Porfolio

Prevención del cáncer ocupacional que puede ser causado por derivados clorados presentes en labores de limpieza y desinfección

Prevención del cáncer ocupacional que puede ser causado por derivados clorados presentes en labores de limpieza y desinfección

Por: Daniel Arturo Quiroga Vargas / Ingeniero químico / Especialista en gerencia en salud ocupacional / Estudiante maestría en salud y seguridad en el trabajo / Líder técnico del CCS / Agosto de 2020 Introducción Los efectos agudos sobre la salud, originados por la exposición a productos de limpieza y desinfección, son bastante conocidos. En el año 2019, de acuerdo con cifras consolidadas por el Consejo Colombiano de Seguridad, el Centro de Información de Seguridad sobre Productos Químicos (CISPROQUIM®) atendió 11.182 eventos de emergencia, de los cuales 769 (6.9%) de los casos correspondieron a intoxicaciones con desinfectantes domésticos, limpiadores, jabones y detergentes (Hernández, 2020a). Las estadísticas del Sistema Nacional de Datos Sobre Intoxicaciones de los Estados Unidos (NPDS, por su sigla en inglés), reportan que entre los años 2012 y 2016 los Centros Toxicológicos de dicho país recibieron un promedio de 44.000 consultas por año, relacionadas con productos que contienen Hipoclorito de Sodio; lo que corresponde al 2% del total de eventos atendidos anualmente. En Europa, por otra parte, información consolidada de los Centros Toxicológicos de Francia, Italia, Bélgica, Grecia, Turquía, España y Portugal, da cuenta de 21.915 casos de intoxicación con Hipoclorito de Sodio en un periodo de tres años, involucrando todas las vías de exposición (Slaughter et al., 2019). Almacenamiento de productos de limpieza y desinfección. Fuente: 123rf.com En el marco de la actual pandemia por COVID-19, los productos químicos de limpieza y desinfección han sido ampliamente empleados dentro de la estrategia de prevención de la transmisión del agente patógeno SARS-CoV-2. En los Estados Unidos, tan solo entre Enero y Marzo de 2020 los Centros Toxicológicos atendieron un total de 45.550 consultas relacionadas con este tipo de sustancias (Chang et al., 2020). Para establecer las razones detrás de la materialización de dichos eventos, en el mes de mayo de 2020  los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), realizaron una encuesta a 502 adultos, encontrando que los usuarios de estos productos desarrollan prácticas de alto riesgo para su salud y la de personas cercanas, como la preparación insegura de soluciones, la mezcla de diferentes productos para “potenciar su efecto”, el almacenamiento al alcance de niños e individuos vulnerables, la aplicación de desinfectantes domésticos directamente sobre los productos alimenticios (frutas y verduras) y sobre las manos y la piel, así como su inhalación e incluso su ingestión (Gharpure et al., 2020). Los efectos crónicos sobre la salud de las personas expuestas ocupacionalmente a productos de limpieza y desinfección están asociados a enfermedades que se manifiestan con el tiempo, después de un periodo prolongado de exposición a “bajas” dosis de estas sustancias, por debajo del nivel que puede generar los efectos agudos descritos anteriormente. Como sucede con otras sustancias químicas, muchos de los efectos crónicos son aún desconocidos, por lo que es difícil establecer una relación entre la exposición y la enfermedad, a consecuencia del largo periodo de latencia (Niño-Barrero et al., 2020). Entre los posibles efectos crónicos sobre la salud de las personas que desarrollan labores de limpieza y desinfección, se encuentran el asma ocupacional, la exacerbación de asma de origen común, la bronquitis crónica (Bello et al., 2009), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, tanto por el uso directo de las sustancias químicas, como por una exposición indirecta o pasiva (Carder et al., 2019; Moual et al., 2014), la dermatitis irritativa de contacto, por agresión sobre la capa protectora externa de la piel (Araghi et al., 2020), y el cáncer de origen ocupacional (Dragani, 2020). En el presente artículo se abordará precisamente la prevención del cáncer de origen ocupacional que puede ser causado por los derivados clorados presentes en el ambiente laboral durante el desarrollo de estas actividades, generados a partir de reacciones del Hipoclorito de Sodio y de otros productos precursores de Cloro. Generación de derivados clorados en labores de limpieza y desinfección Blanqueadores, removedores de moho, limpiadores de inodoros, aerosoles de limpieza y  geles y polvos abrasivos contienen Hipoclorito de Sodio en una concentración aproximada del 5%, como único ingrediente activo o acompañado de otros elementos (surfactantes, fragancias, Cloruro de Sodio, Silicato de Sodio, Hidróxido de Sodio, antioxidantes y agentes antiespumantes) (Odabasi, 2008). Se ha establecido que el Hipoclorito de Sodio puede generar sustancias tóxicas a través de reacciones con compuestos orgánicos como los alcoholes, las cetonas y los ésteres (Bond et al., 2014), por lo que las etiquetas de productos químicos que lo contienen indican expresamente que se debe evitar su mezcla con otros agentes de limpieza. Específicamente, al ser mezclado con sustancias a base de Amonio, reacciona formando Cloraminas (NH2Cl y NHCl2), mientras que su mezcla con limpiadores de naturaleza ácida puede causar la liberación de Cloro gaseoso (Cl2) (Nazaroff & Weschler, 2004). Los productos comerciales con Hipoclorito de Sodio contienen estabilizantes que son añadidos para minimizar su reacción con componentes orgánicos en la formulación. Sin embargo, el largo tiempo que puede pasar entre la producción y el uso de la sustancia (incluso del orden de meses), permite que sean posibles reacciones entre el Hipoclorito y los surfactantes contenidos, de tal forma que se generen derivados clorados (Odabasi, 2008; Odabasi et al., 2014). Al respecto, estudios realizados por Shin y Lim (2017) y Ayri et al. (2020), identificaron y cuantificaron la generación de hasta nueve compuestos orgánicos volátiles halogenados (Cloroformo, Tetracloruro de Carbono, Tetracloroetileno, Clorobenceno, 2-clorotolueno, 4-clorotolueno, 1,2-diclorobenceno, 1,3-diclorobenceno y 1,4-diclorobenceno) y de dos ácidos haloacéticos (Ácido Dicloroacético, Ácido Tricloroacético), tras diversos análisis efectuados sobre productos de limpieza y desinfección adquiridos en la República de Corea, Estados Unidos, Alemania y Turquía. En cuanto al Cloroformo (CHCl3), la reacción del Cloro activo generado por el Hipoclorito de Sodio, con la materia orgánica natural presente en las superficies a tratar (mesas, cocinas, inodoros, etc.), puede formar dicho Trihalometano volátil (Andra et al., 2015; Odabasi, 2008). Este agente químico, de hecho, se encuentra presente en el agua potable como un subproducto de los procesos de tratamiento de esta (Lévesque et al., 2002; Odabasi, 2008; Wawryk et al., 2021), y su

Prevención del cáncer ocupacional que puede ser causado por derivados clorados presentes en labores de limpieza y desinfección Leer más »

