Uso de cabinas de desinfección y recomendaciones para prevenir el contagio de la COVID-19

COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA
ANTECEDENTES

La pandemia causada por el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) que origina la enfermedad conocida como COVID-19, fue decretada por la Organización Mundial de la Salud el día 11 de marzo de 2020, cuando se presentaban 118.000 casos de la enfermedad en un total de 114 países y las víctimas mortales contabilizaban 4.291 personas (OMS, 2020a).

En su mensaje de declaración de pandemia, el Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló: “(…) todos los países deben encontrar un delicado equilibrio entre la protección de la salud, la minimización de los trastornos sociales y económicos, y el respeto de los derechos humanos (…)”. Además, indicó que los países afectados por la pandemia deberían afrontar esta situación adoptando un enfoque basado en la participación de todo el gobierno y la sociedad, en cuatro esferas clave: i) prepararse y estar a punto, ii) detectar, proteger y tratar, iii) reducir la transmisión y iv) innovar y aprender (OMS, 2020a).

SITUACIÓN ACTUAL

Hasta el 16 de abril de 2020, los datos consolidados por la Universidad Johns Hopkins a nivel global daban cuenta de 2.157.108 casos confirmados de COVID-19 en 185 países, con un total de 144.047 muertes (Johns Hopkins, 2020).

Desde el miércoles 25 de marzo de 2020 a las cero horas (00:00 a.m.), Colombia se encuentra en aislamiento preventivo obligatorio o cuarentena, establecido a través del Decreto 457 del Ministerio del Interior y ampliado mediante el Decreto 531 de esa misma cartera. De acuerdo con los datos más recientes del Instituto Nacional de Salud, el país reporta un total de 3.233 casos confirmados de COVID-19 en 29 departamentos, con una cifra de 144 fallecidos y 550 personas recuperadas (INS, 2020).

RECOMENDACIONES VIGENTES PARA PREVENIR LA PROPAGACIÓN DE LA ENFERMEDAD

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés) recomiendan actualmente las siguientes medidas de protección para la población en general, para prevenir la propagación de la COVID-19 (CDC, 2020):

  • Limpiarse las manos con frecuencia: lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón por al menos 20 segundos, especialmente después de haber estado en un lugar público o después de sonarse la nariz, toser o estornudar. Si no se dispone de agua y jabón, se puede usar un desinfectante de manos que contenga al menos un 60% de alcohol, cubriendo la totalidad de la superficie de las manos y frotándolas hasta que se sienta que se secaron. Se debe evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca sin haberse lavado las manos.
  • Aislamiento social: quedarse en casa tanto como sea posible, para evitar de esta manera tanto el contacto cercano con personas que están enfermas, como con personas asintomáticas que pueden propagar el virus.
  • Limpieza y desinfección de superficies: limpiar y desinfectar diariamente las superficies que se tocan con frecuencia (mesas, manijas de las puertas, interruptores de luz, mesones, barandas, escritorios, teléfonos, teclados, inodoros, grifos, lavamanos, lavaplatos). Si las superficies están limpias se deben lavar con agua y detergente o jabón antes de desinfectarlas y luego usar un desinfectante de uso doméstico, como los recomendados por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por su sigla en inglés) (2020).

Además de las anteriores medidas, para Colombia el Ministerio de Salud y Protección Social (2020) estableció desde el pasado 4 de abril el uso de tapabocas convencional obligatorio en los siguientes lugares y casos, teniendo en cuenta que es una medida complementaria y no elimina la necesidad de lavarse las manos y del distanciamiento social:

  • En el sistema de transporte público (buses, Transmilenio, taxis) y áreas donde haya afluencia masiva de personas (plazas de mercado, supermercados, bancos, farmacias, entre otros) donde no sea posible mantener la distancia mínima de 1 metro.
  • Personas con sintomatología respiratoria.
  • Grupos de riesgo (personas adultas mayores de 70 años, personas con enfermedades cardiovasculares, enfermedades que comprometan su sistema inmunológico, cáncer, VIH, gestantes y enfermedades respiratorias crónicas).

