Comunidad

Ocho propósitos para un 2024 más sostenible y resiliente

Por Lizeth Viviana Salamanca Galvis, líder de comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad. Cómo citar este artículo:Salamanca, V. 2024. Ocho propósitos para un 2024 más sostenible y resiliente. Revista Protección & Seguridad en la Comunidad No. 51 pág. 16 – 19. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/ocho-propositos-para-un-2024-mas-sostenible-y-resiliente En la búsqueda constante de un estilo de vida más consciente y respetuoso con nuestro entorno, el 2024 se presenta como una oportunidad para redefinir nuestras metas personales y hacer ajustes en nuestros hábitos. Todo esto en aras de crear un estilo de vida más responsable y sostenible. Cada acción, por más mínima y cotidiana que parezca, tiene un impacto sustancial. Por eso, en esta edición de Protección & Seguridad en la Comunidad te presentamos ocho propósitos prácticos y alcanzables para integrar la sostenibilidad en tu día a día ¡Anímate a adoptarlos! Reducir la huella de carbono personal: Reducir nuestra huella de carbono personal es esencial para combatir el cambio climático y preservar nuestro planeta. Optar por medios de transporte más ecológicos, como el transporte público, las bicicletas o los vehículos eléctricos e híbridos, puede reducir significativamente las emisiones de carbono asociadas a los desplazamientos. Asimismo, la elección de alimentos de origen local y de temporada, así como la reducción del consumo de carne, contribuyen a disminuir la huella ambiental asociada con la producción de alimentos. Reducir, reutilizar y reciclar son prácticas clave para minimizar los desechos, al igual que optar por productos con envases sostenibles. Además, el uso eficiente de la energía en el hogar, a través de la instalación de tecnologías más eficientes y la disminución del consumo eléctrico, es fundamental. Pequeñas acciones cotidianas como apagar los dispositivos electrónicos cuando no se utilizan o utilizar bombillas de bajo consumo también suman para alcanzar un estilo de vida más respetuoso con el medio ambiente. Entrar en la “onda” de la economía circular: Adoptar la economía circular en la vida cotidiana implica cambiar nuestra perspectiva hacia los recursos, fomentando la reducción de residuos y la reutilización de productos. Una manera práctica de comenzar es comprar productos duraderos y de calidad, evitando el consumo impulsivo. Así mismo, al reparar y dar una segunda vida a los objetos antes de desecharlos se contribuye significativamente a la economía circular. La práctica del reciclaje adecuado de residuos, incluyendo el compostaje de desechos orgánicos, también es esencial para cerrar el ciclo de los materiales. A su vez, la compra de productos de segunda mano o la participación en intercambios y “pulgueros” son excelentes formas de extender la vida útil de los artículos. De otro lado, vale la pena preguntarse sobre el origen y el ciclo de vida de los productos que adquirimos, consultar las etiquetas, investigar sobre los procesos de producción y apoyar empresas que adopten prácticas sostenibles y circulares para aumentar la demanda de estas prácticas en el mercado. Conservar la biodiversidad: Adopta un papel activo en la preservación de la biodiversidad. Planta árboles, participa en proyectos de reforestación, únete a campañas de voluntariado y sé parte de iniciativas comunitarias para proteger los ecosistemas locales. Cuando desarrolles actividades turísticas opta por destinos y operadores turísticos que implementen prácticas ecoamigables, que apoyen y respeten a las comunidades locales y que contribuyan a la preservación de los recursos naturales de las zonas en las que operan. Así mismo, sé un turista responsable: no dejes residuos en las áreas visitadas, no realices fogatas en zonas no aptas o que generen riesgo de incendios, haz un uso racional de los recursos y no extraigas fauna o flora de los ecosistemas que visites. Otro paso crucial para conservar la biodiversidad es tener en cuenta la procedencia de productos que sean elaborados con materiales extraídos de la naturaleza, como el cuero, la madera, el marfil y la palma, para citar algunos ejemplos. Antes de comprar artículos de ese tipo, investiga y asegúrate de que su obtención no fomente el comercio ilegal de especies, la degradación ambiental o la pérdida de biodiversidad. Procura que cuenten con certificaciones ambientales. Finalmente, a la hora de consumir pescados y mariscos respeta los periodos de veda que contribuyen directamente a la conservación de la biodiversidad marina y la preservación de los ecosistemas acuáticos. Estos períodos son esenciales para permitir que las poblaciones de peces se reproduzcan y se regeneren, fortaleciendo así la sostenibilidad de la pesca. Hacer un uso racional del agua: Reducir los desperdicios de agua y optimizar su uso es, quizá, uno de los desafíos más apremiantes de la humanidad para preservar este recurso vital y enfrentar la escasez hídrica. Basta con adoptar prácticas sencillas pero contundentes en la vida diaria. Tomar duchas más cortas, reparar inmediatamente las fugas, utilizar dispositivos de bajo consumo y captar y reutilizar aguas lluvia para labores de aseo o mantenimiento de jardines son acciones clave para conservar este recurso. Ahora bien, en el lavado de ropa, también se puede optimizar la demanda de agua. Una manera efectiva de hacerlo es asegurarse de cargar la lavadora completamente antes de cada ciclo, maximizando así la cantidad de ropa lavada por litro de agua utilizado. Preferir la configuración de carga completa o la opción de carga económica en la lavadora ayuda a reducir el consumo de agua y energía. Asimismo, utilizar detergentes ecológicos y en cantidades moderadas no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también disminuye la cantidad de agua necesaria para enjuagar la ropa. Apoyar la agricultura sostenible: Opta por alimentos cultivados de manera sostenible y apoya a agricultores locales. Elige productos orgánicos y promueve prácticas agrícolas que respeten la salud del suelo y reduzcan el uso de pesticidas o fertilizantes químicos. Procura adquirir tus frutas y verduras en mercados campesinos o plazas locales para apoyar la economía campesina. Optar por una alimentación más consciente: Reducir el consumo de carnes rojas es una acción valiosa para disminuir la huella ambiental. ¿Sabías que la cría de ganado, en particular, genera emisiones considerables de gases de efecto invernadero como metano y óxido nitroso que contribuyen al cambio climático? Por eso, una estrategia

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Recomendaciones para afrontar la crisis hídrica en el sector industrial

