Gestión de la SST

¿Cómo sé si mi empresa debe implementar el PESV?

Por Gerencia de Comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) Cómo citar este artículo:Gerencia de Comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) ( 2024). Seguridad Vial: ¿Cómo sé si mi empresa debe implementar el PESV? Protección & Seguridad en la Comunidad No. 52, pág. 11- 14. https://ccs.org.co/portfolio/como-se-si-mi-empresa-debe-implementar-el-pesv/ Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los accidentes de tránsito causan el fallecimiento de 1,3 millones de personas al año, mientras que otras 50 millones resultan heridas de gravedad en todo el mundo. La magnitud de la cifra ha llevado a calificar el fenómeno como “una epidemia silenciosa y ambulante”, tal como lo afirmó el Secretario General de la ONU, António Guterres. A lo anterior se suma que el 90 % de los accidentes de tráfico ocurre en países de renta baja y media mientras que las carreteras inseguras generan pérdidas anuales de entre el 2 y el 5 % de su Producto Interno Bruto según cálculos del organismo, un factor que obstaculiza el avance de las naciones en desarrollo. Entre los riesgos de accidentalidad vial, la ONU indica factores como el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol o de cualquier sustancia psicoactiva o droga, la falta de uso de cinturones de seguridad, la infraestructura vial insegura y los vehículos inseguros. “Colocar la seguridad en el centro de nuestros sistemas de movilidad es un imperativo urgente para la salud, la economía y la moral”, conminó Etienne Krug, director del Departamento de Determinantes Sociales de la Salud de la OMS. Dado el contexto, en septiembre de 2020, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución para proclamar el Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030 y fijó como meta de reducir a la mitad el número de víctimas fatales y lesionadas para 2030. Con respecto a ese objetivo, las empresas están instadas a fortalecer la seguridad vial tanto en sus propias operaciones como en sus cadenas de valor. Esto se debe a que muchas actividades económicas usan el transporte como parte de su logística, convirtiéndolas en un actor corresponsable en la reducción de la accidentalidad y la gestión del riesgo en la vías. En ese marco, Colombia reglamentó los Planes Estratégicos de Seguridad Vial (PESV) a través del Decreto 1252 del 2021 como un mecanismo para incentivar la gestión del riesgo en seguridad vial en las organizaciones y fortalecer la responsabilidad social empresarial en esta materia. ¿Qué es un Plan Estratégico de Seguridad Vial (PESV)? El artículo 1 del mencionado decreto indica que “es una herramienta de gestión que contiene las acciones, mecanismos, estrategias y medidas de planificación, implementación, seguimiento y mejora que deben adoptar las diferentes entidades, organizaciones o empresas del sector público o privado del país encaminadas a generar hábitos, comportamientos y conductas seguras en las vías para prevenir riesgos, reducir la accidentalidad vial y disminuir sus efectos nocivos”. De acuerdo con la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), el PESV tiene como objetivo principal promover una cultura vial responsable y prevenir los comportamientos riesgosos en la vía, así como mejorar la infraestructura y la tecnología relacionadas con la seguridad vial. “Las empresas están instadas a fortalecer la seguridad vial tanto en sus propias operaciones como en sus cadenas de valor (…). Son un actor corresponsable en la reducción de la accidentalidad y la gestión del riesgo en la vías». El plan incluye diversas medidas, como la educación y sensibilización de los actores viales, la modernización de la infraestructura vial, la regulación y vigilancia de la circulación vehicular y la atención integral a las víctimas de accidentes. “Las empresas tienen un papel clave en la implementación de este proyecto, ya que sus colaboradores son usuarios frecuentes de las vías y están expuestos a situaciones de riesgo. Por esta razón, el programa busca involucrar a las empresas en la promoción de una cultura de seguridad vial en el ámbito laboral y en la adopción de prácticas seguras en sus operaciones”, indica la ANSV. Otro aspecto clave es que los PESV deberán estar articulados al Sistema Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST) de cada organización. ¿Cómo sé si mi empresa debe implementar el PESV?La empresa, organización o entidad debe cumplir con al menos una de las siguientes condiciones: ¿Por dónde arrancar? Lo primero que las organizaciones deberán hacer es evaluar la situación actual de la seguridad vial en la organización, la definición de los objetivos y metas a alcanzar, la identificación de los actores involucrados y sus roles, la determinación de los recursos necesarios y la elaboración de un cronograma de actividades, es decir, de aquellas acciones específicas que se llevarán a cabo con el objetivo de reducir la siniestralidad. El plan deberá contener como mínimo los siguientes aspectos, tal como lo determina la Resolución 20223040040595 de 2022: “Para conocer, paso a paso, cómo adoptar el PESV, las empresas pueden consultar el anexo de la Resolución 20223040040595 de 2022 del Ministerio de Transporte”. Para conocer, paso a paso, cómo adoptar el PESV, las empresas pueden consultar el anexo de la Resolución 20223040040595 de 2022 del Ministerio de Transporte que definela metodología para el diseño, implementación y verificación de dichos planes. Adicionalmente, la ANSV, a través de su ‘Escuela Virtual de Seguridad Vial’ disponible en ansv.gov.co/es/escuela/ 9864, ofrece a las empresas diversas herramientas y recursos paraque puedan mejorar la seguridad vial en sus operaciones y reducir los riesgos de siniestros. Estas herramientas incluyen la capacitación de los colaboradores en temas de seguridadvial, la implementación de programas de prevención de accidentes, la promoción del uso responsable de los vehículos y la adopción de prácticas seguras en la gestión logística.Además, las empresas pueden participar activamente en la implementación de campañas de educación y concientización en sus comunidades y en la promoción de una cultura de seguridad vial en el país. ¿Qué tipo de riesgos para la seguridad vial se deben tener en cuenta? Uno de los pasos cruciales de la metodología de implementación del PESV es la caracterización de los riesgos en

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Entornos de trabajo saludables y sostenibles: retos y oportunidades