RECOMENDACIONES PARA EL LEVANTAMIENTO DE LA CUARENTENA

El pasado 13 de abril, el Director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó su preocupación por el control de la propagación del nuevo coronavirus (SARS-CoV-2), una vez se levanten las medidas de cuarentena. Para ello, sugirió seis medidas para que los países eviten un rebote mortal del virus (Noticias ONU, 2020):

  1. Controlar la transmisión del virus.
  2. Garantizar la disponibilidad de capacidades en el sistema de salud para detectar, hacer test, aislar y tratar cada caso de COVID-19 y rastrear cada contacto.
  3. Minimizar el riesgo de brotes en entornos expuestos, como los establecimientos sanitarios permanentes.
  4. Aplicar medidas de prevención en escuelas, trabajos y lugares de alta afluencia de personas.
  5. Controlar el riesgo de casos importados de otros países.
  6. Promover la participación y responsabilidad de la población. Cada persona debe adoptar medidas de autocuidado para, entre todos, minimizar los contagios.

USO DE CABINAS DE DESINFECCIÓN EN LUGARES DE ALTA AFLUENCIA DE PERSONAS

En relación con la cuarta medida sugerida por la OMS para el control de la propagación de la COVID-19, una vez se levante la cuarentena, uno de los mecanismos que desde el mes de marzo está tomando fuerza en los países del sudeste asiático es el uso de cabinas de desinfección en lugares de alta afluencia de personas. Este tipo de cabinas ha sido generalmente utilizado para la desinfección de superficies de trajes en laboratorios de investigación microbiológica o inactivación de trajes contaminados por materiales tóxicos (Tomas, Cadnum, Jencson & Donskey, 2015); su mecanismo de actuación consiste en nebulizar una sustancia química con propiedades desinfectantes como el peróxido de hidrógeno, el hipoclorito de sodio, el glutaraldehído o el ozono, o la aplicación de un agente físico como la radiación ultravioleta, capaces de destruir las barreras protectoras de los microorganismos patógenos.

En Colombia, en lo corrido del mes de abril, se han empezado a ofrecer cabinas de desinfección como desarrollos de investigadores y emprendedores locales, dispuestas a las entradas de lugares públicos (incluyendo hospitales), a través de las cuales transitan trabajadores y visitantes por espacio de 5 a 12 segundos mientras se asperja sobre ellos un agente químico -amonio cuaternario de quinta generación, ozono, alcohol etílico al 70%, peróxido de hidrógeno, ácido ascórbico al 95%, hipoclorito de sodio- (Semana, 2020; Gobernación de Boyacá, 2020; Universidad de la Costa, 2020; Noticias Caracol, 2020; El Frente, 2020), o son sometidos a la acción de una lámpara de luz ultravioleta (Universidad del Magdalena, 2020).

Sin embargo, de acuerdo con la Conferencia Americana de Higienistas Industriales Gubernamentales (ACGIH por sus siglas en inglés), las sustancias químicas empleadas en estas cabinas son perjudiciales cuando entran en contacto directo con la piel o las mucosas, por sus efectos irritantes o corrosivos, sin citar otras consecuencias que se pueden desarrollar a largo plazo por la exposición continua, como daño al sistema nervioso central o bronquitis (ACGIH, 2020).

Adicionalmente, la Organización Mundial de la Salud (2020b) ha publicado recientemente los siguientes consejos para la población en general en relación con el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2):

  • No se deben utilizar lámparas ultravioletas para esterilizar las manos u otras partes del cuerpo, ya que la radiación ultravioleta puede causar eritemas (irritación de la piel).
  • Rociar todo el cuerpo con alcohol o cloro no sirve para la destrucción de partículas virales que ya han entrado en el organismo. Pulverizar estas sustancias puede dañar la ropa y las mucosas (es decir, los ojos, la boca, etc.). Tanto el alcohol como el cloro pueden servir para desinfectar las superficies, siempre que se sigan las recomendaciones pertinentes.

