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Tecnologías inmersivas: el camino hacia un futuro sostenible

Autor y conferencista invitado: Carlos Viera Estarás, director de EUDE Digital, Institute of Business & Technology, dependiente de EUDE Business School. Más de 20 años de experiencia profesional en el ámbito del marketing, la publicidad y la comunicación. No creo que a estas alturas sea necesario aclarar que la sostenibilidad se ha convertido en un pilar fundamental para el futuro de nuestro planeta. En un mundo donde los recursos naturales se agotan y el cambio climático amenaza nuestro modo de vida, la tecnología emerge como un aliado indispensable para alcanzar un equilibrio sostenible. En este contexto, las tecnologías inmersivas, como la realidad virtual (VR), la realidad aumentada (AR), la realidad mixta (MR) e, incluso, la realidad extendida (XR) están redefiniendo la forma en que interactuamos con nuestro entorno y cómo entendemos los desafíos ambientales. Estas herramientas no solo tienen el potencial de educar y concienciar, también prometen soluciones prácticas para reducir el impacto ambiental, mejorar la eficiencia de los recursos y promover un desarrollo sostenible. Quizá sea complejo entenderlo, pero en las siguientes líneas trataré de mostrar cómo la tecnología inmersiva puede convertirse en ese catalizador para la sostenibilidad. La educación nos lleva a la acción. Suena a frase de cajón, pero en este caso es una realidad con mayúsculas. Una de las formas más poderosas en las que la tecnología inmersiva puede contribuir a allanar el camino hacia la sostenibilidad es a través de la educación y la concienciación, un tema que abordaré en detalle durante una conferencia en el marco del 57 Congreso de Seguridad, Salud y Ambiente del Consejo Colombiano de Seguridad. La capacidad de la VR y la AR para crear experiencias envolventes permite a los usuarios experimentar situaciones de manera directa y emocional, algo bastante más impactante que una simple lectura o visualización de información en redes sociales o medios. La VR crea una conexión emocional entre el espectador y la marca —y no lo digo yo—, sino numerosos ejemplos como el proyecto ‘This Is Climate Change’ de Participant Media & Condition One que utilizó la realidad virtual para sumergir a los espectadores en las realidades devastadoras del cambio climático, mostrando desde incendios forestales hasta el colapso por derretimiento de los glaciares. La propuesta fue galardonada en el Festival Internacional Tribeca. Esta experiencia inmersiva no solo informa, sino que también moviliza a las personas a tomar acción. En su libro ‘The Nature of the Future: Dispatches from the Socialstructed World’, la educadora y experta en tecnología, Marina Gorbis, directora ejecutiva del Institute for the Future, destaca la importancia de las tecnologías inmersivas para crear empatía y un entendimiento profundo de los problemas globales. Según Gorbis, la VR puede «cerrar la brecha entre la percepción y la realidad», permitiendo que las personas comprendan mejor los impactos de sus acciones en el medio ambiente. Y ahí está la clave. La educación es esencial para promover un futuro sostenible. Y las tecnologías inmersivas están revolucionado la educación ambiental, facilitando experiencias de aprendizaje impactantes. Al trasladarnos a escenarios futuros afectados por el cambio climático, damos un paso hacia el mundo que nos espera si no modificamos nuestros hábitos de consumo y de producción. Esta inmersión virtual nos permite experimentar de manera directa las consecuencias de nuestras acciones presentes y puede fomentar una comprensión más completa y un compromiso más fuerte con la sostenibilidad. Más allá de la educación y la concienciación, estas tecnologías ofrecen aplicaciones prácticas en el ámbito empresarial que pueden contribuir significativamente a la sostenibilidad. Por ejemplo, en el sector de la construcción, la AR y la MR se utilizan desde hace años para visualizar y planificar proyectos de manera más eficiente, reduciendo el desperdicio de materiales y optimizando el uso de recursos. Para la muestra, la empresa Trimble utiliza AR para mejorar la precisión en sus obras, lo que lleva a una reducción tanto en costos como en el impacto ambiental asociado a errores de construcción. También podemos hablar de la agricultura. Aquí la tecnología inmersiva está cambiando la forma en que se gestionan los cultivos y los recursos hídricos. Plataformas como ‘Augmenta’ permiten a los agricultores utilizar AR e inteligencia artificial (IA) para monitorear la salud de los cultivos en tiempo real, identificando áreas que necesitan riego o tratamiento, lo que optimiza el consumo de agua y reduce el uso de pesticidas. Estas innovaciones no solo mejoran la eficiencia, sino que también promueven prácticas agrícolas sostenibles. Las ciudades, como centros de población y actividad económica enfrentan, a su vez, desafíos únicos en términos de sostenibilidad. La tecnología inmersiva puede desempeñar un papel crucial en la planificación y gestión urbana. La VR y la AR ya se utilizan para crear simulaciones de proyectos de infraestructura, permitiendo a los planificadores urbanos y a las comunidades visualizar el impacto de nuevas construcciones antes de su implementación. Esto facilita una toma de decisiones más informada y sostenible. Un ejemplo destacado es el uso de la VR en el proyecto ‘Virtual Singapore’, una iniciativa del gobierno de este país asiático para crear un gemelo digital de la ciudad-Estado. Esta plataforma permite a los urbanistas y ciudadanos explorar diferentes escenarios de desarrollo urbano, desde la gestión del tráfico hasta la eficiencia energética de los edificios. Como señala la arquitecta y urbanista Jan Gehl en su libro ‘Cities for People’, este tipo de herramientas es esencial para diseñar ciudades que sean tanto habitables como sostenibles. La AR también tiene el potencial de influir directamente en nuestras prácticas diarias. Aplicaciones que ofrecen información sobre el impacto ambiental de productos o que muestran formas de reducir el desperdicio pueden transformar la toma de decisiones de los consumidores, promoviendo hábitos más responsables​​. Esto se alinea con la idea de que la tecnología no solo debe ser innovadora, sino también práctica y aplicable en la vida cotidiana para tener un impacto real y duradero. Las empresas están dando el salto hacia la realidad inmersiva para mejorar su sostenibilidad. Desde la optimización de cadenas de suministro hasta el diseño de productos más eficientes y menos perjudiciales

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El poder de la analítica de datos para la gestión eficiente de la SST

