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Seguridad de procesos químicos, una disciplina crucial en entornos industriales

Por Johan Andrés García Meneses / Líder Técnico del CCS / Ingeniero químico / Magíster en Ingeniería Química Cómo citar este artículo García J. ( 2025). Seguridad de procesos químicos, una disciplina crucial en entornos industriales. Protección & Seguridad No. 419 (enero – febrero 2025), ( 419), 8- 22. https://ccs.org.co/portfolio/seguridad_procesos_quimicos/ La seguridad es un pilar esencial en cualquier ámbito de la sociedad. De acuerdo con nuestras percepciones, vivencias o cultura, podemos tener diferentes ideas o pensamientos sobre lo que consideramos seguridad. Sin embargo, si se le preguntara a cualquier persona sobre algunos términos relacionados, muy probablemente su respuesta se asocie con protección a las personas o al medio ambiente, de tal manera que se creen condiciones en las que los peligros estén identificados, los niveles de riesgos estén controlados y las amenazas minimizadas. En otras palabras, se trata de la tranquilidad que brinda contar con medidas adecuadas para evitar incidentes o enfrentar emergencias. Relacionar la seguridad con la tranquilidad en todo momento refleja el propósito último de las medidas preventivas: brindar confianza y estabilidad. Esto aplica tanto en la vida cotidiana como en entornos industriales, en los que la seguridad no solo se trata de cumplir normas, sino de crear un entorno favorable para que las personas puedan enfocarse en sus actividades sin temor a que algo salga mal. Para tal fin, existe un marco disciplinario encargado de la gestión de la integridad de los sistemas y procesos en los que hay presencia de sustancias químicas y en los que puede presentarse accidentes como incendios o explosiones y desencadenar eventos de grandes magnitudes. Esa disciplina recibe el nombre de Seguridad de Procesos Químicos y tiene por finalidad evitar la ocurrencia de eventos de alta consecuencia que involucren sustancias químicas. La industria química, en especial, las plantas industriales se componen de un sinnúmero de tecnologías como equipos especializados, unidades de procesos, sistemas de control, entre otros. Es decir, el componente tecnológico es clave y cuando existe presencia de sustancias químicas peligrosas, el riesgo puede ser mayor. Esto también es conocido como riesgo tecnológico, el cual se define como la posibilidad de que fallos en sistemas, equipos o procesos desencadenen eventos adversos que afecten a las personas, el medio ambiente o la infraestructura. Este tipo de riesgos no solo puede ocasionar pérdidas humanas y económicas, sino también generar impactos ambientales y sociales irreparables comprometiendo la reputación de las organizaciones involucradas. En un mundo en el que la complejidad tecnológica aumenta y las expectativas de sostenibilidad son cada vez mayores, es necesario asegurar la continuidad de los negocios en las organizaciones, así como la protección de los trabajadores, la comunidad, el medio ambiente y los bienes. Es así como la seguridad de procesos se erige como una disciplina técnica y estratégica diseñada para prevenir accidentes mayores desde la identificación y análisis de peligros hasta la implementación de controles técnicos y administrativos, basándose en normativas internacionales como Process Safety Management (PSM) de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), IEC 61511 de la Comisión Electrotécnica Internacional o estándares como el Risk-Based Process Safety (RBPS). Además, la seguridad de procesos promueve una cultura preventiva, en la que todos los niveles de la organización participan activamente para garantizar la integridad y la continuidad de las operaciones. Para comprender la importancia de esta disciplina y cómo ha avanzado en el tiempo, a continuación, se presenta un resumen de los eventos de seguridad de procesos más conocidos cuyas consecuencias han sido significativas, no solo por el impacto a las personas y al medio ambiente, sino porque han marcado un punto de inflexión para nueva legislación y generación de conocimiento (ver figura 1). • El 19 de noviembre de 1984, en una instalación de Gas Licuado del Petróleo (GLP) en San Juan Ixhuatepec (zona metropolitana de ciudad de México), una falla en una válvula de seguridad de un tanque de almacenamiento de GLP causó una sobrepresión dentro del mismo, rompiendo una tubería. Esto condujo a una fuga seguida de violentas explosiones. Aproximadamente 500 personas murieron y más de 700 resultaron heridas. Este accidente representa la larga lista de explosiones BLEVE (acrónimo inglés de «boiling liquid expanding vapour explosion» que traduce explosión de vapores que se expanden al hervir el líquido). Este suceso en ciudad de México demostró el riesgo de las BLEVE en instalaciones y las lecciones aprendidas en particular, han impactado significativamente los estándares de diseño y operación (Mannan, Chowdhury, & Reyes-Valdez, 2012). • En la madrugada del 3 de diciembre de 1984, en Bhopal, trabajadores de Union Carbide India Limited (UCIL) se encontraban realizando un procedimiento de rutina para la limpieza de la planta —más exactamente lavando con agua una tubería—sin tener en cuenta las medidas de seguridad necesarias. De hecho, olvidaron cerrar los tubos para impedir que el agua ingresara a las cisternas. Debido a la presión, partículas de cloruro de sodio fueron arrastradas de los tubos, las cuales, junto con el agua y el Isocianato de Metilo (MIC) reaccionaron generando mucho calor. Con ello aumentó considerablemente la presión dentro de la cisterna E-610 con más de 42 toneladas de MIC, rompiendo las válvulas y produciendo una fuga inevitable. En poco tiempo, una nube cubrió el cielo de la planta y el viento la dirigió hacia zonas residenciales de Bhopal. Este gas se descompuso en fosgeno y cianuro, altamente tóxico para los seres vivos (Castrillón, 2015). Tres días después de la tragedia, el panorama era desolador. De acuerdo con Amnistía Internacional, se calculó que entre 7 mil y 10 mil personas murieron en este lapso y otras 570 mil quedaron expuestas a enfermedades crónicas y graves problemas de salud (Chemical Safety and Hazard Investigation Board). En vista de los aterradores acontecimientos, las industrias y muchos gobiernos alrededor del mundo fueron forzados a replantear las tecnologías y los sistemas de mantenimiento desde una perspectiva de seguridad de procesos. Sin embargo, la verdadera alarma para la industria química fue el desastre ocurrido en Bhopal. Con este accidente tanto la industria como la población general se concientizó sobre

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Consejos para desplazarnos con seguridad por carretera durante las festividades (y en cualquier época del año)