De la mano con lo anteriormente expuesto, científicos de la Universidad de Calcuta en la India han expresado su preocupación con respecto al extendido uso de cabinas de desinfección en un intento por frenar la propagación de la COVID-19, debido al impacto que sustancias químicas como el hipoclorito de sodio o soluciones acuosas de peróxido de hidrógeno puedan tener sobre las personas, tales como irritación en la piel y en los ojos, y la dificultad para respirar. Adicionalmente, mencionan que la posibilidad de contaminación ambiental por el drenaje de las aguas residuales provenientes de dichas cabinas es muy alta. Estos expertos también señalan que las cabinas de desinfección ubicadas en el ingreso de los lugares públicos pueden dar a las personas una falsa sensación de seguridad, que conlleve a que eviten prácticas como el distanciamiento social y el lavado frecuente de manos. El empleo de dichas cabinas no beneficia a las personas asintomáticas o sintomáticas positivas para la COVID-19, quienes seguirán siendo un vector infeccioso, incluso después de pasar a través de ellas (The New Indian Express, 2020).

Para el Ministerio de Salud de Malasia (The New Strait Times, 2020), no hay evidencia de que el uso de cabinas de desinfección sea efectivo para frenar la propagación de la COVID-19. El tránsito de personas al interior de las cabinas durante 20 a 30 segundos no sería un tiempo suficiente para lograr una desinfección efectiva. Este proceso no elimina el virus dentro del cuerpo humano y por el contrario puede ocasionar daños en las membranas mucosas de los ojos y la boca.

Finalmente, el Departamento de Salud de Filipinas (DOH por sus siglas en inglés) prohibió el uso de cabinas de desinfección, indicando a través de un memorando oficial que no hay evidencia que apoye que la nebulización de superficies e individuos con agentes desinfectantes acabe con el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2). En su comunicado, señaló además que la aspersión de desinfectantes sobre los trabajadores tiene implicaciones en el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo relacionadas con la irritación cutánea, la inhalación de las sustancias químicas y el subsecuente desarrollo de patologías respiratorias asociadas (DOH, 2020).

De acuerdo con las anteriores consideraciones, el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) y la Sociedad Colombiana de Higienistas Ocupacionales (SCHO) recomiendan el uso de cabinas de desinfección en el territorio nacional únicamente para la inactivación de agentes patógenos o sustancias químicas tóxicas depositadas sobre superficies inertes como los trajes con cobertura plástica de profesionales de la salud y personal de atención de emergencias, siempre que se garantice que las zonas de contacto directo (piel y/o mucosas) del trabajador se encuentran aisladas totalmente de la atmósfera de la cabina y en todo caso no se recomienda su uso en personas.

RECOMENDACIONES FINALES

Con el propósito de reducir el riesgo de exposición de los trabajadores y de los visitantes a los lugares con alta afluencia de público durante esta pandemia, se recomienda acoger como modelo las medidas generales establecidas en la Circular Conjunta 001 del 11 de abril de 2020 por los Ministerios de Salud y Protección Social, del Trabajo y de Vivienda, Ciudad y Territorio, a saber:

