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Síndrome de Boreout: del aburrimiento a la insatisfacción laboral

Por Lizeth Viviana Salamanca Galvis, líder de comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS). Imagina llegar a la oficina o a tu lugar de trabajo cada día y sentir que las horas se hacen eternas. Tus tareas son repetitivas y monótonas hasta el aburrimiento. Te sientes desmotivado. No encuentras nuevos retos y sientes que tu potencial está siendo desperdiciado. Este es el día a día de muchas personas que sufren del “Síndrome de Boreout”, un problema cada vez más común en el entorno laboral. El término fue acuñado en 2007 por los psiquiatras suizos Philippe Rothlin y Peter R. Werder para conceptualizar las manifestaciones psicológicas y comportamentales que aparecen en un trabajador cuando experimenta escasa exigencia por parte de sus superiores y aburrimiento o desinterés crónico en su trabajo de manera prolongada. Como consecuencia, se siente insatisfecho, desinteresado y apático con la labor que desempeña e, incluso, puede llegar a sentirse inútil y despreciado (García, 2012, como se citó en Medina, 2015). Así, a diferencia del burnout que surge del estrés y la sobrecarga de trabajo, el boreout se origina en la falta de estímulo y motivación laboral, siendo un fenómeno que aqueja, cada vez, a mayor número de trabajadores. Según un estudio realizado por la consultora Plurum y citado por el diario económico Portafolio (2021), tan solo en 2019 el 80 % de los más de 45.000 trabajadores colombianos pertenecientes a 60 organizaciones nacionales y multinacionales que fueron encuestados, manifestaron que se sentían insatisfechos con sus trabajos. A su vez, un 40 % admitió sentirse poco valorados en sus empresas “mientras que el 77 % afirmó que, de sentirse mucho menos aburridos con las actividades que realizaban, harían sus tareas con mayor entusiasmo y rendimiento” (Portafolio, 2021). Impacto en la productividad Dado que el boreout les impide a las personas desempeñarse satisfactoriamente, el fenómeno tiene un alto impacto en la productividad de las organizaciones. Rothlin y Werder señalan que los trabajadores que padecen este síndrome, suelen permanecer en sus trabajos ya sea por necesidad económica, por falta de nuevas oportunidades laborales o por resignación frente a las circunstancias (como se citó en Agudelo, 2020). Esta situación los obliga a desarrollar mecanismos para paliar el aburrimiento y así, poder sentirse algo más productivos. Por ello, como lo indica EUDE Business School (2022) en uno de los artículos de su blog, terminan “matando” el tiempo realizando otras actividades como hacer compras en línea, desarrollar quehaceres personales o consultar redes sociales. Otras estrategias incluyen parecer agobiados por la cantidad de trabajo que tienen a cargo para, así, poder rechazar trabajo extra o hacer solo aquello que les corresponde, sin ningún grado de proactividad, innovación y agregación de valor, lo que se explica por la falta de autoexigencia. “El síndrome de boreout es un preludio del presentismo laboral y se trata de sentir la obligación de estar en el lugar de trabajo durante horas sin saber qué hacer”, advierten los expertos de EUDE Business School (2022). Lo peor, según Sinergye (s.f.), una consultora en gestión de recursos humanos con presencia en 17 países es que “el problema puede alargarse durante meses o años, ya que quien sufre síndrome de boreout no colapsa tan rápidamente como sí ocurre cuando hay mucho estrés o sobrecarga. Además, el estigma que recae sobre la falta de productividad hace que se evite hablar del tema”, indica. Esto no solo repercute en la eficiencia y calidad de los procesos que están a cargo del trabajador afectado y, por ende, en la productividad de la organización en general, sino también en el crecimiento personal y profesional del trabajador, así como en su salud mental, ya que la desmotivación puede conducir a generar enfermedades laborales que afectan el bienestar de los trabajadores como lo son trastornos de estrés, ansiedad y depresión. De igual forma, se pueden producir accidentes laborales debido a actos inseguros cometidos por el trabajador. “Las consecuencias perjudiciales para las empresas son altas tasas de rotación, pérdida de productividad e insatisfacción laboral en el seno de la plantilla, lo que generaría un mal ambiente y, como consecuencia, dificultades tanto para retener talento como para atraerlo”, añaden los especialistas de Sinergye. Síntomas a los que se debe prestar atención Una cosa es que identifiquemos que ciertas funciones o tareas nos producen tedio y otra muy diferente es sentir apatía por el trabajo de manera constante, siendo esta una sensación que se prolonga por días, semanas y/o meses. Por eso, es clave estar alerta a los síntomas del boreout. De acuerdo con Juan Moisés de la Serna (2024), doctor en psicología, entre las manifestaciones más habituales se encuentran las siguientes: • Cansancio físico y mental, incluso antes de haber empezado la jornada de trabajo, debido a la falta de descanso del día anterior y a la desmotivación con la que acude a su puesto. • Sentimientos persistentes de aburrimiento y desinterés hacia las tareas asignadas. • Apatía y desmotivación a la hora de participar en las actividades de la empresa lo que hace que el trabajador se limite a cumplir estrictamente con sus funciones y se marche cuanto antes del trabajo. • Insatisfacción laboral y permanente frustración con respecto a sus funciones laborales. • Tendencia a desconectarse mentalmente del trabajo, lo que puede manifestarse en distracciones frecuentes (como el uso excesivo de internet o del celular para fines no laborales). • Simulación de ocupación: algunas personas pueden fingir estar ocupadas para evitar la percepción de que no tienen suficiente trabajo, lo que puede llevar a un ciclo de culpa y ansiedad. Principales causas Si bien la desmotivación y el aburrimiento en el trabajo puede estar asociados a factores propios del trabajador como la falta de interés personal en las tareas asignadas, una baja autoevaluación de sus propias capacidades o una actitud pasiva hacia su desarrollo profesional, en muchos casos, este fenómeno hunde sus raíces en factores organizacionales. Al respecto, los académicos de EUDE Business School (2022) enlistan algunas de las causas que podrían influenciar el nivel de satisfacción laboral de

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Trabajo decente y protección del valor empresarial

