El evento se desarrolla del 18 al 20 de septiembre en Barranquilla con la presencia de expertos técnicos nacionales e internacionales, líderes prevencionistas, profesionales y estudiantes interesados en intercambiar experiencias y conocimientos acerca de las últimas tendencias y avances en seguridad de procesos y prevención de accidentes mayores. En un esfuerzo global por prevenir accidentes graves mediante la promoción del aprendizaje permanente y la mejora continua en la seguridad de procesos, el Centro de Seguridad de Procesos (CCPS) del Instituto Americano de Ingenieros Químicos (AIChE) y el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) dieron apertura oficial a la Décima Conferencia Latinoamericana de Seguridad de Procesos que, por primera vez, se desarrolla en Colombia. La plenaria de bienvenida estuvo a cargo de Anil Gockhale, director de operaciones del CCPS; Julián Camargo, jefe del Departamento de Seguridad de Procesos de Ecopetrol y presidente de la Décima Conferencia Latinoamericana de Seguridad de Procesos; y Adriana Solano Luque, presidenta ejecutiva del CCS quienes destacaron la importancia de fortalecer la cultura de seguridad de procesos como parte de sus estrategias de sostenibilidad y la resiliencia operativa en la región. Gockhale inició su intervención señalando la visión del CCPS: un mundo sin accidentes industriales mayores ¿cómo lograrlo? Según el experto, se requiere una estrategia global que integre la implementación de los más altos estándares de seguridad, el desarrollo de operaciones responsables, el intercambio de conocimiento y de mejores prácticas entre las empresas, la academia, el gobierno y la sociedad civil. Camargo, por su parte, indicó que el desarrollo de eventos de esta índole constituye una oportunidad para que los ejecutivos, líderes, profesionales y estudiantes del continente, tengan la posibilidad de acceder a un contenido con el mayor rigor técnico y de actualidad en lo que respecta a la seguridad de procesos en las pequeñas, medianas y grandes industrias de la región. Por su parte, la presidenta del CCS, enfatizó en la necesidad de concientizar a las organizaciones y empresas en la importancia de desarrollar controles exhaustivos en aquellas operaciones que tienen un alto potencial de liberar sustancias que pudieran poner en peligro no solo a la infraestructura misma, sino a los trabajadores, las comunidades vecinas personas y el medio ambiente. «Esperamos que la seguridad de procesos ocupe un lugar preponderante y logre posicionarse al mismo nivel que lo ha logrado la Seguridad y Salud en el Trabajo en la mente de todas las personas que, desde los entornos laborales, tenemos el propósito de salvaguardar la vida», señaló Solano Luque. El evento arrancó con una masiva afluencia de público: más de 700 personas, entre ellas, expertos técnicos, ejecutivos de alto nivel, líderes prevencionistas, profesionales y estudiantes del continente se dieron cita alrededor de la gestión de estos riesgos en el Centro de Convenciones Hilton Garden Inn de Barranquilla, escenario de este encuentro. La apertura a la jornada académica de este primer día estuvo a cargo de David Riaño, vicepresidente ejecutivo de Energías para la Transición de Ecopetrol a través de la conferencia ‘Transición energética justa y segura’ en la que expuso los desafíos y oportunidades que enfrenta la industria energética en la región, especialmente en el contexto de la transición hacia fuentes más sostenibles. Riaño subrayó la importancia de garantizar que este cambio hacia energías limpias se realice de manera segura, preservando tanto la integridad de los procesos como el bienestar de las personas y el medio ambiente. La presencia de Ecopetrol en este escenario no es gratuita. Responde a una muestra de cómo el sector de hidrocarburos viene abanderando procesos de innovación, tecnología, seguridad y cuidado de sus operaciones, que suman de manera destacable al intercambio de conocimiento en gestión de riesgos. A continuación, Ítalo Cardona, director de la Oficina de la OIT para los Países Andinos lideró la conferencia ‘Construyendo una cultura colectiva para la prevención de riesgos’. Durante su presentación, en la que destacó que la gestión de riesgos debe ser una acción colaborativa, coordinada en las organizaciones y habló de la necesidad de poner a las personas en el centro de las estrategias corporativas Por su parte, Jorge Trujillo, vicepresidente de Operaciones del Magdalena Medio de SierraCol Energy ofreció una ponencia acerca de la selección e implementación de indicadores de desempeño en seguridad de procesos para generar cultura. En su intervención, Trujillo compartió con los asistentes cómo esta compañía está implementando KPI de seguridad de procesos basados en el estándar API RP 754, una herramienta que permite monitorear el desempeño de la seguridad y mejorar continuamente sus operaciones. Acto seguido, Miguel Navarro, director de desarrollo de negocio de Gexcon, la compañía noruega líder en en seguridad contra incendios y explosiones, realizó una intervención en la que destacó el rol y la importancia de los profesionales de gestión de la seguridad de procesos. Finalmente, los asistentes se llevaron poderosas claves para impulsar la sostenibilidad en sus organizaciones de la mano de Martín Fernández, presidente de Whycomm, consultora especializada en alineamiento organizacional. Fernández instó al público a abordar la sostenibilidad a partir de dos factores esenciales del liderazgo: la guía y visión. “Suenan parecido, pero impulsan aspectos opuestos. Se trata de gestionar el corto plazo, aunque sin perder la noción de futuro. (…). Liderar la sostenibilidad es la habilidad de conectar en forma proactiva el presente con el futuro”, señaló. De esta forma, se dio inicio a una jornada académica que promete ser un espacio clave para el fortalecimiento de la seguridad de procesos en un escenario técnico que reúne a delegaciones provenientes de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, India, México, Nicaragua, Noruega, Perú, Portugal, Trinidad y Tobago, Estados Unidos, Uruguay y Venezuela con un mismo propósito común: preservar la vida mediante la gestión oportuna y eficiente de los riesgos.