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Más de 30 billones de pesos se habría ahorrado el país en costos derivados de la siniestralidad laboral

En el periodo de 2013 a 2021, después de la expedición de la Ley 1562 de 2012, que modificó el Sistema General de Riesgos Laborales, se puede estimar que en el país se evitaron más de cuatro millones de accidentes de trabajo y se salvó la vida de más de dos mil trabajadores. De acuerdo con lo anterior, en los últimos nueve años el país se habría ahorrado un aproximado de 30,3 billones de pesos en costos derivados de la siniestralidad laboral, unos  3,4  billones de pesos anuales. Estos datos fueron revelados a partir del 55 Congreso de Seguridad, Salud y Ambiente, realizado por el Consejo Colombiano de Seguridad, en el que se desarrolló el Panel de Presidentes de ARL para abordar los retos del SGRL. Bogotá, D.C., 11 de julio de 2022. Tras cumplirse 10 años de la expedición de la Ley 1562 de 2012 que modificó el Sistema General de Riesgos Laborales (SGRL) en Colombia y reemplazó la terminología de “salud ocupacional” por “Seguridad y Salud en el Trabajo”, el Consejo Colombiano de Seguridad —a través del Observatorio de la Seguridad y Salud— se propuso estimar el potencial impacto económico de su entrada en vigor, considerando el comportamiento observado en la tendencia de la siniestralidad laboral de la última década. Para el análisis, se tomaron los datos registrados por Fasecolda sobre accidentes y muertes relacionadas con el trabajo en todo el país, desde el 2009 hasta el 2021. El estudio de la información se dividió en dos etapas: la primera abarcó el análisis de los datos del periodo comprendido entre el 2009 y el 2012, el cual se consideró como previo a la expedición de la Ley; a partir de allí se realizó un pronóstico hasta 2021 del comportamiento de la siniestralidad, sobre la información de este periodo. La segunda etapa consideró el rango de tiempo entre el 2013 al 2021, que corresponde al periodo de aplicación de la normativa, comparando el comportamiento real de los siniestros con el pronóstico realizado. La primera etapa mostró que, de continuar la tendencia evidenciada antes de la expedición de la Ley, la cifra anual de accidentes podría situarse en cerca de 1,5 millones de eventos en el 2021. No obstante, este escenario no ocurrió. Por el contrario, según los resultados de la segunda etapa de análisis que corresponde al periodo de aplicación de la ley (años 2013-2021), los accidentes de trabajo disminuyeron progresivamente, llegando a una cifra de 513.857 en 2021. En otras palabras, se podría considerar que para el 2021 se pudieron evitar un aproximado de 932.664 accidentes con respecto de lo previsto en la tendencia que mostraban los años 2009 a 2012 (ver gráfica 1 y tabla 1). Gráfica 1: Accidentes de trabajo en el periodo 2009 a 2021. Pronóstico y eventos ocurridos. Tabla 1: Accidentes de trabajo entre 2009 y 2021. Eventos ocurridos y pronóstico. Para el caso de la mortalidad laboral, los hallazgos fueron similares. Según el pronóstico, en promedio, el incremento de muertes podría haber alcanzado hasta 924 fallecimientos de trabajadores en 2021. Sin embargo, no fue así y, a partir del registro de 2013, la tendencia de los eventos mortales tendió a descender, llegando a una cifra de 608 trabajadores fallecidos en 2021, es decir, 316 menos de lo que podría haber ocurrido, de acuerdo con la tendencia observada en los años 2009 a 2012 (ver gráfica 2 y tabla 2). Vale la pena señalar que en 2021 la cifra de mortalidad sufrió un incremento a niveles similares al 2016. Gráfico 2: Muertes por causas asociadas al trabajo en el periodo 2009 a 2021. Pronóstico y eventos ocurridos Tabla 2: Muertes por causas asociadas con el trabajo entre 2009 y 2021. Eventos ocurridos y pronóstico. De lo anterior se puede inferir que, comparado con el pronóstico marcado por la tendencia de 2009 a 2012, para el periodo de 2013 a 2021, se presentaron alrededor de cuatro millones de accidentes de trabajo menos y se protegió la vida de más 2200 trabajadores. Estimación de los costos de la siniestralidad Bajo estos dos escenarios, se tomaron como referencia los costos estimados de los accidentes de trabajo y las muertes por causas laborales presentados por el Consejo Nacional de Seguridad de los Estados Unidos (NSC, por sus siglas en inglés), los cuales están representados en ingresos no percibidos o gastos incurridos debido a lesiones prevenibles fatales y no fatales. Estos reflejan el impacto en la sociedad, no específicamente en los empleadores (National Safety Council, 2022). Vale la pena señalar que Colombia no cuenta con estimación de los costos de siniestralidad, razón por la cual se acude a estimaciones internacionales de organizaciones altamente reconocidas. En este sentido, la estimación de costos del NSC para accidentes de trabajo es de $1.100 USD (aproximadamente $4.400.000 pesos) y para muertes es de $1.310.000 USD (aproximadamente $5.240.000.000  pesos) por cada caso (para efectos del cálculo se tomó como promedio una tasa de cambio de $4.000  pesos). Con estas cifras se calculó el costo de los eventos ocurridos y se comparó con el costo de los eventos pronosticados descritos en las tablas 1 y 2. Con base en lo anterior, se pudo estimar que el costo de los accidentes de trabajo ocurridos entre 2013 y 2021 fue de cerca de 24,7 billones de pesos y el costo de las muertes estuvo alrededor de 26,9  billones de pesos. Esto quiere decir que en los últimos nueve años los accidentes laborales y las muertes de trabajadores le han costado al país cerca de 51,6  billones de pesos. Realizando el mismo cálculo con las cifras pronosticadas en la tendencia de accidentes y muertes entre 2009 y 2012, el costo de los accidentes de trabajo y las muertes de los trabajadores pudo haber ascendido a una cifra cercana a los 81,9 billones de pesos. A partir de los resultados, se puede concluir que posterior a la expedición de la Ley 1562 de 2012 el país se ha ahorrado un aproximado de 30,3 billones de pesos en costos

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Transformación digital: una estrategia para impulsar la productividad de la industria colombiana