Por John Karakatsianis, abogado especialista en derecho administrativo y derecho laboral / Docente universitario en derecho laboral, gestión sostenible, derechos humanos, ética y gobierno corporativo / Socio fundador de Karakatsianis & Llamas KLC, firma experta en asesoría jurídica y gestión sostenible El ser humano, todo ser humano, es el centro, principio y fin de la estrategia en cualquier organización contemporánea. No puede ser de otra forma cuando el mercado mundial exige, en forma contundente, que las empresas y sus cadenas de suministro evidencien su compromiso con el respeto hacia los Derechos Humanos, los derechos laborales, la protección del ambiente, la transparencia y el buen gobierno.¹ Ya en la Cumbre del Milenio, iniciando el siglo XXI, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, invitó a las empresas a comprometerse con aspectos fundamentales de la gestión sostenible, condensados en los ‘Diez Principios del Pacto Mundial’ y sobre los cuales pidió a sus signatarios comunicar progreso en su adopción y extensión en la cadena de abastecimiento.² Aceptó la ONU que los informes de gestión de las empresas, elaborados a partir de la adopción de los estándares GRI (Global Reporting Initiative), constituyeran evidencia de dicha comunicación de progreso. En efecto, los estándares GRI3 indagan sobre la materialidad de los temas y aspectos de la gestión sostenible. Particularmente, en relación con el trabajo decente, se destacan los estándares GRI 401 (empleo), GRI 402 (relaciones trabajador-empresa), GRI 403 (Salud y Seguridad en el Trabajo), GRI 404 (formación y enseñanza), GRI 405 (diversidad e igualdad de oportunidades), GRI 406 (no discriminación), GRI 407 (libertad de asociación y negociación colectiva), GRI 408 (trabajo infantil) y GRI 409 (trabajo forzoso u obligatorio). Es así como este marco —uno de los más universales para la elaboración de memorias de sostenibilidad— exige informar sobre la gestión de estos riesgos no solo en la organización, sino también en la cadena de suministro. Así mismo, ya desde finales del siglo XX el Dow Jones Sustainability Index (hoy conocido como S&P ESG Indices) incorporó los temas Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) —incluyendo en este último ámbito, la ética y la gestión financiera— ya contenidos en el estándar GRI4 y originados en las expectativas de los grupos de interés en relación con organizaciones sostenibles. Con base en lo anterior, el valor social de las organizaciones descansa en la calidad de las relaciones y el cumplimiento de mejores prácticas con cada uno de sus grupos de interés comenzando por la relación con sus trabajadores, una de sus partes interesadas más directas. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), primera agencia del sistema internacional, de carácter tripartito —es decir, que incorpora no solo a los gobiernos de los países parte, sino también a los trabajadores y a los empleadores— define el trabajo decente como “…la oportunidad de acceder a un empleo productivo que genere un ingreso justo, la seguridad en el lugar de trabajo y la protección social para todos, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social, libertad para que los individuos expresen sus opiniones, se organicen y participen en las decisiones que afectan sus vidas, y la igualdad de oportunidades y trato para todos, mujeres y hombres…”. En el mismo sentido, durante la Asamblea General de la ONU de septiembre de 2015, cuando se adoptaron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los pilares del programa de trabajo decente de la OIT (creación de empleo, protección social, derechos en el trabajo y diálogo social) se convirtieron en eje central de la llamada Agenda 2030. Por ende, el ODS 8 se formuló con el enfoque de un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible capaz de generar empleo pleno y productivo, así como trabajo decente que mejore la calidad de vida y beneficie a todas las personas por igual sin perjudicar el medioambiente. Y es que el mundo del trabajo afronta desafiantes retos profundizados, además, tras la pandemia por la COVID-19 que vivió la humanidad en los últimos años. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU):  “Antes del inicio de la pandemia en 2020, el crecimiento medio de la economía mundial ya había disminuido. La pandemia ha provocado la peor recesión económica mundial desde la gran depresión y ha tenido un impacto negativo masivo en el tiempo de trabajo y los ingresos. En 2020, se perdió el 8,8 % de las horas de trabajo mundiales en comparación con la cifra del cuarto trimestre de 2019; este porcentaje implica la pérdida de 255 millones de puestos de trabajo a tiempo completo, cuatro veces superior al porcentaje de horas perdidas durante la crisis financiera mundial de 2009. Entre la población activa, los jóvenes y las mujeres se vieron especialmente afectados por la crisis del mercado laboral” (ONU, s.f.). Sin embargo, desde 2019 la ‘Declaración del Centenario de la OIT para el Futuro del Trabajo’ adoptada en la 108ª Reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo ya reconocía que “en el mundo del trabajo están teniendo lugar profundas transformaciones” y consideraba también “que la pobreza, la desigualdad y la injusticia, así como los conflictos, los desastres y otras emergencias humanitarias que persisten en muchas partes del mundo constituyen una amenaza para esos avances y para el logro de la prosperidad compartida y el trabajo decente para todos” (OIT, 2019). Por ello, la declaración profundiza en la necesidad de asegurar el trabajo decente en la cadena de suministro global. En efecto, para este organismo, la globalización, la automatización, la digitalización, los cambios demográficos, el cambio climático, así como el gran progreso que ha experimentado la automatización y la digitalización hacen impostergable la necesidad de fortalecer no solo la garantía del trabajo decente, sino su necesaria adaptación y transición hacia dichos procesos y tendencias que están cambiando la fisonomía del mundo del trabajo5. Paralelamente, desde la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)6, hasta la OIT, el Foro Económico Mundial7 y los diferentes actores del mercado, como los Fondos de Inversión Responsable o de Impacto (PRI)8 coinciden en la necesidad de fortalecer los procesos de

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La Seguridad y la Salud en el Trabajo de las mujeres en los entornos laborales: barreras a vencer