En medio de la creciente alerta por el desabastecimiento hídrico que afecta a varios embalses, represas y cuerpos de agua del país por cuenta del Fenómeno de El Niño y las medidas de racionamiento impuestas en la capital colombiana y 12 municipios aledaños de la Sabana para enfrentar la crisis, se hace necesario abordar el impacto que el suministro limitado de agua puede tener en la productividad de las empresas y organizaciones. En Colombia, el Estudio Nacional del Agua 2022 del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) indica que las actividades productivas de agricultura y poscosecha representan el 43,25 % de la demanda hídrica sectorial con un consumo de 14 mil millones de metros cúbicos por año. A este le siguen las actividades de generación de energía (8224 millones de m3), la piscicultura (3971 millones de m3) y el consumo doméstico (2857 millones de m3). Otros sectores como las actividades pecuarias y de sacrificio, la minería, los hidrocarburos, la industria, el sector oficial y de servicios y la construcción tienen una participación mucho menor. Puntualmente, el sector industrial representa el 1% de la demanda hídrica; no obstante, la tasa de agua extraída que no retorna a la cuenca se sitúa en el 58 %, siendo el segundo sector que presenta mayor porcentaje a nivel nacional. Por su parte, el Registro Único Ambiental Manufacturero (RUA-MF) del Ideam, indica que las actividades industriales con mayor demanda hídrica son ‘fabricación de pulpas (pastas) celulósicas, papel y cartón’ con el 18 %, seguido de ‘elaboración y refinación de azúcar’ con el 10,8 %, y ‘elaboración de otros productos alimenticios n.c.p.’ con el 8,7 %. Con base en lo anterior, resulta evidente que las industrias y organizaciones que dependen del agua para llevar a cabo sus procesos de producción pueden experimentar interrupciones significativas si no tienen acceso suficiente a este recurso. Esto puede resultar en la reducción de la producción, retrasos en la entrega de productos y servicios, e, incluso, la suspensión temporal de las operaciones e interrupción del negocio. Esto puede tener un efecto dominó en toda la cadena de suministro y afectar la capacidad de las organizaciones para cumplir con los compromisos contractuales. Así mismo, la escasez de agua puede afectar la eficiencia operativa al limitar la capacidad para desarrollar labores de higiene y limpieza, refrigeración, producción de alimentos y bebidas, creación de mezclas, generación de vapor y otros procesos industriales que requieren de agua. Finalmente, pero no menos importante, el acceso restringido a agua potable puede afectar el bienestar de los empleados, especialmente, en entornos de trabajo donde se requiere agua para el consumo, la higiene personal y la seguridad. Por ello, si bien muchas de las medidas para enfrentar la crisis hídrica actual se han dirigido a los hogares con el propósito de fomentar un consumo racional y eficiente del recurso hídrico en los hogares, es preciso también adoptar acciones orientadas al mismo fin en los entornos laborales. Desde el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) se brindan algunas recomendaciones: Tomar medidas para el uso racional y eficiente del agua no solo permite afrontar la crisis actual por el desabastecimiento del recurso, sino que también ayuda a garantizar la disponibilidad y gestión sostenible del agua en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 6 – Agua limpia y saneamiento), garantizando un ambiente de trabajo sano, seguro y con bienestar para todos los trabajadores.

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Las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) se presentan con mayor frecuencia en la población laboralmente activa

Bogotá, 8 de febrero de 2024. El Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) hace un llamado acerca de la importancia de prevenir el contagio y transmisión de las enfermedades respiratorias agudas (ERA) e infecciones respiratorias agudas (IRA). A pesar de que próximamente se cumplirá un año desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró, en marzo de 2023, el fin de la pandemia por la COVID-19, este organismo ha insistido en la necesidad de protegerse y no bajar la guardia frente a las variantes del virus SARS-CoV-2 y otros como la influenza y el virus sincitial respiratorio (VSR), cuyos casos vienen en aumento pese a que, para esta época del año, se esperan picos respiratorios usuales, por el retorno a actividades educativas y laborales. Para el caso de Colombia, el Instituto Nacional de Salud (INS) se encuentra vigilando la situación epidemiológica de los virus respiratorios que generan las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA), teniendo en cuenta su incidencia en poblaciones priorizadas, como los menores de 5 años y los adultos mayores de 60 años. De acuerdo con los boletines epidemiológicos que presentó el INS, entre el 24 de diciembre 2023 y el 20 de enero de 2024, se evidenció un incremento de las IRA en 19 municipios con una población superior a los 100.000 habitantes. Adicionalmente, se evidenció que el grupo mayormente afectado es la población que está entre los 20 y los 39 años, con 145.104 casos que equivalen al 33,1 %, seguido por el grupo de 40 a 59 años con 100.264 casos (22,9 %). Esto indica que la población mayormente afectada es la que se encuentra en edad laboral activa. Adicionalmente, entre el 14 y 20 de enero, el país registró una tendencia de circulación viral relacionada con el VSR, enterovirus, rinovirus, adenovirus, parainfluenza e influenza B.   Adicionalmente, en Colombia se están experimentando los impactos del Fenómeno de El Niño el cual ha generado un aumento de las temperaturas y reducción de las precipitaciones en varias zonas del país. Esta situación ha exacerbado la aparición y frecuencia de incendios de cobertura vegetal, lo que ha ocasionado significativas pérdidas de hectáreas y migración de la fauna silvestre. Estos eventos pueden aumentar el contagio de enfermedades zoonóticas, como la gripe aviar, que pueden afectar el sistema respiratorio. De hecho, la Organización Mundial de Sanidad Animal indica que como consecuencia, cuando se pierde más del 25 % de la cubierta forestal, hay mayor probabilidad de contacto entre fauna silvestre y humanos. De igual manera, los incendios forestales aumentan la emisión y concentración de material particulado (específicamente de partículas finas inferiores a 10 micras) y demás sustancias en el ambiente que son potencialmente irritantes de la vía respiratoria (como monóxido de carbono, óxido nitrógeno, entre otras), que  afectan mayoritariamente a las poblaciones priorizadas ─anteriormente mencionadas─ o con comorbilidades como Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), rinitis, asma y demás e incrementando la aparición de ERA. Esto se debe a que, las capas de aire caliente presentes en el ambiente por presencia de El Niño y el calentamiento global imposibilitan la dispersión de este material particulado. Recomendaciones para prevenir las enfermedades respiratorias Dadas estas circunstancias, el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) hace un llamado para que las organizaciones gestionen los riesgos para la salud asociados a las condiciones climáticas y situación epidemiológica por la que está atravesando el país en la actualidad. Dada la alta presencia de enfermedades respiratorias en la población en edad productiva, se pueden generar consecuencias negativas en los entornos laborales como consecuencia de ausentismos por contagios, incapacidades o bajo rendimiento y productividad del personal afectado. “En este contexto, desde el Consejo Colombiano de Seguridad instamos a todas las organizaciones a implementar un seguimiento proactivo de la salud de sus trabajadores a través de sus programas de vigilancia epidemiológica y a promover una cultura de autocuidado. Es crucial adoptar medidas como el uso de tapabocas en personas sintomáticas, prácticas de higiene, reporte oportuno de síntomas, así como evaluar las condiciones de trabajo incluyendo la flexibilidad laboral en el personal que presente síntomas respiratorios. Además, es fundamental asegurar entornos laborales con ventilación mecánica y/o natural adecuada, entre otras medidas, para salvaguardar la salud y bienestar de nuestra fuerza laboral y sus familias”, indicó Adriana Solano Luque, presidenta ejecutiva del CCS. Algunas recomendaciones a nivel individual son: A nivel organizacional:

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Factores clave a considerar en la revisión del SG-SST

