Prevención del suicidio: un abordaje desde la salud mental en los entornos laborales

Por Gerencia Técnica del Consejo Colombiano de Seguridad

En un informe publicado en 2022, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) refieren que, anualmente, se registra una pérdida de aproximadamente 12.000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, lo que genera pérdidas económicas a nivel mundial de alrededor de un billón de dólares y la reducción en la productividad por cuenta de incapacidades y ausentismos laborales.

Esto se debe, precisamente, a que existe relación entre factores de estrés psicosocial relacionados con el trabajo con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades físicas como las cardiovasculares, especialmente, cuando la exposición a dichos estresores es prolongada debido a las reacciones fisiológicas que se generan en el organismo cuando el trabajador experimenta altas cargas de estrés, lo cual involucra la liberación de hormonas que impactan de manera adversa la circulación sanguínea, la frecuencia cardiaca y los niveles de glucosa en sangre. Además, influyen en el deterioro de la función inmunológica y la acumulación acelerada de daño molecular y celular, ocasionando que el trabajador se encuentre más vulnerable a desarrollar enfermedades de todo tipo (Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo EU-OSHA, 2023).

La llegada de la pandemia por la COVID-19 desató y vislumbro aún más las necesidades de abordar la salud mental de la población trabajadora, ya que fue esta emergencia sanitaria la que incrementó en un 25 % la presencia de trastornos mentales como la ansiedad y la depresión a nivel mundial, trastornos mentales que para el 2019 ya afectaban a alrededor del 15 % de los adultos en edad productiva activa, pues, para ese año, se evidenciaba que 301 millones de personas sufrían de ansiedad, otras 280 millones tenían depresión y 703.000 personas habían fallecido a causa del suicidio.

Sin embargo, a pesar de evidenciarse la necesidad de generar acciones de mitigación y prevención de los factores psicosociales en los entornos laborales, aún existe un gran desafío en términos de inversión para implementar estos programas: solo durante el 2020, los gobiernos de todo el mundo invirtieron apenas el 2 % del presupuesto sanitario en acciones para la salud mental, cifra que fue inferior (menos del 1 %) para los países de mediano y bajo ingreso.

Para el caso específico de Colombia, de acuerdo con lo encontrado en la Tercera Encuesta Nacional de Condiciones de Salud y Seguridad en el Trabajo, los riesgos psicosociales ocupan el segundo lugar de los riesgos mayormente referidos en los centros de trabajo (con un 68,17 % para aquellos trabajadores que brindan atención directa al público y un 62,59 % para los trabajadores que realizan tareas monótonas y repetitivas).

Sin embargo, a pesar de ser uno de los mayores peligros referidos en los entornos de trabajo encuestados, las actividades de promoción y prevención (PyP) dirigidas a la prevención de estos riesgos no se encuentran priorizadas y actualmente representan porcentajes menores al interior de las organizaciones con tan solo el 57,51 %, en comparación con el 96 % de las actividades encaminadas a la gestión del riesgo mecánico, público y de explosiones, toda vez que estos riesgos fueron referenciados en menor porcentaje (46,23 %, 44,63 % y 31,76 %, respectivamente).

Cifras para reflexionar

Otras cifras desalentadoras y que permiten ver el panorama nacional son las que se reportan al Consejo Colombiano de Seguridad, a través del Centro de Información de Seguridad Sobre Productos Químicos (CISPROQUIM) que, mediante una alianza con el Ministerio de Salud y Protección Social estableció la línea de referencia nacional de toxicología en Colombia.

En el último reporte, procesado por el Observatorio de la Seguridad y Salud en el Trabajo del CCS se encontró que, para el primer semestre de 2023, se presentaron 6474 emergencias toxicológicas. De estas:

  • 3576 fueron intoxicaciones intencionales derivadas de una actividad suicida (55,2 % del total de emergencias toxicológicas) lo que representa un incremento del 23,7 % con respecto al mismo periodo del año anterior.
  • Las mujeres son las principales afectadas por los intentos de suicidio, debido a que son el 66,1 % de las personas involucradas frente a un 33,9 % de los hombres.
  • Por distribución etaria, el grupo con mayor incidencia de casos son las personas en edad productiva (15-44 años) siendo el 79 % de todos los afectados. Les siguen los escolares (5-14 años) con el 10,9 % y los adultos mayores (45-64 años) con el 8,4 %. Una tercera parte de los afectados está focalizada en edades entre los 15 y los 19 años.

