Las picaduras de pulgas son más que una molestia para algunos perros y gatos. Pueden llegar a causarles dermatitis alérgica, una reacción a las proteínas de la saliva de las pulgas. De hecho, si la mascota se rasca constantemente, puede sufrir una pérdida permanente de pelo u otros problemas de la piel. En infestaciones graves, las pulgas que se alimentan de la sangre pueden provocarle anemia y, en casos raros, la muerte.
Las garrapatas también pueden perjudicar a su mascota, transmitiéndole infecciones como la enfermedad de Lyme, ehrlichiosis, anaplasmosis, fiebre, babesiosis y bartonelosis. Eso sin contar que las mascotas pueden traer garrapatas a la casa, exponiéndolo a usted y a su familia a contraer enfermedades.
Hay cientos de pesticidas, repelentes e inhibidores del crecimiento para proteger a su mascota de las picaduras de pulgas y garrapatas. Algunos de estos productos solo pueden adquirirse a través de un veterinario; otros pueden comprarse sin receta.
Los productos contra pulgas y garrapatas son variados. Van desde píldoras y masticables que se administran por vía oral, hasta collares, aerosoles, baños de inmersión, champús, polvos y pipetas conocidas como “spot-ons” o pipetas, es decir, productos líquidos que se aplican sobre la piel del perro o gato, normalmente entre los omóplatos o en la espalda.
Aunque los productos disponibles en el mercado se han utilizado en millones de mascotas, no están exentos de generar efectos secundarios o adversos. Por eso, es recomendable que consulte a su veterinario antes de elegir un producto contra pulgas y garrapatas, en especial, si su mascota padece de una afección o una condición diagnosticada.
Otro aspecto importante para tener en consideración es leer cuidadosamente la etiqueta, el folleto y cualquier otra información que acompañe al producto para asegurarse de que lo utilizará correctamente. También debe guardar el empaque del producto en caso de que ocurra un problema y tenga que reportarlo, pues allí aparecen los componentes y esa información es valiosa para el veterinario en caso de que se presente un incidente o una complicación luego de su uso. ¿Cuándo realizar el tratamiento?Su veterinario puede ayudarle a determinar el mejor momento para tratar a su mascota. En general, es mejor empezar el tratamiento al principio de la temporada de pulgas cuando apenas está iniciando el ciclo de reproducción de pulgas y garrapatas si quiere prevenir una infestación mayor. Esto varía en función de la región donde viva, de la temperatura del lugar y de las condiciones de humedad. Incluso, hay zonas en las que estas especies se encuentran durante todo el año, con picos en verano o invierno.
Consejos de uso de los productos tópicos contra pulgas y garrapatasHay diversos tipos de productos que puede aplicar a su mascota y sus componentes químicos actúan de forma diferente. Por eso tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
Elija el producto adecuado Consulte con su veterinario para seleccionar el producto más acorde para su mascota, en función de sus necesidades.Asegúrese de que el producto sea adecuado para tratar a su mascota según la especie, tamaño, peso, edad y estado de salud. Si el producto es para uso en perros, no lo use en gatos. Si usa el producto en un cachorro o gatito, asegúrese de que está etiquetado para esa etapa de vida y de que su mascota cumpla con el peso mínimo especificado en la etiqueta.
Utilice peines antipulgas para eliminar pulgas y huevos y removedores de garrapatas en caso tal que el cachorro o gatito sea demasiado joven para usar los productos contra pulgas y garrapatas.
Consulte con su veterinario antes de usar un producto en mascotas débiles, mayores, medicadas, enfermas, embarazadas o lactantes, incluso si han respondido bien a usos anteriores del mismo producto. Esto también aplica a mascotas que previamente hayan evidenciado signos de sensibilidad a los productos contra pulgas o garrapatas. A su vez, informe al veterinario sobre cualquier otro producto que pueda estar usando o administrándole a su mascota, ya que podría influir en su recomendación.
Utilice el producto correctamente- Lea cuidadosamente la etiqueta antes de usarlo. Inclusive, si ya ha usado el producto antes, lea nuevamente la etiqueta porque las instrucciones o advertencias pueden haber cambiado. Si no las entiende, consulte a su veterinario o contacte al fabricante.
- Siga las instrucciones al pie de la letra. Si la etiqueta dice que el producto se debe usar semanalmente, no lo aplique a diario. Si el producto es para uso en la casa o jardín, no lo aplique directamente a su mascota.
- Si tiene varias mascotas en casa y usa productos en aerosol o “spot-on”, aplíquelos a un animal a la vez y manténgalo separado de los demás hasta que el producto se seque. Esto evita que un animal lama a otro e ingiera el medicamento o pesticida. Esto es especialmente importante si el producto es solo para uso en perros y tiene un gato en su casa, por ejemplo.
- Lávese las manos inmediatamente con agua y jabón después de aplicar un producto o use guantes protectores mientras lo aplica.
- Almacene los productos lejos de los alimentos u objetos que puedan entrar en contacto con la boca de una persona, como chupos para bebés, inhaladores y cigarrillos.
- Mantenga los productos fuera del alcance de los niños y las mascotas.
- Vigile a su mascota para ver si se producen efectos secundarios o adversos después de aplicar el producto, sobre todo cuando lo utilice por primera vez. Los efectos secundarios pueden producirse inmediatamente o pueden aparecer un poco más tarde.
- Si su mascota experimenta una mala reacción a un collar antipulgas o antigarrapatas, retírelo inmediatamente.
- Si su mascota experimenta una reacción adversa a cualquier producto para pulgas o garrapatas (spot-on, champú, baño o collar), llame a su veterinario de inmediato. Dependiendo del producto utilizado, su veterinario puede recomendarle que bañe a la mascota, si es seguro hacerlo, usando un jabón suave y enjuagándola con grandes cantidades de agua.
- Llame a su veterinario si su mascota presenta síntomas después de usar un producto. Esté al tanto de mareos, temblores, falta de coordinación, pérdida de apetito, depresión, vómitos, diarrea o salivación excesiva. Algunos animales que no han recibido atención a tiempo han sufrido convulsiones y/o han muerto.