Por la Organización Mundial de la Salud Cómo citar este artículo Organización Mundial de la Salud. (2024). Consejos para desplazarnos con seguridad por carretera durante las festividades (y en cualquier época del año) Protección y Seguridad en la Comunidad No. 54. (octubre – diciembre 2024). pág. 14-15. https://ccs.org.co/portfolio/seguridad_carretera_festividades/ Las vacaciones son momentos de celebración, fiesta y diversión, pero también son periodos en los que se producen muchos accidentes mortales. El consumo de alcohol, junto con el tránsito denso y la distracción en las carreteras, a menudo, son los factores que causan más lesiones y muertes. Aunque abordar este problema requiere acciones concertadas de los gobiernos, regulaciones efectivas y la aplicación de la ley, también hay algunas cosas que tú puedes hacer para mantenerte a ti y a tu familia a salvo mientras están fuera de casa y durante las vacaciones. Lleva siempre puesto el cinturón de seguridad Tienes una probabilidad mucho mayor de sobrevivir a una colisión si usas cinturón de seguridad, ya que este reduce el riesgo de muerte hasta en un 60 %. Todos los pasajeros del vehículo deben abrocharse el cinturón en cada viaje, independientemente de su duración o destino. La OMS también recomienda sistemas de retención infantil adecuados para niños menores de cuatro años y asientos elevados para niños mayores de hasta 10 años o 135 cm de altura. Restringe el consumo de alcohol El alcohol es un factor de riesgo importante para las lesiones y nunca debe mezclarse con los viajes por carretera. Incluso unos niveles bajos de consumo de alcohol se asocian con un aumento importante de los riesgos, ya sea en los desplazamientos a pie o en vehículos de dos o cuatro ruedas. Siempre es más seguro no beber, pero si lo haces, no te excedas en el consumo de licor, por ningún motivo conduzcas un vehículo bajo sus efectos y procura organizar un transporte alternativo para ti y tu familia. Usa el casco En muchos países de ingresos bajos y medianos, los motociclistas y ciclistas representan más de la mitad de los heridos o muertos en las carreteras, siendo los traumatismos craneales la principal causa de muerte. Si sufres un accidente, el uso correcto del casco puede darte hasta un 40 % más de probabilidades de sobrevivir. De hecho, no solo significa asegurarte de que lo llevas puesto en todo momento cuando estás en la carretera. También debe encajar y sujetarse correctamente para proporcionar la mejor protección. Cuida la velocidad La velocidad excesiva o inapropiada contribuye a una de cada tres muertes por accidentes de tránsito. Cuanto mayor sea la velocidad, mayores son las probabilidades de que dicho accidente le cueste la vida a alguien. Con una velocidad de impacto de 80 km/h, la probabilidad de muerte en un choque es 20 veces mayor que a una velocidad de impacto de 30 km/h. Por lo tanto, disminuye tu velocidad, conoce y respeta las normas de tránsito y conduce siempre dentro de los límites permitidos. Evita las distracciones Hay muchos tipos de distracciones que pueden reducir las capacidades de conducción, pero la desatención causada por los teléfonos móviles es una preocupación particular y creciente. Los conductores que utilizan estos aparatos mientras conducen tienen aproximadamente cuatro veces más probabilidades de verse involucrados en un accidente. Los teléfonos con dispositivo de manos libres no son mucho más seguros y el envío de mensajes de texto multiplica el riesgo por más de veinte. Así que asegúrate de que tu teléfono esté en silencio y fuera de tu alcance cuando estés conduciendo. Promueve la seguridad vial Por último, todas las personas tienen un papel que desempeñar en la promoción de la seguridad vial y en la adopción de medidas para evitar las millones de muertes innecesarias por accidentes de tránsito que se producen no solo durante las vacaciones, sino todos los días de todos los años. La OMS está ayudando a los países a aplicar una serie de medidas fundamentales para mejorar la seguridad vial. Entre ellas figuran la formulación y aplicación de leyes sobre el exceso de velocidad, la prevención de la conducción bajo los efectos del alcohol y el uso de cinturones de seguridad, de cascos y de sistemas de retención para niños, así como reglamentaciones sobre los vehículos. Los gobiernos también deben garantizar que la infraestructura vial y de transporte sea segura para los usuarios de las carreteras y los peatones, incluso, mediante medidas tales como la construcción de aceras y carriles para bicicletas y la prestación de atención de emergencia para las víctimas de accidentes. Tomado de: https://www.who.int/es/news-room/feature-stories/detail/tips-to-stay-safe-on-the-road-this-new-year

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De las pymes y el arte de gestionar la incertidumbre para sobrevivir y prosperar en América Latina. Una referencia desde Colombia

Por Ana María Corrales Estrada / Máster en Continuidad del Negocio / Profesional certificada en Resiliencia Organizacional / Investigadora de la Universidad de la Sabana y de INCAE Business School / Gerente de Desarrollo de Negocios e Innovación de Smart IT Solutions Cómo citar este artículo Corrales A. ( 2024). De las pymes y el arte de gestionar la incertidumbre para sobrevivir y prosperar en América Latina. Una referencia desde Colombia. Protección & Seguridad No. 418 (noviembre – diciembre 2024), pág. 29-38.  https://ccs.org.co/portfolio/pymes_america-latina_colombia/ Para finales de 2024, las Américas y el Caribe se ubicaron como la segunda región más propensa a los desastres. De hecho, fue la zona con mayores pérdidas económicas a causa de estos durante el año pasado (CRED, 2023).  Entre tanto, la gestión de esta problemática se encuentra acompañada por un dato que lleva a la reflexión: el 90 % de los desastres registrados actualmente a nivel global están vinculados al clima. Por si fuera poco, para 2030 se espera un aumento del 40 % de los desastres mientras que, para el 2050 se calcula que más de 17 millones de personas en América Latina podrían verse obligadas a migrar para huir de los efectos del cambio climático. De ahí que el llamado a que la gobernanza de los territorios incorpore medidas que fortalezcan su resiliencia y sostenibilidad resulte imperativo. No obstante, la evolución de esta gobernanza no responde a la necesidad sentida de su desarrollo (UNDRR, 2023). En este contexto surgen las siguientes preguntas: ¿cómo se inicia un proceso de transformación para las pymes que mitigue los impactos que se proyectan desde el 2024 para que estas se encuentren mejor preparadas para el 2030?, ¿cuáles son los factores de éxito para sobrevivir y prosperar en ese camino?, ¿a cuál de dichos factores podemos contribuir desde la gestión del riesgo?, ¿qué casos de referencia podríamos tomar para identificar si estos procesos funcionan? La respuesta a estas preguntas requiere del abordaje desde diferentes visiones y múltiples disciplinas. Sin embargo, este artículo se propone impulsar el proceso de transformación desde las organizaciones que se conocen como el “motor de desarrollo” de los países, aquellas que representan “el poder de lo pequeño”: las pequeñas y medianas empresas o también llamadas “pymes” (OIT, 2019). En América Latina, las pymes constituyen un componente fundamental del tejido productivo en la región: representan alrededor del 99 % de las empresas y dan empleo a cerca del 67 % de los trabajadores. Su contribución al PIB es relativamente baja, una característica que se relaciona con sus bajos niveles de productividad. Por ende, la aplicación de políticas coherentes y coordinadas podría llevarlas a convertirse en los “agentes de cambio estructural” que están llamadas a ser, y el aumento de su contribución a la productividad del territorio es una prioridad para los Gobiernos de la Región (CEPAL, 2024). En consecuencia, comprender los factores clave de éxito para que ellas sobrevivan y prosperen es parte del ‘compromiso observable’ por parte de quienes se encuentran interesados en contribuir a su fortalecimiento procurando que se encuentren mejor preparadas para enfrentar los retos a los que están expuestas. Factores de éxito de las pymes para sobrevivir y prosperar En América Latina, los factores clave de éxito para que las pymes sobrevivan y prosperen en un entorno competitivo y en constante cambio se enmarcan en el acceso al financiamiento, las redes y las alianzas (Dini & Stumpo, 2020); la capacitación y el desarrollo de políticas públicas (González Díaz & Becerra Pérez, 2021); la innovación y la tecnología (Hernández C et al., 2008) y la adaptabilidad y la resiliencia (Adan Gallo et al., 2022).  Para lograr esto es necesario llevar a cabo iniciativas gubernamentales que implementen medidas de apoyo como la definición de tasas de interés preferenciales, el acceso a capital y los incentivos fiscales (OCDE, 2024), así como la formalización de sus negocios (CEPAL, 2021). Al mismo tiempo existen iniciativas globales para articular esfuerzos con los gobiernos y para crear programas de formación y capacitación, buscando generar redes y alianzas, a través de un marco estratégico que involucra a los sectores públicos y privados, las empresas, los responsables territoriales y la comunidad, generando así un desarrollo de comunidades y ciudadanos resilientes (ARISE, 2020), con habilidades empresariales, estratégicas y técnicas, que les permitan mejorar sus capacidades tecnológicas y digitales, así como las herramientas que las soportan (CEPAL, 2021). Finalmente, la iniciativa ‘Desarrollando ciudades resilientes’ de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDDR) plantea que en América Latina se requiere acelerar la gobernanza resiliente y sostenible, a través de la incorporación de medidas que lleven a la adaptabilidad y la resiliencia de las pymes (UNDRR, 2023). Con el propósito de tener una mejor comprensión de lo que se significa la adaptabilidad y la resiliencia, tomaremos como referencia las definiciones globalmente aceptadas de ambos conceptos. La adaptabilidad, se define desde el Fondo de Adaptación como el ajuste de los sistemas naturales o humanos a los estímulos climáticos actuales esperados o a sus efectos. Esto con el fin de moderar perjuicios o aprovechar oportunidades beneficiosas, relacionándola con la gestión del riesgo de desastres ya que lleva a la reducción de la vulnerabilidad o al mejoramiento de la resiliencia en respuesta a los cambios observados o esperados del clima y su variabilidad (Fondo Adaptación, 2024). Adicionalmente, desde la OCDE, se define como la utilización de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas, como parte de una estrategia más amplia de adaptación para ayudar a las personas a acoplarse a los efectos adversos del cambio climático, integrándose al manejo sostenible, la conservación y la restauración de ecosistemas para proveer servicios que disminuyan la vulnerabilidad de los ecosistemas y las personas (OCDE, 2024). Por otro lado, la resiliencia es definida por el Marco de Sendai como la capacidad que tiene un sistema, una comunidad o una sociedad que presenta exposición a una amenaza para resistir, absorber, adaptarse, transformarse y recuperarse de sus efectos de manera oportuna y eficiente. Todo esto mediante

