Condiciones de Salud

Manejo de la fatiga en el lugar de trabajo

Fuente: Seguridad Minera (2017). Fatiga laboral: tipos, síntomas y consecuencias. Recuperado de: http://www.revistaseguridadminera.com/salud-ocupacional/fatiga-laboral-tipos-sintomas-y-consecuencias/ Cómo citar este artículo:Seguridad Minera. (2017). Manejo de la fatiga en el lugar de trabajo. Revista Salud, Trabajo y Ambiente No. 103 pág. 19-22. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/manejo-de-la-fatiga-en-el-lugar-de-trabajo/ Fatiga laboral: tipos, síntomas y consecuencias Es normal sentir en ocasiones fatiga. Forma parte de la condición humana. Se suele percibir el cansancio, generalmente después de un sobreesfuerzo o tensión sostenida. Bajo este término se etiquetan estados de diferente intensidad (desde muy ligera hasta el agotamiento total) y no es fácil dar con una definición única y aceptable para todos. Se podría decir que se manifiesta como una sensación de debilidad y agotamiento acompañada de molestias, incluso dolor e incapacidad para relajarnos. Los diferentes tipos de fatiga tienen en común diversas características: • Generalmente se traduce en una disminución de la capacidad de respuesta o de acción de la persona.• Es un fenómeno multicausal, aunque se pueda encontrar que en su origen pese más un factor concreto.• Afecta al organismo como un todo (físico y psíquico) y en grado diverso, dado que se percibe de manera personal.• Sus elevados aspectos subjetivos y psicosomáticos.• Su dificultad reparadora.• Su tendencia para hacerse crónica y persistente.• Su implicación a todos los niveles profesionales.• Es un mecanismo regulador del organismo, de gran valor adaptativo, por cuanto nos indica cuándo es necesario parar para descansar. Las dificultades surgen cuando se mantiene independientemente de esta necesidad de adaptación o cuando no resulta posible una recuperación adecuada de ella. Entonces se hace referencia a una fatiga crónica. De ahí la importancia que adquiere para la prevención de los efectos negativos, el diseño adecuado de condiciones, espacios y herramientas y, en general, la adaptación del trabajo a la persona, así como la escucha del propio cuerpo. Cómo se manifiesta La fatiga se manifiesta en función de factores situacionales y características personales y tienen siempre, además de efectos funcionales, un sustrato corporal subjetivo: dolores de cabeza o musculares, picor de ojos, embotamiento, coraza tensional, torpeza en los movimientos… Es decir, cada uno experimenta la fatiga a su propia manera, en su propio cuerpo y según la situación. Ese es el motivo de que se encuentren diferencias entre las personas y en diferentes momentos de la persona, en cuanto a las formas y la intensidad de sentir la fatiga. Fatiga Laboral La fatiga laboral es aquella que se origina en la relación persona-trabajo. La persona no puede separarse del trabajador (es la persona misma quien trabaja, se relaciona con sus amigos, disfruta y sufre, descansa, tiene un sueño reparador o se fatiga más aún) y determinadas actitudes, vivencias o experiencias fuera del ámbito estrictamente laboral van a condicionar tanto que se origine fatiga como la forma en que va a ser percibida. De este modo, habría al menos dos vías de intervención en la prevención de la fatiga: de un lado las técnicas y estrategias centradas en la persona, de otra las centradas en las condiciones de trabajo y su organización e incluso las que pusieran su acento en la interacción de una y otra. Desde el punto de vista de la institución, organización o empresa donde la persona desarrolle su trabajo será necesario identificar cuáles son las características de las condiciones de trabajo que incrementan la fatiga para implantar medidas de prevención que puedan aminorarla. Estas medidas no tienen por qué ser específicas, sino que al adoptar aquellas otras que permiten eliminar o minimizar los riesgos estaríamos también reduciendo los efectos de dichas condiciones de trabajo sobre la fatiga del trabajador. Así, por ejemplo, si al utilizar pantallas de visualización de datos se adopta las posturas adecuadas, se dispone de un asiento que reúna los requisitos ergonómicos. La pantalla y el resto de los útiles de trabajo están dispuestos correctamente, las condiciones ambientales son confortables y ajustadas a la exigencia de la tarea. Asimismo, los programas que se manejan son intuitivos y fácilmente utilizables, se goza de autonomía que permite planificar el trabajo y las pausas y se cuenta con apoyo social en el grupo de trabajo. En ese sentido, no solo se estará interviniendo sobre aspectos ergonómicos y psicosociales, sino que, al hacerlo, se previene la posible fatiga física, sensorial, mental y emocional. Además de esto, también se pueden desarrollar acciones centradas en la persona, como el entrenamiento en estrategias y habilidades de gestión del cansancio. Fatiga Física En este caso, la fatiga se debe, bien a una tensión muscular estática, dinámica o repetitiva, bien a una tensión excesiva del conjunto del organismo, o bien a un esfuerzo excesivo del sistema psicomotor. Estos esfuerzos excesivos pueden estar causados por: • Factores dependientes de una incorrecta organización del trabajo.• Factores dependientes del mismo individuo: defectos visuales, lesiones esqueléticas preexistentes.• Condiciones ergonómicas y ambiente de trabajo no satisfactorios. Se trata de la disminución de la capacidad física del individuo después de haber realizado un trabajo durante un tiempo determinado. La fatiga constituye un fenómeno complejo que se caracteriza porque el trabajador: • Baja el ritmo de actividad.• Nota cansancio.• Los movimientos se hacen más torpes e inseguros.• Aparece una sensación de malestar e insatisfacción.• Disminuye el rendimiento en cantidad y calidad. La máxima cantidad de trabajo que puede realizar un músculo estará determinada por el ritmo de trabajo, la tensión muscular y la circulación sanguínea. Por tanto, la aparición de la fatiga estará relacionada con el mantenimiento de la irrigación y, en definitiva, con el aporte de oxígeno al músculo. Las exigencias físicas de trabajo que sobrepasen las capacidades del individuo (sobrecarga de trabajo) pueden llevar a la situación de fatiga muscular. Si esta se mantiene durante un tiempo, puede afectar no solo a los músculos directamente implicados en la realización del trabajo, sino también a aquellos otros que no han intervenido en el trabajo e incluso al propio sistema nervioso. De esta manera, se pasaría de una situación de fatiga normal, con deterioro pasajero de la capacidad de trabajo de determinadas partes del cuerpo, que es fácilmente

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Gestión de la salud desde los estándares mínimos del SG-SST para las pymes en Colombia

