Por Leidy Liceth Pérez Claros / Enfermera / Especialista en salud ocupacional / Magíster en salud y seguridad en el trabajo / Líder técnica del CCS Bogotá, Colombia.
Durante décadas el holismo en el sector salud ha sido un propósito en el marco de la prestación de un servicio humanizado para individuos y colectivos. No obstante, al parecer esta doctrina se hace lejana en otros procesos fundamentales como es el caso de la sostenibilidad, precisamente, por la dificultad de migrar de un modelo de producción y consumo lineal a un modelo holístico o renovador, denominado como economía circular.
De hecho, la naturaleza misma del sector salud se convierte en una de las principales dificultades para realizar esta migración pues se caracteriza por la utilización de insumos e instrumentos limpios y/o estériles de un solo uso o, incluso, “intento de uso” —cuando se presenta la contaminación por error del producto y debe descartarse antes de ser utilizado con el paciente—. Entre otros aspectos, este procedimiento busca dar alcance a protocolos estrictos que apuntan a buenas prácticas de seguridad del paciente, minimizando la propagación de infecciones asociadas a la prestación del servicio o las denominadas infecciones nosocomiales.
Adicional a lo anterior, se debe resaltar que los residuos hospitalarios constituyen un peligro para los trabajadores de la salud y para la población en general. Estos pueden generar, entre otras afectaciones, quemaduras por radiación, heridas por objeto punzocortante, intoxicaciones y contaminación por liberación al medio de productos farmacéuticos (en particular antibióticos y fármacos citotóxicos) e intoxicaciones y contaminación por aguas residuales. Así mismo, existen otros posibles riesgos infecciosos, como la propagación de microorganismos farmacorresistentes tras su liberación al medio ambiente originada en establecimientos sanitarios (OMS, 2018).
Los residuos hospitalarios pueden ser de diversa índole. En la tabla 1 se relacionan los tipos de residuos hospitalarios que han sido clasificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS):
Tabla 1. Tipos de residuo hospitalario
En Colombia, la gestión de estos residuos está regulada por normas del nivel nacional, mediante las cuales se han clasificado estos residuos y se han puntualizado acciones específicas para algunos de estos, como lo es el “aprovechamiento y reciclaje de residuos de bolsas o recipientes que han contenido soluciones para uso intravenoso, intraperitoneal y en hemodiálisis, generados en las actividades
de atención de salud”. A continuación, se presenta un compilado de las normas aplicables en el país para este tipo de desechos:
Tabla 2. Normatividad colombiana de residuos hospitalarios y similares Norma Título
Tanto las definiciones de residuos como la normatividad aquí citada son fundamentales ya que, dependiendo de la clasificación, se determina su manejo. Por su parte, los residuos peligrosos son aquellos que pueden ser infecciosos, tóxicos o radiactivos y, en el proceso final de estos, se procede, en la mayoría de los casos, a la incineración, la inactivación o disposición en celdas de seguridad.
Sin embargo, si se incineran materiales que no se prestan a este tipo de tratamiento, se liberan a la atmósfera agentes contaminantes, así como cenizas residuales. Por otra parte, si se someten a incineración productos que contienen cloro, estos pueden liberar dioxinas y furanos, sustancias que son cancerígenas para el ser humano y que han sido asociadas a diversos efectos perjudiciales para la salud. A su vez, la incineración de metales pesados o productos con alto contenido metálico (en particular, de plomo, mercurio y cadmio) puede provocar la dispersión en el medio de metales tóxicos (OMS, 2018).
Una problemática reportada por la OMS es el proceso de incineración innecesario para residuos que no son peligrosos. De hecho, se calcula que, de todos los residuos generados por las actividades de atención sanitaria, aproximadamente un 85 % son residuos comunes y solo el 15 % serían material peligroso (OMS, 2018) siendo este un punto crucial que dificulta practicas sostenibles.
El papel del ámbito hospitalario en la circularidad económica del país
Específicamente en Colombia se ha venido implementando un modelo de Economía Circular, el cual incluye el Sistema de Información de Economía Circular (SIEC) que semestralmente reporta el estado por actividad económica. Por su parte, las actividades equivalentes al trabajo hospitalario incluidas en el SIEC son las actividades de atención de la salud humana y de servicios sociales, incorporadas en la etiqueta de la actividad económica denominada: administración pública y defensa.
Al revisar el desempeño, según los indicadores establecidos para analizar el nivel de circularidad económica, se encuentran cuatro componentes: la extracción de activos ambientales; la producción de bienes y servicios; el consumo y uso; y el cierre y optimización en los ciclos de vida de los materiales y productos, aclarando que estos componentes agrupan 23 indicadores.
Concretamente, al validar el desempeño de la actividad económica de la administración pública y defensa en el último informe publicado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) se destaca que esta actividad ocupa el primer lugar en el indicador del uso de agua distribuida por actividad económica, representando el 37 % del total del consumo del recurso hídrico a nivel nacional, equivalente a 274,17 millones de metros cúbicos (Departamento Administrativo Nacional de Estadística, 2020).