Por Carolina Antolinez Figueroa, líder técnica del CCS / Enfermera / Magíster en Salud y Seguridad en el Trabajo La presencia de la mujer en la historia de la humanidad siempre ha sido relevante para la evolución, el crecimiento y el desarrollo de las sociedades. Desde el inicio de los tiempos, su papel ha estado tradicionalmente asociado al rol de madre, cuidadora, protectora, proveedora de alimentos y de seguridad a los diferentes clanes. Sin embargo, poco a poco, la mujer fue adquiriendo mayor fuerza y visibilización en aspectos como la medicina con mujeres reconocidas como Merit Ptah en el 2700 a. C. o de Hatshepsut conocida en la historia como “la reina hombre de Egipto” hacia el 1500 a. C. También tuvo protagonismo en ámbitos económicos y políticos como fue el caso de Juana de Arco, Leonor de Aquitania y Cristina de Pizan (Díaz, Ledesma; 2022). Pero fue durante la Revolución Industrial que la mujer logró una mayor incorporación el ámbito laboral. Pese a ello, las trabajadoras de la época tenían condiciones laborales muy precarias y desiguales, especialmente, en términos de salario, lo que dio lugar a luchas por la igualdad de derechos, incluyendo la equidad de género, la autonomía y la liberación de la figura masculina. Inicialmente, estos reclamos tenían como objetivo obtener el derecho al voto y a la igualdad en el entorno laboral. De este modo, se inició el estudio y la visibilización de la relevancia de la participación de las mujeres en las organizaciones, con el fin de alcanzar los niveles más elevados de productividad y eficiencia. No en vano y como resultado de este movimiento, el 8 de marzo de 1910 en la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrada en Copenhague, Dinamarca, Clara Zetkin propuso instaurar esa fecha para conmemorar el Día Internacional de la Mujer en reconocimiento a la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos. Posteriormente, en la Primera Guerra Mundial, se hizo evidente la necesidad de continuar integrando a las mujeres en sectores de gran importancia para la sociedad, ya que muchos hombres fueron convocados al frente de batalla. Un ejemplo de esta tendencia se reflejó en el aumento de la fuerza laboral femenina en el sector bancario de la época, con un incremento que duplicó el número de trabajadoras alemanas, francesas e inglesas en los primeros seis meses del conflicto (Ramírez, 2016). A pesar de los avances y cambios que han permitido la inclusión de la mujer en las labores productivas, en diversos sectores y en roles que abarcan desde posiciones operativas y administrativas hasta directivas, aún persisten brechas y desigualdades de género que afectan de manera particular a las mujeres trabajadoras (ONU Mujer, 2019). A nivel internacional y nacional se han desarrollado grandes esfuerzos por parte de los diferentes actores sociales y gubernamentales para dar cumplimiento a políticas y lineamientos que propendan por la igualdad y la equidad de género. Por ejemplo, en 1995, durante la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijing por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se reiteró el compromiso de desarrollar el potencial femenino para potenciar las sociedades. En el evento, uno de los objetivos establecidos fue lograr una participación equitativa de las mujeres en las actividades económicas de cada país. De ahí, se introdujo formalmente el concepto de perspectiva de género que, para el caso, “plantea la necesidad de utilizar unas “gafas” especiales para valorar las diferentes situaciones, condiciones y posiciones de las mujeres y los hombres en el mercado laboral” (Avolio, Di Laura; 2017). Un avance más reciente son los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, específicamente el ODS 5 “lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”. No obstante, aunque existen estrategias de carácter internacional como las aquí mencionadas, aún persisten inequidades y desigualdades en el acceso al empleo, a cargos directivos o a desarrollo profesional, así como diferencias salariales y en la cantidad de horas que trabajan las mujeres con respecto a los hombres sumadas a carencias de condiciones de trabajo seguras, entre otros factores que hacen que las condiciones de vida, salud, trabajo y seguridad de las mujeres sean las menos favorables. Un abordaje diferencial Es preciso tener en cuenta que las mujeres tienen un perfil antropométrico que difiere de los hombres. No obstante, el diseño de elementos de protección personal muchas veces no tiene en cuenta estas consideraciones, lo que implica que no se adaptan a sus dimensiones corporales, ocasionando una mayor exposición a contaminantes químicos y biológicos. Esto también lleva a una mayor exposición a contaminantes físicos, así como a la creación de condiciones y actos inseguros que aumentan el riesgo de sufrir un accidente o enfermedad o, incluso, producir la muerte. Además, en el mercado —y por consiguiente en muchos lugares de trabajo— se encuentran instrumentos y herramientas que no se ajustan ergonómicamente a los tallajes femeninos, lo que conlleva para las mujeres un mayor esfuerzo a la hora de manipular estos elementos. En ese sentido, es importante reconocer que, si bien, tanto los hombres como las mujeres pueden realizar las mismas labores y están capacitados para ejercer diferentes cargos en los diversos sectores económicos, se deben identificar, analizar y evaluar las condiciones físicas, psicológicas y sociales que los puedan exponer a peligros y riesgos con el fin de tomar y adoptar medidas diferenciales en seguridad y salud. A pesar del creciente énfasis que el enfoque de género viene teniendo en el entorno laboral actual, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés; 2022) asegura que en los Sistemas de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST) estas diferencias no se toman en consideración para una gestión real y eficaz del riesgo en las mujeres e, incluso, se subestima la carga y los riesgos asociados a ellas en el lugar de trabajo ya que, a menudo, enfrentan cargas adicionales como la responsabilidad del cuidado del hogar y de sus familiares, lo que puede aumentar

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¿Reutilizas el aceite de cocina? Estos son los efectos nocivos que podría tener en tu salud

Por Gerencia de Comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) La escena puede resultar de lo más cotidiana: terminas de freír algún alimento, apagas la estufa y dejas que el aceite se enfríe para usarlo en una próxima ocasión. Ya sea por economía o por costumbre, reutilizar el aceite de cocina es una práctica común en muchos hogares. Sin embargo, la evidencia científica sugiere que recalentar este producto una y otra vez puede tener consecuencias negativas para la salud. Así lo determinó un reciente estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Illinois en Chicago que fue presentado en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Bioquímica y Biología Molecular llevada a cabo a finales de marzo de 2024 (ASBM Today, 2024). A través de experimentos realizados en ratas hembra, los científicos encontraron niveles más altos de neurodegeneración en aquellas que consumieron alimentos estándar preparados con aceites de cocina reutilizados en comparación con las que tuvieron la misma dieta, pero con aceites que no habían sido recalentados. Los animales que consumieron aceites reutilizados mostraron un mayor estrés oxidativo e inflamación en el hígado, así como daños significativos en el colon y neurodegeneración por alteraciones en el transporte ácido graso omega-3 DHA al cerebro. Así, de acuerdo con los investigadores, cuando el aceite de cocina se recalienta, se pierden muchos de los antioxidantes Protección & Seguridad en la Comunidad / Segundo Trimestre de 2024 20 VIDA SALUDABLE naturales y beneficios para la salud. Además, puede generar componentes nocivos como acrilamida, grasas trans, peróxidos y compuestos polares. No obstante, agregaron que “se necesitan estudios clínicos en humanos para evaluar los efectos adversos del consumo de alimentos fritos, especialmente aquellos elaborados con aceite que se usa repetidamente”. Sin embargo, esta alerta no es reciente. En Colombia, desde hace varios años la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma) ha venido advirtiendo sobre la importancia de realizar un uso y un consumo responsable de los aceites de cocina. De acuerdo con la organización, durante el proceso de fritura los aceites y grasas son sometidos a altas temperaturas y, al mismo tiempo, entran en contacto con el aire, lo que conduce a su oxidación. Por ende, cuando el aceite es recalentado, se producen radicales libres que pueden ocasionar disfunciones hepáticas, cardíacas y del sistema reproductor, así como acelerar procesos de envejecimiento celular y producir cáncer. “También se ha encontrado que las frituras realizadas con aceites oxidados pueden generar problemas a nivel del colon ya que forman moléculas de gran tamaño que impiden la absorción de sustancias nutritivas necesarias para el organismo”, señala Fedepalma (2010). De otro lado, expertos de Mayo Clinic indican que el aceite reutilizado contiene compuestos tóxicos que pueden impregnarse en los alimentos, por ejemplo, las grasas trans que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes debido a que provocan un incremento del llamado colesterol “malo” o LDL “Es importante saber el punto de humo de los aceites a fin de elegir el adecuado para cada plato”, señala Romi Londre, especialista en dietética del Sistema de Salud de Mayo Clinic. “Algunos aceites rinden mejor a temperatura más alta, mientras que otros no. Por ello, una buena regla general es que mientras más refinado sea el aceite, mayor será su punto de humo”, agrega Londre. En ello coincide Lourdes Bosch Juan, doctora en Farmacia y docente de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia quien, en entrevista con el portal ‘Cuídate Plus’ (2022), explica que, toda vez que el aceite se calienta, su composición nutricional cambia, empieza a perder ácidos grasos esenciales, vitaminas y sus características organolépticas o sensoriales se transforman (cambia la textura o viscosidad, el aroma y el color). “Además, en el proceso se dan reacciones de oxidación, polimerización e hidrólisis que pueden generar sustancias tóxicas, como los peróxidos y radicales libres”, explica la médica. Por ello, aunque uses el aceite de cocina en una sola fritura y a simple vista parezca que quedó en “buenas condiciones”, lo cierto es que si lo reutilizas puedes exponerte a mayores riesgos y efectos negativos para tu salud y la de tu familia a largo plazo. “Durante el proceso de fritura los aceites y grasas son sometidos a altas temperaturas y, al mismo tiempo, entran en contacto con el aire, lo que conduce a su oxidación. Por ende, cuando el aceite es recalentado, se producen radicales libres».

