Ergonomía

Elementos de Protección Personal (EPP) inteligentes: ‘gadgets’ del trabajador 4.0

Por Lizeth Viviana Salamanca Galvis / Comunicadora social con énfasis en periodismo / Magíster en Responsabilidad Social y Sostenibilidad / Líder de comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS). Cómo citar este artículo:Salamanca, L. ( 2024). Elementos de Protección Personal (EPP) inteligentes: ‘gadgets’ del trabajador 4.0. Protección & Seguridad No. 400 (Noviembre – Diciembre – 2021), pág. 35- 39. https://ccs.org.co/portfolio/elementos-de-proteccion-personal-epp-inteligentes-gadgets-del-trabajador-4-0/ Las nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) están revolucionando el entorno laboral y el campo de la Seguridad y la Salud en el Trabajo (SST) no ha sido ajeno a las transformaciones asociadas. En años recientes, los desarrollos en Inteligencia Artificial (AI), internet de las cosas (IoT), realidad virtual y aumentada, cloud computing y big data, entre otros, se han ido insertando en esta área con el propósito de aportar a una gestión más efectiva, controlada y oportuna de los riesgos laborales. En este sentido, aparecen los Elementos de Protección Personal (EPP) inteligentes cuya fabricación, diseño y funcionalidad incorpora innovaciones tecnológicas en materiales, componentes electrónicos portátiles y aplicaciones digitales que intentan mejorar la seguridad de los trabajadores al permitir que, tanto ellos, como los responsables del área de SST, logren monitorear parámetros del entorno, identificar riesgos y peligros reales o potenciales, realizar seguimiento al estado de salud del usuario y su ubicación en el espacio de trabajo, enviar advertencias e instrucciones y proporcionar información útil para que este tome decisiones informadas. Pese a las bondades que auguran estas nuevas tecnologías en los EPP y lo prometedoras que parecen, también se advierte que conllevarán cambios significativos en las dinámicas de trabajo, los comportamientos y las expectativas. Su desarrollo y adopción no solo implica abordar una serie de cuestiones conceptuales y tecnológicas relacionadas con asegurar su funcionalidad, implementación práctica, confiabilidad, seguridad, eficiencia y reducción de costos operativos, etc., sino que también requiere tener en cuenta su impacto potencial en los usuarios objetivo y las personas indirectamente expuestas a la influencia de estas tecnologías. Por lo tanto, la literatura alrededor del tema sugiere que podrían dar lugar a la aparición de nuevos peligros tanto físicos como psicosociales (CAO, 2013; Podgórski, et. al, 2016; Thierbach, 2020). Lo anterior, debido a que la explotación de estas tecnologías en el campo de la SST se considera “un fenómeno relativamente nuevo, por lo que aún se requieren más actividades de investigación e innovación para perfeccionar y fortalecer su potencial de aplicación práctica, garantizar la aceptabilidad de los usuarios y lograr el cumplimiento de los requisitos sociales y éticos” (Podgórski, et. al, 2016). A esto se añade, el requerimiento de normatividad, estándares y certificaciones que avalen estas innovaciones y garanticen que los ‘smart EPP’ realmente conduzcan a un mayor nivel de protección y seguridad para sus usuarios con altos índices de fiabilidad. Por ello, algunos investigadores y especialistas en el tema aconsejan ver este campo con cierto grado de cautela. En este sentido, un reporte elaborado por Thierbach (2020) comisionado por la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EUOSHA, por sus siglas en inglés) advierte que, para garantizar que los EPP inteligentes realmente conduzcan a un mayor nivel de protección, todaslas partes involucradas (desarrolladores, fabricantes, usuarios, autoridades competentes y grupos de estandarización) deben trabajar conjunta y colaborativamente para asegurarse de que el producto en sí no represente un peligro para el usuario y, para ello, se deben formular requisitos y procedimientos de prueba. El mismo organismo señala algunas limitaciones y desafíos que deben considerarse: Habiendo expuesto las anteriores consideraciones, en esta edición especial, Protección & Seguridad presenta algunas innovaciones tecnológicas recopiladas a través de una revisión de los últimos avances desarrollados por fabricantes de EPP y grupos de investigación en distintos países, así como alternativas presentadas en las más recientes ediciones de A+A, la principal feria internacional de seguridad, protección y salud en el trabajo. Algunas de estas soluciones son prototipos y otros están elaborados con base en normas técnicas. Por lo tanto, vale la pena resaltar que el propósito de este artículo no es otro que evidenciar las posibilidades que las nuevas tecnologías ofrecen en el campo de la Seguridad y la Salud en el Trabajo (SST) sin que desde el Consejo Colombiano de Seguridad se esté avalando alguna de las innovaciones presentadas a continuación. Cascos inteligentes Elementos de protección visual (gafas de seguridad, gafas panorámicas y pantallas visuales) Gafas de relidad virtual y aumentada Mascarillas y respiradores Aplicaaciones móviles Tecnología textil Exoesqueletos Guantes Calzado Bibliografía y referencias Artículo técnico tomado de la Revista del Consejo Colombiano de Seguridad, Protección & Seguridad No. 400 Noviembre – Diciembre – 2021

