Uso de ozono como agente desinfectante contra la COVID-19

Por: Daniel Arturo Quiroga Vargas / Ingeniero Químico / Especialista en Gerencia en Salud Ocupacional / Estudiante Maestría en Salud y Seguridad en el Trabajo / Líder Técnico del CCS / Junio 2020.

 
 

A continuación, se presentan las consideraciones obtenidas tras una búsqueda no exhaustiva de información en fuentes válidas (entidades gubernamentales, instituciones académicas, NO proveedores de servicios de desinfección), en relación con el uso de ozono como agente desinfectante contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que ocasiona la enfermedad conocida como COVID-19:

  • La molécula de ozono está compuesta por tres átomos de oxígeno. Este gas es altamente inestable, de tal forma que el tercer átomo de oxígeno puede desprenderse de la molécula de ozono y volver a unirse a las moléculas de otras sustancias, alterando así su composición química (IDEAM, 2010). Esta propiedad como oxidante extremadamente potente, le da igualmente la capacidad de reaccionar con la materia orgánica que compone el cuerpo del ser humano, con el potencial de ocasionar consecuencias dañinas para su salud; pudiendo ser mortal si se inhala, provocando quemaduras graves en la piel y lesiones oculares y dañando los órganos tras exposiciones prolongadas o repetidas. En personas con enfermedades respiratorias crónicas, como asma, por ejemplo, el ozono puede producir un empeoramiento y provocar crisis respiratorias o exacerbación de síntomas, y comprometer la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones respiratorias (US EPA 2015).


Figura 1. Molécula de ozono. Fuente: 123rf

  • La Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA) indica que el ozono es una sustancia oxidante generada in situ, que aún se encuentra en estudio por parte de la Unión Europea para su uso con desinfectante en ambientes, desconociéndose las dosis necesarias para garantizar su eficacia como agente viricida y los efectos de tales concentraciones sobre la salud de los seres humanos (SESA 2020).
  • En el mismo sentido, investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NC State University) en los Estados Unidos, señalan que la utilización del ozono como viricida eficaz frente al coronavirus SARS-CoV-2 aún se encuentra en evaluación y genera preocupación por los posibles efectos sobre la salud que puede generar su uso. A la fecha no existen los datos suficientes sobre los mecanismos cinéticos de inactivación viral debido a que la rapidez con la que ésta ocurre en presencia del ozono hace que resulte muy difícil de medir y, por lo tanto, la acción agresiva de dicha sustancia química sobre las partículas del virus no se aprecia completamente (Dennis et al., 2020).
  • La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), apunta desde hace varios años a que la utilización del ozono como agente de desinfección puede provocar efectos negativos para la salud de la personas, animales y plantas y dañar materiales como caucho, revestimientos de cables eléctricos y telas u otros elementos que contengan tintes y pigmentos susceptibles. Por ello, hay que controlar la concentración de ozono residual que puede quedar en el ambiente tras realizar el tratamiento, sin que se superen los límites establecidos en lugares con personas. No obstante, controlar la exposición al ozono producido con un generador resulta una tarea complicada ya que la concentración real producida depende de diversos factores (US EPA 2015).
  • En relación con el anterior motivo de preocupación, la misma agencia señala: “cuando se usa en concentraciones que no exceden los estándares de salud pública, el ozono aplicado al aire interior no elimina eficazmente virus, bacterias, moho u otros contaminantes biológicos”(US EPA 2020). Algunos datos sugieren, además, que las concentraciones de ozono tendrían que ser de 5 a 10 veces más altas de lo que permiten los estándares de salud pública, antes de que este agente químico pueda descontaminar el aire lo suficiente como para prevenir la supervivencia y la regeneración de los organismos una vez que se elimina; e incluso a altas concentraciones puede no tener efecto sobre contaminantes biológicos incrustados en material poroso, como revestimiento de conductos o tejas (US EPA 2015).
  • En España, la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), no recomienda los dispositivos de emisión de ozono, “por tratarse de procedimientos que implican riesgos ciertos para las salud de las personas que son expuestas, con potenciales efectos irritantes para la piel y mucosas, reacciones cutáneas, lesiones oculares y afectación del tracto respiratorio, y que en conjunto empeoran la situación de salud actual de la sociedad, afectando asimismo la vida animal y el medio ambiente” (ANECPLA 2020).
  • Finalmente, la Asociación Internacional del Ozono (IOA por sus siglas en inglés), que es una organización educativa y científica sin fines de lucro, se ha pronunciado recientemente en los siguientes términos: “si bien el ozono es altamente efectivo para la inactivación de muchos virus, la IOA no tiene conocimiento de ninguna investigación y prueba que se haya realizado específicamente en el coronavirus SARS-CoV-2. Hasta donde sabemos, la investigación revisada por pares aún no se ha completado y, por lo tanto, no se pueden sacar conclusiones definitivas con respecto a la inactivación del SARS-CoV-2 por ozono” (IOA 2020).


