Sustancias inflamables y su almacenamiento seguro

Las edificaciones destinadas al almacenamiento de importantes cantidades de productos o materiales requieren, normalmente, de la incorporación de medidas de prevención y protección contra incendios, especialmente cuando su contenido corresponde a materiales o sustancias clasificadas como peligrosas. No obstante, en la práctica, se observa, que muchas de las medidas adoptadas no obedecen a un enfoque técnico sobre esta materia, redundando en almacenamientos que presentan deficientes niveles de seguridad.

Las sustancias peligrosas se definen como “aquellas que, por su naturaleza, producen o pueden producir daños momentáneos o permanentes en la salud humana, animal o vegetal y a elementos materiales como instalaciones, maquinarias, edificios, etc.”

Las sustancias peligrosas se encuentran clasificadas en nueve clases, presentando algunas de éstas varias divisiones. Entre estas clases se encuentran los gases inflamables, líquidos inflamables, sólidos inflamables y peróxidos orgánicos, los cuales, además de sus características de peligrosidad propias, son combustibles y, por lo tanto, pueden ser parte de una reacción de combustión, cuyos mecanismos o formas de desarrollo condicionan las características del incendio esperado.

La combustión como proceso de transformación energética

Por combustión se entiende el proceso mediante el cual se produce la quema de cualquier sustancia, ya sea gaseosa, líquida o sólida. En este proceso, el combustible se oxida y desprende calor, y, con frecuencia, luz. El oxidante no es oxígeno necesariamente, ya que puede ser parte de un compuesto químico, como ácido nítrico, HNO3, o perclorato de amonio, NH4ClO4, y puede quemarse nuevamente durante una serie de pasos químicos complejos. Este oxidante puede también ser un material que no contenga oxígeno, como el flúor. Éste se combina con el hidrógeno combustible, que libera luz y calor.

El oxígeno tiene la capacidad de combinarse con diversos elementos para producir óxidos. En definitiva, la oxidación es la combinación del oxígeno con otra sustancia. Existen oxidaciones que son sumamente lentas, como por ejemplo la del hierro. Cuando la oxidación es rápida se llama combustión.

Pues bien, la combustión se refiere a las reacciones químicas que se establecen entre cualquier compuesto y el oxígeno. A esto también se le llama reacciones de oxidación. De este tipo de proceso se desprenden energía lumínica y calórica y se llevan a cabo rápidamente. Cabe destacar que los organismos vivientes, para producir energía, utilizan una combustión controlada de los azúcares.

Explosiones

Una explosión se caracteriza por una rápida liberación de uno o varios compuestos en fase gaseosa, cuya expansión disipa energía mediante una onda de presión, la cual, además, puede ser acompañada de desprendimiento de luz y calor.

Una combustión puede transformarse en una explosión si existe una mezcla de gases o vapores en una concentración comprendida en el rango de inflamabilidad. Esta reacción se produce simultáneamente en toda la masa reactiva liberando gases y calor.

Una explosión también puede producirse cuando la combustión se inicia en un punto de la masa reactiva y desde él avanza o se propaga sobre el resto formando dos zonas, la de productos de la reacción y la de compuestos sin reaccionar. Este tipo de reacción puede ocurrir con combustibles que formen mezclas de gases o vapores, o que se encuentren en el aire en forma de gotas de líquidos o de partículas de polvo combustibles finamente divididos, en los que la velocidad de liberación de calor es creciente, acelerándose la producción de gases a alta presión y la onda de presión generada por ellos, con un importante aumento de la temperatura y del calor liberado.

Mecanismos de combustión de sustancias peligrosas inflamables

Existe consenso en que el almacenamiento de las sustancias peligrosas, de acuerdo con la definición señalada anteriormente, debe realizarse en recintos específicos destinados para tal efecto, adecuado a las características de cada sustancia y con procedimientos de uso y manejo seguros para los trabajadores.