Por Iván Mauricio Durán Pabón, Viceministro de transformación digital En 2019 Colombia se convirtió en uno de los países pioneros de América Latina en establecer una política nacional para el uso estratégico de tecnologías digitales. El viceministro de transformación digital del MinTIC, Iván Mauricio Durán Pabón, habla de los programas que ya están en marcha en el país. En Colombia, según la más reciente Encuesta de Transformación Digital desarrollada por la ANDI (2019), aproximadamente, una de cada tres empresas todavía no cuenta con una estrategia de transformación digital. Limitaciones presupuestales, falta de cultura, resistencia al cambio, desconocimiento sobre las bondades de las tecnologías y su posible aplicación en el negocio, bajo liderazgo y debilidades en el capital humano son considerados como las mayores barreras y desafíos que enfrentan las organizaciones para dar el salto hacia lo digital. Incluso, pese a las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías para incrementar la productividad, fortalecer la competitividad y aportar a la sostenibilidad, se estima que más del 60 % de las empresas colombianas aún no realizan procesos de innovación, lo que supone un desafío en materia de política pública (MinComercio, 2020). “Somos conscientes de que existen grandes brechas en el sector productivo en materia de adopción tecnológica. Por eso, hemos diseñado y venimos ejecutando una ruta para la transformación digital empresarial del país, que tiene el propósito de impulsar la adopción de tecnologías maduras y avanzadas en las cadenas de producción y comercialización”, señala Iván Mauricio Durán Pabón, viceministro de transformación digital del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. De acuerdo con el funcionario, entre los programas que hacen parte de esa ruta se encuentran los Centros de Transformación Digital Empresarial (CTDE), desarrollados en conjunto con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT). Su propósito es desarrollar capacidades en las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) que les permitan superar las barreras de apropiación tecnológica a partir de la implementación de un plan de transformación digital, entendiendo factores como la heterogeneidad de las regiones, el grado de madurez en términos de adopción digital y el tamaño de la empresa, entre otros factores. Otra de las líneas de acción es la iniciativa ‘Quiero mi tienda virtual’ que tiene como objetivo implementar plataformas de comercio electrónico, páginas web, pasarelas de pago y logísticas de entrega a 6.690 empresarios del país. Por su parte, la iniciativa Apps.co busca impulsar la creación y consolidación de emprendimientos digitales y brindar mentorías y espacios de experimentación e investigación a través del uso de las metodologías ágiles. “También venimos implementando el programa ‘Retos 4.0’, que cofinancia soluciones tecnológicas avanzadas a problemas previamente identificados en el sector productivo y la iniciativa ‘Agro 4.0’ cuyo propósito es implementar tecnologías de la cuarta revolución industrial en cultivos de café, cacao y aguacate para monitorear, a través de inteligencia artificial e internet de las cosas, variables agroclimáticas, enfermedades de los cultivos, calidad de las cosechas y prácticas sostenibles, entre otros aspectos”, explica Durán Pabón. Estos esfuerzos se enmarcan en el Conpes 3975 con el que Colombia se convirtió, en 2019, en uno de los países pioneros de la región en establecer una política nacional para la transformación digital y la inteligencia artificial con el fin de impulsar la productividad de todos los sectores, mediante el uso estratégico de tecnologías digitales. Y es que las empresas y organizaciones que no aborden el tren de la cuarta revolución industrial corren el riesgo de perder participación en el mercado, no contar con bienes y servicios diferenciados, no responder eficazmente a las dinámicas actuales y las nuevas demandas de los consumidores, enfrentar un difuso reconocimiento de su marca y, en el peor de los escenarios, no sobrevivir al cambio de paradigma y ser condenadas a la extinción como ya lo señalan expertos de la Consejería Presidencial para Asuntos Económicos y Transformación Digital (MinComercio, 2020). Sin embargo, más allá de las bondades que las tecnologías 4.0 ofrecen a los modelos de negocio, también hay que tener en cuenta consideraciones en términos de seguridad y salud en el trabajo. “La irrupción de las nuevas tecnologías está brindando la oportunidad para que las organizaciones y las personas en general conozcan nuevas formas de ser productivos. Muestra de ello es el teletrabajo, como forma organizacional amparada por la Ley 1221 del 2008 y lasnuevas formas de trabajo no presenciales como el trabajo en casa y el trabajo remoto, reglamentadas por la Ley 2088 del 2021 y Ley 2121 del 2021, respectivamente. Estas modalidades ofrecen un mayor equilibrio entre la vida laboral y personal, siempre y cuando se realicen de manera responsable”, advierte Durán Pabón. Por ello, insiste en que es clave lograr una mayor articulación entre las organizaciones y las ARL en términos de monitorear los ambientes y condiciones en las que los colaboradores realizan sus labores, implementar capacitaciones en habilidades blandas y técnicas, establecer canales de comunicación idóneos y prevenir riesgos asociados, tanto físicos como psicosociales. Así mismo, el viceministro destaca que se requiere tener en cuenta que, con la adopción de tecnologías avanzadas en el sector empresarial, algunos riesgos se pueden exacerbar o, por el contrario, disminuir, dependiendo del sector y el proceso al que se apliquen. En este sentido, es clave que las organizaciones desarrollen un proceso de planeación y análisis integral que considere factores como la cultura organizacional, la caracterización del talento humano, la infraestructura disponible, las implicaciones económicas, sociales y ambientales, así como la identificación y gestión de los riesgos asociados a la transformación digital (especialmente aquellos que expongan la seguridad y salud de los trabajadores). “Las organizaciones pueden ser “tecnológicamente responsables” al adoptar tecnologías que faciliten el trabajo del personal, aumente sus niveles de bienestar y mejore los procesos productivos. Esto implica capacitar permanentemente a las personas en cuanto al uso de las nuevas tecnologías, procurando que no sean excluidas ni reemplazadas de sus ocupaciones”, enfatiza el vocero de MinTic. La pandemia, aún latente, viene presionando a las empresas a acelerar el uso de herramientas digitales y ampliar su conectividad digital,

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Las mipymes como motor social del desarrollo sostenible del país: retos y oportunidades

Por: Rosmery Quintero Castro, presidenta nacional de Acopi. En Colombia, las micro, pequeñas y medianas empresas juegan un papel social y económico muy importante al ser fuentes de empleo y uno de los motores de la economía, lo que las convierte en actores claves en la sostenibilidad y el crecimiento. Mediante su representatividad, estas empresas logran posicionarse en el mercado: constituyen alrededor del 96 % del tejido empresarial colombiano, aportan el 80 % del empleo y participan con el 40 % en el total del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, cifras que, por sí solas, ratifican la necesidad de impulsar su desempeño a través de políticas e instrumentos más expeditos y acordes a sus necesidades. No obstante, la crisis económica y social ocasionada por la pandemia de la COVID-19 afectó de manera significativa al tejido empresarial colombiano, especialmente, a las mipymes quienes, bajo un entorno de incertidumbre, se vieron obligadas a tomar decisiones difíciles como el cierre total o temporal de sus operaciones, el despido de empleados y el endeudamiento, todavía mayor,con el sector bancario. Las mismas circunstancias llevaron a cambios estructurales en su capacidad de producción y de interacción con su equipo de colaboradores y clientes. Estas transformaciones se evidencian de manera significativa en la Encuesta de Desempeño Empresarial (EDE), a través del Observatorio mipyme de Acopi donde, en el proceso de reactivación económica, las empresas del segmento mipyme manifestaron haber destinado gran parte de sus inversiones en la capacitación de su capital humano (53,9 %), la transformación digital(46,4 %) y en el desarrollo de nuevos procesos de fabricación de sus productos (46,1 %). Adicionalmente, la pandemia aceleró el uso de herramientas tecnológicas, permitiendo que las mipymes empiecen a ser más competitivas y generen valor en el mercado, lo que se convierte en un beneficio que, además de contribuir a la reactivación, estimulala innovación y fortalece las cadenas de valor. Lo anterior contribuyó a robustecer el desempeño empresarial de este segmento. El impacto de los cambios se dimensiona al realizar un balance entre las cifras prepandémicas y los indicadores del 2021. Allí se puede observar que las empresas del segmento mipymehan logrado un mejor comportamiento en indicadores como ventas, producción, inversión, rentabilidad y ausentismo laboral, arrojando mejoras sustanciales entre un 38 % y un 50 % en dichos rubros. Estas cifras demuestran la resiliencia y tenacidad de este segmento frente a la crisis. Pese a enfrentar problemáticas estructurales como la falta de liquidez y el difícil acceso al financiamiento, ha luchado por permanecer en el mercado, contribuyendo a la recuperacióneconómica y social del país. Asimismo, según cifras de Confecámaras, en el primer semestre de 2021 se crearon 166.338 unidades productivas, 26,2 % más que en el mismo período de 2020, cuando el indicador se ubicaba en 131.848. Al diferenciar esta información por tamaño de empresa, se observa que las micro y pequeñas empresas aumentaron en un 26,2 %, cada una, con respecto al primer trimestre de 2020. Pese a lo anterior, sabemos que uno de los indicadores indispensables en el desempeño de las mipymes, y del país en general, es elempleo. Si bien este indicador ya era un problema antes de la pandemia, con la crisis social y económica generada por el Coronavirusse agudizó, incurriendo en grandes pérdidas para las empresas y para el bienestar de los 16 millones de trabajadores colombianos quepertenecían a este segmento, convirtiéndose en uno de los mayores retos en materia de política económica para el país. A pesar de losmecanismos y estrategias desarrolladas por el Gobierno Nacional para recuperar y generar nuevos empleos, es necesario insistir y trabajar en una reforma laboral estructural que permita una mayor inclusión y que conduzca a eliminar las barreras e inflexibilidades existentes en el mercado. Aunado a lo anterior, de cara al 2022, uno de los grandes obstáculos que deberán encarar las mipymes, y las empresas en general, es el desabastecimiento internacional de materias primas e insumos como el cartón, papel, cuero y aluminio. Frente a esto, las empresas han optado por ejecutar diferentes soluciones como buscar nuevos proveedores o incrementar el precio de sus bienes y servicios para mantener sus niveles de producción y su planta de personal. Por ende, es necesario destinar recursos que impulsen la innovación, focalizándolos en sectores estratégicos que permitan disminuir la alta dependencia que como país tenemos a las importaciones.En efecto, resulta importante seguir fomentando diferentes mecanismos para mitigar el impacto causado por la pandemia y posicionaral segmento en niveles superiores a los que se encontraban, teniendo en cuenta que, este es el segmento que dinamiza la economía y el desarrollo social del país. Artículo técnico tomado del Directorio ‘Perspectivas de Sostenibilidad 2022’ del Consejo Colombiano de Seguridad.

