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Cómo le fue a Colombia en accidentalidad, enfermedad y muerte laboral en 2018

Cómo le fue a Colombia en accidentalidad, enfermedad y muerte laboral en 2018

Según datos de la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), en 2018 se presentaron 645.119 accidentes con una disminución de la accidentalidad laboral de 2,3% frente al año anterior, por su parte las enfermedades calificadas tuvieron un aumento de 7,1% con un total de 10.435. Con respecto a la mortalidad, aunque no hubo un aumento significativo para 2018, se presentaron 569 muertes de origen laboral. Análisis estadístico de accidentalidad, enfermedad y mortalidad laboral por sector económico 2017 vs 2018 Accidentalidad laboral De acuerdo con el análisis estadístico de accidentalidad laboral, el sector económico con la tasa más alta en 2018 fue minas y canteras, integrado por 24 actividades, entre ellas, explotación minera, extracción de petróleo y gas natural, extracciones minerales, piedras preciosas, entre otras, con una tasa de 13 accidentes por cada 100 trabajadores afiliados al Sistema General de Riesgos Laborales (SGRL). En segundo lugar, el sector de agricultura, ganadería, caza y silvicultura con una disminución del 28% y una tasa de 12 accidentes por cada 100 trabajadores. En tercer lugar, el sector construcción con 9 accidentes por cada 100 trabajadores y una disminución del 5% frente al 2017. Con respecto al aumento de la tasa de accidentalidad, por cada 100 trabajadores reportados se puede apreciar, según las cifras de Fasecolda, que el sector servicio doméstico tuvo un aumento del 17% comparado con 2017, administración pública un 4% y servicios comunitarios, sociales y personales un 3%. Enfermedad laboral Los sectores económicos con mayor enfermedad laboral en 2018 fueron: en primer lugar el sector minas y canteras, el cual muestra un aumento del 10% en las enfermedades laborales con respecto al año anterior, con una tasa de 319 trabajadores con enfermedad laboral calificada por cada 100.000 afiliados al SGRL; en segundo lugar, la industria manufacturera con una tasa de 273 trabajadores con enfermedad laboral calificada por cada 100.000 afiliados al SGRL y una disminución del 4%; y en tercer lugar, agricultura, ganadería, caza y silvicultura con una tasa de 244 trabajadores con enfermedad laboral calificada por cada 100.000 afiliados al SGRL, con una disminución del 8%. Los sectores económicos que tuvieron un aumento significativo fueron servicio doméstico con un 57%, pesca con 24% y hoteles y restaurantes con 23%. Muertes laborales calificadas En Colombia en 2018, el sector que más muertes ocasionó fue minas y canteras, con 73 casos de muerte laboral por cada 100.000 trabajadores afiliados al SGRL y un aumento del 7% con respecto a 2017; seguido por transporte, almacenamiento y comunicaciones con 12 casos de muerte laboral por cada 100.000 trabajadores y un aumento del 3%; el tercer lugar fue para el sector eléctrico, agua y gas con un aumento del 27%, respecto al año anterior, con 12 casos por cada 100.000 trabajadores afiliados al SGRL. Análisis estadístico de accidentalidad, enfermedad y muerte laboral por departamento 2017 vs 2018 Accidentalidad De acuerdo con los registros de Fasecolda, Magdalena es el departamento con mayor tasa de accidentalidad en Colombia. Las estadísticas indican que se ocasionaron 10,5 accidentes por cada 100 trabajadores calificados afiliados al SGRL en 2018, observándose un aumento del 4% de la accidentalidad en comparación con el año anterior. En segundo lugar, se encuentra Cundinamarca con una tasa de 8,7 accidentes por cada 100 trabajadores calificados afiliados al SGRL. El departamento presentó una disminución del 6% y representa el 4,3 % de los trabajadores en Colombia afiliados a un sistema de riesgos laborales. El tercer departamento con mayor accidentalidad es Caldas con una tasa de 8 por cada 100 trabajadores calificados afiliados al SGRL y un aumento del 6% para el mismo año.

