Sostenibilidad: imperativo estratégico que asegura la continuidad y la competitividad de los negocios
Por Yezid Niño Barrero, Gerente técnico del CCS. Ingeniero ambiental y sanitario / Especialista en Higiene y Salud Ocupacional / Magíster en Salud Pública / Candidato a doctor en Ingeniería. La sostenibilidad es un término asociado al desarrollo sostenible que, en 1987, la Comisión Brundtland de lasNaciones Unidas definió como aquel que permite “satisfacer las necesidades del presente sin comprometer lahabilidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades” (Naciones Unidas, n.d.), lo cual implica que la sostenibilidad no invita a la inacción para no generar impacto, sino que, buscando continuar con el crecimiento y el desarrollo, los impactos generados no afecten a las generaciones venideras. Bajo la bandera de la sostenibilidad, hoy por hoy, el mundo entero ha buscado establecer diferentes compromisos para la protección del medio ambiente, incorporando aspectos sociales y económicos en la ecuación del desarrollo. En 2015, la Organización de las Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible que, comúnmente, conocemos como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Son 17 objetivos que incorporan compromisos y metas para temas como la eliminación de la pobreza, el trabajo decente, la producción y el consumo responsable, la acción por el clima, entre otros. Lamentablemente, estos objetivos aún son lejanos para las empresas y para las personas en su día a día. Resulta difícil entender cómo nuestras acciones individuales aportan a su alcance y, en el plano empresarial, suele ser difícil cuantificar la contribución que hacen las organizaciones. Pese a ello, las personas en general son conscientes de la existencia de los ODS y ya empiezan a emprender acciones tendientes a la protección ambiental. Según datos publicados por el Foro Económico Mundial (2019), el 74 % de los adultos en todo el mundo conocen los ODS. Sin embargo, la conciencia y la familiaridad con la Agenda 2030 tiende a ser significativamente más baja en los países con mayor nivel económico que en los emergentes. Algunos de los ODS con mayor importancia percibida son: hambre cero (ODS 2), salud y bienestar (ODS 3) y agua limpia y saneamiento (ODS 6). Por el contrario, los ODS que ocupan los últimos lugares en cuanto a posicionamiento en la mente de los ciudadanos se refiere son igualdad de género, reducción de la desigualdad e industria, innovación e infraestructura (World Economic Forum, 2019). Para el caso de Colombia, los resultados de una encuesta adelantada por el Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe (2019) destacan que dentro de las principales acciones que desarrollan los ciudadanos en materia de protección ambiental se encuentran limitar de manera consciente la cantidad de agua que usan a diario, disminuir el consumo de energía en sus hogares, separar la basura para contribuir a su aprovechamiento y usar bolsas reutilizables en sus compras. No obstante, tan solo el 25 % de los encuestados se podrían considerar “consumidores sostenibles” ya que presentan comportamientos consistentes con el consumo en transporte, vivienda, alimentación y hábitos. Aunque lo anterior muestra una creciente preocupación de las personas por los temas ambientales, esto no se ve reflejado en acciones a gran escala que logren prevenir el calentamiento del planeta por encima de 1,5 ºC o controlar la deforestación de la selva y los bosques, entre otras muchas necesidades. Por lo tanto, se hace necesario insistir en la búsqueda de la sostenibilidad, aclarando sus reales dimensiones e identificando los caminos más viables para alcanzar este anhelado objetivo, sin desconocer que es necesario un desarrollo económico que propenda por la equidad y que la protección de las personas y el mejoramiento de sus condiciones de vida es fundamental para asegurar que el desarrollo sea verdaderamente sostenible. En ese sentido, continuamente se ha mencionado que la sostenibilidad aborda tres esferas: lo económico, lo social y lo ambiental. Las dos primeras son menos evidentes en el entendimiento de la sostenibilidad. De acuerdo con lo descrito por Salas-Zapata & Ortiz- Muñoz (2019) fue posible encontrar cuatro usos de la palabra sostenibilidad: (i) la sostenibilidad como conjunto de criterios socioecológicos que orientan la acción humana, (ii) la sostenibilidad como una visión de la humanidad que se realiza a través de la convergencia de los objetivos sociales y ecológicos de un sistema de referencia particular, (iii) la sostenibilidad como un objeto, cosa o fenómeno que sucede en ciertos sistemas socio-ecológicos, y (iv) la sostenibilidad como un enfoque que implica la incorporación de variables sociales y ecológicas al estudio de una actividad, proceso o producto humano. En todos los casos se puede concebir la sostenibilidad bajo un enfoque antropocéntrico. Comprender ese alcance ayuda a entender que, si se quiere que las acciones y discursos lleguen a oídos de todos los actores de la sociedad, habrá que dar razones de peso de cómo la sostenibilidad nos ayuda como humanidad, una humanidad que se integra con su entorno y un medio ambiente que comprende al ser humano con un actor de interés y no como un enemigo. Estrategias empresariales Desde hace muchos años, las organizaciones han emprendido diferentes acciones para demostrar su compromiso con la protección del medio ambiente, algunas muy puntuales y tradicionales como campañas de limpieza de ecosistemas o siembras de árboles. Así mismo se observan acciones de responsabilidad social que muestran a las compañías desarrollando actividades de intervención comunitaria asociada a actividades como embellecimiento de fachadas, suministro de alimentos, entrega de insumos para educación, entre otras. No se trata de insinuar que este tipo de acciones no tengan ningún tipo de impacto o que no se deban realizar. Sin embargo, las compañías han empezado a repensar y reenfocar sus esfuerzos, migrando hacia acciones de sostenibilidad de manera tal que les permita demostrar un impacto mucho más profundo y duradero. A partir de las consecuencias de la pandemia de la COVID-19 y las diferentes preocupaciones que se han desarrollado alrededor de la conservación del planeta, algunas de las temáticas que se han identificado como tendencia en temas de sostenibilidad son cambio climático, Derechos Humanos y empresas, economía regenerativa, finanzas sostenibles, movilidad sostenible, comunicación y gestión (ComunicarSe,