La ventilación como una herramienta en la prevención del contagio de la COVID-19

La ventilación como una herramienta en la prevención del contagio de la COVID-19

Por: Yezid Fernando Niño Barrero / Gerente técnico Consejo Colombiano de Seguridad / Bogotá, Colombia / Marzo de 2021 Desde el inicio de la pandemia de la COVID-19, los responsables de seguridad y salud en el trabajo de las empresas han tenido el gran reto de ir aprendiendo poco a poco sobre las medidas preventivas que se pueden adoptar para evitar el contagio de sus trabajadores. En febrero de 2020, el escaso conocimiento sobre los mecanismos de contagio nos llevó a tomar medidas que en algunos casos resultaban extremas; en otros casos, algunas medidas se consideraron por sí mismas peligrosas. El caso de las cabinas de desinfección fue uno de esos ejemplos donde, buscando un beneficio de prevención el contagio, se puso en riesgo la salud de las personas. En su momento el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS), el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA), el Ministerio de Salud y Protección Social y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzaron distintas advertencias sobre el riesgo que traían este tipo de dispositivos (CCS, 2020; INVIMA, 2020; MinSalud, 2020; OPS, 2020). Recientemente, otras medidas se han señalado como innecesarias debido a que no previenen el contagio, tales como la desinfección de zapatos y el uso de tapetes impregnados con desinfectantes; estas medidas, si bien no se espera que generen una afectación directa en las personas o les cause algún riesgo, sí ocasionan un aumento en el uso de sustancias químicas y exposición de los trabajadores encargados de la limpieza en las instalaciones. Para la definición de medidas de prevención del contagio es importante entender cómo se produce dicho contagio; frente a esto, la Organización Mundial de la Salud (2020b) ha señalado que la COVID-19 “se propaga entre las personas, principalmente, cuando una persona infectada está en contacto cercano con otra persona, el virus se puede propagar a través de pequeñas partículas líquidas expulsadas por una persona infectada a través de la boca o la nariz al toser, estornudar, hablar, cantar o resoplar”. Por otro lado, algunos estudios empezaron a mostrar la posibilidad de la transmisión por vía de aerosoles o vía aérea (Erath et al., 2020), lo que empezó a generar alertas desde diferentes sectores académicos para que se tomaran medidas de protección frente a esta vía de exposición al virus. Actualmente, en las recomendaciones sobre el uso de tapabocas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del 1 de diciembre de 2020, se señala que “la transmisión por aerosoles puede producirse en entornos y circunstancias particulares, sobre todo en lugares cerrados, abarrotados de gente y mal ventilados, en los que personas infectadas pasan mucho tiempo con otras. Algunos estudios sugieren que estas circunstancias se darían en restaurantes, ensayos de coros, clases de gimnasia, clubes nocturnos, oficinas y lugares de culto” (Organización Mundial de la Salud, 2020). Frente a este aspecto es importante entender que las personas emiten pequeñas gotas, puede haber entre 40.000 y más de dos millones de gotas liberadas por un estornudo, en comparación con menos de 100.000 por tos y 3.000 por hablar en voz alta (Qian & Zheng, 2018), y las gotas mas pequeñas de menos de 5 micras pueden permanecer en el aire, incluso durante horas (Erath et al., 2020). En caso de no tener una buena ventilación en el lugar, estas gotas se pueden concentrar en la habitación, oficina o espacio cerrado, aumentando el riesgo de los ocupantes a contraer la enfermedad, de allí la importancia en el uso de protección respiratoria, el distanciamiento y la adecuada ventilación. Figura  1: Columnas térmicas producidas por una persona en un entorno inactivo. Tomado de Bhagat et al., (2020). Para entender la propagación de estas gotas en el aire, Bhagat et al. (2020) desarrollaron un estudio bajo dos condiciones, con y sin tapabocas. De acuerdo con las imágenes de la Figura 1, en los paneles (a – c) no se usa tapabocas, mientras que en los paneles (d – f) se usa un tapabocas desechable de tres capas no quirúrgica. El sujeto en la imágenes a y d está sentado tranquilamente respirando por la nariz, en las imágenes b y e es cuando habla a un volumen de conversación y en las imágenes c y f, el sujeto se encuentra riendo (Bhagat et al., 2020). Esto nos muestra que el uso de protección respiratoria es útil para evitar la propagación de las microgotas; a través de esta medida, la persona infectada reduce el rango de expansión de las microgotas en el espacio donde se encuentra. Ventilación en lugares de trabajo Actualmente, en un escenario de reactivación económica, se han permitido cada vez más lugares de trabajo habilitados, lo que genera más espacios de interacción entre las personas; en algunos de estos espacios se debe mantener el tapabocas en forma permanente y en otros, como los restaurantes, se presentan momentos en los cuales las personas deben retirarse su Elemento de Protección Personal (EPP), generando situaciones de alta propagación de gotas y aerosoles sobre todo el espacio. Frente a los diferentes escenarios de interacción de personas, es fundamental entender que la estimación del riesgo de infección por transmisión a través del aire tiene una relación directa con la ventilación, la cual cuenta con tres elementos clave: la tasa de ventilación, la dirección del flujo y el patrón del flujo de aire, como se muestra en la Figura 2 (Qian & Zheng, 2018). Figura  2: Tres elementos clave de la ventilación que afectan la transmisión por el aire. Tomado de Qian & Zheng, (2018). Frente a estos tres elementos, Qian & Zheng (2018) señalan que una tasa de ventilación más alta puede diluir el aire contaminado dentro del espacio más rápidamente y disminuir el riesgo de infección cruzada; la dirección de flujo controlada tiene como objetivo prevenir infecciones cruzadas entre diferentes salas o cubículos, lo que indica que es un método eficaz para evitar la transmisión aérea de largo alcance entre habitaciones. Finalmente, mantener la dirección del flujo de aire de los cubículos limpios a

La ventilación como una herramienta en la prevención del contagio de la COVID-19 Leer más »