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Por: Mauricio Alexander Alzate Montoya / Ingeniero de sistemas UdeM / Especialista en Gerencia Financiera y Mercados UCO / Especialista en Gerencia de Proyectos UniMinuto / Magister en Gestión de la Información y el Conocimiento UdeM / Estudiante de Doctorado en Salud Pública / Coordinador de innovación Facultad de Medicina Universidad CES / maalzate @ces.edu.co   Gestionar la información que se maneja en una organización no es fácil y debe ser relevante entender su importancia para el crecimiento de la estrategia corporativa, en donde se requiere de ciertos recursos para hacerlo de la mejor manera (1). La gestión de la información en una organización de salud tiene como objetivo principal mejorar la calidad asistencial y la eficiencia de sus servicios, y ello redunda en un aumento del nivel de salud de los ciudadanos (2). En la pirámide de la información se tiene en el primer nivel el dato, en segundo nivel la información, en tercer nivel el conocimiento y en cuarto nivel la inteligencia, esto va mediado por la cantidad y la calidad. Derivado del tercer nivel de la pirámide, se tiene el conocimiento, el cual surge como intento sistematizado de movilizar el capital  humano y social de las organizaciones, en función de la maximización de los beneficios de las empresas. Es por ello que se propone que las políticas reconozcan el papel fundamental de la realidad que se pretende transformar y el papel predominante de  los flujos locales de información y de conocimiento asociado a los procesos de intervención en salud (2), en donde los pilares fundamentales son: la tecnología, los procesos, las personas y la cultura. De acuerdo con el grupo de Gestión del Conocimiento y Fuentes de Información del Ministerio de Salud y Protección Social, la gestión de la información está enfocada en el mejoramiento de fuentes de información, la integración a las bodegas de datos y las salidas de información; esto con el fin de decidir a través de la gestión del conocimiento en observatorios nacionales, estudios poblacionales, disposición y acceso a BVS, repositorios y revisiones (3). Existen otras fuentes, como el SISPRO que se define como una bodega de datos para disponer la información que el sector  requiera para apoyar el desarrollo de políticas públicas de salud y protección social, el funcionamiento del sistema y facilitar el  acceso a los servicios y la participación ciudadana a través de canales virtuales, este es operado por el Ministerio de Salud y  Protección Social. Entre los sistemas de información dispuestos por el ministerio, también se tienen: RUAF, PILA, RIPS, SISMED, SISSUB, registro de discapacidad, SIHO, REPS, RETHUS, SIVIGILA, FOSYGA y ORFEO; estos se encuentran articulados al Modelo Integral de Atención (MIAS). Así mismo, se cuenta con GHDx, el catálogo más completo del mundo de encuestas, censos, estadísticas vitales y otros datos relacionados con la salud del Institute for Health Metrics and Evaluation. El propósito es que las organizaciones incorporen la gestión de la información a través de las Tecnologías de la Información y Comunicación, para que este le permita: el uso adecuado de las TIC para transformación de los datos, crear modelos de analítica de datos para la toma de decisiones y la generación del conocimiento y generar transferencia de conocimiento y experiencia en el sector. En la actualidad, el conocimiento es uno de los factores más importantes en el desarrollo organizacional de un país o de un sistema. El conocimiento radica en las personas, procesos u organizaciones y se genera a partir de la experiencia profesional o personal, la formación profesional, los valores morales y éticos; este conocimiento bien usado genera nueva información que podrá ser capitalizada para la toma de decisiones, proponer innovaciones en procesos, productos, servicios o experiencia del usuario (4). Este conocimiento se presenta de varios tipos, los cuales de acuerdo al contexto es abordado por las personas para su recopilación, almacenamiento y posterior gestión. Estos tipos son: conocimiento tácito y conocimiento explícito (2). El conocimiento tácito es aquel que no se encuentra almacenado en ningún repositorio físico o virtual y es generado por la experiencia profesional, vivencias personales; este tipo de conocimiento es muy complicado de expresar y documentar. Ahora bien el conocimiento explícito se fundamenta en información plasmada en documentos, manuales, guías, patentes, secretos, diagramas (5). La tecnología cambió la manera como interactuamos y cambió la forma como se brindan servicios a las personas y como se hacen los negocios, esto se debe a que se convirtió en uno de los motores de la innovación; como resultado de la información que genera la tecnología se debe aprovechar para convertirla en conocimiento que genere innovación, producir nuevas tecnologías, productos, materiales y aplicaciones, nuevas formas de hacer las cosas que conduzcan a un mayor bienestar, incluyente, sostenible y con equidad, para todas las personas. En el sector salud se cuenta con muchos datos generados en los diferentes sistemas de información, estos datos por sí solos no dicen nada, por lo cual se deben interpretar para generar una información para el gerente, la cual debe consolidarse para producir conocimiento, el cual se debe sistematizar para tomar decisiones, ya que esto agregara valor al sistema de salud cuando sea utilizado para el bien de la población. Conclusiones La gestión de la información se orienta en gran medida, hacia la identificación de los errores y sus causas; no solo se alcanza con respeto a los procesos de gestión en general, sino a partir de los logros de los colectivos y los equipos, que aportan el conocimiento y la inteligencia. Sin información, sin datos, es imposible gestionar, administrar y trasmitir conocimiento. Reflexiones para el debate A partir del abordaje de los diferentes aspectos a lo largo del trabajo, se dejan planteados varios interrogantes, los cuales podrán servir de punto de partida para posteriores análisis: ◥ ¿Las organizaciones tienen la máxima y mejor información sobre el entorno que le rodea? ◥ ¿La información con que cuenta la organización genera valor a su interior con el fin de generar conocimiento y ayudar en la toma de decisiones? ◥ ¿La

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Polvo de sílice cristalina

Polvo de sílice cristalina

Buenas prácticas en el control de la exposición ocupacional a sustancias comprobadamente carcinogénicas. Polvo de sílice cristalina.   Por: Daniel Arturo Quiroga Vargas / Ingeniero Químico / Especialista en Gerencia en Salud Ocupacional / Estudiante Maestría en Salud y Seguridad en el Trabajo / Líder Técnico del CCS / octubre 2019.      En conmemoración al 14 de marzo, Día Nacional del Trabajador en Construcción te dejamos las buenas prácticas en el control de la exposición ocupacional a sustancias comprobadamente carcinogénicas. Introducción En el marco normativo colombiano, la Ley 1562 de 2012 en su artículo 9° que modifica el artículo 66 del Decreto 1295 de 1994, indica: «(…) las empresas en donde se procese, manipule o trabaje con sustancias tóxicas o cancerígenas o con agentes causantes de enfermedades incluidas en la tabla de enfermedades laborales de que trata el artículo 3° de la presente Ley, deberán cumplir con un mínimo de actividades preventivas de acuerdo a la reglamentación conjunta que expida el Ministerio de Trabajo y de Salud y Protección Social”. La reglamentación a que hace referencia el anterior artículo está dada por el Decreto 1072 de 2015 del Ministerio del Trabajo, en su artículo 2.2.4.6.15. parágrafo 2, y particularmente por la Resolución 0312 de 2019 del Ministerio del Trabajo, «por la cual se definen los Estándares Mínimos del Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo SG-SST», en cuyo artículo  16 en relación con los estándares mínimos para empresas de más de cincuenta trabajadores, establece la priorización de acciones de prevención e intervención con respecto a agentes o sustancias catalogadas como carcinógenas del Grupo 1 de la clasificación de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (International Agency for Research on Cancer [IARC], 2019), o con toxicidad aguda (categorías I y II) según los criterios del Sistema Globalmente Armonizado, sexta edición revisada en español (Organización de las Naciones Unidas [ONU], 2015). Exposición ocupacional a sílice cristalina La sílice cristalina es una sustancia natural, presente en piedras, rocas, arena, suelo con cenizas, asfalto, arcilla, ladrillo, hormigón, baldosas (arcilla y cerámica), algunos materiales compuestos y minerales metálicos, así como en tejas, mortero, yeso, paneles de yeso y muchos productos comúnmente encontrado en proyectos de construcción (Sultan, 2018). La sílice cristalina es la materia prima fundamental para la fabricación del vidrio, y debido a sus propiedades físicas y químicas también es empleada en actividades de fundición, en plantas potabilizadoras de agua como medio granular filtrante, e incluso en la elaboración de pinturas y resinas. Entre los usos de la sílice cristalina, por ser componente principal de la arena, vale la pena resaltar el proceso denominado «sandblasting», de alisado, elaboración y limpieza de superficies duras, mediante el impacto en ellas de partículas sólidas de dicho material, con alta presión y velocidad (Jaimes, Rocha, Gómez y Severiche, 2015). Existen tres formas principales de sílice cristalina, el cuarzo, la tridimita y la cristobalita. Como contaminante químico en el ambiente laboral, el polvo de sílice cristalina es perjudicial para la salud debido a su tamaño de partícula (del orden de los 5 μm), de tal forma que penetra profundamente en los pulmones cuando es inhalada. Es por esto, que un trabajador expuesto a altos niveles de sílice cristalina podría desarrollar efectos sobre su salud, tales como una silicosis, tras unas pocas semanas; si en sus actividades laborales no cuenta con controles efectivos ante la exposición ocupacional y si existe una susceptibilidad del individuo, mediada por su estado de salud y una eventual condición de fumador. Como parámetro en monitoreos higiénicos realizados para establecer la presencia de este contaminante químico en el ambiente laboral, el valor límite de exposición ocupacional para sílice cristalina, del tipo cristobalita o cuarzo, promedio ponderado en el tiempo para una jornada ocupacional de 8 horas, TLVTWA, de la ACGIH® (adoptado para Colombia a partir del artículo 154 de la Resolución 2400 de 1979) es de 0.025 mg/m3. Este valor deberá corregirse cuando la jornada laboral supere las 8 horas al día o 40 horas a la semana, a través de la aplicación del modelo matemático desarrollado por Brief y Scala (Gracia, s.f.). De acuerdo con Sultan (2018), la presencia de altos niveles de polvo de sílice cristalina en el lugar de trabajo puede tener una o más de las siguientes causas: Tarea – Herramientas eléctricas de alta energía pueden producir una gran cantidad de polvo en un periodo de tiempo corto; Área de trabajo – Entre más cerrado sea un espacio, mayor acumulación de polvo en el ambiente laboral. Sin embargo, no se puede asumir que al trabajar al aire libre serán menores los niveles de material particulado; Tiempo – Entre más demorado sea el trabajo, mayor cantidad de polvo se generará; Frecuencia – Realizar una labor día tras día incrementa el riesgo de exposición por parte del  trabajador. En Colombia, además del sector de la construcción, existe exposición ocupacional al polvo de sílice cristalina en la minería del carbón. Resultados de estudios como el efectuado por la Universidad del Rosario, la Universidad de los Andes, Positiva Compañía de Seguros ARL, el Instituto Nacional de Salud y la Gobernación de Boyacá (Varona et. al., 2018), han permitido identificar que la mayoría de los mineros de carbón trabajan en minas pequeñas -de menos de 50 trabajadores-, mecanizadas o mixtas, con niveles de riesgo críticos por exposición a este contaminante químico. Control de la exposición En relación con la protección de la seguridad y salud de sus trabajadores, de acuerdo con el artículo 2.2.4.6.8 del Decreto 1072 de 2015, los empleadores están obligados a realizar la “identificación de peligros, evaluación y valoración de los riesgos y establecimiento de controles que prevengan daños en la salud de los trabajadores y/o contratistas, en los equipos e instalaciones”. Desde al año 2012 en su monografía 100C, la IARC ha clasificado el polvo de sílice cristalina (en forma de cuarzo o cristobalita), como agente carcinogénico del Grupo 1 (confirmado en seres humanos); de tal forma que, en el ámbito de la Seguridad y

