‘Desarrollando Ciudades Resilientes MCR2030’, un marco de articulación en Colombia para la resiliencia ante desastres
Por: Cómo citar este artículo: Velandia Granados, G., & Torres Forero, B. Y. (2021). Desarrollando Ciudades Resilientes MCR2030: Un marco de articulación en Colombia para la resiliencia ante desastres. Revista Protección & Seguridad, (399), septiembre-octubre. A lo largo de la historia, Colombia ha sido impactada por diversos desastres. Dichas situaciones han permitido reconocer que la gestión del riesgo de desastres es un determinante y, a la vez, un condicionante para el desarrollo sostenible del país, en términos de planificación y planeación del desarrollo seguro. De ahí, la importancia de reconocer y destacar el rol tan importante de las comunidades, las autoridades locales y las entidades público–privadas para avanzar en la construcción y el fortalecimiento de la resiliencia y la gestión del riesgo de desastres en el país. La iniciativa ‘Desarrollando Ciudades Resilientes 2030’, MCR2030 (por sus siglas en inglés) es una alianza global que busca la articulación entre los diferentes actores del orden nacional y territorial con un propósito común: fortalecer las capacidades en gestión del riesgo de desastres para lograr la construcción de la sostenibilidad y la resiliencia territorial. Esta iniciativa global cuenta con una coordinación regional y nacional que facilita la conexión entre las necesidades de los territorios locales y una red de aprendizaje propicia para incidir en la reducción de los daños, pérdidas y costos asociados a los desastres. MCR2030 se soporta en el éxito del trabajo realizado en el marco de la Campaña Mundial ‘Desarrollando ciudades resilientes: ¡Mi ciudad se está preparando!’, que concluyó a finales de 2020 y promovió la implementación de ‘Diez aspectos esenciales para lograr ciudades resilientes’. Se trata de un decálogo concebido para guiar a los gobiernos locales en la planificación y toma de decisiones en materia de resiliencia, una apuesta adoptada por más de 4.347 gobiernos locales en el mundo y por más de 71 entidades territoriales en Colombia. En la actualidad, la MCR2030 busca incrementar el número de territorios comprometidos con la reducción del riesgo climático y de desastres así como la construcción de la resiliencia en el orden local, avanzando en la formulación e implementación de los planes territoriales de gestión del riesgo de desastres, planes de adaptación al cambio climático y demás acciones para mejorar las capacidades territoriales y aumentar el número de alianzas a nivel global y regional a lo largo de esta hoja de ruta hacia la resiliencia. En el caso de Colombia se convierte en una de las principales herramientas para mejorar los avances en la implementación de la Política Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, con miras a lograr mayores alcances en la sostenibilidad, la seguridad territorial y la protección de los bienes e intereses colectivos a través de la formulación y/o actualización de los planes territoriales de gestión del riesgo (municipal, distrital, departamental y nacional), acordes con lo establecido en el marco normativo reglamentario (Ley 1523 de 2012[1]). El enfoque programático de la iniciativa MCR2030 se apoya en una hoja de ruta conformada por tres etapas que abordan los procesos de comprensión del riesgo, la planificación y la implementación de acciones estratégicas que guían a los territorios, progresivamente y de manera particular, en el fortalecimiento de sus capacidades de reaccionar con efectividad y rapidez ante los efectos e impactos de las emergencias y los desastres. Gráfica 1. Hoja de ruta para la resiliencia MCR2030 Colombia Fuente: UNGRD a partir UNDRR, 2021 Es así como la UNGRD, en calidad de entidad coordinadora del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo (SNGRD) y miembro del Comité Regional de Coordinación de la MCR2030, en articulación con la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres Regional para Las Américas y El Caribe (UNDRR), ha puesto en marcha esta estrategia en Colombia como una contribución al desarrollo sostenible. Esta colaboración persigue la articulación con el marco normativo nacional en la construcción de sinergias entre socios estratégicos y, a su vez, la promoción, la divulgación y el apoyo (coordinado con el orden departamental) a los municipios y demás territorios que deseen inscribirse. De igual manera, la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) ha manifestado que, mediante la articulación de múltiples partes interesadas, la iniciativa MCR2030 busca impulsar la resiliencia territorial a través de la incidencia política, el intercambio de conocimientos y experiencias, y el establecimiento de redes de aprendizaje entre ciudades. De forma simultánea, estimula el fortalecimiento de las capacidades técnicas, conecta múltiples niveles de gobierno y promueve alianzas estratégicas[2]. Es fundamental también reconocer que la naturaleza y el origen de los escenarios de riesgo han cambiado y evolucionado y que los territorios se enfrentan al aumento de las condiciones de riesgo de desastres derivados de los efectos del cambio climático u otros factores como la pandemia por la COVID-19. Así, el enfoque de la gestión del riesgo de desastres debe ser sistémico, integral y sectorial, permitiendo la participación de todos los actores y facilitando que las entidades público, privadas y comunitarias comprendan los escenarios de riesgo para la posterior implementación de las medidas de reducción, el fortalecimiento de sus capacidades para la atención, la ejecución de la respuesta, la recuperación y por supuesto, la gobernanza en la Gestión del Riesgo de Desastres. Recientemente, Colombia ha soportado eventos como el paso de los huracanes ETA e IOTA, el impacto de las lluvias, de los eventos asociados a las precipitaciones y su impacto en diferentes departamentos del país. Esto, sumado a la actuación y respuesta para enfrentar la pandemia por la COVID-19, ha evidenciado las capacidades y fortalezas del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres. No obstante, también ha generado necesidades y retos para continuar robusteciendo la gobernanza, los instrumentos de planificación y las acciones de articulación con cada uno de los actores en la implementación de los procesos de la gestión del riesgo concebidos desde la política nacional. De este modo, ‘Desarrollando Ciudades Resilientes 2030’ se constituye como una hoja de ruta que permitirá a las autoridades y entidades territoriales orientar sus procesos de