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Recuperación sostenible, en medio de la incertidumbre

Por: Carlos Manuel Herrera Santos, Vicepresidente de desarrollo sostenible de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) Un tema común en la agenda empresarial es la recuperación tras los efectos devastadores de la pandemia. El país viene haciendo la tarea. La OCDE pronostica que este año el crecimiento nacional del PIB superará el 9 % y el próximo año será el país que más crezca en la región. A pesar de ello, los efectos no pasan y la amenaza es latente. Hay muchas lecciones que nos deja la pandemia, pero hay tres reflexiones que caben en relación con la sostenibilidad: La destrucción de los ecosistemas favorece la propagación de muchos virus y enfermedades zoonóticas. La pandemia pone de presente la forma en que estamos devastando la biodiversidad, lo que no es solo un problema ético, sino un obstáculo para el progreso. Estamos en capacidad de tomar medidas para cambiar el rumbo. Por décadas los científicos han pedido cambios en nuestros hábitos y comportamientos para ser más sostenibles. La pandemia consiguió lo impensado: encerrar a países enteros y transformar nuestras rutinas. No necesitamos algo tan radical, pero es claro que podemos enfrentar los grandes problemas del planeta más rápido y a una mayor escala. La recuperación debe ser sostenible. Los dolorosos efectos de la pandemia deberían ser un llamado para impulsar una recuperación que tenga como uno de sus pilares la sostenibilidad. Si no queremos repetir estas tragedias, hay que refundar el modelo de desarrollo. Incertidumbre y riesgo 2022 Muchos economistas sostienen que la recuperación se mantendrá en 2022 a pesar de la amenaza de las nuevas cepas; que la inflación, las tasas de interés, las interrupciones de la cadena de suministro y la pugna entre potencias serán temas relevantes, a lo que hay sumarunas inciertas elecciones nacionales. Convivir y gestionar la incertidumbre se convierte en un imperativo para las organizaciones. En este contexto, bien cabe adicionar la visión futura sobre los riesgos globales que volverá a publicar el Foro Económico Mundial, y en la que, seguramente, como ha sido una constante en los últimos años, los riesgos ambientales liderarán las mayores amenazas en el futuro, comprometiendo no solo la recuperación, sino también el nivel de bienestar y la misma cohesión social. Afrontar riesgos de largo plazo como la repuesta fallida al cambio climático, la variabilidad climática extrema y la pérdida de biodiversidad, tomando acciones en el corto plazo, en un año con muchas incertidumbres, es un desafío urgente pues en la medida que estos riegos se materialicen las respuestas serán más limitadas y complejas de abordar, socialmente hablando. Agenda 2022 Indiferente del cambio de gobierno, hay temas en la agenda de sostenibilidad, que seguirán vigentes el próximo año. Cuatro destacados son: Descarbonización. El 2022 inicia con la nueva ley de acción climática que logró unanimidad en su aprobación en el Congreso y que formaliza la ambiciosa meta nacional de reducir el 51 % de sus emisiones. Los compromisos sectoriales son ahora parte de la ley y deberán iniciar su implementación, sentando así las bases para un mercado de carbono. El actual Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible se ha propuesto conquistar a 500 empresas del territorio nacional para que asuman una meta de neutralidad en carbono. Por lo tanto, se espera que haya más demanda de energía de fuentes no convencionales. Entre tanto, empresas que no han medido su huella se interesarán en hacerlo para los alcances 1 y 2, y las empresas líderes empezarán a afrontar el reto de trabajar en toda su cadena de valor y gestionar parte de las emisiones del alcance 3. Biodiversidad. La reunión de las partes en China (COP 15) será el evento internacional con nuevas ambiciones. Al final del gobierno, habrá un esfuerzo sin precedentes para cumplir con la meta de llegar al 30 % del territorio bajo áreas protegidas. Las empresas jugaránun papel importante en el marco de este propósito definiendo áreas de conservación por fuera de las áreas protegidas (OMEC). Por su parte, continuará el trabajo empresarial en restauración, fortalecimiento del sistema de información y creación de oportunidades a partir del uso sostenible. El proyecto de la ANDI en La Guajira será la mayor apuesta empresarial en la materia. Economía Circular. Dentro de las novedades en este ámbito está la muy posible ley de plásticos de un solo uso, una regulación que se acompaña con el modelo de responsabilidades posconsumo de Minambiente y la regulación de todos los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos bajo el modelo de responsabilidad extendida al productor, iniciativas con las que Colombia mantendrá su liderazgo en esta materia. En el caso de envases y empaques, se espera un mayor trabajo en el tema de innovación, más infraestructura para aprovechar los materiales y campañas nacionales de sensibilización. Sustancias químicas. Se completarán las tres principales peticiones de la OCDE: la norma de accidentes mayores implicará para las empresas reguladas nuevos requisitos; la norma de sustancias químicas de uso industrial fija nuevas reglas y abre un campo de regulación especializado con más de una decena de futuros reglamentos y, finalmente, se expedirán las normas que establecen el esquema obligatorio más exigente de información pública para el sector productivo: el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC). Artículo técnico tomado del Directorio ‘Perspectivas de Sostenibilidad 2022’ del Consejo Colombiano de Seguridad.