Almacenamiento y compatibilidad de sustancias químicas

Almacenamiento y compatibilidad de sustancias químicas

Diego Nahuel Gotelli del Centro de Información Química para Emergencias de Argentina estará en nuestro 52 Congreso de Seguridad, Salud y Ambiente.  Asiste al evento más importante de Latinoamérica. Mayor información en  www.congresoccs.org.co La utilización de los productos químicos, tanto en los diferentes procesos industriales como en las tareas en nuestros hogares, hace que debamos contar con cierta cantidad de estos materiales, y por ello, debemos prestar especial atención en cómo los almacenamos. Por ejemplo, en un laboratorio, el almacenamiento de productos químicos presenta unas características de peligrosidad que pueden materializarse en accidentes importantes si no se han tomado las medidas técnicas u organizativas necesarias. Estos riesgos están relacionados con la peligrosidad intrínseca de los productos, la cantidad almacenada, el tipo y tamaño del envase, la ubicación del depósito, la distribución dentro del mismo, su gestión, el mantenimiento de las condiciones de seguridad y el nivel de formación e información de los trabajadores usuarios del mismo. A su vez, en nuestras casas es común ver almacenados productos de limpieza junto a productos de consumo, sin una mínima separación, ni un sistema de contención ante un derrame. Por otro lado, hay que tener en cuenta que el almacenamiento prolongado de productos químicos presenta ya por sí mismo un riesgo, puesto que pueden tener lugar reacciones de polimerización o de descomposición, con la formación de compuestos inestables o con acumulación de gas por descomposición lenta de la sustancia que llegue a romper el recipiente, el cual también puede envejecer volviéndose más frágil rompiéndose. El almacenamiento incorrecto de determinadas sustancias en una fábrica, laboratorio o taller puede dar origen a accidentes que afectan a la salud de las personas y también al medio ambiente. Para evitar estos problemas, en el almacenamiento de los productos químicos es necesario tener en cuenta determinadas precauciones y medidas de seguridad. A continuación, resumimos las normas más importantes en lo que a recipientes móviles se refiere. Criterios generales para el almacenamiento seguro de productos químicos Estos son algunos de los criterios para un correcto almacenamiento de productos químicos, tanto para el lugar de trabajo como para nuestros hogares. Comprobar que están adecuadamente etiquetados: en la etiqueta es donde está la primera información sobre los peligros de los productos químicos. Con ella podemos informarnos respecto a los efectos a la salud y el ambiente, y sobre cuáles son los elementos de protección personal necesarios. En el caso de productos de uso doméstico, debemos prestar especial atención cuando se adquieran productos fraccionados, asegurarnos de colocarle un rótulo y dejarlo fuera del alcance de los menores.   Disponer de su ficha de datos de seguridad (FDS): cuando manipulemos productos químicos en el ambiente laboral debemos contar con las FDS de dichos productos.   No guardar los productos químicos en recipientes abiertos: los envases adecuados son aquellos que pueden cerrarse después de utilizarse o al quedar vacíos. Con esto se evita la liberación no deseada de productos.   Llevar un registro actualizado de la recepción de los productos que permita evitar su envejecimiento y posible descomposición.   Agrupar y clasificar los productos por su peligro respetando las restricciones de almacenamientos conjuntos de productos incompatibles, así como las cantidades máximas recomendadas por tipo de depósito.   Prever los posibles accidentes que puedan dar lugar a derrames (por ejemplo, rotura de recipientes) o incluso salpicaduras/goteos que pueden producirse durante la manipulación rutinaria. Además de evitar la contaminación, también se evita que entren en contacto sustancias que reaccionan entre sí. Por ejemplo, para evitar que ácidos y bases entren en contacto, deben instalarse bandejas, cubas de retención o armarios para corrosivos que tengan la capacidad de retener derrames que pudieran producirse ante una fuga o rotura de envase.   Limitar la cantidad de productos a almacenar a la mínima cantidad posible para poder desarrollar cómodamente el trabajo del día a día. Un control de entradas y salidas facilitará su correcta gestión.   Disponer de una buena ventilación en las zonas de almacenamiento, especialmente donde se manipulen sustancias tóxicas o inflamables es fundamental. Además de la protección de los trabajadores frente a estas atmósferas peligrosas, la ausencia de vapores inflamables es una medida básica para evitar incendios y explosiones.   Adoptar procedimientos de orden y limpieza y comprobar que son seguidos por quienes manipulan las sustancias.   Prever los cambios bruscos de temperatura: existen productos como los aceites o las pinturas a los que les afectan las temperaturas extremas, alterando su viscosidad para procesos posteriores o incluso su calidad. En estos casos debemos prever un almacenamiento a temperatura controlada (almacenes o contenedores aislados, cámaras de calentamiento, mantas calefactoras), que además son eficientes energéticamente (ver ejemplo de cámaras de calentamiento a medida).   Formar e informar a quienes manipulan las sustancias sobre los peligros del almacenamiento de productos, cómo prevenirlos y cómo protegerse. *Fragmento tomado del artículo Almacenamiento y compatibilidad de sustancias químicas de la revista Protección & Seguridad Edición Especial 52 Congreso de SSA

Almacenamiento y compatibilidad de sustancias químicas Leer más »

Indicadores de seguridad como predictores de accidentes catastróficos

Indicadores de seguridad como predictores de accidentes catastróficos

Conclusiones de la investigación del CSB: Explosión de la plataforma de BP en el Golfo de México-2010 Por: Rafael Moure-Eraso / Dedicado profesionalmente a la seguridad y salud de los trabajadores por 48 años / Ph.D en  Environmental Health / 2 Masters en Higiene Industrial y en Ingeniería Química y un Bachelor de Ingeniería Química / Fue profesor titular y Jefe de Departamento en Universidad de Massachusetts Lowell por 23 años / Autor de: “Catastrophe Prevention as Sustainability: Systems Approach, Process Safety Performance Indicators in Investigations of Mayor Environmental Disasters. Chapter 2 in International Sustainability Stories   El desarrollo moderno de la ciencia de gerenciamiento de seguridad de procesos nace de una tragedia que conmovió al mundo industrial en Bhopal, India, en diciembre de 1984. Mas de 3.000 habitantes de la ciudad de Bhopal murieron inmediatamente después del escape químico atribuido directamente a la inhalación de MIC (Metil Isocianato). Este intermediario químico era utilizado y almacenado en la producción del plaguicida Sevin manufacturado en esta localidad por Union Carbide/Gobierno Indio. Mas de 200.000 personas fueron afectadas seriamente por inhalaciones químicas. De estos 200.000, el 50% sufrieron muertes prematuras. A raíz de la convulsión que originó este siniestro, en el campo de ingeniería de seguridad se desarrollaron nuevos sistemas para organizar la producción química de una forma más enfocada hacia la seguridad de procesos. El desarrollo de la ciencia moderna de seguridad de procesos tiene como punto de partida el desastre de Bhopal. En reacción al siniestro, el gobierno de EE. UU. reformó las normas de seguridad industrial enfocadas en prevención de catástrofes y organizó una nueva agencia independiente (no dependiente del EPA o de la OSHA) dentro del gobierno federal para investigar siniestros en la industria petroquímica, con miras a su prevención futura. Esta agencia es el U.S. Chemical Safety and Hazard Investigation Board (CSB) que inició operaciones en 1998. Las características especiales de esta agencia investigadora son descritas en detalle en mi presentación en el 52 Congreso de Seguridad, Salud y Ambiente, indicando la metodología que es utilizada por sus ingenieros y técnicos para conducir investigaciones. Desde principios de los años 2000, CSB concluyó que la mejor manera de reparar un sistema industrial imperfecto es analizar las causa raíces de sus fallos. El mensaje ha sido: “Prevenir es mucho menos costoso que reparar”. La CSB ha conducido más de 150 investigaciones de catástrofes en la industria química en los EE. UU. Una de lecciones aprendidas en CSB es que el desarrollo moderno de un nuevo gerenciamiento de seguridad de procesos basado en prevención de siniestros depende de mediciones de indicadores cuantitativos de seguridad. CSB encontró que los indicadores cuantitativos de seguridad industrial son los predictores más efectivos para la prevención de accidentes mayores. En la presentación se hará una discusión detallada de qué son y cómo se clasifican los indicadores de seguridad para predecir accidentes y su aplicación (Process Safety Performance Indicators – PSPI). Indicadores prospectivos (leading) son índices cuantitativos de datos acumulados antes de un accidente que se usan para análisis. Indicadores retrospectivos (lagging) son índices cuantitativos de datos acumulados después de un accidente. También se presentarán las diferencias entre indicadores cuantitativos de seguridad personal e indicadores cuantitativos de seguridad de procesos. El accidente de la plataforma exploradora Macondo-Deewater/Horizon en el Golfo de México es un gran ejemplo para ilustrar los usos de indicadores cuantitativos. La plataforma era de propiedad de TransOcean Ltd (TO) y operada por British Petroleum (BP). La explosión tuvo lugar en marzo de 2010. La investigación de CSB demostró que los sistemas utilizados para la medición de la seguridad de procesos se ignoraron mayormente en preferencia a mediciones de indicadores de seguridad personal y en indicadores retrospectivos. Accidentes graves son eventos de baja frecuencia. La investigación demostró que las medidas cuantitativas de seguridad personal no contribuyen mayormente a predecir accidentes catastróficos. Un sumario de los hallazgos y recomendaciones de la investigación es presentado con énfasis en el uso de la empresa de indicadores y su política de conceder bonificaciones como premios por actividades de seguridad en la plataforma. Después del siniestro los ejecutivos de TO recibieron grandes bonificaciones en efectivo por “logros” en seguridad de las operaciones de extracción, a pesar de las 11 muertes, 17 heridos graves y la explosión que causó la pérdida total de la plataforma. Ejemplos de mediciones de indicadores cuantitativos de seguridad en plataformas de extracción de petróleo en alta mar de procesos están en uso en Noriega, UK y Australia. Así como el procedimiento gerencial de usar indicadores de seguridad para prevenir accidentes catastróficos. En conclusión, sí ha habido progreso en el desarrollo de indicadores de seguridad (PSPI) (“leading”/“lagging”) respondiendo directamente a las recomendaciones del CSB a la compañía BP y al API en 2007. (CSB-Investigación –Explosión en Refinería BP-Port Artur TX 2007). Y aunque desafortunadamente estas recomendaciones fueron ignoradas por BP en 2010 en el siniestro Deepwater/Horizon, la tendencia en la industria petroquímica internacional es la de desarrollar y aplicar indicadores cuantitativos de seguridad de procesos como la base para un gerenciamiento exitoso de la seguridad de procesos químicos.