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Así es como la calidad del sueño impacta la productividad laboral. Claves para tener en cuenta

Por Gerencia de Comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) Bostezadera, pesadez en los ojos, baja concentración y un cansancio generalizado. Así te puedes sentir en un día normal de trabajo después de haber trasnochado o haber pasado una mala noche. Aunque parezca un detalle ajeno al escenario laboral, lo cierto es que la calidad del sueño impacta profundamente en el desempeño y la productividad de los trabajadores. Así, del tiempo que una persona dedique a descansar y a reparar su mente y su cuerpo, dependerá su rendimiento diario y su salud en general. No obstante, datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que el 40 % de la población duerme mal. Si bien esto no quiere decir que dicha proporción de personas tenga un trastorno de sueño severo, sí presentan algunas señales de alerta como tener dificultades para dormir o despertarse en la madrugada. A lo anterior se suma una tendencia que va en aumento entre los trabajadores, especialmente en cargos directivos o de alta responsabilidad: restar horas al sueño para trabajar más. “Está demostrado que quienes ocupan posiciones que requieren una mayor implicación laboral dedican menos tiempo al descanso”, señala el médico especializado en trastornos del sueño, Rafael Lobelo. Frases como “no duermo porque en las noches es cuando más productivo soy”, “en las madrugadas me concentro más y tengo más clara la mente” o “si duermo menos, me rinde más el día”, son manifestaciones de esta nueva realidad. No obstante, Lobelo advierte que, aunque en el corto plazo las personas se sientan más fructíferas, en realidad están generando todo un efecto contrario en su organismo que, tarde o temprano, les va a pasar factura a su salud y a su rendimiento. “Existen estudios que han realizado un seguimiento a este tipo de personas y han concluido que no solo tienden a desarrollar mayores problemas de hipertensión, diabetes y obesidad, sino que son personas muy insatisfechas y que suelen tener mayores problemas intrafamiliares y conflictos sociales. De ahí que también sean más propensas a desarrollar trastornos como ansiedad y depresión”, agrega el experto. Pero no solo aquellos que ocupan cargos de alta responsabilidad sufren las consecuencias de la reducción en las horas de sueño. En general, la población trabajadora que no duerme lo suficiente —ya sea por hábitos, estilo de vida, dificultades para conciliar el sueño o falta de tiempo— se ve profundamente afectada. Dormir menos de 7 u 8 horas (tiempo recomendado por la OMS para la población adulta) genera efectos adversos para la salud. Por ejemplo, el Ministerio de Salud y Protección Social señala que la falta de sueño eleva la presión sanguínea y aumenta las probabilidades de obstrucción arterial (esto explica por qué después de trasnochar las personas sienten más frío). Por su parte, la fatiga excesiva aumenta el riesgo de padecer obesidad y diabetes, mientras que, a nivel cerebral, se disminuye la memoria a corto y mediano plazo, se hace más lento el aprendizaje y se altera la capacidad del juicio (MinSalud, 2014). “De ahí que sean personas que asisten más a los servicios médicos y suelen incapacitarse más”, señala el doctor Lobelo. Implicaciones en el desempeño laboral ¿Qué pasa entonces con el rendimiento laboral? Gestionar el sueño de los trabajadores se convierte en un asunto de gran importancia para asegurar el éxito de las actividades y el cumplimiento de los objetivos organizacionales. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, 2018) de Estados Unidos, el cansancio y la somnolencia genera riesgos para los trabajadores y los entornos laborales en los que se desempeñan y listan una serie de efectos que se producen como consecuencia de un mal dormir: • Reducción en los niveles de concentración y estado de alerta, lo cual induce a desarrollar comportamientos inseguros (las personas lucen distraídas, bajas de energía y bostezan con frecuencia). – Falta de criterio que conlleva a tomar malas decisiones.– Tiempos de reacción más lentos.– Menor capacidad y disposición de aprendizaje.– Trastornos del estado de ánimo (mal humor, desmotivación, apatía, ansiedad, depresión).– Reducción en las destrezas de comunicación.– Estado de somnolencia que conduce a microsueños de manera abrupta e involuntaria. Todo lo anterior no solo reduce drásticamente el rendimiento del trabajador, sino que da lugar a situaciones peligrosas, sobre todo, si los efectos se manifiestan en momentos críticos como al conducir un vehículo, operar maquinaria peligrosa o realizar tareas de alto riesgo. “Por lo tanto, es urgente que tanto los líderes como los empleados comprendan que el sueño de calidad es un pilar fundamental del trabajo y que a mayor responsabilidad tiene una persona, mayor será su necesidad de dormir bien”, apunta el doctor Rafael Lobelo. Cultura del sueño: por un descanso de calidad Ahora bien, no se trata de dormir por dormir, ni de hacerlo intermitentemente o por cortos periodos de tiempo, sino de tener un sueño verdaderamente reparador. O, ¿a quién no le ha ocurrido que, aunque duerme, se levanta al día siguiente cansado y sin energía? Lograr un buen descanso exige crear una cultura del sueño, convertirla en un hábito y generar el entorno propicio para que el cuerpo y el cerebro realmente entren en pausa y se regeneren. Al fin de cuentas, dormir bien no solo es un placer, es una necesidad y casi que una obligación. De acuerdo con Sanitas (s.f.) son muchos los factores que determinan la calidad del sueño. Los hábitos, el ambiente, el horario, lo que se hace y lo que se deja de hacer influyen en la capacidad para conciliar el sueño y lograr un estado profundo del mismo. A continuación, presentamos algunas recomendaciones de sus expertos en sueño: • Actividad física diaria: realizar algún tipo de actividad física durante el día favorece el descanso en la noche. Lo mejor es realizarlo al levantarse o, al menos, tres a cuatro horas antes de ir a la cama. • Horarios: hay que procurar acostarse y levantarse todos los días a la misma hora, incluso los fines de semana,

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Inteligencia emocional y su incidencia en la seguridad vial