Autor y conferencista invitado: Fernando Calderón, médico especialista en Salud Ocupacional de la Universidad de El Bosque y en Dirección de Proyectos de la Universidad de los Andes. Por Gerencia de Comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) La Seguridad y la Salud en el Trabajo (SST) es un campo de una enorme riqueza en términos de generación de datos. Basta pensar en la información que genera: reportes sobre siniestralidad laboral, resultados de inspecciones y auditorías, informes de evaluación de riesgos, estadísticas de los programas de vigilancia epidemiológica, historiales de capacitaciones de prevención y promoción de la salud…la lista puede ser tan amplia como se quiera. El asunto es que, pocas veces, todo ese cúmulo de datos logra integrarse y analizarse de manera que permita realizar ejercicios predictivos y anticiparse a la materialización de riesgos. ¿El resultado? Se limita la capacidad de las empresas para identificar patrones emergentes, tendencias y áreas de mejora antes de que se conviertan en problemas mayores. Pero hay buenas noticias: existen soluciones basadas en analística de data e inteligencia artificial que serán expuestas en la conferencia titulada ‘Un paso más allá de la SST’ como parte de la agenda académica del 57 Congreso de Seguridad, Salud y Ambiente a realizarse del 3 al 5 de julio en Bogotá. En el encuentro, el ponente conducirá a la audiencia a través de un recorrido detallado sobre la implementación de la estrategia ETL, que abarca la ‘Extracción’, ‘Transformación’ y ‘Lectura’ de data. El enfoque se centrará en explicar de manera clara y comprensible este proceso, resaltando los beneficios de contar con datos organizados y analizados. “Aquí aprenderemos cómo hacer minería de datos, qué beneficios le ofrece a la organización, qué documentos o qué archivos nutren ese proceso, cómo depurar y homogeneizar la información y cómo cruzar variables a través de la analítica de data para identificar tendencias o patrones, minimizar incidentes y mejorar la eficiencia operativa”, explica Calderón. Entre los contenidos abordados en la sesión, los participantes también conocerán el desarrollo de «calculadoras de riesgo» y su aplicación a través de algoritmos programados según guías internacionalmente reconocidas para una variedad de factores, desde trastornos musculoesqueléticos hasta peligros químicos. Finalmente, podrán conocer herramientas para visualizar la información en tableros de control y en tiempo real. Para ello, el experto realizará demostraciones en vivo de la creación utilizando el software Power BI. El fin último, según el experto, es lograr que las personas, independientemente del cargo o el rol que ocupen en el SG-SST, superen el temor de administrar grandes volúmenes de datos y sepan que, para ello, no necesitan ser expertos informáticos, sino poner las herramientas apropiadas a su servicio. De esta manera, las organizaciones tendrán la capacidad de seguir el desempeño de sus planes de acción, medir en tiempo real la eficiencia de sus actividades, identificar desviaciones y tomar decisiones informadas que conduzcan a una mayor eficiencia en el uso e inversión de recursos. Con un análisis efectivo de los datos disponibles, podrán adoptar un enfoque más preventivo y menos reactivo, anticiparse mejor a los riesgos y mitigarlos de forma proactiva para garantizar la seguridad de sus operaciones y la continuidad del negocio.

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IA y nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad minera

Por: Cómo citar este artículo: Molina, J., Soto, D., Vallejo, L., Torero, J., López, S., Molina, A., Ortiz, A. (2023). IA y nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad minera. En: Revista Protección & Seguridad, No. 411 (Septiembre – Octubre 2023). https://ccs.org.co/publicaciones/proteccion_seguridad/8/411/miner%C3%ADa-segura-y-sostenible Resumen La industria minera genera una gran cantidad de datos que se encuentran en forma digital. Un ejemplo son las concentraciones de gases de los detectores personales. Frecuentemente, estos datos tienen un uso muy limitado y, en la mayoría de los casos, se descartan. Industrias como la de transporte, manufactura, agricultura y medicina han comenzado a usar todos estos datos a través de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA). En este artículo se ilustra cómo los datos de los detectores de gases personales podrían ser usados mediante un algoritmo de inteligencia artificial, específicamente, una red neuronal artificial para alertar sobre una explosión de metano. El ejercicio toma como ejemplo la explosión de metano y polvo de carbón que tuvo lugar en Tópaga en 2021. Luego de demostrar —mediante herramientas de modelamiento físico— la poca ventilación y la posible estratificación de metano en la mina, se genera una base de datos que alimenta la red neuronal artificial, la cual logra alertar sobre una inminente explosión en un 971,9 ‰¹ de las ocasiones. Introducción En Colombia, la producción de carbón fue de 50,6 millones de toneladas en 2020 (National Mining Agency, 2022). El 8 % correspondió a minas subterráneas. Por su parte, de las 1235 emergencias en minas colombianas presentadas entre el 2005 y el 2018, 956 (un 93 %) ocurrieron en minas de carbón (Gheorghe et al., 2022) y el 87 % de las fatalidades asociadas se registraron en la minería subterránea (Gheorghe et al., 2022; Jaramillo-Urrego, 2019). Frente al panorama de la siniestralidad minera, en los últimos años se han desarrollado nuevas tecnologías para la prevención de incidentes en minas de carbón (Dong et al., 2023; Ji & Shi, 2023; Sekhar & Shah, 2021; Yang et al., 2023). Algunos ejemplos son la inteligencia artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) y los macrodatos (Meng & Li, 2022). Estas tecnologías se vienen usando en la prevención de explosiones de gas (Demirkan et al., 2022), detección de incendios en minas (Barros-Daza et al., 2022; Sun et al., 2022), explosiones de polvo de carbón (Khan et al., 2022) o en la predicción de deslizamientos de tierra en minas de carbón (Zhang et al., 2023). Un elemento importante de estas nuevas tecnologías son las Herramientas de Modelado Físico (HMF). En este artículo se analiza una explosión de metano y polvo de carbón ocurrida en el municipio de Tópaga, Boyacá, que dejó 12 víctimas fatales. Sus autores fueron parte de la investigación de este incidente del cual se recolectó documentación extensa que incluye mediciones de gases (antes y después de la explosión), análisis post mortem de diferentes muestras textiles, metálicas y plásticas y estudios geológicos del entorno. La experiencia obtenida durante la investigación de la explosión permite ilustrar cómo nuevas tecnologías como las HMF y la IA se pueden aplicar en la seguridad minera. Herramientas de modelamiento físico La HMF VENTSIM² 5.4. (The Howden Group, 2023) permitió representar el sistema de ventilación de la mina antes de la explosión. La figura 1 presenta el plano de la mina. Durante la investigación de la explosión se encontró que muy cerca de una víctima mortal (F12 en la figura 1) se hallaba un martillo eléctrico perforador sin protección para explosiones, el cual se consideró como la más posible causa de ignición. La simulación en VENTSIM consideró los dos ventiladores, el circuito de ventilación natural yductos desde los ventiladores hasta los frentes de trabajo. Las HMF como VENTSIM 5.4. (The Howden Group, 2023) resuelven ecuaciones que representan el flujo de aire en la mina y, luego de definir la geometría y de incluir condiciones de frontera como temperatura, presión y velocidad de aire a la entrada, así como parámetros de diseño como el factor de fricción, permiten predecir el campo de velocidad dentro de la mina, como se muestra en la figura 2. La simulación indica que por el circuito de ventilación primaria que fluye por la galería principal desde BM1, en la parte central superior de la figura 1, las velocidades del aire están en el rango entre 0,70 m/s y 0,93 m/s. El aire viciado regresa por la pendiente principal de la galería que conduce a BM4A (un poco hacia la derecha de BM1 en la figura 1). Si bien la mina contaba con un circuito de ventilación secundario con dos ventiladores, la figura 2 evidencia que alrededor del 45 % de la mina y del 85 % de los frentes de trabajo presentaban una velocidad de aire inferior a 0,5 m/s, valor definido por la legislación colombiana como el mínimo requerido para evitar la estratificación del gas metano. Para evaluar la existencia de dispersión de metano en la mina se hace necesario usar tecnologías HMF que permitan representar el flujo de aire en tres dimensiones. La dinámica defluidos computacional (Computational Fluid Dynamics- CFD) resuelve las ecuaciones de Navier-Stokes sobre los balances de masa y cantidad de movimiento para predecir cómo varía la concentración de metano desde un posible frente de emisión y a lo largo y alto de la mina.En el estudio de la explosión se utilizó Ansys Fluent R2020 [34] (un software comercial de CFD) para representar el flujo de aire y la variación en la concentración de metano. El dominio de simulación se limitó al área donde se encontró el martillo evidenciando más fallas geológicas como se muestra en la figura 3. Al igual que con VENTSIM, Ansys Fluent requiere de una representación geométrica del interior de la mina y, adicionalmente, la generación de una malla que divida el dominio en múltiples celdas. En la figura 3, por ejemplo, se usan cerca de un millón de celdas las cuales se refinaron en las regiones donde la concentración de metano se encontró superior al 0,5

