Este contenido es la segunda parte de una serie de tres artículos en los que se exponen los cinco riesgos emergentes más críticos para las organizaciones e industrias, y presenta algunas recomendaciones para abordarlos. El Consejo Colombiano de Seguridad – CCS, en conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, presenta estos desafíos.
Riesgos biológicos
La aparición de nuevas enfermedades y la intensificación de algunas ya existentes, la resistencia a los antimicrobianos y la exposición a agentes patógenos en entornos laborales específicos está dando forma a un panorama laboral cada vez más complejo en términos de salud y seguridad laboral.
Entre las causas está, por un lado, la creciente pérdida de biodiversidad en los ecosistemas generada por la deforestación y el cambio climático, entre otras, que conlleva el desplazamiento de especies y una cercanía cada vez mayor a los centros poblados incrementando así el riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas y el desarrollo de nuevas pandemias como la vivida por la COVID-19.
Además, los cambios en las temperaturas pueden dar origen a nuevos riesgos derivados de la exposición a agentes biológicos. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierte que un clima más cálido aumentará la reproducción, resiliencia y distribución de enfermedades transmitidas por vectores como el dengue, la malaria y el virus del Zika, entre otros. A su vez, estima que el número adicional de personas infectadas por malaria en América del Sur se incrementará de 25 millones en 2020 a 50 millones hacia el 2080. Entre ellas, se verán afectados trabajadores expuestos que realizan actividades en entornos exteriores, como la construcción, la agricultura, la minería y los servicios ambientales.
Por otro lado, el uso excesivo e inadecuado de antibióticos en la medicina humana y veterinaria, ha llevado al desarrollo de cepas bacterianas resistentes, dificultando así el tratamiento de infecciones. Esto no solo pone en peligro la salud de los trabajadores expuestos a estos agentes patógenos en sus labores diarias, como el personal del sector de la salud, sino que también puede tener un impacto económico significativo en términos de costos de atención médica y pérdida de productividad laboral para las organizaciones. Además, ciertos sectores laborales enfrentan riesgos específicos relacionados con la exposición a agentes biológicos. Por ejemplo, los trabajadores de laboratorio pueden enfrentar riesgos asociados con la manipulación de muestras biológicas y cultivos de microorganismos.
Las enfermedades transmisibles infecciosas son las que han tomado mayor relevancia en torno a SST, debido al rápido y fácil contagio que se puede generar del agente patógeno infeccioso y la aparición de signos y síntomas tempranos y/o tardío que pueden generar en el trabajador enfermedades crónicas y mortales como VIH, fiebre amarilla, tuberculosis, malaria, entre otras.
Por ello es indispensable que desde las organizaciones se realice la educación y capacitación en torno a la identificación del peligro biológico en cada uno de los entornos de trabajo y el adecuado uso de los equipos de protección personal, así como el fomento de las prácticas de higiene respectivas como el correcto lavado de manos en los momentos correspondientes. También es indispensable mantener al día los esquemas de inmunización de la población trabajadora que se encuentra expuesto al peligro, mantener estrictos protocolos de gestión de residuos líquidos y sólidos que contengan contaminantes biológicos y realizar un riguroso monitoreo a la salud de los trabajadores con la realización de los exámenes médicos periódicos pertinentes que permitan detectar, de forma oportuna y temprana, las enfermedades o condiciones relacionadas con la exposición a agentes biológicos.
Riesgo químico por sustancias nuevas
De acuerdo con la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU., se calcula que, a nivel mundial, se usan casi 70.000 sustancias químicas y el sector de los productos químicos introduce aproximadamente entre 200 y 1000 sustancias nuevas cada año. Por ello, los riesgos químicos emergentes representan una preocupación para la salud y la seguridad en el trabajo.
Desde la exposición a productos químicos industriales hasta el uso de nanomateriales en la producción, los trabajadores se enfrentan a una serie de desafíos que requieren una atención especializada y medidas preventivas efectivas.
Por ejemplo, existe evidencia científica sobre el cáncer ocupacional derivado de la exposición, cada vez más frecuente, a sustancias químicas y procesos insalubres no solo en los ámbitos laborales, sino también en los entornos cotidianos como consecuencia de la contaminación ambiental. La Organización Panamericana para la Salud asegura que “el 19 % de todos los cánceres son atribuidos a exposiciones en el medio ambiente, incluyendo los lugares de trabajo, con cerca de 1,3 millones de muertes anuales”. Adicionalmente, se han identificado 160 carcinógenos ocupacionales (entre plaguicidas, asbesto, benceno, sílice cristalina) y algunas circunstancias como la exposición a rayos ultravioleta (UV) y al humo de tabaco.
Además del cáncer ocupacional, el trabajo con nanomateriales presenta desafíos únicos en términos de salud ocupacional. Los nanomateriales, debido a su tamaño diminuto y propiedades únicas, pueden tener efectos biológicos inesperados y potencialmente dañinos cuando se inhalan o se absorben a través de la piel. Los trabajadores expuestos a nanomateriales en industrias como la electrónica, la medicina y la ingeniería de materiales pueden enfrentar riesgos de toxicidad pulmonar, inflamación crónica, daño genético y efectos carcinogénicos.
Para abordar estos riesgos químicos emergentes, es esencial que los empleadores implementen medidas preventivas efectivas en el lugar de trabajo. Esto puede incluir la evaluación y gestión de riesgos químicos, la implementación de controles de ingeniería, como la ventilación adecuada, el uso de barreras físicas y la provisión de equipos de protección personal (EPP) adecuados, como respiradores y trajes de protección química. Además, la capacitación regular sobre seguridad química y prácticas de trabajo seguras es fundamental para aumentar la conciencia de los trabajadores sobre los riesgos asociados con los productos químicos y cómo minimizar la exposición.
Además, es crucial fomentar la investigación continua sobre los efectos de los productos químicos en la salud humana, especialmente en lo que respecta a los nanomateriales y otros compuestos emergentes. Esto puede incluir estudios epidemiológicos, pruebas de toxicidad y evaluaciones de riesgos que ayuden a informar la legislación y regulación sobre la seguridad química en el lugar de trabajo.
En las siguientes dos series encontrarás los riesgos emergentes relacionados con cambio climático, riesgo de desastres y transición energética y nuevas tecnologías e impacto en la salud mental.
Lee la primera parte del artículo: Riesgos emergentes y desafíos en SST: cambio climático, riesgo de desastres y transición energética
Lee la tercera parte del artículo: Riesgos emergentes y desafíos en SST: nuevas tecnologías e impacto en la salud mental