Sostenibilidad

Entornos de trabajo saludables y sostenibles: retos y oportunidades

Por Johan Andrés García Meneses / Líder técnico del CCS / Ingeniero químico / Magíster en Ingeniería Química Cómo citar este artículo:García, J. ( 2024). Entornos de trabajo saludables y sostenibles: retos y oportunidades. Protección & Seguridad No. 413 (enero – febrero 2024), pág. 35- 39. https://ccs.org.co/publicaciones/proteccion_seguridad/6/413/creando-valor-sostenible La seguridad y la salud son aspectos fundamentales en cualquier entorno laboral. Por eso, comprender los riesgos asociados a los puestos de trabajo es esencial para garantizar un ambiente ocupacional saludable. Los riesgos que representan amenazas para la seguridad física de los trabajadores son variados y abarcan diversas categorías. Por ejemplo, están los peligros mecánicos asociados al uso de maquinaria, los riesgos eléctricos y los riesgos de caída de alturas. No obstante, pese a que suelen estar asociados a la seguridad laboral, los factores físicos no siempre son los únicos que inciden en el bienestar de los trabajadores. Otro tipo de riesgos, como los psicosociales, llegan a tener un impacto significativo tanto en la seguridad física como en la salud mental y el bienestar general. Muestra de ello es la carga laboral excesiva, estrechamente vinculada con accidentes de trabajadores jóvenes (Función Pública, s.f.). Además, los riesgos de este tipo pueden derivar en problemas como trastornos de sueño, automedicación, consumo excesivo de alcohol y sentimientos de depresión, ansiedad, irritabilidad, nerviosismo, intolerancia y enojo. Y, si bien la eliminación de peligros en el entorno laboral contribuye a la protección de la salud y a la prevención de enfermedades, esto no garantiza el bienestar de los trabajadores. La salud de un empleado también se ve influida por sus hábitos personales. De ahí la importancia de abordar tanto los factores ambientales como los individuales para promover un entorno laboral seguro y saludable, propósito que ha surtido una evolución en el tiempo. Anteriormente, el enfoque se centraba en prevenir accidentes laborales y mantener la infraestructura física en condiciones óptimas. No obstante, en la actualidad este concepto se ha ampliado para abarcar aspectos como la promoción de estilos de vida saludables, la prevención de enfermedades y accidentes, la organización del trabajo, el ambiente laboral y la gestión del estrés (Caroca Marchant, s.f.). Además, se ha reconocido la importancia de considerar factores externos al entorno laboral que puedan influir en la salud de los trabajadores. Un cambio que refleja una comprensión más integral y holística de la salud y de la seguridad laboral. ¿Qué es un entorno laboral seguro y saludable? Un entorno de trabajo saludable debe proporcionar un ambiente accesible en el que se entiendan las capacidades y habilidades de cada persona, donde se minimicen las diferencias o dificultades y se otorguen herramientas tanto para la promoción de la salud, como para la prevención de enfermedades (Secretaría de Salud de México, 2022). De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), un entorno laboral saludable es “aquel en el que los trabajadores y jefes colaboran en un proceso de mejora continua para promover y proteger la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores, así como la sustentabilidad del ambiente de trabajo” (WHO, 2010). Lo anterior, enmarcado en los siguientes indicadores: En cuanto a la normatividad colombiana, el Ministerio de Salud define que un entorno laboral saludable es aquel centro de trabajo en el que las condiciones del mismo están dirigidas a lograr el bienestar de los trabajadores, no solo en el sentido de crear un buen ambiente físico, sino de que existan buenas relaciones personales, organización adecuada de las tareas y procesos, salud emocional y promoción del bienestar familiar y social de los trabajadores a través de la protección de riesgos, estimulando su autoestima y el control de su propia salud y del espacio en el que están inmersos (Ministerio de Salud, 2016). Este Ministerio establece los siguientes principios fundamentales en la promoción de la salud en los lugares de trabajo los cuales hacen parte de las políticas y actividades que el empleador debe tener en cuenta favoreciendo la productividad y competitividad de las organizaciones. Este último punto contribuye al alcance de los compromiso adquiridos por los países en cuanto al cumplimiento de la Agenda 2030 enmarcada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la Organización de las Naciones Unidas en 2015, así como las metas de descarbonización definidas en el Acuerdo de París. En ambos ámbitos, se insta a las organizaciones a incorporar, según corresponda, las consideraciones aplicables a los entornos laborales en las hojas de ruta definidas para tales propósitos. ¿Cómo incluir la sostenibilidad en los entornos de trabajo? El bienestar y la sostenibilidad se han convertido en aspectos fundamentales a la hora de diseñar los espacios de trabajo contemporáneos, reflejando así un mayor grado de conciencia de la interconexión entre la responsabilidad ambiental y el bienestar de los trabajadores. Existen diversas formas de incluir la sostenibilidad en el diseño y mantenimiento de dichos espacios como las que se describen a continuación: Eficiencia energética y productividad. La optimización en el uso de la energía constituye un elemento esencial en el diseño sostenible de los nuevos entornos laborales. Al aprovechar mejor la entrada de luz natural, reducir la dependencia de la iluminación artificial y emplear colores claros y superficies reflectantes, se logran reducciones en el consumo de energía con su consecuente impacto positivo en el medio ambiente— al mismo tiempo que contribuye a mejorar la productividad y el bienestar de los empleados gracias a la creación de ambientes más luminosos y acogedores (Corporate Wellness, 2023). Incorporación de materiales de construcción y mobiliario sostenibles. Estos elementos desempeñan un papel esencial en el desarrollo de espacios de trabajo social y ambientalmente responsables. La procedencia de los materiales debe reflejar un compromiso con la promoción de prácticas empresariales éticas. La preferencia por fuentes locales para materiales y productos no solo respalda las prácticas de sostenibilidad, sino que también contri buye a la reducción de la huella de carbono. Entre los materiales respetuosos con el medio ambiente se encuentran las pinturas ecológicas, adoquines y cementos sostenibles, maderas de fuentes certificadas con cero deforestación y otros provenientes

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SST: en la agenda de materialidad de las empresas sostenibles