Por Johan Andrés García Meneses / Líder técnico del CCS / Ingeniero químico / Magíster en Ingeniería Química Cómo citar este artículo:García, J. ( 2024). Entornos de trabajo saludables y sostenibles: retos y oportunidades. Protección & Seguridad No. 413 (enero – febrero 2024), pág. 35- 39. https://ccs.org.co/publicaciones/proteccion_seguridad/6/413/creando-valor-sostenible La seguridad y la salud son aspectos fundamentales en cualquier entorno laboral. Por eso, comprender los riesgos asociados a los puestos de trabajo es esencial para garantizar un ambiente ocupacional saludable. Los riesgos que representan amenazas para la seguridad física de los trabajadores son variados y abarcan diversas categorías. Por ejemplo, están los peligros mecánicos asociados al uso de maquinaria, los riesgos eléctricos y los riesgos de caída de alturas. No obstante, pese a que suelen estar asociados a la seguridad laboral, los factores físicos no siempre son los únicos que inciden en el bienestar de los trabajadores. Otro tipo de riesgos, como los psicosociales, llegan a tener un impacto significativo tanto en la seguridad física como en la salud mental y el bienestar general. Muestra de ello es la carga laboral excesiva, estrechamente vinculada con accidentes de trabajadores jóvenes (Función Pública, s.f.). Además, los riesgos de este tipo pueden derivar en problemas como trastornos de sueño, automedicación, consumo excesivo de alcohol y sentimientos de depresión, ansiedad, irritabilidad, nerviosismo, intolerancia y enojo. Y, si bien la eliminación de peligros en el entorno laboral contribuye a la protección de la salud y a la prevención de enfermedades, esto no garantiza el bienestar de los trabajadores. La salud de un empleado también se ve influida por sus hábitos personales. De ahí la importancia de abordar tanto los factores ambientales como los individuales para promover un entorno laboral seguro y saludable, propósito que ha surtido una evolución en el tiempo. Anteriormente, el enfoque se centraba en prevenir accidentes laborales y mantener la infraestructura física en condiciones óptimas. No obstante, en la actualidad este concepto se ha ampliado para abarcar aspectos como la promoción de estilos de vida saludables, la prevención de enfermedades y accidentes, la organización del trabajo, el ambiente laboral y la gestión del estrés (Caroca Marchant, s.f.). Además, se ha reconocido la importancia de considerar factores externos al entorno laboral que puedan influir en la salud de los trabajadores. Un cambio que refleja una comprensión más integral y holística de la salud y de la seguridad laboral. ¿Qué es un entorno laboral seguro y saludable? Un entorno de trabajo saludable debe proporcionar un ambiente accesible en el que se entiendan las capacidades y habilidades de cada persona, donde se minimicen las diferencias o dificultades y se otorguen herramientas tanto para la promoción de la salud, como para la prevención de enfermedades (Secretaría de Salud de México, 2022). De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), un entorno laboral saludable es “aquel en el que los trabajadores y jefes colaboran en un proceso de mejora continua para promover y proteger la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores, así como la sustentabilidad del ambiente de trabajo” (WHO, 2010). Lo anterior, enmarcado en los siguientes indicadores: En cuanto a la normatividad colombiana, el Ministerio de Salud define que un entorno laboral saludable es aquel centro de trabajo en el que las condiciones del mismo están dirigidas a lograr el bienestar de los trabajadores, no solo en el sentido de crear un buen ambiente físico, sino de que existan buenas relaciones personales, organización adecuada de las tareas y procesos, salud emocional y promoción del bienestar familiar y social de los trabajadores a través de la protección de riesgos, estimulando su autoestima y el control de su propia salud y del espacio en el que están inmersos (Ministerio de Salud, 2016). Este Ministerio establece los siguientes principios fundamentales en la promoción de la salud en los lugares de trabajo los cuales hacen parte de las políticas y actividades que el empleador debe tener en cuenta favoreciendo la productividad y competitividad de las organizaciones. Este último punto contribuye al alcance de los compromiso adquiridos por los países en cuanto al cumplimiento de la Agenda 2030 enmarcada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la Organización de las Naciones Unidas en 2015, así como las metas de descarbonización definidas en el Acuerdo de París. En ambos ámbitos, se insta a las organizaciones a incorporar, según corresponda, las consideraciones aplicables a los entornos laborales en las hojas de ruta definidas para tales propósitos. ¿Cómo incluir la sostenibilidad en los entornos de trabajo? El bienestar y la sostenibilidad se han convertido en aspectos fundamentales a la hora de diseñar los espacios de trabajo contemporáneos, reflejando así un mayor grado de conciencia de la interconexión entre la responsabilidad ambiental y el bienestar de los trabajadores. Existen diversas formas de incluir la sostenibilidad en el diseño y mantenimiento de dichos espacios como las que se describen a continuación: Eficiencia energética y productividad. La optimización en el uso de la energía constituye un elemento esencial en el diseño sostenible de los nuevos entornos laborales. Al aprovechar mejor la entrada de luz natural, reducir la dependencia de la iluminación artificial y emplear colores claros y superficies reflectantes, se logran reducciones en el consumo de energía con su consecuente impacto positivo en el medio ambiente— al mismo tiempo que contribuye a mejorar la productividad y el bienestar de los empleados gracias a la creación de ambientes más luminosos y acogedores (Corporate Wellness, 2023). Incorporación de materiales de construcción y mobiliario sostenibles. Estos elementos desempeñan un papel esencial en el desarrollo de espacios de trabajo social y ambientalmente responsables. La procedencia de los materiales debe reflejar un compromiso con la promoción de prácticas empresariales éticas. La preferencia por fuentes locales para materiales y productos no solo respalda las prácticas de sostenibilidad, sino que también contri buye a la reducción de la huella de carbono. Entre los materiales respetuosos con el medio ambiente se encuentran las pinturas ecológicas, adoquines y cementos sostenibles, maderas de fuentes certificadas con cero deforestación y otros provenientes

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SST: en la agenda de materialidad de las empresas sostenibles