Por Leidy Liceth Pérez Claros / Enfermera / Especialista en salud ocupacional, Magíster en salud y seguridad en el trabajo / Líder técnica del CCS 2020 – 2022 / octubre de 2020. Cómo citar este artículo:Peréz, L. (2020). Gestión de la salud desde los estándares mínimos del SG-SST para las pymes en Colombia. Revista Protección & Seguridad No. 394 pág. 57-62. Consejo Colombiano de Seguridad. Introducción La relación entre la salud y el trabajo ha sido estudiada a través de la historia con un abordaje positivo entendiendo el trabajo como parte fundamental de las dimensiones del ser humano desde una visión holística, no obstante, también su abordaje se ha dado por los impactos negativos sobre la salud, con la presentación de accidentes de trabajo, enfermedades laborales e, incluso, la pérdida de vidas a causa de estos. La gestión para contrarrestar los efectos negativos del trabajo y garantizar la salud de los trabajadores también ha evolucionado conforme a la visión que se ha tenido del ser humano, puesto que, en un principio y con el nacimiento de la salud pública, la gestión se daba dentro del contexto de un modelo higienista con una visión unicausal que, simplificando su intervención, se dedicaba a atender la enfermedad. Sin embargo, a medida que se estudiaron los determinantes sociales y se entendió su relación con la salud y la enfermedad de los sujetos, esta visión higienista migró a una visión holística, en la que se requería no solo la intervención física, sino mental, emocional, socioeconómica y hasta el abordaje de los procesos que subyacen bajo la distribución de aquellos factores de riesgos o protectores de la salud en los colectivos. En atención a lo anterior, la gestión de la salud laboral se da desde la transectorialidad y la multidisciplinariedad, razón por la cual existen diferentes sectores y disciplinas cuyo objeto de trabajo es la salud de los trabajadores. En este contexto existe sinergia y complementariedad entre las áreas para abordar a cada trabajador como un ser holístico con unas características individuales, que interacciona con las condiciones intralaborales y extralaborales. Por su parte, en Colombia, la gestión de la salud de los trabajadores se enmarca en el Sistema de Gestión en la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST) y sus actividades se encuentran interrelacionadas con los demás lineamientos, haciendo alusión precisamente al concepto de sistema como un conjunto de elementos interconectados para conformar un todo. Lo anterior, bajo la estructura del ciclo PHVA: Planificar, hacer, verificar y actuar, en el cual se contemplan aquellos aspectos para garantizar lugares de trabajo seguros y saludables. Gestionar la salud de los trabajadores implica establecer actividades de medicina laboral y de prevención y promoción, en conformidad con los focos de intervención identificados según la naturaleza y características tanto externas como internas del contexto de las empresas. Figura 1. Ciclo PHVA Específicamente, en la Resolución 312 de 2019 (Ministerio de Trabajo, 2019) se han establecido los estándares mínimos del SG-SST en el marco del Sistema de Garantía de Calidad del Sistema General de Riesgos Laborales (SGRL), los cuales fueron clasificados de acuerdo con el número de trabajadores de las empresas y la clasificación del riesgo en el SGRL (riesgo: I, II, III, IV o V); esta resolución se emitió con el objeto de aliviar a las pequeñas y medianas empresas (pymes), al reducir la exigencia de requisitos de seguridad y salud en el trabajo. Los SG-SST para pymes en Colombia Las pymes representan un elemento esencial en la economía de todo el mundo y se han definido en cada país por criterios tales como: número de trabajadores, sector económico, activos, ventas, entre otros; particularmente en Colombia, mediante la Ley 905 de 2004 (Congreso de Colombia, 2004), se determinaron como parámetros de clasificación los activos y el número de trabajadores, de la siguiente manera: Tabla 1. Clasificación de las pymes en Colombia *SMMV: Salario mínimo mensual vigente.** UVT: Unidad de Valor TributarioFuente: elaboración propia a partir de información de la Ley 905 de 2004. Por su parte, los estándares mínimos del SG-SST se clasificaron según los siguientes aspectos: Tabla 2. Clasificación de los estándares mínimo del SG-SST En el sentido estricto del cumplimiento de la normatividad relacionada, lo anterior significa que las pequeñas empresas clasificadas en riesgo I, II o III y las clasificadas en riesgo IV o V, deberán cumplir con 7 y 21 estándares mínimos respectivamente, y, por su parte, las empresas medianas, independientemente de su nivel de riesgo, estarían obligadas a cumplir con la totalidad de los estándares. En el presente artículo se presenta el desarrollo de los ítems específicos para gestionar la salud en las pymes. Gestión de la salud en pymes Como punto de partida para la gestión de la salud en pymes, se requiere conocer la naturaleza y contexto de la empresa, esto incluye la identificación de los peligros, la valoración y evaluación del riesgo, teniendo en cuenta que, a partir de esta información, se pueden establecer las necesidades específicas para cada caso. Una vez se conocen los peligros a intervenir, se determinan, en los profesiogramas, los tipos de pruebas médicas a realizar por cada uno de los cargos o áreas de la empresa, estas evaluaciones médicas se definen como un acto médico mediante el cual se interroga y examina a un trabajador, con el fin de monitorear la exposición a factores de riesgo y determinar la existencia de consecuencias en la persona por dicha exposición. Incluye anamnesis, examen físico completo con énfasis en el órgano o sistema blanco, análisis de pruebas clínicas y paraclínicas, y su correlación entre ellos para emitir un diagnóstico y las recomendaciones (Ministerio de Salud y Protección social, 2007). Los tipos de evaluaciones médicas contempladas son: ◥ De ingreso o preingreso: permiten determinar la aptitud del trabajador, sin perjuicio a la salud, para desempeñar el cargo en las condiciones de trabajo correspondientes de la empresa. Producto de esta evaluación, es posible que se determine aptitud al cargo con restricciones o recomendaciones que deben adoptarse en el desarrollo de la labor.◥

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Medicamentos en el hogar: pautas para evitar intoxicaciones