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Tecnología aplicada en el aprendizaje en Seguridad y Salud en el Trabajo

Por José Bernardo Hernández Sánchez / Especialista en gerencia de la salud ocupacional / Gerencia ambiental y prevención de desastres / Miembro de American Society of Safety Professionals (ASSP) Cómo citar este artículo Hernández J. ( 2025). Tecnología aplicada en el aprendizaje en SST. Revista Protección & Seguridad No. 419 (enero – febrero 2025), pág. 32-38.  https://ccs.org.co/portfolio/tecnologia_seguridad_salud_trabajo/ Los profesionales de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) enfrentan situaciones retadoras en la búsqueda de mejorar el desempeño del sistema de gestión en esta área. En ese proceso pueden llegar a experimentar frustración cuando, pese a los esfuerzos realizados, los resultados no son los esperados, lo que se traduce en altos índices de siniestralidad laboral. Este sentimiento también puede aparecer en el desarrollo de investiga ciones de accidentes e incidentes al evidenciarse que los trabajadores todavía no están en la capacidad de identificar los peligros, evaluar los riesgos e implementar los controles pertinentes o cuando, al hacer inspecciones de los frentes de trabajo, se identifican desviaciones en seguridad y se hace necesario suspender la tarea ante la probabilidad de ocurrencia de un accidente laboral. No obstante, al revisar el nivel de cumplimiento de los entrenamientos recibidos por el personal se identifica que, en efecto, recibieron las capacitaciones, inducciones, reinducciones, entrenamientos específicos y las evaluaciones que acreditan su conocimiento. Entonces, ¿por qué el trabajador no siempre está en la capacidad de identificar los peligros, evaluar los riesgos e implementar los controles jerárquicos?, ¿por qué hay deficiencias en la percepción del riesgo?, ¿están siendo eficaces las capacitaciones para el logro de los objetivos?, ¿qué se debe replantear? Las capacitaciones en Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) son la piedra angular de la transformación de la cultura en seguridad. No solo dan cumplimiento a las regulaciones en la materia, también abordan los estándares y procedimientos establecidos por las compañías de acuerdo con sus procesos. Su objetivo es formar al trabajador para que obtenga los conocimientos y, por ende, las competencias necesarias durante el desarrollo de su labor, tanto en las actividades rutinarias como en las no rutinarias y, de esta forma, sus comportamientos seguros perdurena través del tiempo, teniendo como consecuencia esperada la reducción y mitigación de los accidentes de origen ocupacional. A pesar de su importancia y según la experiencia del autor— asistir a las capacitaciones les representa a algunos trabajadores y a sus jefes inmediatos un tiempo que podrían dedicar a otras actividades laborales por lo que tienden a generar excusas para no presentarse, no dar los permisos, asistir sin motivación o, simplemente, no ven el beneficio de su participación. Todo esto ya sea porque han tomado anteriormente la capacitación o por- que piensan que no les va a aportar a su crecimiento profesional y personal, en cuyo caso, solo lo asumen como cumplimiento a una de sus obligaciones laborales, dejando registro con su firma para demostrar la asistencia. Para abordar este desafío y gracias al avance de la tecnología, hoy las em- presas cuentan con más alternativas para el desarrollo de sus programas de capacitaciones en SST (ver figura 1). No obstante, se requiere un análisis para determinar la mejor opción y metodología en capacitación. Por lo tanto, es importante ser estratégicos para seleccionar la herramienta tecnológica que mejor se adapte al contexto corporativo y a los procesos desarrollados. Como se puede observar, la evolución de la tecnología brinda a los profesionales en SST diferentes alternativas de capacitación desde las dinámicas pedagógicas tradicionales, pasando por el uso de las plataformas educativas en línea y técnicas de simulación, hasta la apropiación de la realidad virtual. Actualmente, muchas organizaciones adoptan principalmente las herramientas de aprendizaje virtual debido a su fácil implementación, bajos costos y fácil acceso para el trabajador. «El e-learning es una evolución de la formación que nace con la expansión del internet, poniendo a disposición de los profesionales la enseñanza virtual, un nuevo entorno rico en recursos. A diferencia del aprendizaje a distancia, esta modalidad permite crear espacios virtuales para impartir clases, ejercicios interactivos, foros de discusión para ampliar los contenidos impartidos e, incluso, simulaciones reales para poner en práctica los conocimientos» (Herrera, 2021). La capacitación basada en la simulación “representa otra herramienta para el aprendizaje en SST ya que proporciona una experiencia realista del entorno laboral o de situaciones específicas en las que se quiera que el adulto aprenda. Además, puede ayudar a las empresas a reducir los costos relacionados con la capacitación” (PMK Digital learning, 2021). El uso de la simulación se constituye en una herramienta de entrenamiento que se usa en diversas industrias como la aviación, la minería, el petróleo, la industria ferroviaria y el transporte, entre otras. Se trata de un método de aprendizaje dinámico que permite recrear un entorno real o hipotético para que las personas aprendan. Además, permiten poner en práctica los conocimientos obtenidos sin poner en riesgo la integridad física. Generalmente, la capacitación con simulación se realiza de forma digital, con un entorno virtual que refleja las condiciones de trabajo reales. Incluso puede recrear ruidos de fondo y espacios de trabajo (PMK Digital learning, 2021). Por su parte, el uso de sistemas de entrenamiento basados en Realidad Virtual (RV) se está volviendo cada día más común. Esta tecnología utiliza una interfaz que recrea un ambiente virtual hiperrealista. Así, gracias a efectos visuales, sonoros y táctiles se generan simulaciones de la realidad para hacerle creer al cerebro del usuario que realmente está en un ambiente existente (Muente, G., 2019). Aunque en sus inicios la RV fue utilizada para el desarrollo de videojuegos, en la actualidad ha adquirido gran relevancia en la formación en SST. Con el avance de la tecnología aplicada al aprendizaje, las empresas ahora cuentan con más opciones que le permitirán al trabajador apropiarse del conocimiento en SST y tener alternativas para moldear los comportamientos seguros deseados. Por lo tanto, los profesionales de SST deben estar al día con las mejores prácticas asociadas a la innovación en tecnología aplicada en los procesos de aprendizaje para adultos, cuyos procesos variarán en función