Al hacer una distribución geográfica de las emergencias, los principales departamentos donde ocurrieron los eventos fueron los siguientes (top 10):

DepartamentoNo. CasosParticipación 2023-1Variación frente a 2022-1
Antioquia57416,1%7,5%
Valle del Cauca48513,6%40,6%
Bogotá D.C.2757,7%4,6%
Santander2667,4%30,4%
Atlántico2065,8%76,1%
Córdoba2015,6%55,8%
Cundinamarca1855,2%10,1%
Risaralda1744,9%4,2%
Sucre1363,8%78,9%
Nariño1183,3%51,3%

Así mismo, se destaca que la vivienda es el principal lugar donde ocurren estos eventos (96,5 %), seguido de los espacios públicos (1,3 %) y de los lugares de trabajo (0,7 %).

Frente a los productos involucrados en los intentos de suicidio se tiene que:

  • En el 66,3 % de los casos estuvo involucrado al menos un medicamento humano
  • Los plaguicidas son responsables de, al menos, el 26,1 % de los casos.
  • Los productos de limpieza y desinfección aparecen en el 6,6 % de los eventos.

No obstante, debido a que en las intoxicaciones, especialmente, las de carácter suicida puede estar involucrado uno o más productos de la misma clase o con diferentes usos, se tiene que para el primer semestre de 2023, se registraron 5572 productos:

  • Los medicamentos corresponden al 73,2 % del total de producto (porcentaje que aumenta debido las intoxicaciones poli-medicamentosas).
  • Plaguicidas (17,3%)
  • Desinfectantes (4,3%)

Comparando frente al mismo periodo de 2022, se tiene que hubo un incremento de los casos en estos tres grupos del 23,3 %, 14,5 % y 29,6 %, respectivamente.

Recomendaciones

Con este panorama, desde el Consejo Colombiano de Seguridad se invita a que las empresas se encuentren en continua actualización y capacitación en torno a las políticas y normativas nacionales que propenden por la mejora de la calidad de vida y de condiciones laborales de sus trabajadores para así poder generar programas y acciones más específicos al interior de las organizaciones para la promoción de la salud mental, la prevención de las enfermedades mentales y el control de los riesgos psicosociales en los entornos laborales bajo los principios que plantea la Organización Mundial de la Salud (OMS) como lo son:

  1. La integralidad en las acciones individuales, colectivas y organizacionales.
  2. La participación activa de los trabajadores y empresarios y del empoderamiento de su rol al interior de las organizaciones.
  3. La multidisciplinariedad en el desarrollo de programas que integren las diferentes disciplinas durante todo el proceso de planeación, ejecución y evaluación de la PSLT
  4. La multisectorialidad con la articulación del Estado, los empresarios, las aseguradoras de riesgos laborales (ARL) y demás actores del sistema.

Una vez conocido el marco normativo se pueden establecer acciones más específicas en los entornos laborales, como:

  • Fortalecer la educación en salud mental de los trabajadores, líderes y gerentes mediante la realización de formación y capacitación continua que les permita conocer y comprender la importancia del cuidado de la salud mental en el entorno laboral y familiar y que, a su vez, permitan brindar herramientas para el autocuidado y la gestión de la salud mental en las empresas.
  • Generar Sistemas de Vigilancia Epidemiológica en salud mental con el fin de monitorear y vigilar la salud mental de los trabajadores en el entorno laboral a partir de la identificación de peligros psicosociales y la recopilación de datos e información que posteriormente permita el análisis y evaluación de los factores de riesgo psicosocial, accidentes y enfermedades laborales en salud mental de los trabajadores para el diseño e implementación de políticas, programas e intervenciones en salud mental al interior de la organización.
  • Diseñar e implementar políticas, cultura y programas de bienestar y apoyo: se debe fomentar en los entornos laborales el desarrollo y comunicación de políticas que fomenten la salud mental de los trabajadores y una cultura organizacional que permita una comunicación bidireccional asertiva, oportuna y efectiva entre el trabajador y el empleador.