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Ergonomía cognitiva con enfoque incluyente

Por: Andrea Catalina Beltrán Franco / Psicóloga / Especialista en Psicología Organizacional / Especialista en Salud y Seguridad en el Trabajo / Estudiante de maestría en Salud y Seguridad en el Trabajo. En la actualidad, hablar de ergonomía desde una mirada simplista y reductiva, centrada únicamente por aspectos físicos, es poco aceptada por la comunidad científica, debido a que con el paso del tiempo este concepto también ha evolucionado, haciéndose complejo y abarcando diferentes áreas del conocimiento; por lo cual, ha requerido un abordaje más amplio como el propuesto por la teoría de los sistemas, que reconoce la importancia de la interrelación entre las diferentes partes de los sistemas con su entorno, del cual se retroalimentan constantemente. Desde este enfoque, y como aporte a las nuevas estrategias que sugieren en el estudio desarrollado por Dul, et.al. (2012) para fortalecer el abordaje y la aplicación de una ergonomía de alta calidad centrada, entre otras cosas, en una visión integradora del conocimiento, así como, en el rendimiento y el bienestar. Es relevante, que al estar en un momento del tiempo en el que prima lo tecnológico y, nuevamente, como ha sucedido en otros momentos de la historia, en el que podrían seguir reemplazándose trabajos que hasta ahora son desarrollados por personas, para ser asumidos por inteligencia artificial; surge la necesidad de fortalecer la educación a la población en estrategias de aprendizaje digital con ayuda de la ergonomía, y en especial, de la ergonomía cognitiva desde la cual se trabaje, a partir de una orientación incluyente, que facilite la adaptación de las personas a dichos cambios del entorno, reconociendo sus diferencias y/o características individuales, no solo a nivel físico sino también cognitivo. Como lo expresan en el libro de Cañas y Waerns (2001) “gran parte del trabajo en ergonomía cognitiva ha sido desarrollado en el nivel perceptual de la cognición” (p.20) así pues, los nuevos retos, propios de nuestra era de comunicación y tecnología conllevan a ocuparnos desde la psicología y la ergonomía cognitiva en estudios tales como: los procesos mentales implicados de acuerdo a edad, género, orientación, raza y demás variables sociodemográficas que inciden en la adaptación físico-mental de las prótesis en biomedicina, la educación a distancia, realidades virtuales, elementos de protección personal adaptados según el género, orientación y cultura, entre otros temas de interés; facilitando la interacción entre los seres humanos y los sistemas de su entorno. La ergonomía con enfoque incluyente se ha trabajado principalmente en el área física, con el diseño de espacios, herramientas y objetos para mujeres trabajadoras y población con necesidades especiales. Sin embargo, a nivel cognitivo no se evidencian muchos aportes en la investigación actual. A pesar de encontrarnos en el siglo XXI, sabemos que muchas personas en el lugar de trabajo son discriminadas por su identidad, sexo y orientación sexual, etc.; facilitando el acoso laboral y generando mayores exigencias mentales y físicas a partir de una organización heteronormativa de las labores. De esta manera, nos encontramos con personas que deben asumir funciones en su trabajo solo porque convencionalmente han sido asignadas según sexo, sin considerar las percepciones y expectativas que surgen a raíz de sus propios procesos identitarios y experiencia. Personas que a pesar de los avances en ergonomía física, usar elementos de protección que no se ajustan a sus características morfofísicas, y personas con constantes o producto de las características socioculturales que determinan otros roles en sus condiciones laborales, extralaborales e individuales. Es así como surge la propuesta de una nueva línea de estudio en ergonomía cognitiva, desde la cual se estudien a profundidad aspectos cognitivos con un enfoque incluyente y que, a futuro, también superen las estructuras socioculturales y laborales tradicionales. Desde esta perspectiva, analizar la ergonomía cognitiva aportaría a otros estudios de la ciencia de la salud que reconocen la importancia de investigar sobre la incidencia de variables como el género sobre diferentes fenómenos del contexto. Por ejemplo, en el trabajo realizado por Makarek y Persinger (1995) citados por Torres, et al. (2006) se afirma que: “las diferencias de género en el rendimiento cognitivo se han demostrado ya desde la infancia…” (p.409) estos autores también comentan que las investigaciones han demostrado que esto estaría relacionado con el impacto que tienen algunas hormonas como los estrógenos en el sistema nervioso central, específicamente en algunas estructuras involucradas en el proceso de memoria; por tanto, la forma como nos acercamos y comprendemos el mundo es diferente desde que comenzamos a interactuar con él. Por esto, no es difícil comprender que en diferentes áreas del conocimiento exista el interés sobre dichas diferencias, estudios centrados en la variable sexo, como el desarrollado por Torres, et al. (2006) en el que se concluye que: “Las mujeres superan a los hombres en tareas verbales, de velocidad perceptiva…tareas de memoria y aprendizaje verbal. Los hombres superan a las mujeres en tareas visoespaciales y resolución de problemas matemáticos” (p.413) Esto permitiría avanzar en la ergonomía cognitiva, debatiendo y profundizando en la comprensión sobre las formas en las que se relaciona hombre y mujer con los objetos y espacios de acuerdo con su contexto sociocultural y habilidades mentales. Cabe resaltar, que en la Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo (s.f) de la OIT se enuncia que: “no se puede establecer ninguna diferencia en el desarrollo de la capacidad cognitiva entre dos sexos sin tener en cuenta este contexto social en el que se desarrolla el trabajo” (p. 29.93) De esta manera, se reconoce la importancia de entender al ser humano como un sujeto social que durante su desarrollo también se ve influenciado por el contexto socio cultural en el que haya crecido. Así mismo, investigaciones en ergonomía se han interesado en realizar aportes al enfoque incluyente, como la realizada por Guastello et al., (2014) en la que se aclara que a pesar que la variable sexo no fue objeto central de su investigación es importante estudiarla, debido a que notaron diferencias en cuanto a su objeto de estudio; y aunque las autoras, solo se limitan a dicha variable, estudiando