A continuación, se describen las principales características de la combustión de sustancias peligrosas correspondientes a gases inflamables (Clase 2 División 2.1), líquidos inflamables

(Clase 3), sólidos inflamables (Clase 4 División 4.1, Clase 4 División 4.2 y Clase 4 División 4.3) y peróxidos orgánicos (Clase 5 División 5.2), así como algunos criterios y condiciones generales para su almacenamiento seguro.

Gases Inflamables

La Clase 2 involucra los gases puros, las mezclas de gases, las mezclas de uno o varios gases u otras materias, que pueden encontrarse como gases comprimidos, licuados, disueltos o generadores de aerosoles.

La Clase 2 cuenta, además, con la División 2.1, que corresponde a Gases Inflamables, los cuales pueden formar mezclas combustibles con el aire dentro de los límites o rango de inflamabilidad en una proporción, en volumen, de hasta un 12%.

La velocidad de la reacción asociada a la combustión de los compuestos que pertenecen a esta clase se puede considerar constante. Si existe un volumen importante de una mezcla de estos productos con aire en una concentración comprendida en el rango de inflamabilidad, su combustión puede generar una deflagración con un reducido efecto térmico.

Sin embargo, si esta mezcla se encuentra en un ambiente cerrado y la combustión se inicia en un punto de ella y se propaga sobre el resto, se puede producir una detonación, la cual, además de importantes efectos de presión, generaría una gran liberación de calor en un reducido tiempo, favoreciendo la propagación del fuego a combustibles cercanos. Por este motivo, el almacenamiento de recipientes que contengan gases inflamables debe realizarse en un área exterior ventilada y con techo para protegerlos de la intemperie y de la radiación solar incidente. La selección de un área apropiada debe considerar su separación por distancias de seguridad a fuentes de calor, materiales combustibles y, especialmente a sustancias comburentes. Además, si estos recipientes se ven comprometidos por una emergencia de incendio, la respuesta habitual debe corresponder a la aplicación de agua para enfriamiento, con el propósito de evitar el aumento de su presión interna, que pueden originar la operación de la válvula de seguridad y la descarga de su contenido al ambiente incluso su colapso.

Cantidades mayores de estos gases deben ser almacenadas en estanques superficiales o enterrados, construidos e instalados en base a normas de ingeniería de reconocimiento internacional, verificando distancias de seguridad a instalaciones adyacentes y líneas de propiedad, y protegidos por equipos o sistemas automáticos de enfriamiento en base a agua.

Líquidos Inflamables

La Clase 3 corresponde a líquidos inflamables, que son aquellos que tienen, a 50°C, una tensión de vapor máxima de 300 kPa (3 bar) y no son completamente gaseosos a 20ºC y a la presión estándar de 101,3 kPa. Además, deben tener un punto de inflamación máximo de 61°C.

Entre estos líquidos se encuentran sustancias o compuestos que contienen extractos aromáticos líquidos, tintas para imprentas, pinturas y lacas, barnices, productos de perfumería, alcoholes, cetonas y aldehídos, entre otros. Sus vapores pueden combustionarse de la misma forma que los gases inflamables, pero su generación está controlada por la fase líquida, la que tiene asociada una tasa máxima de evaporación por unidad de superficie, dependiente del calor generado en esta reacción.

Estas características hacen necesario que los líquidos inflamables se almacenan en recintos que cuenten con un sistema de control de derrames, orientado a reducir la superficie de evaporación en caso de pérdida o volcamiento de un recipiente, y con un nivel de ventilación suficiente para evitar que los vapores alcancen una concentración cercana al límite inferior de inflamabilidad. Los muros perimetrales de estos recintos deben ser resistentes al fuego y su ubicación debe considerar distancias de seguridad, ya que la combustión de estos líquidos se caracteriza por una elevada velocidad de liberación de calor, la que podría propiciar la propagación del fuego a edificaciones o instalaciones cercanas. Un fuego que los afecte puede ser detectado por medio de detectores automáticos de llama o temperatura, cuya activación puede estar enclavada con la actuación de un sistema de extinción en base a agua, espuma, polvo químico seco u otros agentes de extinción gaseosos.