Indicadores de seguridad como predictores de accidentes catastróficos Leer más »

Construcción de la vigilancia de la salud de los trabajadores desde la inteligencia epidemiológica

Construcción de la vigilancia de la salud de los trabajadores desde la inteligencia epidemiológica

Por: Jorge Oswaldo Restrepo Villa / Médico Cirujano, Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) / Especialista en Gerencia de la Salud Ocupacional, Ces – Eafit / Especialista en Alta Dirección Estratégica, Universidad de los Andes / Magíster en Epidemiología, Universidad Ces / Magíster en Administración de Empresas con Énfasis en Sistemas de Gestión, Universidad del Mar, Chile / Docente Ces, UPB, Rosario y Politécnico Colombiano / Investigador / Consultor y Auditor de ISO 9001, ISO 14001, OHSAS 18001, ISO 22000 / Miembro de la Sociedad de Medicina del Trabajo / Presidente Emérito del Consejo Colombiano de Seguridad. Existe hoy conciencia de que hacer negocios, hacer empresa, tiene nuevas modalidades y retos. Se trata de encarar un esfuerzo y compromiso sostenido de reducir o abolir los riesgos que una organización enfrenta en sus diferentes actividades con el fin de tener personas sanas y empresas rentables. Esto lo expresa hoy por hoy la Organización Mundial del Comercio, OMC. Va existiendo consenso alrededor de que el mundo ha cambiado y que producir es un asunto de trascendental importancia, pero cuidando lo más sagrado de la existencia, el ser humano. No exageramos si decimos que la supervivencia de muchas especies, ecosistemas y hasta de nuestra propia condición humana hoy está amenazada y entonces depende de alcanzar niveles de consciencia más elevados, niveles que nos permitan encontrar nuevas formas de colaborar para hacer posible empresas y personas sanas para organizaciones productivas, sostenibles y responsables socialmente. Es claro hoy que los costos de accidentes y enfermedades laborales son incompatibles con los objetivos de las empresas. La única salida posible por lo tanto es planificar y hacer cosas diferentes, lo cual nos obliga a cambiar las formas tradicionales de enfrentar la realidad, dado que no han generado los cambios que se pretenden. El cuidado de la salud de las personas en su lugar de trabajo no encuentra aún los resultados esperados. La vigilancia epidemiológica tradicional parece no responder a los nuevos retos y oportunidades que el mundo encuentra en la confluencia de las diferentes ciencias para enfrentar los problemas. Las soluciones hoy no provienen de una sola disciplina, es preciso refrendar que asistimos a la aceptación de la complejidad, multidisciplinariedad, multidiversidad, como formas integrales y sostenibles de dar solución a dificultades. Los resultados de los esfuerzos para reducir y prevenir los riesgos laborales no parecen ir más allá de ciertos niveles. Ese planteamiento resulta ser un reto de lo que ahora se trabaja como Sistemas de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST). La vigilancia epidemiológica encuentra hoy nuevas formas, instrumentos, metodologías, tecnologías y conceptos que se plantean bajo el nombre de Inteligencia Epidemiológica. Se hace necesario, por todo lo anterior, aprovechar los avances de la inteligencia artificial y la big data, que nos ayuda a procesar todos los datos necesarios para realizar un mejor seguimiento a la salud de los trabajadores, que hoy integra: información sobre el puesto de trabajo, las mediciones ambientales de los contaminantes de exposición, los niveles de exposición, las exposiciones fuera del trabajo, la información de IPS del Sistema de Seguridad Social, las IPS contratadas por las empresas para las evaluaciones médicas de las personas y la información proveniente del entorno donde viven y trabajan las personas. 1. Realidad del proceso salud enfermedad  Según la OMS, los riesgos ocupacionales tales como traumatismos, ruidos, agentes carcinogénicos, partículas transportadas por el aire y riesgos ergonómicos representan una parte considerable de la carga de morbilidad derivada de enfermedades crónicas: 37% de todos los casos de dorsalgia-lumbalgia; 16% de pérdida de audición; 13% de enfermedad pulmonar obstructiva crónica; 11% de asma; 8% de traumatismos; 9% de cáncer de pulmón; 2% de leucemia; y 8% de depresión. Anualmente, 12,2 millones de personas, la mayoría de los países en desarrollo, mueren en edad laboral a causa de enfermedades no transmisibles. En la mayoría de los países, los problemas de salud relacionados con el trabajo ocasionan pérdidas que van del 4 al 6% del PIB. Las investigaciones han demostrado que las iniciativas en el lugar de trabajo pueden contribuir a reducir el ausentismo por enfermedad en un 27% y los costos de atención sanitaria para las empresas en un 26%. El panorama de  enfermedad laboral en Colombia no es menos preocupante, así lo demuestran cifras de Fasecolda, que tienen una tendencia de incremento notable. Figura 1. Evolución de las enfermedades laborales calificadas Discapacidad en Colombia La discapacidad también es un tema de preocupación por su repercusión en materia de impactos sociales y económicos para las personas y las empresas. dLas cifras de adicciones al alcohol, que se convierte en factor de riesgo y determinante del estado de salud, muestran incremento notable de prevalencia comparativa 2008-2013. Figura 2. Adicciones al alcohol. Comparativo 2008-2013 Lo mismo sucede con la adicción a sustancias ilícitas, cifras que siguen en crecimiento. Figura 3. Adicciones a sustancias ilícitas. Comparativo 2008-2013. Este panorama evidencia la necesidad de dar un vuelco a la manera de vigilar la salud de los trabajadores, si queremos reducir los niveles de riesgo y, con ello, reducir costos directos e indirectos para las personas y sus organizaciones, a la vez que mejorar la productividad. 2. Vigilancia actual de la salud de los trabajadores Hoy se sabe que la vigilancia de la salud de los trabajadores es prácticamente inexistente en la mediana y pequeña empresa, limitándose a realizar, las que lo practican, evaluaciones médicas que no tienen el carácter de seguimiento y evolución de la salud de sus trabajadores. De otro lado, en la gran empresa donde se reconocen esfuerzos mayores, dicha vigilancia es también tardía, reactiva, que se mueve por el encuentro de casos positivos de enfermedad laboral o relacionada con el trabajo, pero que dista mucho de encarar retos de predictibilidad, previsión y prevención. De igual manera la integración de los resultados de las actividades de la higiene (identificación y evaluación de riesgos), la seguridad en los puestos de trabajo y las acciones de medicina preventiva y del trabajo son nulas o muy precarias. Las empresas que cuentan con bases