Por: Lizeth Viviana Salamanca Galvis / Líder de Comunicaciones del CCS / Comunicadora social con énfasis en periodismo / Magíster en Responsabilidad Social y Sostenibilidad Cómo citar este artículo:Salamanca, L. ( 2024). SST: en la agenda de materialidad de las empresas sostenibles. Protección & Seguridad No. 413 (enero – febrero 2024) pág. 30- 33. https://ccs.org.co/publicaciones/proteccion_seguridad/6/413/creando-valor-sostenible En la búsqueda constante de una gestión empresarial más responsable y sostenible, la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) ha emergido como un componente crítico en la ecuación. Hoy por hoy, este aspecto va más allá de ser un requisito legal y ético, convirtiéndose en un pilar fundamental en la estrategia de sostenibilidad de las organizaciones. Este enfoque no solo garantiza la protección del capital humano, considerado el activo más valioso de cualquier empresa, sino que también demuestra su compromiso con un futuro más seguro y sostenible. En este contexto, la SST se ha convertido en un factor clave que influye no solo en el bienestar de los empleados, sino también en la productividad, la competitividad y la reputación de la empresa a largo plazo. La relevancia de la SST en la sostenibilidad de las organizaciones no se limita a un ámbito interno y operativo; su alcance se extiende a la comunidad, la cadena de valor y al medio ambiente. Por eso, en la gestión de las relaciones con sus trabajadores y contratistas, se empiezan a identificar los riesgos e impactos que generan las prácticas laborales y de contratación, así como las oportunidades que emergen de allí. Este reconocimiento se refleja, cada vez más, en la inclusión de la SST en las estrategias de materialidad de las organizaciones y en la adhesión y cumplimiento de marcos internacionales. SST con «S» de social, pilar de los criterios ASG Los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) son una herramienta que permite evidenciar cómo las empresas están abordando cuestiones que van más allá de los resultados financieros. Hoy por hoy, se han transformado en un estándar común para medir el desempeño en términos de impacto sostenible. A partir de la consideración de factores que incluyen la preservación del medio ambiente, las relaciones con la comunidad, la gestión de los recursos humanos, la ética empresarial y la transparencia, los criterios ASG ofrecen una visión integral del compromiso de una empresa con la sostenibilidad y su responsabilidad con el entorno en el que opera. No obstante, los factores ASG también están siendo utilizados por diversos marcos y guías internacionales para la presentación y divulgación de reportes integrados en la perspectiva de aquellos “asuntos o situaciones que se pueden materializar en riesgos u oportunidades con capacidad de afectar el valor, la reputación y la existencia misma de las organizaciones” (Cedodes, 2022). Entre esos criterios, la Seguridad y la Salud en el Trabajo (SST) emerge como un aspecto clave que no solo protege al capital humano —que, como ya se mencionaba es el activo esencial y más importante de las organizaciones— sino que también impacta la productividad y, por ende, la competitividad y la continuidad del negocio a largo plazo. Garantizar la SST no solo es un deber ético y legal para las empresas; también tiene un impacto directo en los resultados financieros y la sostenibilidad. Un entorno de trabajo seguro y saludable reduce el absentismo laboral, aumenta la productividad, eleva la moral y la satisfacción de los empleados y reduce los costos asociados a accidentes y enfermedades laborales. Todo esto se traduce en una mayor retención de talento, una mejora en el desempeño empresarial (al tiempo que crea valor social) y el fortalecimiento de su reputación. Por el contrario, una gestión deficiente de la SST puede acarrearle a una empresa sanciones y multas, pérdida de mercados, desconfianza y la erosión de la legitimidad e, incluso, la imposibilidad de continuar operando. Por consiguiente, la SST ha adquirido un rol protagónico en los asuntos que abarca la «S» de los criterios ASG. Incluye un listado extenso de temas estrechamente relacionados con salud y bienestar; desarrollo de capital humano; condiciones laborales; abastecimiento ético de la cadena de suministro (incluyendo lucha contra la esclavitud moderna y trabajo infantil); cuestiones de Derechos Humanos en las instalaciones de la empresa y de los proveedores/contratistas; equidad, diversidad e igualdad de oportunidades en el lugar de trabajo, gestión de riesgos en los procesos y actividades; privacidad y seguridad de datos; y participación de la comunidad, entre otros (Cecodes, 2022). Además, la identificación y evaluación de peligros y la gestión y control de riesgos físicos, biológicos y químicos en las operaciones sumado a la prevención de accidentes mayores y la gestión de residuos, tiene efectos sobre la prevención de la contaminación y el cuidado del medio ambiente, por lo que la SST también tiene la capacidad de abordar cuestiones ambientales. Lo anterior demuestra que la SST tiene un lugar relevante en los criterios ASG y empieza a integrar con fuerza el listado de los asuntos materiales que guían la estrategia de sostenibilidad de las empresas. Los asuntos laborales en otros marcos de actuación sostenible La SST no solo aparece en los criterios ASG. También ha sido un tema constante en los marcos internacionales de actuación responsable y sostenible que orientan y sirven de referencia a las organizaciones y que, por supuesto, han nutrido las consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza que deben tener en cuenta las organizaciones para identificar sus impactos, oportunidades y asuntos en los cuales tiene incidencia. En los Diez Principios del Pacto Global de la Organización de las Naciones Unidas (basados en Declaraciones y Convenciones Universales), una de las cuatro áreas de actuación corresponde a ‘estándares laborales’ e indica que las empresas deben “apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva (principio 3), apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción (principio 4), apoyar la erradicación del trabajo infantil (principio 5) y apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación (principio 6)” (Pacto Global Red Colombia,

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Fortalecer las capacidades técnicas en SST, clave para la productividad y sostenibilidad empresarial

