Manejo seguro de productos químicos en el hogar

Por: Yezid Fernando Niño Barrero / Ingeniero Ambiental y Sanitario / Especialista en Higiene y Salud Ocupacional / M.Sc. Salud Pública / PhD en Ingeniería (c) / Gerente Técnico del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS).

Diana Marcela Gil Bohórquez / Ingeniera química / Especialista en Higiene y Salud Ocupacional / Máster en MBA, Dirección y Administración de Empresas / Directora de Productos y Servicios en Mejora y Soluciones.

Hernán Darío Rentería / Médico / Especialista en Salud Ocupacional y Toxicología ocupacional.

Yady Cristina González Álvarez / Ingeniera química / Especialista en Epidemiología / Contratista Componente de Seguridad Química Ministerio de Salud
y Protección Social.

¿Qué es un producto químico?

Los productos químicos están definidos en Colombia, según el artículo 2° de la Ley 55 de 1993, como los elementos y compuestos químicos, y sus mezclas, ya sean naturales o sintéticos. Por su parte, el Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (SGA) define una sustancia química como “un elemento químico y sus compuestos en estado natural u obtenidos mediante cualquier proceso de producción, incluidos los aditivos necesarios para conservar la estabilidad del producto y las impurezas que resulten del proceso utilizado, y excluidos los disolventes que puedan separarse sin afectar a la estabilidad de la sustancia ni modificar su composición”.

¿Qué es un producto químico peligroso?

Se considera un producto químico peligroso a aquel que incluye características peligrosas para la salud, el ambiente y la infraestructura, conforme con la aplicación de los criterios de clasificación de peligrosidad establecidos en el SGA. Cabe señalar que Colombia a partir de 2018 adoptó el SGA y por lo tanto, una sustancia será considerada peligrosa siempre y cuando cumpla con al menos uno de los criterios de peligrosidad de este sistema, como se sintetiza en la ilustración.

Producto químico peligroso

¿Cuáles son las vías de ingreso de los productos químicos?

Dentro de las vías de ingreso de las sustancias químicas al organismo se encuentra la vía respiratoria, cutánea y digestiva (Bernabé, Izcapa, Rivera, Arcos, & Bravo, 2014); la sustancia química deberá atravesar las membranas celulares para acceder al órgano donde se produce el efecto.

Vía respiratoria

Esta vía es la más común y por lo tanto la más importante, en especial para aquellos gases, vapores o sustancias sólidas o líquidas que poseen una presión de vapor alta o tienen mayor posibilidad de pasar al aire. Hay partículas que pueden ser retenidas a nivel de las vías respiratorias superiores y otras que pueden penetrar a través del sistema respiratorio. La sustancia química puede ingresar al cuerpo cuando la respiramos a través de la nariz o la boca. Cuando se huele una sustancia química, se está respirando. Pero ciertas sustancias químicas no tienen olor o la persona se acostumbra a él y deja de notarlo. El efecto está asociado al tamaño de la partícula, su estado físico y los peligros de la sustancia.

Vía cutánea

La piel es el órgano de mayor tamaño en el cuerpo humano y es una de las principales capas de protección del organismo para diversos agentes físicos, químicos y biológicos, y a su vez uno de los principales órganos expuestos a los productos químicos. Las sustancias que entran al organismo por vía dérmica deben atravesar una serie de capas que forman la piel hasta llegar a los capilares sanguíneos y poder ser absorbidos.

Vía digestiva

No es habitual que en el hogar se presente de manera directa la exposición a sustancias químicas por esta vía, por lo que comúnmente estas exposiciones están asociadas a accidentes derivados de inadecuadas condiciones de almacenamiento, uso y manejo de los productos químicos en el hogar. El efecto por esta vía puede estar asociado a peligros de corrosión o irritación directamente sobre el tracto digestivo o por los peligros asociados al metabolismo de las sustancias químicas.

¿Qué productos químicos se utilizan en el hogar?

La mayoría de los productos que se encuentran en su hogar pueden contener sustancias químicas, por lo tanto, se debe ser cuidadoso al leer las etiquetas y en especial las advertencias, de tal forma que se puedan identificar fácilmente cuáles productos contienen sustancias químicas con características de peligrosidad. Entre los productos comúnmente utilizados en el hogar y que pueden contener sustancias químicas peligrosas, se incluyen:

  • Desinfectantes para baños y cocinas, sanitizadores, blanqueadores.
  • Productos de limpieza o mantenimiento del hogar, tales como: jabones, ceras, betunes, velas, limpiadores de desagües, limpiavidrios, desengrasantes, desmanchadores, pinturas, pegamentos, ambientadores, desinfectantes multiusos, ácido muriático (ácido clorhídrico), creolina, naftalina, varsol.
  • Productos para automóviles almacenados en la casa, tales como anticongelantes o líquido para lavar parabrisas.
  • Productos de belleza o para el cuidado de la salud, tales como medicamentos, alcohol antiséptico, cosméticos para el cabello y las uñas, cremas depilatorias, aditivos de tinturas para el cabello, lacas.
  • Aerosoles y cebos para cucarachas.
  • Insecticidas.
  • Venenos para ratas y otros roedores.
  • Productos para eliminar malezas.
  • Productos para el cuidado de sus plantas y del jardín.
  • Champú antipulgas o garrapatas, polvos y baños desinfectantes para mascotas.
  • Productos químicos para piscinas.
  • Combustibles como gasolina, ACPM.
  • Juegos pirotécnicos y pólvora.