Retos y oportunidades para la mejora continua. Por Dora Y. Cárdenas G. Auditora RUC®️ (CCS) Ingeniera Industrial / Especialista en Seguridad y Salud en el Trabajo e Higiene Industrial / Auditora líder para Sistemas Integrados en normas ISO y para Tareas de Alto Riesgo. Cómo citar este artículo:Cardenas, D. (2023). Factores clave a considerar en la revisión del SG-SST. Retos y oportunidades para la mejora continua. Revista Protección & Seguridad No. 410 pág. 82-84. Consejo Colombiano de Seguridad. La revisión del Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST) por parte de la alta dirección es un factor clave para garantizar la eficacia y la mejora continua del sistema en las organizaciones pues determina las metas que se deben cumplir, las acciones que se deben llevar a cabo y la identificación de aspectos a fortalecer bajo un enfoque de mejora continua. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el entorno laboral permanece en constante evolución. Por ende, en el proceso de revisión del SG-SST se debe realizar un profundo análisis de los cambios, retos y oportunidades para que las organizaciones puedan enfrentarlos y asumirlos de manera efectiva, a través del planteamiento de estrategias y soluciones transformadoras con el propósito de continuar protegiendo la seguridad y la salud de los trabajadores, al mismo tiempo que se preserva el medio ambiente. Para la identificación de dichos retos y oportunidades se deben de tener en cuenta aspectos relevantes, entre ellos, los siguientes: El ambiente laboral ha ido experimentando cambios relevantes en los últimos años debido a fenómenos como la globalización, la automatización, la transformación digital y el crecimiento demográfico. Estos cambios suponen nuevos desafíos para la alta dirección al momento de revisar el SG-SST ya que este debe adaptarse y responder de manera efectiva a dichas transformaciones. Por lo tanto, se pueden generar impactos en temas como la asignación de recursos, las estrategias para el control de externalidades ambientales, los programas de capacitación y entrenamiento, el análisis de causalidad de accidentes y casi accidentes, la identificación de enfermedades laborales emergentes y el desarrollo de nuevos procesos o procedimientos, como parte de la gestión del cambio y el acoplamiento a la nueva legislación o a nuevos estándares laborales. Otros factores a considerar son los nuevos riesgos laborales generados por la adopción de tecnologías innovadoras y la transformación digital de los procesos productivos que pueden influir en la seguridad y la salud de los trabajadores. Entre estos podemos mencionar el incremento del estrés laboral relacionado con el trabajo a distancia, el riesgo ergonómico asociado al uso prolongado de dispositivos electrónicos y la ciberseguridad. A su vez, deben ser tenidos en cuenta los cambios en la naturaleza del trabajo que han ido generando una creciente precarización del empleo, la proliferación de trabajos temporales y el incremento del trabajo por proyectos, factores que han generado una mayor rotación de personal y la disminución de la estabilidad laboral. Por ende, la alta dirección deberá considerar en su revisión estos fenómenos y adaptar las estrategias de prevención y control que se puedan implementar, así como las políticas y prácticas de seguridad, salud en el trabajo y ambiente para garantizar la protección de todos los trabajadores, independientemente de su situación contractual. Finalmente, en la revisión tendrán cabida aspectos asociados a la diversidad e inclusión social en los entornos laborales. Es evidente que la presencia de trabajadores de diferentes culturas, géneros, edades y capacidades plantea desafíos y nuevas oportunidades en términos de seguridad y salud en el trabajo. Así las cosas, la dirección debe integrar en su valoración del SG-SST las necesidades específicas para estos grupos y garantizar que las políticas y prácticas de seguridad y salud sean inclusivas y sensibles a dichas particularidades. La revisión también debe prestar especial atención a la inclusión y protección de los grupos vulnerables, como los trabajadores informales, migrantes y personas con discapacidad. Esto, con el fin de desarrollar políticas y prácticas inclusivas en materia de seguridad y salud en el trabajo que aborden las necesidades específicas de estos grupos vulnerables y promuevan su participación en la prevención y el control de riesgos laborales. Para alcanzar este propósito será necesaria la sensibilización y capacitación de los directivos y trabajadores de manera que se fomente una cultura de respeto y solidaridad en el entorno laboral. 2. Integración con otros sistemas de gestión La eficacia del Sistema de Seguridad y Salud en el Trabajo puede optimizarse y fortalecerse mediante la combinación con otros sistemas de gestión que persiguen la calidad, la responsabilidad social corporativa, la continuidad del negocio, la ética y las políticas antisoborno. De esta forma, la revisión por parte de la alta dirección debe considerar la convergencia estratégica entre dichos sistemas con el fin de buscar oportunidades para la optimización y la armonización de las prácticas y procesos que conduzcan a la mejora en la calidad de vida de los trabajadores, así como a la madurez del sistema en sí mismo. Para ello, se debe adoptar un enfoque holístico considerando la interacción y complementariedad que hay entre la seguridad y la salud en el trabajo y la protección ambiental con otros aspectos de la gestión empresarial. Esto puede aportar una mayor eficiencia y efectividad en la implementación y el monitoreo del SG-SST. También se hace preciso tener en cuenta la gestión de las cadenas de suministro que, gracias a la globalización y a su complejización, generan mayores retos relacionados con la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Los riesgos y responsabilidades asociados a la gestión de proveedores deberán ser considerados para desarrollar estrategias que garanticen condiciones laborales sanas y seguras en todas las etapas de producción y distribución. Los riesgos y responsabilidades asociados a la gestión de proveedores deberán ser considerados para desarrollar estrategias que garanticen condiciones laborales sanas y seguras en todas las etapas de producción y distribución». 3. Formación y capacitación de los directivos El éxito de la revisión del SG-SST por parte de la alta dirección depende, en gran medida, de la formación y capacitación que

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SST y trabajo decente, elementos clave en la estrategia de creación de valor sostenible