Por Lizeth Viviana Salamanca Galvis / Periodista / Magíster en Responsabilidad Social y Sostenibilidad / Líder de Comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) Con orientación de Edgar Velandia / Médico cirujano / Magíster en Toxicología / Asesor de CISPROQUIM® Cómo citar este artículo:Salamanca, V. (2021). Medicamentos en el hogar: pautas para evitar intoxicaciones. Revista Protección & Seguridad en la Comunidad pág. 33-36. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/medicamentos-en-el-hogar-pautas-para-evitar-intoxicaciones/ De acuerdo con datos del Centro de Información de Seguridad sobre Productos Químicos (CISPROQUIM®), en 2020 fueron reportadas 3.364 intoxicaciones en las cuales hubo uso inadecuado de, por lo menos, un medicamento humano. Además, representaron cerca del 40 % del total de intoxicaciones registradas durante el año. En la gran mayoría de los casos (67 %), las intoxicaciones con medicamentos ocurrieron de manera intencional, es decir, las personas ingirieron fármacos mediante conductas suicidas, delictivas o por abuso. Por su parte, las causas no intencionales fueron menores, aunque a una tasa considerable (30 %) e involucró el descuido, el mal uso y el error terapéutico, mientras que un porcentaje inferior (3 %) aparece asociado a la reacción adversa, síndrome de abstinencia e intoxicación crónica. El problema, entonces, no son los medicamentos sino el uso que se les da, especialmente, cuando hablamos del ámbito del hogar donde suele ocurrir una buena proporción de estos eventos. De hecho, aunque los adultos son la población más afectada, los niños y adolescentes no se quedan atrás. En este caso, los niños pequeños, especialmente entre los 2 y los 3 años, son más susceptibles a intoxicarse accidentalmente con este tipo de agentes. Esto se debe, por un lado, a la curiosidad propia de su desarrollo motriz: están en una etapa de exploración donde es usual que se lleven elementos a la boca y aprenden por imitación, por lo que no es extraño que intenten remedar a sus padres, tíos o abuelos en la toma de medicamentos. De otro lado, estos elementos suelen tener presentaciones llamativas: grageas pequeñas o líquidos de colores llamativos, brillantes e, incluso, sabores agradables que los pequeños suelen asociar a dulces. En este caso, el peligroes dejar medicamentos al alcance de los niños en el hogar. Así mismo, se han presentado casos en los que son los padres o cuidadores quienes administran mal los medicamentos a sus niños, yasea por error en la lectura o comprensión inadecuada de la fórmula médica, lo que puede llevar, por ejemplo, a una posible sobredosis. Los adolescentes, por su parte, son más propensos, al igual que los adultos, a utilizar los fármacos de manera intencional en calidad deabuso o en conductas suicidas. Esto ocurre, generalmente, en hogares disfuncionales, con presencia de conflictos intrafamiliares o cuando las personas están presentando un deterioro de su salud mental o atravesando una crisis emocional. En este sentido, el almacenamiento de medicamentos, de diversa índole, que se encuentren disponibles en el hogar constituyen un peligro, porque, incluso, se han evidenciado casos en los que hubo más de un fármaco involucrado en la intoxicación. Ahora bien, en los adultos también se presentan episodios de intoxicación debido a malas prácticas implementadas en el hogar, conrelación al almacenamiento de los medicamentos como cambiar o trasvasar envases, depositar en un mismo empaque fármacos distintos guardarlos durante largos periodos de tiempo y, luego, administrarlos sin verificar su fecha de vencimiento y propiedades de calidad. Otros peligros se asocian a la administración de fármacos y dosis por error o descuido, la automedicación y el hecho de que el paciente tenga disminuida su capacidad visual o de memoria, llevándolo a confundir productos o a repetir varias veces su ingesta. Buenas prácticas al consumir medicamentos Al comprar o reclamar  Cuando vaya a la farmacia o solicite medicamentos en su EPS, revise que le entreguen los productos que correspondan con la fórmula médica en nombre, cantidad, composición, presentación (grageas, tabletas, gotas, jarabe, crema, etc.) y concentración (miligramos o mililitros).  Ya sea que adquiera tanto medicamentos convencionales como homeopáticos, asegúrese de comprar en establecimientos de confianza, de laboratorios avalados y verifique la autenticidad del producto. Compruebe que los sellos de seguridad estén en perfecto estado y que cuente con registro Invima. A través de la página web www.invima.gov.co puede consultar la veracidad de los registros sanitarios. Uso  Antes de ingerir un medicamento verifique que sea el que corresponde al envase en cuanto a nombre comercial o genérico (por ejemplo, aspirina) y principio activo (en este caso, ácido acetilsalicílico). Así mismo, que la concentración sea la indicada por su médico. Revise la fecha de vencimiento del producto y sus condiciones de calidad. Compruebe que el aspecto, el color y el olor del medicamento sean los esperados. Confirme muy bien la frecuencia de administración de la fórmula médica (cada 8 horas, una vez al día) y la cantidad o dosis (una cucharada, una gragea, tres gotas). Siga las indicaciones al pie de la letra. No cambie los dosificadores. Por ejemplo, si un jarabe trae una cuchara medidora, úsela en lugar de recurrir a una cuchara “sopera” convencional. No mezcle medicamentos entre sí para ingerirlos en una sola toma. Según las indicaciones de la fórmula médica, tome un medicamento a la vez. No repita un tratamiento a menos que el especialista de la salud lo indique. Tampoco le recomiende su fórmula a otro paciente.Es un documento personal e intransferible. No se automedique ni automedique a otros. Esta mala práctica puede ocasionar complicaciones de salud mayores y evita una atención clínica oportuna. Adicionalmente, la falta del criterio de un profesional de salud en la prescripción de los medicamentos puedellevar a una persona a combinar componentes incompatibles entre sí. Recuerde que todos los organismos tienen condiciones, necesidades y reacciones distintas. Hay personas que tienen contraindicaciones, alergias o condiciones médicas que deben ser tenidas en cuenta a la hora de ser formuladas. No combine la ingesta de medicamentos con bebidas alcohólicas. Puede generar efectos adversos, reacciones negativas, exacerbar efectos secundarios o inhibir el efecto deseado del fármaco. Conservación  Conserve los medicamentos en su envase original. No los

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Exposición a sustancias químicas peligrosas en el trabajo e impactos en la salud: una revisión global

Por Organización Internacional del Trabajo (OIT), Traducido por Gerencia de Comunicaciones del CCS. Disponible en https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—ed_dialogue/—lab_admin/documents/publication/wcms_811455.pdf Nota aclaratoria: del documento original se extrajeron los apartados que, para el propósito de esta publicación y el público al que se dirige, se consideraron más pertinentes y prácticos. Los interesados pueden consultar el informe completo en el link previamente proporcionado. Antecedentes Los trabajadores de todo el mundo se enfrentan a una crisis sanitaria mundial debido a la exposición laboral a productos químicos tóxicos. Cada año, más de mil millones de trabajadores están expuestos a sustancias peligrosas, incluidos contaminantes, polvos, vapores y humos en sus entornos de trabajo. Muchos de estos trabajadores pierden la vida después de dichas exposiciones, sucumbiendo a enfermedades fatales, cánceres y envenenamientos, o por lesiones fatales luego de incendios o explosiones. También se debe considerar la carga adicional que enfrentan los trabajadores y sus familias por lesiones no fatales que resultan en discapacidad, enfermedades crónicas debilitantes y otras secuelas de salud que, lamentablemente, en muchos casos permanecen invisibles. Todas estas muertes, lesiones y enfermedades son totalmente prevenibles. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha reconocido durante mucho tiempo que la protección de los trabajadores frente a los productos químicos peligrosos es esencial para garantizar poblaciones saludables y entornos sostenibles. No obstante, los trabajadores siguen estando desproporcionadamente expuestos a productos químicos en casi todos los sectores. La producción de productos químicos, así como las industrias que los utilizan se están expandiendo, lo que significa un alto potencial para una mayor exposición ocupacional. Además, con la introducción de nuevos productos químicos cada año, los mecanismos para regular la exposición, como la implementación de límites de exposición ocupacional, luchan por mantenerse al día. Por lo tanto, existe una necesidad urgente de tomar medidas e implementar medidas efectivas para prevenir impactos negativos sobre los trabajadores, sus familias y comunidades más amplias. En respuesta a la creciente preocupación internacional por la seguridad química se desarrolló el Enfoque Estratégico para la Gestión de Productos Químicos a Nivel Internacional (SAICM, por sus siglas en inglés) que sirviera como marco de políticas para promover la seguridad química. Las consideraciones sobre la exposición ocupacional deben estar en el centro del SAICM y se necesitan medidas aún más fuertes en este nuevo marco para proteger a los trabajadores de las exposiciones químicas. Esta revisión global se llevó a cabo con el fin de proporcionar una base de evidencia sólida para los esfuerzos en materia de políticas. Como tal, representa un análisis necesario y completo de las tendencias y prioridades recientes cuando se trata de proteger la salud y la seguridad de los trabajadores frente a la exposición a sustancias químicas en el lugar de trabajo. Hallazgos principales Las principales exposiciones químicas identificadas como prioridades incluyen: Amianto Sílice Metales pesados Disolventes Tintes Nanomateriales manufacturados (MNM) Productos químicos perfluorados (PFAS) Sustancias químicas disruptoras endocrinas (EDC) Pesticidas Contaminación del aire en el lugar de trabajo Para la gran mayoría de las exposiciones químicas, no existen datos para estimaciones locales, regionales y globales y el número detrabajadores expuestos ni siquiera puede estimarse. Solo un número limitado de exposiciones ocupacionales químicas se consideran, controlan y regulan en los lugares de trabajo. Debido a la falta de información completa sobre la exposición química de los trabajadores y los resultados respectivos, como la muerte, el cáncer, etc., los cálculos de la carga global de la enfermedad a menudo faltan o están severamente subestimados. Si bien se han eliminado gradualmente algunos productos químicos peligrosos, todavía se utilizan varias sustancias tóxicas en todo el mundo y los trabajadores de los países de ingresos bajos y medianos están particularmente expuestos. El cáncer es la principal causa de muerte relacionada con el trabajo. Se han identificado más de 200 sustancias diferentes como carcinógenos humanos, conocidos o probables, y muchas de estas exposiciones ocurren en los entornos laborales. Las exposiciones ocupacionales a sustancias químicas tienen efectos tóxicos en diferentes sistemas del cuerpo, incluidos los sistemas reproductivo, cardiovascular, respiratorio e inmunológico, así como en órganos específicos como el hígado y el cerebro. Acciones prioritarias Esta revisión demuestra claramente la necesidad de una acción rápida para proteger a los trabajadores en varios sectores económicos en todo el mundo. Las acciones clave para garantizar la protección de los colaboradores y los esfuerzos de prevención incluyen límites de exposición ocupacional estrictos y basados en evidencia, medidas en el lugar de trabajo siguiendo la jerarquía de control y eliminación, así como restricciones químicas. Los puntos clave incluyen los siguientes aspectos: Las políticas para la gestión racional de los productos químicos siempre deben seguir un enfoque de sistemas, como se describe en el Convenio No. 187 de la OIT sobre el Marco Promocional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Las normas internacionales del trabajo son cruciales para responder a la crisis de salud ocupacional que plantean los productos químicos. Los convenios clave de la OIT relacionados con la gestión segura de productos químicos, incluidos el Convenio sobre Productos Químicos No. 170 de la OIT y el Convenio sobre Prevención de Accidentes Industriales Mayores No. 174, deben ratificarse e implementarse como una prioridad. Debe establecerse una cultura preventiva de seguridad y salud a nivel nacional y en el lugar de trabajo, con diversas partes interesadas, involucradas en todos los niveles. Se deben establecer, actualizar, implementar y hacer cumplir los límites de exposición ocupacional (LEO), armonizados y basados en evidencia, para los principales productos químicos peligrosos. A nivel del lugar de trabajo se recomienda un enfoque programático para la gestión racional de los productos químicos, así como una estrategia que involucre la identificación de los productos químicos, la evaluación integral de los riesgos y la implementación de medidas de control. Las medidas preventivas deben implementarse siguiendo la Jerarquía de Controles, como se establece en la guía de la OIT. Existe una necesidad urgente de repositorios de datos globales armonizados y bases de datos de información sobre la exposición química y los efectos resultantes en la salud de los trabajadores. Se debe considerar como prioridad la investigación