Sólidos Inflamables

 La Clase 4 clasifica a los sólidos inflamables. Esta clase se subdivide en la División 4.1 “Materias Sólidas Inflamables”, División 4.2 “Materias Susceptibles de Inflamación Espontánea” y División 4.3 “Materias que, al Contacto con Agua, Desprenden Gases inflamables”.

Materias Sólidas Inflamables

Las materias sólidas inflamables son sólidos de origen orgánico o inorgánico, en forma de polvo, gránulos o pastas, que pueden combustionarse fácilmente por frotamiento, contacto o exposición breve con una fuente de ignición, como una superficie caliente o llama abierta.

Esta división considera, además, a las materias auto reactivas, que son térmicamente inestables y que pueden experimentar, ante la presencia de una fuente de calor externa, generada por fricción, impacto o incluso por el contacto con impurezas catalíticas, una descomposición fuertemente exotérmica, incluso en ausencia de oxígeno. Su descomposición puede producir una detonación o generar gases tóxicos.

Las materias sólidas inflamables deben ser almacenadas en recintos independientes, similares a los recomendados para los líquidos inflamables. Debido a lo complejo y, en algunos casos, rápido desarrollo de su combustión, la selección de un método de detección de un fuego es específica para cada uno de ellos, pudiendo ésta realizarse a través de sensores de temperatura, o mediciones de presión o concentración de polvo, gases o vapores. Los sistemas de protección contra incendio a utilizar para labores de control y extinción son, normalmente, en base a agua o agentes extintores gaseosos.

Materias Susceptibles de Inflamación Espontánea

La División 4.2 incluye a las materias pirofóricas, que son aquellas que, en contacto con el aire, incluso en pequeñas cantidades, se inflaman en un corto período de tiempo, del orden de 5 minutos. Se involucra, además, a aquellas materias que experimentan calentamiento espontáneo en contacto con el aire, sin aporte externo de energía, cuando se encuentran apiladas en gran cantidad y después de un cierto período de tiempo (horas o días).

El calentamiento espontáneo de estas materias se debe a su reacción con el oxígeno del aire y a que el calor generado no se disipa hacia el exterior con suficiente rapidez. El aumento y la acumulación de este calor son los responsables de la combustión espontánea.

La detección del inicio de la combustión en estos productos se realiza habitualmente a través de mediciones de su temperatura, ya que su aumento indicaría la existencia de calor retenido. Este calor puede ser entregado al ambiente moviendo frecuentemente el material almacenado, para lo cual se requiere de un recinto amplio y ventilado. Ante la existencia de un fuego, éste puede ser controlado, normalmente, por medio de la aplicación de agua con fines de enfriamiento.

Materias que al Contacto con el Agua Desprenden Gases Inflamables

La División 4.3 de la Clase 4 abarca las materias tales como bario, cesio, litio, rubidio, sodio, magnesio en polvo, carburo e hidruro cálcico, carburo y fosfuro de aluminio, e hidruro de litio y de aluminio, que reaccionan con el contacto con agua, desprendiendo gases inflamables, que al mezclarse con el aire pueden arder fácilmente por influencia de cualquier agente normal de encendido, como llamas o chispas provocadas por herramientas, luminarias eléctricas no protegidas, etc. Sin embargo, algunas de estas materias reaccionan en forma violenta y con desprendimiento de energía, la que permite la combustión de los gases inflamables generados.

El almacenamiento de estos productos debe realizarse en recintos que cuenten con un ambiente con humedad relativa controlada y donde no sea probable su contacto con agua.