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Riesgos emergentes y desafíos en SST: nuevas tecnologías e impacto en la salud mental

Este contenido es la tercera parte de una serie de tres artículos en los que se exponen los cinco riesgos emergentes más críticos para las organizaciones e industrias, y presenta algunas recomendaciones para abordarlos. El Consejo Colombiano de Seguridad – CCS, en conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, presenta estos desafíos. Riesgos psicosociales derivados del uso de tecnologías 4.0 La llegada de nuevos avances tecnológicos, como la inteligencia artificial (IA), la robótica, el big data, el internet de las cosas (IoT) y la realidad aumentada, entre otros, ha revolucionado los procesos industriales y comerciales. Si bien estas innovaciones ofrecen numerosas ventajas como la eficiencia operativa y la reducción de costos, también introducen riesgos potenciales para la seguridad y salud de los trabajadores. Por ende, surgen cuestionamientos frente a la transformación de las relaciones humanas, la interacción hombre-máquina, la desconexión laboral y el bienestar integral de la fuerza laboral. Se debe considerar que los procesos de digitalización y automatización asociados a estas tecnologías están influyendo drásticamente en la transformación de puestos de trabajo al tiempo que exacerban peligros psicosociales. Efectos como la ansiedad, el (tecno)estrés, la sobrecarga de información, la destrucción de puestos de trabajo, la despersonalización y la falta de control o habilidad para adaptarse a los cambios tecnológicos que derivan en tecnofobia o tecnoadicción son parte del nuevo escenario que impacta en la salud mental de los trabajadores. A ello se suman los cambios en la naturaleza del trabajo como el aumento del trabajo remoto y el teletrabajo, que plantea nuevos desafíos para la gestión de la SST. La falta de supervisión directa y la separación física de los equipos de trabajo pueden aumentar la probabilidad de accidentes laborales y problemas psicosociales. En el Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST) se vuelve prioritario identificar peligros y evaluar riesgos, con especial atención en contrarrestar situaciones relacionadas con el riesgo psicosocial. En este sentido, urge la implementación de políticas que contemplen el derecho a la desconexión laboral, la capacitación en el uso y adaptación, la transición laboral justa y un liderazgo efectivo que apoye a los trabajadores en los procesos de integración de las nuevas tecnologías. De otro lado, se requiere aprovechar el potencial tecnológico para reducir o eliminar riesgos laborales producto de la ejecución de tareas repetitivas y peligrosas que pueden ser realizadas por cobots, la mayor disponibilidad de datos para tomar decisiones, la reducción de incidentes como consecuencia de mantenimientos predictivos y el desarrollo de dispositivos de protección personal inteligentes, capaces de identificar situaciones de riesgo y emitir alertas. Un llamado a la acción Como se evidencia, los diversos riesgos emergentes que han surgido tras las dinámicas climáticas, económicas, tecnológicas y de salubridad son indispensables de abordar y gestionar desde cada una de las empresas, con el fin de lograr organizaciones resilientes, decentes y sostenibles, que velan por la garantía de trabajos seguros, saludables y de bienestar para cada uno de sus actores. En las siguientes dos series encontrarás los riesgos emergentes relacionados con cambio climático, riesgo de desastres y nuevos productos químicos y amenazas biológicas. Lee la primera parte del artículo: Riesgos emergentes y desafíos en SST: cambio climático, riesgo de desastres y transición energética. Lee la segunda parte del artículo: Riesgos emergentes y desafíos en SST: nuevos productos químicos y amenazas biológicas.