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Variabilidad climática y fenómenos meteorológicos extremos, amenazas para la salud y la seguridad en el trabajo

Cástulo Rodríguez Correa, médico especialista en medicina del trabajo; vocero autorizado y expresidente de la Sociedad Colombiana de Medicina del Trabajo. Cómo citar este artículo: Rodríguez, C. 2022. JVariabilidad climática y fenómenos meteorológicos extremos, amenazas para la salud y la seguridad en el trabajo. Revista Perspectivas de Sostenibilidd Directorio 2022. 395 pág. 101 – 103. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/variabilidad-climatica-y-fenomenos-meteorologicos-extremos/ Las temperaturas continúan aumentando en todo el mundo agravando la carga de calor existente en las áreas tropicales y zonas aledañas a estas, tanto para entornos de trabajo interiores como exteriores. Los períodos calurosos más prolongados y frecuentes pueden generar un mayor estrés por calor ocupacional, lo que conduciría a más casos de enfermedades relacionadas, como lo es la insolación, el agotamiento, la disminución de la tolerancia química y la fatiga, por mencionar algunos ejemplos. La exposición a mayores temperaturas también puede reducir las funciones cognitivas y generar un mayor riesgo de lesiones o fallas en la seguridad. Además, el calor puede ser un factor que contribuya a muchas otras lesiones o enfermedades graves o mortales, como las provocadas por caídas o infartos de miocardio. Con temperaturas más altas y la predicción de fenómenos meteorológicos extremos y más frecuentes, la exposición al calor y el estrés por este factor se están convirtiendo en un importante problema de seguridad para los empleados. Incluso, pequeños cambios en la temperatura promedio se traducirían potencialmente en un aumento sustancial en el número de muertes y casos de enfermedades graves relacionadas. Sin embargo, existen pocos estándares regulatorios para proteger a los trabajadores de los peligros relacionados con el cambio climático. Tal vez los trabajadores más expuestos a la variabilidad climática son los trabajadores agrícolas y de la construcción, los socorristas, los pescadores los agentes comerciales, los paramédicos, los trabajadores del transporte y otros colaboradores que desempeñan funciones al aire libre. Para ellos, especialmente, para quienes realizan trabajos físicamente exigentes durante períodos prolongados, las temperaturas elevadas son particularmente molestas. De hecho, en algunos casos, la necesidad de usar ropa protectora (debido a la naturaleza propia de su ocupación), puede incrementar el estrés por calor. No obstante, quienes se desempeñan en espacios interiores o seminteriores también pueden verse afectados por el aumento de la temperatura y la humedad. Las altas exposiciones al calor se pueden originar en ambientes interiores con poca ventilación ysin sistemas de enfriamiento. Incluso, en ocasiones las temperaturas en espacios interiores pueden llegar a ser más altas que en el exterior. A esto se le suma que, así como ocurre en entornos de trabajo al aire libre, algunos trabajadores de interiores también debenusan ropa protectora, lo que profundiza este estresor. A lo anterior se añade que la contaminación ambiental se encuentra vinculada a efectos agudos y crónicos sobre la salud. Las cardiopatías isquémicas, los accidentes cerebrovasculares, las enfermedades respiratorias y los trastornos alérgicos tienen una relacióncompleja con el cambio climático. Las temperaturas elevadas pueden aumentar los niveles de contaminación del aire, por ejemplo, de ozono a nivel del suelo y emisiones provenientes de incendios forestales. En este último caso, el humo que desprenden este tipo de conflagraciones contiene material particulado, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y varios compuestos orgánicos volátiles que contribuyen a reducir significativamente la calidad del aire en áreas urbanasy rurales, tanto a nivel local como en un radio de acción más amplio gracias a la acción del viento. Ya sea en interiores o al aire libre, los trabajadores pueden estar cada vez más expuestos a los contaminantes del aire como resultado del cambio climático. Debido a que los fenómenos meteorológicos extremos que dan lugar a desastres naturales como inundaciones, deslizamientos de tierra, tormentas y sequías son cada vez más frecuentes e intensos, la necesidad de contar con personal de emergencia es cada vezmayor. Por lo tanto, los trabajadores involucrados en las labores de rescate y recuperación, tendrán exposiciones más frecuentes a las condiciones de riesgo creadas por dichos eventos. A su vez, estos fenómenos pueden causar daños a la infraestructura como líneas eléctricas, carreteras, transporte y edificios, desastres que pueden conducir a un mayor riesgo de lesiones traumáticas. Por otro lado, las temperaturas y lluvias cambiantes pueden afectar el hábitat de vectores, patógenos, huéspedes y alérgenos. Tales cambios afectan también a los insectos vectores, aumentando sus poblaciones, extendiendo sus temporadas de transmisión y expandiendo su distribución estacional y espacialmente. Así mismo, el aumento de la prevalencia y distribución de patógenos puede afectar a los trabajadores de la salud, a los que se desempeñan al aire libre y a quienes se encargan de dar respuesta a las emergencias.Por ejemplo, quienes laboran en ambientes exteriores pueden tener un mayor riesgo de contraer enfermedades transmitidas por mosquitos, como fiebre del Nilo, dengue, chikunguña, malaria y zika y enfermedades transmitidas por garrapatas, como laenfermedad de Lyme. Posiblemente existen varias enfermedades crónicas que pueden agravarse o, incluso, atribuirse a los efectos del cambio climático. Prueba de ello es la epidemia de enfermedad renal crónica de etiología no tradicional (ERCnT), que se ha relacionado con el aumentode las temperaturas en las zonas bajas de Centroamérica. En conclusión, los riesgos para la salud y la seguridad asociados con el cambio climático no pueden subestimarse. Sin embargo, los trabajadores, en particular los que laboran al aire libre en las regiones tropicales y subtropicales, así como en los países de ingresos bajos y medianos, son especialmente vulnerables. Frente a este desafío, ¿cuál debe ser la respuesta de los gobiernos, los empresarios y los profesionales responsables de los programas de seguridad y salud en el trabajo? Por un lado, están las tareas del gobierno, el cual tiene que ayudar a mejorar nuestro conocimiento. La información sobre el cambio climático y la información sobre medidas técnicas de adaptación son de las más importantes. Financiar la investigación básica en esta área es una de sus tareas fundamentales. Así mismo, debe proporcionar el marco regulatorio para los mercados de seguros. Las consecuencias económicas de los desastres naturales pueden amortiguarse a través de pólizas. A su vez, fomentar el crecimiento ayudará a hacer frente