La combustión de estos productos no puede ser controlada con agua, por lo que deben considerarse agentes de extinción especiales. Estas condiciones deben estar descritas en sus Hojas de Datos de Seguridad y el área de almacenamiento debe disponer de señales con advertencias sobre su reactividad con agua.

Peróxidos Orgánicos

Los peróxidos orgánicos son materias que contienen la estructura bivalente oxígeno-oxígeno (-0-0-) y son muy propensos a la descomposición exotérmica a una temperatura normal o elevada por efecto de una fuente de calor externo, como la producida por frotamiento o golpes, o por contacto con impurezas.

La velocidad de descomposición aumenta con la temperatura y es variable según la composición del peróxido orgánico. Esta reacción puede generar desprendimiento de vapores o gases inflamables y/o nocivos y el calor liberado puede iniciar una violenta combustión. En condiciones de confinamiento puede generarse una explosión.

La etapa inicial de la combustión de estos productos puede ser detectada a través de sensores que se activen frente a rápidas variaciones de temperatura o presión o a través de la medición de concentración de gases o vapores. La detección debe dar una alarma y activar un sistema de extinción, el cual es de diseño específico para cada producto, y que puede ser en base a agua u otro agente de extinción gaseosos, especialmente cuando recintos donde se encuentra el producto es de tamaño reducido.

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Preauditorías RUC®

Como respuesta a la necesidad de estructurar un sistema que permita armonizar los requisitos legales en Seguridad, Salud y Ambiente y los exigidos por las compañías contratantes de hidrocarburos y otros sectores, en el año 1998 se creó el Registro Uniforme de Evaluación de Contratistas en Seguridad, Salud y Ambiente RUC®. El RUC® se compone de estrategias adaptadas a las necesidades reales de la industria y apoya los procesos de administración de Contratistas, entendiendo la dinámica de sus operaciones y los retos de sostenibilidad del negocio. Las empresas contratantes reconocen la importancia de estos aspectos, como la transparencia y la responsabilidad social corporativa. Por esta razón, buscamos la mejora continua a través de la excelencia en los procesos, donde la participación activa de las empresas contratistas y proveedoras es esencial. Antes de calificarse con el RUC® usted tiene la oportunidad de obtener un diagnóstico preliminar mediante el producto de PREAUDITORIA DEL RUC®, realizado por el Consejo Colombiano de Seguridad. Este proceso busca brindar a la organización una idea general de cómo está preparado su sistema de gestión y prepararse para obtener la calificación del RUC® La preauditoría RUC® es una evaluación real que no tiene validez para el registro ni está sujeta al reglamento del RUC®. NO puede ser considerada como una auditoría interna. Su resultado no afecta ni influye en las actividades del Sistema RUC®. Su propósito es evaluar los requisitos clave del sistema de gestión de Seguridad, Salud en el Trabajo y Medio Ambiente, conforme a las exigencias de la guía de contratistas del RUC®. A través del desarrollo de la PREAUDITORÍA su organización logrará determinar el cumplimiento del Sistema de Gestión de acuerdo con lo indicado en Guía del RUC®, Identificar las desviaciones evidenciadas en el proceso de evaluación de la empresa, con el fin de establecer un programa para su adecuación con base en los requisitos del RUC® y lograr un diagnóstico de estado del sistema de gestión. Para más información puede consultar nuestra línea 2886355 opción 2-2 o a través de nuestro correo servicioalcliente.ruc@ccs.org.co

