Jekyll and Hyde: el extraño reclamo de una lavandería

Por Alejandro Aldana Pérez / Químico / Magíster en Química / Diciembre CCS literario 2019.

Cómo citar este artículo:
Aldana, A. 2019. Jekyll and Hyde: el extraño reclamo de una lavandería. Revista Protección & Seguridad No. 395 pág. 11 – 14. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/jekyll-and-hyde-el-extrano-reclamo-de-una-lavanderia/

El doctor Jekyll y el señor Hyde es una novela corta, publicada en 1886 y escrita por el escocés Robert Louis Stevenson. La historia es un «thriller» que gira en torno a una investigación liderada por el abogado Utterson. El jurista sigue la pista de una serie de sucesos extraños que involucran a su amigo, el noble médico Henry Jekyll y un siniestro personaje llamado Edward Hyde. El relato desarrolla la dualidad entre el bien y el mal. Narra el proceso de transformación de un hombre distinguido en un desalmado criminal (Stevenson, 1920). En términos anglosajones, la trama se podría resumir con la expresión “breaking bad”. Esta locución de habla inglesa es empleada cuando un individuo toma decisiones que convierten su vida en un completo caos.

También, el mundo anglosajón emplea la expresión “Jekyll and Hyde”. La frase es usada para describir a una persona con dos lados muy diferentes de su personalidad, uno bueno y otro malo. Y aquí es necesario resaltar que en la narración fantástica del “Dr. Jekyll and Mr. Hyde”, el detonante de la transición entre una existencia equilibrada y el desconcierto es un brebaje químico.

Por el momento, dejemos a un lado el asunto de los menjurjes químicos abordados desde la inventiva literaria y tratemos el tema desde otra faceta más formal. En el año 2018, Colombia asumió el reto de aplicar el Sistema Globalmente Armonizado (SGA). Este método tiene como objetivo comunicar de manera práctica los peligros asociados con el uso de sustancias químicas en la industria. La metodología no es una ley, es una guía. Sin embargo, el Estado colombiano ha decretado que este sistema sea el empleado en los sitios de trabajo como herramienta para divulgar los peligros intrínsecos relacionados con los químicos. Lo que se busca con este instrumento de comunicación es tener un panorama de los peligros y determinar las medidas cautelares necesarias para mantener un equilibrio entre productividad y seguridad.

Puesto sobre la mesa todo lo anterior, es oportuno hacer la siguiente pregunta: ¿qué propósito tiene mencionar el relato fantástico del escocés Robert Louis Stevenson, la dualidad entre el bien y el mal, una pócima que convierte al más noble de los hombres en un criminal, un sistema de comunicación de peligros asociados al uso de sustancias químicas y el reclamo de una lavandería? En un principio, esto puede parecer sin sentido, pero los elementos expuestos arriba están presentes día a día en las lavanderías donde se ejecutan procesos con el denim.

El «jean» es una pieza de vestir informal, versátil y de nuestra cotidianidad. En otras palabras, es el comodín de nuestros armarios. El atractivo y el valor estético que caracteriza al denim es el contraste en el color. Y ese aspecto azuloso/blanquecino, propio de este tipo de atuendo, es posible gracias a diferentes manualidades ejecutadas en las lavanderías. La lista de técnicas es amplia; sin embargo, el empleo del permanganato de potasio es la principal vía usada con el objeto de generar esa apariencia de desgaste.

A grandes rasgos, las lavanderías reciben un denim crudo de coloración homogénea. Es decir, sin toques de originalidad. Un elemento plano, simple. Luego, el artesano somete este material a un proceso creativo: como un pintor en su lienzo, el artista del denim espliega su arte sobre la prenda y genera una pieza única.

Las pinceladas de permanganato de potasio, aplicadas por los artesanos sobre las piezas textiles, tienen como objetivo generar desgaste. En las zonas en que entra en contacto esta sustancia, se produce la degradación del índigo. El índigo es el elemento coloreado que le confiere esa tonalidad azulosa a la prenda. La interacción entre el índigo y el permanganato de potasio le concede al material textil una coloración parduzca indeseable. Esa apariencia parda-amarillenta es contrarrestada gracias a neutralizantes de permanganato. En consecuencia, se genera el contraste azul/blanquecino tan apreciado.