Por Gerencia Técnica del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) La Seguridad y la Salud en el Trabajo son aspectos fundamentales para el desarrollo y crecimiento sostenible de cualquier organización y sociedad. Por eso,comprender los riesgos asociados a cada una de las actividades laborales de los diferentes sectores y entornos de trabajo es esencial para garantizar un ambienteocupacional saludable, seguro y que ofrezca condiciones de trabajo decente. El bienestar y la sostenibilidad se han convertido en aspectos fundamentales a la hora de diseñar los espacios de trabajo contemporáneos, reflejando así un mayorgrado de conciencia sobre la interconexión entre la responsabilidad ambiental y el bienestar de los trabajadores. Crear espacios que promuevan la sostenibilidad y apoyen la seguridad y la salud de las personas no es simplemente una tendencia, es una transformación profunda en la forma en la que se conceptualizan, condicionan y ponen en prácticas los entornos laborales para que sean seguros. Este cambio de paradigma presenta tanto desafíos como oportunidades que dan forma a la trayectoria del diseño de los lugares de trabajo. Desafíos y oportunidades Uno de los principales desafíos radica en trascender del mero cumplimiento normativo y la implementación de prácticas tradicionales. Sin embargo, esto tambiénpresenta oportunidades para desarrollar soluciones innovadoras y adoptar nuevas tecnologías que nos conduzcan a una era de modernización más rentable y trasformadora. Otro desafío está en la necesidad de generar una transformación cultural al interior de las organizaciones. Adoptar la sostenibilidad y priorizar el bienestar laboralrequiere un cambio en la forma de pensar, sentir y hacer nuestras actividades diarias. Este reto precisa de una alta dosis de participación activa y una comunicación abierta entre todos los niveles de la organización, partiendo, desde el nivel gerencial. Para lograrlo, es fundamental contar con programas de educación y concientización, así como con un liderazgo comprometido que fomente un sentido de corresponsabilidad entre los trabajadores. También es crucial crear espacios de diálogo en todos los niveles jerárquicos de la organización, lo que permitirá construir entornos verdaderamente colaborativos y sostenibles. La integración de la tecnología también presenta desafíos y oportunidades para la SST y la sostenibilidad. Si bien puede mejorar la eficiencia energética, la conectividad y la productividad, también plantea desafíos relacionados con los desechos electrónicos, el consumo de energía, la destrucción de puestos de trabajo y la posibilidad de que una sobrecarga digital afecte la salud de los empleados (Madkhali & Sithole, 2023). Lograr un equilibrio entre el aprovechamiento de las bondades de las tecnologías emergentes para la sostenibilidad y garantizar que mejore la salud de la fuerza laboral (en lugar de obstaculizarla) es una consideración importante que toda organización debe abordar. Considerando los diferentes elementos y factores que implica integrar la SST con la sostenibilidad, es importante generar espacios que permitan conocer y profundizar en dicho proceso. Además, porque los desafíos que se presentan en este ámbito derivan en implicaciones directas e indirectas en la productividad empresarial. Fortalecimiento técnico, la clave Por tal motivo, el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS), comprometido con su fiel propósito de «Asegurar Abrazos», busca generar cada año espacios técnico-académicos que enriquezcan las capacidades de los profesionales y líderes empresariales del país. Del 3 al 5 de julio, llevará a cabo la versión número 57 de su emblemático Congreso de Seguridad, Salud y Ambiente, evento que proporciona un entorno idóneo para el intercambio de conocimientos, la actualización normativa, la divulgación de innovaciones y buenas prácticas, así como la mejora continua en materia de SST, protección ambiental, gestión de riesgos y desarrollo sostenible. El fortalecimiento técnico de los asistentes al Congreso seguirá basándose en la promoción de ‘Un mundo seguro, saludable y próspero: pilares esenciales de la sostenibilidad’, el cual sustenta la elaboración de la agenda temática del evento. Por ello, en esta edición, se hará un llamado a la capacidad individual y colectiva de impulsar un cambio cultural bajo el lema ‘Transformar el mundo en un lugar mejor está en tus manos’. Ejes temáticos que enriquecen el conocimiento Bajo estas dos premisas, el evento contará con 20 ponencias internacionales, 50 conferencias nacionales, 6 paneles y conversatorios y un masterclass, todo enmarcado en las 11 líneas temáticas establecidas para esta versión del congreso: En cada uno de estos ejes temáticos, se abordarán los temas más actuales y novedosos que permitan generar empresas sostenibles, que garanticen un trabajoseguro, saludable, equitativo y digno. La agenda académica estará a cargo de reconocidos expertos de las diferentes áreas del conocimiento, entre ellos, abogados litigantes en derecho laboral, ingenieros eléctricos, ingenieros industriales, psicólogos industriales, biólogos, ergónomos y médicos ocupacionales que gozan de amplia trayectoria práctica y unaalta formación académica en cada una de las líneas temáticas anteriormente mencionadas. El congreso contará con una charla inaugural y otra de cierre que permitirán a los participantes establecer conexiones entre los conceptos de seguridad, cuidado ysostenibilidad. Estas charlas estarán centradas en despertar la conciencia y la motivación, proporcionando una perspectiva integral que inspire a los asistentes a adoptar prácticas más seguras y sostenibles en sus entornos laborales. De esta manera, en su quincuagésimo séptima edición el Congreso, se destacará por mantener los más altos estándares técnicos y académicos en el ámbito de laSeguridad y Salud en el Trabajo, la gestión de riesgos y la sostenibilidad. Contará con la participación de expertos de amplia trayectoria e influencia a nivel internacional y nacional, con el objetivo de: 1) promover la mejora de los sistemas de gestión con un enfoque de prevención de accidentes, enfermedades y mortalidades laborales; 2) aportar al país para el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible; 3) promover acciones que propendan por el cuidado de todo ser vivo del planeta. Esto es lo que nos permitirá generar entornos de trabajo seguros, saludables, signos y equitativos y a la construcción de sociedades sostenibles. Referencias: Madkhali, Ashwag and Sithole, Seedwell T.M., (2023). Exploring the Role of Information Technology in Supporting Sustainability Efforts in Saudi Arabia. Sustainabilityhttps://doi.org/10.3390/su151612375, Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4683290

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Tecnologías inmersivas: el camino hacia un futuro sostenible

Autor y conferencista invitado: Carlos Viera Estarás, director de EUDE Digital, Institute of Business & Technology, dependiente de EUDE Business School. Más de 20 años de experiencia profesional en el ámbito del marketing, la publicidad y la comunicación. No creo que a estas alturas sea necesario aclarar que la sostenibilidad se ha convertido en un pilar fundamental para el futuro de nuestro planeta. En un mundo donde los recursos naturales se agotan y el cambio climático amenaza nuestro modo de vida, la tecnología emerge como un aliado indispensable para alcanzar un equilibrio sostenible. En este contexto, las tecnologías inmersivas, como la realidad virtual (VR), la realidad aumentada (AR), la realidad mixta (MR) e, incluso, la realidad extendida (XR) están redefiniendo la forma en que interactuamos con nuestro entorno y cómo entendemos los desafíos ambientales. Estas herramientas no solo tienen el potencial de educar y concienciar, también prometen soluciones prácticas para reducir el impacto ambiental, mejorar la eficiencia de los recursos y promover un desarrollo sostenible. Quizá sea complejo entenderlo, pero en las siguientes líneas trataré de mostrar cómo la tecnología inmersiva puede convertirse en ese catalizador para la sostenibilidad. La educación nos lleva a la acción. Suena a frase de cajón, pero en este caso es una realidad con mayúsculas. Una de las formas más poderosas en las que la tecnología inmersiva puede contribuir a allanar el camino hacia la sostenibilidad es a través de la educación y la concienciación, un tema que abordaré en detalle durante una conferencia en el marco del 57 Congreso de Seguridad, Salud y Ambiente del Consejo Colombiano de Seguridad. La capacidad de la VR y la AR para crear experiencias envolventes permite a los usuarios experimentar situaciones de manera directa y emocional, algo bastante más impactante que una simple lectura o visualización de información en redes sociales o medios. La VR crea una conexión emocional entre el espectador y la marca —y no lo digo yo—, sino numerosos ejemplos como el proyecto ‘This Is Climate Change’ de Participant Media & Condition One que utilizó la realidad virtual para sumergir a los espectadores en las realidades devastadoras del cambio climático, mostrando desde incendios forestales hasta el colapso por derretimiento de los glaciares. La propuesta fue galardonada en el Festival Internacional Tribeca. Esta experiencia inmersiva no solo informa, sino que también moviliza a las personas a tomar acción. En su libro ‘The Nature of the Future: Dispatches from the Socialstructed World’, la educadora y experta en tecnología, Marina Gorbis, directora ejecutiva del Institute for the Future, destaca la importancia de las tecnologías inmersivas para crear empatía y un entendimiento profundo de los problemas globales. Según Gorbis, la VR puede «cerrar la brecha entre la percepción y la realidad», permitiendo que las personas comprendan mejor los impactos de sus acciones en el medio ambiente. Y ahí está la clave. La educación es esencial para promover un futuro sostenible. Y las tecnologías inmersivas están revolucionado la educación ambiental, facilitando experiencias de aprendizaje impactantes. Al trasladarnos a escenarios futuros afectados por el cambio climático, damos un paso hacia el mundo que nos espera si no modificamos nuestros hábitos de consumo y de producción. Esta inmersión virtual nos permite experimentar de manera directa las consecuencias de nuestras acciones presentes y puede fomentar una comprensión más completa y un compromiso más fuerte con la sostenibilidad. Más allá de la educación y la concienciación, estas tecnologías ofrecen aplicaciones prácticas en el ámbito empresarial que pueden contribuir significativamente a la sostenibilidad. Por ejemplo, en el sector de la construcción, la AR y la MR se utilizan desde hace años para visualizar y planificar proyectos de manera más eficiente, reduciendo el desperdicio de materiales y optimizando el uso de recursos. Para la muestra, la empresa Trimble utiliza AR para mejorar la precisión en sus obras, lo que lleva a una reducción tanto en costos como en el impacto ambiental asociado a errores de construcción. También podemos hablar de la agricultura. Aquí la tecnología inmersiva está cambiando la forma en que se gestionan los cultivos y los recursos hídricos. Plataformas como ‘Augmenta’ permiten a los agricultores utilizar AR e inteligencia artificial (IA) para monitorear la salud de los cultivos en tiempo real, identificando áreas que necesitan riego o tratamiento, lo que optimiza el consumo de agua y reduce el uso de pesticidas. Estas innovaciones no solo mejoran la eficiencia, sino que también promueven prácticas agrícolas sostenibles. Las ciudades, como centros de población y actividad económica enfrentan, a su vez, desafíos únicos en términos de sostenibilidad. La tecnología inmersiva puede desempeñar un papel crucial en la planificación y gestión urbana. La VR y la AR ya se utilizan para crear simulaciones de proyectos de infraestructura, permitiendo a los planificadores urbanos y a las comunidades visualizar el impacto de nuevas construcciones antes de su implementación. Esto facilita una toma de decisiones más informada y sostenible. Un ejemplo destacado es el uso de la VR en el proyecto ‘Virtual Singapore’, una iniciativa del gobierno de este país asiático para crear un gemelo digital de la ciudad-Estado. Esta plataforma permite a los urbanistas y ciudadanos explorar diferentes escenarios de desarrollo urbano, desde la gestión del tráfico hasta la eficiencia energética de los edificios. Como señala la arquitecta y urbanista Jan Gehl en su libro ‘Cities for People’, este tipo de herramientas es esencial para diseñar ciudades que sean tanto habitables como sostenibles. La AR también tiene el potencial de influir directamente en nuestras prácticas diarias. Aplicaciones que ofrecen información sobre el impacto ambiental de productos o que muestran formas de reducir el desperdicio pueden transformar la toma de decisiones de los consumidores, promoviendo hábitos más responsables​​. Esto se alinea con la idea de que la tecnología no solo debe ser innovadora, sino también práctica y aplicable en la vida cotidiana para tener un impacto real y duradero. Las empresas están dando el salto hacia la realidad inmersiva para mejorar su sostenibilidad. Desde la optimización de cadenas de suministro hasta el diseño de productos más eficientes y menos perjudiciales

