Procedimientos de trabajos seguros

Los Procedimientos de Trabajo Seguro (PTS), también conocidos como Instrucciones de Seguridad describen de manera clara y concreta la manera correcta de realizar determinadas operaciones, trabajos o tareas que pueden generar daños sino se realizan en la forma determinada.

Estos instrumentos para la gestión de la prevención de riesgos laborales se consideran necesarios cuando:

  1. Las tareas son susceptibles de generar riesgos y con especial relevancia cuando hablamos de riesgos graves o muy graves como los trabajos en alta tensión.
  2. Las tareas son consideradas críticas, es decir, tareas en las que una acción u omisión puede generar un accidente.
  3. Las operaciones para ejecutar son de las llamadas No Rutinarias. Debido precisamente a la circunstancialidad de las tareas puede acarrear que no se sigan todos los pasos establecidos para el trabajo, bien por falta de costumbre o por olvido, como por ejemplo los determinados trabajos de mantenimiento que se realizan con poca frecuencia.

Deberían elaborarse instrucciones de trabajo para aquellas tareas que en determinadas condiciones sean susceptibles de generar riesgos, especialmente si éstos son de cierta importancia y van asociados a las actuaciones de las personas.

En la instrucción estarán recogidos aquellos aspectos de seguridad para tener en cuenta por las personas responsables de las tareas a realizar, a fin de que conozcan cómo actuar correctamente en las diferentes fases u operaciones y sean conscientes de las atenciones especiales que deben tener en momentos u operaciones claves para su seguridad personal, la de sus compañeros y la de las instalaciones.

Las instrucciones de trabajo son esenciales en lo que se denominan tareas críticas, que son aquellas en las que por acciones u omisiones puedan suceder accidentes o fallos que es necesario evitar. Especial atención merece también los trabajos ocasionales, sobre todo por la posible dificultad de recordar aspectos preventivos que pueden resultar importantes y que pueden conducir fácilmente al error y como consecuencia un accidente. Resulta conveniente que la empresa defina en sus procesos productivos los procesos o tareas consideradas clave y las actividades asociadas a los mismas que debieran ser consideradas críticas.

A título de ejemplo y con carácter no exhaustivo, estas serían algunas de las tareas o circunstancias que deberían tener procedimientos escritos de trabajo, debido a su peligrosidad:

  1. Operaciones normales con riesgo de graves consecuencias (empleo de sustancias o procesos químicos, maquinas, instalaciones energéticas, electricidad, trabajo en alturas, etc.).
  2. Trabajos en condiciones térmicas extremas (calor o frio).
  3. Operaciones en espacios confinados.
  4. Operaciones con aporte de calor en lugares o instalaciones con peligro de incendio o explosión.
  5. Situaciones de emergencia.
  6. Control de las actividades de subcontratas.
  7. Intervenciones de personal foráneo en instalaciones.
  8. Carga/descarga y movimientos de vehículos.
  9. Paradas y puestas en marcha de instalaciones.
  10. Operaciones de mantenimiento y limpieza.
  11. Situaciones de alteración de los procedimientos normales de operación.
  12. Empleo ocasional de equipos con funciones clave.
  13. Trabajar solo o alejado de su lugar habitual de trabajo.

¿Cómo elaborar un procedimiento de trabajo seguro?

El primer paso es elaborar un listado con todas aquellas actividades o tareas que sean peligrosas y especificando en ellas los puestos de trabajo afectados. Para ello, es importante consultar a los trabajadores, representantes de los trabajadores, así como el documento de la Evaluación de Riesgos Laborales para conocer cuáles son las tareas más peligrosas.

Aquí establecemos algunas directrices para una correcta elaboración de estos:

  1. Objetivos: detallar los objetivos que se persiguen con la elaboración del procedimiento o instrucción.
  2. Alcance: se debe definirse claramente el alcance, es decir, a quiénes afectará, a qué puestos de trabajo, a qué procesos, actividades o tareas, incluyendo si es aplicable a contratistas o subcontratistas.
  3. Responsabilidades: se establecerán las responsabilidades en la aplicación, gestión y seguimiento del procedimiento o instrucción y para ello debemos tener en cuenta a todas las partes (trabajadores, mandos, SPA…)
  4. Requisitos: detallar si las tareas/trabajos objeto del procedimiento se requieren determinados niveles de formación, adiestramiento o en su caso están limitadas a determinado personal.
  5. Desarrollo: se deberán detallar al menos aspectos como los equipos de trabajo, herramientas, procedimientos utilizados y/o productos químicos utilizados. Una buena forma de estructurar el desarrollo del procedimiento puede ser identificar el detalle de las tareas a realizar, los riesgos y medidas preventivas a aplicar, así como las medidas de protección individual a emplear antes de efectuar el trabajo o tarea, durante la realización del trabajo y después de la finalización de este. No hay que olvidar que para el desarrollo del procedimiento deberán consultarse la evaluación de riesgos, los manuales de instrucciones de maquinaria y equipos, así como fichas de seguridad de sustancias químicas.

¿Quiénes son los principales destinatarios de los PTS?

Los principales destinatarios de los PTS son los trabajadores que realizan las tareas y trabajos objeto del procedimiento, los que deben cumplirlas. De forma subsidiaria deben disponer de estos procedimientos los responsables de las unidades productivas afectadas.

Para que sean correctamente aplicadas por sus destinatarios deben ser de fácil comprensión, sin literatura superflua que lo único que puede generar es confusión o falta de motivación para su aplicación. Y, un consejo, mientras más visual sea, mejor calado tendrá en el destinatario (inserción de fotografías, pictogramas, diagramas…)
¿Cómo distribuir los Procedimientos de Trabajo Seguro? ¿Es necesario darles una ubicación?

Los PTS pueden y deben utilizarse para la información, formación y adiestramiento de aquellos trabajadores que deben aplicarlas. A tal efecto además de distribuirlas en las jornadas de información y formación deberán encontrarse en las inmediaciones de los procesos productivos, equipos de trabajo o tareas que requieran seguir dicho procedimiento para que sean objeto de consulta en caso de ser necesario. Por ello es fundamental informar también a los trabajadores de la ubicación de dichos procedimientos.

Fuente:

  1. https://www.aepsal.com/
  2. http://www.psprevencion.com/

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