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Durante el primer trimestre de 2022 se redujeron las tasas de siniestralidad laboral en el país

Durante los primeros tres meses se presentaron 111.396 accidentes de trabajo, lo que representa una tasa de 0,99 por cada 100 trabajadores, frente a una tasa de 1,21 durante enero-marzo de 2021. En el mismo periodo se registraron 15.268 enfermedades calificadas; se pasó de una tasa de 146,1 en 2021 a 135,7 en el presente año. La mayor tasa la presentó el sector ‘Servicios sociales y de salud’, con un 81 % del total de los casos. El sector con mayor tasa de mortalidad laboral fue ‘Minas y canteras’: 9,57 decesos por cada 100.000 trabajadores. Esta cifra supera casi 10 veces la tasa nacional. El Observatorio de Seguridad y Salud en el Trabajo, del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS), presentó el más reciente informe de siniestralidad laboral, que evidencia una reducción en las cifras de accidentes de trabajo, enfermedades laborales y muertes por causas asociadas al trabajo. “Estas cifras que presentamos a continuación son fundamentales para tener una idea de los efectos en las condiciones de trabajo a las que se encuentran expuestos los trabajadores en Colombia y de la dinámica laboral de los sectores económicos. A su vez, esta información supone un diagnóstico que les permite a los diferentes actores la toma de decisiones desde aspectos normativos, técnicos y académicos, con el propósito común de preservar la vida e integridad de los trabajadores y contribuir a la construcción de entornos laborales seguros y saludables”, señaló Adriana Solano, presidenta ejecutiva del CCS. Conoce el informe en formato infografía ATEL-COL 1ER TRIMESTRE 2022 del Observatorio de Seguridad y Salud en el Trabajo, del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS). El primer trimestre de 2022 arroja un promedio de 1252 accidentes laborales diarios Durante el primer trimestre de 2022 se presentaron 111.396 accidentes de trabajo, con una tasa de 0,99 accidentes por cada 100 trabajadores; y un promedio de 1252 accidentes al día. El sector ‘Inmobiliario’ presentó la mayor cantidad de casos, con 20.237, seguido por la ‘Industria manufacturera’, con 17.753. A su vez, los sectores que presentaron la mayor tasa de accidentalidad fueron ‘Minas y canteras’ y ‘Agricultura, ganadería, caza y silvicultura’, con 2,80 y 2,76 eventos por cada 100 trabajadores, respectivamente. Con respecto a la distribución geográfica de la accidentalidad, los departamentos que presentaron la mayor tasa de accidentalidad fueron, en su orden, Magdalena (1,47) y Meta y Caldas (cada uno con 1,41). Bogotá, por su parte, reportó el mayor número de eventos con un total de 33.592 accidentes de trabajo, seguida por Antioquia con 23.823. Cabe resaltar que, en comparación con el primer trimestre de 2021, se aprecia una reducción del 11 % en el total de accidentes reportados. ‘Servicios sociales y de salud’, el sector con mayor carga de enfermedad laboral Con relación a las enfermedades laborales, el informe evidencia que entre enero y marzo de 2022 se reportaron 15.268 enfermedades calificadas, con un promedio de 172 eventos diarios. Este indicador tuvo un aumento porcentual de 1,1 % en comparación con el mismo trimestre del año anterior. No obstante, la tasa de enfermedades calificadas por cada 100.000 trabajadores para el mismo periodo comparado se redujo, pasando de 146,1 en 2021 a 135,7 en 2022. El sector que presentó la mayor tasa de enfermedad laboral calificada fue ‘Servicios sociales y de salud’, con una tasa de 1593,9 por cada 100.000 trabajadores, lo cual supera ampliamente la tasa nacional. Así mismo, fue el sector que registró el mayor número de enfermedades calificadas con un total de 12.348 casos, lo que representa el 81 % del total reportado durante el trimestre.  Esto equivale a un aumento de 19 % frente al mismo periodo del 2021. Cesar fue el departamento que presentó la tasa de enfermedad laboral más alta, con 816,2 enfermedades calificadas por cada 100.000 trabajadores, seguido por La Guajira con 670,6. Por su parte, Bogotá D.C. reportó el mayor número de enfermedades laborales calificadas con 5028, seguido por Valle del Cauca, con 1509 casos lo que representa, en conjunto, el 43 % del total de eventos reportados durante el trimestre.  Aproximadamente, cada semana fallecieron nueve trabajadores por causas asociadas al trabajo Frente a la mortalidad laboral, el informe evidencia que durante el primer trimestre de 2022 se presentaron 110 muertes (un aproximado de 9 vidas perdidas por semana), con una tasa trimestral de 0,98 decesos por cada 100.000 trabajadores, siendo inferior con relación al mismo periodo del año anterior cuando se ubicó en 1,43. Cabe aclarar que el número de muertes calificadas por accidente de trabajo corresponde al 88 % del total de muertes calificadas (97 por accidente de trabajo y 13 por enfermedad laboral). Al comparar este indicador con el mismo trimestre del año 2021, las muertes calificadas por enfermedad laboral se redujeron en un 69 % mientras que los fallecimientos por accidente de trabajo revelan una reducción del 8 %. Los sectores con mayores tasas de mortalidad por cada 100.000 trabajadores fueron ‘Minas y canteras’ (9,57 superando casi 10 veces la tasa nacional) y ‘Eléctrico, gas y agua’ (4,73 cinco veces por encima de la tasa nacional). Sin embargo, los sectores que mayor número de eventos reportaron fueron ‘Inmobiliario’ y ‘Minas y canteras’ con 32 y 16 defunciones, respectivamente. En conjunto, representan el 44 % del total de muertes laborales reportadas en el periodo analizado. La seguridad y salud de los trabajadores: un reto para la agenda pública Es importante señalar que el país venía con una tendencia a disminuir sus cifras de siniestralidad antes de la pandemia; sin embargo, durante 2021 las cifras se incrementaron, lo que nos muestra que en la reactivación económica hay que redoblar los esfuerzos para fortalecer las condiciones de salud y cuidado de los trabajadores. En 2021 el número de accidentes de trabajo creció en 14 % con respecto al 2020 y el número de evento fatales alcanzó cifras no registradas desde el 2016. Desde el CCS se realiza un llamado a continuar manteniendo como prioridad el cuidado de los trabajadores. Se invita a revisar y actualizar los Sistemas de Gestión de

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Colombia: en la senda de la economía circular y la carbononeutralidad