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Riesgos emergentes y desafíos en SST: nuevos productos químicos y amenazas biológicas

Este contenido es la segunda parte de una serie de tres artículos en los que se exponen los cinco riesgos emergentes más críticos para las organizaciones e industrias, y presenta algunas recomendaciones para abordarlos. El Consejo Colombiano de Seguridad – CCS, en conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, presenta estos desafíos. Riesgos biológicos La aparición de nuevas enfermedades y la intensificación de algunas ya existentes, la resistencia a los antimicrobianos y la exposición a agentes patógenos en entornos laborales específicos está dando forma a un panorama laboral cada vez más complejo en términos de salud y seguridad laboral. Entre las causas está, por un lado, la creciente pérdida de biodiversidad en los ecosistemas generada por la deforestación y el cambio climático, entre otras, que conlleva el desplazamiento de especies y una cercanía cada vez mayor a los centros poblados incrementando así el riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas y el desarrollo de nuevas pandemias como la vivida por la COVID-19. Además, los cambios en las temperaturas pueden dar origen a nuevos riesgos derivados de la exposición a agentes biológicos. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierte que un clima más cálido aumentará la reproducción, resiliencia y distribución de enfermedades transmitidas por vectores como el dengue, la malaria y el virus del Zika, entre otros. A su vez, estima que el número adicional de personas infectadas por malaria en América del Sur se incrementará de 25 millones en 2020 a 50 millones hacia el 2080. Entre ellas, se verán afectados trabajadores expuestos que realizan actividades en entornos exteriores, como la construcción, la agricultura, la minería y los servicios ambientales. Por otro lado, el uso excesivo e inadecuado de antibióticos en la medicina humana y veterinaria, ha llevado al desarrollo de cepas bacterianas resistentes, dificultando así el tratamiento de infecciones. Esto no solo pone en peligro la salud de los trabajadores expuestos a estos agentes patógenos en sus labores diarias, como el personal del sector de la salud, sino que también puede tener un impacto económico significativo en términos de costos de atención médica y pérdida de productividad laboral para las organizaciones. Además, ciertos sectores laborales enfrentan riesgos específicos relacionados con la exposición a agentes biológicos. Por ejemplo, los trabajadores de laboratorio pueden enfrentar riesgos asociados con la manipulación de muestras biológicas y cultivos de microorganismos. Las enfermedades transmisibles infecciosas son las que han tomado mayor relevancia en torno a SST, debido al rápido y fácil contagio que se puede generar del agente patógeno infeccioso y la aparición de signos y síntomas tempranos y/o tardío que pueden generar en el trabajador enfermedades crónicas y mortales como VIH, fiebre amarilla, tuberculosis, malaria, entre otras. Por ello es indispensable que desde las organizaciones se realice la educación y capacitación en torno a la identificación del peligro biológico en cada uno de los entornos de trabajo y el adecuado uso de los equipos de protección personal, así como el fomento de las prácticas de higiene respectivas como el correcto lavado de manos en los momentos correspondientes. También es indispensable mantener al día los esquemas de inmunización de la población trabajadora que se encuentra expuesto al peligro, mantener estrictos protocolos de gestión de residuos líquidos y sólidos que contengan contaminantes biológicos y realizar un riguroso monitoreo a la salud de los trabajadores con la realización de los exámenes médicos periódicos pertinentes que permitan detectar, de forma oportuna y temprana, las enfermedades o condiciones relacionadas con la exposición a agentes biológicos.  Riesgo químico por sustancias nuevas De acuerdo con la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU., se calcula que, a nivel mundial, se usan casi 70.000 sustancias químicas y el sector de los productos químicos introduce aproximadamente entre 200 y 1000 sustancias nuevas cada año. Por ello, los riesgos químicos emergentes representan una preocupación para la salud y la seguridad en el trabajo. Desde la exposición a productos químicos industriales hasta el uso de nanomateriales en la producción, los trabajadores se enfrentan a una serie de desafíos que requieren una atención especializada y medidas preventivas efectivas. Por ejemplo, existe evidencia científica sobre el cáncer ocupacional derivado de la exposición, cada vez más frecuente, a sustancias químicas y procesos insalubres no solo en los ámbitos laborales, sino también en los entornos cotidianos como consecuencia de la contaminación ambiental. La Organización Panamericana para la Salud asegura que “el 19 % de todos los cánceres son atribuidos a exposiciones en el medio ambiente, incluyendo los lugares de trabajo, con cerca de 1,3 millones de muertes anuales”. Adicionalmente, se han identificado 160 carcinógenos ocupacionales (entre plaguicidas, asbesto, benceno, sílice cristalina) y algunas circunstancias como la exposición a rayos ultravioleta (UV) y al humo de tabaco. Además del cáncer ocupacional, el trabajo con nanomateriales presenta desafíos únicos en términos de salud ocupacional. Los nanomateriales, debido a su tamaño diminuto y propiedades únicas, pueden tener efectos biológicos inesperados y potencialmente dañinos cuando se inhalan o se absorben a través de la piel. Los trabajadores expuestos a nanomateriales en industrias como la electrónica, la medicina y la ingeniería de materiales pueden enfrentar riesgos de toxicidad pulmonar, inflamación crónica, daño genético y efectos carcinogénicos. Para abordar estos riesgos químicos emergentes, es esencial que los empleadores implementen medidas preventivas efectivas en el lugar de trabajo. Esto puede incluir la evaluación y gestión de riesgos químicos, la implementación de controles de ingeniería, como la ventilación adecuada, el uso de barreras físicas y la provisión de equipos de protección personal (EPP) adecuados, como respiradores y trajes de protección química. Además, la capacitación regular sobre seguridad química y prácticas de trabajo seguras es fundamental para aumentar la conciencia de los trabajadores sobre los riesgos asociados con los productos químicos y cómo minimizar la exposición. Además, es crucial fomentar la investigación continua sobre los efectos de los productos químicos en la salud humana, especialmente en lo que respecta a los nanomateriales y otros compuestos emergentes. Esto puede incluir estudios

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Riesgos emergentes y desafíos en SST: cambio climático, riesgo de desastres y transición energética