Caída mortal desde la caja de un camión

Tomado de: INSST – Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. (s.f.). Caída mortal desde la caja de un camión. https://www.insst.es/stp/binvac/caida-mortal-desde-la-caja-de-un-camion Trabajo que realizaba El trabajador de 31 años llevaba 9 días en el puesto de trabajo. Pertenecía a una microempresa dedicada al alquiler de maquinaria y se había desplazado a una ferretería donde habían adquirido unas vallas metálicas. Estando allí, junto al almacén, se ofreció a ayudar en la operación de carga de un palé con 40 vallas metálica en un camión. Cada una tenía unas dimensiones de 1,90 x 2,50 m y pesaba 20 Kg. En total eran unos 800 Kg. Originalmente el paquete contenía 70 vallas, y venía flejado y retractilado con una película transparente ajustada. A este paquete se le habían quitado 30 vallas, por lo que el envoltorio se encontraba abierto, con el plástico y los flejes rotos. La carga estaba sobre un palé de 2,52 m x 2,10 m, más grande que los utilizados por la empresa habitualmente. Para esta operación el encargado del almacén utilizaba una carretilla elevadora de tracción eléctrica. La horquilla de espesor 35 mm, anchura 80 mm, longitud 0,8 m y anchura del portahorquilla 1,04 m. El camión también era propiedad del comercio al menor de ferretería. Disponía de una caja abierta de 4 m x 2,10 m, carga máxima de 3.500 Kg y una altura de suelo a caja 0,87 m. Accidente Estando junto a la puerta trasera del almacén, el trabajador y un empleado de la ferretería se situaron en un lateral sobre la caja del camión a una altura de 85 cm con el fin de dirigir, señalizar o estabilizar la carga en caso de ser necesario. Con la carretilla elevadora manipulaban el palé para situarlo sobre el camión, por donde se había abatido un lateral. El conductor seguía también las indicaciones del encargado de la ferretería pues las dimensiones del palé le dificultaban la visibilidad. En ese momento, cuando la carga estaba levantada y a punto de ser colocada en la caja del camión, el palé se rompió y parte de la carga cayó sobre la caja del camión, produciendo un gran estruendo y desestabilizando también la caja. Los empleados, por temor a que la carga les cayera encima, saltaron por la parte derecha de la carretilla. Al chocar entre ellos cayeron al suelo. Uno de ellos se golpeó la cabeza contra el firme, y después el otro de costado le cayó encima. Las lesiones sufridas provocaron el fallecimiento de uno y contusiones en el costado izquierdo al otro. Otras circunstancias relevantes Causas Del análisis de los datos y descripciones recogidas, se deducen las siguientes causas del accidente: El origen del accidente se indica en este árbol de causas: Pudo haberse evitado Este accidente podría haberse evitado si el empresario hubiera evaluado los riesgos inherentes de su empresa y determinado las medidas necesarias de prevención para sus empleados. Si la persona que manejaba la carretilla y el auxiliar hubieran recibido una formación relacionada con los riesgos del uso de la carretilla probablemente no hubieran procedido de esa forma, sobrecargando la máquina y permitiendo que alguien se ubicara en una zona peligrosa. Los trabajadores no tenían a su disposición una máquina, o equipo adecuado para el trabajo que debían realizar. Se hubiera evitado el accidente si sólo las personas autorizadas con la formación necesaria utilizaran la carretilla. La mala sujeción de las cargas sobre las horquillas y los defectos estabilidad de la carga provocaron la rotura del palé. Para garantizar un apoyo seguro de la carga, debe tenerse en cuenta que los brazos de la horquilla estén suficientemente distantes y que abarquen la carga lo máximo posible. Las cargas se situarán siempre sobre la horquilla de forma que sea imposible su caída. Las causas del accidente fueron motivos de infracción grave según lo dispuesto en la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales y el Real Decreto 1215/1997 de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo. El motivo de la sanción fue por no poner a disposición de los trabajadores equipos adecuados al trabajo que debía realizarse, ni adoptar medidas de organización para evitar la ubicación de trabajadores a pie en la zona de trabajo sin mantener espacios libres. También se consideró que la carretilla se sobrecargó y que la conducción del equipo tenía que estar reservada a trabajadores que hubieran recibido una formación específica. El espacio de lecciones aprendidas es una herramienta para evitar que se presenten accidentes. Invitamos a las empresas a enviar sus lecciones aprendidas al correo de Nidya Mariela Corzo Zambrano gerencia.auditoriaruc@ccs.org.co para que sean compartidas a través de estos boletines. 