José David Usta Caicedo / Director operativo de la Fundación Táctic Vial Miembro de la Global Alliance NGOs of Road Safety / Delegado para Colombia de la Asociación Internacional de Profesionales para la Seguridad Vial (AIPSEV) / Colaborador del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) en procesos de formación. Durante los últimos 10 años, la inteligencia emocional ha adquirido una relevancia importante en los procesos gerenciales dentro de las organizaciones, así como en el abordaje de temas relacionados con el liderazgo y la gestión de riesgos laborales. Por su parte, en el ámbito de la seguridad vial apenas se empieza a comprender cuál es su importancia y aplicabilidad para disminuir los siniestros de tránsito y, por ende, el número de lesionados y fallecidos que, cada año, se generan en todo el mundo. Si se desglosan los términos, en primer lugar, se encuentra el concepto de «inteligencia» que Ardila (2011) define como “un conjunto de habilidades cognitivas y conductuales que permite la adaptación eficiente al ambiente físico y social”. Por otro lado, el término «emocional» es definido por la Real Academia Española (2015) como “la alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática”. En el ámbito de la seguridad vial, emociones como la ansiedad, la tristeza o la rabia pueden llevar a los actores viales a tomar decisiones imprudentes y temerarias. En el caso particular de los conductores, experimentar estas emociones puede provocar distracciones y una conducción agresiva, trasladando su estado emocional al manejo del volante y el uso del acelerador, lo que incrementa significativamente el riesgo de accidentes y pone en peligro tanto a la comunidad como a otros usuarios de la vía. Considerando ambas definiciones, se puede afirmar que la inteligencia emocional implica ser consciente de las propias emociones, comprenderlas y controlarlas para responder adecuadamente a las situaciones que se presentan en diversos ámbitos de la vida. El asunto no es menor si se tiene en cuenta que la conducción de vehículos automotores ha sido catalogada por la jurisprudencia constitucional y por especialistas en la materia como una actividad intrínsecamente peligrosa ya que, por su naturaleza, expone a la comunidad a un riesgo inminente de sufrir lesiones o daños. Por lo tanto, fomentar la inteligencia emocional entre los conductores no solo contribuye a su bienestar personal, sino que también es fundamental para mejorar la seguridad vial y prevenir accidentes. La inteligencia emocional, de hecho, juega un papel crucial en este contexto ya que puede ayudar a los conductores a mantener el control durante situaciones de estrés o tensión en la vía. Un conductor con un alto nivel de inteligencia emocional es menos propenso a reaccionar de forma impulsiva, reduciendo así la probabilidad de tomar decisiones peligrosas. De este modo, la inteligencia emocional aplicada a la seguridad vial está estrechamente relacionada con el factor humano en el tránsito (Berrocal, 2004). Por lo tanto, cuanto más inteligente sea la conducción más segura se vuelve. Un actor vial con un alto nivel de inteligencia emocional estará más inclinado a tomar decisiones seguras mientras se desplaza, ya sea como peatón, conductor o pasajero. Esto se debe a que buscará evitar conductas imprudentes, como exceder los límites de velocidad, ignorar las señales de tránsito o conducir bajo los efectos del alcohol, contribuyendo así a una movilidad más segura. Lo anterior implica la capacidad de identificar y controlar las emociones que pueden influir negativamente en la toma de decisiones ya sea al caminar como peatón, conducir o desplazarse como pasajero y entre las que se incluyen la tristeza, la ansiedad, la preocupación, el miedo o la ira. Por lo tanto, al incorporar la inteligencia emocional en la educación vial de los niños y al aplicar estas mismas herramientas en la formación de competencias ciudadanas, así como en las capacitaciones empresariales en gestión del riesgo y seguridad vial, se puede contribuir a mitigar o reducir los siniestros de tránsito relacionados con el factor humano el cual representa más del 90 % de las muertes en siniestros viales a nivel mundial (Stanton & Salmon, 2009). Es así como el desarrollo de la inteligencia emocional aplicada a la seguridad vial desde edades tempranas y su refuerzo a lo largo de la vida adulta no solo ayuda a prevenir accidentes al controlar sentimientos y estados de ánimo en situaciones de movilidad, sino que también se convierte en un pilar fundamental para la formación de conductores, peatones y pasajeros más conscientes y responsables. En este contexto, Goleman (2010) identificó cinco componentes clave de la inteligencia emocional: autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía y habilidades sociales (ver figura 1 y tabla 1) que resultan fundamentales para comprender cómo una adecuada gestión de las emociones puede influir positivamente en la toma de decisiones y en la interacción vial de los actores del tráfico. Tabla 1. Inteligencia emocional aplicada a la seguridad vial Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, la Resolución 40595 de 2022 establece la metodología para diseñar, implementar y verificar los Planes Estratégicos de Seguridad Vial (PESV) en Colombia. En el paso 11 de su implementación, ‘Responsabilidad y comportamiento seguro’, la norma genera un marco para que las organizaciones puedan desarrollar con sus colaboradores las acciones descritas en la tabla 1. Incluso, enfatiza en la importancia de asignar responsabilidades y fomentar comportamientos seguros entre los actores viales de las empresas y organizaciones, tanto en vías públicas como privadas. En este sentido, las organizaciones deberán garantizar la aplicación de estrategias que promuevan hábitos y conductas seguras logrando una cultura de “comportamientos interdependientes” que permita a los colaboradores cuidar de sí mismos y ayudar a proteger a otros usuarios de la vía para evitar siniestros de tránsito (ver figura 2). En este contexto, la inteligencia emocional juega un papel fundamental para el cumplimiento de este requisito, ya que contribuye a la toma de decisiones responsables y a una mayor seguridad vial. “Las organizaciones deberán garantizar la aplicación de estrategias que promuevan hábitos y conductas seguras logrando una cultura de “comportamientos interdependientes” que permita a los colaboradores cuidar

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Regreso al colegio: tips para un uso seguro de las rutas escolares y otros medios de transporte