Dada la rápida evolución y penetración de las nuevas tecnologías, los cambios en las dinámicas de trabajo y los desafíos ambientales del contexto actual emergen nuevos riesgos a nivel empresarial que impactan directamente aspectos laborales o exacerban algunas amenazas ya presentes. Esto exige una gestión proactiva por parte de empleadores, trabajadores y autoridades pertinentes. Este contenido es la primera parte de una serie de tres artículos en los que se exponen los cinco riesgos emergentes más críticos para las organizaciones e industrias, y presenta algunas recomendaciones para abordarlos. El Consejo Colombiano de Seguridad – CCS, en conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, presenta estos desafíos. Riesgos derivados del cambio climático y desastres ocasionados por fenómenos naturales Los desafíos ambientales como el cambio climático, la escasez de recursos naturales vitales y la pérdida de biodiversidad también tienen un impacto directo en la salud y el bienestar de quienes laboran en diversas industrias. Las previsiones sobre el clima apuntan hacia un aumento en la frecuencia y la intensidad de los eventos climáticos extremos y una de las consecuencias de esta tendencia es la pérdida de puestos de trabajo y productividad. Por un lado, el calentamiento global está generando condiciones climáticas extremas y eventos meteorológicos más frecuentes y severos. Por ejemplo, el estrés térmico producto de elevadas temperaturas y oleadas de calor  afecta, sobre todo, a aquellos trabajadores que se desempeñan al aire libre, entre ellos, quienes hacen parte de la agricultura, la construcción, la recolección de residuos, el transporte y turismo, entre otros sectores. El calor extremo puede ocasionar el aumento de los casos de enfermedades relacionadas con el calor, como insolación, agotamiento por calor y cansancio entre los trabajadores, en especial cuando las ocupaciones exigen mucho esfuerzo físico o largas jornadas laborales a la intemperie. En 2030, las previsiones de la OIT indican que se perderá al año el equivalente a más del 2 %  del total de horas de trabajo en todo el mundo, debido al aumento de las temperaturas que pueden anular la capacidad de muchas personas para trabajar o reducir su desempeño viéndose obligadas a hacerlo a un ritmo más lento. De hecho, la misma OIT señala que al alcanzar los 33 o 34 °C, con una intensidad de trabajo moderada, los trabajadores pierden un 50 % de su capacidad. Incluso, el cansancio puede reducir el nivel de atención lo que conduce a errores en la seguridad y al aumento del riesgo de sufrir accidentes laborales. Así mismo, los eventos climáticos extremos como las lluvias torrenciales, los huracanes, las inundaciones, los incendios forestales, las tormentas eléctricas y las heladas ponen en riesgo la vida de los trabajadores en determinadas industrias y sectores económicos, bien sea porque se ven directamente expuestos (si se desempeñan en actividades al aire libre) o porque la infraestructura de sus oficinas o plantas se halla en lugares de alta vulnerabilidad. Además, aquellos que trabajan en sectores como la agricultura, la construcción o el turismo suelen ser más vulnerables, ya que dependen en gran medida de condiciones climáticas estables y entornos naturales intactos para su sustento. A lo anterior se suma que la ocurrencia de este tipo de eventos es cada vez más común. Un análisis de los registros de la Base de datos de sucesos de emergencias (EM-DAT) indica que entre 1970 y 2019 se han presentado 22.326 desastres. De esta cifra, el 62 % de los eventos registrados, el 80% de todas las muertes y casi todas las pérdidas económicas (99%) estuvieron asociadas a riesgos naturales. Si solo se tiene en cuenta este siglo, más del 90 % de los desastres registrados (2000 a 2019) tienen el mismo origen. Por otra parte, para 2023 se presentaron 399 desastres y más del 80 % de estos estuvieron asociados a eventos climáticos.  Adicionalmente, los desastres producto de fenómenos naturales pueden desencadenar accidentes industriales que ponen en jaque la seguridad y la salud de los trabajadores, así como impactos en las comunidades. Se requiere implementar medidas de SST para hacer frente a las condiciones climáticas extremas que se ajusten a las necesidades y realidades específicas de cada lugar de trabajo. De igual manera, incluir fenómenos climáticos en las evaluaciones estratégicas de riesgos, así como Integrar medidas de adaptación y resiliencia en las prácticas de seguridad y salud en el trabajo es esencial para garantizar la protección y reducir la vulnerabilidad. Gestionar y reducir el riesgo originado por las amenazas derivadas del cambio y la variabilidad climática, no solo asegura una adecuada protección de los trabajadores, sino que es clave en términos de resiliencia de las organizaciones y permite la continuidad de los negocios en el largo plazo. Riesgos de la transición energética La transición hacia la carbononeutralidad de las economías, la adopción de energías alternativas, el impulso de los empleos verdes y la economía circular, resultan fundamentales para abordar los desafíos del cambio climático y construir un futuro más sostenible. Sin embargo, esta transición no está exenta de riesgos, especialmente para la población trabajadora que depende de industrias relacionadas con los combustibles fósiles. La migración hacia un sistema energético más verde plantea una serie de desafíos para los trabajadores en términos de empleo, seguridad laboral y condiciones de trabajo. Al respecto, la OIT ha sido enfática en señalar que las medidas para hacer frente al cambio climático no pueden dejar de lado la preocupación por el trabajo decente y aboga por la necesidad de desplegar toda una serie de políticas sociales y de mercado de trabajo. Esto incluye, entre otras medidas, asistencia adecuada a las personas afectadas por los cambios, la creación de nuevas fuentes de empleo, la protección social, el desarrollo de habilidades y competencias, la recualificación, la gobernanza de la migración laboral, la seguridad y la salud en el trabajo y el diálogo social para garantizar que la lucha contra el calentamiento global no afecte negativamente los medios de vida de los trabajadores. Por su parte, la rápida evolución de las tecnologías asociadas a instalaciones fotovoltaicas, baterías, nuevos materiales de

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Ocho propósitos para un 2024 más sostenible y resiliente