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Herramientas para gestionar tareas de alto riesgo

El Sistema Globalmente Armonizado (SGA), herramienta clave para la gestión del riesgo químico

Gestión del riesgo químico   Por: Yezid Fernando Niño Barrero / Ingeniero Ambiental y Sanitario / Especialista en Higiene y Salud Ocupacional / MSc. Salud Pública / PhD en Ingeniería (c) / Autor del Libro Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (2018).   Las sustancias químicas están presentes en la vida cotidiana, desde el uso de sustancias de higiene personal, la producción de alimentos y el aseo doméstico, hasta el uso de sustancias químicas peligrosas en la producción industrial. A diario una persona  puede tener diferentes exposiciones a estas sustancias y sus peligros. En los lugares de trabajo es importante conocer cuáles son los peligros de las sustancias químicas, con el fin de establecer mecanismos para la comunicación de peligros, evaluar los riesgos asociados al uso de las sustancias y gestionar estos riesgos con el fin de evitar la presencia de enfermedades laborales o la ocurrencia de accidentes de trabajo. En la Segunda Encuesta Nacional de Condiciones de Seguridad y Salud en el Trabajo (Ministerio del Trabajo & Organización Iberoamericana de Seguridad Social – OISS, 2013) se indagó sobre la existencia de diferentes factores de riesgo en los lugares de trabajo, donde se encontró que el manejo o contacto de la piel con sustancias químicas se presenta con una frecuencia del 8,8%, la inhalación de gases y vapores en 11,8%, polvos y humos en 18,9%. Esto indica que los empleadores que participaron en la  encuesta sí identifican los peligros químicos. Gráfica 1: Peligros químicos en sitios de trabajo (adaptado de la Segunda Encuesta Nacional de Condiciones de Seguridad y Salud en el Trabajo, MinTrabajo – OISS, 2013) Para el logro de la gestión del riesgo químico, el país adoptó a partir del 2018 el Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (SGA) que, entre otros aspectos, reglamenta la Ley 55 de 1993 en lo concerniente a la definición del Sistema de Clasificación de las Sustancias en Colombia. Este sistema cuenta con criterios que fueron acordados en el marco de la Organización de las Naciones Unidas para la identificación de los peligros físicos, a la salud y al ambiente de las sustancias (Organización de las Naciones Unidas, 2015). El SGA cuenta con dos instrumentos esenciales para la comunicación de peligro: las fichas de datos de seguridad y las etiquetas, los cuales, cumpliendo los criterios del SGA, permitirán informar a trabajadores y otras partes interesadas sobre los peligros de las sustancias, sus características y medidas de actuación en caso de alguna situación de emergencia, entre otra información propia de la sustancia. Los empleadores tienen la obligación de garantizar que todas sus sustancias han sido clasificadas y, por lo tanto, exigir a sus proveedores el cumplimiento de la ley. En este contexto es importante que los empleadores incorporen dentro de sus procesos de cambio y adquisición de sustancias químicas, los criterios necesarios para exigir a sus proveedores la clasificación de sus sustancias químicas bajo el Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos. En este contexto, las empresas deberán acudir a diferentes herramientas que les permitan gestionar el riesgo químico, para lo cual se plantean los siguientes pasos: ◥ Paso 1. Inventario de sustancias químicas: Se requiere documentar las características de todas las sustancias químicas utilizadas en los lugares de trabajo. ◥ Paso 2. Identificación de los peligros de las sustancias: Clasificar las sustancias químicas de acuerdo con los criterios del Sistema Globalmente Armonizado. ◥ Paso 3. Definir sustancias de interés de acuerdo con su peligrosidad: Establecer intereses por efectos sobre seguridad (asociados a accidentes de trabajo) y salud (asociados a enfermedades laborales). ◥ Paso 4. Identificación de las condiciones de trabajo: Identificar claramente todas las condiciones de operación con sustancias químicas donde se consideren las medidas de protección implementadas, su estado de funcionamiento y calibración, según aplique, las cantidades, periodicidad y presentación de las sustancias químicas, entre otras. ◥ Paso 5. Priorización de sustancias con base en peligrosidad y condiciones de trabajo: Establecer un orden de prioridad acudiendo a metodologías simplificadas que permitan procesar toda la información de los pasos 3 y 4, con el fin de determinar aquellas sustancias que requieren acciones en el plazo inmediato o corto. ◥ Paso 6. Medición en el ambiente de trabajo y en el trabajador: Aquellas sustancias prioritarias y que sean técnicamente viables, se deberán medir en el ambiente de trabajo para evaluar la exposición de los trabajadores. Así mismo, se deberá considerar la evaluación de la condición de salud del trabajador y posibles efectos asociados a la exposición. ◥ Paso 7. Definir controles (jerarquía de control): La definición de controles deberá estar enfocada a controles duros cómo la eliminación, sustitución o controles de ingeniería, para posteriormente complementar con otras medidas como los controles administrativos y la correcta selección y uso de elementos de protección personal. ◥ Paso 8. Monitorear la eficiencia de los controles: Posterior a la implementación de los controles, se deberá evaluar su eficiencia para determinar si su implementación mejoró la condición y establecer el nivel de riesgo residual. ◥ Paso 9. Establecer esquema de inspecciones y auditoría: La aplicación de las medidas de control y el cumplimiento de los trabajadores de las medidas de seguridad deberán ser materia de seguimiento bajo las inspecciones rutinarias e incorporarse dentro de la evaluación realizada durante las auditorías al Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo. ◥ Paso 10. Mejoramiento continuo: En todos los casos, los hallazgos de auditorías, inspecciones, investigación de accidentes y enfermedades, etc., serán sometidos a un plan de mejoramiento que permita continuamente incrementar los niveles de seguridad y controlar de manera oportuna las desviaciones encontradas. Bibliografía ◥ Ministerio del Trabajo, & Organización Iberoamericana de Seguridad Social – OISS. (2013). Segunda Encuesta Nacional de  Condiciones de Seguridad y Salud en el Trabajo en el Sistema General de Riesgos Laborales de Colombia. Bogotá, D.C. ◥ Organización de las Naciones Unidas. (2015). Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (SGA) (6a Ediciòn).