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La resistencia a los antimicrobianos: una amenaza para la salud mundial

Autores: Organización Panamericana de la Salud, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Organización Mundial de Sanidad Animal y Unión Europea Tomado y adaptado de: https://www.paho.org/es/documentos/folleto-trabajando-juntos-para-combatirresistencia-antimicrobianos La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es un fenómeno natural de modificación genética de los microorganismos (como bacterias, virus, parásitos y hongos) que les permite ser cada vez más resistentes a la acción de los fármacos antimicrobianos (antibióticos, antifúngicos, antiparasitarios, entre otros). Aunque se trata de un proceso natural, el uso inadecuado y excesivo de antimicrobianos acelera su desarrollo e intensidad, de manera que hoy en día la RAM se ha convertido en una amenaza para la salud mundial. Los microorganismos resistentes a los antimicrobianos se encuentran en las personas, los animales, los alimentos y el medioambiente (agua, aire, suelo) y se transmiten de unos a otros. El control deficiente de las infecciones, las condiciones sanitarias inapropiadas y la manipulación incorrecta de los alimentos fomentan la propagación de microorganismos resistentes a los antimicrobianos. La RAM supone una creciente amenaza para la salud mundial pues las enfermedades infecciosas son cada vez más difíciles de curar y, por ende, los tratamientos son más largos y costosos. Día a día se pueden ver muchos ejemplos del uso inadecuado de los antibióticos como su utilización en las personas para el tratamiento de infecciones virales (como un resfrío o una gripe) y su administración en la producción animal como promotores de crecimiento o para prevenir enfermedades en los animales sanos. La RAM requiere una respuesta global debido a que pone en peligro la posibilidad de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Algunas infecciones comunes y potencialmente mortales, como la neumonía y las infecciones posoperatorias, así como el VIH, la tuberculosis y la malaria, son cada vez más difíciles de tratar debido a la resistencia a los antimicrobianos. De no controlarse, este fenómeno puede tener consecuencias significativas a nivel social, económico y de seguridad sanitaria, que pueden perjudicar el desarrollo de los países. Una lucha que requiere trabajo en equipo La prevención de la RAM y la lucha contra este fenómeno son responsabilidades compartidas por los sectores que se ocupan de la salud humana, la sanidad animal y el medioambiente y, por lo tanto, requieren una respuesta multisectorial, global y coordinada. En 2010, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) asumieron el firme compromiso de combatir la RAM y, desde entonces, trabajan de forma coordinada para mitigar los riesgos para la salud humana, la sanidad animal y el medioambiente. A este compromiso se unió también la Unión Europea (UE) que desde 2011 implementa planes de acción de lucha contra la RAM. Estos actores se han unido para implementar el proyecto “Trabajando juntos para combatir la resistencia a los antimicrobianos”. En el marco de esta iniciativa, que tendrá una duración de cuatro años (2020-2023), se brindará apoyo a siete países —Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Uruguay— en la implementación de Planes de Acción Nacionales (PAN) para combatir la resistencia a losantimicrobianos. Los PAN se encuentran en diferentes fases de implementación. El proceso prevé la realización de un análisis de situación multisectorial sobre la RAM para identificar brechas, oportunidades y próximos pasos para fortalecer la implementación, de acuerdo con los objetivos específicos de cada país. La iniciativa permitirá establecer relaciones con los principales actores que luchan contra esta amenaza a nivel mundial, intercambiar experiencias, abogar por la adopción de las mejores prácticas en el uso de antimicrobianos en el ámbito de la salud humana, la sanidad animal y la agroindustria, y promover acciones colaborativas, incluido el acceso al conocimiento sobre las mejores prácticas aplicadas en la Unión Europea. Uno de los grandes desafíos de este proyecto es alcanzar una comunicación de riesgos eficaz, mediante la cual se desarrollen procesos de concienciación, promoción y capacitación para generar conocimientos sobre la RAM a diferentes audiencias. Para ello, se trabaja en la conformación de una red de comunicadores sobre RAM, integrada por periodistas, técnicos de los ministerios de salud, agricultura y ganadería y representantes de la OPS, la FAO, la OIE y la UE. La resistencia a los antimicrobianos y la COVID-19 El proyecto también apoyará las acciones de los países para reducir los efectos del virus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad por coronavirus. La RAM podría aumentar las muertes relacionadas con la COVID-19, pues algunos pacientes pueden desarrollar infecciones bacterianas secundarias durante su hospitalización. Al mismo tiempo, la pandemia amenaza con debilitar aún más la eficacia de los antimicrobianos, ya que el aumento en su uso puede conducir a infecciones bacterianas más resistentes al tratamiento. El desafío que imponen las infecciones por microorganismos resistentes a los antimicrobianos podría convertirse en una enorme carga adicional para todos los sistemas de salud, ya sobrepasados en sus capacidades por la respuesta a la COVID-19. Lucha contra la resistencia a los antimicrobianos en el ámbito de la salud humana, la salud animal y la inocuidad de los alimentos Se ha venido adelantando un trabajo conjunto entre ministerios de salud, autoridades nacionales responsables de la regulación de medicamentos, estudiantes de medicina, universidades y organizaciones de la sociedad civil. El objetivo es fortalecer la prevención y el control de infecciones a nivel hospitalario, apoyar la elaboración de listas de medicamentos esenciales y directrices de tratamiento, fomentar redes de laboratorios y vigilancia, promover la investigación y el acceso al conocimiento, y sensibilizar a diferentes sectores y grupos de población sobre el uso adecuado de los antibióticos. De igual forma, se ha desarrollado un trabajo conjunto con ministerios de ganadería, agricultura, pesca y acuicultura, medioambiente e instituciones relacionadas; médicos veterinarios, estudiantes de medicina, veterinaria y otros centros académicos; así como productores primarios de alimentos de origen animal, fabricantes de alimentos para animales y representantes de la industria transformadora de alimentos, entre otros. Mediante la consolidación de los marcos políticos, legislativos, institucionales y de estrategia sanitaria, se busca fortalecer la gobernanza de la RAM

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Herramienta de 10 pasos para un retorno al trabajo seguro y saludable en tiempos de COVID-19

