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Guía para el regreso al trabajo

La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de los Estados Unidos (OSHA) ha desarrollado la siguiente guía «Guía para el regreso al trabajo» para ayudar a los empleadores y trabajadores a regresar de manera segura al trabajo y a reabrir los negocios catalogados por las autoridades locales como “negocios no esenciales” durante la pandemia de la enfermedad del coronavirus (COVID-19). Los empleadores pueden usar esta guía para desarrollar políticas y procedimientos para garantizar la seguridad y salud de sus empleados. Por este motivo, el CCS pone a disposición la guía para que sea complementaria con las medidas y reglamentaciones tomadas desde el Gobierno Nacional.

La reapertura debe estar alienada con la cancelación de las órdenes para mantenerse en casa o resguardarse en un lugar seguro y otros requisitos específicos del gobierno federal y los gobiernos estatales, locales, tribales y/o territoriales a través de Estados Unidos, así como las recomendaciones de salud pública de los Centros para el control y prevención de enfermedades (CDC) y otros requisitos o guías federales. Los empleados deben monitorear continuamente las guías de los gobiernos estatales, territoriales, tribales y locales para actualizar la información sobre las medidas en curso sobre la transmisión comunitaria y la mitigación, así como para las guías cambiantes sobre la desinfección y otras buenas prácticas para la protección de los trabajadores. Donde sea aplicable, estas guías pueden complementar la información especificada por estado o localidad y los requisitos de reapertura.

Planificando la reapertura

Todos los empleadores deben monitorear las comunicaciones de los departamentos de salud de los gobiernos estatales, locales, tribales y territoriales para entender cómo las comunidades en donde ubican sus lugares de trabajo están progresando a través de las fases de reapertura identificadas en las Guías para la reapertura de América. Las guías proveen unos principios generales para la flexibilización de las restricciones que se habían puesto en vigor para desacelerar la propagación del COVID-19. Los empleadores deben continuar considerando maneras para utilizar las flexibilizaciones en el lugar de trabajo, como el trabajo a distancia (por ejemplo, teletrabajo) y operaciones comerciales alternas para ofrecer los productos (por ejemplo, servi-carro) y servicios a los clientes.

Durante todas las fases de la reapertura, los empleadores deben implementar estrategias de higiene básica (por ejemplo, higiene de las manos; limpieza y desinfección), distanciamiento social, identificación y aislamiento de los trabajadores enfermos, flexibilidades y controles en el lugar de trabajo y el adiestramiento a los empleados que sea apropiado según la fase en particular.

En general, durante:

Fase 1: Los negocios deben considerar que se tenga a disposición el trabajo a distancia, cuando sea posible y viable, para sus operaciones comerciales. Para los empleados que regresan al lugar de trabajo, considere limitar el número de personas en el lugar de trabajo para mantener unas estrictas prácticas de distanciamiento social. Donde sea viable, los acomodos (por ejemplo, flexibilidades basadas en necesidades individuales), deben considerarse para trabajadores en un mayor riesgo de aflicción severa, incluyendo personas de mayor edad y aquellas con alguna condición de salud severa subyacente. Los negocios también deben considerar que se amplíen los acomodos especiales a los trabajadores en cuyos hogares vivan personas con un mayor riesgo de aflicción severa. Los viajes de negocios no esenciales deben limitarse.
Fase 2: Los negocios continúan teniendo disponible el trabajo a distancia donde sea posible, pero los viajes de negocios no esenciales pueden reanudarse. Las limitaciones en el número de personas en el lugar de trabajo pueden reducirse, pero se continúan manteniendo prácticas de distanciamiento social de moderadas a estrictas, dependiendo del tipo de negocio. Se continúan acomodando a los trabajadores vulnerables, según se identificara anteriormente en la Fase 1.
Fase 3: Los negocios comienzan nuevamente a dotar con personal sus negocios sin restricciones.