¿Cómo reconocer si las sustancias químicas utilizadas en el hogar son peligrosas?

Una sustancia es clasificada como peligrosa si cumple alguno de los siguientes criterios: peligros físicos, refiriéndose a características de las sustancias que pueden generar daños sobre la infraestructura y los materiales; peligros a la salud, que se asocian a los efectos agudos o crónicos sobre la salud de las personas; y los peligros para el medio ambiente, que pueden afectar algún componente del medio natural, específicamente en el medio acuático o la capa de ozono.

Revisa la etiqueta. Los productos químicos con características de peligrosidad deben tener los elementos de comunicación de peligros en la etiqueta.
Uno de los elementos fundamentales para informar a los usuarios de sustancias químicas sobre los peligros de estas y las recomendaciones para su uso y manejo, son las etiquetas, que incluyen información para tomar medidas de precaución que eviten efectos indeseados sobre la salud y el ambiente, así como información de las medidas de actuación en caso de una posible situación de emergencia.

La inclusión de los elementos mínimos de etiquetado es obligación del proveedor, importador o fabricante de la sustancia química. Los elementos mínimos que debe contener una etiqueta son:

  • Nombre de la sustancia química contenida en el envase.
  • Datos de fabricante, proveedor o importador: nombre, dirección y número de teléfono del fabricante, importador y/o proveedor de la sustancia o mezcla.
  • Pictogramas de peligro.
  • Palabras de advertencia.
  • Indicaciones de peligro.
  • Consejos de prudencia oportunos.
  • Número de lote (conforme a lo definido en la
  • Ley 55 de 1993 dentro de la información de la etiqueta se debe incluir el número de lote).

¿Qué debo tener en cuenta para realizar el manejo seguro de productos químicos en el hogar?

Lo primero es evaluar la verdadera necesidad de utilizar productos químicos en el hogar. Una vez identificada esta necesidad, verificar que la etiqueta
tenga la información mínima requerida que permita conocer los peligros y características de cada producto que se adquiera. Adicionalmente, tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • No mezclar productos, seguir las indicaciones del fabricante.
  • Hacer uso racional de los productos químicos en el hogar, usar sólo las cantidades necesarias, no desperdiciar el agua ni los productos.
  • Utilizar los productos de limpieza en áreas ventiladas y utilizar elementos de protección.
  • Si los productos utilizados son inflamables, se hace indispensable que para su almacenamiento se busque un lugar aireado, lejos de instalaciones eléctricas, calentadores o cualquier otra fuente de ignición.
  • Al usar insecticidas y raticidas, mantenerlos alejados de otros productos especialmente de cualquier clase de alimento. La aplicación de estos productos debe hacerse únicamente cuando el área esté totalmente despejada de personas; el plaguicida aplicado se debe dejar actuar durante algunas horas según recomendación de los fabricantes, y antes de permitir el ingreso de otras personas al lugar, se debe dejar airear como mínimo por 20 a 30 minutos.
  • No aplicar insecticidas indiscriminadamente ni en forma continua; su uso debe limitarse a la necesidad y se debe advertir a todos los miembros de la familia acerca de los peligros y de los lugares que han sido tratados con estos venenos.
  • Evitar usar productos muy agresivos, muy contaminantes o que no tengan la información mínima en la etiqueta.
  • Separar los productos ácidos de los que contengan amoníaco o cáusticos como soda o potasa.
  • Luego de manipular productos químicos, lavar las manos y rostro antes de comer o tomar alguna bebida.
  • Dejar los recipientes muy bien tapados después de su uso.
  • Desde que el niño está pequeño, hay que hablarle sobre los productos que no debe tocar y con los cuáles tampoco debe jugar, tales como: medicamentos, productos de limpieza del hogar (detergentes, jabones, cloro, etc.), plaguicidas y otros.
  • Elegir productos sin olor o con un olor débil. Los productos perfumados pueden introducir sustancias químicas al ambiente que son molestas o dañinas para niños, ancianos y personas con afecciones respiratorias o sensibilidad en la piel.
  • No almacenar pesticidas en lugares que puedan inundarse o en sitios donde puedan derramarse o gotear en pozos, desagües o aguas tanto de superficie como subterráneas.
  • Siempre mantener los plaguicidas y otros productos químicos de uso doméstico en un armario cerrado, si es posible bajo llave o en un gabinete en el jardín fuera del alcance de los niños y las mascotas.
  • Leer siempre las instrucciones en la etiqueta, incluyendo las precauciones y restricciones antes de usar una sustancia o producto químico para uso doméstico o para animales domésticos, porque estos pueden ser peligrosos o ineficaces si se usan inadecuadamente.
  • Colocar los cebos para cucarachas y roedores en áreas donde los niños no puedan tocarlos. Si es posible, usar productos con cebos en paquetes especiales resistentes a las manipulaciones y ubicar los cebos para roedores dentro de una estación a prueba de alteraciones.
  • Evitar el reenvase de productos químicos. No guardar productos químicos en recipientes que anteriormente contenían bebidas o alimentos, esto por seguridad de todos los miembros de la familia.
  • Cuando no se vaya a usar más un producto químico o medicamento, o ya venció la fecha de vida útil (fecha de caducidad) del mismo, se debe disponer adecuadamente el residuo.

Artículo técnico tomado de la Revista del Consejo Colombiano de Seguridad, Protección & Seguridad No. 370 Marzo – Abril de 2020.