En un escenario de cambio climático y crecientes demandas para transformar los actuales modelos productivos, Colombia enfrenta el reto de avanzar hacia un desarrollo económico bajo en carbono y, a su vez, fortalecer su adaptabilidad y resiliencia. El CCS consultó a la directora de Asuntos Ambientales, Sectorial y Urbana del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Andrea Corzo Álvarez, para conocer las apuestas que desde esta cartera se están planteando, los avances normativos que apoyan esas estrategias y la manera en laque se involucra allí el sector privado. Consejo Colombiano de Seguridad (CCS): ¿Cuáles son los principales desafíos ambientales que deberá enfrentar Colombia durante este 2022? Andrea Corzo Álvarez: Colombia está entrando en una fase de crecimiento económico post-COVID en la que hay que ser cuidadosos y contemplar los impactos sobre los recursos naturales y los servicios ecosistémicos que de ellos dependen. Así, el país tiene una serie de retos relacionados con el uso eficiente de estos recursos y la búsqueda de fuentes más sostenibles de materias primas para el desarrollo industrial, entre ellas fuentes de energía renovables. Hay actividades que son más intensivas que otras en el uso de recursos. La agricultura y el transporte, por ejemplo, son algunas de las que representan mayores impactos en nuestro país en cuanto al uso de recursos como energía, suelo y agua y de ellas depende, en gran medida, el éxito o el fracaso del modelo de desarrollo económico con enfoque sostenible. CCS: ¿Cuáles son las estrategias que plantea el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible para promover la producción y el consumo sostenible a nivel empresarial durante este año? A.C.A.: Estamos trabajando en varios frentes para promover prácticas más sostenibles a nivel empresarial, pero, en términos de uso eficiente de recursos y reducción de impactos sobre los ecosistemas, tenemos un trabajo adelantado desde el 2019, a través de la Estrategia Nacional de Economía Circular (ENEC), que tiene varias líneas de acción priorizadas para recursos como el agua, la energía, la biomasa, los materiales de construcción, los envases y empaques y los materiales industriales. De esta estrategia se han derivado instrumentos normativos como las resoluciones 1256 y 1257 de 2021 que promueven la circularidad a través del reúso de agua y de la gestión de los residuos de construcción y demolición, respectivamente. Adicionalmente, se encuentran en implementación las resoluciones 1407 de 2018 y 1342 de 2020 que reglamentan la gestión de los envases y empaques en el país bajo un esquema de Responsabilidad Extendida del Productor (REP). Estas resoluciones complementan un bloquenormativo que obliga a que los productores se hagan cargo de residuos de productos que pueden generar impac- 23 tos negativos sobre el ambiente como las llantas, las sustancias consideradas peligrosas y distintos tipos de aparatos eléctricos y electrónicos. También hay desarrollos más allá de lo normativo. Hemos trabajado de la mano con el Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación (Icontec) y con la Unión Europea para el desarrollo de guías y normas técnicas que permitan incorporar materiales secundarios en los procesos productivos. Es así como se adoptaron las NTC 6421 y 6422, que estandarizan el uso de agregados reciclados en mezclas de concreto y se desarrolló una guía para el aprovechamiento de biomasa residual. Esto viene acompañado de un trabajo constante con el sector privado, que incluye instancias de comunicación y cultura ciudadana y que pretenden integrar conceptos como el aprovechamiento, el reciclaje y el uso eficiente de los recursos en la conversación cotidiana de empresarios, gestores de residuos, tomadores de decisiones y ciudadanos en general. CCS: ¿Cómo va el país en materia de economía circular?, ¿cuáles son las prioridades en ese sentido? A.C.A.: A pesar de que aún hay un largo camino por recorrer ya tenemos indicadores que muestran un avance importante. El Dane ha hecho un ejercicio de diagnóstico que se refleja en los cuatro reportes de economía circular con indicadores sectoriales y de las líneas de acción priorizadas. Por supuesto, nuestra prioridad está asociada al cumplimiento de las metas previstas en el Plan Nacional de Desarrollo, a nivel nacional, y de compromisos internacionales para los flujos de agua, energía, biomasa, materiales de construcción, envases y empaques y materiales industriales sujetos a gestión posconsumo. En ese sentido, la gestión de residuos se comienza a volcar hacia el aprovechamiento gracias a la REP de envases y empaques y empezamos a ver que las empresas tienen más interés en incluir criterios de circularidad en sus procesos productivos. Durante el 2021 las empresas debieron realizar la gestión inversa y el aprovechamiento de al menos el 10% de sus residuos de envases y empaquese implementar estrategias para la sustitución o reducción de los plásticos de un solo uso, entre otras acciones que promueven el uso circular de los residuos. También hemos identificado más de cien proyectos exitosos en 24 regiones del país a través de las Mesas Regionales de Economía Circular y de las ventanillas de negocios verdes que acompañan las diferentes autoridades ambientales. Como mencioné anteriormente, hay avances normativos y técnicos en esta materia y el balance es muy positivo desde la perspectiva del Gobierno nacional. El sector privado tiene mucho interés en participar de esta transición hacia un modelo de economía circular y muestra avances y propuestas para hacerlo de manera coordinada con las instituciones públicas locales, regionales y nacionales. CCS: A grandes rasgos ¿en qué consiste la hoja de ruta para alcanzar la carbononeutralidad y cómo se involucra allí el sector privado?, ¿qué avances se registran hasta el momento alrededor de esta perspectiva? A.C.A.: Desde el año pasado contamos con una Ley de transición energética y una Ley de acción climática que buscan que el sector privado —que es el que en últimas debe incorporar medidas de reducción de emisiones de CO₂ en sus cadenas de valor— defina las acciones para reducir y compensar sus emisiones hasta llegar al cero neto. Esta hoja de ruta ya surtió la fase de diagnóstico en la cual establecimos las íneas base de los diferentes sectores productivos, identificando cuáles son las

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Desde la voz del Congreso más importante de Latinoamérica en SSTA