Por: Lizeth Viviana Salamanca Galvis / Líder de Comunicaciones del CCS / Comunicadora social con énfasis en periodismo / Magíster en Responsabilidad Social y Sostenibilidad Cómo citar este artículo:Salamanca, L. ( 2024). SST: en la agenda de materialidad de las empresas sostenibles. Protección & Seguridad No. 413 (enero – febrero 2024) pág. 30- 33. https://ccs.org.co/publicaciones/proteccion_seguridad/6/413/creando-valor-sostenible En la búsqueda constante de una gestión empresarial más responsable y sostenible, la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) ha emergido como un componente crítico en la ecuación. Hoy por hoy, este aspecto va más allá de ser un requisito legal y ético, convirtiéndose en un pilar fundamental en la estrategia de sostenibilidad de las organizaciones. Este enfoque no solo garantiza la protección del capital humano, considerado el activo más valioso de cualquier empresa, sino que también demuestra su compromiso con un futuro más seguro y sostenible. En este contexto, la SST se ha convertido en un factor clave que influye no solo en el bienestar de los empleados, sino también en la productividad, la competitividad y la reputación de la empresa a largo plazo. La relevancia de la SST en la sostenibilidad de las organizaciones no se limita a un ámbito interno y operativo; su alcance se extiende a la comunidad, la cadena de valor y al medio ambiente. Por eso, en la gestión de las relaciones con sus trabajadores y contratistas, se empiezan a identificar los riesgos e impactos que generan las prácticas laborales y de contratación, así como las oportunidades que emergen de allí. Este reconocimiento se refleja, cada vez más, en la inclusión de la SST en las estrategias de materialidad de las organizaciones y en la adhesión y cumplimiento de marcos internacionales. SST con «S» de social, pilar de los criterios ASG Los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) son una herramienta que permite evidenciar cómo las empresas están abordando cuestiones que van más allá de los resultados financieros. Hoy por hoy, se han transformado en un estándar común para medir el desempeño en términos de impacto sostenible. A partir de la consideración de factores que incluyen la preservación del medio ambiente, las relaciones con la comunidad, la gestión de los recursos humanos, la ética empresarial y la transparencia, los criterios ASG ofrecen una visión integral del compromiso de una empresa con la sostenibilidad y su responsabilidad con el entorno en el que opera. No obstante, los factores ASG también están siendo utilizados por diversos marcos y guías internacionales para la presentación y divulgación de reportes integrados en la perspectiva de aquellos “asuntos o situaciones que se pueden materializar en riesgos u oportunidades con capacidad de afectar el valor, la reputación y la existencia misma de las organizaciones” (Cedodes, 2022). Entre esos criterios, la Seguridad y la Salud en el Trabajo (SST) emerge como un aspecto clave que no solo protege al capital humano —que, como ya se mencionaba es el activo esencial y más importante de las organizaciones— sino que también impacta la productividad y, por ende, la competitividad y la continuidad del negocio a largo plazo. Garantizar la SST no solo es un deber ético y legal para las empresas; también tiene un impacto directo en los resultados financieros y la sostenibilidad. Un entorno de trabajo seguro y saludable reduce el absentismo laboral, aumenta la productividad, eleva la moral y la satisfacción de los empleados y reduce los costos asociados a accidentes y enfermedades laborales. Todo esto se traduce en una mayor retención de talento, una mejora en el desempeño empresarial (al tiempo que crea valor social) y el fortalecimiento de su reputación. Por el contrario, una gestión deficiente de la SST puede acarrearle a una empresa sanciones y multas, pérdida de mercados, desconfianza y la erosión de la legitimidad e, incluso, la imposibilidad de continuar operando. Por consiguiente, la SST ha adquirido un rol protagónico en los asuntos que abarca la «S» de los criterios ASG. Incluye un listado extenso de temas estrechamente relacionados con salud y bienestar; desarrollo de capital humano; condiciones laborales; abastecimiento ético de la cadena de suministro (incluyendo lucha contra la esclavitud moderna y trabajo infantil); cuestiones de Derechos Humanos en las instalaciones de la empresa y de los proveedores/contratistas; equidad, diversidad e igualdad de oportunidades en el lugar de trabajo, gestión de riesgos en los procesos y actividades; privacidad y seguridad de datos; y participación de la comunidad, entre otros (Cecodes, 2022). Además, la identificación y evaluación de peligros y la gestión y control de riesgos físicos, biológicos y químicos en las operaciones sumado a la prevención de accidentes mayores y la gestión de residuos, tiene efectos sobre la prevención de la contaminación y el cuidado del medio ambiente, por lo que la SST también tiene la capacidad de abordar cuestiones ambientales. Lo anterior demuestra que la SST tiene un lugar relevante en los criterios ASG y empieza a integrar con fuerza el listado de los asuntos materiales que guían la estrategia de sostenibilidad de las empresas. Los asuntos laborales en otros marcos de actuación sostenible La SST no solo aparece en los criterios ASG. También ha sido un tema constante en los marcos internacionales de actuación responsable y sostenible que orientan y sirven de referencia a las organizaciones y que, por supuesto, han nutrido las consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza que deben tener en cuenta las organizaciones para identificar sus impactos, oportunidades y asuntos en los cuales tiene incidencia. En los Diez Principios del Pacto Global de la Organización de las Naciones Unidas (basados en Declaraciones y Convenciones Universales), una de las cuatro áreas de actuación corresponde a ‘estándares laborales’ e indica que las empresas deben “apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva (principio 3), apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción (principio 4), apoyar la erradicación del trabajo infantil (principio 5) y apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación (principio 6)” (Pacto Global Red Colombia,

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La seguridad y la salud de los trabajadores: impulsoras de empresas eficientes, sostenibles y constructoras de equidad social