Tomado y adaptado de: Organización Internacional del Trabajo (OIT)* https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—americas/—ro-lima/documents/publication/wcms_745842.pdf *Esta herramienta fue elaborada por Carmen Bueno, especialista en Seguridad y Salud en el Trabajo de la oficina de la OIT para el Cono Sur de América Latina, y por Ariel Pino, especialista en Protección Social y Seguridad y Salud en el Trabajo de la Oficina de la OIT para el Caribe. Como parte de la reactivación económica que ya experimentan varios países de América Latina, incluido Colombia, y gracias a los avances en los planes nacionales de vacunación contra la COVID-19, muchos sectores empresariales e industriales están promoviendo el retorno a los lugares de trabajo. Algunos, están contemplando modelos híbridos en los que los trabajadores asisten solo algunos días de la semana a las oficinas y plantas o en horarios flexibles, mientras que otros están optando por una presencialidad progresiva. El hecho es que, luego de casi dos años de pandemia y de confinamientos, cierres y restricciones, muchos espacios laborales han empezado a recibir nuevamente a sus colaboradores. Ante esta nueva normalidad es necesario tomar medidas para garantizar un retorno seguro a los lugares de trabajo, que minimice los riesgos de exposición y contagio al virus. Por eso, el CCS presenta una guía práctica desarrollada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que, a través de 10 pasos, les ofrece a gremios, sectores industriales y empresas, orientaciones para formular y aplicar protocolos de seguridad y salud para el retorno laboral de sus trabajadores. ¿A quiénes está dirigida esta herramienta? • Empleadores y sus representantes• Trabajadores y sus representantes• Comités mixtos de seguridad y salud• Profesionales de la seguridad y salud en el trabajo• Supervisores y mandos intermedios• Instituciones y organizaciones de seguridad y salud en el trabajo• Otros organismos públicos con competencias relacionadas con el mundo del trabajo ¿En qué principios se basa esta herramienta? • Priorizar las medidas de prevención y control para que la reapertura de las empresas y el retorno a los lugares de trabajo en tiempos de COVID-19 sean seguros y saludables a fin de evitar nuevos brotes de contagios que pongan en peligro la vida de las personas y la propia estrategia de reactivación.• Fortalecer el enfoque centrado en el ser humano, en materia de seguridad y salud en el trabajo.• Para una reapertura de las empresas y un retorno seguro y saludable a los lugares de trabajo, habrá que considerar la política nacionalde retorno al trabajo, el marco normativo nacional y las instrucciones y avisos emanados de las autoridades públicas a cargo de las áreas laborales, de salud, protección social, medio ambiente y toda otra que sea de relevancia.• Un diálogo social efectivo entre empleadores y trabajadores en la definición de las medidas preventivas a adoptar a fin de lograr, a través de la consulta y la participaparticipación, un mayor grado de cumplimiento de las acciones acordadas y una mayor cultura preventiva.• La implementación de medidas preventivas según un orden jerárquico decreciente que antepone la adopción prioritaria de aquellas medidas que ofrecen una mayor eficacia frente al riesgo laboral. En consecuencia, en primer lugar, se adoptarán, siempre que sea osible, medidas que eliminen el riesgo. En segundo lugar, se optará por medidas que reduzcan el riesgo a través de controles de ingeniería, organizativos y/o administrativos. Finalmente, y como último recurso, se acudirá a los medios de protección personal. La jerarquía define el orden preferente en el que se deben considerar las medidas preventivas a adoptar según su grado de eficacia, aunque se pueden aplicar de forma simultánea diferentes combinaciones de los distintos niveles de control. Gráfico 1. Jerarquía de control de riesgos. • En la medida en que la situación epidemiológica de cada territorio y las características de los sectores de actividad, de los lugares de trabajo y de las tareas desempeñadas en cada lugar de trabajo son diferentes, será necesario hacer las adaptaciones particulares que fueran necesarias, las cuales también deberán considerar las condiciones concretas de cada persona trabajadora.• Al igual que en cualquier sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo, será necesario promover la mejora continua, a través de un monitoreo y evaluación constante de la implementación de las medidas, impulsando otras acciones que se estimen necesarias y proponiendo las actualizaciones y ajustes que fueran pertinentes.• Un enfoque transversal de género e inclusión en la seguridad y salud en el trabajo, que garantice un tratamiento específico a mujeres, a grupos de alto riesgo y a colectivos especialmente vulnerables, evitando conductas discriminatorias. ¿Dónde se puede aplicar esta herramienta? • En sectores de actividad económica y productiva, para entregar lineamientos a las empresas y/o elaborar protocolos sectoriales de seguridad y salud en el trabajo para un retorno seguro y saludable a los entornos laborales.• En empresas, cualquiera que sea su tamaño y actividad, para elaborar protocolos de seguridad y salud para un retorno seguro y saludable al trabajo. 10 pasos para «reactivar» los entornos laborales 1. Establecer un equipo bipartito para organizar el retorno al trabajo • Si el sector de actividad cuenta con una instancia de diálogo social, convocar a la misma. Si no existe, constituir un equipo bipartito con el mismo número de representantes empresariales como representantes de los trabajadores.• Si la empresa ya cuenta con un comité mixto de seguridad y salud en el trabajo, convocar a este comité.• Integrar el equipo con la más amplia representación de los distintas categorías y disciplinas del personal del sector o de la empresa, así como con un enfoque de género.• Si el sector o la empresa cuenta con un departamento de prevención o con un servicio de salud con expertos, integrar a alguno de sus miembros en el equipo bipartito.• Capacitar a los integrantes del equipo sobre los principios básicos para la formulación e implementación de las medidas preventivas y de control.• Informar a los integrantes del equipo sobre los pasos a seguir para organizar, de forma bipartita y en el marco de ese equipo, el retorno seguro y saludable al trabajo.• Definir como rol del equipo la

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El trabajo en casa. De la invisibilidad al trabajo decente

