Cuando se mezcla un combustible con un comburente y recibe energía de una fuente de ignición, se inicia una combustión. La interdependencia de estos 3 elementos, definen esta como la teoría del “Triángulo del fuego”. La energía de activación de un incendio puede ser de origen: Eléctrica. Por resistencia, inducción, dieléctrico, fuga, arco, estática o rayos. Química. Calor de combustión, espontáneo, descomposición, reacción y disolución. Mecánica. Calor por compresión, por fricción o chispas por fricción. Nuclear. Por fusión del núcleo del átomo o por fusión de núcleos de átomos diferentes. El comburente más común es el oxígeno del aire (aproximadamente 21%) habiendo otros como los- cloratos, percloratos, permanganatos, peróxidos, halógenos, entre otros. El combustible para un incendio puede ser sólido, líquido o gaseoso (o combinaciones de ellos) y pueden ser de origen: Orgánico; que contiene carbono: Este es el caso de la madera, papel, gas natural, entre otros. Todo material orgánico se descompone sobre los 500°C. Inorgánico; que no contiene carbono: Este es el caso de los metales, magnesio, aluminio, fósforo. Su combustión es más difícil porque requiere más calor. Cuando un combustible y un comburente se mezclan en la proporción adecuada y reciben energía de una fuente de ignición se inicia la combustión, generando a la vez suficiente energía para autoalimentarse y avanzar por el material. Aparecen las llamas y se ha iniciado una reacción en cadena. Los cuatro componentes forman un tetraedro del fuego. Formas de extinción Los fuegos se clasifican en las siguientes clases: Clase A: Fuego en combustibles comunes: Son fuegos de combustibles comunes tales como la madera, papel, géneros, cauchos y diversos plásticos. En general son todos aquellos materiales que al arder dejan brasas o cenizas. Clase B: Fuego en gases y líquidos combustibles e inflamables. Son fuego en gases inflamables y líquidos combustibles e inflamables tales como petróleo, gasolina, alcoholes, solventes, pinturas, alquitranes, entre muchos otros. En general son todos aquellos materiales que al arder NO dejan brasas o cenizas. Su capacidad para encender depende del “punto de inflamación” específico de cada producto, pero puede suceder un reencendido si la temperatura de la mezcla de gas alcanza la de “encendido”. Generalmente, la extinción completa de un fuego de Clase B sólo se puede obtener después de una fase de enfriamiento. Sin embargo, los clasificamos en: Los fuegos de líquidos inflamables inmiscibles con el agua (que no se mezclan con el agua): Fuego de líquidos de tipo esencias, aceites, éteres, petróleo y sus derivados, generalmente imposibles de extinguir con agua, excepto si son de pequeño tamaño. Los dos agentes de extinción más eficaces son el polvo químico seco y espuma para hidrocarburos. Los fuegos de líquidos inflamables miscibles con agua (que se mezclan con el agua) Fuegos de líquidos de tipo alcohol pueden ser extinguidos con CO2 y Polvo Químico Seco en envases pequeños y contenidos. Para fuego de mayor magnitud sólo el uso de espuma específica para alcoholes será efectivo, siempre que se cumplan las condiciones de contención del líquido. Sólidos licuables: Fuegos de plástico, goma y alquitrán, que emiten una gran cantidad de calor y humo. Generalmente la extinción se obtiene con agua. Sin embargo, en algunos casos, su aplicación puede ser insuficiente. En ese caso se lleva a cabo la extinción usando espuma para poder llegar al interior de pilas de material compactas o fuego en profundidad. Clase C: Fuego en equipos eléctricos o materiales energizados Son fuegos que involucran equipos eléctricos o cualquier otro combustible (fuego clase A, B o D) energizado. Mientras se encuentre con energía eléctrica NO se debe utilizar agentes extintores conductores de la electricidad como el agua (sólo el agua destilada no es conductora) o la espuma que contiene agua. Una vez desenergizado y verificada la ausencia de electricidad por medios seguros (bastón eléctrico) se puede extinguir con agua. Si no es posible desenergizar, sólo usar agentes extintores no conductores de la electricidad como el Polvo Químico Seco o el Dióxido de Carbono (CO2). Clase D: Fuego en metales combustibles Son fuegos en metales combustibles, tales como magnesio, titanio, zirconio, sodio, litio y potasio, que al arder alcanzan temperaturas muy elevadas (2700°C a 3300°C). La mayoría de estos metales reaccionan violentamente con el agua, causando una liberación de hidrógeno que crea un riesgo de explosión. Algunos, como el magnesio, el potasio o el fósforo blanco pueden encender espontáneamente en presencia de aire o explotar. Otros, como el aluminio, por ejemplo, sólo pueden hacerlo cuando están en forma de polvo o virutas. Estos fuegos NO deben ser extinguidos con agua o espuma. Sólo usar Polvos Secos especiales, polvo de grafito o ceniza de soda. El humo El humo lo componen partículas visibles, sólidas y/o líquidas en suspensión en el aire. Es el resultado de la combustión y/o pirolisis incompleta. Muy a menudo, el humo de incendios incluye partículas de carbono sin quemar arrastradas por las corrientes de El humo lo componen partículas visibles, sólidas y/o líquidas en suspensión en el aire. Es el resultado de la combustión y/o pirolisis incompleta. Muy a menudo, el humo de incendios incluye partículas de carbono sin quemar arrastradas por las corrientes de circulación. Se comporta como un fluido. El humo de incendios consiste principalmente en: Vapor de agua Hidrocarburos Dióxido de carbono Monóxido de carbono Hollín Otros gases (cianuro de hidrógeno, cloruro de hidrógeno, dióxido de azufre, fosgeno, fosfina, dióxido de nitrógeno, amoníaco, cloro, entre otros) que dependen de la composición del material que se quema. circulación. Se comporta como un fluido. El peligro del humo de incendios se debe a su carácter: Inflamable y explosivo, ya que se compone de gran cantidad de partículas semiquemadas o sin quemar, que contienen todavía mucha energía, resultantes de la combustión incompleta; Irritante porque su composición proviene de una reacción química de oxidación; Opaco por la presencia de partículas de hollín o aerosoles que causan una pantalla que reduce la visibilidad y no permite pasar la luz. En algunos casos, cuando los gases son muy densos, los sonidos están disminuidos; Calórico al irradiar gran