alumnos y personal educativo a las escuelas. Para ello es clave: a. Proveer kits de limpieza al personal de aseo de la escuela. b. Entrenamiento al personal de aseo.
2. Intensificar la limpieza y desinfección rutinaria en particular de los objetos y superficies que se tocan con frecuencia (por ejemplo, manijas de puertas, interruptores de luz, manijas de los fregaderos, computadores, pupitres). Se recomienda limpiar con los limpiadores que se usan normalmente y usarlos de acuerdo con las instrucciones del fabricante (por ejemplo, concentración, método de aplicación y tiempo de contacto, etc.).
a. Proveer kits de limpieza al personal de aseo de la escuela. b. Proveer kits de limpieza disponibles en las aulas y oficinas administrativas para limpiar frecuentemente superficies de alto uso (por ejemplo, teclados, pupitres, control remoto). c. Entrenar a los estudiantes, docentes y personal educativo en estrategias de limpieza y desinfección de las áreas que usan frecuentemente, como sillas, pupitres, escritorios, computadoras. Complementar con información (posters) sobre cómo llevar adelante la limpieza y desinfección y con qué frecuencia (porejemplo, antes del uso, al final de cada clase o al final del día). d. Abrir puertas externas y ventanas con regularidad para incrementar la circulación del aire en las áreas que se usan y que se limpian y desinfectan.
3. Aumentar la cantidad de personal de limpieza disponible en las escuelas, dada la mayor frecuencia e intensidad de la limpieza requerida.
4. Usar ventilación natural o equipos de aire acondicionado que inyecten aire del exterior para evitar la propagación del virus. Los equipos de aire que no renuevan el aire (por ejemplo, los equipos Split) no son convenientes. Los ventiladores de techo deben estar bien limpios, y combinarse con la ventilación natural.5. Establecer un protocolo en el caso que se detecte un caso de COVID positivo en la comunidad escolar, esto incluirá cancelar clases entre 2 a 5 días que permitirá a los funcionarios locales de salud determinar los próximos pasos y limpiar la escuela. Se deben cerrar las áreas utilizadas por las personas con COVID-19 y esperar tanto como sea práctico antes de comenzar la limpieza y desinfección para minimizar el potencial de exposición. Abrir puertas y ventanas exteriores para aumentar la circulación de aire en el área. Si es posible, es recomendable esperar hasta 24 horas antes de comenzar la limpieza y desinfección. El personal de limpieza debe limpiar y desinfectar todas las áreas (por ejemplo, oficinas, baños y áreas comunes) utilizadas por las personas enfermas, enfocándose especialmente en las superficies que se tocan con frecuencia. Si las superficies están sucias, deben limpiarse con un detergente o agua y jabón antes de la desinfección.
C. Asegurar que los alumnos y docentes lleguen y se mantengan saludables en la escuela
Al retornar a la escuela, es clave maximizar los esfuerzos para asegurar que los estudiantes y docentes que estén en los centros educativos estén saludables y minimizar así las probabilidades de contagio durante las clases. Para ellos, las escuelas podrían considerar las siguientes estrategias:
1. Requerir que los alumnos y docentes que no se sienten bien se quedan en casa, definir campañas de comunicación a estudiantes y padres sobre los síntomas que deben monitorear y casos en los que es recomendable quedarse en casa y cuando es seguro regresar a la escuela. Esto incluye información de fácil lectura (posters) en la escuela y en la puerta exterior de la escuela para que los alumnos y padres puedan leerla fácilmente y con regularidad.
2. Establecer rutinas de lavado de mano frecuente. Esto incluye requerir que los alumnos y docentes se laven las manos al entrar a la escuela, y que se repita periódicamente durante el cicloescolar, por ejemplo, cada 2 horas.
3. Adoptar políticas flexibles de asistencia y licencias por enfermedad que animen a los estudiantes y al personal a quedarse en casa si se enferman o si tienen que cuidar de un familiar enfermo. Es importante desalentar el uso de premios e incentivos de asistencia perfecta. Para los docentes y personal administrativo, deberían identificarse cuáles son los puestos y las funciones más importantes y planificar posibles sustituciones ofreciendo formación interdisciplinaria al personal.
4. Definir protocolos de respuesta ante estudiantes o docentes que se comienzan a sentir mal en la escuela, incluyendo aislamiento, envío a casa lo antes posible y referencia a un centro de salud local.
5. Fomentar el uso de mascarillas entre alumnos y docentes. Siguiendo las regulaciones sanitarias del país sobre el uso de mascarillas en la población, las escuelas pueden considerar el uso de mascarillas en las escuelas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, para muchos alumnos, sobre todo los más pequeños, puede ser un desafío mantener la mascarilla bien puesta durante todo el día escolar.
6. Mantener comunicación regular con estudiantes y sus familias sobre las medidas que está tomando la escuela para mantener un ambiente de aprendizaje saludable. Esto incluye contar con una estrategia de comunicación en el evento que las escuela tenga que cerrarse inmediatamente, en el caso de confirmación de casos de COVID positivos en la comunidad de la escuela.