Construcción de la vigilancia de la salud de los trabajadores desde la inteligencia epidemiológica Leer más »

Ergonomía cognitiva en el diseño de ambientes de prevención

Ergonomía cognitiva en el diseño de ambientes de prevención

Por: Victorio Martínez Castro / Especialista en Medicina del Trabajo y Salud Ocupacional / Máster en ergonomía y Máster en desarrollo humano organizacional. La cognición incluye la búsqueda de informaciones, construcción de representaciones, razonamiento, toma de decisiones, planificación de la acción y control del resultado. Sin duda, actualmente en el ámbito del diseño de sistemas de personas-máquinas, la expresión latina “homo homini lupus” (“el hombre es un lobo para el hombre”) tenga más relevancia que nunca. Nos encontramos en un momento histórico donde los avances de la tecnología han podido contrarrestar, en gran medida, los fallos de los artefactos. Sin embargo, es sobre el llamado factor humano que recae la responsabilidad de la falla ante un sistema que en muchas ocasiones no  ha sido pensado para y con él. Desde esta conceptualización, parafraseando a Jacques Leplat, se introduce el concepto de neuroergonomía cognitiva como el conjunto de conocimientos neuropsicológicos pertinentes al análisis y a la solución de problemas ergonómicos desde el enfoque de la Ergonomía de la Actividad. La neuroergonomía cognitiva pretende ser un marco de acercamiento a la actividad humana, elaborado a través de elementos de diferentes sistemas integrados de dicho fenómeno. Comenzamos este acercamiento desde el constructivismo, donde se considera que el cerebro no es un mero recipiente donde se depositan las informaciones, sino una entidad que construye la experiencia y el conocimiento, los ordena y da forma, permitiendo así percibir la realidad gracias a nuestras estructuras mentales. Como indica en este sentido J. Bruner (2004) “conocemos el mundo de diferentes maneras, desde diferentes actitudes, y cada una de las maneras en que lo conocemos produce diferentes estructuras o representaciones o, en esencia, realidades”. En toda la psicología histórico-cultural, el concepto de “actividad” resulta crucial. No se trata de cualquier tipo de acción, sino de “actividad social”, práctica y compartida; en ella, hay intercambio simbólico y utilización de herramientas culturales para la mediación. En la actividad, así entendida, se encuentran las personas adultas y las que no lo son, las personas expertas y los aprendices. En la actividad se produce la creación de sentido y en ella, se integran los aspectos prácticos, emocionales, relacionales y cognitivos. Ergonomía centrada en la Actividad basada en las aportaciones de A.S. Leontiev, no considera las funciones aisladas como único factor a tener en cuenta, sino los comportamientos y razonamientos como se presentan en las situaciones naturales de trabajo actuales o futuras. No tiene en cuenta al usuario de los dispositivos técnicos, sino a la utilización que de éstos hace el operador. Percepción del riesgo “La actividad, en este enfoque, son los comportamientos, razonamientos, sentimientos del operador como actor. Un actor que tiene que desempeñar un papel, pero también debe dar una interpretación de ese papel, en función de las situaciones, la ergonomía de la actividad es una parte interesantísima de la revolución contextual”, descrita por J. Bruner. Resulta evidente que la percepción del riesgo por parte del operador es determinante a la hora de afrontar situaciones en las cuales un error (el consabido error humano) pueda originar un accidente o una catástrofe. Sin embargo, ¿se tienen en cuenta en los diseños la percepción del riesgo por parte del operador o incluso la variación de ésta debido al proceso de habituación? En este sentido, la evaluación del riesgo se contempla básicamente desde dos perspectivas: 1- Considera el riesgo como una característica objetiva de las condiciones de trabajo. 2- Considera el riesgo como una valoración subjetiva del trabajador. Estas dos perspectivas consistirán en dos visiones reduccionistas del fenómeno. Tanto el “realismo ingenuo” (el riesgo como una característica objetiva) como el «relativismo cultural» (el riesgo como una valoración subjetiva) no sirven para gestionar el riesgo. El punto de compromiso entre estas posturas extremas pasa por integrar dos aspectos: 1- El componente de subjetividad que comporta toda evaluación de riesgos y 2- La necesidad de procedimientos de medida del riesgo sistemáticos y replicables (Mariona Portell Vidal). Desde la  euroergonomía cognitiva, sostenemos la posibilidad de creación de tales instrumentos capaces de unificar ambas posturas. Toma de decisiones Tener la capacidad de predecir y de controlar el poder modulador y creador de la emoción en los procesos de percepción del riesgo y toma de decisiones en situaciones de riesgo, implicados ambos en el origen de la falla humana y los accidentes laborales, constituye una aportación necesaria para poder evitarlos. La neuroergonomía cognitiva pretende rellenar este vacío con propuestas operativas. Conciencia de la situación La percepción, comprensión y proyección son, según Endsley, los tres componentes esenciales de la conciencia situacional. Ellos dan soporte al mantenimiento activo de un modelo mental integrado en tres niveles jerárquicos. Sabemos que los seres humanos perciben estímulos de su contexto de manera diferente en función de la experiencia previa que hayan mantenido con ellos. Por lo tanto, la emoción enlazada a ese estímulo facilita su reconocimiento, entre otros. Es decir, el proceso de atención no se convierte en un proceso pasivo sino en un proceso activo, donde el ser humano percibe y da sentido a lo que le rodea en función de su historia experiencial. La neuroergonomía cognitiva permite conocer “la percepción” que un estímulo provoca en el operador, permitiendo evaluar el primer nivel jerárquico (la percepción) del proceso de conciencia de la situación, de manera que sea posible saber si el operador estará o no predispuesto a tener un problema de conciencia de la situación. Emoción Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente, que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endócrinos) de origen innato, influidos por la experiencia. En la actualidad, se acepta que las emociones se originan en el sistema límbico y que estos estados complejos tienen tres componentes: ◥ Fisiológicos: Es la primera reacción frente a un estímulo y son involuntarios; la respiración aumenta, hay cambios a nivel hormonal, se modifica el flujo sanguíneo. ◥ Cognitivos: La información es procesada a nivel consciente e inconsciente. Influye en nuestra experiencia subjetiva. ◥ Conductuales: Provoca un cambio en el comportamiento, gestos de la cara, movimiento

Ergonomía cognitiva en el diseño de ambientes de prevención Leer más »