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Seguridad auditiva en el trabajo y en el teletrabajo

Seguridad auditiva en el trabajo y en el teletrabajo

Fuente: Audiocentro. (29 de abril de 2020). Seguridad auditiva en el trabajo y en el teletrabajo. Recuperado de: https://www.audiocentros.com/seguridad-auditiva-en-el-trabajo-y-en-elteletrabajo/ Cada 28 de abril, desde el año 1996, se conmemora el Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo (en ese año empezaron los movimientos sindicales y en 2003 se involucró la Organización Internacional del Trabajo). Un día para sensibilizar a la sociedad en general y a las administraciones y empresarios en particular, sobre la importancia que la protección en el trabajo tiene para la seguridad de los trabajadores. Desde 2020, debido a la pandemia causada por la COVID-19, las medidas de seguridad que se reclaman en los puestos de trabajo pasan por la protección frente al contagio. Se pide que los trabajadores, no sólo los del ámbito sanitario, puedan contar con las medidas necesarias para protegerse del contagio de este virus. Algo muy importante en los comercios y las actividades que se realizan de cara al público y en el que se prestan servicios a las personas. Pero, además de este tipo de protección, sigue siendo necesario concienciar sobre la necesidad de tomar las medidas necesarias para proteger la audición de muchos trabajadores. Jardineros, conductores de ambulancias, músicos, profesores de guarderías, entre otros, están expuestos a un ruido excesivo que puede afectar a su salud auditiva. Teletrabajo y auriculares La protección frente al contagio por COVID-19, por prioritaria, ha hecho que hayamos dejado de prestar atención a otros riesgos para la salud, en este caso auditiva, que se pueden derivar del teletrabajo. Son muchas las personas que, durante la pandemia, están teniendo que utilizar auriculares, conectados a sus equipos informáticos, para comunicarse con compañeros o clientes durante su jornada laboral. Si el uso es continuo y no se utilizan auriculares adecuados, los oídos pueden sufrir, a medio plazo, fatiga auditiva. Es lo que les ocurre a los teleoperadores. Un colectivo que atiende al día decenas de llamadas y cuya herramienta de trabajo básica es el oído. A través de los auriculares, los oídos pueden estar expuestos a más de 85 decibelios (dB). Si la conexión no es buena o si hay ruido en el lugar de teletrabajo, es habitual subir el volumen de los auriculares. Los auriculares que se introducen en los oídos son más peligrosos que los de diadema ya que se encuentran más cerca del tímpano y un elevado volumen, o un ruido inesperado y potente, puede afectar a esta delicada membrana. Consejos para proteger los oídos Si queremos proteger los oídos, es básico reducir el volumen de los auriculares. Existen auriculares en el mercado con control de ruido. Al eliminar el ruido del entorno, no es necesario subir el volumen para mejorar la audición. Si durante el teletrabajo debemos utilizar de manera continua los auriculares, es aconsejable adquirir un auricular de este tipo. Proteger la audición bien vale invertir un dinero extra. En todo caso es fundamental no elevar el volumen por encima de los 80 decibelios (evitar subir el volumen por encima del 60 %). Recuerda que cuanto mayor sea el volumen, menor debe ser el tiempo de exposición al mismo. Dejar descansar los oídos es importante para evitar la fatiga auditiva. La fatiga auditiva es un problema común hoy en día debido a la exposición al ruido y supone una reducción temporal de la capacidad auditiva. El daño auditivo es acumulativo por lo que, si la situación persiste, se pueden producir daños en las células del oído y, como consecuencia, la pérdida de audición será permanente.   Sabías que la Revista Protección & Seguridad en la Comunidad es de acceso libre y podrás leerla desde cualquier lugar. No olvides leer esta segunda edición del año y encuentra un especial sobre las vacunas contra la COVID-19. Accede a la revista completa aquí

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