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Burnout: señales de alerta para reconocer si estás sufriendo esta patología laboral

Por: Lizeth Viviana Salamanca Galvis, líder de comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad Cómo citar este artículo Salamanca Galvis, L. (2023). Burnout: señales de alerta para reconocer si estás sufriendo esta patología laboral. Revista Protección & Seguridad en la Comunidad No. 47. (enero – marzo 2023). pág. 10-14.  https://ccs.org.co/portfolio/burnout-sintomas-patologia-laboral/ Tener un mal día en el trabajo le puede ocurrir a cualquiera. El problema aparece cuando esto se vuelve una constante que se prolonga en el tiempo: sensación permanente de cansancio físico y mental, desmotivación, apatía, poca productividad, baja realización profesional, cinismo e irritabilidad son algunos de los signos que indican que un trabajador está sufriendo desgaste laboral, también conocido como “burnout”. Se trata de un término anglosajón que significa “estar quemado por el trabajo”. De hecho, la OMS lo define como un síndrome que aparece como resultado del estrés laboral crónico que no ha sido gestionado correctamente y que se caracteriza por agotamiento, falta de energía, sentimientos de negativismo relacionados con el trabajo y reducción de la eficacia profesional (OMS, 2019). De hecho, en la última revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades, la OMS reconoció al burnout como una patología laboral dentro de la subcategoría de “problemas asociados con el empleo y el desempleo”. Así mismo, enfatizó que, en este caso, “el agotamiento se refiere específicamente a fenómenos del contexto ocupacional y no debe aplicarse para describir experiencias en otras áreas de la vida”. ¿Cómo se desarrolla? De acuerdo con un estudio desarrollado por el Ministerio del Trabajo y la Pontificia Universidad Javeriana (2016) el síndrome de burnout es “una respuesta al estrés laboral crónico, que tiene consecuencias negativas a nivel individual y organizacional”. El trabajador presenta agotamiento emocional, sensación de desgaste, sobreesfuerzo físico y cansancio que, con el paso de los días, se empieza a ver reflejado en sentimientos, actitudes y respuestas negativas hacia sus labores como lo sería, por ejemplo, la aversión hacia sus tareas. Esto conlleva a una pérdida de motivación frente a sus objetivos y retos profesionales, falta de concentración y una actitud fría, despersonalizada e, incluso, hostil hacia su equipo de trabajo y hacia el personal con el que desempeña sus funciones (incluyendo clientes y usuarios). Adicionalmente, el trabajador puede llegar a desarrollar conductas de exceso como abuso de sustancias psicoactivas, comportamientos de alto riesgo y cambios bruscos de humor. Por supuesto, todo lo anterior termina impactando en su rendimiento laboral, en su capacidad para alcanzar objetivos y en sus relaciones interpersonales. Además, las empresas pueden enfrentar un aumento en las quejas de los clientes o usuarios de los servicios, incremento del ausentismo, de la accidentalidad y la rotación laboral, entre otros factores que inciden en la pérdida de productividad. Pero, ¿cómo es que una persona termina quemada por su trabajo? El fenómeno, según lo establecido por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo de España (2005), suele desarrollarse en cinco fases, tal y como se observa en la figura 1. Inicial El trabajador experimenta, ante el nuevo puesto de trabajo, entusiasmo y gran energía. Además, tiene expectativas positivas frente a su rol. Es el momento en el que no importa alargar la jornada laboral o asumir más carga de trabajo. Estancamiento No se cumplen las expectativas profesionales. Se empiezan a valorar las contraprestaciones del trabajo, percibiendo que la relación entre el esfuerzo y la recompensa no es equilibrada. En esta fase tiene lugar un desequilibrio entre las demandas y los recursos (estrés). El trabajador se siente incapaz para dar una respuesta óptima.  Frustración Aparecen sentimientos de desilusión y desmoralización. El trabajador empieza a experimentar preocupación, ansiedad, tensión, agotamiento y fatiga. El trabajo carece de sentido, hay poca tolerancia a la frustración, se torna irritable, y empieza a desarrollar conflictos interpersonales y laborales. La salud puede empezar a fallar y aparecen problemas emocionales, fisiológicos y conductuales. Apatía Los cambios actitudinales y conductuales (afrontamiento defensivo) se consolidan. Se genera la tendencia a tratar a los clientes y usuarios de forma distanciada, mecánica, cínica e, incluso, deshumanizada. También se genera un afrontamiento defensivo-evitativo de las tareas estresantes. Burnout El trabajador entra en una fase de colapso emocional y cognitivo con graves consecuencias para la salud. Esto puede obligarlo a abandonar el empleo y arrastrarle a una vida profesional de frustración e insatisfacción. Así mismo, los autores señalan que los trabajadores pueden experimentar distintos niveles de burnout que pueden ir desde síntomas leves hasta episodios extremos que, incluso, pueden derivar en depresión y conductas suicidas. Sin embargo, investigadores de Mayo Clinic afirman que no siempre será fácil determinar en qué etapa de burnout se encuentra una persona porque los síntomas pueden ser difusos. Por ende, aconsejan a los trabajadores hacerse las siguientes preguntas: • ¿Te “arrastras” al trabajo (por ejemplo, te cuesta levantarte para ir) y tienes problemas para empezar? • ¿Te has vuelto irritable o impaciente con tus compañeros de trabajo, jefes o clientes? • ¿Te falta energía para tener una productividad constante? • ¿Te resulta difícil concentrarte? • ¿Tus logros no te dan satisfacción? • ¿Te sientes desilusionado con tu trabajo? • ¿Estás recurriendo a la comida, ciertas drogas o alcohol para sentirte mejor o simplemente para evadirte de tus responsabilidades laborales? • ¿Estás presentando dificultades para dormir? • ¿Estás experimentando dolores de cabeza inexplicables, problemas estomacales o intestinales u otras quejas físicas sin razón aparente? Ahora bien, también es importante identificar las causas que llevan a un trabajador a quemarse por su trabajo. Partiendo de la definición que ha establecido la OMS para el burnout, el origen de esta patología reside en el entorno laboral y en las condiciones de trabajo. Por lo tanto, algunos de los estresores que pueden desencadenar el agotamiento laboral, según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, son: • Estructura de la organización muy jerarquizada y rígida. • Falta de apoyo instrumental por parte de la organización. • Ambigüedad en el rol. • Precaria formación para desempeñar las tareas. • Exceso de burocracia. • Escasa participación de los trabajadores. • Falta de

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Ergonomía organizacional, prevención efectiva en el trabajo