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Ocho propósitos para un 2024 más sostenible y resiliente

Por Lizeth Viviana Salamanca Galvis, líder de comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad. Cómo citar este artículo:Salamanca, V. 2024. Ocho propósitos para un 2024 más sostenible y resiliente. Revista Protección & Seguridad en la Comunidad No. 51 pág. 16 – 19. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/ocho-propositos-para-un-2024-mas-sostenible-y-resiliente En la búsqueda constante de un estilo de vida más consciente y respetuoso con nuestro entorno, el 2024 se presenta como una oportunidad para redefinir nuestras metas personales y hacer ajustes en nuestros hábitos. Todo esto en aras de crear un estilo de vida más responsable y sostenible. Cada acción, por más mínima y cotidiana que parezca, tiene un impacto sustancial. Por eso, en esta edición de Protección & Seguridad en la Comunidad te presentamos ocho propósitos prácticos y alcanzables para integrar la sostenibilidad en tu día a día ¡Anímate a adoptarlos! Reducir la huella de carbono personal: Reducir nuestra huella de carbono personal es esencial para combatir el cambio climático y preservar nuestro planeta. Optar por medios de transporte más ecológicos, como el transporte público, las bicicletas o los vehículos eléctricos e híbridos, puede reducir significativamente las emisiones de carbono asociadas a los desplazamientos. Asimismo, la elección de alimentos de origen local y de temporada, así como la reducción del consumo de carne, contribuyen a disminuir la huella ambiental asociada con la producción de alimentos. Reducir, reutilizar y reciclar son prácticas clave para minimizar los desechos, al igual que optar por productos con envases sostenibles. Además, el uso eficiente de la energía en el hogar, a través de la instalación de tecnologías más eficientes y la disminución del consumo eléctrico, es fundamental. Pequeñas acciones cotidianas como apagar los dispositivos electrónicos cuando no se utilizan o utilizar bombillas de bajo consumo también suman para alcanzar un estilo de vida más respetuoso con el medio ambiente. Entrar en la “onda” de la economía circular: Adoptar la economía circular en la vida cotidiana implica cambiar nuestra perspectiva hacia los recursos, fomentando la reducción de residuos y la reutilización de productos. Una manera práctica de comenzar es comprar productos duraderos y de calidad, evitando el consumo impulsivo. Así mismo, al reparar y dar una segunda vida a los objetos antes de desecharlos se contribuye significativamente a la economía circular. La práctica del reciclaje adecuado de residuos, incluyendo el compostaje de desechos orgánicos, también es esencial para cerrar el ciclo de los materiales. A su vez, la compra de productos de segunda mano o la participación en intercambios y “pulgueros” son excelentes formas de extender la vida útil de los artículos. De otro lado, vale la pena preguntarse sobre el origen y el ciclo de vida de los productos que adquirimos, consultar las etiquetas, investigar sobre los procesos de producción y apoyar empresas que adopten prácticas sostenibles y circulares para aumentar la demanda de estas prácticas en el mercado. Conservar la biodiversidad: Adopta un papel activo en la preservación de la biodiversidad. Planta árboles, participa en proyectos de reforestación, únete a campañas de voluntariado y sé parte de iniciativas comunitarias para proteger los ecosistemas locales. Cuando desarrolles actividades turísticas opta por destinos y operadores turísticos que implementen prácticas ecoamigables, que apoyen y respeten a las comunidades locales y que contribuyan a la preservación de los recursos naturales de las zonas en las que operan. Así mismo, sé un turista responsable: no dejes residuos en las áreas visitadas, no realices fogatas en zonas no aptas o que generen riesgo de incendios, haz un uso racional de los recursos y no extraigas fauna o flora de los ecosistemas que visites. Otro paso crucial para conservar la biodiversidad es tener en cuenta la procedencia de productos que sean elaborados con materiales extraídos de la naturaleza, como el cuero, la madera, el marfil y la palma, para citar algunos ejemplos. Antes de comprar artículos de ese tipo, investiga y asegúrate de que su obtención no fomente el comercio ilegal de especies, la degradación ambiental o la pérdida de biodiversidad. Procura que cuenten con certificaciones ambientales. Finalmente, a la hora de consumir pescados y mariscos respeta los periodos de veda que contribuyen directamente a la conservación de la biodiversidad marina y la preservación de los ecosistemas acuáticos. Estos períodos son esenciales para permitir que las poblaciones de peces se reproduzcan y se regeneren, fortaleciendo así la sostenibilidad de la pesca. Hacer un uso racional del agua: Reducir los desperdicios de agua y optimizar su uso es, quizá, uno de los desafíos más apremiantes de la humanidad para preservar este recurso vital y enfrentar la escasez hídrica. Basta con adoptar prácticas sencillas pero contundentes en la vida diaria. Tomar duchas más cortas, reparar inmediatamente las fugas, utilizar dispositivos de bajo consumo y captar y reutilizar aguas lluvia para labores de aseo o mantenimiento de jardines son acciones clave para conservar este recurso. Ahora bien, en el lavado de ropa, también se puede optimizar la demanda de agua. Una manera efectiva de hacerlo es asegurarse de cargar la lavadora completamente antes de cada ciclo, maximizando así la cantidad de ropa lavada por litro de agua utilizado. Preferir la configuración de carga completa o la opción de carga económica en la lavadora ayuda a reducir el consumo de agua y energía. Asimismo, utilizar detergentes ecológicos y en cantidades moderadas no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también disminuye la cantidad de agua necesaria para enjuagar la ropa. Apoyar la agricultura sostenible: Opta por alimentos cultivados de manera sostenible y apoya a agricultores locales. Elige productos orgánicos y promueve prácticas agrícolas que respeten la salud del suelo y reduzcan el uso de pesticidas o fertilizantes químicos. Procura adquirir tus frutas y verduras en mercados campesinos o plazas locales para apoyar la economía campesina. Optar por una alimentación más consciente: Reducir el consumo de carnes rojas es una acción valiosa para disminuir la huella ambiental. ¿Sabías que la cría de ganado, en particular, genera emisiones considerables de gases de efecto invernadero como metano y óxido nitroso que contribuyen al cambio climático? Por eso, una estrategia

