Regreso al colegio: tips para un uso seguro de las rutas escolares y otros medios de transporte
Por Gerencia de Comunicaciones, Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) con información suministrada por la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Las vacaciones están por finalizar y muchos colegios e instituciones educativas del país, especialmente del calendario A, ya se alistan para abrir las aulas e iniciar un nuevo ciclo académico o lo hicieron recientemente. Por supuesto, las rutas escolares no se quedan atrás. Con el retorno a la presencialidad, estos medios de transporte vuelven a rodar por las calles, avenidas y carreteras de ciudades, municipios y veredas, en todo el país. Una gran mayoría de estos vehículos corresponde a empresas de transporte terrestre automotor especial que son contratadas por los colegios o por las Secretarías de Educación. De esta forma adquieren un gran compromiso: trasladar a niños, niñas y adolescentes y a sus acompañantes de manera segura, desde sus hogares y hasta sus centros educativos o destinos pedagógicos y viceversa, garantizando su bienestar y su integridad física. Para cumplir con ese propósito es indispensable que no solo los prestadores del servicio, sino también los padres de familia, los cuidadores, los docentes, coordinadores y guías de rutas, así como los establecimientos educativos, verifiquen el cumplimiento de todas las normas aplicables al transporte escolar. Al final, se trata de un ejercicio de corresponsabilidad. Diez aspectos por evaluar en un servicio de transporte escolar. A continuación, presentamos los principales aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de contratar o hacer uso de un servicio de transporte escolar. Estos han sido suministrados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial y están basados en el Decreto 431 de 2017 «por el cual se modifica y adiciona el Capítulo 6 del Título 1 de la Parte 2 del Libro 2 del Decreto 1079 de 2015, en relación con la prestación del Servicio Público de Transporte Terrestre Automotor Especial y se dictan otras disposiciones». Toma nota para evaluar un transporte escolar seguro. 1. Está “al día” Con el número de cédula del conductor y la placa puedes verificar en la página web del RUNT si el vehículo cuenta con las condiciones para movilizar estudiantes (se encuentra afiliado a una empresa, no registra comparendos, cuenta con los permisos correspondientes, la revisión técnico-mecánica al día, un seguro obligatorio vigente y un Plan Estratégico de Seguridad Vial). 2. Está preparado El vehículo debe contar con un botiquín de primeros auxilios que contiene elementos de primera necesidad como vendas, gasa, elementos de corte, jabón neutro, guantes, entre otros, según la normatividad legal vigente. Recuerda que allí no debe haber medicamentos. 3. Puede enfrentar un incidente en la vía Asegúrate de que el vehículo esté dotado con un equipo de carreteras compuesto por gato, cruceta, juego de llaves fijas y/o copas, llave expansiva, destornilladores, pinzas, triángulos reflectivos, tacos, llantas de repuesto y chaleco reflectivo para el conductor. 4. Entre sus pasajeros hay un adulto acompañante Por reglamentación toda ruta debe contar con un adulto acompañante que vele por la seguridad y el bienestar de los estudiantes. Este debe tener conocimientos en seguridad vial, primeros auxilios, normas de tránsito y seguridad del vehículo. Si la empresa transportadora cuenta con un Plan Estratégico de Seguridad Vial, puede garantizar que, tanto conductores, como guías o coordinadores de ruta cuentan con dicha formación. 5. Se encuentra en estado óptimo Verifica y exige que el vehículo tenga cinturones de seguridad, mobiliario, vidrios y ventanales en buen estado, así como salidas de emergencia en correcto funcionamiento. 6. Tiene buena apariencia (el exterior también importa) Las llantas deben estar en buen estado, incluida la de repuesto (esto implica que tenga un buen labrado). La latonería y pintura está en buenas condiciones; las puertas abren y cierran correctamente y cuentan con los seguros correspondientes y en óptimo funcionamiento. La carrocería se encuentra señalizada con leyenda de transporte escolar y con teléfonos de contacto para reportar el comportamiento del conductor en la vía. 7. Sus ocupantes van cómodos y bien sentados Cada estudiante y acompañante debe ocupar su puesto y debe contar con cinturón de seguridad. No deben ir personas de pie. 8. El conductor está debidamente capacitado De acuerdo con la ley, todos los conductores a cargo del vehículo deben estar formados en seguridad vial y normas de tránsito, lo cual se garantiza toda vez que la empresa a la que pertenece cuenta con un Plan Estratégico de Seguridad Vial. 9. Se desplaza a una velocidad permitida y sus señales visuales y auditivas funcionan adecuadamente. El vehículo cuenta con un dispositivo de control de velocidad en funcionamiento. A su vez, el pito y el conjunto de luces (delanteras, estacionarias, de reversa, direccionales y de freno) operan en óptimas condiciones. 10. Hay comunicación abierta No olvides conocer toda la información de la ruta. Es importante saber los nombres tanto del conductor como de los acompañantes, tener sus teléfonos a la mano, conocer los datos de la empresa transportadora y mantener una comunicación permanente. Recomendaciones para niños y adolescentes que se movilizan en otros medios de transporte Los niños y adolescentes que llegan y salen de sus colegios a pie, es decir, en calidad de peatones, deben desplazarse en grupos y/o en compañía de adultos responsables. De esta forma, los recorridos son más seguros puesto que se hacen más visibles ante otros actores viales. Para estos casos, los padres o acudientes deben apoyar la formación de los niños en normas de tránsito y fomentar su cumplimiento, a través del ejemplo. Asimismo, en los colegios se pueden crear programas de formación y socialización de medidas de seguridad vial dentro de planes o proyectos de movilidad escolar. Es importante que, al transitar por el espacio público, se utilicen adecuadamente los pasos seguros: cebras, semáforos, andenes, puentes peatonales y esquinas cuando las haya. Si no llegara a existir alguno de los pasos anteriores, el cruce de las vías deberá hacerse en zonas con tráfico lento o menos frecuente y siempre valorando el menor riesgo posible. Los peatones menores de edad deben transitar cogidos de la mano de adultos responsables y/o acudientes. En