Por: Victorio Martínez Castro, experto certificado en ergonomía aplicada y salud ocupacional, con una maestría en ergonomía y en desarrollo humano organizacional. Miembro del Consejo Consultivo de la Sociedad de Ergonomistas de México. Cómo citar este artículo Martínez Castro, V. (2024). Ergonomía organizacional, prevención efectiva en el trabajo. Revista Protección & Seguridad No. 413. (enero – febrero 2024). pág. 62-68. https://ccs.org.co/portfolio/ergonomia-laboral-prevencion-efectiva/ En el ámbito laboral actual, el sistema preventivo requiere de profesionales conocedores de la importancia de la multiplicidad y diversidad de factores que producen los riesgos ergonómicos y psicosociales que afectan a las personas. Estos profesionales deben sistematizar y aplicar procedimientos de intervención que modifiquen las condiciones laborales de forma que, al menor costo de recursos, logren el mayor beneficio posible para la salud de los trabajadores. La ergonomía y la psicosociología que, en su conjunto, conforman la macroergonomía o ergonomía organizacional, son especialidades preventivas esenciales para abordar los peligros ocupacionales y son fundamentales según las normas internacionales de prevención de riesgos laborales. Esta disciplina implica una serie de obligaciones que, a menudo, resultan difíciles de cumplir y cuyas consecuencias legales pueden ser perjudiciales cuando la seguridad de los sistemas y la integración del factor humano terminan siendo marginados. Esa exclusión tiene una traducción inmediata: ni se diseñan ni se adaptan los puestos a las características psicofísicas de los ocupantes. En otras palabras, el envejecimiento, el retorno a las actividades tras un accidente, la falta de aptitudes o cualquier otra alteración, tiene consecuencias sobre la organización y las características técnicas y organizativas de los procesos y los puestos de trabajo. Sin embargo, factores como el sexo, la edad, el tipo de contrato, el estado físico del trabajador, la implementación de nuevas tecnologías, entre otros, aun cuando estén en la cadena de causalidad de los accidentes, no suelen implicar la tan repetida “adaptación del puesto de trabajo”. Se cae, entonces, en un círculo vicioso donde la mejora sigue estando asociada exclusivamente a la reducción de los indicadores negativos producto de los fracasos de las estrategias como los accidentes de trabajo, enfermedades profesionales, incidentes, entre otros, mientras que los indicadores predictores de la cultura de autocuidado y prevención como el comportamiento, los valores, las actitudes y la interacción entre el individuo y la organización, son ignorados. Adicionalmente, algunas condiciones organizacionales como la presión del tiempo, los procedimientos de trabajo poco realistas, los equipos inadecuados, la falta de entrenamiento o el mantenimiento insuficiente de equipos, entre otras, representan riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores. Estas condiciones están estrechamente relacionadas con otros aspectos laborales deficientes y constituyen la raíz de los accidentes. Por lo tanto, es fundamental abordar estos factores no solo desde una perspectiva teórica, sino también desde un enfoque práctico y completo para prevenir accidentes e incidentes en el entorno laboral. No habrá una adecuada prevención si en la etapa inicial de identificar el peligro y evaluar el riesgo se ignora el análisis de la actividad de trabajo y la importancia del factor humano (figura 1). Aclaraciones relevantes 1. Ergonomía no es igual a confort. La búsqueda de la comodidad, si bien continúa siendo un objetivo ergonómico, no es el principal. El propósito fundamental de la ergonomía es asegurar que la actividad humana se adapte de manera efectiva al sistema al que pertenece. En este sentido, es posible que surjan soluciones que, aunque no sean necesariamente las más cómodas, sean óptimas. Por ejemplo, al diseñar sillas de conducción, se busca una posición que favorezca la alerta y la atención constante del operador humano, en lugar de priorizar la comodidad que podría llevar al adormecimiento y, como resultado, a una disminución en la atención, lo que podría desencadenar un accidente. Sin embargo, a pesar de favorecer la alerta, esa silla debe respetar los principios de ergonomía y los ángulos de confort. 2. No existen soluciones universales. No es posible hablar de una persona promedio que sea representativa de todas las demás. A pesar de la abundancia de soluciones predefinidas o “enlatadas”, la dispersión estadística es una característica inherente a prácticamente todas las facetas de la condición humana. Cada individuo es único y puede variar significativamente en sus necesidades y preferencias. 3. Ergonomía no abarca tan solo la “adaptación del trabajo a la persona”: esto es apenas una parte. Esa concepción deviene de una definición de mediados del siglo XX, periodo en el que no se utilizaban, como en la actualidad, técnicas de entrenamiento o de formación continua. Los humanos también son seres dinámicos que pueden (y deben) adaptarse activamente a sus entornos laborales. De este modo, la «sobre adaptación» puede llegar a ser tan nefasta para el rendimiento y la salud como la «infra adaptación». Es fundamental mantener un nivel de desafío o estrés positivo que permita al operador humano desempeñar un papel activo y beneficioso dentro del sistema. 4. Lo ergonómico no se limita al producto. No se trata simplemente de agregar el adjetivo «ergonómico» a los muebles o productos (como sillas ergonómicas o mochilas ergonómicas), sino de adecuar la actividad humana a la tarea en cuestión. El enfoque de la ergonomía no se centra en el producto, sino en el proceso. Un ejemplo ilustrativo de este concepto erróneo se encuentra en la historia de la disposición actual del teclado en los equipos de cómputo. 5. Falacia del andamio. En ocasiones se comete el error de pensar que lo ergonómico y lo psicosocial se relacionan exclusivamente con riesgos relacionados con el confort y no con los accidentes y enfermedades que son objeto de otras técnicas de prevención. En el ámbito de la prevención de riesgos laborales, es importante comprender que las consecuencias no necesariamente están limitadas al mismo ámbito que las causas. En otras palabras, los factores de riesgo psicosociales no solo conllevan consecuencias psicosociales, al igual que los factores de riesgo ergonómicos no solo generan consecuencias relacionadas con la comodidad. Por lo tanto, en cualquier análisis del trabajo es necesario tener en cuenta, como mínimo, las siguientes variables del puesto de trabajo: • Configuración física: herramientas,

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Una nueva visión sobre la gestión de la salud mental en las organizaciones