Seguridad en el retorno a las actividades industriales post-confinamiento

Seguridad en el retorno a las actividades industriales post-confinamiento

Por: Lina María Parra Orduz / Ingeniera química / Magíster en ingeniería química / Líder técnico del CCS / Mayo de 2020 Tras varias semanas en cuarentena obligatoria, el gobierno nacional comienza a reactivar la vida productiva mediante la emisión de normativa que poco a poco habilita el retorno de algunos sectores. Esto permite la reactivación de ciertas instalaciones industriales, que por la naturaleza de sus procesos implican operaciones con riesgo de generar accidentes a causa de las sustancias químicas, condiciones de operación, los equipos y en general los peligros inherentes a los procesos industriales. Cuando se está hablando de seguridad de procesos, se observa que uno de los momentos más críticos, es el arranque post-parada, independiente de cuál sea el motivo de la parada. Uno de los momentos en los cuales puede existir más riesgo de materialización de un accidente es después de la suspensión total de las actividades productivas de una planta, caso que se vive actualmente debido a la situación generada por la COVID-19, pues algunas instalaciones en el país detuvieron sus actividades obedeciendo a los lineamientos gubernamentales. Hoy en día, teniendo en cuenta la reactivación progresiva de algunos sectores industriales, cobra especial importancia seguir lineamientos de seguridad de procesos para evitar que se presenten accidentes mayores. La industria en el mundo está viviendo una situación de reactivación económica generalizada y si no se toman las medidas preventivas correspondientes, se pueden presentar eventos accidentales con consecuencias importantes. Algunos ejemplos de lo que puede suceder durante el momento previo al arranque de una planta, lastimosamente se han presentado en los países que comienzan con la reactivación de sus actividades industriales; a continuación se describen dos eventos ocurridos el pasado 7 de mayo de 2020 en India. En la ciudad de Visakhapatnam en India, una instalación de fabricación de polímeros que llevaba fuera de funcionamiento más de 40 días programó el retorno a las operaciones de una antigua planta de producción, tras la flexibilización de las restricciones para operar por parte del gobierno. Durante las actividades previas de inspección de los equipos, para su posterior puesta en marcha, se presentó una fuga de estireno en las horas de la noche, ante la cual los trabajadores presentes dieron la alarma y evacuaron sin resultar lastimados. Sin embargo, la fuga de la sustancia no pudo ser controlada hasta horas más tarde, llevando a que sus vapores alcanzaran varias poblaciones cercanas, resultando en la exposición de al menos 1.000 personas en la zona, siendo los niños y los adultos mayores los más afectados. En los hospitales del área fueron atendidas al menos 20 personas en condición crítica, con un total de más de 400 hospitalizados con dificultad respiratoria e irritación ocular, algunos de los cuales incluso ingresaron inconscientes.  Se reportó el fallecimiento de al menos 11 personas, incluyendo dos que sufrieron un accidente mientras trataban de escapar para no exponerse a los vapores. El Gobierno indio indicó que afortunadamente pudieron ser atendidos todos los pacientes debido al stock de oxígeno y ventiladores que se tienen en los hospitales como respuesta a la pandemia que se vive a nivel mundial. Los equipos de atención de emergencias han indicado que entre 200 y 250 familias han sido evacuadas en un radio de unos 5 km, también se ha reportado la muerte de animales domésticos, ganado y aves de la zona. Se ha indicado que, si bien el gas no es extremadamente tóxico, produce efectos adversos tras la exposición prolongada. La empresa ha anunciado el inicio de una investigación para aclarar lo sucedido con más detalles (Archana Chaudhary, Sudhi Ranjan Sen, 2020; Indian express, 2020). El mismo día ocurrió otro accidente en una compañía del sector papelero en India, en la ciudad de Raigarh. En el marco del retorno a las operaciones se programó la limpieza de un tanque abierto, puesto que la instalación llevaba semanas fuera de funcionamiento. Durante este procedimiento se presentó una fuga de un gas tóxico, la cual afectó a 7 trabajadores que tuvieron que ser remitidos a hospitales de la zona, al menos 3 de ellos en estado crítico. En este caso, el responsable de la instalación no reportó el incidente y las autoridades conocieron el caso debido a la presencia de los afectados en los hospitales. A la fecha, se indicó que las autoridades iniciaron la investigación de lo sucedido y se encuentran interrogando al responsable de la instalación (Mishra, 2020; Times Now Digital, 2020). Debido a la gravedad de esta clase de eventos, es fundamental que los gobiernos definan lineamientos de seguridad para ayudar a la prevención de accidentes de este tipo, sobre todo en situaciones como las que se están viviendo actualmente a nivel global considerando los impactos sociales y económicos de la crisis en la implementación de medidas para que la producción se reinicie prontamente. Colombia ha tenido en cuenta las experiencias de otros países enfrentando la pandemia un par de meses antes y ha aprendido lecciones de éstas. En ese mismo orden de ideas, el país debe tomar las experiencias internacionales de los países que han comenzado el proceso de reactivación de la economía y prepararse para las situaciones que pueden presentarse en el territorio nacional. De los casos ocurridos se puede resaltar la importancia de la seguridad de procesos antes y durante las operaciones y la comunicación del riesgo para que las comunidades se encuentren preparadas, conociendo los riesgos a los cuales se encuentran expuestas y cómo deben proceder en caso de ocurrido un evento, minimizando sus consecuencias en la medida de lo posible. Las investigaciones de los accidentes sucedidos mostrarán las causas del evento, la dinámica de los eventos que derivaron en el accidente, cuáles fueron los errores que se cometieron y las oportunidades de mejora en los procesos para ayudar a mejorar los niveles de seguridad en las instalaciones. De manera general, las paradas de planta durante periodos prolongados pueden presentar un desafío cuya complejidad aumenta en las circunstancias actuales, cuyas particularidades pueden resumirse en algunos puntos de especial interés. El

Seguridad en el retorno a las actividades industriales post-confinamiento Leer más »

Recomendaciones médico legales para el manejo de trabajadores con daño a la salud, recomendaciones y abuso del derecho

Recomendaciones médico legales para el manejo de trabajadores con daño a la salud, recomendaciones y abuso del derecho