Las condiciones cambiantes del brote pandémico en cada comunidad afectarán directamente los riesgos de exposición de los trabajadores al SARS-CoV-2, que es el virus que causa el COVID-19. Para todas las fases de la reapertura, los empleadores deben desarrollar e implementar políticas y procedimientos que atiendan la prevención, monitoreo y respuesta a cualquier emergencia o resurgimiento del COVID-19 en el lugar de trabajo o la comunidad. Los empleadores deben continuar estas prácticas en la medida que sea posible para ayudar a prevenir que el COVID-19 emerja o resurja en su lugar de trabajo. Tal resurgencia podría causar un aumento en los empleados infectados y enfermos, una mayor necesidad del rastreo por contacto de las personas que visitaron un lugar de trabajo, unas mejores prácticas de limpieza y desinfección, o hasta un cierre temporero del negocio.

A base de las condiciones cambiantes, los planes de reapertura de los empleadores deben atender: Consultar tabla en el documento.

Los ejemplos presentados en la table tienen la intención de  ayudar a que los empleadores entiendan cada uno de los principios rectores que deben incorporarse en sus planes para la reanudación de operaciones y la reapertura de sus facilidades. Sin embargo, estos ejemplos no son una lista final y firme de todos los controles que pueden ser apropiados, necesarios o viables, ni todos los ejemplos aplican a todo empleador. La Guía sobre la preparación de los lugares de trabajo para el virus COVID-19, que es inter agencial, y la página de OSHA sobre el COVID-19 proveen recomendaciones adicionales para atender e implementar estos principios guía dentro del lugar de trabajo, incluyendo cómo la implementación de los principios varía según los niveles de riesgo de exposición de los trabajadores. Independientemente de los tipos de prevención de infecciones y las medidas de control que los empleadores incorporan en sus planes de reapertura, deberían considerar maneras para comunicar estas medidas a los trabajadores, incluyendo el adiestramiento (según se describe anteriormente) y proveer personas de enlace para atender las preguntas o preocupaciones de los trabajadores.

Normas aplicables de OSHA y las protecciones requeridas en el lugar de trabajo

Todas las normas de OSHA que aplican a la protección de los trabajadores contra las infecciones permanecen en vigor a medida que los empleadores y los trabajadores regresen a sus trabajos.

Mientras que los empleadores siempre son responsables por cumplir con todos los requisitos aplicables de OSHA, las normas de la agencia para el EPP (29 CFR 1910.132), protección respiratoria (29 CFR 1910.134) e higiene (29 CFR 1910.141) pueden ser especialmente relevantes para prevenir la propagación del COVID-19. Cuando no hay una norma de OSHA específica para el SARS-CoV-2, los empleadores tienen la responsabilidad de proveer un lugar de trabajo seguro y saludable que esté libre de riesgos serios reconocidos bajo la Cláusula de Deber General, Sección 5(a)(1) de la Ley de seguridad y salud ocupacional de 1970.

El Apéndice A de este folleto delinea algunas de las reglas de OSHA para la industria general respecto a la evaluación de riesgos y exposiciones, programas de implementación, controles en el lugar de trabajo, adiestramiento y conservación de expedientes, así como las prohibiciones a las represalias, aplicables a la protección de los trabajadores contra la exposición ocupacional al SARS-CoV-2. Consulte los recursos de OSHA para otros sectores no cubiertos por el apéndice, incluyendo construcción, empleo en astilleros y terminales marítimos y operaciones portuarias.

Accede aquí a la «Guía para el regreso al trabajo» de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA)

Esta guía no representa un estándar o reglamento y no crea obligaciones jurídicas nuevas. El contenido incluye recomendaciones y normas obligatorias de seguridad y salud. Las recomendaciones son informativas y están destinadas a ayudar a los empleadores a proporcionar un lugar de trabajo seguro y salubres. La Ley de Seguridad y Salud Ocupacional requiere que los empleadores cumplan con los estándares y las normas de seguridad y salud estipuladas por OSHA o por un estado con un plan estatal aprobado por OSHA. Además, la Cláusula de Deber General de la Ley (Sección 5(a)(1)), requiere  que los empleadores proporcionen a sus trabajadores un lugar de trabajo libre de riesgos reconocidos que puedan causar muertes o graves daños físicos.

El material contenido en esta publicación es de dominio público y se puede reproducir, total o parcialmente, sin permiso. Se solicita dar crédito a esta fuente, aunque no es necesario.

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