Por Gerencia de Comunicaciones, Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) con información suministrada por la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Las vacaciones están por finalizar y muchos colegios e instituciones educativas del país, especialmente del calendario A, ya se alistan para abrir las aulas e iniciar un nuevo ciclo académico o lo hicieron recientemente. Por supuesto, las rutas escolares no se quedan atrás. Con el retorno a la presencialidad, estos medios de transporte vuelven a rodar por las calles, avenidas y carreteras de ciudades, municipios y veredas, en todo el país. Una gran mayoría de estos vehículos corresponde a empresas de transporte terrestre automotor especial que son contratadas por los colegios o por las Secretarías de Educación. De esta forma adquieren un gran compromiso: trasladar a niños, niñas y adolescentes y a sus acompañantes de manera segura, desde sus hogares y hasta sus centros educativos o destinos pedagógicos y viceversa, garantizando su bienestar y su integridad física. Para cumplir con ese propósito es indispensable que no solo los prestadores del servicio, sino también los padres de familia, los cuidadores, los docentes, coordinadores y guías de rutas, así como los establecimientos educativos, verifiquen el cumplimiento de todas las normas aplicables al transporte escolar. Al final, se trata de un ejercicio de corresponsabilidad. Diez aspectos por evaluar en un servicio de transporte escolar.  A continuación, presentamos los principales aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de contratar o hacer uso de un servicio de transporte escolar. Estos han sido suministrados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial y están basados en el Decreto 431 de 2017 «por el cual se modifica y adiciona el Capítulo 6 del Título 1 de la Parte 2 del Libro 2 del Decreto 1079 de 2015, en relación con la prestación del Servicio Público de Transporte Terrestre Automotor Especial y se dictan otras disposiciones». Toma nota para evaluar un transporte escolar seguro. 1. Está “al día” Con el número de cédula del conductor y la placa puedes verificar en la página web del RUNT si el vehículo cuenta con las condiciones para movilizar estudiantes (se encuentra afiliado a una empresa, no registra comparendos, cuenta con los permisos correspondientes, la revisión técnico-mecánica al día, un seguro obligatorio vigente y un Plan Estratégico de Seguridad Vial). 2. Está preparado El vehículo debe contar con un botiquín de primeros auxilios que contiene elementos de primera necesidad como vendas, gasa, elementos de corte, jabón neutro, guantes, entre otros, según la normatividad legal vigente. Recuerda que allí no debe haber medicamentos. 3. Puede enfrentar un incidente en la vía Asegúrate de que el vehículo esté dotado con un equipo de carreteras compuesto por gato, cruceta, juego de llaves fijas y/o copas, llave expansiva, destornilladores, pinzas, triángulos reflectivos, tacos, llantas de repuesto y chaleco reflectivo para el conductor. 4. Entre sus pasajeros hay un adulto acompañante Por reglamentación toda ruta debe contar con un adulto acompañante que vele por la seguridad y el bienestar de los estudiantes. Este debe tener conocimientos en seguridad vial, primeros auxilios, normas de tránsito y seguridad del vehículo. Si la empresa transportadora cuenta con un Plan Estratégico de Seguridad Vial, puede garantizar que, tanto conductores, como guías o coordinadores de ruta cuentan con dicha formación. 5. Se encuentra en estado óptimo Verifica y exige que el vehículo tenga cinturones de seguridad, mobiliario, vidrios y ventanales en buen estado, así como salidas de emergencia en correcto funcionamiento. 6. Tiene buena apariencia (el exterior también importa) Las llantas deben estar en buen estado, incluida la de repuesto (esto implica que tenga un buen labrado). La latonería y pintura está en buenas condiciones; las puertas abren y cierran correctamente y cuentan con los seguros correspondientes y en óptimo funcionamiento. La carrocería se encuentra señalizada con leyenda de transporte escolar y con teléfonos de contacto para reportar el comportamiento del conductor en la vía. 7. Sus ocupantes van cómodos y bien sentados Cada estudiante y acompañante debe ocupar su puesto y debe contar con cinturón de seguridad. No deben ir personas de pie. 8. El conductor está debidamente capacitado De acuerdo con la ley, todos los conductores a cargo del vehículo deben estar formados en seguridad vial y normas de tránsito, lo cual se garantiza toda vez que la empresa a la que pertenece cuenta con un Plan Estratégico de Seguridad Vial. 9. Se desplaza a una velocidad permitida y sus señales visuales y auditivas funcionan adecuadamente. El vehículo cuenta con un dispositivo de control de velocidad en funcionamiento. A su vez, el pito y el conjunto de luces (delanteras, estacionarias, de reversa, direccionales y de freno) operan en óptimas condiciones. 10. Hay comunicación abierta No olvides conocer toda la información de la ruta. Es importante saber los nombres tanto del conductor como de los acompañantes, tener sus teléfonos a la mano, conocer los datos de la empresa transportadora y mantener una comunicación permanente. Recomendaciones para niños y adolescentes que se movilizan en otros medios de transporte Los niños y adolescentes que llegan y salen de sus colegios a pie, es decir, en calidad de peatones, deben desplazarse en grupos y/o en compañía de adultos responsables. De esta forma, los recorridos son más seguros puesto que se hacen más visibles ante otros actores viales. Para estos casos, los padres o acudientes deben apoyar la formación de los niños en normas de tránsito y fomentar su cumplimiento, a través del ejemplo. Asimismo, en los colegios se pueden crear programas de formación y socialización de medidas de seguridad vial dentro de planes o proyectos de movilidad escolar. Es importante que, al transitar por el espacio público, se utilicen adecuadamente los pasos seguros: cebras, semáforos, andenes, puentes peatonales y esquinas cuando las haya. Si no llegara a existir alguno de los pasos anteriores, el cruce de las vías deberá hacerse en zonas con tráfico lento o menos frecuente y siempre valorando el menor riesgo posible. Los peatones menores de edad deben transitar cogidos de la mano de adultos responsables y/o acudientes. En

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Primeros auxilios en accidentes de tránsito, ¿cómo actuar correctamente?