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Estrategias de responsabilidad social y Sostenibilidad ambiental en el sector de hidrocarburos en América Latina

Por Beatriz Hurtado Artunduaga / Ingeniera Electricista / Especialista en Administración / Profesional HSE de Ecopetrol S.A. Carolina Rodríguez Manrique / Ingeniera Industrial / Máster en Gerencia Ambiental / Jefe HSE de Ecopetrol S.A. Ernesto Amaya Ibáñez / Ingeniero Ambiental / Profesional HSE de Ecopetrol S.A. Cómo citar este artículo:Hurtado, B. 2021. Estrategias de responsabilidad social y Sostenibilidad ambiental en el sector de hidrocarburos en América Latina. Revista Protección & Seguridad No. 395 pág. 16 – 24. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/estrategias-de-responsabilidad-social-y-sostenibilidad-ambiental-en-hidrocarburos/ Resumen La producción y consumo de hidrocarburos es fundamental en la economía de los países productores en América Latina y no se visualiza en el corto o mediano plazo un producto o servicio que los reemplace. En este contexto, se requiere conocer las estrategias que abordan las empresas para eliminar, mitigar y/o compensar los impactos socioambientales generados, para contribuir con el desarrollo sostenible de los territorios. Objetivo: analizar estrategias en responsabilidad social y sostenibilidad ambiental en las organizaciones del sector.Metodología: estudio observacional descriptivo mediante análisis de reportes (de sostenibilidad o rendición de cuentas) emitidos por cada compañía analizada. Revisión de información de organismos oficiales y gubernamentales relacionados con el sector. Resultados: se identificaron siete empresas líderes en explotación de hidrocarburos en América Latina, incluyendo una empresa extranjera con presencia importante en la región. A excepción de dos empresas, todas incluyen estrategias orientadas al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible. Se destacan metas voluntarias en la disminución de impactos socioambientales más allá del cumplimiento de las normas existentes; observándose un crecimiento en las iniciativas orientadas a mitigar los efectos del cambio climático. Conclusiones: las estrategias de responsabilidad social y sostenibilidad ambiental están orientadas a ofrecer energía fósil con una menor huella de carbono, gestionando los impactos asociados; sin embargo, se identifica la necesidad de tener un mayor alcance dentro del ciclo de vida del producto, debido a los impactos generados por su consumo, incorporando, como parte de sus medidas, procesos de innovación y tecnología frente a energías renovables. Palabras clave: Oil&Gas, estrategia, sostenibilidad, ambiental, responsabilidad social. Introducción La demanda de hidrocarburos en el mundo en 2018 fue de 98,84 millones de barriles al día (mb/d) y en 2019 fue de 99,67 mb/d (Organization of the Petroleum Exporting Countries – OPEC, 2020). Esta cifra equivale a 15,7 giga litros al día de petróleo. Para establecer una medida de comparación, el consumo de agua en Colombia para uso doméstico es de 7,5 giga litros al día (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales – IDEAM, 2019). El descubrimiento y uso de los hidrocarburos ha permitido potenciar el desarrollo humano y social ampliando los alcances de la humanidad. Los progresos en transporte, movilidad, empleo, inversión social, desarrollo industrial, industria petroquímica, industria energética, derivados plásticos, entre otros, son inequívocos de que el uso de esta materia prima ha generado más beneficios que desventajas hacia la humanidad. Estos beneficios están inmersos en la responsabilidad social de una empresa que no es más que el deber discrecional y manifiesto de contribuir en materia de desarrollo humano integral, fomentando el crecimiento económico y el desarrollo social de sus empleados, la comunidad y la sociedad en general, con el fin de mejorar su calidad de vida (Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación – Icontec, 2008). A su vez, la sostenibilidad ambiental se orienta en la protección del entorno, reduciendo en el mayor grado posible los impactos generados, promoviendo acciones de conservación de los recursos naturales y buscando un equilibrio entre los aspectos sociales, ambientales y económicos. En cuanto a los efectos adversos, un indicador que quizás nos da un acercamiento del impacto del uso de los hidrocarburos en el mundo es el de las emisiones de CO2. En 2014 la emisión mundial fue de 36 millones de kilo toneladas de CO2, de las cuales 12 millones provienen del consumo de combustibles líquidos (33 % de las emisiones en el mundo) y 6,7 millones del consumo de combustibles gaseosos (19 %) (Carbon Dioxide Information Analysis Center, 2014). Más de la mitad de las emisiones de CO2 en el mundo provienen del uso de hidrocarburos (Carbon Dioxide Information Analysis Center, 2014). Actualmente se pueden evidenciar variaciones en el clima, principalmente referidas al aumento de temperaturas ambientales, que diversos autores relacionan como una consecuencia del incremento en el uso de hidrocarburos y las emisiones de CO2. El principal indicio, quizás, es que la combustión de los hidrocarburos en la presencia de oxígeno es una reacción exotérmica que genera CO2, H2O, calor y otros gases residuales. El Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático concluye que el calentamiento global está ocurriendo y se puede comprobar gracias al aumento de la temperatura del aire y las aguas, la disolución de nieves y hielos; así como el aumento en el nivel de los mares (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climatico, 2007). Este informe concluye que es muy probable que dichos impactos se estén generando por el aumento comprobado en los gases de efecto invernadero inducido por la actividad humana. Finalmente, establece que los impactos pueden ser reducidos y mitigados con adaptaciones de gran alcance en nuestras actividades. En línea con lo anterior, en caso de no implementarse medidas en el corto plazo, los impactos en América Latina pueden generar efectos como la desertificación, la salinización de la tierra, inundaciones en zonas de baja altitud por el aumento de los niveles de las aguas marítimas, afectación de ecosistemas corales, desplazamiento de fauna del mar, extinción de especies amenazadas en áreas biodiversas, entre otros (Conde-Álvarez & Saldaña-Zorrilla, 2007). Este artículo aborda las principales estrategias e iniciativas que vienen liderando las empresas productoras de hidrocarburos en América Latina para fortalecer la sostenibilidad de la industria, mantener o potenciar los beneficios sociales y contribuir en la mitigación de los efectos ambientales que se vienen presentando en la actualidad de América Latina y del planeta. Adicionalmente, analiza el impacto de estas medidas, su alcance y la contribución en el cambio de las matrices energéticas en la región. Metodología Este artículo es

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Jekyll and Hyde: el extraño reclamo de una lavandería