Por Jacqueline Mesa Sierra / Gerente técnica del CCS / Ingeniera forestal / Especialista en Gestión Medioambiental / Magíster en Salud y Seguridad en el Trabajo Cómo citar este artículo:Mesa, J. ( 2024). La seguridad y la salud de los trabajadores: impulsoras de empresas eficientes, sostenibles y constructoras de equidad social. Protección & Seguridad No. 413 (enero – febrero 2024) pag. 19- 21. https://ccs.org.co/portfolio/la-seguridad-y-la-salud-de-los-trabajadores/ Los recientes resultados del ‘Life Evaluation Index’, una encuesta realizada a nivel mundial¹ para medir la percepción de las personas con respecto a su vida actual y futura, indican que solo cerca de una cuarta parte de los encuestados consideran que están prosperando. Por el contrario, más de tres cuartas partes reporta estar experimentando dificultades o padeciendo algún tipo de sufrimiento. Así mismo, de acuerdo con las memorias de la 111ª Conferencia Anual de la OIT, una gran parte de las personas tienen la percepción de que algo entro de la sociedad es injusto, aspecto que aumenta aún más la posibilidad de encontrar fenómenos de inestabilidad social. Aquí es donde las organizaciones y empresas enfrentan un desafío real: la imperante necesidad de impulsar la prosperidad de las personas. Una prosperidad que incida directamente en el reconocimiento de los seres humanos desde sus circunstancias y condiciones individuales, que fomente la igualdad de oportunidades laborales y propicie condiciones adecuadas de trabajo. Esta sensación de prosperidad se debe manifestar, especialmente, a través de la actividad productiva, proporcionando a las personas la posibilidad de asegurar su bienestar económico y social, elevar su calidad de vida, reducir la desigualdad y promover la inclusión. En este sentido, el trabajo decente desempeña, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo – OIT (2023) el papel central en la promoción de la justicia social, ya que los ingresos provenientes del empleo constituyen la fuente principal de sustento para la mayoría de los hogares a nivel mundial. Por lo tanto, unas mejores condiciones de seguridad y de salud en el trabajo inciden directamente en el logro de una sociedad más equitativa, contribuyendo a la reducción de la inestabilidad social y el alcance de un desarrollo económico justo e inclusivo. Y es aquí donde las empresas sostenibles tienen un rol fundamental al diseñar y desarrollar modelos de negocio capaces de crear nuevas oportunidades, redistribuir el valor económico y potencializar el valor social en las comunidades en las que operan. En este contexto, la mejora de las condiciones laborales, la atención prioritaria a la Seguridad y la Salud en el Trabajo (SST) y la identificación peligros y gestión proactiva de riesgos, se revelan como pilares cruciales que las empresas y organizaciones deben robustecer en su aspiración a la sostenibilidad. En términos generales, el bienestar de los trabajadores es el cimiento de una sociedad económicamente activa y productiva. Pero, además, representa un compromiso auténtico con el crecimiento empresarial sostenible enmarcado en los principios de equidad y justicia. Este enfoque contribuye a moldear una comunidad que aprecia no solo la prosperidad económica, sino también el progreso social. Por eso, al abordar la sostenibilidad dentro de las organizaciones, la salud de la población trabajadora emerge como un factor determinante no solo para la productividad empresarial, sino también para el desarrollo a nivel nacional. En primer lugar, un equipo de trabajo saludable es fundamental para garantizar una fuerza laboral productiva y comprometida. Los empleados que gozan de buena salud física y mental tienden a ser más eficientes, creativos y comprometidos en sus funciones y metas. Esto se traduce en una mejora directa de la productividad y la calidad del trabajo contribuyendo así, al éxito a largo plazo de la empresa y por ende, al aporte de esta a la economía nacional. En el ámbito nacional, la salud de la población trabajadora se convierte en un elemento clave para el desarrollo sostenible. Un país cuya fuerza laboral disfruta de buenas condiciones de salud experimenta menos interrupciones en la productividad, disminuye la carga en los sistemas de salud y fomenta la estabilidad económica. Además, la inversión en la salud de los trabajadores se evidencia en una sociedad más próspera, equitativa y resiliente, reduciendo las desigualdades y mejorando la calidad de vida de la población en general. Según estimaciones de la OIT, en la región de las Américas se presentaron de 2,9 millones de muertes por accidentes y enfermedades laborales y 402 millones de personas sufrieron lesiones laborales no mortales en 2022. Lo anterior significó pérdidas económicas por el orden del 5,4 % del Producto Interno Bruto (PIB) de la región, es decir, un aproximado de 4 billones de dólares por año (OIT, 2023). Así mismo, estimaciones conjuntas realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la OIT refieren que al garantizar condiciones de trabajo adecuadas se puede reducir el absentismo por enfermedad laboral hasta en un 27 % y los costos de atención en salud de las empresas en un 26 % (WHO- ILO, 2021). Así las cosas, una organización que no priorice a los trabajadores y la mejora de sus condiciones como prioritarios dentro de sus grupos de interés y de sus estrategias, posiblemente, será una organización que carece de sentido. En un sistema interconectado y vivo, como lo es una organización, la desatención de su activo más importante —su capital humano—no solo conlleva consecuencias inmediatas, sino que también socava los cimientos mismos de la empresa y pone en riesgo la continuidad del negocio. En este tejido interdependiente, la exposición a peligros y no reducción de riesgos, la falta de garantías para desarrollar una actividad productiva en un ambiente sano y seguro y la desmotivación de los equipos de trabajo, actúan como agentes corrosivos, debilitando la cohesión interna y generando un entorno propenso a accidentes laborales, enfermedades y, en el peor de los casos, mortalidad laboral. Esto no solo mina su productividad y competitividad, sino también su capacidad para adaptarse, crecer y perdurar en un mundo empresarial cada vez más dinámico y preocupado por crear valor para la sociedad. En este contexto, invertir en el bienestar y desarrollo de

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Reintegro laboral, hacia la reconstrucción de la dignidad laboral. Una mirada más allá del deber normativo