Por Carolina Antolinez, Líder Técnica CCS; Diana Forero, Gerente de Comunicaciones CCS, Jacqueline Mesa;, Gerente Técnica CCS; Viviana Salamanca, Líder de Comunicaciones CCS. Cómo citar este artículo:Antolinez, Carolina; Forero, Diana; Mesa, Jacqueline; Salamanca, Viviana. Consejo Colombiano de Seguridad. SST y Trabajo Decente, elementos clave en la estrategia de creación de valor sostenible. Diciembre de 2023. https://ccs.org.co/portfolio/sst-y-trabajo-decente-elementos-clave-en-la-estrategia-de-creacion-de-valor-sostenible/ Las organizaciones, sin discriminar su tamaño, naturaleza o sector, están conformadas por personas. Más allá del nivel de avance tecnológico o automatización de procesos, son los seres humanos quienes toman las decisiones, programan máquinas y dispositivos, supervisan su funcionamiento, dan vida a la cultura corporativa y lideran el cumplimiento de los objetivos. La esencia de cualquier empresa, institución o entidad radica en las personas que la integran: desde la alta dirección hasta el personal de base, cada individuo aporta con su conocimiento, experiencia y perspectiva única. En consecuencia, la gestión y protección del capital humano desempeña un papel crucial en el éxito de las organizaciones y la continuidad de los negocios. En este sentido, la Seguridad y la Salud en el Trabajo (SST) y la promoción del trabajo decente se han convertido en dos elementos cruciales en la estrategia de creación de valor sostenible para las organizaciones. Hoy por hoy, estos aspectos van más allá de ser un requisito legal y ético, convirtiéndose en un pilar fundamental en las estrategias de sostenibilidad corporativa. “Un entorno de trabajo seguro y saludable reduce el absentismo laboral, aumenta la productividad, eleva la moral y la satisfacción de los empleados y reduce los costos asociados a accidentes y enfermedades laborales. Todo esto se traduce en una mayor atracción y retención de talento, una mejora en el desempeño empresarial (al tiempo que crea valor social representado por una mejor calidad de vida y bienestar para los trabajadores y sus familias), sumado al fortalecimiento de la reputación corporativa”, asegura Adriana Solano Luque, presidenta ejecutiva del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS). Por el contrario, una gestión deficiente en el cuidado y protección de los trabajadores puede acarrearle a una empresa pérdida de mercados, desconfianza, socavo de su legitimidad e, incluso, la imposibilidad de continuar operando; y, en un caso extremo, sanciones y multas. A esto se añade un nuevo desafío: las empresas, como actores clave del desarrollo económico, están llamadas a promover el trabajo decente, uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. En un mundo con una creciente expansión demográfica, las organizaciones deben apostar por la creación de oportunidades de empleo que no solo logren absorber la creciente fuerza laboral, sino que también ayuden a las personas a mejorar su calidad de vida y a romper los ciclos de pobreza y exclusión. Las estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indican que, para 2023, se ontuvo un déficit global de empleo de 453 millones de personas, lo que constituye un 11,7 % de la población en edad laboral. Este porcentaje se eleva al 14,5 % en el caso de las mujeres y alcanza un 25,7 % en países de bajos ingresos. Por ello, se insta a las empresas a garantizar condiciones dignas de empleo, tanto a sus trabajadores directos como en sus cadenas de suministro y erradicar prácticas que pongan en peligro los derechos laborales, fomentar la contratación de nueva mano de obra, especialmente entre grupos en situación de vulnerabilidad como jóvenes, mujeres y migrantes. “No es casualidad que la SST y el trabajo decente aparezcan de forma destacada y recurrente en el listado de los asuntos materiales (o aspectos de mayor relevancia) que, hoy por hoy, guían la estrategia de sostenibilidad de las empresas”, menciona Solano Luque Para la muestra, un estudio adelantado este año por la firma global de auditoría y consultoría KPMG sobre reportes de sostenibilidad en Latinoamérica, que consultó a 1.000 empresas de la región, evidencia que el 35 % de las organizaciones consultadas aborda la problemática de los riesgos sociales en sus reportes de sostenibilidad y que los elementos generalmente cubiertos tienen que ver con cuestiones de seguridad y salud en el trabajo, condiciones laborales y relaciones con la comunidad, siendo estos asuntos “cruciales para la mayoría de las empresas y sus negocios”, como lo indica la firma. Así mismo, el informe ‘Tendencias en informes de sostenibilidad para 2023’ encontró que entre los asuntos materiales más relevantes para las compañías están la Seguridad y la Salud en el Trabajo, las relaciones con proveedores, los derechos humanos, la inversión en la comunidad, el bienestar de los empleados, la diversidad y la inclusión. De otro lado, dentro de los criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) que los inversionistas y fondos de capital tienen en cuenta a la hora de otorgar apalancamiento financiero, se está tomando muy en cuenta el desempeño de las organizaciones en temas que incluyen (tan solo en el ámbito social) salud y bienestar; desarrollo de capital humano; condiciones laborales; abastecimiento ético de la cadena de suministro (con énfasis en la lucha contra la esclavitud moderna y el trabajo infantil); respeto de los derechos humanos en las instalaciones de la empresa y de los proveedores y contratistas; equidad de género, diversidad e igualdad de oportunidades en el lugar de trabajo, entre otros. “Así, en la medida en que una organización sea capaz de identificar y gestionar los riesgos derivados de sus actividades y operaciones en dichos ámbitos y de aprovechar las oportunidades que emergen de allí, podrá crear valor para sí misma y para la sociedad”, asegura Solano Luque. Por eso, considera clave impulsar “la filosofía de poner a las personas en el centro de las estrategias corporativas, partiendo de la base de que la salud, la seguridad y el bienestar en el trabajo son pilares de la sostenibilidad”. Para ello, desde su Declaración de Sostenibilidad, el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) insta a trabajar de la mano con las empresas, las cadenas de suministro, las agremiaciones y el sector público para impulsar las mejores prácticas de gestión económica, ambiental, social y de gobierno corporativo que conduzcan a la creación

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Control operacional del riesgo como pilar fundamental en la generación de entornos de trabajo seguros y saludables