  • Realizar toma temperatura a todos los trabajadores y visitantes al ingreso a las instalaciones, para lo cual se deberán utilizar termómetros infrarrojos y evitar todo tipo de contacto directo con las personas. En caso de presentarse una temperatura mayor o igual a 38 grados centígrados, esperar 15 minutos y realizar una nueva toma para confirmar. Quien tome la temperatura debe hacer uso de tapabocas desechable.
  • Aquellas personas que presenten o reporten temperatura mayor o igual a 38 grados centígrados, así como las personas que en el ingreso se detecten con sintomatología o que refieran tenerla, deben ser reportadas al responsable de Seguridad y Salud en el Trabajo de las instalaciones, para la toma de las medidas pertinentes y la activación del protocolo de respuesta frente a un caso.
  • Informar en carteleras o mediante señalización en áreas de alta visibilidad de las instalaciones, los aspectos básicos relacionados con la forma en que se transmite el Coronavirus COVID-19 y la manera de prevenirlo, en un lenguaje claro y conciso; los signos y síntomas (tos, fiebre cuantificada mayor o igual a 38°C, fatiga, dolor de garganta y dificultad respiratoria, entre otros síntomas de resfriado); la importancia del reporte de condiciones de salud y los medios de comunicación (teléfonos) en caso de presentar algunos de estos signos.
  • Publicar, mediante piezas didácticas, la explicación de cómo debe hacerse el código de higiene respiratoria, que incluye cubrirse la nariz al toser o estornudar con el antebrazo o con un pañuelo de papel desechable, deshacerse de él inmediatamente después de usarlo y lavarse las manos con agua y jabón. Abstenerse de tocarse la boca, la nariz y los ojos.
  • Disponer suministros de gel antibacterial en las áreas de descanso, administrativas, ingreso a ascensores (si aplica) y aquellas de alto tránsito al interior de las instalaciones.
  • Disponer de lavamanos en áreas comunes y zonas de trabajo para realizar lavado de manos con agua y jabón. Publicar imágenes ilustrativas.
  • Garantizar el suministro diario de tapabocas y capacitar a los trabajadores en su forma de uso y retiro, así como sobre las medidas de conservación y tiempos de duración. Tener tapabocas disponibles para los visitantes.
  • Incrementar la frecuencia de limpieza y desinfección de superficies, elementos y equipos de trabajo de las áreas administrativas.
  • Establecer reglas para permitir el distanciamiento entre trabajadores (2 metros) e incrementar las medidas de limpieza y desinfección en las áreas de descanso y de consumo de alimentos y bebidas.
  • Establecer estrategias de trabajo que permitan el distanciamiento entre los trabajadores (2 metros).
  • Establecer reglas de distanciamiento en el momento de consumir alimentos y bebidas.
  • Generar contenidos informativos basados en fuentes calificadas, para llegar a los colaboradores con medidas de prevención y autocuidado, así como con información sobre la enfermedad y formas de contagio. Todos los protocolos y medidas de autocuidado deberán ser comunicados a los colaboradores por los canales de comunicación que tenga dispuestos la organización. Las medidas de autocuidado y prevención deben trascender el ámbito laboral e involucrar a las familias, para generar prevención en el hogar.

Adicional a lo anterior, en la zona de ingreso de trabajadores y visitantes, se podría contemplar la disposición de pediluvios o tapetes sanitizantes, que sirven para reducir la carga de microorganismos que se encuentran en el calzado, diseñados para desinfectar zapatos y botas a la entrada de procesos en industrias como las de alimentos.

REFERENCIAS  

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Preauditorías RUC®

Como respuesta a la necesidad de estructurar un sistema que permita armonizar los requisitos legales en Seguridad, Salud y Ambiente y los exigidos por las compañías contratantes de hidrocarburos y otros sectores, en el año 1998 se creó el Registro Uniforme de Evaluación de Contratistas en Seguridad, Salud y Ambiente RUC®. El RUC® se compone de estrategias adaptadas a las necesidades reales de la industria y apoya los procesos de administración de Contratistas, entendiendo la dinámica de sus operaciones y los retos de sostenibilidad del negocio. Las empresas contratantes reconocen la importancia de estos aspectos, como la transparencia y la responsabilidad social corporativa. Por esta razón, buscamos la mejora continua a través de la excelencia en los procesos, donde la participación activa de las empresas contratistas y proveedoras es esencial. Antes de calificarse con el RUC® usted tiene la oportunidad de obtener un diagnóstico preliminar mediante el producto de PREAUDITORIA DEL RUC®, realizado por el Consejo Colombiano de Seguridad. Este proceso busca brindar a la organización una idea general de cómo está preparado su sistema de gestión y prepararse para obtener la calificación del RUC® La preauditoría RUC® es una evaluación real que no tiene validez para el registro ni está sujeta al reglamento del RUC®. NO puede ser considerada como una auditoría interna. Su resultado no afecta ni influye en las actividades del Sistema RUC®. Su propósito es evaluar los requisitos clave del sistema de gestión de Seguridad, Salud en el Trabajo y Medio Ambiente, conforme a las exigencias de la guía de contratistas del RUC®. A través del desarrollo de la PREAUDITORÍA su organización logrará determinar el cumplimiento del Sistema de Gestión de acuerdo con lo indicado en Guía del RUC®, Identificar las desviaciones evidenciadas en el proceso de evaluación de la empresa, con el fin de establecer un programa para su adecuación con base en los requisitos del RUC® y lograr un diagnóstico de estado del sistema de gestión. Para más información puede consultar nuestra línea 2886355 opción 2-2 o a través de nuestro correo servicioalcliente.ruc@ccs.org.co