Por Alejandro Aldana Pérez / Químico / Magíster en Química / Diciembre CCS literario 2019. Cómo citar este artículo:Aldana, A. 2019. Jekyll and Hyde: el extraño reclamo de una lavandería. Revista Protección & Seguridad No. 395 pág. 11 – 14. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/jekyll-and-hyde-el-extrano-reclamo-de-una-lavanderia/ El doctor Jekyll y el señor Hyde es una novela corta, publicada en 1886 y escrita por el escocés Robert Louis Stevenson. La historia es un «thriller» que gira en torno a una investigación liderada por el abogado Utterson. El jurista sigue la pista de una serie de sucesos extraños que involucran a su amigo, el noble médico Henry Jekyll y un siniestro personaje llamado Edward Hyde. El relato desarrolla la dualidad entre el bien y el mal. Narra el proceso de transformación de un hombre distinguido en un desalmado criminal (Stevenson, 1920). En términos anglosajones, la trama se podría resumir con la expresión “breaking bad”. Esta locución de habla inglesa es empleada cuando un individuo toma decisiones que convierten su vida en un completo caos. También, el mundo anglosajón emplea la expresión “Jekyll and Hyde”. La frase es usada para describir a una persona con dos lados muy diferentes de su personalidad, uno bueno y otro malo. Y aquí es necesario resaltar que en la narración fantástica del “Dr. Jekyll and Mr. Hyde”, el detonante de la transición entre una existencia equilibrada y el desconcierto es un brebaje químico. Por el momento, dejemos a un lado el asunto de los menjurjes químicos abordados desde la inventiva literaria y tratemos el tema desde otra faceta más formal. En el año 2018, Colombia asumió el reto de aplicar el Sistema Globalmente Armonizado (SGA). Este método tiene como objetivo comunicar de manera práctica los peligros asociados con el uso de sustancias químicas en la industria. La metodología no es una ley, es una guía. Sin embargo, el Estado colombiano ha decretado que este sistema sea el empleado en los sitios de trabajo como herramienta para divulgar los peligros intrínsecos relacionados con los químicos. Lo que se busca con este instrumento de comunicación es tener un panorama de los peligros y determinar las medidas cautelares necesarias para mantener un equilibrio entre productividad y seguridad. Puesto sobre la mesa todo lo anterior, es oportuno hacer la siguiente pregunta: ¿qué propósito tiene mencionar el relato fantástico del escocés Robert Louis Stevenson, la dualidad entre el bien y el mal, una pócima que convierte al más noble de los hombres en un criminal, un sistema de comunicación de peligros asociados al uso de sustancias químicas y el reclamo de una lavandería? En un principio, esto puede parecer sin sentido, pero los elementos expuestos arriba están presentes día a día en las lavanderías donde se ejecutan procesos con el denim. El «jean» es una pieza de vestir informal, versátil y de nuestra cotidianidad. En otras palabras, es el comodín de nuestros armarios. El atractivo y el valor estético que caracteriza al denim es el contraste en el color. Y ese aspecto azuloso/blanquecino, propio de este tipo de atuendo, es posible gracias a diferentes manualidades ejecutadas en las lavanderías. La lista de técnicas es amplia; sin embargo, el empleo del permanganato de potasio es la principal vía usada con el objeto de generar esa apariencia de desgaste. A grandes rasgos, las lavanderías reciben un denim crudo de coloración homogénea. Es decir, sin toques de originalidad. Un elemento plano, simple. Luego, el artesano somete este material a un proceso creativo: como un pintor en su lienzo, el artista del denim espliega su arte sobre la prenda y genera una pieza única. Las pinceladas de permanganato de potasio, aplicadas por los artesanos sobre las piezas textiles, tienen como objetivo generar desgaste. En las zonas en que entra en contacto esta sustancia, se produce la degradación del índigo. El índigo es el elemento coloreado que le confiere esa tonalidad azulosa a la prenda. La interacción entre el índigo y el permanganato de potasio le concede al material textil una coloración parduzca indeseable. Esa apariencia parda-amarillenta es contrarrestada gracias a neutralizantes de permanganato. En consecuencia, se genera el contraste azul/blanquecino tan apreciado. En ese orden de ideas, hace algún tiempo el equipo de investigación y desarrollo donde trabajo ha venido ejecutando un estudio con la finalidad de identificar productos inocuos capaces de neutralizar residuos de permanganato de potasio, óxidos de manganeso e hipoclorito. Es pertinente saber que algunos de estos agentes neutralizantes presentan peligros que podrían afectar la salud de los trabajadores. Y aquí quiero que me permitan traer una digresión. Philip Ball es un químico y doctor en física autor del libro titulado “La invención del color”. Este texto es un recorrido fascinante y erudito que muestra cómo la química y los colores han estado vinculados durante el transcurso de la historia del arte. El manuscrito hace énfasis en cómo la ciencia influyó en la paleta de tonalidades de los pintores. También, cuenta cómo determinados tonos afectaron la salud de algunos genios del pincel (Ball, 2003). Lo que se pretende con esta pequeña digresión es demostrar que la ciencia no puede ser ignorada a la hora de crear obras de arte. Dicho lo anterior, es probable que no haya sido lo suficientemente claro en que ciertos neutralizantes de permanganato son peligrosos para el humano. Con el objetivo de reforzar lo antes mencionado, pongamos un ejemplo: el sulfato de hidroxilamina. Este compuesto químico es de uso extendido en el procesamiento del denim. Su capacidad de neutralización es apreciada en las lavanderías. Sin embargo, sus peligros asociados a alergias sobre la piel y su potencial efecto de perjudicar la molécula de hemoglobina presente en la sangre han motivado a los investigadores a hallar alternativas más inocuas (Gharahbaghian, Massoudian & DiMassa, 2009). Y en este punto es importante hacer énfasis que, gracias al Sistema Globalmente Armonizado (SGA), la compañía donde presto mis servicios pudo asimilar la importancia de la identificación de los peligros asociados al uso de sustancias químicas. De cierta forma, esta metodología puso en el escenario los

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¿Cuál es la relación entre la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) y la sostenibilidad?