Por Gerencia técnica del CCS. El reintegro laboral es un proceso fundamental que busca restaurar los derechos y la estabilidad de aquellos trabajadores afectados por situaciones adversas, con especial enfoque en aquellos siniestros relacionados con las condiciones de trabajo (tanto accidentes como enfermedades laborales) y, de esta forma, evitar el despido injustificado, la discriminación o la violación de sus garantías laborales. En Colombia, este tema cobra especial relevancia debido a la creciente necesidad de garantizar condiciones justas y equitativas en el entorno laboral, así como fomentar ambientes de trabajo seguros, sanos y con bienestar que contribuyan a la gestión sostenible en las organizaciones. En ese sentido, se busca que las acciones estén encaminadas a contribuir al Objetivo de Desarrollo Sostenible número 8 “lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos los trabajadores, incluidas las personas con discapacidad” tal como lo plantea la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Según cifras e indicadores de riesgos laborales reportados por el Ministerio de Salud y Protección Social, desde el 2019 y hasta mayo de 2024, más de 81 mil trabajadores han presentado una incapacidad parcial permanente (IPP) derivada de un siniestro laboral lo que ha dado origen a una pérdida de capacidad laboral de entre el 5 % y el 50 %. A su vez, más de 2500 incidentes se han presentado generando como consecuencia una pérdida de capacidad laboral que supera el 50 % y por lo cual se ha otorgado una pensión de invalidez. Puntualmente, tan solo en 2023 se determinaron 15.833 IPP, un 10,5 % más que las del año anterior. De esta cifra, el 62,6 % correspondieron a IPP derivadas de accidentes de trabajo (AT) y el 37,4% restante fueron originadas por enfermedades laborales (EL). Adicionalmente, para ese mismo año, 471 trabajadores fueron calificados para una pensión de invalidez donde el 80,9 % de los casos se debió a un accidente de trabajo y el 19,1 % restante a enfermedades de origen ocupacional. Esta cifra se ubicó un 4,2 % por encima de lo reportado en 2022. De otro lado, el análisis evidencia que el sector que presentó el mayor número de incapacidades parciales permanentes durante el 2023 fue el de ‘Industrias manufactureras’, con 3397 IPP, equivalente al 21,5 % de los casos. Le siguen los sectores de ‘Construcción’ (1692 IPP) y ‘Comercio al por mayor y al por menor’ (1422 IPP), con una participación del 10,7 % y 9,0 %, respectivamente. Con relación a las pensiones de invalidez, los sectores con mayores registros fueron ‘Construcción’ (18,0 %), ‘Industrias Manufactureras’ (14,9 %) y ‘Transporte y Almacenamiento’ (10,0 %). Por distribución geográfica, las IPP se ubicaron principalmente en Bogotá D.C. (27,3 %), Antioquia (20,4 %) y Valle del Cauca (12,9 %), comportamiento similar al presentado para las pensiones de invalidez donde estos departamentos tuvieron las siguientes participaciones: Bogotá D.C. (23,4 %), Antioquia (18,9 %) y Valle del Cauca (11,5 %). Reintegro laboral, clave ¿Qué pasa, entonces, con los trabajadores que se ven afectados por una incapacidad parcial permanente (IPP)? De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el reintegro laboral es el “proceso por el cual una persona logra compensar en el mayor grado posible las habilidades y destrezas afectadas por una condición de discapacidad que repercute directamente en su desempeño ocupacional”, el cual debe considerar las necesidades del trabajador, de la empresa y de la sociedad en general. De igual manera, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define al reintegro laboral como el “proceso de facilitar que una persona con discapacidad recupere su estado de salud y capacidad de trabajar”. Por su parte, para efectuar el reintegro laboral (definido como reincorporación laboral) el marco normativo colombiano señala, a través de la Resolución 3050 de 2022, que “al terminar el período de incapacidad temporal, los empleadores están obligados a ubicarlo en el cargo que desempeñaba o a reubicarlo en cualquier otro, de la misma categoría, para el cual esté capacitado”. Para lograrlo, es necesaria una etapa fundamental previa: la rehabilitación integral. En esta fase se debe garantizar el mejoramiento de la calidad de vida del trabajador y de sus condiciones de salud por medio de una rehabilitación funcional para recuperar, mantener y potencializar las capacidades físicas, sensoriales, intelectuales, cognitivas, psíquicas y/o sociales. Así mismo, se debe garantizar la inclusión de los trabajadores mediante una rehabilitación laboral, ocupacional, social y familiar, a través de procesos terapéuticos, educativos y formativos. La rehabilitación integral y la reincorporación laboral son procesos que, más allá de los aspectos legales y administrativos de la organización, tienen un impacto en la calidad de vida de los afectados puesto que desarrollan acciones de forma simultánea desde tres aristas: (1) la promoción de la salud y la prevención de limitaciones físicas y mentales, (2) el desarrollo, recuperación y mantenimiento funcional, y (3) la integración social y ocupacional, donde se promueve la inclusión y la igualdad de oportunidades. Todo lo anterior, fomenta la dignidad y el valor humano, reduce la estigmatización asociada a enfermedades y discapacidades e incentiva la cohesión social y la prevención de la exclusión social. Bajo este enfoque, las empresas que diseñan sus programas de rehabilitación y reincorporación laboral de forma adecuada e integral tienen la capacidad de alcanzar la resiliencia organizacional, la retención del talento humano y la diversidad e inclusión ayudan a alcanzar niveles de madurez cada vez mayores en el Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST), reduciendo el riesgo de reincidencia de los eventos al implementar políticas y prácticas destinadas a proteger a los trabajadores y promover ambientes de trabajos seguros, minimizando el impacto en los equipos de trabajo y los costos asociados. En este contexto, el CCS insta a las organizaciones a establecer programas de reincorporación laboral integrales, una apuesta que no solo debe abordar desde el cumplimiento normativo, sino también desde la oportunidad de mejora continua de las condiciones laborales y la generación de entornos de trabajo cada vez más seguros, saludables y de calidad que propendan por el

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Fortalecer las capacidades técnicas en SST, clave para la productividad y sostenibilidad empresarial