Por Lizeth Viviana Salamanca Galvis, líder de comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad. Cómo citar este artículo:Salamanca, V. 2024. Ocho propósitos para un 2024 más sostenible y resiliente. Revista Protección & Seguridad en la Comunidad No. 51 pág. 16 – 19. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/ocho-propositos-para-un-2024-mas-sostenible-y-resiliente En la búsqueda constante de un estilo de vida más consciente y respetuoso con nuestro entorno, el 2024 se presenta como una oportunidad para redefinir nuestras metas personales y hacer ajustes en nuestros hábitos. Todo esto en aras de crear un estilo de vida más responsable y sostenible. Cada acción, por más mínima y cotidiana que parezca, tiene un impacto sustancial. Por eso, en esta edición de Protección & Seguridad en la Comunidad te presentamos ocho propósitos prácticos y alcanzables para integrar la sostenibilidad en tu día a día ¡Anímate a adoptarlos! Reducir la huella de carbono personal: Reducir nuestra huella de carbono personal es esencial para combatir el cambio climático y preservar nuestro planeta. Optar por medios de transporte más ecológicos, como el transporte público, las bicicletas o los vehículos eléctricos e híbridos, puede reducir significativamente las emisiones de carbono asociadas a los desplazamientos. Asimismo, la elección de alimentos de origen local y de temporada, así como la reducción del consumo de carne, contribuyen a disminuir la huella ambiental asociada con la producción de alimentos. Reducir, reutilizar y reciclar son prácticas clave para minimizar los desechos, al igual que optar por productos con envases sostenibles. Además, el uso eficiente de la energía en el hogar, a través de la instalación de tecnologías más eficientes y la disminución del consumo eléctrico, es fundamental. Pequeñas acciones cotidianas como apagar los dispositivos electrónicos cuando no se utilizan o utilizar bombillas de bajo consumo también suman para alcanzar un estilo de vida más respetuoso con el medio ambiente. Entrar en la “onda” de la economía circular: Adoptar la economía circular en la vida cotidiana implica cambiar nuestra perspectiva hacia los recursos, fomentando la reducción de residuos y la reutilización de productos. Una manera práctica de comenzar es comprar productos duraderos y de calidad, evitando el consumo impulsivo. Así mismo, al reparar y dar una segunda vida a los objetos antes de desecharlos se contribuye significativamente a la economía circular. La práctica del reciclaje adecuado de residuos, incluyendo el compostaje de desechos orgánicos, también es esencial para cerrar el ciclo de los materiales. A su vez, la compra de productos de segunda mano o la participación en intercambios y “pulgueros” son excelentes formas de extender la vida útil de los artículos. De otro lado, vale la pena preguntarse sobre el origen y el ciclo de vida de los productos que adquirimos, consultar las etiquetas, investigar sobre los procesos de producción y apoyar empresas que adopten prácticas sostenibles y circulares para aumentar la demanda de estas prácticas en el mercado. Conservar la biodiversidad: Adopta un papel activo en la preservación de la biodiversidad. Planta árboles, participa en proyectos de reforestación, únete a campañas de voluntariado y sé parte de iniciativas comunitarias para proteger los ecosistemas locales. Cuando desarrolles actividades turísticas opta por destinos y operadores turísticos que implementen prácticas ecoamigables, que apoyen y respeten a las comunidades locales y que contribuyan a la preservación de los recursos naturales de las zonas en las que operan. Así mismo, sé un turista responsable: no dejes residuos en las áreas visitadas, no realices fogatas en zonas no aptas o que generen riesgo de incendios, haz un uso racional de los recursos y no extraigas fauna o flora de los ecosistemas que visites. Otro paso crucial para conservar la biodiversidad es tener en cuenta la procedencia de productos que sean elaborados con materiales extraídos de la naturaleza, como el cuero, la madera, el marfil y la palma, para citar algunos ejemplos. Antes de comprar artículos de ese tipo, investiga y asegúrate de que su obtención no fomente el comercio ilegal de especies, la degradación ambiental o la pérdida de biodiversidad. Procura que cuenten con certificaciones ambientales. Finalmente, a la hora de consumir pescados y mariscos respeta los periodos de veda que contribuyen directamente a la conservación de la biodiversidad marina y la preservación de los ecosistemas acuáticos. Estos períodos son esenciales para permitir que las poblaciones de peces se reproduzcan y se regeneren, fortaleciendo así la sostenibilidad de la pesca. Hacer un uso racional del agua: Reducir los desperdicios de agua y optimizar su uso es, quizá, uno de los desafíos más apremiantes de la humanidad para preservar este recurso vital y enfrentar la escasez hídrica. Basta con adoptar prácticas sencillas pero contundentes en la vida diaria. Tomar duchas más cortas, reparar inmediatamente las fugas, utilizar dispositivos de bajo consumo y captar y reutilizar aguas lluvia para labores de aseo o mantenimiento de jardines son acciones clave para conservar este recurso. Ahora bien, en el lavado de ropa, también se puede optimizar la demanda de agua. Una manera efectiva de hacerlo es asegurarse de cargar la lavadora completamente antes de cada ciclo, maximizando así la cantidad de ropa lavada por litro de agua utilizado. Preferir la configuración de carga completa o la opción de carga económica en la lavadora ayuda a reducir el consumo de agua y energía. Asimismo, utilizar detergentes ecológicos y en cantidades moderadas no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también disminuye la cantidad de agua necesaria para enjuagar la ropa. Apoyar la agricultura sostenible: Opta por alimentos cultivados de manera sostenible y apoya a agricultores locales. Elige productos orgánicos y promueve prácticas agrícolas que respeten la salud del suelo y reduzcan el uso de pesticidas o fertilizantes químicos. Procura adquirir tus frutas y verduras en mercados campesinos o plazas locales para apoyar la economía campesina. Optar por una alimentación más consciente: Reducir el consumo de carnes rojas es una acción valiosa para disminuir la huella ambiental. ¿Sabías que la cría de ganado, en particular, genera emisiones considerables de gases de efecto invernadero como metano y óxido nitroso que contribuyen al cambio climático? Por eso, una estrategia

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Recomendaciones para afrontar la crisis hídrica en el sector industrial