Por Lizeth Viviana Salamanca Galvis, líder de comunicaciones del CCS / Comunicadora social con énfasis en periodismo / Magíster en Responsabilidad Social y Sostenibilidad. Desde que en 1987 la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo publicó el informe «Nuestro futuro común», también conocido como ‘Informe Brundtland’ (en el que, por primera vez, se definió el desarrollo sostenible), la salud, la seguridad y el cuidado de los trabajadores ya aparecía como un asunto fundamental en las estrategias para el desarrollo industrial sostenible. Más tarde, el programa 21, aprobado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Cumbre de Río 92) puso un fuerte énfasis en el desarrollo de estrategias preventivas para reducir las enfermedades de carácter ocupacional y las causadas por toxinas en el medio ambiente y en el trabajo a fin de mejorar la seguridad de los trabajadores. Más recientemente, con la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el objetivo número 8 ‘Trabajo decente y crecimiento económico’ insta en su meta 8.8 a “proteger los derechos laborales y promover un entorno de trabajo seguro y sin riesgos para todos los trabajadores, incluidos los trabajadores migrantes, en particular las mujeres migrantes y las personas con empleos precarios”. De esta manera, la relación estrecha entre sostenibilidad y Seguridad y Salud en el Trabajo -SST (antes llamada salud ocupacional) ha estado presente desde la creación del concepto. Pero fue la llegada de la pandemia por la COVID-19, cuyos efectos aún vivimos, la que nos dejó enseñanzas significativa, donde lo fundamental volvió a cobrar sentido: garantizar la vida de las personas y su bienestar como la esencia de las sociedades. Es por esto que las diferentes estructuras sociales, empresariales y económicas han trazado planes para aportar en diferente medida a la sostenibilidad, donde la seguridad, la sa­lud en el trabajo y el ambiente son parte de sus pilares. De hecho, el informe de Tendencias de Reportes de Sostenibilidad para el 2023 sitúa a la SST dentro de los asuntos materiales más importantes para las empresas en la elaboración de sus estrategias de sostenibilidad. A esto se le suma la comprensión de que la SST impacta profundamente la continuidad de los negocios, la estabilidad económica y la cohesión del tejido social. Según estimaciones de la OIT, cada año mueren 2,3 millones de trabajadores por accidentes y enfermedades relacionados con el trabajo; otros 160 millones de trabajadores padecen enfermedades relacionadas con el trabajo, y 313 millones de trabajadores padecen accidentes no mortales relacionados con el trabajo que les deja secuelas de por vida. Para las empresas y los sistemas económicos, esta situación representa un costo significativo y puede poner en riesgo la sostenibilidad económica (por pérdidas en productividad, sanciones y costos reputacionales, entre otros). La OIT estima que se pierde más del 4 % del PIB anual del mundo como consecuencia de accidentes y enfermedades relacionados con el trabajo. Por ende, hoy por hoy, invertir en seguridad y salud de los trabajadores ya no es un diferencial; es una condición para permanecer en el mercado, para garantizar operaciones sostenibles que permitan seguir contribuyendo al bienestar de las sociedades. Es por ello que la protección de los trabajadores se debe constituir en un pilar estratégico para todas las empresas, sin importar el tamaño ni el sector en el que se desempeñan. Así mismo, la muerte y la discapacidad resultantes de actividades laborales peligrosas constituyen una causa importante de pobreza que afecta a familias enteras quienes pierden la capacidad productiva de sus integrantes y genera retrocesos en los avances en materia social. Ahora bien, frente a la relación que tiene la Seguridad y la Salud en el Trabajo con la sostenibilidad ambiental, el avance hacia la descarbonización de las industrias, la adopción de energías renovables, la implementación de procesos ecoeficientes en los sistemas de producción y la introducción de la economía circular trae consigo grandes retos y nuevas oportunidades en materia de gestión laboral.  El BID estima que los compromisos ambientales que los países han asumido en el marco del Acuerdo de París pueden llegar a generar 15 millones de empleos netos en América Latina al 2030. Sin embargo, en esa transición hacia economías más verdes, es necesario tener en cuenta que las medidas para hacer frente al cambio climático no pueden dejar de lado la preocupación por el trabajo decente y, por lo tanto, es indispensable desplegar toda una serie de políticas sociales y de mercado de trabajo. Esto incluye, entre otras medidas, una asistencia adecuada a las personas afectadas por los cambios, la creación de nuevas fuentes de empleo, la protección social, el desarrollo de habilidades y competencias, la recualificación, la gobernanza de la migración laboral, la seguridad y la salud en el trabajo y el diálogo social para garantizar que la lucha contra el calentamiento global no afecte negativamente los medios de vida de los trabajadores. En otras palabras, un crecimiento económico sostenible, ecológico e inclusivo requiere una transición justa de la fuerza laboral, especialmente, si se tiene en cuenta que, al menos la mitad de esa fuerza de trabajo a nivel global –equivalente a 1.500 millones de personas–, se verá impactada por la “ecologización” de la economía.

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Contribuciones de la SST al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Por Lizeth Viviana Salamanca Galvis, líder de comunicaciones del CCS / Comunicadora social con énfasis en periodismo / Magíster en Responsabilidad Social y Sostenibilidad. La Seguridad y Salud en el Trabajo no solo es un factor estratégico que les permite a las organizaciones proteger su capital humano, mitigar riesgos en su cadena de valor, incrementar la productividad y blindar la continuidad de los negocios, también constituye una herramienta clave para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). ¿Cómo? A continuación, se evidencia la relación que existe entre la creación de entornos de trabajo sanos y seguros con algunas de las principales apuestas de la Agenda 2030. ODS 1. Fin de la pobreza. La SST puede ayudar a reducir la pobreza al mejorar las condiciones de trabajo y promover el acceso a empleos seguros y saludables, lo que a su vez contribuye a aumentar los ingresos de las personas. Es preciso tener en cuenta que una gran mayoría de los trabajadores informales laboran en condiciones precarias, insalubres e inseguras, sin protección social, por lo cual la formalización del empleo es una estrategia para asegurar que la fuerza laboral de un país cuente con condiciones dignas de trabajo y pueda acceder a la seguridad social dentro de un mercado laboral incluyente, justo y equitativo. De otro lado, hay que tener en cuenta que la muerte y la discapacidad resultantes de actividades laborales peligrosas constituyen una causa importante de pobreza que afecta a las familias de las víctimas, quienes pierden la capacidad productiva de sus integrantes y genera retrocesos en los avances en materia social. ODS 3. Salud y bienestar. Este objetivo cuenta con tres metas directamente relacionadas con la SST: la 3.5 “fortalecer la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias adictivas, incluido el uso indebido de estupefacientes y el consumo nocivo de alcohol”; el 3.6 “reducir a la mitad el número de muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico en el mundo” y el 3.9 “para 2030, reducir sustancialmente el número de muertes y enfermedades producidas por productos químicos peligrosos y la contaminación del aire, el agua y el suelo”. En todos los tres casos, la SST juega un rol esencial. En el primero, la promoción y el cuidado de la salud mental y la gestión oportuna de los riesgos psicosociales en los lugares de trabajo es una estrategia que incide positivamente en la reducción del consumo de sustancias psicoactivas por parte de la población trabajadora, pues les proporciona herramientas para gestionar sus emociones y les brinda apoyo para superar situaciones adversas. Con relación a la meta 3.6, al menos para el caso colombiano, si bien se desconoce el número exacto de víctimas de siniestros viales de origen laboral, se sabe, sin embargo, que en el 21 % del total de los accidentes fatales en las vías que tuvieron lugar en el país entre 2016 y 2021 se vieron involucrados vehículos de transporte de carga y pasajeros, según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Además, se estima que más del 50 % de las fatalidades en las vías y carreteras del país están asociadas a actividades laborales (no necesariamente donde le sucede algo al trabajador, pero si se genera afectación o daños a terceros), dejando un enorme impacto social y económico para las organizaciones y la sociedad. Frente a este panorama, adquiere relevancia la implementación de los Planes Estratégicos de Seguridad Vial (PESV) hoy ya incorporados al Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST). De esta forma, las organizaciones cuentan con una estrategia que les permite reducir riesgos de siniestralidad en entornos laborales e implementar mecanismos y herramientas que favorezcan la adopción de hábitos, comportamientos y conductas seguras en las vías, así como la identificación, análisis, valoración y control de los riesgos viales asociados a su operación. Finalmente, en lo que respecta a la meta 3.9, la SST tiene como principal objetivo promover la prevención de accidentes y enfermedades laborales. Para ello, las organizaciones deben implementar un Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST). Este Sistema de Gestión es la herramienta esencial para que las empresas identifiquen los peligros a los cuales están expuestos los trabajadores, hagan la gestión del riesgo asociado y prevengan la ocurrencia de accidentes de trabajo y enfermedades laborales. Debe garantizar la aplicación de las medidas de control y prevención, el mejoramiento del comportamiento de los trabajadores, el aseguramiento de condiciones de trabajo sanas y seguras y la gestión eficaz de los riesgos en el lugar de trabajo. La aplicación del SG-SST tiene como ventajas la mejora de las condiciones de trabajo, el bienestar y la calidad de vida laboral, la disminución de las tasas de ausentismo por enfermedad, la reducción de los indicadores de accidentalidad y mortalidad por accidentes de trabajo y el aumento de la productividad. Además, el sistema permite velar por el cumplimiento efectivo de las normas, requisitos y procedimientos de obligatorio cumplimiento por parte de las empresas y contratantes en materia de riesgos laborales. ODS 5. Igualdad de género: la SST puede contribuir a la igualdad de género al mejorar la seguridad y las condiciones de trabajo de las mujeres en el lugar de trabajo y abordar los riesgos específicos que enfrentan las trabajadoras en ciertos sectores. De hecho, la OIT señala que “las cuestiones de igualdad de género y no discriminación, en particular la protección de la maternidad, el salario equitativo, el acoso sexual y la violencia en el trabajo, se relacionan con la SST y pueden resolverse mediante leyes relativas a la SST en el ámbito nacional, y también mediante normas que rigen las cadenas mundiales de suministro”. ODS 8. Trabajo decente y crecimiento económico: la rigurosa aplicación de la normatividad en SST, la creación de iniciativas voluntarias y el trabajo constante en cuanto a actualización de leyes, reglamentos y sistemas relativos a la SST, ayuda a promover la creación de puestos de trabajo en