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Protección contra incendios: diseño basado en desempeño

Protección contra incendios: diseño basado en desempeño

Por: Ing. Oscar Mauricio Barajas Pinzón / Ingeniero Mecánico de la Universidad Nacional de Colombia 1995 / Maestría en Ingeniería en Protección Contra Incendios de la Universidad de Maryland 2017 / Maestría en Automatización Industrial de la Universidad Nacional de Colombia 2001 / MBA (Maestría en Administración de Negocios) de la Universidad de Phoenix USA 2008 / Especialista en Respuesta en Emergencias de la Universidad de Texas A&M, USA 2009 / Especialista Certificado en Protección Contra  Incendios CEPI de NFPA / Actualmente es Loss Prevention Engineer para la petrolera Saudi Aramco en Abqaiq, Arabia Saudita.   Introducción: Ingenieros en Protección Contra Incendios en la industria de Oil & Gas usualmente siguen los lineamientos de códigos tales como NFPA y API, para asegurar que se logre un determinado nivel de protección en las instalaciones. En las dos últimas décadas, se han realizado extensas investigaciones para introducir el concepto de Diseño Basado en Desempeño. Los códigos y regulaciones ofrecen soluciones para problemas convencionales si el nivel de incertidumbre es bajo. Siguiendo códigos establecidos por entidades normativas y reguladoras, transfiere parte del riesgo a las autoridades. En el sistema de diseño basado en desempeño, se generan soluciones costo-efectivas teniendo en cuenta escenarios, objetivos y resultados específicos, más que ajustarse a soluciones preestablecidas en los códigos [1] [7]. El SFPE “Engineering Guide to Performance Based Fire Protection” define diseño basado en desempeño como aquella práctica de ingeniería enfocada en definir el sistema de protección contra incendios que más se ajusta al nivel deseado de protección definido  por el usuario, considerando los objetivos de seguridad contra incendios, el análisis probabilístico y determinístico de los escenarios de incendio y la evaluación cuantitativa de alternativas de diseño [2] [5]. Esta definición identifica tres atributos del diseño basado en desempeño. El primero es la determinación del nivel deseado de protección contra incendio. El segundo es la inclusión del diseño de la edificación. El tercer atributo es la consideración de análisis de ingeniería y el planteamiento de alternativas de diseño para cumplir las necesidades del usuario. Referencias documentales y normativas: ◥◥ SFPE “Engineering Guide to Performance Based Fire Protection”. ◥◥ NFPA 101A “Guide on Alternative approaches to Life Safety”. ◥◥ NFPA 555 “Guide on methods for Evaluating Potential for Room Flashover”. Objetivos y proceso de diseño basado en desempeño: Los tres objetivos principales en diseño basado en desempeño son [1]: ◥◥ Protección a los ocupantes: una estructura debe ser diseñada para proteger a los ocupantes que no se encuentran involucrados con el fuego, ofreciendo suficiente tiempo y espacio para evacuar de forma segura. ◥◥ Integridad estructural: la integridad estructural de la edificación debe mantenerse durante el tiempo necesario para permitir la evacuación o reubicación de los ocupantes en caso de incendio. ◥◥ Continuidad del negocio: la organización implementa diseños robustos que permiten la continuidad del negocio al minimizar potenciales pérdidas por incendios. Generalmente, el diseño de un sistema de protección contra incendios usando criterios de desempeño, sigue los siguientes pasos: 1. Definición del alcance del proyecto. 2. Determinación de metas de seguridad. 3. Selección de los criterios de desempeño. 4. Determinación y desarrollo de creíbles escenarios de incendio. Análisis de ocupación. 5. Planteamiento de preguntas clave para tomar decisiones. 6. Planteamiento de diseños de prueba. 7. Evaluar los diseños de prueba con respecto a los escenarios de incendio y plantear modificaciones hasta cumplir los criterios de desempeño. 8. Selección del diseño final. Figura 1. Secuencia de pasos durante procesos de diseño basado en desempeño. Determinación de metas: Las metas son los resultados finales deseados cuando la edificación se encuentra afectada por un creíble escenario de incendio o emergencia [4]. Generalmente estas metas se expresan en términos de impacto sobre las personas, la propiedad, la interrupción del negocio o el impacto al medio ambiente. Ejemplos de metas en los que la metodología de diseño basado en desempeño se aplica, son los siguientes: 1. Minimizar el número de personas afectadas por el fuego y evitar fatalidades. 2. Minimizar los potenciales daños a la edificación, su contenido y sus atributos arquitectónicos e históricos. 3. Minimizar interrupciones al negocio como consecuencia de la materialización de escenarios de incendio y emergencias. 4. Limitar el impacto ambiental. En las instalaciones y facilidades de la industria de hidrocarburos, los objetivos a considerarse durante el proceso de diseño basado en desempeño pueden ser los siguientes [6]: 1. Garantizar la evacuación de trabajadores y visitantes. 2. Prevenir o limitar la liberación de hidrocarburos. 3. Confinar o redireccionar derrames de hidrocarburos. 4. Minimizar la probabilidad de presencia de fuentes de ignición dentro de las facilidades. 5. Garantizar el accionamiento de los sistemas de parada de emergencia ESD y despresurización de sistemas. 6. Confinar la emergencia a los límites de planta. Selección de criterios de desempeño: Los criterios de desempeño son un conjunto de valores umbrales que deben considerarse durante el proceso de diseño basado en desempeño. Por ejemplo, los criterios de desempeño para la supervivencia y evacuación segura de los ocupantes de una edificación, medidos a la altura de 1.5 metros sobre el nivel del suelo podrían ser los siguientes: 1. La temperatura no debe exceder 65°C. 2. La concentración instantánea de monóxido de carbono no debe exceder 10.000 ppm. 3. La concentración acumulada de monóxido de carbono no debe exceder 25% de concentración de monóxido de carbono en hemoglobina. 4. La concentración de oxígeno debe mantenerse en un 14% o más. Los criterios de desempeño para evitar la generación de flashover (o fenómeno de súbita combustión generalizada) en un recinto cerrado pueden ser los siguientes: 1. La temperatura de gases y vapores del incendio en la parte superior del recinto no debe exceder los 600°C. 2. El flujo de calor radiado en el suelo del recinto no debe exceder 20kW/m2. Determinación de creíbles escenarios de incendio: Los aspectos que se deben considerar para definir los potenciales escenarios de incendio en la edificación son [8]: ◥◥ Localización del incendio. ◥◥ Tipo de incendio. ◥◥ Potenciales peligros y riesgos. ◥◥ Sistemas a ser impactados por el fuego. ◥◥ Capacidad