Resumen ejecutivo Fuente: Organización Internacional del Trabajo (OIT). Recuperado de: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—ed_protect/—protrav/-travail/documents/publication/wcms_765898.pdf Con la propagación de la pandemia de COVID-19 en 2020, gran parte de la fuerza de trabajo mundial ha pasado a laborar desde sus casas, uniéndose a cientos de millones de otros trabajadores que llevaban decenios haciéndolo. Aunque ha sido durante mucho tiempo una característica importante del mundo del trabajo, el hogar como lugar de trabajo rara vez se tiene en cuenta en el diseño de las instituciones que rigen el mercado laboral. El repentino aumento del trabajo en casa ha traído consigo la necesidad apremiante de valorar sus implicaciones, tanto para los trabajadores como para los empleadores. El presente informe tiene por objeto conocer mejor esta modalidad de trabajo y proponer orientaciones sobre políticas que pueden allanar el camino hacia el trabajo decente para los trabajadores en domicilio, tanto antiguos como nuevos. ¿Qué es el trabajo en casa? La expresión «trabajo en casa», tal como se define en el Convenio (núm. 177) y la Recomendación (núm. 184) de 1996, de la OIT, es «el trabajo que una persona […] realiza: i) en su domicilio o en otros locales que escoja, distintos de los locales de trabajo del empleador; ii) a cambio de una remuneración; iii) con el fin de elaborar un producto o prestar un servicio conforme a las especificaciones del empleador, independientemente de quién proporcione el equipo, los materiales u otros elementos utilizados para ello» (Convenio núm. 177, artículo 1). Esta definición es aplicable a menos que la persona tenga «el grado de autonomía y de independencia económica necesario para ser considerada como trabajador independiente en virtud de la legislación nacional o de decisiones judiciales». Cabe señalar, asimismo, que una persona no se considerará trabajador en casa a los efectos del Convenio «por el mero hecho de realizar ocasionalmente su trabajo como asalariado en su domicilio, en vez de realizarlo en su lugar de trabajo habitual». Este informe aborda tres tipos diferentes de trabajo a domicilio: • El trabajo industrial a domicilio: que se refiere a la producción de bienes llevada a cabo por los trabajadores en su casa, ya sea como parte o en sustitución de la producción de la fábrica, pero también a la producción artesanal, como en la elaboración de artesanías.• El teletrabajo: que se refiere a los trabajadores asalariados que utilizan las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para realizar su trabajo a distancia. De conformidad con el Convenio núm. 177, se limita a los teletrabajadores que trabajan desde sus casas (o en otro lugar de su elección) de manera regular o permanente.• El trabajo en plataformas digitales: basado en el domicilio, que se refiere a las tareas del sector de servicios realizadas por trabajadores en plataformas de trabajo en régimen de externalización abierta, o crowdworkers, según las especificaciones del empleador o del intermediario, en situaciones en las que los trabajadores no tienen la autonomía e independencia económica para ser considerados trabajadores independientes de conformidad con la legislación nacional. El trabajo en casa existe en todo el mundo. En los países de ingreso alto se asocia principalmente con el teletrabajo, aunque también en esos países hay importantes bolsas de trabajo a domicilio en la industria manufacturera. Históricamente, el trabajo industrial a domicilio fue predominante en Europa y América del Norte, pero el desplazamiento de la manufactura de uso intensivo de mano de obra a países en desarrollo en los últimos decenios ha traído consigo un aumento del trabajo industrial en el hogar. En el mundo en desarrollo, en particular en Asia, se pueden encontrar trabajadores en casa en las diferentes cadenas mundiales de suministro de las industrias de la confección, la electrónica y el menaje del hogar. No obstante, también ocupan un lugar destacado en las cadenas nacionales de suministro. ¿Cómo se utiliza el trabajo en casa en la producción? Este tipo de trabajo es habitual tanto en la producción de bienes como en la prestación de servicios. Este último existió durante todo el siglo XX, pero fue en la segunda mitad del siglo, con los avances de las TIC, cuando surgió con fuerza en una amplia gama de industrias como la de seguros, la banca y el turismo. En el decenio de 1970 algunos empleadores comenzaron a experimentar con el teletrabajo, lo que dio lugar a una pequeña pero constante proporción de teletrabajadores de cuello blanco. El auge de las plataformas de trabajo digitales a partir de mediados del decenio de 2000 también ha ampliado las oportunidades de trabajar desde casa. Muchas de las labores de servicios anunciados en las plataformas de trabajo digitales son realizados por trabajadores en régimen de externalización abierta (crowdworkers) ubicados encualquier parte del mundo. Estos trabajos son similares a los trabajos industriales a domicilio: los trabajadores son remunerados por tarea o proyecto, y el trabajo se realiza según las especificaciones de un empleador o intermediario. La facilidad de subcontratar tareas a través de plataformas de trabajo digitales apunta a un aumento constante de las oportunidades de trabajo en casa en los próximos decenios. En el caso del trabajo industrial a domicilio y el trabajo en plataformas digitales basado en el domicilio, representa una modalidad de producción muy flexible que permite a las empresas responder rápidamente a los cambios en la demanda de productos y reducir los costos. Lo encontramos siempre y cuando: 1) el proceso de producción pueda desmontarse en tareas diferenciadas; 2) el capital necesario para la producción –por ejemplo, máquinas de coser, ordenadores personales, entre otros– sea accesible a un costo relativamente bajo;3) haya mano de obra disponible. La disponibilidad de esta mano de obra –a menudo mujeres que combinan el trabajo a domicilio con las responsabilidades del hogar y el cuidado de otras personas– depende en gran medida de los roles de género tanto en el hogar como en la sociedad. ¿Cuántos trabajadores a domicilio hay?, ¿dónde viven?, ¿cuáles son sus características? Los trabajadores en casa son un subgrupo de los trabajadores basados en el domicilio que, además de trabajar desde

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El panorama general de la 5G sobre la salud humana

Por Leidy Liceth Pérez Claros / Enfermera / Especialista en salud ocupacional / Magíster en salud y seguridad en el trabajo / Líder técnica el Consejo Colombiano de Seguridad. A través de la historia, el envío de mensajes y la retroalimentación de información entre emisores y receptores se ha traducido en una de las necesidades básicas del ser humano: la comunicación. En este proceso, las redes para dispositivos móviles se han transformado en uno de los principales canales y han venido evolucionando conforme la tecnología ha dispuesto cambios de generación. Específicamente en Colombia, la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET, 2021) afirma que, cada vez más, se han ido reduciendo los tiempos de incorporación de las nuevas generaciones. En la década de los 90’s apareció la primera generación o G1, caracterizada por el uso de sistemas análogos para transmitir voz con una baja seguridad en las comunicaciones. Más adelante, hacia finales de esa misma década, surgió la segunda generación (G2) la cual permitió la evolución a sistemas digitales que, además de la comunicación por voz, admitía el transporte de datos a baja velocidad, mediante el servicio de mensajes cortos (Short Message Service – SMS). Posteriormente, en 2003, apareció la tercera generación (3G), que evolucionó a velocidades de banda ancha dando paso al uso de la Internet. Una década después, en 2013, surgió la cuarta generación (4G) brindando velocidades mayores que la 3G y adicionando servicios multimedia más avanzados, tales como videollamadas, uso de aplicaciones y plataformas digitales como YouTube, entre otros. Estas tecnologías han continuado en permanente proceso de mejora hasta el punto de que hoy la quinta generación o 5G se encuentra en proceso de estandarización. Este hito representa una revolución tecnológica importante ya que, a la conectividad entre personas permitida por las generaciones anteriores, se le suma la pretensión de conectar también objetos (lo que se ha denominado “Internet de las Cosas”) entre otras tecnologías emergentes que sugieren avances e impactos en los diferentes ámbitos de la vida. En la gráfica 1 se muestra la evolución tecnológica de las redes móviles. Gráfica 1. Evolución tecnológica de los servicios móviles Puntualmente, con respecto a la implementación de la 5G en Colombia, es relevante mencionar que en la actualidad se encuentra en ejecución el Plan 5G, el cual consiste en la realización de pruebas piloto en diferentes puntos del país, toda vez que la transición de la 4G a la 5G (o la coexistencia entre ambas) implica prepararse para las características técnicas, los desafíos de seguridad y privacidad de la información, la infraestructura y los insumos e interfaces, entre otros retos (Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, 2019). Adicional a las consideraciones tecnológicas, la 5G ha traído consigo grandes dudas frente a las implicaciones que pudiese tener sobre la salud. Tal es así que en el mundo se han llevado a cabo diferentes investigaciones con el propósito de evaluar sus posibles efectos adversos, precisamente, por los requerimientos electromagnéticos que involucra esta generación, los cuales están dados por la frecuencia de la emisión, es decir, por la velocidad de las ondas electromagnéticas, ya que, como tal, siguen siendo no ionizantes. Dando alcance a lo anterior, se hace preciso exponer las principales diferencias entre las ondas ionizantes y no ionizantes, partiendo de la definición de radiación, como cualquier proceso en el que la energía emitida por un cuerpo viaja a través de un medio o del espacio, para, finalmente, ser absorbida por otro cuerpo. Según los efectos que produzca sobre la materia, la radiación se clasifica en ionizante o no ionizante (OIT, s. f.). Así, la principal diferencia entre estos tipos de radiación consiste en que la ionizante (que incluye los rayos cósmicos, los rayos X y la radiación de los materiales radiactivos) cuenta con la energía suficiente para eliminar un electrón de una molécula generando su ionización, de tal forma que, en términos prácticos, se genera un cambio estructural en las células, modificando de esta manera el ADN. En cambio, la radiación o ionizante (que incluye el calor radiante, las ondas de radio, las microondas, la radiación de terahercios, la luz infrarroja, la luz visible y la luz ultravioleta) no genera este tipo de afectación. No obstante, tanto las radiaciones ionizantes como las no ionizantes son materia de estudio y seguimiento por parte de diferentes organismos internacionales. Por ejemplo, a lo largo de los años, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha desarrollado una serie de instrumentos de política en materia de protección contra las radiaciones, que incluyen convenios y recomendaciones. Prueba de ello es el Convenio número 115, la Recomendación número 114, repertorios de orientaciones, guías prácticas e informes. Algunos de estos instrumentos y publicaciones se han desarrollado y promovido en colaboración con otras organizaciones internacionales como el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y organismos de profesionales como la Asociación Internacional de Protección Radiológica (IRPA), la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP) y la Comisión Internacional de Protección de Radiación no Ionizante (ICNIRP) (OIT, s. f.). De igual forma, desde 1996, la OMS estableció el Proyecto CEM (EMF International Electromagnetic Fields), el cual investiga el impacto en la salud de la exposición a campos eléctricos y magnéticos en un rango de frecuencia de 0 a 300 GHz y ha brindado asesoría a las diferentes autoridades sobre la protección radiológica de los campos electromagnéticos. Así mismo, se han promovido investigaciones relacionadas y se ha desarrollado material de información pública, fomentando el diálogo entre científicos, gobiernos y la ciudadanía en general para aumentar la comprensión en torno a la salud y las comunicaciones móviles (OMS, s. f.). A la fecha, la OMS afirma que, después de muchas investigaciones realizadas, no se ha evidenciado ningún efecto adverso para la salud frente a la exposición a tecnologías inalámbricas. No obstante, aclara que las conclusiones relacionadas con la salud han surgido de estudios realizados en todo el espectro de radio, pero, hasta ahora, solo se han llevado a cabo unos pocos estudios