Así mismo, se deben desarrollar en las empresas programas de bienestar integrales que comprometan todas las esferas de la salud (física, mental, emocional, social) del trabajador con la inclusión de la flexibilización del horario laboral, pausas activas, organización de tareas, horarios y espacios de relajación y meditación en el entorno laboral, actividad física, casinos saludables, respeto por la jornada laboral y la desconexión digital, bonificaciones por productividad, entre otros aspectos que influyen en un clima laboral satisfactorio.

Estas grandes acciones permitirán la gestión de la salud mental en los entornos laborales, un aspecto que se ha vuelto retador para la gestión humana organizacional y que se debe tener en cuenta en el Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo de una empresa. Esto implica el uso de instrumentos validados por los entes nacionales como la batería de riesgos psicosociales, la cual es adoptada por la Resolución 2764 del 2022 del Ministerio del Trabajo. Con esto se obtendrán resultados objetivos y fidedignos que permitan también generar intervenciones más asertivas.

Otro aspecto fundamental por resaltar es la necesidad de fortalecer la articulación de las empresas con los otros actores del sistema que propendan por la salud mental de los trabajadores como son las ARL, las cajas de compensación familiar, las instituciones prestadoras de servicios de salud (IPS) mediante consultorios y/o profesionales especializados en la temática para generar estrategias de promoción de la salud mental de los trabajadores.

De igual forma, las empresas deben trabajar por controlar y/o eliminar aquellas condiciones organizacionales que puedan ser factores de riesgo psicosocial como lo son las largas horas de trabajo, la sobrecarga laboral y el desequilibrio entre esfuerzos y recompensas, el acoso laboral, entre otras condiciones no deseables. De igual manera, se deben fortalecer estrategias que garanticen el balance entre trabajo y vida familiar o personal y las actividades que favorezcan la salud mental de los trabajadores. Esto incluye también generar espacios de capacitación en gestión del estrés, cursos de relajación, gestión del tiempo y actividad física.

Para finalizar, se invita a generar mecanismos de información y recolección de datos unificados entre los diferentes sectores y actores que permitan tener el panorama ampliado de las condiciones de salud mental, factores de riesgo psicosocial y programas de promoción de la salud mental de las organizaciones y entes controladores y reguladores de la seguridad y salud en el trabajo del país.

Referencias

Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo. (2023). Los riesgos psicosociales y el estrés en el trabajo. Disponible en: https://osha.europa.eu/es/themes/psychosocial-risks-and-stress

Organización Mundial de la Salud y Organización Internacional del Trabajo. Mental health at work: Policy Brief. 2022. Disponible en: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—ed_protect/—protrav/—safework/documents/publication/wcms_856976.pdf

Ministerio de Trabajo. Tercera Encuesta Nacional de Condiciones de Seguridad y Salud en el Trabajo en el Sistema General de Riesgos Laborales. 2022. Colombia. Disponible en: file:///C:/Users/cantolinezf/Downloads/TERCERAENCUESTANACIONALDECONDICIONESDESST07julio.pdf

Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud. (2023). Una nueva agenda para la salud mental en las Américas. Informe de la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud. Disponible en: https://iris.paho.org/handle/10665.2/57504 

Organización Panamericana de la Salud. (2021). Salud mental. Disponible en: https://www.paho.org/es/temas/salud-mental

Observatorio de Seguridad y Salud en el Trabajo del Consejo Colombiano de Seguridad. (2022). Emergencias Cisproquim del año 2022. Colombia. Disponible en: https://ccs.org.co/2022-cisproquim-anual/