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Diez aspectos esenciales para hacer negocios resilientes frente al riesgo de desastres

Diez aspectos esenciales para hacer negocios resilientes frente al riesgo de desastres

Por Henry Adolfo Peralta / Ingeniero Civil / Magister en Educación / CEO y fundador de Soluciones Resilientes / Colombia / noviembre 9 de 2019.  Cómo citar este artículo:Peralta, H. Diez aspectos esenciales para hacer negocios resilientes frente al riesgo de desastres. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/diez-aspectos-esenciales-para-hacer-negocios-resilientes-frente-al-riesgo-de-desastres/ En este artículo se presentan los diez aspectos esenciales que debe fomentar un negocio, cualquiera que sea su naturaleza para avanzar camino hacia su resiliencia, desde una perspectiva actual y moderna. Cada uno de estos aspectos se pueden aplicar de manera individual o conjunta, dependiendo de la necesidad e intereses del negocio. Estos diez esenciales para hacer negocios resilientes, se armonizan muy bien con los diez aspectos esenciales de la campaña mundial Desarrollando Ciudades Resilientes: ¡Mi ciudad se está preparando!, promovida desde el año 2010 por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres – UNDRR, para llevar de la teoría a la práctica – de lo global a lo local – el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2005 – 2015.ASPECTO ESENCIAL 1. FORTALECER LA RESILIENCIA ORGANIZACIONAL Actividades: ◥◥ Definir una política de resiliencia basada en la gestión del riesgo de desastres empresarial. ◥◥ Establecer las prioridades en una respuesta (salvar vidas, reducir impactos, proteger bienes, preservar información). ◥◥ Involucrar y establecer alianzas con todos los grupos de actores relevantes (stakeholders). ◥◥ Hay que asegurarse que todas las dependencias de la empresa, responsables de procesos y de productos comprendan la importancia de la reducción del riesgo de desastres, para el logro de los objetivos de sus respectivas políticas y programas. ◥◥ Establecer alianzas estratégicas con las organizaciones territoriales de planificación y respuesta, así como apoyar la organización de la comunidad localizada en el entorno empresarial. ◥◥ Establecer acciones para compilar información cualitativa y cuantitativa del entorno del área de influencia de la empresa. ◥◥ Determinar el uso de herramientas como mecanismos para el reporte de la resiliencia y el aporte a las demás agendas globales firmadas por el país.ASPECTO ESENCIAL 2. COMPRENDER EL RIESGO DE DESASTRES EN SUS CONTEXTO INTERNO Y EXTERNO. Actividades: ◥◥ Reconocer los contextos internos y externos de la empresa. ◥◥ Identificar, analizar y evaluar el riesgo de desastres tanto para escenarios de riesgo actuales y futuro. ◥◥ Identificar los procesos, materia prima o la tecnología, utilizados en la generación de productos, bienes y servicios de la empresa, que puedan generar riesgo de desastres para sí mismo y el entorno. ◥◥ Identificar las amenazas potenciales (ambientales, sociales, tecnológicas) que pueden afectar los procesos o la generación de los productos de la empresa y producción acciones de desastre en cadena de producción o suministro. ◥◥ Valorar el riesgo (metodología equiparadas con los sistemas de gestión de la empresa, identificar causas y fuentes de riesgos de desastres, controles preventivos y correctivos, identificación de áreas probables afectadas), análisis del riesgo (probabilidad – consecuencia), evaluación del riesgo, relacionando los contextos internos y externos mediante la configuración espacializada de escenarios de riesgos de desastres en contexto para la toma de decisiones. ◥◥ Preparar y ejecutar estrategias de comunicación de riesgo para actores relevantes (stakeholders) y la comunidad del área de influencia. ◥◥ Realizar Monitoreo estableciendo protocolos y procedimientos de notificación previos a la emergencia o el desastre e identificación de riesgos futuros. ◥◥ Compartir el conocimiento práctico de la investigación de la empresa con las instituciones locales para armonizar la información del territorio frente a las amenazas. ◥◥ Diseñar la planificación para la reducción del riesgo de desastres mediante la elaboración de planes de gestión de riesgo de desastres, planes de emergencia/contingencia y planes de continuidad de los negocios. ◥◥ Elaborar un plan de inversiones (actualizable de acuerdo con las necesidades) que soporte económicamente el conocimiento del riesgo, la reducción del riesgo de desastres y el manejo de desastres en el marco de los procesos de gestión de la empresa.ASPECTO ESENCIAL 3. FORTALECER LA CAPACIDAD FINANCIERA DEL NEGOCIO Actividades: ◥◥ Retención del riesgo. Crear en las empresas fondos o reservas, de forma independiente, orientados al conocimiento, reducción de riesgos y manejo de desastres. ◥◥ Realizar Análisis y evaluación de riesgo para determinar costos directos e indirectos de un desastre y prever que es mejor reducir que reconstruir. ◥◥ Incluir, en el presupuesto operativo de la empresa, de las asignaciones presupuestarias destinadas a la de gestión de riesgo de desastres (partidas presupuestales específicas). ◥◥ Transferir el riesgo sobre los activos y lo posibles impactos frente a un desastre en el entorno. ◥◥ Explorar, según se requiera, de mecanismos innovadores de financiación, tales como los bonos especializados, seguros especializados, bonos de impacto de desarrollo, entre otros. ◥◥ Asegurar de antemano un mecanismo viable para el desembolso de fondos para el conocimiento, reducción del riesgo y manejo del desastre, de forma rápida, racional y transparente.ASPECTO ESENCIAL 4. REALIZAR UN DISEÑO RESILIENTE DE LAS INSTALACIONES, ACTIVIDADES Y PROCESOS DE LA EMPRESA Actividades: ◥◥ Evaluar la resiliencia de las instalaciones e infraestructura, como de actividades y procesos ante las amenazas potenciales. ◥◥ Integrar consideraciones sobre gestión del riesgo de desastre en la planificación, diseño y construcción de nuevas edificaciones e infraestructura de la empresa, utilizando técnicas amigables con el entorno y que brinden los máximos niveles de seguridad. ◥◥ Desarrollar y aplicar códigos de construcción en la infraestructura y elementos sensibles de las empresas, frente a diversos fenómenos naturales. ◥◥ Implementar como práctica cotidiana la gestión del riesgo de desastres adecuada a los procesos, técnicas, tecnologías y en la utilización de material primas en la generación de bienes y servicios. ◥◥ Incorporar paulatinamente los principios de diseño sostenible, tecnologías limpias, economía circular (producir, consumir, reutilizar) para reducir la generación de nuevos riesgos en los territorios. ◥◥ Actualizar periódica de las normas de construcción y normas de regulación, de manera coherente con los cambios en la información disponible y evidencias sobre los riesgos de desastres pasados, presentes y futuros.ASPECTO ESENCIAL 5. PROMOVER LA PROTECCIÓN DE LOS ECOSISTEMAS NATURALES EN EL ENTORNO EMPRESARIAL Actividades: ◥◥ Reconocer el valor y los beneficios de los