Caída mortal desde la caja de un camión

Tomado de: INSST – Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. (s.f.). Caída mortal desde la caja de un camión. https://www.insst.es/stp/binvac/caida-mortal-desde-la-caja-de-un-camion Trabajo que realizaba El trabajador de 31 años llevaba 9 días en el puesto de trabajo. Pertenecía a una microempresa dedicada al alquiler de maquinaria y se había desplazado a una ferretería donde habían adquirido unas vallas metálicas. Estando allí, junto al almacén, se ofreció a ayudar en la operación de carga de un palé con 40 vallas metálica en un camión. Cada una tenía unas dimensiones de 1,90 x 2,50 m y pesaba 20 Kg. En total eran unos 800 Kg. Originalmente el paquete contenía 70 vallas, y venía flejado y retractilado con una película transparente ajustada. A este paquete se le habían quitado 30 vallas, por lo que el envoltorio se encontraba abierto, con el plástico y los flejes rotos. La carga estaba sobre un palé de 2,52 m x 2,10 m, más grande que los utilizados por la empresa habitualmente. Para esta operación el encargado del almacén utilizaba una carretilla elevadora de tracción eléctrica. La horquilla de espesor 35 mm, anchura 80 mm, longitud 0,8 m y anchura del portahorquilla 1,04 m. El camión también era propiedad del comercio al menor de ferretería. Disponía de una caja abierta de 4 m x 2,10 m, carga máxima de 3.500 Kg y una altura de suelo a caja 0,87 m. Accidente Estando junto a la puerta trasera del almacén, el trabajador y un empleado de la ferretería se situaron en un lateral sobre la caja del camión a una altura de 85 cm con el fin de dirigir, señalizar o estabilizar la carga en caso de ser necesario. Con la carretilla elevadora manipulaban el palé para situarlo sobre el camión, por donde se había abatido un lateral. El conductor seguía también las indicaciones del encargado de la ferretería pues las dimensiones del palé le dificultaban la visibilidad. En ese momento, cuando la carga estaba levantada y a punto de ser colocada en la caja del camión, el palé se rompió y parte de la carga cayó sobre la caja del camión, produciendo un gran estruendo y desestabilizando también la caja. Los empleados, por temor a que la carga les cayera encima, saltaron por la parte derecha de la carretilla. Al chocar entre ellos cayeron al suelo. Uno de ellos se golpeó la cabeza contra el firme, y después el otro de costado le cayó encima. Las lesiones sufridas provocaron el fallecimiento de uno y contusiones en el costado izquierdo al otro. Otras circunstancias relevantes Causas Del análisis de los datos y descripciones recogidas, se deducen las siguientes causas del accidente: El origen del accidente se indica en este árbol de causas: Pudo haberse evitado Este accidente podría haberse evitado si el empresario hubiera evaluado los riesgos inherentes de su empresa y determinado las medidas necesarias de prevención para sus empleados. Si la persona que manejaba la carretilla y el auxiliar hubieran recibido una formación relacionada con los riesgos del uso de la carretilla probablemente no hubieran procedido de esa forma, sobrecargando la máquina y permitiendo que alguien se ubicara en una zona peligrosa. Los trabajadores no tenían a su disposición una máquina, o equipo adecuado para el trabajo que debían realizar. Se hubiera evitado el accidente si sólo las personas autorizadas con la formación necesaria utilizaran la carretilla. La mala sujeción de las cargas sobre las horquillas y los defectos estabilidad de la carga provocaron la rotura del palé. Para garantizar un apoyo seguro de la carga, debe tenerse en cuenta que los brazos de la horquilla estén suficientemente distantes y que abarquen la carga lo máximo posible. Las cargas se situarán siempre sobre la horquilla de forma que sea imposible su caída. Las causas del accidente fueron motivos de infracción grave según lo dispuesto en la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales y el Real Decreto 1215/1997 de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo. El motivo de la sanción fue por no poner a disposición de los trabajadores equipos adecuados al trabajo que debía realizarse, ni adoptar medidas de organización para evitar la ubicación de trabajadores a pie en la zona de trabajo sin mantener espacios libres. También se consideró que la carretilla se sobrecargó y que la conducción del equipo tenía que estar reservada a trabajadores que hubieran recibido una formación específica. El espacio de lecciones aprendidas es una herramienta para evitar que se presenten accidentes. Invitamos a las empresas a enviar sus lecciones aprendidas al correo de Nidya Mariela Corzo Zambrano gerencia.auditoriaruc@ccs.org.co para que sean compartidas a través de estos boletines. 

