10 pasos para un retorno al trabajo seguro y saludable en tiempos de COVID-19

La seguridad y salud en el trabajo debe considerarse como una inversión fundamental para proteger a los trabajadores y a sus familias y para asegurar la continuidad de las empresas.

Información tomada del documento «Herramienta de 10 pasos para un retorno al trabajo seguro y saludable en tiempos de COVID-19» publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Para más información puedes consultar el documento completo aquí. Nota: Esta herramienta fue elaborada por Carmen Bueno, Especialista en Seguridad y Salud en el Trabajo de la Oficina de la OIT para el Cono Sur de América Latina, y Ariel Pino, Especialista en Protección Social y Seguridad y Salud en el Trabajo de la Oficina de la OIT para el Caribe.

Los 10 pasos pasos para un retorno al trabajo seguro y saludable en tiempos de COVID-19 nos sirve en sectores de actividad, para entregar lineamientos a las empresas y/o elaborar protocolos sectoriales de seguridad y salud laboral para un retorno seguro y saludable al trabajo y en En empresas, cualquiera que sea su tamaño y actividad, para elaborar protocolos de seguridad y salud laboral para un retorno seguro y saludable al trabajo.

En tiempos de COVID-19, la seguridad y salud laboral debe tener la máxima prioridad. Debemos acostumbrarnos a la idea que el lugar de trabajo ya no será el mismo y que será en este escenario donde se libre una batalla decisiva contra la pandemia.

La seguridad y salud en el trabajo debe considerarse como una inversión fundamental para proteger a los trabajadores y a sus familias y para asegurar la continuidad de las empresas.

La Organización Internacional del Trabajo pone a disposición de los países de América Latina y el Caribe esta herramienta de 10 pasos, que contiene orientaciones a seguir para formular y aplicar protocolos de seguridad y salud, a nivel sectorial y/o de empresa, en base al diálogo social bipartito entre empleadores y trabajadores, que permitan un retorno al trabajo seguro y saludable y que actúen como una barrera frente a posibles nuevos brotes de contagio.

La seguridad y salud en el trabajo es una de las claves para la reactivación productiva con trabajo decente y para la conciliación de los objetivos de contención de la pandemia y de la recuperación económica.

10 pasos para un retorno al trabajo seguro y saludable en tiempos de COVID-19


¿A quiénes está dirigida esta herramienta?

¿En qué principios se basa esta herramienta?

• Priorizar las medidas de prevención y control para que la reapertura de las empresas y el retorno a los lugares de trabajo en tiempos de COVID-19 sean seguros y saludables a fin de evitar nuevos brotes de contagios que pongan en peligro la vidas de las personas y la propia estrategia de reactivación.

•  Fortalecer el enfoque centrado en el ser humano en materia de seguridad y salud en el trabajo, de acuerdo a la Declaración del Centenario de la OIT para el Futuro del Trabajo (2019).

• Para una reapertura de las empresas y un retorno seguro y saludable a los lugares de trabajo, habrá que considerar la política nacional de retorno al trabajo, el marco normativo nacional y las instrucciones y avisos emanados de las autoridades públicas a cargo de las áreas laborales, de salud, protección social, medio ambiente y toda otra que sea de relevancia.

• Un diálogo social efectivo entre empleadores y trabajadores en la definición de las medidas preventivas a adoptar a fin de lograr, a través de la consulta y la participación, un mayor grado de cumplimiento de las acciones acordadas y una mayor cultura preventiva.

•  Las normas internacionales del trabajo establecen unos principios y derechos básicos en el trabajo que deben guiar la implementación de esta herramienta. Entre ellos, la implementación de medidas preventivas según un orden jerárquico decreciente que antepone la adopción prioritaria de aquellas medidas que ofrecen una mayor eficacia frente al riesgo laboral. En consecuencia, en primer lugar, se adoptarán, siempre que sea posible, medidas que eliminen el riesgo; en segundo lugar, se optará por medidas que reduzcan el riesgo a través de controles de ingeniería, organizativos y/o administrativos; como último recurso, se acudirá a los medios de protección personal. La jerarquía define el orden preferente en el que se deben considerar las medidas preventivas a adoptar según su grado de eficacia, aunque se pueden aplicar de forma simultánea diferentes combinaciones de los distintos niveles de control.

• En la medida en que la situación epidemiológica de cada territorio y las características de los sectores de actividad, de los lugares de trabajo y de las tareas desempeñadas en cada lugar de trabajo son diferentes, será necesario hacer las adaptaciones  articulares que fueran necesarias, las cuales también deberán considerar las condiciones concretas de cada persona trabajadora.
• Al igual que en cualquier sistema de gestión de seguridad y salud laboral, será necesario promover la mejora continua, a través de un monitoreo y evaluación constante de la implementación de las medidas, impulsando otras acciones que se estimen necesarias y proponiendo las actualizaciones y ajustes que fueran pertinentes.
• Un enfoque transversal de género e inclusión en la seguridad y salud en el trabajo, que garantice un tratamiento específico a mujeres, a grupos de alto riesgo y a colectivos especialmente vulnerables, evitando conductas discriminatorias.