Por Jorge Olave Molano / Gerente de Relacionamiento Institucional CCS / Bogotá, Colombia / Mayo de 2021 Cómo citar este artículo:Olave, J. 2021. Control operacional del riesgo como pilar fundamental en la generación de entornos de trabajo seguros y saludables. Revista Protección & Seguridad No. 397 pág. 40 – 42. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/control-operacional-del-riesgo-como-pilar-fundamental-en-la-generacion-de-entornos-de-trabajo-seguros-y-saludables/ La gestión de la seguridad y salud en el trabajo actualmente tiene un enfoque absolutamente integral, que va desde la visión holística de la prevención y la alineación con la estratégica de la organización, hasta el enfoque específico del control de los riesgos asociados a las tareas o actividades de la organización, promoviendo la visión integral de cada uno de los que construyen acciones relacionadas con la gestión de la seguridad y salud en el trabajo en los diferentes escenarios. El término «sistema de gestión de la seguridad y salud en el trabajo» ha tenido evolución durante las diferentes etapas de concepción del mismo, teniéndose actualmente la definición acuñada por Ministerio del Trabajo como el «proceso lógico y por etapas, basado en la mejora continua, lo cual incluye la política, la organización, la planificación, la aplicación, la evaluación, la auditoría y las acciones de mejora con el objetivo de anticipar, reconocer, evaluar y controlar los riesgos que puedan afectar la seguridad y la salud en los espacios laborales» (Ministerio del Trabajo, 2015), resaltando así, que la seguridad y salud en el trabajo compila diferentes componentes y áreas del conocimiento que se articulan entre sí para lograr el «control de los riesgos» que puedan afectar la salud y seguridad de cada trabajador, a través de la intervención, de entre otros aspectos, el ambiente de trabajo donde se desarrollan las actividades. Uno de los componentes de la gestión de la seguridad y salud en el trabajo que tiene importante relevancia e influencia en la generación de entornos de trabajo seguros y saludables es el control operacional del riesgo, término que está referenciado en la norma internacional ISO 45001:2015 en el numeral ocho «planificación y control operacional», en el que se especifica que la organización debe planificar, implantar, controlar y mantener procesos para asegurar el cumplimiento de los criterios inherentes al sistema de gestión de la seguridad y salud en el trabajo, por medio de entender y fijar criterios técnicos para los diferentes procesos, además del desarrollo e implementación de controles para dichos procesos bajo los criterios técnicos definidos, la estandarización, procedimientos e información documentada que garantice el cumplimiento de los parámetros control de los riesgos en los procesos y el análisis de las actividades de trabajo buscando la adaptación de estas al trabajador. Igualmente, la norma internacional ISO 45001: 2015 hace referencia en su numeral ocho de «planificación y control operacional» a la eliminación de peligros y reducción de riesgos para la seguridad y salud en el trabajo y, en su numeral 8.1.2, desarrolla criterios técnicos para la planificación y control operacional del riesgo, promoviendo que la organización diseñe, implemente y mantenga diferentes mecanismos para la eliminación de toda fuente de peligro que exista y redunde en la mitigación de los riesgos ocupacionales propios de la organización. Así, bajo lo especificado en la norma internacional ISO 45001 y lo que actualmente especifica el marco legal colombiano en materia de seguridad y salud en el trabajo, el control operacional del riesgo es la parte de la gestión integral de la seguridad y salud en el trabajo que busca definir, desarrollar e implementar mecanismos inmediatos para eliminar los peligros y mitigar, en su mayor expresión, los riesgos inherentes a las actividades y procesos de la organización, siendo establecidos tales controles operacionales de manera objetiva, estandarizada, clara y universal para los trabajadores, contratistas y partes interesadas que tengan contacto directo o indirecto con la fuente principal del peligro a través de procedimientos, información documentada, mensajes claros de límites de exposición al riesgo, medidas de advertencia, señales y demás, que complementen la eficacia de los controles operacionales implementados. Cabe resaltar algunas características esenciales del control operacional del riesgo: ◥ Un elemento de entrada clave para establecer, diseñar e implementar los controles operacionales del riesgo es la identificación de peligros, evaluación y valoración de riesgos, mediante metodologías y mecanismos cualitativos y cuantitativos que promuevan la visión de 360 grados de todos los peligros de la organización, con base en todas las actividades y procesos. Es necesario identificar parámetros como la probabilidad de materialización, la severidad o consecuencias generadas, el nivel de exposición de los trabajadores y demás elementos que permitan caracterizar el nivel de riesgo de las diferentes actividades y procesos de la organización, por supuesto fijando la atención a los que mayor valoración arrojen, siendo estos los mas críticos para la organización y sobre los cuales se deberán establecer controles operacionales de muy alta eficacia. ◥ El establecimiento, diseño e implementación de controles operacionales debe obedecer a una jerarquía de acuerdo con la eficacia de los mismos, para lo cual es importante recalcar que el Decreto Único Reglamentario 1072 en el artículo 2.2.4.6.24 «medidas de prevención y control», especifica que los controles deberán adoptarse con base en el análisis de pertinencia, teniendo en cuenta los diferentes niveles de jerarquía de control del riesgo, iniciando (y desarrollándose desde el de mayor eficacia al menos eficaz) con la eliminación del peligro como aquellos controles enfocados a desaparecer el peligro y/o riesgo.◥ Se continúa con la sustitución como una medida de control que busca cambiar y reemplazar una fuente de peligro por otra que genere un menor riesgo al trabajador; el siguiente nivel está desarrollado sobre los controles de ingeniería, definidos por el Decreto 1072 de 2015, como «Medidas técnicas para el control del peligro/riesgo en su origen (fuente) o en el medio, tales como el confinamiento (encerramiento) de un peligro o un proceso de trabajo, aislamiento de un proceso peligroso o del trabajador y la ventilación (general y localizada), entre otros». Haciendo claridad que sobre estos tres primeros niveles de la jerarquía del control del riesgo se desarrollan acciones de estandarización, definición

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Salud auditiva y de la voz en el teletrabajo y trabajo en casa

Por Claudia Carolina Velásquez Bernal / Fonoaudióloga / Especialista en Gerencia en Seguridad y Salud en el Trabajo / Maestrante en Salud y Seguridad en el Trabajo Universidad Nacional de Colombia. Cómo citar este artículo:Velásquez, C. 2021. Salud auditiva y de la voz en el teletrabajo y trabajo en casa. Revista Protección & Seguridad No. 397 pág. 34 – 42. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/salud-auditiva-y-de-la-voz-en-el-teletrabajo-y-trabajo-en-casa/ Introducción La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define el teletrabajo como: “una forma de trabajo en la cual: a) el mismo se realiza en una ubicación alejada de una oficina central o instalaciones de producción, separando así al trabajador del contacto personal con colegas de trabajo que estén en esa oficina y, b) la nueva tecnología hace posible esta separación facilitando la comunicación” (Martino, 2004). El teletrabajo en Colombia está regulado por la Ley 1221 de 2008 y la Circular 0021 de 2020 del Ministerio de Trabajo. Establece el teletrabajo como uno de los mecanismos de protección al empleo en Colombia, a partir de la declaración de la emergencia sanitaria debido a la pandemia por la enfermedad COVID-19. Alonso & Cifre (2002) indican los tipos de teletrabajo: trabajo desde casa, teletrabajo combinado, teletrabajo móvil y centros de trabajo. El trabajo en casa como modalidad de teletrabajo y enmarcado en el contexto actual se entiende como un traslado de las funciones del trabajador hacia un espacio diferente al habitual, debido a una circunstancia excepcional, en este caso la pandemia por la COVID-19, y donde se haga uso predominante de las tecnologías de la información y comunicación – TIC. Algunos autores señalan los beneficios de esta modalidad de trabajo: conciliación de la vida laboral con la personal, disminución en los tiempos de desplazamiento, además de permitirle al trabajador pasar más tiempo con sus seres queridos (García y Guevara, 2008). No obstante, aún se desconocen varios aspectos acerca de esta modalidad de trabajo en la vida personal y familiar del trabajador (López, Fondevilla & Sainz, 2009). Además de otras condiciones de salud, las relacionadas con la función vocal y la función auditiva son de vital interés en el trabajo y en el trabajo en casa. Recientemente se ha visto cómo algunas ocupaciones y trabajos han tenido una acelerada transformación en sus procesos productivos, trasladando su quehacer a sus hogares, donde las reuniones virtuales y las clases, además de la permanente comunicación con jefes y compañeros de trabajo, ha requerido tanto de una demanda vocal distinta a la habitual, como del uso permanente de dispositivos de audio (parlantes, auriculares) para escuchar de forma óptima a los interlocutores. Estas nuevas condiciones derivarán en un impacto sobre la salud auditiva y de la voz, manifestándose, por ejemplo, en la fatiga vocal, que es la sensación de cansancio posterior a un uso prolongado de la voz durante la jornada de trabajo, o en signos como acúfenos o descenso temporal del umbral auditivo debido a la exposición prolongada a ruido derivado del uso constante de auriculares. Efectos del teletrabajo y el trabajo en casa sobre la salud Si bien el uso de las TIC ha dado pie a una revolución en la vida diaria y en las formas de trabajo permitiendo el contacto entre las personas (familia, compañeros de trabajo y amigos) de forma inmediata, también ha generado una intrusión de las actividades del trabajo en los espacios y momentos de la vida personal (OIT, 2017). Al hablar acerca de los efectos que tiene esta modalidad de trabajo sobre la salud, cabe mencionar los relacionados con la organización del trabajo y los horarios, el desempeño individual, el balance entre la familia y el trabajo, la inserción laboral y el bienestar y salud ocupacional (Lampert Grassi & Poblete, 2018). Por su parte, las condiciones físicas, así como las herramientas y los factores biomecánicos son determinantes en la aparición de riesgos para la salud mientras se realizan actividades laborales. Los principales riesgos a los cuales está expuesto el teletrabajador están relacionados con los factores psicosociales, las alteraciones musculoesqueléticas (Arévalo & Guerrero, 2006), las condiciones del ambiente físico del trabajo, la fatiga visual, auditiva y de la voz. Particularmente, entre los factores de riesgo de disfonía en el contexto ocupacional, además del uso prolongado de la voz, se encuentran: factores físicos (temperatura, ruido, ventilación), el ruido y reverberación, polvo en el ambiente, tierra y factores de la organización del trabajo como el horario laboral (Mora, & Otros, 2018). Salud auditiva y de la voz en el teletrabajo y trabajo en casa Tanto la salud auditiva como de la voz genera un interés particular en el teletrabajo. Particularmente, las patologías auditivas y de la voz afectan significativamente a las empresas, ya que generan un importante número de incapacidades laborales y ausentismo, derivando en un impacto negativo a nivel productivo y económico (CESLA, 2017). Actualmente, el uso de dispositivos como auriculares, parlantes y micrófonos, junto con otras herramientas tecnológicas como los teléfonos celulares y los computadores, ha ido generalizándose y posicionándose como tendencia para el teletrabajo. El uso de estos elementos de forma inadecuada, las herramientas defectuosas, la exposición prolongada al ruido o una carga vocal permanente durante la jornada de trabajo constituyen factores desencadenantes de patologías auditivas y de voz de origen ocupacional. Las personas cuyo entorno laboral y condiciones de trabajo impactan en el sistema auditivo y vocal; quienes hacen un uso permanente de la voz y, de igual manera, quienes exponen su sistema auditivo durante el uso de dispositivos como diademas telefónicas, presentarán problemas de salud relacionados con afectaciones otorrinolaringológicas, puntualmente de sintomatología de vías respiratorias, problemas de la voz e hipoacusia (Chala, 2012). El mecanismo de la audición El oído es uno de los cinco sentidos del ser humano, encargado de percibir los estímulos sonoros que nos rodean durante las 24 horas del día, lo que quiere decir que la audición es un sentido que siempre está en funcionamiento; la audición permite percibir los sonidos, su volumen, tono, timbre y la dirección de la cual provienen, también nos ayuda a escuchar la voz,