Por: Jaime Barrera, director institucional de bienestar organizacional del Consejo Colombiano de Seguridad Cómo citar este artículo Barrera, J. (2024). Una nueva visión sobre la gestión de la salud mental en las organizaciones. Revista Protección & Seguridad No. 418. (noviembre – diciembre 2024). pág. 65-69. https://ccs.org.co/portfolio/bienestar-laboral-salud-mental/ Los riesgos psicosociales se han convertido en un elemento esencial dentro de la gestión del talento humano en cualquier organización, exigiendo una visión renovada por parte de sus directivos y líderes. Este enfoque responde tanto a las expectativas de los colaboradores como al impacto progresivo de dichos riesgos en los equipos y, por ende, en su desempeño y productividad. Las cifras hablan por sí solas. Según un estudio realizado durante el 2024 por el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS), solo en 2022 los trastornos mentales y lesiones autoinfligidas causaron pérdidas que ascienden a los 16.800 millones de dólares lo que representa el 4,4 % del PIB colombiano de ese año. Por si fuera poco, el CCS afirma que entre el 2012 y el 2022 se reportaron más de 162.000 intentos de suicidio en población en edad productiva (de 15 a 64 años) y, en ese mismo periodo, fallecieron 22.504 personas por esta causa. Estos datos alarmantes exigen una reflexión profunda sobre la salud mental en el entorno laboral. Factores como la evolución de los modelos de trabajo, el aumento de las cargas derivadas de la digitalización, la incidencia del estrés laboral y el impacto del absentismo asociado a estos problemas subrayan la necesidad de una gestión más consciente y preventiva. Al mismo tiempo, la creciente demanda de los colaboradores por una mayor promoción del bienestar destaca la oportunidad de construir entornos más saludables y protectores. Una nueva mirada a la cultura de cuidado de las empresas El cuidado de la salud mental es un componente esencial dentro de la cultura organizacional de promoción del bienestar y es un tema que, en el corto plazo, será imposible seguir ignorando. Por ello, muchas empresas ya están comenzando a estudiar, analizar y apoyar activamente la gestión del bienestar psicosocial, reconociendo su impacto directo en el rendimiento, la productividad y la satisfacción de los colaboradores. El estigma asociado a la salud mental se está reduciendo y el bienestar psicosocial se ha convertido en un tema relevante de discusión en la sociedad. Por eso, dentro de muchas organizaciones se empieza a apreciar la necesidad de un desarrollo real de todas las propuestas que tienen que ver con el cuidado de la salud mental. Un progreso que, si queremos que avance, debe tomar en consideración algunos principios: • Proactividad: antes de que surjan problemas, es fundamental trabajar en la identificación y gestión de los riesgos potenciales, adoptando medidas preventivas. • Integralidad: la gestión de las políticas de salud mental debe estar integrada en la estrategia de gestión de personas, así como en la de seguridad y salud, garantizando un enfoque holístico que abarque todos los aspectos del bienestar laboral. • Accesibilidad: al igual que sucede con otros servicios dirigidos a los empleados, la accesibilidad y digitalización son esenciales para garantizar que los recursos de salud mental estén al alcance de todos de manera rápida, eficiente y sin barreras. • Confidencialidad: a pesar del avance en la reducción del estigma, es crucial contar con un entorno seguro y discreto. Esto no solo asegura el cumplimiento de las leyes de protección de datos, sino que también fomenta que las personas busquen ayuda sin temor a ser juzgadas, promoviendo una cultura de confianza y apoyo. • Adaptación: las soluciones, intervenciones y seguimientos deben ajustarse a las necesidades individuales de cada miembro del equipo. Como dice el viejo mantra, tan utilizado en la gestión del capital humano, «el café para todos» ya no es suficiente; se requiere un enfoque personalizado que contemple las particularidades de cada persona para promover su bienestar y desarrollo. Un abordaje a través de tres estadios El enfoque se basa en un abordaje estructurado en los tres estadios de la prevención. La prevención primaria se centra en ofrecer herramientas y recursos en psicoeducación para fortalecer las habilidades de afrontamiento, la resiliencia y el bienestar emocional en la población general. A la par de la promoción de la salud, se debe identificar a la población de alto riesgo que pueda presentar trastornos mentales. En conjunto, estas tareas son esenciales para que la cultura corporativa reconozca la importancia de estos temas y el mensaje se internalice adecuadamente. La prevención secundaria trata de detectar tempranamente los trastornos mentales y brindar intervenciones oportunas para evitar su agravamiento. Las encuestas de clima laboral, los cuestionarios de riesgos sociales o herramientas digitales como ‘Psicomet’ facilitan la detección temprana y también la gestión de riesgos incipientes. Por último, la prevención terciaria se enfoca en mitigar las consecuencias negativas de los riesgos psicosociales en los trabajadores que ya han desarrollado problemas de salud. En este estadio, herramientas como el programa de ayuda al empleado (PAE) han generado una verdadera revolución. La disponibilidad de apoyo psicológico 24/7, a través de teléfono, videollamada, chat o correo electrónico se ha convertido en una herramienta cada vez más accesible y con mayor penetración en las organizaciones. ¿Cuál es la visión de Affor Health? En Affor Health, nos comprometemos a ser un referente y una guía para las organizaciones a las que deseamos apoyar. Nuestro esfuerzo está centrado en cuidar la experiencia tanto del empleado como del colaborador. Con más de 14 años de experiencia, acompañamos a las empresas mediante un equipo especializado que nos permite enfocar cada proyecto (ya sea de sensibilización, evaluación o formación) en las necesidades específicas de nuestros clientes. Hemos trabajado con numerosas empresas de ambos lados del Atlántico, algunas de ellas desde hace muchos años, como BBVA, Ferrovial, Leroy Merlin, MAPFRE y Siemens-Gamesa, entre otras. En los últimos años, hemos desarrollado ‘Mentallypro’, una innovadora herramienta de evaluación psicosocial adaptada a diferentes sectores y necesidades organizacionales. Esta herramienta ha sido muy bien recibida en el ámbito empresarial y, para su desarrollo, hemos contado con el apoyo de más de

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Avances tecnológicos en Tareas de Alto Riesgo (TAR)

Por: Humberto Carmona G. Experto en seguridad industrial, tareas de alto riesgo y construcción de normativa Ingeniero mecánico / Especialista en Seguridad y Salud en el Trabajo / Amplia experiencia en sistemas de gestión, continuidad del negocio y análisis de riesgos Cómo citar este artículo Carmona, H. (2023). Avances tecnológicos en Tareas de Alto Riesgo (TAR). No. 411. (septiembre – octubre 2023). pág. 08-11. https://ccs.org.co/portfolio/avances-tecnologicos-en-tareas-de-alto-riesgo-tar/ En los últimos meses, el auge de Chat GPT y otras aplicaciones de inteligencia artificial ha generado un interés creciente en estos temas aunque, a menudo, se pasa por alto que la inteligencia artificial es apenas uno de los componentes de la cuarta revolución industrial. De hecho, en muchos entornos académicos, estos conceptos llegan a confundirse. Sin embargo, más allá de estos aspectos, lo que es innegable, incluso en países subdesarrollados como Colombia, es que esta nueva era llegó para quedarse trayendo consigo una serie de avances tecnológicos que transformarán la industria. También es común enfocar la Cuarta Revolución Industrial como un fenómeno ligado a la pérdida de empleos, como se expone en el libro ‘¡Sálvese quien pueda!: el futuro del trabajo en la era de la automatización’ de Oppenheimer (2019). Sin embargo, no debemos perder de vista que, a medida que la automatización, la inteligencia artificial y la conectividad se integran en la producción y la operación, un aspecto crucial que no debe pasarse por alto es su impacto en la seguridad industrial. Entonces, ¿por qué no explorar cómo esta revolución está reconfigurando la seguridad en el entorno laboral? Es posible examinar los desafíos que presenta, pero también las oportunidades prometedoras y sin precedentes que ofrece. Desde la perspectiva legal, en Colombia contamos con una legislación de vanguardia que, a partir del Decreto 1072 de 2015, la Resolución 0491 de 2020 y la Resolución 4272 de 2021, establece la jerarquía de controles como herramienta para la gestión del riesgo, siendo la tecnología innovadora la mejor respuesta que tiene el empresariado para cumplir con los objetivos empresariales. La automatización es uno de los pilares de la cuarta revolución industrial. Máquinas autónomas y sistemas cibernéticos están tomando el timón en tareas peligrosas y repetitivas. Sin embargo, esta transformación no está exenta de desafíos. La interacción entre humanos y robots, por ejemplo, requiere una gestión de riesgos completamente nueva. Las tecnologías de seguridad colaborativa, como los sensores de proximidad avanzados y los sistemas de parada automática, se convierten en aliados esenciales para prevenir colisiones y garantizar la seguridad de los trabajadores. Además, se abre un vasto horizonte de oportunidades gracias al avance de la inteligencia artificial. Esto permite complementar las estrategias de control al anticipar y abordar los riesgos laborales a través del análisis de grandes conjuntos de datos para identificar patrones y señales de peligro en etapas tempranas, previniendo situaciones de riesgo antes de que se materialicen. A su vez, los algoritmos de aprendizaje automático pueden analizar incidentes pasados y detectar tendencias ocultas, permitiendo una mejora continua de los protocolos de seguridad, lo que se podría traducir como una seguridad con enfoque preventivo y predictivo. Estos avances no solo son aplicables al control de los procesos operativos; los desafíos industriales actuales demandan un personal más capacitado y competente. Además, el desarrollo tecnológico ha posibilitado la creación de herramientas como las plataformas de aprendizaje en línea, la realidad virtual y los simuladores interactivos, que ofrecen oportunidades de capacitación inmersivas y eficaces. Esto capacita a los empleados para abordar los riesgos en constante evolución de manera informada y segura. Incluso en la actualidad, la inteligencia artificial ha mejorado los procesos de selección basándose en antecedentes relacionados con accidentes, comportamiento y salud. En industrias que tienen tareas críticas o de alto riesgo como trabajos en alturas, izaje de cargas, excavaciones y espacios confinados, los avances tecnológicos también están dejando huella. Drones, robots, cámaras de alta definición y cambios en el diseño de máquinas, equipos y plantas están transformando la forma en que se llevan a cabo estas tareas. Los drones pueden inspeccionar estructuras desde ángulos inaccesibles, detectando problemas antes de que se conviertan en peligros tangibles y reduciendo los tiempos de intervención. Las cámaras fijas o montadas en drones permiten a los trabajadores visualizar áreas de trabajo desde lugares seguros, mejorando la toma de decisiones y minimizando la exposición al riesgo. Al respecto, en un artículo reciente, Mohammad Z. (2022) explora el monitoreo en tiempo real de los riesgos en trabajos en alturas utilizando drones y aprendizaje profundo para luego, plantear los beneficios de la supervisión de los trabajadores que realizan trabajos en estas condiciones a partir del uso de drones. En el ámbito de las excavaciones, la seguridad se convierte en un desafío tanto en la superficie como bajo tierra. Por ende, las tecnologías de detección de terreno, como los radares de penetración en el suelo (GPR), proporcionan información no invasiva sobre lo que allí se encuentra. Estos sistemas identifican objetos enterrados como tuberías o cables, evitando perforaciones accidentales con potenciales consecuencias catastróficas. Por su parte, los sistemas de monitoreo en tiempo real ayudan a evaluar la estabilidad del terreno, previniendo colapsos y garantizando la seguridad de los trabajadores. Finalmente, no se pueden obviar todos los sistemas robotizados que, hoy por hoy, permiten realizar excavaciones y aplicaciones de redes subterráneas sin exponer a los trabajadores. De otro lado, levantar y mover cargas pesadas es una tarea que requiere potencia y precisión. Aquí es donde la automatización y la robótica están marcando la diferencia. Grúas y equipos de izaje controlados por computadora permiten un manejo más seguro y eficiente de las cargas. Sensores y sistemas de control avanzados garantizan la precisión milimétrica en el levantamiento y movimiento de cargas, reduciendo el riesgo de caídas o manipulación inadecuada. En este ámbito, la inteligencia artificial está destinada a desempeñar un papel crucial y pronto generará cambios significativos en la forma en la que se ejecutan los izajes. Así mismo, adentrarse en espacios confinados puede ser una tarea peligrosa para los trabajadores. La robótica está cambiando las reglas de juego y