En medio de la creciente alerta por el desabastecimiento hídrico que afecta a varios embalses, represas y cuerpos de agua del país por cuenta del Fenómeno de El Niño y las medidas de racionamiento impuestas en la capital colombiana y 12 municipios aledaños de la Sabana para enfrentar la crisis, se hace necesario abordar el impacto que el suministro limitado de agua puede tener en la productividad de las empresas y organizaciones. En Colombia, el Estudio Nacional del Agua 2022 del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) indica que las actividades productivas de agricultura y poscosecha representan el 43,25 % de la demanda hídrica sectorial con un consumo de 14 mil millones de metros cúbicos por año. A este le siguen las actividades de generación de energía (8224 millones de m3), la piscicultura (3971 millones de m3) y el consumo doméstico (2857 millones de m3). Otros sectores como las actividades pecuarias y de sacrificio, la minería, los hidrocarburos, la industria, el sector oficial y de servicios y la construcción tienen una participación mucho menor. Puntualmente, el sector industrial representa el 1% de la demanda hídrica; no obstante, la tasa de agua extraída que no retorna a la cuenca se sitúa en el 58 %, siendo el segundo sector que presenta mayor porcentaje a nivel nacional. Por su parte, el Registro Único Ambiental Manufacturero (RUA-MF) del Ideam, indica que las actividades industriales con mayor demanda hídrica son ‘fabricación de pulpas (pastas) celulósicas, papel y cartón’ con el 18 %, seguido de ‘elaboración y refinación de azúcar’ con el 10,8 %, y ‘elaboración de otros productos alimenticios n.c.p.’ con el 8,7 %. Con base en lo anterior, resulta evidente que las industrias y organizaciones que dependen del agua para llevar a cabo sus procesos de producción pueden experimentar interrupciones significativas si no tienen acceso suficiente a este recurso. Esto puede resultar en la reducción de la producción, retrasos en la entrega de productos y servicios, e, incluso, la suspensión temporal de las operaciones e interrupción del negocio. Esto puede tener un efecto dominó en toda la cadena de suministro y afectar la capacidad de las organizaciones para cumplir con los compromisos contractuales. Así mismo, la escasez de agua puede afectar la eficiencia operativa al limitar la capacidad para desarrollar labores de higiene y limpieza, refrigeración, producción de alimentos y bebidas, creación de mezclas, generación de vapor y otros procesos industriales que requieren de agua. Finalmente, pero no menos importante, el acceso restringido a agua potable puede afectar el bienestar de los empleados, especialmente, en entornos de trabajo donde se requiere agua para el consumo, la higiene personal y la seguridad. Por ello, si bien muchas de las medidas para enfrentar la crisis hídrica actual se han dirigido a los hogares con el propósito de fomentar un consumo racional y eficiente del recurso hídrico en los hogares, es preciso también adoptar acciones orientadas al mismo fin en los entornos laborales. Desde el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) se brindan algunas recomendaciones: Tomar medidas para el uso racional y eficiente del agua no solo permite afrontar la crisis actual por el desabastecimiento del recurso, sino que también ayuda a garantizar la disponibilidad y gestión sostenible del agua en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 6 – Agua limpia y saneamiento), garantizando un ambiente de trabajo sano, seguro y con bienestar para todos los trabajadores.

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Las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) se presentan con mayor frecuencia en la población laboralmente activa

Bogotá, 8 de febrero de 2024. El Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) hace un llamado acerca de la importancia de prevenir el contagio y transmisión de las enfermedades respiratorias agudas (ERA) e infecciones respiratorias agudas (IRA). A pesar de que próximamente se cumplirá un año desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró, en marzo de 2023, el fin de la pandemia por la COVID-19, este organismo ha insistido en la necesidad de protegerse y no bajar la guardia frente a las variantes del virus SARS-CoV-2 y otros como la influenza y el virus sincitial respiratorio (VSR), cuyos casos vienen en aumento pese a que, para esta época del año, se esperan picos respiratorios usuales, por el retorno a actividades educativas y laborales. Para el caso de Colombia, el Instituto Nacional de Salud (INS) se encuentra vigilando la situación epidemiológica de los virus respiratorios que generan las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA), teniendo en cuenta su incidencia en poblaciones priorizadas, como los menores de 5 años y los adultos mayores de 60 años. De acuerdo con los boletines epidemiológicos que presentó el INS, entre el 24 de diciembre 2023 y el 20 de enero de 2024, se evidenció un incremento de las IRA en 19 municipios con una población superior a los 100.000 habitantes. Adicionalmente, se evidenció que el grupo mayormente afectado es la población que está entre los 20 y los 39 años, con 145.104 casos que equivalen al 33,1 %, seguido por el grupo de 40 a 59 años con 100.264 casos (22,9 %). Esto indica que la población mayormente afectada es la que se encuentra en edad laboral activa. Adicionalmente, entre el 14 y 20 de enero, el país registró una tendencia de circulación viral relacionada con el VSR, enterovirus, rinovirus, adenovirus, parainfluenza e influenza B.   Adicionalmente, en Colombia se están experimentando los impactos del Fenómeno de El Niño el cual ha generado un aumento de las temperaturas y reducción de las precipitaciones en varias zonas del país. Esta situación ha exacerbado la aparición y frecuencia de incendios de cobertura vegetal, lo que ha ocasionado significativas pérdidas de hectáreas y migración de la fauna silvestre. Estos eventos pueden aumentar el contagio de enfermedades zoonóticas, como la gripe aviar, que pueden afectar el sistema respiratorio. De hecho, la Organización Mundial de Sanidad Animal indica que como consecuencia, cuando se pierde más del 25 % de la cubierta forestal, hay mayor probabilidad de contacto entre fauna silvestre y humanos. De igual manera, los incendios forestales aumentan la emisión y concentración de material particulado (específicamente de partículas finas inferiores a 10 micras) y demás sustancias en el ambiente que son potencialmente irritantes de la vía respiratoria (como monóxido de carbono, óxido nitrógeno, entre otras), que  afectan mayoritariamente a las poblaciones priorizadas ─anteriormente mencionadas─ o con comorbilidades como Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), rinitis, asma y demás e incrementando la aparición de ERA. Esto se debe a que, las capas de aire caliente presentes en el ambiente por presencia de El Niño y el calentamiento global imposibilitan la dispersión de este material particulado. Recomendaciones para prevenir las enfermedades respiratorias Dadas estas circunstancias, el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) hace un llamado para que las organizaciones gestionen los riesgos para la salud asociados a las condiciones climáticas y situación epidemiológica por la que está atravesando el país en la actualidad. Dada la alta presencia de enfermedades respiratorias en la población en edad productiva, se pueden generar consecuencias negativas en los entornos laborales como consecuencia de ausentismos por contagios, incapacidades o bajo rendimiento y productividad del personal afectado. “En este contexto, desde el Consejo Colombiano de Seguridad instamos a todas las organizaciones a implementar un seguimiento proactivo de la salud de sus trabajadores a través de sus programas de vigilancia epidemiológica y a promover una cultura de autocuidado. Es crucial adoptar medidas como el uso de tapabocas en personas sintomáticas, prácticas de higiene, reporte oportuno de síntomas, así como evaluar las condiciones de trabajo incluyendo la flexibilidad laboral en el personal que presente síntomas respiratorios. Además, es fundamental asegurar entornos laborales con ventilación mecánica y/o natural adecuada, entre otras medidas, para salvaguardar la salud y bienestar de nuestra fuerza laboral y sus familias”, indicó Adriana Solano Luque, presidenta ejecutiva del CCS. Algunas recomendaciones a nivel individual son: A nivel organizacional:

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Factores clave a considerar en la revisión del SG-SST

Retos y oportunidades para la mejora continua. Por Dora Y. Cárdenas G. Auditora RUC®️ (CCS) Ingeniera Industrial / Especialista en Seguridad y Salud en el Trabajo e Higiene Industrial / Auditora líder para Sistemas Integrados en normas ISO y para Tareas de Alto Riesgo. Cómo citar este artículo:Cardenas, D. (2023). Factores clave a considerar en la revisión del SG-SST. Retos y oportunidades para la mejora continua. Revista Protección & Seguridad No. 410 pág. 82-84. Consejo Colombiano de Seguridad. La revisión del Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST) por parte de la alta dirección es un factor clave para garantizar la eficacia y la mejora continua del sistema en las organizaciones pues determina las metas que se deben cumplir, las acciones que se deben llevar a cabo y la identificación de aspectos a fortalecer bajo un enfoque de mejora continua. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el entorno laboral permanece en constante evolución. Por ende, en el proceso de revisión del SG-SST se debe realizar un profundo análisis de los cambios, retos y oportunidades para que las organizaciones puedan enfrentarlos y asumirlos de manera efectiva, a través del planteamiento de estrategias y soluciones transformadoras con el propósito de continuar protegiendo la seguridad y la salud de los trabajadores, al mismo tiempo que se preserva el medio ambiente. Para la identificación de dichos retos y oportunidades se deben de tener en cuenta aspectos relevantes, entre ellos, los siguientes: El ambiente laboral ha ido experimentando cambios relevantes en los últimos años debido a fenómenos como la globalización, la automatización, la transformación digital y el crecimiento demográfico. Estos cambios suponen nuevos desafíos para la alta dirección al momento de revisar el SG-SST ya que este debe adaptarse y responder de manera efectiva a dichas transformaciones. Por lo tanto, se pueden generar impactos en temas como la asignación de recursos, las estrategias para el control de externalidades ambientales, los programas de capacitación y entrenamiento, el análisis de causalidad de accidentes y casi accidentes, la identificación de enfermedades laborales emergentes y el desarrollo de nuevos procesos o procedimientos, como parte de la gestión del cambio y el acoplamiento a la nueva legislación o a nuevos estándares laborales. Otros factores a considerar son los nuevos riesgos laborales generados por la adopción de tecnologías innovadoras y la transformación digital de los procesos productivos que pueden influir en la seguridad y la salud de los trabajadores. Entre estos podemos mencionar el incremento del estrés laboral relacionado con el trabajo a distancia, el riesgo ergonómico asociado al uso prolongado de dispositivos electrónicos y la ciberseguridad. A su vez, deben ser tenidos en cuenta los cambios en la naturaleza del trabajo que han ido generando una creciente precarización del empleo, la proliferación de trabajos temporales y el incremento del trabajo por proyectos, factores que han generado una mayor rotación de personal y la disminución de la estabilidad laboral. Por ende, la alta dirección deberá considerar en su revisión estos fenómenos y adaptar las estrategias de prevención y control que se puedan implementar, así como las políticas y prácticas de seguridad, salud en el trabajo y ambiente para garantizar la protección de todos los trabajadores, independientemente de su situación contractual. Finalmente, en la revisión tendrán cabida aspectos asociados a la diversidad e inclusión social en los entornos laborales. Es evidente que la presencia de trabajadores de diferentes culturas, géneros, edades y capacidades plantea desafíos y nuevas oportunidades en términos de seguridad y salud en el trabajo. Así las cosas, la dirección debe integrar en su valoración del SG-SST las necesidades específicas para estos grupos y garantizar que las políticas y prácticas de seguridad y salud sean inclusivas y sensibles a dichas particularidades. La revisión también debe prestar especial atención a la inclusión y protección de los grupos vulnerables, como los trabajadores informales, migrantes y personas con discapacidad. Esto, con el fin de desarrollar políticas y prácticas inclusivas en materia de seguridad y salud en el trabajo que aborden las necesidades específicas de estos grupos vulnerables y promuevan su participación en la prevención y el control de riesgos laborales. Para alcanzar este propósito será necesaria la sensibilización y capacitación de los directivos y trabajadores de manera que se fomente una cultura de respeto y solidaridad en el entorno laboral. 2. Integración con otros sistemas de gestión La eficacia del Sistema de Seguridad y Salud en el Trabajo puede optimizarse y fortalecerse mediante la combinación con otros sistemas de gestión que persiguen la calidad, la responsabilidad social corporativa, la continuidad del negocio, la ética y las políticas antisoborno. De esta forma, la revisión por parte de la alta dirección debe considerar la convergencia estratégica entre dichos sistemas con el fin de buscar oportunidades para la optimización y la armonización de las prácticas y procesos que conduzcan a la mejora en la calidad de vida de los trabajadores, así como a la madurez del sistema en sí mismo. Para ello, se debe adoptar un enfoque holístico considerando la interacción y complementariedad que hay entre la seguridad y la salud en el trabajo y la protección ambiental con otros aspectos de la gestión empresarial. Esto puede aportar una mayor eficiencia y efectividad en la implementación y el monitoreo del SG-SST. También se hace preciso tener en cuenta la gestión de las cadenas de suministro que, gracias a la globalización y a su complejización, generan mayores retos relacionados con la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Los riesgos y responsabilidades asociados a la gestión de proveedores deberán ser considerados para desarrollar estrategias que garanticen condiciones laborales sanas y seguras en todas las etapas de producción y distribución. Los riesgos y responsabilidades asociados a la gestión de proveedores deberán ser considerados para desarrollar estrategias que garanticen condiciones laborales sanas y seguras en todas las etapas de producción y distribución». 3. Formación y capacitación de los directivos El éxito de la revisión del SG-SST por parte de la alta dirección depende, en gran medida, de la formación y capacitación que

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