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Auditoría en el Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST)

Por La auditoría es una herramienta fundamental para el mejoramiento continuo del Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo. Es una fase que debe afrontar un responsable del SG-SST al ser auditado o al convertirse en auditor, por lo que se deben conocer los pasos para la planificación de la auditoría, así como los tipos de auditorías que puede realizar o recibir la empresa. Para el desarrollo de la misma es importante identificar y conocer los criterios de auditoría frente a los cuales se va a evaluar el cumplimiento, estos se pueden resumir en los requisitos PILO (partes interesadas, implícitos, legales y organizacionales) (Torres M., Guataqui C., & Niño B., 2018) que se observan en la figura 1, la evaluación de estos requisitos permitirá, adicionalmente, identificar oportunidades de mejora que fortalecerán la gestión de la empresa o entidad. Con base en la identificación de estos requisitos se define la orientación de la auditoría, teniendo en cuenta un enfoque basado en riesgos, es decir, centrarse en los principales aspectos para la empresa y no desviarse en detalles que posiblemente sean irrelevantes y desvíen la atención de aquellos elementos clave para la protección de la seguridad y salud de los trabajadores. Generalidades de la auditoría La palabra auditoría se deriva de la palabra latina «audire» que significa oír, escuchar. En términos generales se puede entender que la auditoría es un examen sistemático e independiente del sistema de gestión que se realiza periódicamente y con la frecuencia suficiente para determinar si se está dando cumplimiento a los requisitos legales, procedimientos, planes de acción y demás requisitos PILO que evidencien si se están alcanzando los resultados esperados. Existen diferentes tipos de auditorías las cuales se clasifican de acuerdo con el origen y objetivo de esta teniendo entonces las de primera parte habitualmente conocidas como auditorías internas realizadas por la propia empresa, ya sea con personal propio o contratado. Las de segunda parte son realizadas por clientes, proveedores o partes interesadas y las de tercera parte que representan el mayor grado de independencia al tener como objetivo principalmente la certificación. Las auditorías de primera y segunda parte son los dos tipos de auditorías que se pueden llevar a cabo para el Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo definidos en la regulación colombiana, para esta se puede definir el mismo tipo de perfil de auditor, quien debe centrarse en verificar la conformidad del SG-SST. Actualmente, no existe norma colombiana que indique las competencias que debe cumplir un auditor en seguridad y salud en el trabajo, pero sí se establece la obligación de plasmar en el programa de auditoría la idoneidad las personas que van a realizar dicha actividad en la empresa. Algunos elementos mínimos que debería cumplir el perfil del auditor podrían incluir: La definición de estos criterios permitirá a la empresa contar con un equipo de personas idóneas para realizar las auditorías exigidas por dicha norma, ahora bien, si desea ser más exigente puede determinar que todos sus auditores cuenten con licencia en seguridad y salud en el trabajo, nivel de formación mínima en aspectos técnicos de la operación, de la empresa o entidad y demás aspectos que considere de valor para lograr un mejor resultado de la auditoría. A continuación, se presentan algunos perfiles sugeridos que pueden ser tomados como base en la definición de la idoneidad del auditor: RECOMENDACIONES PARA EL AUDITOR: Qué hacer: Qué no hacer: RECOMENDACIONES PARA EL AUDITADO: Qué hacer: Qué no hacer: Finalmente, es importante comprender que los hallazgos resultantes del proceso de auditoría permiten mejorar el desempeño del sistema de gestión, así como, prevenir accidentes y enfermedades laborales, por lo cual, uno de los peores errores será buscar culpables y tomar represarías contra estos. Lo correcto será tomar las acciones correctivas o preventivas que permitan evitar que esto vuelva a suceder o suceda, en conclusión, “se deben buscar causas y no responsables”. Bibliografía:

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Herramienta de autoevaluación: lecciones clave del desastre del transbordador espacial Columbia (adaptado a la industria de procesos).

Herramienta de autoevaluación: lecciones clave del desastre del transbordador espacial Columbia (adaptado a la industria de procesos).