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Empleos verdes y transición laboral: ¿riesgos emergentes en SST?

Lizeth Viviana Salamanca Galvis, líder de Comunicaciones del CCS. Comunicadora social con énfasis en periodismo / Magíster en Responsabilidad Social y Sostenibilidad. Cómo citar este artículo:Salamanca, V. (2022). Empleos verdes y transición laboral: ¿riesgos emergentes en SST?. Revista Protección & Seguridad No. 405. pág. 52-59. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/empleos-verdes-y-transicion-laboral-riesgos-emergentes-en-sst/ La emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia de la SARS-CoV-2 impactó drásticamente los mercados laborales de América Latina. Las cifras son dispares. De acuerdo con datos del Observatorio Laboral COVID-19 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID, 2021) en la región se llegaron a perder más de 31 millones de empleos. Por su parte, la Cepal y la OIT (2020) estiman una pérdida de alrededor de 47 millones de trabajos siendo los más afectados grupos vulnerables como las mujeres, los trabajadores informales, los inmigrantes, los jóvenes que recién se insertaban en el mercado laboral y los trabajadores de menor cualificación o que no tuvieron posibilidad de acceder al teletrabajo. Pese a los avances en los planes nacionales de vacunación, los esfuerzos de los Estados por alcanzar la inmunidad colectiva y la progresiva reactivación de la economía, los organismos internacionales mencionados anteriormente advierten que la recuperación laboral será lenta y se necesitará no solo tiempo sino también la adopción de importantes medidas para retornar a los niveles previos a la crisis sanitaria y lograr las metas establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En este contexto, para el BID los compromisos ambientales que los países han asumido en el marco del Acuerdo de París, como parte de sus apuestas por el desarrollo de un nuevo modelo productivo mundial, pueden ser una fuente clave de oportunidades laborales y un motor para la reactivación económica. “Si bien la recuperación del empleo depende de múltiples factores, se estima que transformaciones en sectores como agricultura, silvicultura, energía, transporte, turismo, construcción y gestión de residuos, que hacen posible la descarbonización durante el proceso de transición hacia una economía de cero emisiones, pueden llegar a crear 15 millones de empleos netos en la región al 2030” (BID, 2021). Sin embargo, en esa transición hacia economías más verdes, la OIT ha sido enfática en señalar que las medidas para hacer frente al cambio climático no pueden dejar de lado la preocupación por el trabajo decente y aboga por la necesidad de desplegar toda una serie de políticas sociales y de mercado de trabajo. Esto incluye, entre otras medidas, una asistencia adecuada a las personas afectadas por los cambios, la creación de nuevas fuentes de empleo, la protección social, el desarrollo de habilidades y competencias, la recualificación, la gobernanza de la migración laboral, la seguridad y la salud en el trabajo y el diálogo social para garantizar que la lucha contra el calentamiento global no afecte negativamente los medios de vida de los trabajadores. En otras palabras, un crecimiento económico sostenible, ecológico e inclusivo requiere una transición justa de la fuerza laboral (OIT, 2021), especialmente, si se tiene en cuenta que, al menos la mitad de esa fuerza de trabajo a nivel global –equivalente a 1.500 millones de personas–, se verá impactada por la “ecologización” de la economía (OIT, como se citó en Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud, 2019). 15 millones de empleos netos se podrían crear al 2030 en América Latina durante el proceso de transición hacia una economía baja en carbono, según el BID. De hecho, reconociendo que dicha transformación “impactará de manera más aguda a la fuerza laboral de sectores, ciudades y regiones que dependen de industrias intensivas en energías fósiles” (UN Climate Change Conference UK, 2021) en octubre pasado, más de 30 países, entre estos, los principales productores de carbón, firmaron una declaración en la que se comprometen a implementar estrategias que respalden a los trabajadores, las empresas y las comunidades más afectadas. Empleos verdes: retos para la SST La crisis económica y social de la COVID-19 no es el único factor que ha impactado el mercado laboral. Durante las últimas décadas el calentamiento global también se ha encargado de poner su cuota: los efectos de eventos climáticos extremos como las sequías, los incendios, las inundaciones, los huracanes y las heladas, entre otros, han interrumpido la operación de empresas y de sectores productivos debido a daños en infraestructuras, riesgos operacionales y bloqueos en cadenas de suministro por escasez lo cual ha ocasionado cuantiosas pérdidas económicas y destrucción masiva de empleos. En la transición hacia economías más verdes, las medidas para hacer frente al cambio climático no pueden dejar de lado la preocupación por el trabajo decente». A su vez, se perciben impactos en la productividad y la salud laboral. Según expertos del Programa Empleos Verdes de la OIT, cada año, se pierden miles de horas de trabajo a causa de factores ambientales y, para 2030, se estima que el número de horas trabajadas se reducirá en un 2 % debido al aumento de las temperaturas. De igual forma, la variabilidad climática está contribuyendo a generar riesgos ocupacionales y estrés térmico en la fuerza laboral (Sánchez, s.f., & Montt, 2019). Una recuperación verde e inclusiva es esencial no solo para enfrentar la crisis climática sino también para empezar a cerrar las desigualdades sociales develadas y exacerbadas por la pandemia, y es allí donde la creación de empleos verdes se presenta como una herramienta clave para avanzar en esa dirección». En este sentido, una recuperación verde e inclusiva es esencial no solo para enfrentar la crisis climática sino también para empezar a cerrar las desigualdades sociales develadas y exacerbadas por la pandemia, y es allí donde la creación de empleos verdes se presenta como una herramienta clave para avanzar en esa dirección. La OIT (2016) los define como: “Empleos decentes que contribuyen a preservar y restaurar el medio ambiente ya sea en los sectores tradicionales como la manufactura la construcción o en nuevos sectores emergentes como las energías renovables y la eficiencia energética (…). A nivel empresarial, los empleos verdes pueden producir bienes o prestar servicios con impactos ambientales positivos como, por ejemplo, los edificios

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