  Por: Juan David Méndez / Médico y Cirujano / Abogado especialista en medicina del trabajo y laboral / Especialista egresado en valoración del daño corporal / Perito valorador del daño a la salud / Litigante en derecho médico, laboral, seguridad social y culpa patronal.   Las recomendaciones ocupacionales son prescripciones técnicas realizadas por un profesional en salud como parte de su proceso terapéutico o de intervención clínica según su área del conocimiento. Su objetivo es evitar la progresión de una noxa específica (enfermedad o accidente y sus secuelas). El fuero de discapacidad es la consecuencia jurídica que se erige en la relación obrero patronal cuando el primero posee restricciones en la participación o limitaciones en la actividad (deficiencias, discapacidades y minusvalías) que impiden el normal desempeño de su trabajo habitual. La estabilidad laboral u ocupacional reforzada es la protección constitucional derivada del ya mencionado fuero de discapacidad que genera en cabeza del empleador la carga procesal resultante del principio de solidaridad, de continuar el vínculo laboral de manera independiente al tipo de contrato, hasta tanto no obtenga el permiso del Inspector del Trabajo para dar por terminado o hacer efectiva la culminación del contrato de trabajo. Si bien el Decreto 1443 de 2014 compilado en el Decreto 1072 de 2015 no indica de manera expresa que se debe contar con un componente de medicina preventiva y del trabajo, considerándose ello un aspecto regresivo y excluyente de esta norma, se  desprende que es de capital importancia este componente, toda vez: Lo primero es realizar un diagnóstico situacional de la empresa: saber qué hay, qué tengo, con quién cuento y qué necesito para lograr un proceso seguro. Se debe tener una caracterización de la empresa en términos de la normatividad aplicable frente a los riesgos inherentes a su proceso productivo y aquellos transversales a todo el SG-SST. Sobre la aplicación de la Resolución 1010 de 1989, la Ley 1016 de 2006 y el cumplimiento del Decreto 1443 de 2014, entre otros, como la política interna para la prevención del consumo de sustancias psicoactivas. Sobre el recurso humano necesario para el cumplimiento de los fines propios del SG-SST: horas médico, psicólogo o de otros profesionales especialistas en seguridad y salud en el trabajo y las ventajas estratégicas de la empresa frente a las aseguradoras del SG-SST, de manera que se permita un direccionamiento de las actividades de asesoría, asistencia técnica y de promoción de la salud y prevención de la enfermedad. No sólo basta con conocer el total de trabajadores incapacitados, el diagnóstico más frecuente de incapacidad y caracterizar el ausentismo. Se debe engranar el Comité de Convivencia Laboral, el Comité Paritario de Seguridad y Salud en el Trabajo con un  manejo interdisciplinario que en todo caso, es más económico, que la materialización de un daño a la salud de un colaborador. Ante el deber objetivo de seguridad, la carga de la prueba en desvirtuar la culpa de la empresa frente a la materialización de un daño que se relaciona con su proceso productivo por el incumplimiento de las obligaciones de contractualmente tiene el empleador frente a sus colaboradores, no sólo lleva a la habitual “prudencia y diligencia”, sino que, obliga a entender, que en un Estado Social de Derecho, prima la dignidad humana y por consiguiente, no es admisible un proceso inseguro pretextando “el equilibrio económico de la empresa o del sistema”. Complementando lo anterior, sólo ante un manejo interdisciplinario, es posible hacer frente y realizar un adecuado seguimiento a los colaboradores con daño a la salud o tomar decisiones frente al proceso productivo para salvaguardar la integridad biopsicosocial del trabajador. Posterior a ello, debe definir el plan de acción dentro del SG-SST: 1. Focalizar los recursos finitos de la organización, en los acápites más prioritarios de intervención del SG-SST, sin olvidar los no tan prioritarios (trabaje en ellos). 2. Tenga en cuenta el riesgo de materialización del daño, su impacto social, comercial económico y a la salud. 3. Vislumbre la historia natural de las enfermedades o secuelas funcionales prevalentes en su región frente a los requisitos propios de su proceso productivo y adelántese mediante procesos de adecuación programada al trabajo. Ejemplo: empresa con trabajadores de alto riesgo en alturas utilizando una maquinaria ultra especializada. No realiza actividades de promoción de la salud ni prevención de la enfermedad ni ha tenido en cuenta las enfermedades como hipertensión, diabetes mellitus y obesidad, sin prevalentes en la población de la región. Sus trabajadores en su gran mayoría son analfabetas y sólo desarrollan o están capacitados en esa actividad. Con el tiempo, tiene el 60% de sus trabajadores con restricciones médicas derivadas de secuelas funcionales de esas enfermedades prevalentes, no hay sustrato para realizar un proceso de capacitación o entrenamiento para otras actividades del proceso productivo por el nivel académico y la edad de los trabajadores afectados. Su único camino para lograr la viabilidad económica de la empresa es lograr la autorización del Ministerio de Trabajo para dar por terminado el contrato aduciendo la imposibilidad de la empresa frente al proceso de reubicación, ¿lo logrará? Este panorama sería diferente, si la empresa capacita a sus trabajadores, vislumbra los cambios fisiológicos propios de la edad y las enfermedades prevalentes frente a las exigencias psicofísicas de su proceso productivo, se apoya en su caja de compensación familiar, ARL y SENA, para lograr procesos programados de reconversión de mano de obra. 3. Dinamice el seguimiento de los casos ya que el no hacerlo puede llevar a un largo tiempo de espera en procesos médicos y asistenciales de ágil resolución. Recuerde que “los dolientes” son el propio paciente, su familia y la empresa. 4. Evalúe los beneficios tributarios que la Ley 361 de 1997 trae a las empresas y si es el caso, con el acompañamiento del Sindicato e incluso del Ministerio de Trabajo, hágalo extensivo a trabajadores antiguos, previa asesoría integral por su abogado laboralista. 5. Se debe hacer seguimiento activo de los colaboradores con daño a la salud, de manera independiente al origen de la

Recomendaciones médico legales para el manejo de trabajadores con daño a la salud, recomendaciones y abuso del derecho Leer más »

Cómo le fue a Colombia en accidentalidad, enfermedad y muerte laboral en 2018

Cómo le fue a Colombia en accidentalidad, enfermedad y muerte laboral en 2018

Según datos de la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), en 2018 se presentaron 645.119 accidentes con una disminución de la accidentalidad laboral de 2,3% frente al año anterior, por su parte las enfermedades calificadas tuvieron un aumento de 7,1% con un total de 10.435. Con respecto a la mortalidad, aunque no hubo un aumento significativo para 2018, se presentaron 569 muertes de origen laboral. Análisis estadístico de accidentalidad, enfermedad y mortalidad laboral por sector económico 2017 vs 2018 Accidentalidad laboral De acuerdo con el análisis estadístico de accidentalidad laboral, el sector económico con la tasa más alta en 2018 fue minas y canteras, integrado por 24 actividades, entre ellas, explotación minera, extracción de petróleo y gas natural, extracciones minerales, piedras preciosas, entre otras, con una tasa de 13 accidentes por cada 100 trabajadores afiliados al Sistema General de Riesgos Laborales (SGRL). En segundo lugar, el sector de agricultura, ganadería, caza y silvicultura con una disminución del 28% y una tasa de 12 accidentes por cada 100 trabajadores. En tercer lugar, el sector construcción con 9 accidentes por cada 100 trabajadores y una disminución del 5% frente al 2017. Con respecto al aumento de la tasa de accidentalidad, por cada 100 trabajadores reportados se puede apreciar, según las cifras de Fasecolda, que el sector servicio doméstico tuvo un aumento del 17% comparado con 2017, administración pública un 4% y servicios comunitarios, sociales y personales un 3%. Enfermedad laboral Los sectores económicos con mayor enfermedad laboral en 2018 fueron: en primer lugar el sector minas y canteras, el cual muestra un aumento del 10% en las enfermedades laborales con respecto al año anterior, con una tasa de 319 trabajadores con enfermedad laboral calificada por cada 100.000 afiliados al SGRL; en segundo lugar, la industria manufacturera con una tasa de 273 trabajadores con enfermedad laboral calificada por cada 100.000 afiliados al SGRL y una disminución del 4%; y en tercer lugar, agricultura, ganadería, caza y silvicultura con una tasa de 244 trabajadores con enfermedad laboral calificada por cada 100.000 afiliados al SGRL, con una disminución del 8%. Los sectores económicos que tuvieron un aumento significativo fueron servicio doméstico con un 57%, pesca con 24% y hoteles y restaurantes con 23%. Muertes laborales calificadas En Colombia en 2018, el sector que más muertes ocasionó fue minas y canteras, con 73 casos de muerte laboral por cada 100.000 trabajadores afiliados al SGRL y un aumento del 7% con respecto a 2017; seguido por transporte, almacenamiento y comunicaciones con 12 casos de muerte laboral por cada 100.000 trabajadores y un aumento del 3%; el tercer lugar fue para el sector eléctrico, agua y gas con un aumento del 27%, respecto al año anterior, con 12 casos por cada 100.000 trabajadores afiliados al SGRL. Análisis estadístico de accidentalidad, enfermedad y muerte laboral por departamento 2017 vs 2018 Accidentalidad De acuerdo con los registros de Fasecolda, Magdalena es el departamento con mayor tasa de accidentalidad en Colombia. Las estadísticas indican que se ocasionaron 10,5 accidentes por cada 100 trabajadores calificados afiliados al SGRL en 2018, observándose un aumento del 4% de la accidentalidad en comparación con el año anterior. En segundo lugar, se encuentra Cundinamarca con una tasa de 8,7 accidentes por cada 100 trabajadores calificados afiliados al SGRL. El departamento presentó una disminución del 6% y representa el 4,3 % de los trabajadores en Colombia afiliados a un sistema de riesgos laborales. El tercer departamento con mayor accidentalidad es Caldas con una tasa de 8 por cada 100 trabajadores calificados afiliados al SGRL y un aumento del 6% para el mismo año.