Un conjunto de preguntas de «Cultura Organizacional» para mejorar la excelencia operacional en HSE. Escrito por David Jones (Chevron), Walt Frank (ABS Consulting), Karen Tancredi (DuPont) y Mike Broadribb (BP). Título original: Self evaluation tool: Key lessons from the Columbia Shuttle disaster (adapted to the process industries) Traducción: Jessica Milena Cortázar Godoy. Resumen «En nuestra opinión, la cultura organizativa de la NASA tuvo tanto que ver con este accidente como la espuma». Informe CAIB, vol. 1, pág. 97 El 1 de febrero de 2003, el transbordador espacial Columbia se desintegró durante el reingreso a la atmósfera de la Tierra, matando a los siete miembros de la tripulación a bordo. La cadena de eventos que condujeron al desastre había comenzado 16 días antes cuando se lanzó el transbordador. Durante el ascenso, 81 segundos después del despegue, un gran trozo de espuma aislante se desprendió del tanque de combustible externo, golpeó el transbordador y dañó las placas de protección térmica críticas. Posteriormente, los paneles fallaron cuando se expusieron al intenso calor que se encontró cuando el transbordador volvió a entrar en la atmósfera durante su regreso a la Tierra.  Aunque el impacto se descubrió durante la revisión de los videos de lanzamiento en el segundo día de la misión, la gerencia del programa de Transbordadores no pudo estar convencida de que el evento representara un peligro para la misión, la nave espacial o la tripulación. En consecuencia, no se realizó ningún esfuerzo formal para confirmar la integridad del transbordador Columbia antes de su nefasto regreso a la Tierra. Tras la tragedia, se formó la Junta de Investigación de Accidentes de Columbia (CAIB, por sus siglas en inglés). Después de determinar que los escombros de espuma aislante golpeando el ala era la causa física más probable, la junta centró su atención en los factores de la cultura organizacional detrás de la falla. Para propósito de su investigación, la junta ofreció la siguiente definición de cultura organizacional: «La cultura organizacional se refiere a los valores, normas, creencias y prácticas básicos que caracterizan el funcionamiento de una institución en particular. En el nivel más básico, la cultura organizacional define los supuestos que hacen los empleados mientras realizan su trabajo; define «la forma en la que hacemos las cosas aquí». La cultura de una organización es una fuerza poderosa que persiste a través de reorganizaciones y la salida del personal clave». Informe CAIB, vol. 1, pág. 101 Al llevar la investigación más allá de los causales inmediatos, la CAIB estaba tratando de comprender dos cuestiones en particular: ¿Por qué no se tomaron medidas en las dos semanas disponibles entre el lanzamiento y el regreso a las serias preocupaciones sobre la integridad del Columbia, planteadas dentro de un día de lanzamiento? Con poca evidencia que lo corroborara, la gerencia se había convencido de que un golpe de espuma no era, ni podía ser una preocupación. ¿Cuáles de los patrones culturales que emergieron del accidente de Columbia fueron los mismos que los identificados por primera vez después de la tragedia del Challenger (casi exactamente 17 años antes) y por qué todavía estaban presentes? A través de su informe, la CAIB ha brindado un servicio a todas las organizaciones en cuyas instalaciones se manejan materiales peligrosos o que se dedican a realizar actividades peligrosas. Aunque la NASA es una organización única, con una misión enfocada, las fallas culturales organizacionales que llevaron al desastre del Columbia tienen contrapartes en cualquier operación con potencial de incidentes significativos. Los temas culturales organizacionales clave que surgen del informe CAIB incluyen: Mantener un sentido de vulnerabilidad: Los incidentes catastróficos que involucran materiales o actividades altamente peligrosos ocurren con tan poca frecuencia que la mayoría de las organizaciones nunca tienen la desafortunada (pero educativa) oportunidad de experimentar uno. La diligencia operacional y la efectividad de la gestión pueden verse fácilmente empañada por una sensación de falsa seguridad, lo que conduce a fallos en los sistemas de prevención críticos. Eliminar incidentes graves requiere recordatorios constantes de las vulnerabilidades inherentes a las actividades peligrosas. Combatir la normalización de la desviación: Cuando se violan conscientemente limitaciones preestablecidas ingenieriles u operativas sin consecuencias negativas resultantes, se fomenta una mentalidad organizativa que sancione más fácilmente futuras violaciones. Esto puede ocurrir a pesar de la evidencia técnica bien establecida, o el conocimiento del historial operativo, que sugiere que es más probable que tales violaciones conduzcan a un incidente grave. Establecimiento de un imperativo de seguridad: Una organización que se concentra en lograr sus objetivos principales puede desarrollar una homogeneidad de pensamiento que a menudo desalienta los aportes críticos. En el caso de que se ignoren preocupaciones de seguridad válidas, el éxito de la empresa puede verse en peligro. El informe del CAIB presenta un argumento convincente para garantizar controles de «juicio» sólidos e independientes sobre la integridad de seguridad fundamental de una operación. Realización de evaluaciones de riesgo válidas y oportunas: Sin una comprensión completa de los riesgos y las opciones disponibles para mitigarlos, la administración se ve obstaculizada para tomar decisiones efectivas. Las organizaciones que no participan activamente en los ejercicios cualitativos y cuantitativos del «¿qué podría salir mal?», o que no actúan sobre las recomendaciones generadas por las evaluaciones de riesgos que se realizan, pierden la oportunidad de identificar y gestionar sus riesgos. Garantizar comunicaciones abiertas y francas: Una cultura organizacional disfuncional puede desalentar las comunicaciones honestas, a pesar de las apariencias formales de lo contrario. Esto se hace a través de protocolos, procedimientos y normas establecidos que dictan la manera en que los subordinados se comunican con la administración y la manera en que la administración recibe y responde a la información. Las barreras a las comunicaciones laterales (por ejemplo, entre grupos de trabajo) también pueden impedir el libre flujo de información crítica para la seguridad. Aprender la cultura y promoverla: Las organizaciones que no interiorizan y aplican las lecciones aprendidas de sus errores se relegan a niveles de desempeño estáticos o incluso en declive. La excelencia en seguridad requiere la curiosidad y la determinación necesarias para

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Introducción a la cultura de Seguridad de Procesos