Por Gerencia Técnica del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) La Seguridad y la Salud en el Trabajo son aspectos fundamentales para el desarrollo y crecimiento sostenible de cualquier organización y sociedad. Por eso,comprender los riesgos asociados a cada una de las actividades laborales de los diferentes sectores y entornos de trabajo es esencial para garantizar un ambienteocupacional saludable, seguro y que ofrezca condiciones de trabajo decente. El bienestar y la sostenibilidad se han convertido en aspectos fundamentales a la hora de diseñar los espacios de trabajo contemporáneos, reflejando así un mayorgrado de conciencia sobre la interconexión entre la responsabilidad ambiental y el bienestar de los trabajadores. Crear espacios que promuevan la sostenibilidad y apoyen la seguridad y la salud de las personas no es simplemente una tendencia, es una transformación profunda en la forma en la que se conceptualizan, condicionan y ponen en prácticas los entornos laborales para que sean seguros. Este cambio de paradigma presenta tanto desafíos como oportunidades que dan forma a la trayectoria del diseño de los lugares de trabajo. Desafíos y oportunidades Uno de los principales desafíos radica en trascender del mero cumplimiento normativo y la implementación de prácticas tradicionales. Sin embargo, esto tambiénpresenta oportunidades para desarrollar soluciones innovadoras y adoptar nuevas tecnologías que nos conduzcan a una era de modernización más rentable y trasformadora. Otro desafío está en la necesidad de generar una transformación cultural al interior de las organizaciones. Adoptar la sostenibilidad y priorizar el bienestar laboralrequiere un cambio en la forma de pensar, sentir y hacer nuestras actividades diarias. Este reto precisa de una alta dosis de participación activa y una comunicación abierta entre todos los niveles de la organización, partiendo, desde el nivel gerencial. Para lograrlo, es fundamental contar con programas de educación y concientización, así como con un liderazgo comprometido que fomente un sentido de corresponsabilidad entre los trabajadores. También es crucial crear espacios de diálogo en todos los niveles jerárquicos de la organización, lo que permitirá construir entornos verdaderamente colaborativos y sostenibles. La integración de la tecnología también presenta desafíos y oportunidades para la SST y la sostenibilidad. Si bien puede mejorar la eficiencia energética, la conectividad y la productividad, también plantea desafíos relacionados con los desechos electrónicos, el consumo de energía, la destrucción de puestos de trabajo y la posibilidad de que una sobrecarga digital afecte la salud de los empleados (Madkhali & Sithole, 2023). Lograr un equilibrio entre el aprovechamiento de las bondades de las tecnologías emergentes para la sostenibilidad y garantizar que mejore la salud de la fuerza laboral (en lugar de obstaculizarla) es una consideración importante que toda organización debe abordar. Considerando los diferentes elementos y factores que implica integrar la SST con la sostenibilidad, es importante generar espacios que permitan conocer y profundizar en dicho proceso. Además, porque los desafíos que se presentan en este ámbito derivan en implicaciones directas e indirectas en la productividad empresarial. Fortalecimiento técnico, la clave Por tal motivo, el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS), comprometido con su fiel propósito de «Asegurar Abrazos», busca generar cada año espacios técnico-académicos que enriquezcan las capacidades de los profesionales y líderes empresariales del país. Del 3 al 5 de julio, llevará a cabo la versión número 57 de su emblemático Congreso de Seguridad, Salud y Ambiente, evento que proporciona un entorno idóneo para el intercambio de conocimientos, la actualización normativa, la divulgación de innovaciones y buenas prácticas, así como la mejora continua en materia de SST, protección ambiental, gestión de riesgos y desarrollo sostenible. El fortalecimiento técnico de los asistentes al Congreso seguirá basándose en la promoción de ‘Un mundo seguro, saludable y próspero: pilares esenciales de la sostenibilidad’, el cual sustenta la elaboración de la agenda temática del evento. Por ello, en esta edición, se hará un llamado a la capacidad individual y colectiva de impulsar un cambio cultural bajo el lema ‘Transformar el mundo en un lugar mejor está en tus manos’. Ejes temáticos que enriquecen el conocimiento Bajo estas dos premisas, el evento contará con 20 ponencias internacionales, 50 conferencias nacionales, 6 paneles y conversatorios y un masterclass, todo enmarcado en las 11 líneas temáticas establecidas para esta versión del congreso: En cada uno de estos ejes temáticos, se abordarán los temas más actuales y novedosos que permitan generar empresas sostenibles, que garanticen un trabajoseguro, saludable, equitativo y digno. La agenda académica estará a cargo de reconocidos expertos de las diferentes áreas del conocimiento, entre ellos, abogados litigantes en derecho laboral, ingenieros eléctricos, ingenieros industriales, psicólogos industriales, biólogos, ergónomos y médicos ocupacionales que gozan de amplia trayectoria práctica y unaalta formación académica en cada una de las líneas temáticas anteriormente mencionadas. El congreso contará con una charla inaugural y otra de cierre que permitirán a los participantes establecer conexiones entre los conceptos de seguridad, cuidado ysostenibilidad. Estas charlas estarán centradas en despertar la conciencia y la motivación, proporcionando una perspectiva integral que inspire a los asistentes a adoptar prácticas más seguras y sostenibles en sus entornos laborales. De esta manera, en su quincuagésimo séptima edición el Congreso, se destacará por mantener los más altos estándares técnicos y académicos en el ámbito de laSeguridad y Salud en el Trabajo, la gestión de riesgos y la sostenibilidad. Contará con la participación de expertos de amplia trayectoria e influencia a nivel internacional y nacional, con el objetivo de: 1) promover la mejora de los sistemas de gestión con un enfoque de prevención de accidentes, enfermedades y mortalidades laborales; 2) aportar al país para el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible; 3) promover acciones que propendan por el cuidado de todo ser vivo del planeta. Esto es lo que nos permitirá generar entornos de trabajo seguros, saludables, signos y equitativos y a la construcción de sociedades sostenibles. Referencias: Madkhali, Ashwag and Sithole, Seedwell T.M., (2023). Exploring the Role of Information Technology in Supporting Sustainability Efforts in Saudi Arabia. Sustainabilityhttps://doi.org/10.3390/su151612375, Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4683290

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El poder de la analítica de datos para la gestión eficiente de la SST

Autor y conferencista invitado: Fernando Calderón, médico especialista en Salud Ocupacional de la Universidad de El Bosque y en Dirección de Proyectos de la Universidad de los Andes. Por Gerencia de Comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) La Seguridad y la Salud en el Trabajo (SST) es un campo de una enorme riqueza en términos de generación de datos. Basta pensar en la información que genera: reportes sobre siniestralidad laboral, resultados de inspecciones y auditorías, informes de evaluación de riesgos, estadísticas de los programas de vigilancia epidemiológica, historiales de capacitaciones de prevención y promoción de la salud…la lista puede ser tan amplia como se quiera. El asunto es que, pocas veces, todo ese cúmulo de datos logra integrarse y analizarse de manera que permita realizar ejercicios predictivos y anticiparse a la materialización de riesgos. ¿El resultado? Se limita la capacidad de las empresas para identificar patrones emergentes, tendencias y áreas de mejora antes de que se conviertan en problemas mayores. Pero hay buenas noticias: existen soluciones basadas en analística de data e inteligencia artificial que serán expuestas en la conferencia titulada ‘Un paso más allá de la SST’ como parte de la agenda académica del 57 Congreso de Seguridad, Salud y Ambiente a realizarse del 3 al 5 de julio en Bogotá. En el encuentro, el ponente conducirá a la audiencia a través de un recorrido detallado sobre la implementación de la estrategia ETL, que abarca la ‘Extracción’, ‘Transformación’ y ‘Lectura’ de data. El enfoque se centrará en explicar de manera clara y comprensible este proceso, resaltando los beneficios de contar con datos organizados y analizados. “Aquí aprenderemos cómo hacer minería de datos, qué beneficios le ofrece a la organización, qué documentos o qué archivos nutren ese proceso, cómo depurar y homogeneizar la información y cómo cruzar variables a través de la analítica de data para identificar tendencias o patrones, minimizar incidentes y mejorar la eficiencia operativa”, explica Calderón. Entre los contenidos abordados en la sesión, los participantes también conocerán el desarrollo de «calculadoras de riesgo» y su aplicación a través de algoritmos programados según guías internacionalmente reconocidas para una variedad de factores, desde trastornos musculoesqueléticos hasta peligros químicos. Finalmente, podrán conocer herramientas para visualizar la información en tableros de control y en tiempo real. Para ello, el experto realizará demostraciones en vivo de la creación utilizando el software Power BI. El fin último, según el experto, es lograr que las personas, independientemente del cargo o el rol que ocupen en el SG-SST, superen el temor de administrar grandes volúmenes de datos y sepan que, para ello, no necesitan ser expertos informáticos, sino poner las herramientas apropiadas a su servicio. De esta manera, las organizaciones tendrán la capacidad de seguir el desempeño de sus planes de acción, medir en tiempo real la eficiencia de sus actividades, identificar desviaciones y tomar decisiones informadas que conduzcan a una mayor eficiencia en el uso e inversión de recursos. Con un análisis efectivo de los datos disponibles, podrán adoptar un enfoque más preventivo y menos reactivo, anticiparse mejor a los riesgos y mitigarlos de forma proactiva para garantizar la seguridad de sus operaciones y la continuidad del negocio.