El uso y cuidado correcto de la estiba

Tomado de: Central de Maderas G&S SAS. (2014, agosto 13). El uso y cuidado correcto de la estiba. https://www.centraldemaderas.com/el-uso-y-cuidado-correcto-de-la-estiba/ Las estibas de madera son herramientas esenciales en la cadena de suministro, utilizadas para facilitar el manejo, almacenamiento y transporte de mercancías, son las encargadas de movilizar y cuidar las mercancías a lo largo de la cadena de suministro, es claro que el cuidado de estas también genera ahorro, por lo que no solo debemos enfocar nuestra atención en la inversión de nuevas estibas, sino también en el cuidado de los productos sobre ellas, adicionalmente si las estibas son tratadas de la manera correcta tienen una vida útil de hasta 5 años minimizando altamente los costos de inversión por este tipo de productos.  Aunque son versátiles y económicas, su uso inadecuado puede resultar en daños a la carga, accidentes laborales o incluso problemas ambientales. Por restas razones, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos: Selección de estibas de madera El primer paso para un uso adecuado es la correcta selección de las estibas. Se deben considerar varios factores, como: Cargar y apilar correctamente Una vez seleccionada la estiba adecuada, es crucial seguir las mejores prácticas para cargar y apilar los productos: Manejo y almacenamiento El manejo y almacenamiento de las estibas también son aspectos clave para garantizar su uso seguro y eficiente: Reparación y mantenimiento Las estibas dañadas deben repararse inmediatamente o ser retiradas de uso. Revisar regularmente las estibas para detectar posibles daños y realizar mantenimiento preventivo es una práctica esencial. Si una estiba tiene uno o dos elementos rotos, remplazar estos elementos es muy sencillo, pero si seguimos utilizando la estiba, los demás elementos perderán estabilidad y fuerza fracturándose y dejando la estiba 100% obsoleta. Si utilizamos estibas en mal estado dentro de las operaciones se corre el riesgo de pérdidas de mercancías, y accidentes innecesarios. Cumplimiento normativo y medioambiental El uso de estibas de madera está sujeto a regulaciones ambientales y de seguridad. Es importante estar al tanto de las normativas locales e internacionales que aplican al uso y desecho de estibas: El uso adecuado de estibas de madera es fundamental para garantizar la seguridad, la eficiencia y la sostenibilidad en el manejo de cargas. Al seleccionar estibas de calidad, seguir las mejores prácticas de carga y apilamiento, y cumplir con las normativas vigentes, las empresas pueden optimizar sus operaciones logísticas y reducir riesgos. La implementación de un programa de mantenimiento y reciclaje adecuado también contribuye a prolongar la vida útil de las estibas y a proteger el medio ambiente.