El uso y cuidado correcto de la estiba

Tomado de: Central de Maderas G&S SAS. (2014, agosto 13). El uso y cuidado correcto de la estiba. https://www.centraldemaderas.com/el-uso-y-cuidado-correcto-de-la-estiba/ Las estibas de madera son herramientas esenciales en la cadena de suministro, utilizadas para facilitar el manejo, almacenamiento y transporte de mercancías, son las encargadas de movilizar y cuidar las mercancías a lo largo de la cadena de suministro, es claro que el cuidado de estas también genera ahorro, por lo que no solo debemos enfocar nuestra atención en la inversión de nuevas estibas, sino también en el cuidado de los productos sobre ellas, adicionalmente si las estibas son tratadas de la manera correcta tienen una vida útil de hasta 5 años minimizando altamente los costos de inversión por este tipo de productos.  Aunque son versátiles y económicas, su uso inadecuado puede resultar en daños a la carga, accidentes laborales o incluso problemas ambientales. Por restas razones, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos: Selección de estibas de madera El primer paso para un uso adecuado es la correcta selección de las estibas. Se deben considerar varios factores, como: Cargar y apilar correctamente Una vez seleccionada la estiba adecuada, es crucial seguir las mejores prácticas para cargar y apilar los productos: Manejo y almacenamiento El manejo y almacenamiento de las estibas también son aspectos clave para garantizar su uso seguro y eficiente: Reparación y mantenimiento Las estibas dañadas deben repararse inmediatamente o ser retiradas de uso. Revisar regularmente las estibas para detectar posibles daños y realizar mantenimiento preventivo es una práctica esencial. Si una estiba tiene uno o dos elementos rotos, remplazar estos elementos es muy sencillo, pero si seguimos utilizando la estiba, los demás elementos perderán estabilidad y fuerza fracturándose y dejando la estiba 100% obsoleta. Si utilizamos estibas en mal estado dentro de las operaciones se corre el riesgo de pérdidas de mercancías, y accidentes innecesarios. Cumplimiento normativo y medioambiental El uso de estibas de madera está sujeto a regulaciones ambientales y de seguridad. Es importante estar al tanto de las normativas locales e internacionales que aplican al uso y desecho de estibas: El uso adecuado de estibas de madera es fundamental para garantizar la seguridad, la eficiencia y la sostenibilidad en el manejo de cargas. Al seleccionar estibas de calidad, seguir las mejores prácticas de carga y apilamiento, y cumplir con las normativas vigentes, las empresas pueden optimizar sus operaciones logísticas y reducir riesgos. La implementación de un programa de mantenimiento y reciclaje adecuado también contribuye a prolongar la vida útil de las estibas y a proteger el medio ambiente.