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Riesgos emergentes y desafíos en SST: nuevas tecnologías e impacto en la salud mental

Este contenido es la tercera parte de una serie de tres artículos en los que se exponen los cinco riesgos emergentes más críticos para las organizaciones e industrias, y presenta algunas recomendaciones para abordarlos. El Consejo Colombiano de Seguridad – CCS, en conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, presenta estos desafíos. Riesgos psicosociales derivados del uso de tecnologías 4.0 La llegada de nuevos avances tecnológicos, como la inteligencia artificial (IA), la robótica, el big data, el internet de las cosas (IoT) y la realidad aumentada, entre otros, ha revolucionado los procesos industriales y comerciales. Si bien estas innovaciones ofrecen numerosas ventajas como la eficiencia operativa y la reducción de costos, también introducen riesgos potenciales para la seguridad y salud de los trabajadores. Por ende, surgen cuestionamientos frente a la transformación de las relaciones humanas, la interacción hombre-máquina, la desconexión laboral y el bienestar integral de la fuerza laboral. Se debe considerar que los procesos de digitalización y automatización asociados a estas tecnologías están influyendo drásticamente en la transformación de puestos de trabajo al tiempo que exacerban peligros psicosociales. Efectos como la ansiedad, el (tecno)estrés, la sobrecarga de información, la destrucción de puestos de trabajo, la despersonalización y la falta de control o habilidad para adaptarse a los cambios tecnológicos que derivan en tecnofobia o tecnoadicción son parte del nuevo escenario que impacta en la salud mental de los trabajadores. A ello se suman los cambios en la naturaleza del trabajo como el aumento del trabajo remoto y el teletrabajo, que plantea nuevos desafíos para la gestión de la SST. La falta de supervisión directa y la separación física de los equipos de trabajo pueden aumentar la probabilidad de accidentes laborales y problemas psicosociales. En el Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST) se vuelve prioritario identificar peligros y evaluar riesgos, con especial atención en contrarrestar situaciones relacionadas con el riesgo psicosocial. En este sentido, urge la implementación de políticas que contemplen el derecho a la desconexión laboral, la capacitación en el uso y adaptación, la transición laboral justa y un liderazgo efectivo que apoye a los trabajadores en los procesos de integración de las nuevas tecnologías. De otro lado, se requiere aprovechar el potencial tecnológico para reducir o eliminar riesgos laborales producto de la ejecución de tareas repetitivas y peligrosas que pueden ser realizadas por cobots, la mayor disponibilidad de datos para tomar decisiones, la reducción de incidentes como consecuencia de mantenimientos predictivos y el desarrollo de dispositivos de protección personal inteligentes, capaces de identificar situaciones de riesgo y emitir alertas. Un llamado a la acción Como se evidencia, los diversos riesgos emergentes que han surgido tras las dinámicas climáticas, económicas, tecnológicas y de salubridad son indispensables de abordar y gestionar desde cada una de las empresas, con el fin de lograr organizaciones resilientes, decentes y sostenibles, que velan por la garantía de trabajos seguros, saludables y de bienestar para cada uno de sus actores. En las siguientes dos series encontrarás los riesgos emergentes relacionados con cambio climático, riesgo de desastres y nuevos productos químicos y amenazas biológicas. Lee la primera parte del artículo: Riesgos emergentes y desafíos en SST: cambio climático, riesgo de desastres y transición energética. Lee la segunda parte del artículo: Riesgos emergentes y desafíos en SST: nuevos productos químicos y amenazas biológicas.

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Riesgos emergentes y desafíos en SST: nuevos productos químicos y amenazas biológicas

