Por Mauricio López González, director ejecutivo de la Red Colombia del Pacto Global, iniciativa de las Naciones Unidas.
El Pacto Global de las Naciones Unidas es la iniciativa corporativa más grande del mundo, con más de 15.000 empresas y organizaciones, estructurada en 69 redes locales en más de 130 países en el mundo. Desde su fundación, en el año 2000, sus temas esenciales han sido la promoción de los Derechos Humanos, los estándares laborales para un trabajo digno, la protección ambiental y la lucha contra la corrupción a través de un decálogo de principios que pueden ser consultados con más detalle en www.pactoglobal-colombia.org. En Colombia, hay más de 600 empresas y organizaciones adheridas al Pacto Global en todos los sectores productivos e incluyen a grandes, medianas y pequeñas empresas, a la academia, a organizaciones sociales, gremiales y sindicales y a medios de comunicación.
Desde el 2015, con la promulgación por parte de las Naciones Unidas de la Agenda 2030 de Sostenibilidad, el Pacto Global ha sido un referente esencial para la promoción adecuada y la inserción de la sostenibilidad en todas las actividades de la sociedad. No es una acción deshilvanada y marginal, sino que promueve una integración armónica y permanente entre 107 el desarrollo económico y social, y de estas dos variables insertadas en un ecosistema natural.
Por eso la sostenibilidad es el eje que mueve la tendencia actual. A través de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y de sus 169 metas se presenta, de manera sistémica, todo un catálogo de referencias indispensables para alcanzar logros, tanto a nivel global como local, hacia el año 2030. Es decir que, hablando en plata blanca, solo nos quedan ocho años para alcanzar los objetivos centrales de tener un mundo mejor y más humano para todos los habitantes de este único planeta que tenemos.
Dentro de todo el panorama integrador de los ODS, y haciendo la necesaria salvedad de que dicha articulación es esencial para alcanzar los objetivos propuestos, en esta ocasión nos vamos a concentrar en la Salud y la Seguridad en el Trabajo como eje central de varios de esos objetivos.
En primer lugar, en Colombia, el Conpes 3918 de marzo de 2018 mediante el cual se establecen los lineamientos centrales para el cumplimiento de la Agenda 2030, presentó una meta para ese año con relación al ODS 8 ‘Trabajo Decente y Crecimiento Económico’. Esta meta consiste en la aspiración de alcanzar una tasa de formalidad laboral (% de la población ocupada) del 60 %.
tiene toda la lógica. Definitivamente, con más empleos formales, se obtienen impactos positivos como los aumentos de coberturas en los sistemas de seguridad social y de pensiones, mayor salud y seguridad en el trabajo, inclusión y disminución de las inequidades, por mencionar algunos ejemplos.
Y es que solo basta con mirar las metas del ODS 8 para encontrar relaciones directas: se alcanzan mayores niveles de productividad económica, a través de la diversificación, la modernización tecnológica y la innovación (meta 8.2); se apuesta por lograr un empleo pleno y productivo garantizando un trabajo decente, sin discriminaciones de ningún tipo (meta 8.5); se protegen los derechos laborales y se promueven los entornos seguros y protegidos para la totalidad de los trabajadores (meta 8.8).
Y si comenzamos a movernos por todo el universo de los ODS, encontramos relaciones directas con el ODS 3 ‘Salud y Bienestar’, el ODS 4 ‘Educación de Calidad’ y el ODS 5 ‘Equidad de Género’. Lo mismo ocurre con en el ODS 10 ‘Reducción de las desigualdades’ y con
el ODS 16 ‘Paz, Justicia e Instituciones Sólidas’ porque, al tener un empleo seguro, digno, que permite avanzar hacia un mejor estadio de humanidad, la vida en el trabajo y el trabajo en la vida se vuelven amables y permiten una mejor convivencia, un mejor estar, una mayor formación, una inclusión sin discusiones.
En Pacto Global nuestra apuesta recoge, sin duda, el esfuerzo colectivo como elemento sustancial para lograr los propósitos tal y como lo indica el ODS 17 ‘Alianzas para lograr objetivos’. Es ahí donde está la clave principal para entender que como sociedad debemos apropiarnos activamente de nuestra responsabilidad para que, entre todos, construyamos redes que permitan contar con ambientes de trabajo seguros y confiables.
No hay mejor palabra que la CONFIANZA para apuntalar la SOSTENIBILIDAD. La integración armónica entre las variables económica, social y ambiental pasa por una convicción profunda acerca de nuestro papel en la vida, nuestros impactos y nuestra propia existencia y la de los demás.
Por eso en Pacto Global nuestros esfuerzos están encaminados a consolidar la senda segura de la Agenda 2030, como el mejor guión a
seguir si queremos lograr un mundo mejor, solidario, seguro y pacífico.
¡Manos a la obra!
Artículo técnico tomado del Directorio ‘Perspectivas de Sostenibilidad 2022’ del Consejo Colombiano de Seguridad.