En ese orden de ideas, hace algún tiempo el equipo de investigación y desarrollo donde trabajo ha venido ejecutando un estudio con la finalidad de identificar productos inocuos capaces de neutralizar residuos de permanganato de potasio, óxidos de manganeso e hipoclorito. Es pertinente saber que algunos de estos agentes neutralizantes presentan peligros que podrían afectar la salud de los trabajadores. Y aquí quiero que me permitan traer una digresión. Philip Ball es un químico y doctor en física autor del libro titulado “La invención del color”. Este texto es un recorrido fascinante y erudito que muestra cómo la química y los colores han estado vinculados durante el transcurso de la historia del arte. El manuscrito hace énfasis en cómo la ciencia influyó en la paleta de tonalidades de los pintores. También, cuenta cómo determinados tonos afectaron la salud de algunos genios del pincel (Ball, 2003). Lo que se pretende con esta pequeña digresión es demostrar que la ciencia no puede ser ignorada a la hora de crear obras de arte.

Dicho lo anterior, es probable que no haya sido lo suficientemente claro en que ciertos neutralizantes de permanganato son peligrosos para el humano. Con el objetivo de reforzar lo antes mencionado, pongamos un ejemplo: el sulfato de hidroxilamina. Este compuesto químico es de uso extendido en el procesamiento del denim. Su capacidad de neutralización es apreciada en las lavanderías. Sin embargo, sus peligros asociados a alergias sobre la piel y su potencial efecto de perjudicar la molécula de hemoglobina presente en la sangre han motivado a los investigadores a hallar alternativas más inocuas (Gharahbaghian, Massoudian & DiMassa, 2009). Y en este punto es importante hacer énfasis que, gracias al Sistema Globalmente Armonizado (SGA), la compañía donde presto mis servicios pudo asimilar la importancia de la identificación de los peligros asociados al uso de sustancias químicas. De cierta forma, esta metodología puso en el escenario los factores de la salud y la seguridad en los diseños y desarrollos. En un comienzo, el panorama mostrado por este sistema puede ser abrumador, pero enfocado puede llegar a ser una herramienta de innovación.

Y bajo esa premisa, el equipo de investigación y desarrollo, con el objeto de contribuir a que los artistas del denim ejecuten su labor de manera segura, recomendó el agua oxigenada como un neutralizante de permanganato eficaz y sin los peligros asociados con el sulfato de hidroxilamina. Al principio, la solución anduvo sobre ruedas por varios meses. Es decir, sin inconvenientes. No obstante, lo que parecía indicar un éxito rotundo, se vio empañado por un extraño suceso similar a lo ocurrido en el relato fantástico del “Dr. Jekyll and Mr. Hyde”: el peróxido de hidrógeno, durante algunos días, fue halagado y desacreditado al mismo tiempo. Un sector de los usuarios de forma sistemática solicitaba provisiones ya que, según ellos, sus propiedades de inocuidad y neutralización eran idóneas. En contraste, una pequeña parte de los consumidores reclamaban que el nuevo auxiliar no cumplía con sus expectativas.

Ante la evidente dicotomía, el equipo de investigación y desarrollo, apoyado con el departamento comercial, puso en marcha un proceso de indagación con el único objetivo de establecer cuál era esa pócima nefasta responsable de sacar lo peor al noble neutralizante. El resultado de esta pesquisa fue sorprendente. Durante el proceso, se descubrió que no solo el agua oxigenada presentaba las características del relato fantástico del «Dr. Jekyll and Mr. Hyde»; sino que, todas las formulaciones y sustancias químicas destinadas a la neutralización de permanganato se veían afectadas por el potencial de hidrógeno. En otras palabras, se demostró que el brebaje que sacaba lo peor de estos productos estaba asociado con el pH alcalino.

En definitiva, el oficio de hacer prendas de denim, como se ha expuesto a lo largo de este texto, posee toques de arte. Sin embargo, lo que a veces ignora el artesano es que parte de su trabajo está regido por el principio de la química básica conocido como reducción-oxidación (redox). Ese proceso redox, asociado a la neutralización del permanganato o hipoclorito, necesita que el potencial de hidrógeno, en lo posible, oscile entre 4 y 5. Bajo esta óptica, si el requisito experimental del pH se satisface de manera intermitente, es decir, en algunos casos se cumple y en otros se deja pasar desapercibido, entra en escena la expresión: «Jekyll and Hyde».

Referencias

  1. Ball, P. (2003). La invención del color. Madrid: Turner.
  2. Methemoglobinemia and sulfhemoglobinemia in two pediatric patients after ingestion of hydroxylamine sulfate. Journal of Emergency Medicine, (3), 197-201.
  3. Stevenson, R. (1920). El caso extraño del Doctor Jekyll y el Señor Hyde. Madrid: Atenea.