Por Gerencia de Comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) Tan solo entre enero y junio de 2024, las víctimas de accidentes de tránsito (tanto de lesionados como de fallecidos) ascendieron a 16.000, según datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial. Los más afectados continúan siendo, en su orden, los usuarios de motocicletas, los usuarios de vehículo particular, los peatones y los ciclistas. Y es que encontrarse con un siniestro vial en cualquier desplazamiento, se convirtió en una triste constante: ya sea una simple colisión o un aparatoso accidente por exceso de velocidad, incumplimiento de las señales de tránsito, estado de embriaguez, fallas mecánicas o mal estado de la vía, entre otros factores, nadie es ajeno a presenciar un incidente que puede cambiar vidas en un instante. Por eso, saber cómo actuar para socorrer a las víctimas y brindarles primeros auxilios de forma adecuada y efectiva es parte de nuestra responsabilidad social y de los deberes que todos tenemos como ciudadanos. ¿Qué hacer ante la ocurrencia de un accidente de tránsito? De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) citados por el Ministerio de Transporte de Colombia (2022), una intervención adecuada en primeros auxilios en el lugar del accidente puede prevenir hasta en un 4,5 % la ocurrencia de las muertes previo o durante su traslado al hospital. Esto debido a que el 75 % de las muertes ocurre en la primera hora después del accidente y cada 10 minutos de retraso en la atención incrementan en un 6 % la probabilidad de obtener resultados negativos graves como discapacidades severas o fallecimientos. Por lo tanto, es esencial actuar con rapidez y prudencia para asegurar la seguridad de todos los involucrados y minimizar los daños. Pareciera frase de cajón, pero, como en toda emergencia, el primer paso siempre será mantener la calma, actuar con serenidad y evaluar la situación con claridad. Para ello, el Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) han establecido el protocolo PAS, cuyas siglas indican el paso a paso de la acciones que deben realizar las personas que deseen auxiliar a las víctimas: ‘Proteger, Avisar y Socorrer’. “Saber cómo actuar para socorrer a las víctimas y brindarles primeros auxilios de forma adecuada y efectiva es parte de nuestra responsabilidad social». Por lo tanto, es esencial actuar con rapidez y prudencia para asegurar la seguridad de todos los involucrados y minimizar los daños. Pareciera frase de cajón, pero, como en toda emergencia, el primer paso siempre será mantener la calma, actuar con serenidad y evaluar la situación con claridad. Para ello, el Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) han establecido el protocolo PAS, cuyas siglas indican el paso a paso de la acciones que deben realizar las personas que deseen auxiliar a las víctimas: ‘Proteger, Avisar y Socorrer’. Proteger Ubícate en un lugar seguro. Si eres conductor de un vehículo, estaciónate fuera de la calzada y enciende las luces de emergencia. Ponte el chaleco reflectivo si dispones de este elemento en tu kit de carreteras y ubica señales de advertencia para demarcar el área impactada. Esto ayudará a reducir la probabilidad de que ocurra otro accidente y brindará un lugar seguro, tanto para el accidentado como para quienes brinden auxilio. Así mismo, asegúrate de que en la zona no exista ningún peligro visible que te pueda poner en riesgo a ti o a las personas que requieren ayuda. Avisar Contacta a los organismos de socorro para solicitar ayuda. Si estás en una ciudad marca a la línea de emergencia local y si te encuentras en una carretera nacional comunícate con el #767. Aquí es clave que indiques tu ubicación con el mayor detalle posible señalando referencias que faciliten la llegada de los operadores encargados de atender la emergencia de acuerdo con la gravedad de la situación (ambulancia, policía de tránsito, bomberos, Defensa Civil, Cruz Roja, entre otras). Así mismo, detalla las características y cantidad de vehículos y personas involucradas, informa si hay fallecidos, heridos o personas atrapadas. y en qué estado se encuentran. También es importante que precises si existen peligros adicionales visibles en la escena como fuego, derrame de líquidos y presencia de olores fuertes o extraños. Adicionalmente, deberás proporcionar tu número telefónico para asegurarte que recibas la asistencia necesaria y seguir las instrucciones que te proporcionen. No cuelgues el teléfono sin comprobar que la información haya sido correctamente recibida por el operador de la línea de emergencia. Socorrer Acércate a la víctima y solo si tienes conocimientos en primeros auxilios, ofrece ayuda inicial acorde a tu capacidad. Asegúrate de no causar daño adicional y actúa con cuidado y calma para no empeorar la situación. Para ello, ten en cuenta las siguientes recomendaciones que proporciona la ANSV: Atención especializada Una vez lleguen los organismos de socorro, el personal de salud prestará los primeros auxilios y realizará los exámenes correspondientes a las víctimas, evaluando sus signos vitales (exploración primaria) y la gravedad de las lesiones (exploración secundaria cefalocaudal). A través del Centro Regulador de Urgencias y Emergencias, se determinará a qué Institución Prestadora de Salud (IPS) se debe trasladar al paciente según la gravedad y el tipo de lesiones, asegurando así que reciba la atención médica adecuada lo más pronto posible. Este procedimiento es crucial para aumentar las posibilidades de recuperación y minimizar las secuelas de las lesiones. Por su parte, la autoridad de tránsito se encargará de preservar el lugar de los hechos para evitar cualquier alteración que pueda afectar la investigación. Recolectará todos los elementos que puedan servir como material probatorio, incluyendo vehículos, huellas y testimonios de testigos. Este proceso es fundamental para esclarecer las causas del accidente y determinar responsabilidades, así como para implementar medidas preventivas que puedan evitar futuros incidentes similares. “En todos los casos en que exista una víctima lesionada o fallecida, la autoridad de tránsito remitirá a los conductores implicados a una prueba de embriaguez, siempre que se encuentren en condición para ello”, indica la ANSV. Referencias Observatorio

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“Gastroseguridad turística” o cómo sortear las intoxicaciones alimentarias cuando viajamos

Por José Miguel Soriano del Castillo, catedrático de Nutrición y Bromatología del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universitad de Valencia. Tomado de The Conversation. Disponible en: theconversation. com/gastroseguridadturistica-o-como-sortear-lasintoxicaciones-alimentariascuando-viajamos-228939 El pasado 23 de abril, un tiktoker y youtuber peruano llamado Óscar Curi sufrió una intoxicación alimentaria mientras viajaba por la India, lo que acarreó su ingreso hospitalario. El afectado no solo lo documentó en sus redes sociales, sino que, además, aconsejó con vehemencia no visitar ese país. Curiosamente, otro vídeo ya había revelado las malas prácticas higiénico-sanitarias del mismo manipulador del alimento siete meses antes. Aparte de señalar la falta de respeto del tiktoker por el país que le acogió cuando la situación se generó por su propia irresponsabilidad, este caso sirve para poner de relieve la importancia de tomar precauciones con la comida cuando viajamos al extranjero. Pero detengámonos primero en lo que ingirió Óscar Curi. Horas antes de la intoxicación En uno de los vídeos que subió a las redes sociales, puede verse al influencer recorriendo la ciudad de Benarés, a orillas del río Ganges. En un puesto prueba “kachori”, un pastel relleno, picante y frito. Se prepara con harina de trigo o garbanzo a la que se añade una mezcla especiada. Cuando se lo lleva a la boca, nuestro protagonista descubre con sorpresa que está vacío y llega a tachar la especialidad local de «pan aceitoso y hueco». En realidad, suele rellenarse de lentejas, garbanzos, especias y, a veces, patatas u otros ingredientes. Al morder en una esquina, el consumidor puede introducir los ingredientes incluidos en el plato. El siguiente vídeo fue grabado en el hospital. De haberse informado, podría haber disfrutado de un buen “kachori” en excelentes puestos callejeros de Benarés, como el Chachi Ki Kachori o el Ram Bhandar. Al menos, Óscar Curi podría haber aprovechado su influencia para que sus seguidores se concienticen de la necesidad de informarse sobre la seguridad alimentaria antes de viajar. Eso es lo que intentaremos hacer en este artículo. ¿Qué es la gastroseguridad turística? El concepto “gastroseguridad turística” fue acuñado por nuestro grupo de investigación cuando llevó a cabo un análisis alimentario de puestos callejeros en Egipto a través del Observatorio de Nutrición y Seguridad Alimentaria para el Mundo en Desarrollo, institución perteneciente a la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Valencia. El estudio permitió crear una sede del Observatorio en El Cairo (Egipto). Desde allí se realizaron inspecciones higiénico-sanitarias de manipuladores de alimentos, así como de los sánduches y otros productos que elaboraban. Aplicar la gastroseguridad turística implica educar a las personas que viajan a otros países sobre los posibles riesgos de los alimentos que van a consumir allí y enseñarles estrategias para evitarlos. No debemos olvidar que los puestos de comida callejeros son los lugares más propicios para las intoxicaciones y toxiinfecciones alimentarias. Si Óscar Curi hubiera conocido esta disciplina, habría sabido, entre otras cosas, que las bacterias Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Salmonella spp. o Bacillus cereus han sido detectadas en el “kachori” elaborado en varios puestos de la India. “ Aplicar la gastroseguridad turística implica educar a las personas que viajan a otros países sobre los posibles riesgos de los alimentos que van a consumir allí y enseñarles estrategias para evitarlos». Decálogo del turista prevenido “ Siguiendo estos consejos, los turistas pueden disfrutar de la rica y variada oferta de comida callejera en cualquier país de manera más segura y satisfactoria». Siguiendo estos consejos, los turistas pueden disfrutar de la rica y variada oferta de comida callejera en cualquier país de manera más segura y satisfactoria. Una norma fundamental es informarnos de la seguridad alimentaria antes de viajar y, sobre todo, respetar a sus habitantes y a su cultura. Como dice un proverbio hindú, “el corazón en paz ve una fiesta en todas las aldeas”.