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Eventos Natech y sus lecciones aprendidas

Por María Camila Suárez Paba Ingeniera Química / Magíster en Ingeniería Química / Doctora en Ingeniería – Universidad de Kioto (Japón) / Conocimiento y experiencia en desastres naturales que desencadenan accidentes industriales (Natech), medidas de prevención y mitigación para mejorar la capacidad de recuperación territorial a los riesgos Natech, seguridad de procesos y análisis cuantitativos de riesgos / Bogotá, Colombia / 2020. Cómo citar este artículo:Suárez, M. 2021. Eventos Natech y sus lecciones aprendidas. Revista Protección & Seguridad No. 397 pág. 12 – 15. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/estrategias-de-responsabilidad-social-y-sostenibilidad-ambiental-en-hidrocarburos/ Los eventos o desastres naturales que desencadenan accidentes tecnológicos y que implican la liberación de materiales peligrosos son conocidos como Natechs (Natural hazard triggered technological accidents) (Ana Maria Cruz, Steinberg, Vetere Arellano, Nordvik, & Pisano, 2004; Showalter & Myers, 1994). Estos accidentes representan una gran amenaza para la sociedad debido a la severidad de sus consecuencias, que pueden dar lugar a eventos secundarios como incendios, explosiones y nubes tóxicas. Los Natech se consideran eventos de alta consecuencia y baja probabilidad (Cozzani et al., 2014). A pesar de lo anterior, estudios científicos han demostrado un aumento en la frecuencia de ocurrencia y severidad de dichos eventos (Ana Maria Cruz et al., 2004; Lindell & Perry, 1996; Young, Balluz, & Malilay, 2004), además de un crecimiento en el número de accidentes Natech reportados, representando del 3 al 7 % de todas las emisiones de materiales peligrosos en las bases de datos de accidentes químicos en los Estados Unidos, Europa y Japón (Kiyohara, 2016; Krausmann, Renni, Campedel, & Cozzani, 2011; Rasmussen, 1995; Sengul, Santella, Steinberg, & Cruz, 2012). Estas tendencias han generado una preocupación generalizada relacionada también con el incremento en la severidad de los desastres naturales reportados y un aumento en el número de accidentes tecnológicos (@MunichRe, 2019; EMDAT, 2019). El impacto de los escenarios Natech puede ser devastador debido a la probabilidad de generar accidentes múltiples y liberaciones de materiales peligrosos simultáneas, con la potencialidad de dañar los sistemas de suministro (e.g. agua, electricidad, gas). Además, tienen la capacidad de afectar grandes extensiones del territorio, generando impactos sociales, ambientales y económicos significativos y de largo plazo. Es por esta razón que la preocupación de los gobiernos se agudiza cuando se considera que, en general, hay una mayor densidad poblacional, más industrias y más infraestructura en riesgo (Krausmann, Cruz, & Salzano, 2017; Mileti, 1999). Tabla 1. Ejemplos de eventos Natech En general, el retorno de experiencias de los eventos Natech ha dejado varias lecciones aprendidas que apuntan, sobre todo, a mejorar y fortalecer los niveles de preparación y prevención. Uno de los primeros y más importantes aspectos es la necesidad de consolidar sistemas de registro de accidentes Natech que permitan enriquecer y optimizar el proceso de aprehensión de dichos accidentes y apoyar la toma de decisiones para una adecuada gestión de riesgo Natech. También se ha determinado que las instalaciones industriales que no han contemplado el potencial impacto de los eventos naturales dentro de su diseño estructural y de equipos de proceso han te nido afectaciones de mayor envergadura que aquellas que sí lo han contemplado. Adicionalmente, se ha identificado como punto focal la necesidad de fortalecer la implementación de las normas de seguridad que contemplen las particularidades de los escenarios Natech. Sumado a lo anterior, también es evidente la necesidad de generar lineamientos que soporten una adecuada gestión deriesgo Natech (Krausmann et al., 2017). Otra de las lecciones aprendidas está asociada a la respuesta a emergencias de estos eventos. Se ha identificado que las industrias carecen de planes de atención de emergencias que contemplen grupos de atención diversificados para atender, tanto el desastre natural como al accidente tecnológico que implica la liberación de materiales peligrosos. Adicionalmente, los planes de atención a emergencias están diseñados para utilizar las líneas de suministro externas y no se contempla la falla de los sistemas de respuesta durante un desastre natural. Por lo tanto, se ha evidenciado que las instalaciones industriales tienden a depender de equipos externos de respuesta a emergencias (e.g. bomberos, unidades de gestión de riesgos). Por lo anterior, también se ha destacado la importancia de las medidas blandas como estrategias de preparación y prevención que podrían contribuir a una mejor capacidad de respuesta, mejorar la interacción entre las partes interesadas y mitigar la severidad de las consecuencias (Menoni, 2001). Desde un punto de vista más técnico, a pesar de que las consecuencias de los Natech pueden variar sustancialmente debido al evento natural desencadenante, se ha determinado que los equipos de proceso más vulnerables a eventos Natech son las tuberías de transporte y los tanques de almacenamiento. Los tanques de almacenamiento atmosférico son especialmente vulnerables a terremotos, inundaciones y rayos (Krausmann et al., 2017; Krausmann et al., 2011). Debido a que este tipo de tanques suelen almacenar grandes cantidades de líquidos inflamables derivados del petróleo, tienen una mayor probabilidad de ignición (Krausmann et al., 2017). Las tuberías por su parte se han visto gravemente afectadas, especialmente por eventos meteorológicos y terremotos (Girgin & Krausmann, 2016; Piccinelli & Krausmann, 2013). En general, un desconocimiento de las necesidades de seguridad específicas para los escenarios Natech y una limitada evaluación de dichos riesgos ha contribuido a que las industrias tengan bajos niveles de preparación. Referencias ◥ @MunichRe. (2019). The natural disasters of 2018 in figures | Munich Re. Retrieved from https://www.munichre.com/topics-online/en/climate-change-and-natural-disasters/natural-disasters/the-naturaldisasters-of-2018-in-figures.html◥ Cozzani, V., Antonioni, G., Landucci, G., Tugnoli, A., Bonvicini, S., & Spadoni, G. (2014). Quantitative assessment of domino and NaTech scenarios in complex industrial areas. Journal of Loss Prevention in the Process Industries, 28(Supplement C), 10-22. doi:https://doi.org/10.1016/j.jlp.2013.07.009◥ Cruz, A. M., & Krausmann, E. (2008). Damage to offshore oil and gas facilities following hurricanes Katrina and Rita: An overview. Journal of Loss Prevention in the Process Industries, 21(6), 620-626. doi:10.1016/j.jlp.2008.04.008◥ Cruz, A. M., & Krausmann, E. (2009). Hazardous-materials releases from offshore oil and gas facilities and emergency response following Hurricanes Katrina and Rita. Journal of Loss Prevention in the Process Industries, 22, 59-65.◥ Cruz, A. M., & Steinberg, L. J. (2005). Industry Preparedness for Earthquakes and Earthquake-Triggered Hazmat

