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Medicamentos en el hogar: pautas para evitar intoxicaciones

Por Lizeth Viviana Salamanca Galvis / Periodista / Magíster en Responsabilidad Social y Sostenibilidad / Líder de Comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS)

Con orientación de Edgar Velandia / Médico cirujano / Magíster en Toxicología / Asesor de CISPROQUIM®

Cómo citar este artículo:
Salamanca, V. (2021). Medicamentos en el hogar: pautas para evitar intoxicaciones. Revista Protección & Seguridad en la Comunidad pág. 33-36. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/medicamentos-en-el-hogar-pautas-para-evitar-intoxicaciones/

De acuerdo con datos del Centro de Información de Seguridad sobre Productos Químicos (CISPROQUIM®), en 2020 fueron reportadas 3.364 intoxicaciones en las cuales hubo uso inadecuado de, por lo menos, un medicamento humano. Además, representaron cerca del 40 % del total de intoxicaciones registradas durante el año.

En la gran mayoría de los casos (67 %), las intoxicaciones con medicamentos ocurrieron de manera intencional, es decir, las personas ingirieron fármacos mediante conductas suicidas, delictivas o por abuso. Por su parte, las causas no intencionales fueron menores, aunque a una tasa considerable (30 %) e involucró el descuido, el mal uso y el error terapéutico, mientras que un porcentaje inferior (3 %) aparece asociado a la reacción adversa, síndrome de abstinencia e intoxicación crónica.

El problema, entonces, no son los medicamentos sino el uso que se les da, especialmente, cuando hablamos del ámbito del hogar donde suele ocurrir una buena proporción de estos eventos. De hecho, aunque los adultos son la población más afectada, los niños y adolescentes no se quedan atrás.

En este caso, los niños pequeños, especialmente entre los 2 y los 3 años, son más susceptibles a intoxicarse accidentalmente con este tipo de agentes. Esto se debe, por un lado, a la curiosidad propia de su desarrollo motriz: están en una etapa de exploración donde es usual que se lleven elementos a la boca y aprenden por imitación, por lo que no es extraño que intenten remedar a sus padres, tíos o abuelos en la toma de medicamentos. De otro lado, estos elementos suelen tener presentaciones llamativas: grageas pequeñas o líquidos de colores llamativos, brillantes e, incluso, sabores agradables que los pequeños suelen asociar a dulces. En este caso, el peligro
es dejar medicamentos al alcance de los niños en el hogar.

Así mismo, se han presentado casos en los que son los padres o cuidadores quienes administran mal los medicamentos a sus niños, ya
sea por error en la lectura o comprensión inadecuada de la fórmula médica, lo que puede llevar, por ejemplo, a una posible sobredosis.

Los adolescentes, por su parte, son más propensos, al igual que los adultos, a utilizar los fármacos de manera intencional en calidad de
abuso o en conductas suicidas. Esto ocurre, generalmente, en hogares disfuncionales, con presencia de conflictos intrafamiliares o cuando las personas están presentando un deterioro de su salud mental o atravesando una crisis emocional. En este sentido, el almacenamiento de medicamentos, de diversa índole, que se encuentren disponibles en el hogar constituyen un peligro, porque, incluso, se han evidenciado casos en los que hubo más de un fármaco involucrado en la intoxicación.

Ahora bien, en los adultos también se presentan episodios de intoxicación debido a malas prácticas implementadas en el hogar, con
relación al almacenamiento de los medicamentos como cambiar o trasvasar envases, depositar en un mismo empaque fármacos distintos guardarlos durante largos periodos de tiempo y, luego, administrarlos sin verificar su fecha de vencimiento y propiedades de calidad. Otros peligros se asocian a la administración de fármacos y dosis por error o descuido, la automedicación y el hecho de que el paciente tenga disminuida su capacidad visual o de memoria, llevándolo a confundir productos o a repetir varias veces su ingesta.

Buenas prácticas al consumir medicamentos

Al comprar o reclamar

 Cuando vaya a la farmacia o solicite medicamentos en su EPS, revise que le entreguen los productos que correspondan con la fórmula médica en nombre, cantidad, composición, presentación (grageas, tabletas, gotas, jarabe, crema, etc.) y concentración (miligramos o mililitros).
 Ya sea que adquiera tanto medicamentos convencionales como homeopáticos, asegúrese de comprar en establecimientos de confianza, de laboratorios avalados y verifique la autenticidad del producto. Compruebe que los sellos de seguridad estén en perfecto estado y que cuente con registro Invima. A través de la página web www.invima.gov.co puede consultar la veracidad de los registros sanitarios.