D. Asegurar acceso a sitios de lavado de manos
El lavado de manos es una acción clave para disminuir la transmisión del COVID. El lavado de manos debe ser apoyado con acceso constante y suficiente al agua y suministros adecuados de jabón u otros elementos de limpieza de manos. Las estrategias para garantizar el acceso a lavado de manos, incluyen:
1. Verificar las condiciones iniciales de infraestructura y habilitación para el reinicio de las clases, en particular, mapear el acceso a lavamanos en las escuelas. Durante el cierre temporario de las escuelas, las instalaciones pueden sufrir deterioro, robos o vandalismo por lo que se requiere hacer un inventario rápido de las condiciones edilicias al momento de reabrir los centros. Adicionalmente, es clave saber si la escuela tiene acceso a agua potable y disponibilidad de sitios de lavado de manos. Para ello, se debe establecer un mecanismo de comunicación donde las escuelas puedan rápidamente comunicar a las autoridades educativas de sus necesidades (por ejemplo, establecer un número telefónico exclusivo para que las escuelas comuniquen estas necesidades a las autoridades). Esta información incluye:
- Disponibilidad de suministro de agua potable y de calidad, con funcionamiento continuo.
- Disponibilidad de almacenamiento de agua, ya que el consumo será mayor que el habitual.
- Disponibilidad de sanitarios y sitios para lavar las manos, de tamaño acorde a la edad de los estudiantes.
- Fosas sépticas con capacidad suficiente para almacenar el mayor volumen de agua. Disponibilidad de aulas con buena ventilación natural.
- Personal de limpieza y mantenimiento que pueda dar servicio diario. Suministro de insumos para limpieza e higiene de las instalaciones y las personas.
- Recolección diaria de basura o sitio de almacenamiento seguro.
BOX 2: Condiciones sanitarias de las escuelas en América Latina
Acceso a agua en las escuelas primaria de América LatinaFuente: CIMA BID, datos propios basados en los datos de TERCE. Nota: Alumnos de sexto grado que reportan asistir a escuelas con acceso a agua.
Acceso a baños en buen estado en las escuelas primarias de América Latina Fuente: CIMA BID, datos propios basados en los datos de TERCE. Nota: Alumnos de sexto grado que reportan asistir a escuelas con baños en buen estado.2. Realizar el acondicionamiento de la infraestructura para asegurar condiciones mínimas de saneamiento en la escuela, en especial para el lavado de manos. Dada la importancia del lavado de manos como medida de prevención para el contagio de COVID, es necesario proveer acceso a lavamanos. En este sentido se prevén las siguientes inversiones:
- Reparaciones pendientes, especialmente en instalación hidrosanitaria.
- Incrementar los puntos de lavado de manos, incluso en la entrada o fuera de la escuela.
- Incorporar tanques para almacenar más volumen de agua, debido al mayor consumo previsto.
- Asegurar personal para el mantenimiento y reparación de las instalaciones, cuando necesario.
- Lavamanos ubicados en proximidad de los baños.
- Lavamanos ubicados en las aulas.
- Grifos externos, ubicadas en patios, áreas de juego, entrada de la escuela, de preferencia grupales.
- Lavamanos portátiles autónomos con fuentes de agua alternativa, como por ejemplo la pluvial.
- Alternativas simples y de bajo costo:
3. Contar con agua suficiente que permita el lavado de manos. Como medida de contingencia, debe aumentarse la frecuencia de lavado de manos, lo cual genera una mayor demanda de agua. Sin embargo, muchas escuelas no cuentan con suministro de agua y en otras tantas, el suministro es escaso, inestable y no de óptima calidad. La situación es además agravada por el Cambio Climático, que está incrementando los periodos de sequía, afectando la disponibilidad de agua. Dos estrategias claves en este sentido incluyen:
a. Aumentar la cantidad de agua que ingresa a las escuelas por la red. b. Métodos alternativos de recolección y almacenamiento de agua. Estas incluyen:
- Agregar tanques de almacenamiento adicionales para almacenar agua suministra por la red.
- Agregar tanques de almacenamiento adicionales y establecer acuerdos para que el suministro de agua sea dado por municipios o empresas directamente.
- Construir pozos de extracción de agua subterránea mediante equipos de bombeo.
- Agregar tanques de almacenamiento adicionales e implementar de recolección de agua de lluvia.
- Fosas sépticas con capacidad suficiente para almacenar el mayor volumen de agua desechada. Se deben programar mayor frecuencia de limpieza de fosas sépticas.
4. Acceso a jabón para lavarse las manos. Para el correcto lavado de manos, es crucial dotar a las escuelas de elementos de limpieza personal: jabón, toallas de papel, dispensadores de gel antibacterial (especialmente cuando no hay acceso a agua o puntos de lavado de manos).
- Asegurar jabón de manos en los sitios de lavado de manos, en un lugar visible. Opciones para que el jabón siempre esté disponible, incluyen soluciones creativas como dispensadores fijos de jabón líquido; pastillas de jabón atado a una cuerda y una toallita.
- Para el secado de manos, lo más recomendado es papel, idealmente reciclado para minimizar el impacto en el medio ambiente, si bien es una opción costosa. Otras opciones incluyen secado por aire frio o seco, que también minimizan el impacto al medio ambiente pero también son costosas; o secado de manos al aire libre, si lo anterior no es posible.