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Estrategias de responsabilidad social y Sostenibilidad ambiental en el sector de hidrocarburos en América Latina

Por Beatriz Hurtado Artunduaga / Ingeniera Electricista / Especialista en Administración / Profesional HSE de Ecopetrol S.A. Carolina Rodríguez Manrique / Ingeniera Industrial / Máster en Gerencia Ambiental / Jefe HSE de Ecopetrol S.A. Ernesto Amaya Ibáñez / Ingeniero Ambiental / Profesional HSE de Ecopetrol S.A. Cómo citar este artículo:Hurtado, B. 2021. Estrategias de responsabilidad social y Sostenibilidad ambiental en el sector de hidrocarburos en América Latina. Revista Protección & Seguridad No. 395 pág. 16 – 24. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/estrategias-de-responsabilidad-social-y-sostenibilidad-ambiental-en-hidrocarburos/ Resumen La producción y consumo de hidrocarburos es fundamental en la economía de los países productores en América Latina y no se visualiza en el corto o mediano plazo un producto o servicio que los reemplace. En este contexto, se requiere conocer las estrategias que abordan las empresas para eliminar, mitigar y/o compensar los impactos socioambientales generados, para contribuir con el desarrollo sostenible de los territorios. Objetivo: analizar estrategias en responsabilidad social y sostenibilidad ambiental en las organizaciones del sector.Metodología: estudio observacional descriptivo mediante análisis de reportes (de sostenibilidad o rendición de cuentas) emitidos por cada compañía analizada. Revisión de información de organismos oficiales y gubernamentales relacionados con el sector. Resultados: se identificaron siete empresas líderes en explotación de hidrocarburos en América Latina, incluyendo una empresa extranjera con presencia importante en la región. A excepción de dos empresas, todas incluyen estrategias orientadas al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible. Se destacan metas voluntarias en la disminución de impactos socioambientales más allá del cumplimiento de las normas existentes; observándose un crecimiento en las iniciativas orientadas a mitigar los efectos del cambio climático. Conclusiones: las estrategias de responsabilidad social y sostenibilidad ambiental están orientadas a ofrecer energía fósil con una menor huella de carbono, gestionando los impactos asociados; sin embargo, se identifica la necesidad de tener un mayor alcance dentro del ciclo de vida del producto, debido a los impactos generados por su consumo, incorporando, como parte de sus medidas, procesos de innovación y tecnología frente a energías renovables. Palabras clave: Oil&Gas, estrategia, sostenibilidad, ambiental, responsabilidad social. Introducción La demanda de hidrocarburos en el mundo en 2018 fue de 98,84 millones de barriles al día (mb/d) y en 2019 fue de 99,67 mb/d (Organization of the Petroleum Exporting Countries – OPEC, 2020). Esta cifra equivale a 15,7 giga litros al día de petróleo. Para establecer una medida de comparación, el consumo de agua en Colombia para uso doméstico es de 7,5 giga litros al día (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales – IDEAM, 2019). El descubrimiento y uso de los hidrocarburos ha permitido potenciar el desarrollo humano y social ampliando los alcances de la humanidad. Los progresos en transporte, movilidad, empleo, inversión social, desarrollo industrial, industria petroquímica, industria energética, derivados plásticos, entre otros, son inequívocos de que el uso de esta materia prima ha generado más beneficios que desventajas hacia la humanidad. Estos beneficios están inmersos en la responsabilidad social de una empresa que no es más que el deber discrecional y manifiesto de contribuir en materia de desarrollo humano integral, fomentando el crecimiento económico y el desarrollo social de sus empleados, la comunidad y la sociedad en general, con el fin de mejorar su calidad de vida (Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación – Icontec, 2008). A su vez, la sostenibilidad ambiental se orienta en la protección del entorno, reduciendo en el mayor grado posible los impactos generados, promoviendo acciones de conservación de los recursos naturales y buscando un equilibrio entre los aspectos sociales, ambientales y económicos. En cuanto a los efectos adversos, un indicador que quizás nos da un acercamiento del impacto del uso de los hidrocarburos en el mundo es el de las emisiones de CO2. En 2014 la emisión mundial fue de 36 millones de kilo toneladas de CO2, de las cuales 12 millones provienen del consumo de combustibles líquidos (33 % de las emisiones en el mundo) y 6,7 millones del consumo de combustibles gaseosos (19 %) (Carbon Dioxide Information Analysis Center, 2014). Más de la mitad de las emisiones de CO2 en el mundo provienen del uso de hidrocarburos (Carbon Dioxide Information Analysis Center, 2014). Actualmente se pueden evidenciar variaciones en el clima, principalmente referidas al aumento de temperaturas ambientales, que diversos autores relacionan como una consecuencia del incremento en el uso de hidrocarburos y las emisiones de CO2. El principal indicio, quizás, es que la combustión de los hidrocarburos en la presencia de oxígeno es una reacción exotérmica que genera CO2, H2O, calor y otros gases residuales. El Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático concluye que el calentamiento global está ocurriendo y se puede comprobar gracias al aumento de la temperatura del aire y las aguas, la disolución de nieves y hielos; así como el aumento en el nivel de los mares (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climatico, 2007). Este informe concluye que es muy probable que dichos impactos se estén generando por el aumento comprobado en los gases de efecto invernadero inducido por la actividad humana. Finalmente, establece que los impactos pueden ser reducidos y mitigados con adaptaciones de gran alcance en nuestras actividades. En línea con lo anterior, en caso de no implementarse medidas en el corto plazo, los impactos en América Latina pueden generar efectos como la desertificación, la salinización de la tierra, inundaciones en zonas de baja altitud por el aumento de los niveles de las aguas marítimas, afectación de ecosistemas corales, desplazamiento de fauna del mar, extinción de especies amenazadas en áreas biodiversas, entre otros (Conde-Álvarez & Saldaña-Zorrilla, 2007). Este artículo aborda las principales estrategias e iniciativas que vienen liderando las empresas productoras de hidrocarburos en América Latina para fortalecer la sostenibilidad de la industria, mantener o potenciar los beneficios sociales y contribuir en la mitigación de los efectos ambientales que se vienen presentando en la actualidad de América Latina y del planeta. Adicionalmente, analiza el impacto de estas medidas, su alcance y la contribución en el cambio de las matrices energéticas en la región. Metodología Este artículo es