Auditoría SSTA: impacto de las visitas adicionales en la Calificación RUC®

Auditar un Sistema de Gestión de Seguridad, Salud en el Trabajo y Ambiente (SSTA) es crucial para garantizar la protección de los empleados, el cumplimiento de las normativas, la sostenibilidad ambiental y la eficiencia operativa. El Sistema RUC, entre sus beneficios, incluye una evaluación y seguimiento integral de la gestión SSTA para toda la empresa, sin limitarse a áreas, procesos o centros de trabajo específicos. Además, cubre a todos los trabajadores, independientemente de su vínculo de contratación (incluyendo directos, subcontratistas, en misión, empresas temporales, cooperativas, conductores afiliados y/o fidelizados en el caso de empresas de transporte, entre otros). Las organizaciones pueden solicitar visitas adicionales como parte de este proceso. Estas visitas adicionales suelen solicitarse cuando la empresa contratista desea ser evaluada nuevamente con el fin de mejorar la calificación de su desempeño. Sin embargo, es importante destacar que esta acción invalida la auditoría anterior y requiere repetir todo el proceso, lo que no garantiza una mejor calificación, ya que ésta depende siempre del nivel de desempeño y cumplimiento frente a los criterios establecidos. Además, al tratarse de un proceso de muestreo, la auditoría conlleva un grado de incertidumbre. Las empresas contratistas podrán solicitar una visita adicional al menos tres (3) meses después de la visita de verificación o seguimiento y tres (3) meses antes del vencimiento de la inscripción o renovación. El CCS solo podrá realizar una visita adicional durante el periodo de vigencia del RUC®. Estas visitas solo podrán realizarse antes de los tres (3) meses si la solicitud es presentada por personas autorizadas de las empresas contratantes ante el CCS. Las solicitudes de visitas de evaluación adicionales, por parte de las empresas contratistas o contratantes, a las que cubren la inscripción o renovación, implican un costo adicional que debe ser cubierto por la empresa contratista. Este costo equivale al 60% del valor de la inscripción o renovación al RUC®, siempre y cuando el número de empleados sea el mismo. De lo contrario, será el 60% de la tarifa sobre el número de empleados actuales. Es importante tener en cuenta que en las visitas adicionales no solo se revisan las no conformidades de la última auditoría, sino que se reevalúa todo el sistema de gestión bajo los criterios de la Guía RUC, el formato de autoevaluación y la normatividad aplicable. En el caso de que una empresa realice una visita adicional y durante esta se detecte un impacto por nuevos eventos de accidentalidad (como fatalidades, invalideces, incapacidades permanentes parciales, accidentes graves según la definición de la Resolución 1401 de 2007, y/o aumento de tendencias), estos serán evaluados en la próxima visita de seguimiento. Asimismo, se mantendrán los hallazgos e impactos asociados a los elementos 5 y 6 de la última visita de seguimiento. Las estadísticas de accidentalidad evaluadas serán las mismas de la última evaluación RUC para la cual se solicita la visita adicional, y este proceso de auditoría adicional no generará un nuevo informe de estándar mínimo, ya que dicho informe es un beneficio del proceso de inscripción y/o renovación. Por último, es fundamental señalar que, independientemente de la fecha en que se realice la visita adicional, su vigencia caducará en la fecha de vencimiento establecida para la empresa.