Por Armando Pinto Ortega Director Comercial del CCS Durante 54 años hemos tenido la fortuna de reunirnos con expertos nacionales e internacionales en un espacio de conocimiento donde los protagonistas son ustedes. Abrimos las puertas del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) con el objetivo de conocer nuevas tendencias, brindar estrategias que permitan fortalecer los procesos de gestión e implementar buenas prácticas en torno a la construcción de un mundo laboral más sano, seguro y con bienestar. Este año, en la versión número 55 del Congreso de Seguridad, Salud y Ambiente le apostamos a vernos nuevamente a los ojos. Volvemos después de dos años de pandemia, dos años de aprendizajes en los que tuvimos la posibilidad de explorar e innovar en el mundo virtual con un corazón que late inmensamente vivo. Volvemos con la ilusión de vivir de nuevo la emoción de vernos, abrazarnos y escucharnos en un espacio presencial para construir juntos ideas de transformación bajo un propósito en común: seguir asegurando abrazos. La imagen de este Congreso se amplía, se nutre con la experiencia y el quehacer, permeando el mundo físico y virtual, con el objetivo de seguir llegando a miles de colombianos. Logramos materializar este esfuerzo con un equipo humano conformado por más de 270 colaboradores dispuestos a recibir a miles de asistentes que se unen a este encuentro en la “cita anual de la seguridad” para darle sentido, desde su trayectoria personal y su experiencia, a una historia que construimos juntos como país. Los días 29 y 30 de junio y 1 de julio tendremos como ejes centrales la Seguridad, la Salud en el Trabajo y el Ambiente, con más de 60 conferencias nacionales e internacionales que desde una óptica integral abarcan, entre otros, los siguientes temas: • Salud mental y riesgo psicosocial• Cultura y liderazgo• Accidentes mayores y seguridad de procesos• Sistemas de gestión• Gestión del riesgo químico• Seguridad vial• Nuevas tecnologías al servicio de la Seguridad, la Salud en el Trabajo y el Ambiente• Estrategias y tendencias para el desarrollo sostenible de las organizaciones• Gestión de riesgos frente a las nuevas modalidades de trabajo• Actualidad legal y normativa Hemos sido muy cuidadosos en la selección de estos temas, los cuales responden a las tendencias mundiales y a su estado del arte. Desde el CCS, y fieles a nuestro propósito, estamos comprometidos en promover y divulgar, como referente técnico, las mejores prácticas para la construcción de un país más sano, seguro y saludable. Las ponencias que conforman la agenda académica de este congreso están articuladas bajo unos ejes técnico -académicos coherentes con las necesidades y desafíos que enfrentan las organizaciones en la actualidad. En este sentido, la línea ‘Control Operacional deRiesgos’ abarca la gestión de la seguridad y salud en el trabajo con un enfoque integral, que va desde la visión holística de la prevención y la alineación con la estrategia de la organización, hasta el enfoque específico del control de los riesgos asociados a las tareas o actividades bajo criterios técnicos, estándares, procedimientos e información documentada. Por su parte, la línea ‘Gestión, Cultura y Liderazgo en SST’ se basa en la gestión de las empresas como un tema de continuo interés desde el punto de vista de la administración en el que las características particulares del liderazgo, la toma de decisiones, el comportamiento de los trabajadores y la cultura organizacional, entre otros aspectos, impactan la manera de desarrollar acciones y prácticas, el desempeño de sus operaciones y el éxito de sus iniciativas. Los desafíos ambientales generados por el cambio climático, el crecimiento de la población, el agotamiento de los recursos naturales y la gestión de los residuos dan sentido a la línea ‘Gestión y tendencias ambientales’ mediante la cual se fomenta el desarrollo, implementación y escalabilidad de innovaciones en los procesos productivos que contribuyan a una mejor gestión de los recursos y a una mitigación o eliminación de impactos ambientales, así como a estrategias de mitigación y adaptación que garanticen la continuidad de los negocios bajo un enfoque de sostenibilidad. Así mismo, la irrupción de las nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) y su creciente adopción por parte de las industrias está modificando los entornos laborales y transformando las dinámicas productivas. En esta perspectiva, la línea ‘Innovación y gestión de tecnologías aplicadas en Seguridad y Salud en el Trabajo’ busca sensibilizar sobre los avances, riesgos y oportunidades que se presentan en el contexto actual. De otro lado, el eje denominado ‘Salud laboral’ pone el énfasis en esa relación estrecha que existe entre trabajo y bienestar físico y mental y analiza los factores de riesgo que conllevan a la generación de enfermedades laborales, accidentes de trabajo o, incluso, fatalidades, así como su gestión bajo un enfoque preventivo y proactivo. Todo lo anterior se ve apalancando por la construcción normativa y los avances que en ese sentido se han dado tanto a nivel nacional como internacional. Por ello, la línea ‘Legislación en SST’ completa la estructura técnico-académica del Congreso, presentando las principales actualizaciones en materia legal y jurídica, profundizando en definiciones, alcances e interpretaciones para que la gestiónde las organizaciones se oriente bajo los marcos regulatorios establecidos en cada jurisdicción. Vuelve la Feria de la seguridad industrial: tendencias y novedades de SST En el marco del Congreso, realizaremos la 36 Feria de la Seguridad Integral, la cual reúne a más de 70 empresas expositoras, nacionales e internacionales, con más de 90 categorías de productos y servicios referentes en Seguridad, Salud en el Trabajo y Ambiente. Alineados con el compromiso hacia los trabajadores, las empresas y la comunidad, la feria cuenta adicionalmente con una programación académica denominada ‘Conferencias técnico-empresariales’ a través de las cuales las empresas expositoras presentan las novedades, adelantos y tendencias que contribuyen a mejorar los procesos y la gestión en SSTA. Esta oferta académica integral brindará a los participantes herramientas útiles para prevenir los riesgos laborales en las organizaciones y contribuir a la construcción de una sociedad sana y comprometida con la seguridad y la salud para las futuras generaciones. Los

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La resistencia a los antimicrobianos: una amenaza para la salud mundial

Autores: Organización Panamericana de la Salud, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Organización Mundial de Sanidad Animal y Unión Europea Tomado y adaptado de: https://www.paho.org/es/documentos/folleto-trabajando-juntos-para-combatirresistencia-antimicrobianos La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es un fenómeno natural de modificación genética de los microorganismos (como bacterias, virus, parásitos y hongos) que les permite ser cada vez más resistentes a la acción de los fármacos antimicrobianos (antibióticos, antifúngicos, antiparasitarios, entre otros). Aunque se trata de un proceso natural, el uso inadecuado y excesivo de antimicrobianos acelera su desarrollo e intensidad, de manera que hoy en día la RAM se ha convertido en una amenaza para la salud mundial. Los microorganismos resistentes a los antimicrobianos se encuentran en las personas, los animales, los alimentos y el medioambiente (agua, aire, suelo) y se transmiten de unos a otros. El control deficiente de las infecciones, las condiciones sanitarias inapropiadas y la manipulación incorrecta de los alimentos fomentan la propagación de microorganismos resistentes a los antimicrobianos. La RAM supone una creciente amenaza para la salud mundial pues las enfermedades infecciosas son cada vez más difíciles de curar y, por ende, los tratamientos son más largos y costosos. Día a día se pueden ver muchos ejemplos del uso inadecuado de los antibióticos como su utilización en las personas para el tratamiento de infecciones virales (como un resfrío o una gripe) y su administración en la producción animal como promotores de crecimiento o para prevenir enfermedades en los animales sanos. La RAM requiere una respuesta global debido a que pone en peligro la posibilidad de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Algunas infecciones comunes y potencialmente mortales, como la neumonía y las infecciones posoperatorias, así como el VIH, la tuberculosis y la malaria, son cada vez más difíciles de tratar debido a la resistencia a los antimicrobianos. De no controlarse, este fenómeno puede tener consecuencias significativas a nivel social, económico y de seguridad sanitaria, que pueden perjudicar el desarrollo de los países. Una lucha que requiere trabajo en equipo La prevención de la RAM y la lucha contra este fenómeno son responsabilidades compartidas por los sectores que se ocupan de la salud humana, la sanidad animal y el medioambiente y, por lo tanto, requieren una respuesta multisectorial, global y coordinada. En 2010, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) asumieron el firme compromiso de combatir la RAM y, desde entonces, trabajan de forma coordinada para mitigar los riesgos para la salud humana, la sanidad animal y el medioambiente. A este compromiso se unió también la Unión Europea (UE) que desde 2011 implementa planes de acción de lucha contra la RAM. Estos actores se han unido para implementar el proyecto “Trabajando juntos para combatir la resistencia a los antimicrobianos”. En el marco de esta iniciativa, que tendrá una duración de cuatro años (2020-2023), se brindará apoyo a siete países —Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Uruguay— en la implementación de Planes de Acción Nacionales (PAN) para combatir la resistencia a losantimicrobianos. Los PAN se encuentran en diferentes fases de implementación. El proceso prevé la realización de un análisis de situación multisectorial sobre la RAM para identificar brechas, oportunidades y próximos pasos para fortalecer la implementación, de acuerdo con los objetivos específicos de cada país. La iniciativa permitirá establecer relaciones con los principales actores que luchan contra esta amenaza a nivel mundial, intercambiar experiencias, abogar por la adopción de las mejores prácticas en el uso de antimicrobianos en el ámbito de la salud humana, la sanidad animal y la agroindustria, y promover acciones colaborativas, incluido el acceso al conocimiento sobre las mejores prácticas aplicadas en la Unión Europea. Uno de los grandes desafíos de este proyecto es alcanzar una comunicación de riesgos eficaz, mediante la cual se desarrollen procesos de concienciación, promoción y capacitación para generar conocimientos sobre la RAM a diferentes audiencias. Para ello, se trabaja en la conformación de una red de comunicadores sobre RAM, integrada por periodistas, técnicos de los ministerios de salud, agricultura y ganadería y representantes de la OPS, la FAO, la OIE y la UE. La resistencia a los antimicrobianos y la COVID-19 El proyecto también apoyará las acciones de los países para reducir los efectos del virus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad por coronavirus. La RAM podría aumentar las muertes relacionadas con la COVID-19, pues algunos pacientes pueden desarrollar infecciones bacterianas secundarias durante su hospitalización. Al mismo tiempo, la pandemia amenaza con debilitar aún más la eficacia de los antimicrobianos, ya que el aumento en su uso puede conducir a infecciones bacterianas más resistentes al tratamiento. El desafío que imponen las infecciones por microorganismos resistentes a los antimicrobianos podría convertirse en una enorme carga adicional para todos los sistemas de salud, ya sobrepasados en sus capacidades por la respuesta a la COVID-19. Lucha contra la resistencia a los antimicrobianos en el ámbito de la salud humana, la salud animal y la inocuidad de los alimentos Se ha venido adelantando un trabajo conjunto entre ministerios de salud, autoridades nacionales responsables de la regulación de medicamentos, estudiantes de medicina, universidades y organizaciones de la sociedad civil. El objetivo es fortalecer la prevención y el control de infecciones a nivel hospitalario, apoyar la elaboración de listas de medicamentos esenciales y directrices de tratamiento, fomentar redes de laboratorios y vigilancia, promover la investigación y el acceso al conocimiento, y sensibilizar a diferentes sectores y grupos de población sobre el uso adecuado de los antibióticos. De igual forma, se ha desarrollado un trabajo conjunto con ministerios de ganadería, agricultura, pesca y acuicultura, medioambiente e instituciones relacionadas; médicos veterinarios, estudiantes de medicina, veterinaria y otros centros académicos; así como productores primarios de alimentos de origen animal, fabricantes de alimentos para animales y representantes de la industria transformadora de alimentos, entre otros. Mediante la consolidación de los marcos políticos, legislativos, institucionales y de estrategia sanitaria, se busca fortalecer la gobernanza de la RAM