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Trabajo y cáncer. Medidas de prevención y afrontamiento de la enfermedad en el entorno laboral

Por Leidy Liceth Pérez Claros / Enfermera / Especialista en salud ocupacional / Magíster en salud y seguridad en el trabajo / Líder técnica del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS). El cáncer es una enfermedad crónica no transmisible de interés para la salud pública por su gran impacto de morbi-mortalidad a nivel mundial. Como tal, el término «cáncer» se designa a un amplio grupo de enfermedades que pueden afectar cualquier parte del organismo (Organización Mundial de la Salud, 2021). Por lo tanto, cada tipo de cáncer (según el órgano que afecte) puede diferir de las demás tipologías. Sin embargo, a grandes rasgos, se podría afirmar que el común denominador de estos procesos patológicos es la transformación de las células normales por células tumorales, con la capacidad de multiplicarse y diseminarse. Esta patología cada día cobra mayor importancia, ya que es una de las causas principales de muerte en el mundo. Tan solo para el 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que unas 10 millones de personas murieron por esta enfermedad siendo los tres tipos de cáncer más frecuentes el de mama (2,26 millones de casos); el pulmonar (2,21 millones de defunciones) y el colorrectal (1,93 millones de fallecimientos) (Organización Mundial de la Salud, 2021). Incluso, frente a este panorama, las proyecciones no son alentadoras: según afirma el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU., se calcula que, en 2040, el número de casos nuevos detectados de cáncer aumentará a 29,5 millones por año, mientras que el número de muertes por esta causa se incrementará en 16,4 millones (Instituto Nacional del Cáncer, 2020). Frente a las cifras, en Colombia se encuentra que, desde que se dio inicio al registro de la información de las personas diagnosticadas con esta enfermedad y atendidas en el marco del Sistema General de Salud (establecido mediante la Resolución 0247 de 2014), se reportaron 139.789 casos en el país, cifra que ha ascendido a 347.745 personas para el 2020 con algún tipo de cáncer. Así mismo, se afirma que, en este mismo periodo, el número de casos nuevos reportados fue de 42.893 y se informaron 27.300 fallecimientos (Fondo Colombiano de Enfermedades de Alto Costo, 2021). Enfermar de cáncer Adicionalmente al proceso fisiopatológico desencadenado por el cáncer y desde una perspectiva integral, esta condición afecta de forma negativa las diferentes dimensiones del ser humano, situación que se agudiza cuando las personas que padecen esta enfermedad, en ocasiones, son condicionadas con la “etiqueta” de enfermedad terminal, lo cual puede conducir a que el paciente diagnosticado, se autocondene a una pena de muerte (si así pudiese denominarse) sin ni siquiera conocer detalles del proceso, tales como el tipo y etapa del cáncer o el tratamiento y alternativas de intervención. Lo que sí es una realidad es que las consecuencias de padecer cáncer tienen manifestaciones de diferente índole en el plano individual con la presentación de problemas o, incluso, trastornos mentales que incorporan desde ansiedad, angustia y pánico hasta depresión, entre otros. Así mismo, las afectaciones físicas dan lugar a procesos de profundo dolor, diagnósticos y tratamientos prologados, con la necesidad de requerir amplios periodos de ausentismo y, con ello, cambios en las dinámicas sociales, laborales y familiares. Desde una visión más global, se encuentra el impacto social con la disminución de la calidad de vida y los costos asociados a las prestaciones tanto de salud como económicas del Sistema General de Seguridad Social (SGSS). Sumado a lo anterior, el cáncer es una enfermedad catalogada de alto costo, lo que se traduce, infortunadamente, en barreras administrativas a las que se ven enfrentados los pacientes y sus familias para acceder de manera oportuna a los servicios de salud. Esto, pese a la creación de la cuenta de alto costo por parte del gobierno, precisamente, para aunar esfuerzos de algunos actores del SGSS y garantizar una gestión solidaria y adecuada. Por su parte, a nivel laboral, esta enfermedad, independientemente de su origen, bien sea laboral o de origen común, afecta de forma directa a las empresas, a través de una disminución de la productividad, aumento en los días perdidos, reasignación de la operación, requerimientos de rehabilitación y reubicación laboral, entre otros. El cáncer y el trabajo Una de las principales características del cáncer es la multicausalidad ya que, frente a su etiología, se ha determinado que su aparición está dada por la interacción entre diferentes factores que abarcan desde los aspectos individuales (genéticos) hasta factores externos (la exposición a agentes carcinógenos). En este punto, el trabajo adquiere un papel definitivo ya que estos factores externos pueden estar presentes en los entornos laborales, a través de peligros cancerígenos de tipo físicos, químicos y biológicos. Dicha multicausalidad, sumada al tiempo que puede tardar en manifestarse alguna sintomatología sugestiva o relacionada con el cáncer, ha conllevado a un subregistro de eventos de origen laboral. Lo anterior representa un gran problema porque da lugar a intervenciones tardías y dificultades en la definición de origen de la enfermedad. Sin embargo, en Colombia, pese al posible subregistro, en el Decreto 1477 de 20141 se encuentran, a la fecha, varios tipos de cáncer incluidos en la tabla de enfermedades laborales, que, aunque no se establecieron dentro del grupo de enfermedades directas, en caso de demostrar relación causal de índole ocupacional, podrían determinarse como “de origen laboral”. En la tabla 1 se enlistan los tipos de afectaciones incluidas y los agentes etiológicos relacionados. Por otra parte, desde la literatura científica se ha documentado evidencia sobre la relación causal entre los carcinógenos ocupacionales y el cáncer de pulmón, vejiga, laringe y piel, así como la leucemia y el cáncer nasofaríngeo (Organización Internacional del Trabajo, 2021). Tabla 1. Tipos de cáncer incluidos en el grupo II de la tabla de enfermedades laborales En concordancia con esto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) afirma que, entre los cánceres que afectan a las personas, el cáncer de origen laboral es completamente prevenible siempre que se tomen medidas adecuadas para evitar la exposición de los trabajadores a los agentes carcinogénicos en el

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