Explosión por alimentación con oxígeno puro a martillo neumático

Fuente: INSST – Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, BINVAC 096 Accidentes De Trabajo Investigados. Tomado de: https://www.insst.es/stp/binvac/096-explosion-por-alimentacion-con-oxigeno-puro-a-martillo-neumatico Descripción: La empresa del trabajador accidentado se especializa, como contratista, en servicios de mantenimiento y reposición del material refractario ubicado en la cara interna de hornos de fusión de otras empresas. El accidente ocurrió durante la retirada de material (picado de anillos de escoria o material refractario) en el interior del cubilote de uno de los hornos en la sede de la empresa principal. Estos anillos o acumulaciones de material se forman como resultado del proceso de fundición, donde el enfriamiento parcial del caldo provoca que se adhiera a las paredes del horno. Por lo tanto, es necesario eliminarlos periódicamente usando martillos neumáticos percutores o herramientas similares. Antes del accidente, el trabajador, ubicado en el fondo del cubilote (un espacio confinado de 1 metro de diámetro y aproximadamente 5 metros de altura), conectó el martillo neumático a una toma de aire no señalizada. Al accionar el martillo, se produjo una deflagración dentro del cubilote, lo que resultó en quemaduras graves para el trabajador. Otros datos del accidente: La conexión del martillo percutor y otras herramientas neumáticas utilizadas en el picado del anillo se realiza generalmente en la toma de aire comprimido señalizada en el nivel inferior (nivel 1) del horno. Sin embargo, nunca se había utilizado la toma en el nivel de tragantes, ubicada varios metros por debajo. El trabajador conocía la existencia de tomas de aire comprimido en ese nivel, ya que su empresa había solicitado repetidamente a la contratista la instalación de dichas conexiones para facilitar la operativa de picado y evitar tener que trasladar la manguera desde el nivel inferior hasta la plataforma. No obstante, debido a la urgencia del trabajo, el trabajador decidió retirar el tapón azul de la tubería en ese nivel, interpretando que el color azul indicaba aire en las conducciones de servicio, sin pensar que la tubería pertenecía a la red de suministro de oxígeno. Por lo anterior, tras retirar el tapón, abrir la llave de paso y comprobar la existencia de un flujo de gas en la tubería, el trabajador procedió a conectar el martillo neumático. Para ello, utilizó un racor de adaptación de tipo Barcelona de conexión rápida y aplicó teflón para sellar el paso de gas. El trabajador consideró «normal» la ausencia de señalización en la tubería, dado que en la conducción de aire respirable tampoco existía señalización. Asimismo, no vio nada inusual en la colocación del racor de adaptación y del teflón en la conducción. Por otro lado, se señala que el manual del martillo neumático, proporcionado por la empresa para la investigación, está en alemán y no cuenta con traducción al castellano. El trabajador también indica que no pidió permiso ni consultó con nadie sobre la preparación de la maniobra y las conexiones (tanto del equipo de respiración como del martillo), ya que existía un permiso de trabajo y se trataba de una operación habitual en el horno. Causas La ausencia de señalización en las tomas de conexión a la red de suministro de gases (oxígeno, aire comprimido y aire respirable) existente en el nivel de tragantes del horno, provoca que el trabajador conecte la manguera del martillo neumático a la red de suministro de oxígeno en lugar de a la toma de aire comprimido. El trabajador decide utilizar una toma existente en el nivel de tragantes del horno, sin señalizar y distinta a la empleada habitualmente como fuente de alimentación del martillo neumático. Para ello retira el tapón de la tubería y coloca en ella un elemento de adaptación (racor). Este le permite conectar la herramienta neumática a la fuente de suministro de oxígeno, produciéndose la deflagración que ocasionó el accidente. Probablemente, el exceso de confianza unido al hecho de que el trabajador era conocedor de que en el nivel de tragantes del horno existían tomas de aire comprimido, le llevó a decidir utilizar dicha toma sin asegurarse previamente de que se trataba de una toma de aire comprimido. 2. Productos químicos capaces de producir reacciones peligrosas (exotérmicas, tóxicas etc.) cuyo control no está garantizado. El trabajador conecta un martillo neumático a una fuente de suministro de oxígeno en lugar de a una fuente de aire comprimido (con oxígeno al 21%) para la que está diseñada la herramienta. Al accionar el pestillo del martillo, el oxígeno entra en contacto con el lubricante presente en la herramienta generando una mezcla combustible-comburente (lubricante – oxígeno) inflamable a temperatura ambiente, hecho que no ocurre con la mezcla lubricante aire comprimido (condiciones de uso del martillo). En el momento inmediatamente posterior al inicio del funcionamiento del martillo, se produce una chispa por rozamiento (probablemente en la acción de la punta del martillo con el material a picar o en alguna pieza interna metálica del martillo) lo que provoca que la mezcla lubricante-oxígeno se inflame. Las dimensiones y la configuración del interior del cubilote (espacio confinado muy estrecho) contribuyeron a agravar las consecuencias derivadas de la explosión. Recomendaciones Medidas preventivas dirigidas a la empresa PRINCIPAL: Medidas preventivas dirigidas a las contratistas: El espacio de lecciones aprendidas es una herramienta para evitar que se presenten accidentes, invitamos a las empresas a enviar sus lecciones aprendidas al correo ruc@ccs.org.co para que sean compartidas a través de estos boletines.