Figura 2. Antes de emplear agentes químicos, busque información de seguridad. Fuente: 123rf.

Referencias

  • Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental [ANECPLA]. (2020). Recomendación de NO utilización de dispositivos de rociado de sustancias químicas, exposición a ozono o radiación ultravioleta (UV-C). http://www.anecpla.com/documentos/RECOMENDAR%20EL%20NO%20uso%20de%20sistema%20de%20CABINAS%20o%20TUNELES%20de%20SANITIZACIO%C4%9BN%20con%20ozono,%20sustancias%20qui%C4%9Bmicas%20y%20UVV.pdf
  • Dennis, R., Cashion, A., Emanuel, S., & Hubbard, D. (2020). Ozone Gas: Scientific Justification and Practical Guidelines for Improvised Disinfection using Consumer-Grade Ozone Generators and Plastic Storage Boxes. The Journal of Science and Medicine, 2(1). https://doi.org/10.37714/josam.v2i1.35
  • Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales [IDEAM]. (2010). ANÁLISIS DE VARIABLES EN ALTURA CON BASE EN LOS OZONOSONDEOS REALIZADOS EN BOGOTÁ. http://www.ideam.gov.co/documents/21021/94777476/An%C3%A1lisis+de+variables+en+altura+con+base+en+los+Ozonosondeos+realizados+en+Bogot%C3%A1+Marzo+2010.pdf/e37940ce-5b55-4efd-a2fd-4d39a1d2bf11?version=1.0&previewFileIndex=
  • Sociedad Española de Sanidad Ambiental [SESA]. (2020). Posicionamiento SESA sobre el uso de biocidas, túneles y arcos desinfectantes de pulverización sobre las personas en la pandemia COVID-19 – Sespas. https://sespas.es/2020/04/24/posicionamiento-sesa-sobre-el-uso-de-biocidas-tuneles-y-arcos-desinfectantes-de-pulverizacion-sobre-las-personas-en-la-pandemia-covid-19/
  • The International Ozone Association [IOA]. (2020). Statement on COVID-19. https://www.ioa-pag.org/resources/Documents/EOC%20Files/IOA%20Coronavirus%20Statement.pdf
  • United States Environmental Protection Agency [US EPA]. (2015). Ozone Generators that are Sold as Air Cleaners: An Assessment of Effectiveness and Health Consequences. https://www.epa.gov/sites/production/files/2014-08/documents/ozone_generator.pdf
  • United States Environmental Protection Agency [US EPA]. (2020). Will an Ozone Generator protect me and my family from COVID-19? | Coronavirus (COVID-19). https://www.epa.gov/coronavirus/will-ozone-generator-protect-me-and-my-family-covid-19

Nota: El Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) pone a disposición esta información para que las empresas tengan una parte de la información necesaria para tomar la decisión sobre el uso o no de este tipo de sustancias. Se recomienda que frente al uso de sustancias químicas en los entornos laborales, siempre se revise la información de seguridad en fuentes válidas, considerando todos los efectos potenciales sobre la salud, la infraestructura y el ambiente, con base en esto se puedan tomar las decisiones apropiadas en el uso de la sustancia y las medidas de control que se deban adoptar para la protección de los trabajadores y el ambiente.

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