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La economía circular y sus efectos en la salud y seguridad en el trabajo: posibles implicaciones para los futuros lugares de trabajo del sector de los residuos

Por Cornelia Daheim, Jessica Prendergast and Jörg Rampacher Administradora del proyecto: Annick Starren, European Agency for Safety and Health at Work (EU-OSHA) Tomado y traducido de: https://osha.europa.eu/es/publications/circular-economy-and-safety-and-health-possible-implications-futurewaste-sector-workplaces ¿Qué podría significar la economía circular para la seguridad y la salud en el trabajo en el sector de residuos hacia el 2040? La Comisión Europea está comprometida con impulsar a Europa hacia un futuro sostenible. Esta visión verde tiene dos piedras angulares. Por un lado, lograr la neutralidad climática para el 2050 y, por otro, crear una economía circular. Una sociedad futura de «circuito cerrado» se basaría en minimizar los flujos de residuos y en utilizarlos como un recurso de modo que «reducir, reutilizar, reciclar» reemplaza el ciclo «tomar, fabricar, desperdiciar». Esta transformación promete tener impactos considerables en el sector de los residuos en general y, en especial, en la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) del sector de los residuos. En su nuevo ciclo de prospectiva, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) utiliza escenarios para explorar los efectos de la implementación de una economía circular en la SST. Estos escenarios muestran caminos alternativos hacia el futuro y demuestran cuán amplia es la gama de desarrollos factibles. Por ende, no pretenden ser una predicción de lo que podría traer el futuro; más bien, su función principal es fomentar el diálogo y la reflexión sobre las posibilidades venideras. Este resumen de políticas tiene como objetivo dar una breve mirada a los temas resaltados por los escenarios en su relación con el sector de residuos y las implicaciones de los escenarios desarrollados, como base para la discusión. Implicaciones para la SST en el sector de los desechos en cada escenario Para este proyecto se desarrollaron cuatro escenarios diferentes sobre la economía circular, todos basados en el mismo conjunto de factores clave. Se asumieron diferentes valores futuros realistas para cada factor clave y se agruparon lógicamente utilizando un software para crear escenarios consistentes (EU-OSHA, 2021). El resultado es un conjunto de escenarios que representa una gama de diferentes resultados posibles para acciones y eventos en el futuro cercano. En este resumen, nos centraremos en las implicaciones específicas de los cuatro escenarios orientados a la economía circular para la SST en el sector de los residuos. Los efectos asumidos para 2040 difieren entre escenarios, lo que tiene diferentes implicaciones. La siguiente tabla muestra los cuatro escenarios EU-OSHA, que miran el futuro de la economía circular con un horizonte temporal para 2040. Una breve descripción enumera las características de cada escenario, seguidas de las dos o tres implicaciones más importantes para el sector de los desechos. Tabla 1. Descripción general de los cuatro escenarios y las implicaciones de la SST en el sector de los residuos Economías circulares europeas en 2040: impactos transversales para la SST en el sector de los residuos Algunas de las implicaciones específicas identificadas para la SST en el sector de residuos de la economía circular en 2040 abarcan los cuatro escenarios y se describen con más detalle a continuación . Dependiendo del escenario, se producirán diferencias entre regiones (o Estados miembro), en función de la capacidad de inversión disponible. Digitalización Las tecnologías digitales podrían aplicarse en el sector de la gestión de residuos de forma mucho más amplia con respecto a la actualidad, creando una amplia gama de nuevas oportunidades o resolviendo problemas existentes, en particular, con respecto al avance de Europa hacia una economía circular, para lo cual el impulso de la digitalización en el sector de los residuos sería un facilitador clave. El seguimiento de los productos durante todo su ciclo de vida (por ejemplo, a través del Internet de las Cosas), en combinación con contenedores de basura equipados con sensores, permitiría una clasificación automatizada más precisa y una mejor comunicación con los clientes (Eionet, 2021). La digitalización del tratamiento de los residuos también podría aportar mejoras considerables en materia de SST. Por ejemplo, si la recogida y el transporte de residuos, que actualmente, es una de las principales fuentes de accidentes (Eionet, 2021), se llevara a cabo en vehículos autónomos, los riesgos para los trabajadores podrían minimizarse. Además, una mayor densidad de sensores aumentaría la conciencia del contenido del flujo de desechos, reduciendo así los peligros para los trabajadores durante la manipulación y la clasificación. Robótica e inteligencia artificial Actualmente, la mano de obra humana sigue dominando la gestión y el tratamiento de los flujos de residuos. En las próximas dos décadas esto estará destinado a cambiar: los robots de aprendizaje son cada vez más hábiles en la identificación de componentes reciclables en flujos de residuos cada vez más complejos (PwC, 2018). Sin embargo, a medida que los robots se vuelven más independientes, sus acciones se vuelven menos predecibles y pueden aumentar los peligros para trabajadores (OIT, 2019). La complejidad general de los robots y el grado de integración de la inteligencia artificial dependerán del entorno legislativo y de la capacidad de inversión (regional), que determinan el ritmo y el alcance de la difusión de la tecnología. De ahí que siga existiendo cierta incertidumbre con respecto al grado de su implantación hacia el 2040 (OIT, 2019). Se espera que la automatización de los procesos peligrosos en la gestión de residuos reduzca en gran medida los riesgos de SST. La interacción entre humanos y robots, por otro lado, probablemente se volverá más compleja, ya que los trabajadores potencialmente tenderán a sobreestimar o a subestimar las capacidades del robot y el conocimiento de la situación. La dependencia excesiva de la automatización también puede conducir a la descualificación, sobre todo en situaciones de emergencia. Si los trabajadores gestionan procesos automatizados sin contacto con otros seres humanos, los riesgos psicosociales pueden aumentar por la falta de interacción social y de apoyo social de sus compañeros. Nuevos materiales y procesos Se espera que la convergencia de tecnologías dé lugar a avances innovadores, especialmente en lo que respecta a nuevos materiales (por ejemplo, los nanomateriales) o nuevos procesos (por ejemplo, la biotecnología industrial). En cuanto a