Auditoría SSTA: impacto de las visitas adicionales en la Calificación RUC®

Auditar un Sistema de Gestión de Seguridad, Salud en el Trabajo y Ambiente (SSTA) es crucial para garantizar la protección de los empleados, el cumplimiento de las normativas, la sostenibilidad ambiental y la eficiencia operativa. El Sistema RUC, entre sus beneficios, incluye una evaluación y seguimiento integral de la gestión SSTA para toda la empresa, sin limitarse a áreas, procesos o centros de trabajo específicos. Además, cubre a todos los trabajadores, independientemente de su vínculo de contratación (incluyendo directos, subcontratistas, en misión, empresas temporales, cooperativas, conductores afiliados y/o fidelizados en el caso de empresas de transporte, entre otros). Las organizaciones pueden solicitar visitas adicionales como parte de este proceso. Estas visitas adicionales suelen solicitarse cuando la empresa contratista desea ser evaluada nuevamente con el fin de mejorar la calificación de su desempeño. Sin embargo, es importante destacar que esta acción invalida la auditoría anterior y requiere repetir todo el proceso, lo que no garantiza una mejor calificación, ya que ésta depende siempre del nivel de desempeño y cumplimiento frente a los criterios establecidos. Además, al tratarse de un proceso de muestreo, la auditoría conlleva un grado de incertidumbre. Las empresas contratistas podrán solicitar una visita adicional al menos tres (3) meses después de la visita de verificación o seguimiento y tres (3) meses antes del vencimiento de la inscripción o renovación. El CCS solo podrá realizar una visita adicional durante el periodo de vigencia del RUC®. Estas visitas solo podrán realizarse antes de los tres (3) meses si la solicitud es presentada por personas autorizadas de las empresas contratantes ante el CCS. Las solicitudes de visitas de evaluación adicionales, por parte de las empresas contratistas o contratantes, a las que cubren la inscripción o renovación, implican un costo adicional que debe ser cubierto por la empresa contratista. Este costo equivale al 60% del valor de la inscripción o renovación al RUC®, siempre y cuando el número de empleados sea el mismo. De lo contrario, será el 60% de la tarifa sobre el número de empleados actuales. Es importante tener en cuenta que en las visitas adicionales no solo se revisan las no conformidades de la última auditoría, sino que se reevalúa todo el sistema de gestión bajo los criterios de la Guía RUC, el formato de autoevaluación y la normatividad aplicable. En el caso de que una empresa realice una visita adicional y durante esta se detecte un impacto por nuevos eventos de accidentalidad (como fatalidades, invalideces, incapacidades permanentes parciales, accidentes graves según la definición de la Resolución 1401 de 2007, y/o aumento de tendencias), estos serán evaluados en la próxima visita de seguimiento. Asimismo, se mantendrán los hallazgos e impactos asociados a los elementos 5 y 6 de la última visita de seguimiento. Las estadísticas de accidentalidad evaluadas serán las mismas de la última evaluación RUC para la cual se solicita la visita adicional, y este proceso de auditoría adicional no generará un nuevo informe de estándar mínimo, ya que dicho informe es un beneficio del proceso de inscripción y/o renovación. Por último, es fundamental señalar que, independientemente de la fecha en que se realice la visita adicional, su vigencia caducará en la fecha de vencimiento establecida para la empresa.