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El método Tellington y otros trucos para que tu mascota no sufra con el ruido de la pólvora

Texto tomado y adaptado de: Alcaldía de Bogotá Consulta la versión original del artículo en: bogota.gov.co/mi-ciudad/ ambiente/como-evitar-quetu-perro-o-gato-se-asustencon-ruido-de-la-polvora En la época de Navidad, muchos animales sufren por los fuertes sonidos que causa la pólvora, tanto la fauna silvestre, como perros y gatos que conviven con sus cuidadores en casas de familia y, en especial, los animales en condición de calle. Por ello, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA) brinda algunas recomendaciones para que cuides a tus animales de los estruendos de la pólvora y puedas vivir unas festividades en paz y tranquilidad junto a tu mascota. Efectos del sonido de la pólvora en los animales domésticos Mientras que muchas personas disfrutan los fuegos pirotécnicos que se utilizan en las fiestas navideñas, hay quienes sufren con el efecto que producen estos artefactos por padecer de trastornos como, por ejemplo, autismo o Asperger. Así mismo, para quienes tienen alta sensibilidad al sonido, el ruido intenso y los destellos pueden resultar extremadamente perturbadores y generar episodios de ansiedad o estrés. Esto mismo sucede con los animales, ya que tienen una sensibilidad auditiva más aguda que los humanos según indica el IDPYBA Incluso, el ruido de la pólvora, en algunos animales, puede desencadenar consecuencias en la salud negativas como pánico, ansiedad, náuseas, taquicardia, infartos, desorientación, aturdimiento, abortos y, en casos extremos, provocar la muerte. Daniela Bernal, bióloga del equipo de Cultura Ciudadana y Educación del IDPYBA, afirma que «cuando los animales sienten el estruendo de la pólvora, perciben como si se tratara de una explosión ya que no comprenden lo que está sucediendo y lo perciben como si fuera una amenaza, lo que desencadena el aumento de frecuencias cardiacas que genera estrés o, inclusive, producirles la muerte». El IDPYBA señala, además, que el estrés causado por la pólvora provoca cambios en el comportamiento de los animales domésticos. Bajo estos efectos, pueden morder objetos, intentar escapar o buscar desesperadamente un lugar donde esconderse, acciones y cambios en el carácter que aumentan el riesgo de sufrir accidentes, atropellamientos, desorientación o extravíos. ¿Cómo puedo proteger a mi animal de compañía de los sonidos de la pólvora en esta Navidad? El Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), nos da algunas recomendaciones para que los perros y gatos domésticos no sufran con los sonidos de la pólvora en época navideña: En casa: 1. Mantén las puertas y ventanas cerradas para reducir el ruido de la pirotecnia y evitar que las mascotas escapen como reacción al miedo producido por las detonaciones. 2. Aplica el ‘Método Tellington’: consiste en ubicar una tela o bufanda en el torso del animal para simular un abrazo. Esto estimulará la circulación de su sangre en el cuerpo y así se liberarán las tensiones. En la figura 1 te mostramos la manera correcta de aplicar esta técnica. 3. Permítele a tu mascota contar con un lugar de resguardo dentro de tu vivienda. Procura no dejarla sola, tu compañía le ayudará a sentirse más segura. 4. Intenta poner música de relajación a alto volumen (asegúrate de que sea una melodía sin percusiones) para intentar opacar el ruido de la pólvora. Busca en internet o en proveedores digitales opciones de música relajante para animales y encontrarás gran variedad apta para perros y gatos. 5. Dale un paseo a tus mascotas, especialmente, si son de raza canica para que hagan ejercicio y puedan descargar energía. De esta manera, cuando escuchen las explosiones de la pólvora se sentirán más relajadas. Para los gatos, lo recomendable es ponerles una manta o juguete en su lugar de refugio, para que con el olor de este recuerden que ellos están seguros y a salvo. 6. Si tu perro o gato se esconde al escuchar la pólvora, es mejor dejarlo tranquilo y evitar sacarlo de su escondite. Forzarlo a salir solo aumentaría su nivel de estrés. En dicho caso, asegúrate de permanecer cerca para brindarle calma y apoyo, sin invadir su espacio. 7. Si tu animal de compañía se pone ansioso no lo regañes ni lo encierres. Anímalo a jugar y proporciónale sus juguetes preferidos, así lograrás distraerlo. No es recomendable abrazarlo o llenarlo de caricias en esos momentos, ya que esto podría reforzar su reacción de miedo y necesidad de protección. Lo ideal es brindarle calma a través de actividades que desvíen su atención y le den seguridad sin exagerar las muestras de afecto. 8. Si sales en la noche, lleva a tu animal de compañía con collar, correa y placa con sus datos ya que es muy difícil predecir cómo reaccionará en caso de que se presenten ruidos de pólvora. Si lo mantienes bien sujetado evitarás un accidente claramente prevenible. 9. Evita transitar por zonas con altos niveles de ruido, como música, o en lugares con aglomeración de personas, esto puede aumenta el estrés en ellos, y predisponerlos a estímulos más fuertes como la pólvora. La fauna silvestre también sufre con los efectos de la pólvora Los animales domésticos no son los únicos que sufren por el uso de pólvora y fuegos pirotécnicos en las festividades. La fauna silvestre también se ve afectada pues está mucho más expuesta al ruido, las partículas y los gases tóxicos que desprende la pirotécnica. Los animales silvestres pueden sufrir taquicardia, lesiones en su salud e, inclusive, infartos. Por ejemplo, «las aves terminan desplazándose durante largo tiempo a otros sitios lo cual genera la desubicación y se pierden, por consiguiente, las crías quedan abandonadas y mueren», explica la bióloga Daniela Bernal. Por otro lado, las aves migratorias también se ven gravemente afectadas por los sonidos de la pólvora, que les impide descansar adecuadamente. Esto es especialmente perjudicial, ya que después de recorrer grandes distancias necesitan recuperar fuerzas. La falta de descanso interrumpe sus patrones de migración, afecta su salud y puede incluso desorientarlas, lo que aumenta el agotamiento y, como consecuencia, el riesgo de padecer accidentes. Los pequeños mamíferos, como roedores y murciélagos, suelen experimentar un aumento acelerado en su frecuencia cardiaca debido a su tamaño y la sensibilidad de su sistema

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