Uso

 Antes de ingerir un medicamento verifique que sea el que corresponde al envase en cuanto a nombre comercial o genérico (por ejemplo, aspirina) y principio activo (en este caso, ácido acetilsalicílico). Así mismo, que la concentración sea la indicada por su médico.
 Revise la fecha de vencimiento del producto y sus condiciones de calidad. Compruebe que el aspecto, el color y el olor del medicamento sean los esperados.
 Confirme muy bien la frecuencia de administración de la fórmula médica (cada 8 horas, una vez al día) y la cantidad o dosis (una cucharada, una gragea, tres gotas). Siga las indicaciones al pie de la letra.
 No cambie los dosificadores. Por ejemplo, si un jarabe trae una cuchara medidora, úsela en lugar de recurrir a una cuchara “sopera” convencional.
 No mezcle medicamentos entre sí para ingerirlos en una sola toma. Según las indicaciones de la fórmula médica, tome un medicamento a la vez.
 No repita un tratamiento a menos que el especialista de la salud lo indique. Tampoco le recomiende su fórmula a otro paciente.
Es un documento personal e intransferible.
 No se automedique ni automedique a otros. Esta mala práctica puede ocasionar complicaciones de salud mayores y evita una atención clínica oportuna. Adicionalmente, la falta del criterio de un profesional de salud en la prescripción de los medicamentos puede
llevar a una persona a combinar componentes incompatibles entre sí. Recuerde que todos los organismos tienen condiciones, necesidades y reacciones distintas. Hay personas que tienen contraindicaciones, alergias o condiciones médicas que deben ser tenidas en cuenta a la hora de ser formuladas.
 No combine la ingesta de medicamentos con bebidas alcohólicas. Puede generar efectos adversos, reacciones negativas, exacerbar efectos secundarios o inhibir el efecto deseado del fármaco.

Conservación

 Conserve los medicamentos en su envase original. No los trasvase.
 Evite guardar varios fármacos en un mismo envase.
 Almacénelos lejos del alcance de niños o personas con factores de riesgo como afectaciones emocionales, trastornos mentales,
problemas visuales o de memoria.
 Enseñe a los niños que los medicamentos solo deben ser administrados por los adultos. Déjelos fuera de su alcance en lugares
seguros.
 Use pastilleros con precaución. Organice sus medicamentos día a día, en pastilleros que sean termosellados para evitar el deterioro de la calidad por luz, cambios de temperatura o humedad, y con su respectiva demarcación para evitar confusiones.

Disposición final

 Si luego de finalizar un tratamiento cuenta con unidades sobrantes del medicamento o si tiene productos vencidos en casa o cuya calidad se ha deteriorado, devuélvalos a su unidad hospitalaria o utilice la red de puntos azules para la gestión posconsumo de medicamentos humanos.
 En caso de que se presente un abuso intencional, una sobredosis o un intento de suicidio, solicite asistencia médica especializada para iniciar un manejo adecuado de la situación.

¿Cómo identificar una intoxicación por medicamentos?

Aunque los efectos que se producen por cuenta de una intoxicación con medicamentos son variados y dependen del tipo y composición del fármaco, la cantidad ingerida, la edad, el peso corporal y el estado de salud del paciente, algunos de los síntomas comunes que pueden aparecer son:

 Alteraciones gastrointestinales: náuseas, dolor abdominal, mareos, vómito, diarrea.
 Alteraciones neurológicas: decaimiento, debilidad, somnolencia, hiperactividad, agitación.
 Alteraciones cardiovasculares: taquicardia (el corazón late demasiado rápido), bradicardia (el corazón late demasiado lento) hipertensión o hipotensión, dilatación o contracción de pupilas.

Qué hacer

 Mantenga la calma. No se desespere.
 Intente identificar el producto y la cantidad ingerida. Conocer el medicamento e informarlo inmediatamente al médico permite ahorrar tiempo en el manejo clínico. Si la persona afectada está consciente o en capacidad de hablar, indague con calma qué consumió y en qué dosis.
 En lo posible, asista a un centro médico durante la primera hora inmediatamente después de la ingesta ya que es el lapso en el que el medicamento apenas se está disolviendo en el organismo y aún puede ser recuperado.

Qué no hacer

 No ofrezca remedios caseros a la víctima. Un error frecuente es dar leche, abundante agua, aceites, mieles, jarabes o, incluso, comida para intentar contrarrestar el efecto.
 No induzca el vómito a menos que esté en un lugar demasiado apartado, donde no sea posible el acceso rápido a un centro de salud y el riesgo derivado de la intoxicación sea alto.