Cómo le fue a Colombia en accidentalidad, enfermedad y muerte laboral en 2018 Leer más »

Cómo le fue a Colombia en accidentalidad, enfermedad y muerte laboral en 2018

Cómo le fue a Colombia en accidentalidad, enfermedad y muerte laboral en 2018

Por: Mauricio Alexander Alzate Montoya / Ingeniero de sistemas UdeM / Especialista en Gerencia Financiera y Mercados UCO / Especialista en Gerencia de Proyectos UniMinuto / Magister en Gestión de la Información y el Conocimiento UdeM / Estudiante de Doctorado en Salud Pública / Coordinador de innovación Facultad de Medicina Universidad CES / maalzate @ces.edu.co   Gestionar la información que se maneja en una organización no es fácil y debe ser relevante entender su importancia para el crecimiento de la estrategia corporativa, en donde se requiere de ciertos recursos para hacerlo de la mejor manera (1). La gestión de la información en una organización de salud tiene como objetivo principal mejorar la calidad asistencial y la eficiencia de sus servicios, y ello redunda en un aumento del nivel de salud de los ciudadanos (2). En la pirámide de la información se tiene en el primer nivel el dato, en segundo nivel la información, en tercer nivel el conocimiento y en cuarto nivel la inteligencia, esto va mediado por la cantidad y la calidad. Derivado del tercer nivel de la pirámide, se tiene el conocimiento, el cual surge como intento sistematizado de movilizar el capital  humano y social de las organizaciones, en función de la maximización de los beneficios de las empresas. Es por ello que se propone que las políticas reconozcan el papel fundamental de la realidad que se pretende transformar y el papel predominante de  los flujos locales de información y de conocimiento asociado a los procesos de intervención en salud (2), en donde los pilares fundamentales son: la tecnología, los procesos, las personas y la cultura. De acuerdo con el grupo de Gestión del Conocimiento y Fuentes de Información del Ministerio de Salud y Protección Social, la gestión de la información está enfocada en el mejoramiento de fuentes de información, la integración a las bodegas de datos y las salidas de información; esto con el fin de decidir a través de la gestión del conocimiento en observatorios nacionales, estudios poblacionales, disposición y acceso a BVS, repositorios y revisiones (3). Existen otras fuentes, como el SISPRO que se define como una bodega de datos para disponer la información que el sector  requiera para apoyar el desarrollo de políticas públicas de salud y protección social, el funcionamiento del sistema y facilitar el  acceso a los servicios y la participación ciudadana a través de canales virtuales, este es operado por el Ministerio de Salud y  Protección Social. Entre los sistemas de información dispuestos por el ministerio, también se tienen: RUAF, PILA, RIPS, SISMED, SISSUB, registro de discapacidad, SIHO, REPS, RETHUS, SIVIGILA, FOSYGA y ORFEO; estos se encuentran articulados al Modelo Integral de Atención (MIAS). Así mismo, se cuenta con GHDx, el catálogo más completo del mundo de encuestas, censos, estadísticas vitales y otros datos relacionados con la salud del Institute for Health Metrics and Evaluation. El propósito es que las organizaciones incorporen la gestión de la información a través de las Tecnologías de la Información y Comunicación, para que este le permita: el uso adecuado de las TIC para transformación de los datos, crear modelos de analítica de datos para la toma de decisiones y la generación del conocimiento y generar transferencia de conocimiento y experiencia en el sector. En la actualidad, el conocimiento es uno de los factores más importantes en el desarrollo organizacional de un país o de un sistema. El conocimiento radica en las personas, procesos u organizaciones y se genera a partir de la experiencia profesional o personal, la formación profesional, los valores morales y éticos; este conocimiento bien usado genera nueva información que podrá ser capitalizada para la toma de decisiones, proponer innovaciones en procesos, productos, servicios o experiencia del usuario (4). Este conocimiento se presenta de varios tipos, los cuales de acuerdo al contexto es abordado por las personas para su recopilación, almacenamiento y posterior gestión. Estos tipos son: conocimiento tácito y conocimiento explícito (2). El conocimiento tácito es aquel que no se encuentra almacenado en ningún repositorio físico o virtual y es generado por la experiencia profesional, vivencias personales; este tipo de conocimiento es muy complicado de expresar y documentar. Ahora bien el conocimiento explícito se fundamenta en información plasmada en documentos, manuales, guías, patentes, secretos, diagramas (5). La tecnología cambió la manera como interactuamos y cambió la forma como se brindan servicios a las personas y como se hacen los negocios, esto se debe a que se convirtió en uno de los motores de la innovación; como resultado de la información que genera la tecnología se debe aprovechar para convertirla en conocimiento que genere innovación, producir nuevas tecnologías, productos, materiales y aplicaciones, nuevas formas de hacer las cosas que conduzcan a un mayor bienestar, incluyente, sostenible y con equidad, para todas las personas. En el sector salud se cuenta con muchos datos generados en los diferentes sistemas de información, estos datos por sí solos no dicen nada, por lo cual se deben interpretar para generar una información para el gerente, la cual debe consolidarse para producir conocimiento, el cual se debe sistematizar para tomar decisiones, ya que esto agregara valor al sistema de salud cuando sea utilizado para el bien de la población. Conclusiones La gestión de la información se orienta en gran medida, hacia la identificación de los errores y sus causas; no solo se alcanza con respeto a los procesos de gestión en general, sino a partir de los logros de los colectivos y los equipos, que aportan el conocimiento y la inteligencia. Sin información, sin datos, es imposible gestionar, administrar y trasmitir conocimiento. Reflexiones para el debate A partir del abordaje de los diferentes aspectos a lo largo del trabajo, se dejan planteados varios interrogantes, los cuales podrán servir de punto de partida para posteriores análisis: ◥ ¿Las organizaciones tienen la máxima y mejor información sobre el entorno que le rodea? ◥ ¿La información con que cuenta la organización genera valor a su interior con el fin de generar conocimiento y ayudar en la toma de decisiones? ◥ ¿La

Cómo le fue a Colombia en accidentalidad, enfermedad y muerte laboral en 2018 Leer más »