Introducción a la cultura de Seguridad de Procesos

Desarrollar, mantener y mejorar la cultura de seguridad de procesos de la organización es uno de los cinco elementos en el pilar del Compromiso con la Seguridad de Procesos de la Seguridad de Procesos Basada en Riesgos (RBPS, por sus siglas en inglés). Este elemento describe qué significa la cultura de seguridad de procesos, cuáles son los atributos de una cultura sólida y cómo las organizaciones pueden comenzar a mejorar su propia cultura. La Sección 3.2 describe los principios clave y las características esenciales de un sistema de gestión para este elemento. La sección 3.3 enumera las actividades laborales que respaldan estas características esenciales y presenta una variedad de enfoques que podrían ser apropiados para cada actividad laboral, según el riesgo percibido, los recursos y la cultura organizacional. Las secciones 3.4 a 3.6 incluyen (1) ideas para mejorar la efectividad de los sistemas de gestión y programas específicos que apoyan este elemento, (2) métricas que podrían usarse para monitorear este elemento y (3) cuestiones que pueden ser apropiadas para la revisión por la dirección. ¿Qué es? La cultura de seguridad de procesos se ha definido como “la combinación de valores y comportamientos del grupo que determinan la manera en que se gestiona la seguridad de procesos”. Las definiciones más sucintas incluyen, «Cómo hacemos las cosas aquí», «Qué esperamos aquí» y «Cómo nos comportamos cuando nadie está mirando». En una cultura especialmente sólida, los valores profundamente arraigados se reflejan en las acciones del grupo, y se espera que los recién llegados respalden estos valores para seguir siendo parte del grupo. ¿Por qué es importante? Las investigaciones de eventos catastróficos, como la explosión de la planta de gas de Longford y el desastre de Piper Alpha, han identificado debilidades comunes en la cultura de seguridad de procesos, las cuales, frecuentemente son los factores de otros incidentes graves. Los valores del grupo (por ejemplo, corporación, instalación, equipo de turno) pueden ayudar a moldear las actitudes del individuo, que, a su vez, juegan un papel importante en la determinación de los comportamientos individuales. Una cultura sólida proporciona a sus miembros los valores necesarios para comprender por qué el cumplimiento estricto de los procedimientos (un aspecto de la disciplina operativa) es lo que se debe hacer. ¿Cuándo y dónde se realiza? Los esfuerzos para fomentar y mantener una cultura sólida de seguridad de procesos deben ocurrir en todas partes, desde la sala de juntas hasta el piso de producción. Las organizaciones que han determinado la necesidad de una mejora significativa de su cultura deben tomar medidas calculadas, reconociendo que se trata de un esfuerzo a largo plazo que requerirá recursos dedicados mientras exista la organización. Si bien los comportamientos y actitudes asociados con una cultura sólida, una vez establecida, deben convertirse en la norma para los miembros de la organización, la rotación del personal requerirá continuamente la inculcación de valores y actitudes grupales en los nuevos miembros de la organización. ¿Quién la hace? Todos en la organización tienen un papel en la cultura de seguridad de procesos. El liderazgo de una organización tiene la responsabilidad principal de identificar la necesidad y fomentar el cambio cultural y de mantener, una cultura sólida una vez establecida. Sin embargo, de manera similar al concepto de seguridad como una responsabilidad de línea, está la responsabilidad de fomentar y mantener una cultura sólida que descienda en cascada a través de la organización. ¿Qué es el Producto del Trabajo Anticipado? El producto de trabajo anticipado es una cultura sólida que (1) incorpora las características discutidas en la Sección 3.2 y (2) maximiza la efectividad de todos los demás elementos de la RBPS y el sistema de gestión de seguridad en general. ¿Cómo se realiza? El cambio cultural exitoso requiere que las expectativas de nuevas actitudes y comportamientos sean comunicadas y reforzadas, que estas nuevas actitudes y comportamientos demuestren resultados exitosos y que los miembros de la organización reconozcan y aprecien los éxitos resultantes (Ref. 3.2). Los comportamientos aceptables deben modelarse en todos los niveles de la organización a través del liderazgo con el ejemplo. La justificación y los beneficios anticipados de los comportamientos esperados deben ser evidentes para todos. El refuerzo positivo y la responsabilidad por los comportamientos esperados deben ser claros y seguros. Fuente: Center for Chemical Process Safety (CCPS)  Traducción por: Zema Mejía Galeas. 

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Process Safety Culture

Process Safety Culture

Leadership is a key part of making process safety work. In some ways, it is the most important part. It may also be the most difficult part. Although the science used in process safety can sometimes seem overwhelming, there is usually a third-party who can be hired to explain it. But leadership cannot be delegated to a contractor – you must do it yourself. CCPS has a management system called “Risk Based Process Safety.” This management system gives us a model, which is a way of organizing all the ideas and concepts needed to successfully manage process safety in any situation. The figure below is a graphical representation of this model. When many people see this model, their first reaction is, “This is much too complicated for me and my operation.” If you feel this way, I would like to reassure you that it is not as complicated as it looks. It is likely that you are already managing about half of the items on this figure. To understand this diagram, let’s start at the bottom, at the base of the structure. Here you see four foundations: Commitment, Understanding, Management, and Learning from experience. In any industrial operation that handles hazardous materials and energies, it is critical to understand what the hazards and risks are. Once these are understood, it is important to manage them appropriately. And since our management is imperfect, it is important to learn from our mistakes so we can improve our management systems. But none of these things is going to happen without a strong commitment by the leaders of an organization. The leaders are those who control the resources, such as money, time, and organizational focus. If the leadership does not really want to improve process safety, it will not happen. That is why the foundation Commitment may be the most important part of process safety. There are many ways that the leaders of an organization can show commitment to process safety. These are represented by the five “elements” constructed on this foundation of Commitment. The first is Process Safety Culture. This article will focus on this element and the role of leadership in making it successful. CCPS offers several possible definitions of Process Safety Culture. ● “the combination of group values and behaviors that determine the manner in which process safety is managed.” ● “How we do things around here.” ● “What we expect here.” ● “How we behave when no one is watching.” Each of these definitions includes the concept of human behavior. We are probably all familiar with the idea that human behavior is important to safety because it is a key part of Industrial Safety. The actions of a worker can have a big impact on his or her safety such as following operating procedures, wearing protective equipment. In the same way, the behavior of leadership of an organization has a big impact on the safety of everyone. The leadership creates the context in which each person decides what they will do. This context includes the “rules” by which behavior is judged, the things that the organization values as important, and what the expectations are. This context, or culture, influences most of the activity in a company. One example is the attitude toward money. If the leadership is always saying “we don´t have money for that” when faced with a process safety issue, then the organizational value ends up being “We can be safe as long as it doesn’t cost too much.” This can result in many decisions that affect process safety: ● Contract administrators may select the contractor with the lowest cost, even when they do not have the capabilities to do the job well. ● Engineering personnel designing equipment may not follow industry standards because they think that leadership will not accept the extra cost of doing so. ● Operations managers may continue to run the process when it is not safe to do so because they think that their leadership will not approve a plant shutdown for safety reasons. ● HSE managers investigating an accident may not recommend the significant changes required to prevent the next accident because they think that leadership will find them “excessive.” If leadership wants to reduce the risk of catastrophic accidents, then one of the first things they should do is to work to establish a strong process safety culture. CCPS mentions several essential features to doing this: Establish Process Safety as a core value. Many organizations do not even know what process safety is. So, the first step is likely just helping the organization understand what process safety is and how it applies to each person. This will probably require formal training, short email communications, and informal discussions over the course of several months. Once people know what process safety is, it is time to show that it is important enough to spend money and time on. Leadership can show their value for process safety by designating a portion of the capital budget to projects designed to reduce the risk of catastrophic accidents. Provide Strong Leadership. Leaders show the way. They provide a vision. They talk about it every chance they get. They have the same attitude toward process safety whether they are in a formal meeting or in a private conversation. Leaders do not let problems stop them, rather they look for solutions. To make process safety work, someone needs to be making the way so everyone else can follow. Establish and enforce high standards of performance. This can be done by adopting a standard and making it clear that the standard will be followed. An example could be how the plant manages change. A leader committed to process safety will set a standard that all changes to hazardous processes must be formally reviewed before they can be implemented. The leader can check every so often if changes are being reviewed. If he finds a change that has not been reviewed, he will call the organization to account for it

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