Explosión por alimentación con oxígeno puro a martillo neumático

Fuente: INSST – Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, BINVAC 096 Accidentes De Trabajo Investigados. Tomado de: https://www.insst.es/stp/binvac/096-explosion-por-alimentacion-con-oxigeno-puro-a-martillo-neumatico Descripción: La empresa del trabajador accidentado se especializa, como contratista, en servicios de mantenimiento y reposición del material refractario ubicado en la cara interna de hornos de fusión de otras empresas. El accidente ocurrió durante la retirada de material (picado de anillos de escoria o material refractario) en el interior del cubilote de uno de los hornos en la sede de la empresa principal. Estos anillos o acumulaciones de material se forman como resultado del proceso de fundición, donde el enfriamiento parcial del caldo provoca que se adhiera a las paredes del horno. Por lo tanto, es necesario eliminarlos periódicamente usando martillos neumáticos percutores o herramientas similares. Antes del accidente, el trabajador, ubicado en el fondo del cubilote (un espacio confinado de 1 metro de diámetro y aproximadamente 5 metros de altura), conectó el martillo neumático a una toma de aire no señalizada. Al accionar el martillo, se produjo una deflagración dentro del cubilote, lo que resultó en quemaduras graves para el trabajador. Otros datos del accidente: La conexión del martillo percutor y otras herramientas neumáticas utilizadas en el picado del anillo se realiza generalmente en la toma de aire comprimido señalizada en el nivel inferior (nivel 1) del horno. Sin embargo, nunca se había utilizado la toma en el nivel de tragantes, ubicada varios metros por debajo. El trabajador conocía la existencia de tomas de aire comprimido en ese nivel, ya que su empresa había solicitado repetidamente a la contratista la instalación de dichas conexiones para facilitar la operativa de picado y evitar tener que trasladar la manguera desde el nivel inferior hasta la plataforma. No obstante, debido a la urgencia del trabajo, el trabajador decidió retirar el tapón azul de la tubería en ese nivel, interpretando que el color azul indicaba aire en las conducciones de servicio, sin pensar que la tubería pertenecía a la red de suministro de oxígeno. Por lo anterior, tras retirar el tapón, abrir la llave de paso y comprobar la existencia de un flujo de gas en la tubería, el trabajador procedió a conectar el martillo neumático. Para ello, utilizó un racor de adaptación de tipo Barcelona de conexión rápida y aplicó teflón para sellar el paso de gas. El trabajador consideró «normal» la ausencia de señalización en la tubería, dado que en la conducción de aire respirable tampoco existía señalización. Asimismo, no vio nada inusual en la colocación del racor de adaptación y del teflón en la conducción. Por otro lado, se señala que el manual del martillo neumático, proporcionado por la empresa para la investigación, está en alemán y no cuenta con traducción al castellano. El trabajador también indica que no pidió permiso ni consultó con nadie sobre la preparación de la maniobra y las conexiones (tanto del equipo de respiración como del martillo), ya que existía un permiso de trabajo y se trataba de una operación habitual en el horno. Causas La ausencia de señalización en las tomas de conexión a la red de suministro de gases (oxígeno, aire comprimido y aire respirable) existente en el nivel de tragantes del horno, provoca que el trabajador conecte la manguera del martillo neumático a la red de suministro de oxígeno en lugar de a la toma de aire comprimido. El trabajador decide utilizar una toma existente en el nivel de tragantes del horno, sin señalizar y distinta a la empleada habitualmente como fuente de alimentación del martillo neumático. Para ello retira el tapón de la tubería y coloca en ella un elemento de adaptación (racor). Este le permite conectar la herramienta neumática a la fuente de suministro de oxígeno, produciéndose la deflagración que ocasionó el accidente. Probablemente, el exceso de confianza unido al hecho de que el trabajador era conocedor de que en el nivel de tragantes del horno existían tomas de aire comprimido, le llevó a decidir utilizar dicha toma sin asegurarse previamente de que se trataba de una toma de aire comprimido. 2. Productos químicos capaces de producir reacciones peligrosas (exotérmicas, tóxicas etc.) cuyo control no está garantizado. El trabajador conecta un martillo neumático a una fuente de suministro de oxígeno en lugar de a una fuente de aire comprimido (con oxígeno al 21%) para la que está diseñada la herramienta. Al accionar el pestillo del martillo, el oxígeno entra en contacto con el lubricante presente en la herramienta generando una mezcla combustible-comburente (lubricante – oxígeno) inflamable a temperatura ambiente, hecho que no ocurre con la mezcla lubricante aire comprimido (condiciones de uso del martillo). En el momento inmediatamente posterior al inicio del funcionamiento del martillo, se produce una chispa por rozamiento (probablemente en la acción de la punta del martillo con el material a picar o en alguna pieza interna metálica del martillo) lo que provoca que la mezcla lubricante-oxígeno se inflame. Las dimensiones y la configuración del interior del cubilote (espacio confinado muy estrecho) contribuyeron a agravar las consecuencias derivadas de la explosión. Recomendaciones Medidas preventivas dirigidas a la empresa PRINCIPAL: Medidas preventivas dirigidas a las contratistas: El espacio de lecciones aprendidas es una herramienta para evitar que se presenten accidentes, invitamos a las empresas a enviar sus lecciones aprendidas al correo ruc@ccs.org.co para que sean compartidas a través de estos boletines.