Por otra parte, frente al indicador de la intensidad hídrica, se evidencia nuevamente que la administración pública y defensa ocupa el primer lugar, siendo la actividad económica más intensiva en el uso de agua con un consumo de 2.178 metros cúbicos de agua por cada mil millones de pesos generados de valor agregado. Lo expuesto anteriormente, muestra los altos parámetros de consumo por parte del ámbito hospitalario, cobrando mayor importancia, al recordar la dificultad que se presenta para implementar un modelo de economía circular.
Una mirada al panorama internacional
El panorama expuesto hasta este punto no difiere de lo reportado en la literatura. Fletcher et al. realizaron una revisión sistemática en bases de datos científicas para identificar estrategias nuevas y existentes para la gestión de residuos plásticos generados por hospitales. Los resultados mostraron que las estrategias predominantes de gestión de residuos fueron la eliminación en vertederos y la incineración y el reciclaje. Mientras tanto, estrategias alternativas incluyeron la reducción, la reutilización, la biorremediación mediante la acción microbiana y el reciclaje químico utilizando disolventes hidrófilos. Esta revisión destaca una discrepancia entre los niveles de alineación respecto a los principios de la economía circular en las estrategias de gestión de residuos de los países desarrollados y en desarrollo, lo que sugiere la necesidad de colaboración internacional y estrategias sensibles a contextos regionales específicos (Fletcher et al., 2021).
Por su parte, Van Straten et al. le apostaron a realizar un estudio de intervención en el cual, durante 6 meses, se recogieron residuos de tres hospitales con el objeto de validar qué tantos podrían recuperarse y convertirse en materia prima. Al final se recogió un total de 1.380 kg de residuos hospitalarios, de los cuales 237 kg se reacondicionaron y devolvieron a los hospitales para su puesta en servicio, lo que supuso un ahorro de 38.868 €. Estos resultados posicionan la circularidad como modelo sostenible que podría proporcionar una base para un nuevo enfoque en la gestión de residuos quirúrgicos, logrando ahorros de costos y beneficios ambientales a largo plazo (van Straten et al., 2021).
De igual forma, en Bélgica se llevó a cabo un estudio que centró su atención en la generación de residuos hospitalarios producto de la atención en quirófanos. Como hallazgos relevantes se destacaron dos puntos críticos: por un lado, el embalaje logístico (terciario, secundario y primario) de los productos y, por otro, la clasificación incorrecta entre residuos médicos peligrosos y no peligrosos
(Harding et al., 2021).
Un reto por alcanzar
El tratamiento adecuado de los residuos hospitalarios es una necesidad mundial. En primera instancia es importante migrar hacia formas adecuadas de gestión que incorporen tecnologías e innova ciones amigables con el medio ambiente. Algunas alternativas incluyen incineradoras modernas que operan a altas temperaturas y cuentan con sistemas de depuración de gases, lo cual evita la emisión de dioxinas y furanos, por ejemplo. Otras opciones paralelas a la incineración son la esterilización en autoclave o por microondas, el tratamiento por vapor combinado con agitación de los materiales tratados o el tratamiento químico (OMS, 2018).
Algunas de las recomendaciones que ha sugerido la OMS (2018) para una adecuada gestión de los recursos hospitalarios son:
- La implantación de un sistema integral, que determine las responsabilidades, la asignación de recursos y los procesos de manipulación y evacuación de residuos. Se trata de un proceso a largo plazo que pasa por la introducción de mejoras graduales.
- La sensibilización acerca de los riesgos ligados a los residuos sanitarios y un mejor conocimiento de las prácticas seguras y fiables.
- La selección de métodos de gestión seguros y ecológicamente inocuos a fin de proteger a las personas de todo peligro en los procesos de recogida, manipulación, almacenaje, transporte, tratamiento o eliminación de residuos.
Se puede concluir que llevar a cabo prácticas sostenibles en el entorno hospitalario que permitan alcanzar el modelo de economía circular requiere desde la articulación de esfuerzos gubernamentales e institucionales, pasando por el desarrollo de investigaciones desde la academia, hasta la capacitación del personal de salud frente a la clasificación adecuada de los residuos hospitalarios, como vías clave para su gestión efectiva y consecuente impacto positivo en el medio ambiente así como la reducción de la morbilidad asociada a las malas prácticas.
Referencias
- Departamento Administrativo Nacional de Estadística. (2020). Economía circular. https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/ambientales/economia-circular
- Fletcher, C. A., St. Clair, R., & Sharmina, M. (2021). A framework for assessing the circularity and technological maturity of plastic waste management strategies in hospitals. Journal of Cleaner Production, 306, 127-169. https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2021.127169
- Harding, C., Van Loon, J., Moons, I., De Win, G., & Bois, E. D. (2021). Design opportunities to reduce waste in operating rooms. Sustainability (Switzerland), 13(4), 1-14. Scopus. https://doi.org/10.3390/su13042207
- OMS. (2018). Desechos de las actividades de atención sanitaria. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/health-care-wastevan Straten, B., Dankelman, J., van der Eijk, A., & Horeman, T. (2021). A Circular Healthcare Economy; a feasibility study to reduce surgical stainless steel waste. Sustainable Production and Consumption, 27, 169-175. Scopus. https://doi.org/10.1016/j.spc.2020.10.030.
Artículo técnico tomado de la Revista del Consejo Colombiano de Seguridad, Protección & Seguridad No. 398 Julio – Agosto – 2021