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Lecciones aprendidas en emergencias tecnológicas

Por: Dalia Grace Urueña Romero / Ingeniera ambiental / Especialista en Salud Ocupacional / Asesora Técnica CISPROQUÍM® Para el Centro de Información de Seguridad sobre Productos Químicos – CISPROQUIM®, una emergencia tecnológica está directamente relacionada con las pérdidas de contención con productos químicos (fugas, derrames, incendios o explosiones, entre otras, como es el caso de eventos que involucran materiales abandonados). Las emergencias tecnológicas son situaciones que tienen diversos componentes determinantes y hacen imperiosa la necesidad de conocer en profundidad sus pormenores puesto que, llegar a ese nivel de detalle, permitirá evitar o mitigar, de la mejor forma posible, los impactos negativos sobre la salud, el medio ambiente y la infraestructura. Sin embargo, la modalidad de asesoramiento telefónico no permite visualizar claramente todos los detalles de la situación. Por eso, la comunicación con quienes atienden las emergencias en forma presencial debe ser sencilla, clara y específica. Esto implica el desarrollo de habilidades para poder determinar la magnitud de un evento y desplegar la información técnica necesaria para guiar a las personas que, de forma presencial, atenderán los incidentes en pro de la prevención y la protección de la salud, la vida tanto humana como natural y la economía. Durante los últimos 31 años, en Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela— países donde CISPROQUIM® presta servicio de acompañamiento a las empresas vinculadas y comunidad en general— se han atendido 2.200 eventos tecnológicos siendo, en su mayoría, casos relacionados con el transporte de mercancías y almacenamiento. De estos eventos, el 52 % de las asesorías ha estadoasociado a sustancias inflamables y corrosivas. Estas son situaciones que dejan diferentes lecciones aprendidas. Causas de las emergencias Desde CISPROQUIM® hemos identificado que son múltiples los tipos de emergencias tecnológicas reportadas. Como se mencionó anteriormente, estas se pueden generar por fugas, derrames, incendios, explosiones e, incluso, materiales abandonados. Adicionalmente, se debe agregar que estas emergencias pueden ocurrir en los diferentes ciclos de vida de los productos. Con ello nos referimos a las actividades relacionadas con la producción, transporte, almacenamiento, consumo/uso y disposición final. Hay múltiples causas. Algunos ejemplos son: • Desconocimiento de las sustancias, sus características físicas-químicas y usos.• Apilamiento o estibamientos inadecuados.• Almacenamiento inadecuado.• Fatiga del personal.• Vías en mal estado.• Fallas mecánicas del vehículo.• Falla en los sistemas de contención por fisuras o diseños no funcionales.• Fallas en sistemas de suministro fijo y almacenamiento de sustancias químicas como tuberías, tanques y/o válvulas donde se pueden presentar fisuras, oxidación, trabas por acumulación de polvo o falta de mantenimiento.• Comportamientos inadecuados o inseguros. Al observar estas causas, la mayoría resultan totalmente prevenibles y, algunas veces, podrían ser previsibles si hubiese el suficiente juicio de observación durante los mantenimientos, el reporte de condiciones inseguras o cuando se augura una posible situación de emergencia, pero hay alguna circunstancia que impide gestionarla de manera oportuna antes de que ocurra. No obstante, una vez presentada la situación de emergencia lo principal es conservar el principio de prevención a través de indicaciones técnicas dirigidas a las personas que atienden presencialmente los incidentes. Esto con el fin de evitar complicaciones, asegurar procedimientos adecuados, ayudar a mantener condiciones que aún se encuentran estables, controlar aspectos fuera de la normalidad que todavía son de fácil manejo y gestionar los recursos humanos y técnicos para los casos que requieren de un manejo especial. Todo lo anterior requiere niveles de conocimiento, entendimiento, facilidad de expresión y experiencia —aspectos que facilitan el manejo de la situación—, especialmente de parte de quienes acuden a atender presencialmente este tipo de eventos como lo son los cuerpos de ayuda, las brigadas o la misma comunidad. Lecciones aprendidas Hay que tener en cuenta que las emergencias tecnológicas son similares, pero nunca iguales, ya que los detalles que las rodean las hacen diferentes. A pesar de que la atención brindada por el centro de información sea telefónica, la experiencia indica que la articulación adecuada con los actores presentes en el sitio de la emergencia, a través de una comunicación sencilla pero técnica, es un aspecto importante para llevar a buen término el control de la situación. Como se indicó anteriormente, las emergencias ocurridas por transporte en carretera de sustancias químicas son las que mayor enseñanza dejan, porque la mayoría son de causa antrópica y esto supone que se pueden prevenir. Las siguientes son situaciones frecuentes en emergencias tecnológicas, donde la liberación de sustancias de sus respectivos contenedores son un común denominador: Transporte • Situaciones presentadas en camionede estacas o carpados por goteos de sustancias mientras el vehículo transita. Esto indica un inadecuado estibamiento que, en muchas ocasiones, se podría evitar si al momento de hacer el cargue se observa que los contenedores no queden rozando con puntas metálicas u otros elementos que posteriormente se podrían insertar en el recipiente. En casos especiales, el contacto de un metal con la sustancia puede generar diversas reacciones como la generación de gases o vapores, el calentamiento de la sustancia o la generación de nuevas sustancias que podrían incrementar sus peligros potenciales. En camionescisterna se presentan goteos en válvulas ya sea por su mal estado, por averías, por exceso de presión o golpes; así mismo, ocurre en los manholes o tapas de presión cuando se produce liberación de presión por la generación de gases o vapores durante el movimiento de la sustancia al ser transportada.• Una causa habitual está relacionada por micro sueños de conductores o ayudantes; condiciones como el estrés o la ansiedad; interés por llegar antes de tiempo o en el menor tiempo posible; la realización de trayectos muy largos sin descanso; la indisposición o, incluso, el mismo estado de salud del conductor, entre otros factores que requieren que estas condiciones sean controladas por el personal de seguridad y salud en el trabajo de las empresas transportadoras. Inclusive, se presentan casos de informalidad o funcionamiento por fuera de la legislación por parte de la empresa y sus trabajadores.• Volcamientos en curvas, carreteras en mal estado o elementos que obstruyen la ruta (árboles, ramas, animales, personas, otros vehículos) son situaciones sorpresivas para los conductores que deben

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