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Tecnología y cultura: así fue como Frontera Energy llevó la seguridad vial a otro nivel

Por: Lizeth Viviana Salamanca Galvis / líder de comunicaciones del CCS / comunicadora social con énfasis en periodismo / magíster en responsabilidad social y sostenibilidad Cómo citar este artículo Salamanca Galvis, L. (2024). Tecnología y cultura: así fue como Frontera Energy llevó la seguridad vial a otro nivel. No. 413. (enero – febrero 2024). pág. 75-79. https://ccs.org.co/portfolio/tecnologia-cultura-frontera-energy-seguridad-vial/ Imagine el siguiente escenario: en las entrañas del piedemonte llanero, una empresa dedicada a la producción, transporte y comercialización de petróleo y gas natural lleva varias horas esperando un vehículo para transportar el producto de su planta, solo para descubrir, al final, que el conductor que espera en realidad se encuentra en Cartagena, a cientos de kilómetros de distancia. Esta era la realidad que experimentaba Frontera Energy antes de la implementación de ‘Pegaso’, una plataforma digital que ha transformado por completo la forma en que la compañía aborda la logística y la seguridad vial en sus operaciones, de manera especial, la de transporte de hidrocarburos. Se trata de una iniciativa que surgió en 2018 para dar respuesta a necesidades cruciales de la empresa en torno a la gestión en tiempo real de la logística, la garantía en la evacuación del producto y la eficiencia y el cumplimiento de los estándares de seguridad vial y de Salud, Seguridad y Ambiente (HSE por sus siglas en inglés) de vehículos y de conductores por parte de las empresas transportadoras que contrata. Anteriormente, las decisiones se basaban en la información proporcionada por los transportadores, lo que generaba incertidumbre en la operación. “Dependíamos de lo que nos decía el conductor con respecto a su ubicación en el territorio nacional y a las condiciones en las que él mencionaba que estaba el vehículo, pero no sabíamos a ciencia cierta si ese vehículo realmente se encontraba en un estado óptimo y si iba a llegar al campo para retirar y transportar el producto”, recuerda Deyanira Gamba, gerente senior de transporte de Frontera Energy. También era preciso validar que las flotas y los conductores cumplieran con todos los estándares de seguridad vial y las certificaciones correspondientes. Seguimiento en tiempo real Hoy por hoy, ´Pegaso’ es una plataforma de gestión y control logístico que les permite a las empresas transportadoras cargar toda la documentación requerida para garantizar el cumplimiento de los requisitos normativos y legales, así como los estándares internos establecidos por Frontera Energy. Esta información es sometida a una rigurosa validación y verificación por parte del equipo de logística y seguridad industrial de la compañía antes de autorizar el acceso de los contratistas a la operación. Además, en el desarrollo y aplicación de ‘Pegaso’ surgieron necesidades que han ampliado su funcionalidad y alcance. Además de brindar información estadística sobre documentación y cumplimiento de requisitos, se evidenció la importancia de monitorear el desempeño de los vehículos una vez se encontraban en operación. “Queríamos conocer en tiempo real qué pasaba con el vehículo, si tenía excesos de velocidad, si estaba transitando por una ruta no permitida o en un horario no autorizado, todo esto con el objetivo de ejercer un control más riguroso sobre las operaciones y reducir los incidentes”, afirma Alexandra Celis, líder senior de Seguridad Industrial. Gracias a su desarrollo tecnológico —que incorpora seguimiento a través de GPS (Sistema de Posicionamiento Global)—, la plataforma puede detectar comportamientos y actos inseguros de los conductores en la vía como sobrepasar los límites establecidos de velocidad o exceder su horario laboral. Además, en situaciones de pérdida o robo de producto, es posible analizar si el vehículo transitó por áreas prohibidas o de alto riesgo debido a actividades ilegales, como el apoderamiento ilícito de crudo. Para ello, el sistema ha sido programado a partir de la implementación de georreferenciaciones específicas diseñadas para abordar y controlar aspectos particulares. Lo que hace ‘Pegaso’ es, básicamente, decodificar en tiempo real la información emitida por el GPS de cada vehículo. “Entonces, en determinadas zonas y horarios, están parametrizados límites de velocidad, horarios, paradas, etc. En esa “geocerca”, cualquier desviación es identificada por el sistema para generar una alerta que luego deriva en un plan de acción”, explica Gamba. Este enfoque tiene su razón de ser en un riguroso estudio desarrollado desde la vicepresidencia de transporte de Frontera Energy que determinó, para cada ruta, un tiempo específico de tránsito. El objetivo era asegurar que los conductores se desplazaran dentro de las velocidades establecidas en los estándares de la compañía y el cumplimiento de la normatividad vigente. De esta forma, se les brinda a las empresas transportadoras y conductores un marco claro: para cada ruta, existe un tiempo predeterminado en el que el conductor debe llegar a su destino. La premisa es que no necesitan apresurarse ya que en ‘Pegaso’ existen programaciones asociadas a los turnos de carga y descarga. En este sentido, si el conductor tiene una ruta establecida de un punto ‘A’ a un punto ‘B’, la herramienta establece la hora de llegada más aproximada acorde a la velocidad máxima permitida. Cualquier arribo antes de la hora programada se revisa para comprender la razón de la anticipación. “Ya no tienen que correr para llegar de primeros y cargar el producto más rápido, como ocurría en antaño con la llamada guerra del centavo. Eso quedó en el olvido”, indica la ejecutiva de Frontera Energy. En caso de que se identifique un exceso de velocidad, se emite un llamado de atención a la empresa transportadora correspondiente para que le dé el debido manejo a la situación lo que puede incluir una reinducción al conductor, un llamado de atención o lo que considere pertinente, de acuerdo con sus políticas internas. No obstante, es preciso aclarar que, mediante la implementación de esta herramienta, Frontera Energy no asume el papel ni la responsabilidad de gestionar una central para las empresas transportadoras. Cada contratista tiene el deber de establecer y operar su propia central de tráfico la cual debe contar con personal disponible las 24 horas. Este equipo se encarga de vigilar continuamente los vehículos y mantenerse en contacto directo con los conductores para