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Jekyll and Hyde: el extraño reclamo de una lavandería

Por Alejandro Aldana Pérez / Químico / Magíster en Química / Diciembre CCS literario 2019. Cómo citar este artículo:Aldana, A. 2019. Jekyll and Hyde: el extraño reclamo de una lavandería. Revista Protección & Seguridad No. 395 pág. 11 – 14. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/jekyll-and-hyde-el-extrano-reclamo-de-una-lavanderia/ El doctor Jekyll y el señor Hyde es una novela corta, publicada en 1886 y escrita por el escocés Robert Louis Stevenson. La historia es un «thriller» que gira en torno a una investigación liderada por el abogado Utterson. El jurista sigue la pista de una serie de sucesos extraños que involucran a su amigo, el noble médico Henry Jekyll y un siniestro personaje llamado Edward Hyde. El relato desarrolla la dualidad entre el bien y el mal. Narra el proceso de transformación de un hombre distinguido en un desalmado criminal (Stevenson, 1920). En términos anglosajones, la trama se podría resumir con la expresión “breaking bad”. Esta locución de habla inglesa es empleada cuando un individuo toma decisiones que convierten su vida en un completo caos. También, el mundo anglosajón emplea la expresión “Jekyll and Hyde”. La frase es usada para describir a una persona con dos lados muy diferentes de su personalidad, uno bueno y otro malo. Y aquí es necesario resaltar que en la narración fantástica del “Dr. Jekyll and Mr. Hyde”, el detonante de la transición entre una existencia equilibrada y el desconcierto es un brebaje químico. Por el momento, dejemos a un lado el asunto de los menjurjes químicos abordados desde la inventiva literaria y tratemos el tema desde otra faceta más formal. En el año 2018, Colombia asumió el reto de aplicar el Sistema Globalmente Armonizado (SGA). Este método tiene como objetivo comunicar de manera práctica los peligros asociados con el uso de sustancias químicas en la industria. La metodología no es una ley, es una guía. Sin embargo, el Estado colombiano ha decretado que este sistema sea el empleado en los sitios de trabajo como herramienta para divulgar los peligros intrínsecos relacionados con los químicos. Lo que se busca con este instrumento de comunicación es tener un panorama de los peligros y determinar las medidas cautelares necesarias para mantener un equilibrio entre productividad y seguridad. Puesto sobre la mesa todo lo anterior, es oportuno hacer la siguiente pregunta: ¿qué propósito tiene mencionar el relato fantástico del escocés Robert Louis Stevenson, la dualidad entre el bien y el mal, una pócima que convierte al más noble de los hombres en un criminal, un sistema de comunicación de peligros asociados al uso de sustancias químicas y el reclamo de una lavandería? En un principio, esto puede parecer sin sentido, pero los elementos expuestos arriba están presentes día a día en las lavanderías donde se ejecutan procesos con el denim. El «jean» es una pieza de vestir informal, versátil y de nuestra cotidianidad. En otras palabras, es el comodín de nuestros armarios. El atractivo y el valor estético que caracteriza al denim es el contraste en el color. Y ese aspecto azuloso/blanquecino, propio de este tipo de atuendo, es posible gracias a diferentes manualidades ejecutadas en las lavanderías. La lista de técnicas es amplia; sin embargo, el empleo del permanganato de potasio es la principal vía usada con el objeto de generar esa apariencia de desgaste. A grandes rasgos, las lavanderías reciben un denim crudo de coloración homogénea. Es decir, sin toques de originalidad. Un elemento plano, simple. Luego, el artesano somete este material a un proceso creativo: como un pintor en su lienzo, el artista del denim espliega su arte sobre la prenda y genera una pieza única. Las pinceladas de permanganato de potasio, aplicadas por los artesanos sobre las piezas textiles, tienen como objetivo generar desgaste. En las zonas en que entra en contacto esta sustancia, se produce la degradación del índigo. El índigo es el elemento coloreado que le confiere esa tonalidad azulosa a la prenda. La interacción entre el índigo y el permanganato de potasio le concede al material textil una coloración parduzca indeseable. Esa apariencia parda-amarillenta es contrarrestada gracias a neutralizantes de permanganato. En consecuencia, se genera el contraste azul/blanquecino tan apreciado. En ese orden de ideas, hace algún tiempo el equipo de investigación y desarrollo donde trabajo ha venido ejecutando un estudio con la finalidad de identificar productos inocuos capaces de neutralizar residuos de permanganato de potasio, óxidos de manganeso e hipoclorito. Es pertinente saber que algunos de estos agentes neutralizantes presentan peligros que podrían afectar la salud de los trabajadores. Y aquí quiero que me permitan traer una digresión. Philip Ball es un químico y doctor en física autor del libro titulado “La invención del color”. Este texto es un recorrido fascinante y erudito que muestra cómo la química y los colores han estado vinculados durante el transcurso de la historia del arte. El manuscrito hace énfasis en cómo la ciencia influyó en la paleta de tonalidades de los pintores. También, cuenta cómo determinados tonos afectaron la salud de algunos genios del pincel (Ball, 2003). Lo que se pretende con esta pequeña digresión es demostrar que la ciencia no puede ser ignorada a la hora de crear obras de arte. Dicho lo anterior, es probable que no haya sido lo suficientemente claro en que ciertos neutralizantes de permanganato son peligrosos para el humano. Con el objetivo de reforzar lo antes mencionado, pongamos un ejemplo: el sulfato de hidroxilamina. Este compuesto químico es de uso extendido en el procesamiento del denim. Su capacidad de neutralización es apreciada en las lavanderías. Sin embargo, sus peligros asociados a alergias sobre la piel y su potencial efecto de perjudicar la molécula de hemoglobina presente en la sangre han motivado a los investigadores a hallar alternativas más inocuas (Gharahbaghian, Massoudian & DiMassa, 2009). Y en este punto es importante hacer énfasis que, gracias al Sistema Globalmente Armonizado (SGA), la compañía donde presto mis servicios pudo asimilar la importancia de la identificación de los peligros asociados al uso de sustancias químicas. De cierta forma, esta metodología puso en el escenario los

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