- La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró 2021-2030 la Década de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas.
- La restauración podría eliminar hasta 26 gigatoneladas de gases de efecto invernadero de la atmósfera.
- ONU Medio Ambiente y la FAO liderarán la implementación de la Década.
La Década de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, declarada hoy por la Asamblea General de la ONU, tiene por objeto incrementar a gran escala la restauración de los ecosistemas degradados y destruidos, como medida de probada eficacia para luchar contra el cambio climático y mejorar la seguridad alimentaria, el suministro de agua y la biodiversidad.
La degradación de los ecosistemas terrestres y marinos socava el bienestar de 3 200 millones de personas y tiene un coste cercano al 10% del PIB mundial anual en pérdida de especies y servicios ecosistémicos. Existen ecosistemas clave que desaparecen rápidamente y que prestan numerosos servicios esenciales para la alimentación y la agricultura, incluyendo el abastecimiento de agua dulce, la protección contra los riesgos naturales y la provisión de hábitat para especies como peces y polinizadores.
“Nos complace que nuestra idea de una década específica se haya hecho realidad”, aseguró Lina Pohl, Ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales de El Salvador y líder regional en el ámbito de la restauración. “Necesitamos promover un programa de restauración enérgico que refuerce la resiliencia, reduzca la vulnerabilidad y aumente la capacidad de los sistemas para adaptarse a las amenazas diarias y a los eventos extremos”, añadió.
La restauración de 350 millones de hectáreas de tierras degradadas de aquí a 2030 podría generar US$ 9 billones en servicios ecosistémicos y eliminar de la atmósfera entre 13 y 26 gigatoneladas adicionales de gases de efecto invernadero.
“La Década de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas ayudará a los países en la carrera contra los efectos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad”, afirmó por su parte José Graziano da Silva, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “Los ecosistemas se están viendo degradados a un ritmo sin precedentes. Nuestros sistemas alimentarios y los medios de vida de muchos millones de personas–añadió- dependen de que todos trabajemos juntos para restaurar unos ecosistemas sanos y sostenibles para el presente y en el futuro”.
“ONU Medio Ambiente y la FAO tienen el honor de liderar la implementación de la Década junto a nuestros socios”, señaló a su vez Joyce Msuya, Directora Ejecutiva Interina del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU Medio Ambiente). “La degradación de nuestros ecosistemas ha tenido un impacto devastador tanto en las personas como en el medio ambiente. Estamos entusiasmados con el hecho de que el impulso para restaurar nuestro entorno natural ha ido ganando ritmo, porque la naturaleza es nuestra mejor opción para abordar el cambio climático y garantizar el futuro”, agregó.
La Década, un llamamiento mundial a la acción, aunará el apoyo político, la investigación científica y la capacidad financiera para ampliar en gran escala la restauración, a partir de iniciativas piloto exitosas hasta abarcar zonas de millones de hectáreas. La investigación demuestra que más de 2.000 millones de hectáreas de paisajes deforestados y degradados en el mundo cuentan con potencial para la restauración.
La Década acelerará los actuales objetivos mundiales de restauración, por ejemplo el Desafío de Bonn, que pretende restaurar 350 millones de hectáreas de ecosistemas degradados para 2030, una superficie casi del tamaño de la India. Actualmente, 57 países, gobiernos subnacionales y organizaciones privadas se han comprometido a restaurar más de 170 millones de hectáreas. Este proyecto se basa en esfuerzos regionales como la Iniciativa 20×20 en América Latina, que busca restaurar 20 millones de ha de tierras degradadas para 2020, y la Iniciativa de Restauración del Paisaje Forestal Africano AFR100, que tiene como objetivo restaurar otros 100 millones de ha de tierras empobrecidas para 2030.
La restauración de los ecosistemas se define como un proceso de invertir la degradación de los ecosistemas -como paisajes, lagos y océanos-, para recuperar su funcionalidad ecológica; en otras palabras: mejorar la productividad y la capacidad de los ecosistemas para satisfacer las necesidades de la sociedad. Esto puede hacerse por ejemplo permitiendo la regeneración natural de ecosistemas sobreexplotados, o plantando árboles y otros tipos de plantas.
La restauración de los ecosistemas es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sobre todo los relativos al cambio climático, erradicación de la pobreza, seguridad alimentaria, agua y conservación de la biodiversidad. También es un pilar de las convenciones ambientales internacionales, como la Convención Ramsar sobre los humedales y las Convenciones de Río sobre diversidad biológica, desertificación y cambio climático.
En la actualidad, cerca de 20% de la superficie cubierta de vegetación del planeta muestra una tendencia decreciente en su productividad, con pérdidas de fertilidad relacionadas con la erosión, el agotamiento y la contaminación por todo el mundo. Para 2050, la degradación y el cambio climático podrían reducir los rendimiento agrícolas en un 10 por ciento a nivel mundial, y hasta en un 50 por ciento en determinadas regiones.
Fuente: ONU – Programa para el medio ambiente.