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Una cultura de ciberseguridad basada en la gente, creadora de valor en las organizaciones

Por: Carlos Bermúdez / gerente de tecnología e informática del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) / ingeniero de sistemas / magíster en transformación digital / certificado en Inteligencia Artificial (AI), computación en la nube, internet de las cosas (IoT), Blockchain y Ciberseguridad / especialista en dirección y gerencia de proyectos Cómo citar este artículo Bermúdez, C. (2023). Una cultura de ciberseguridad basada en la gente, creadora de valor en las organizaciones. No. 412. (noviembre – diciembre 2023). pág. 66-68. https://ccs.org.co/portfolio/cultura-ciberseguridad-gente-creadora-valor-organizaciones/ En la era digital las organizaciones están cada vez más expuestas a los ciberataques. Esta es una preocupación creciente para las organizaciones en todo el mundo. Incluso, debido a la alta cantidad de datos que se manejan en línea, es fundamental tomar medidas para protegerse contra este fenómeno y evitar graves consecuencias para las organizaciones. Según el reporte ‘Reforzando la Resiliencia en Ciberseguridad’ publicado recientemente por WTW Latam, hoy los ciberataques figuran como el riesgo más relevante, con pérdidas que podrían alcanzar a nivel global los 24 billones de dólares a 2027, lo que equivale al Producto Interno Bruto (PIB) de todo Estados Unidos (citado por La República, 2023). De hecho, el Informe de Brecha de Habilidades de Ciberseguridad de 2022 realizado por Fortinet señaló que, tan solo en Latinoamérica, el 87 % de las empresas consultadas en esta región sufrió brechas de ciberseguridad en el periodo analizado (2022) y en el 63 % de los casos, las compañías sufrieron afectaciones económicas iguales o superiores al millón de dólares (Infobae, 2022). Pero ¿qué son los ciberataques? Se trata de ataques informáticos dirigidos a un sistema o red con el objetivo de dañarlo, robar información o interrumpir su funcionamiento. Los ciberataques pueden ser llevados a cabo por individuos, organizaciones delictivas o, incluso, por gobiernos. Las motivaciones pueden variar y se pueden clasificar en tres categorías principales: delictivas, políticas y personales. Los atacantes con motivos delictivos buscan ganancias financieras a través del robo de dinero, la apropiación de datos o la interrupción del negocio. De igual manera, personas con motivaciones personales, como empleados actuales o antiguos colaboradores insatisfechos, pueden buscar acceder a información confidencial o perturbar el funcionamiento de una empresa. No obstante, su principal objetivo suele ser la obtención de compensaciones económicas. Entre tanto, los atacantes con motivaciones sociopolíticas buscan llamar la atención de sus causas. De acuerdo con el informe de WTW, los ataques cibernéticos más frecuentes son el secuestro de datos (ransomware), acceso al servidor, correos maliciosos (phishing), robo de datos y recolección de credenciales (La República, 2023). La ciberseguridad, por su parte, es la disciplina que se encarga de proteger los sistemas, redes, datos y aplicaciones de las organizaciones frente a los ataques cibernéticos. Por eso, resulta cada vez más importante en el contexto organizacional, ya que entidades, empresas e industrias de cualquier naturaleza, tamaño o sector dependen cada vez más de la tecnología para su funcionamiento. De esta manera, la ciberseguridad desempeña un papel fundamental en la preservación del valor y la continuidad de los negocios al salvaguardar los datos, que representan uno de los activos más preciados para las organizaciones. Esto contribuye a prevenir posibles pérdidas financieras, daños a la reputación e, incluso, la interrupción del negocio. La ciberseguridad desempeña un papel crucial al resguardar la privacidad de clientes y empleados, lo cual contribuye a mantener y fortalecer la confianza en el negocio, generando beneficios tanto para la empresa como para sus partes interesadas. Al prevenir posibles ataques cibernéticos y la consiguiente pérdida de datos confidenciales o información altamente sensible, la ciberseguridad contribuye a mantener la integridad de la empresa, protege frente a posibles demandas y litigios por fugas de datos y ayuda a proteger su posición en el mercado. Otra de sus funciones importantes consiste en proteger la reputación de las organizaciones. La gestión efectiva de amenazas cibernéticas y la prevención de violaciones de seguridad ayudan a evitar incidentes que podrían dañar la imagen y la percepción pública de la empresa. Mantener una sólida reputación es esencial para atraer a clientes, inversionistas y socios comerciales y contribuye significativamente al éxito a largo plazo de la organización. Por último, la ciberseguridad desempeña un papel esencial al salvaguardar las operaciones de las organizaciones frente a los ataques cibernéticos, lo que, a su vez, garantiza la continuidad del negocio. Esto asegura que la empresa pueda mantenerse en funcionamiento sin interrupciones significativas y, por lo tanto, sostener su capacidad de servir a sus clientes y cumplir sus compromisos comerciales. Las organizaciones deben desarrollar políticas y procedimientos claros y concisos que sean fáciles de entender y seguir. Este tipo de lineamientos son necesarios para establecer normas y directrices, especialmente, en materia de ciberseguridad. Además, la tecnología puede ayudar a las organizaciones a proteger su información y sus sistemas. Por ende, se deben implementar soluciones de ciberseguridad acordes al contexto, las necesidades y particularidades de cada empresa, institución o entidad. No obstante, a pesar de la disponibilidad de diversas soluciones tecnológicas en el mercado, junto con las considerables inversiones económicas que las organizaciones realizan, los ciberataques continúan siendo efectivos y comprometen la seguridad. ¿Cuál es la razón detrás de esta vulnerabilidad persistente? La respuesta es más sencilla de lo que parece y compromete dos factores. El primero tiene que ver con las amenazas internas, las cuales son generadas por usuarios que tienen acceso autorizado y legítimo a los activos de una organización y abusan de ellos de forma deliberada o accidental. Este factor es el que, en la mayoría de los casos, genera vulnerabilidades frente a los ataques o permite el ingreso del intruso a la organización. En otras palabras, todos y cada uno de los empleados y colaboradores de una organización son potencialmente atacantes o simplemente agentes portadores de la llave que da acceso a los atacantes. A este fenómeno se le conoce como “el eslabón débil de la cadena”. Por consiguiente, es necesario fomentar un entorno en el que los trabajadores obtengan el conocimiento y la intuición para convertirse en la primera línea de defensa. Una buena práctica

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