Este contenido es la segunda parte de una serie de tres artículos en los que se exponen los cinco riesgos emergentes más críticos para las organizaciones e industrias, y presenta algunas recomendaciones para abordarlos. El Consejo Colombiano de Seguridad – CCS, en conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, presenta estos desafíos. Riesgos biológicos La aparición de nuevas enfermedades y la intensificación de algunas ya existentes, la resistencia a los antimicrobianos y la exposición a agentes patógenos en entornos laborales específicos está dando forma a un panorama laboral cada vez más complejo en términos de salud y seguridad laboral. Entre las causas está, por un lado, la creciente pérdida de biodiversidad en los ecosistemas generada por la deforestación y el cambio climático, entre otras, que conlleva el desplazamiento de especies y una cercanía cada vez mayor a los centros poblados incrementando así el riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas y el desarrollo de nuevas pandemias como la vivida por la COVID-19. Además, los cambios en las temperaturas pueden dar origen a nuevos riesgos derivados de la exposición a agentes biológicos. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierte que un clima más cálido aumentará la reproducción, resiliencia y distribución de enfermedades transmitidas por vectores como el dengue, la malaria y el virus del Zika, entre otros. A su vez, estima que el número adicional de personas infectadas por malaria en América del Sur se incrementará de 25 millones en 2020 a 50 millones hacia el 2080. Entre ellas, se verán afectados trabajadores expuestos que realizan actividades en entornos exteriores, como la construcción, la agricultura, la minería y los servicios ambientales. Por otro lado, el uso excesivo e inadecuado de antibióticos en la medicina humana y veterinaria, ha llevado al desarrollo de cepas bacterianas resistentes, dificultando así el tratamiento de infecciones. Esto no solo pone en peligro la salud de los trabajadores expuestos a estos agentes patógenos en sus labores diarias, como el personal del sector de la salud, sino que también puede tener un impacto económico significativo en términos de costos de atención médica y pérdida de productividad laboral para las organizaciones. Además, ciertos sectores laborales enfrentan riesgos específicos relacionados con la exposición a agentes biológicos. Por ejemplo, los trabajadores de laboratorio pueden enfrentar riesgos asociados con la manipulación de muestras biológicas y cultivos de microorganismos. Las enfermedades transmisibles infecciosas son las que han tomado mayor relevancia en torno a SST, debido al rápido y fácil contagio que se puede generar del agente patógeno infeccioso y la aparición de signos y síntomas tempranos y/o tardío que pueden generar en el trabajador enfermedades crónicas y mortales como VIH, fiebre amarilla, tuberculosis, malaria, entre otras. Por ello es indispensable que desde las organizaciones se realice la educación y capacitación en torno a la identificación del peligro biológico en cada uno de los entornos de trabajo y el adecuado uso de los equipos de protección personal, así como el fomento de las prácticas de higiene respectivas como el correcto lavado de manos en los momentos correspondientes. También es indispensable mantener al día los esquemas de inmunización de la población trabajadora que se encuentra expuesto al peligro, mantener estrictos protocolos de gestión de residuos líquidos y sólidos que contengan contaminantes biológicos y realizar un riguroso monitoreo a la salud de los trabajadores con la realización de los exámenes médicos periódicos pertinentes que permitan detectar, de forma oportuna y temprana, las enfermedades o condiciones relacionadas con la exposición a agentes biológicos.  Riesgo químico por sustancias nuevas De acuerdo con la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU., se calcula que, a nivel mundial, se usan casi 70.000 sustancias químicas y el sector de los productos químicos introduce aproximadamente entre 200 y 1000 sustancias nuevas cada año. Por ello, los riesgos químicos emergentes representan una preocupación para la salud y la seguridad en el trabajo. Desde la exposición a productos químicos industriales hasta el uso de nanomateriales en la producción, los trabajadores se enfrentan a una serie de desafíos que requieren una atención especializada y medidas preventivas efectivas. Por ejemplo, existe evidencia científica sobre el cáncer ocupacional derivado de la exposición, cada vez más frecuente, a sustancias químicas y procesos insalubres no solo en los ámbitos laborales, sino también en los entornos cotidianos como consecuencia de la contaminación ambiental. La Organización Panamericana para la Salud asegura que “el 19 % de todos los cánceres son atribuidos a exposiciones en el medio ambiente, incluyendo los lugares de trabajo, con cerca de 1,3 millones de muertes anuales”. Adicionalmente, se han identificado 160 carcinógenos ocupacionales (entre plaguicidas, asbesto, benceno, sílice cristalina) y algunas circunstancias como la exposición a rayos ultravioleta (UV) y al humo de tabaco. Además del cáncer ocupacional, el trabajo con nanomateriales presenta desafíos únicos en términos de salud ocupacional. Los nanomateriales, debido a su tamaño diminuto y propiedades únicas, pueden tener efectos biológicos inesperados y potencialmente dañinos cuando se inhalan o se absorben a través de la piel. Los trabajadores expuestos a nanomateriales en industrias como la electrónica, la medicina y la ingeniería de materiales pueden enfrentar riesgos de toxicidad pulmonar, inflamación crónica, daño genético y efectos carcinogénicos. Para abordar estos riesgos químicos emergentes, es esencial que los empleadores implementen medidas preventivas efectivas en el lugar de trabajo. Esto puede incluir la evaluación y gestión de riesgos químicos, la implementación de controles de ingeniería, como la ventilación adecuada, el uso de barreras físicas y la provisión de equipos de protección personal (EPP) adecuados, como respiradores y trajes de protección química. Además, la capacitación regular sobre seguridad química y prácticas de trabajo seguras es fundamental para aumentar la conciencia de los trabajadores sobre los riesgos asociados con los productos químicos y cómo minimizar la exposición. Además, es crucial fomentar la investigación continua sobre los efectos de los productos químicos en la salud humana, especialmente en lo que respecta a los nanomateriales y otros compuestos emergentes. Esto puede incluir estudios

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Riesgos emergentes y desafíos en SST: cambio climático, riesgo de desastres y transición energética

Dada la rápida evolución y penetración de las nuevas tecnologías, los cambios en las dinámicas de trabajo y los desafíos ambientales del contexto actual emergen nuevos riesgos a nivel empresarial que impactan directamente aspectos laborales o exacerban algunas amenazas ya presentes. Esto exige una gestión proactiva por parte de empleadores, trabajadores y autoridades pertinentes. Este contenido es la primera parte de una serie de tres artículos en los que se exponen los cinco riesgos emergentes más críticos para las organizaciones e industrias, y presenta algunas recomendaciones para abordarlos. El Consejo Colombiano de Seguridad – CCS, en conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, presenta estos desafíos. Riesgos derivados del cambio climático y desastres ocasionados por fenómenos naturales Los desafíos ambientales como el cambio climático, la escasez de recursos naturales vitales y la pérdida de biodiversidad también tienen un impacto directo en la salud y el bienestar de quienes laboran en diversas industrias. Las previsiones sobre el clima apuntan hacia un aumento en la frecuencia y la intensidad de los eventos climáticos extremos y una de las consecuencias de esta tendencia es la pérdida de puestos de trabajo y productividad. Por un lado, el calentamiento global está generando condiciones climáticas extremas y eventos meteorológicos más frecuentes y severos. Por ejemplo, el estrés térmico producto de elevadas temperaturas y oleadas de calor  afecta, sobre todo, a aquellos trabajadores que se desempeñan al aire libre, entre ellos, quienes hacen parte de la agricultura, la construcción, la recolección de residuos, el transporte y turismo, entre otros sectores. El calor extremo puede ocasionar el aumento de los casos de enfermedades relacionadas con el calor, como insolación, agotamiento por calor y cansancio entre los trabajadores, en especial cuando las ocupaciones exigen mucho esfuerzo físico o largas jornadas laborales a la intemperie. En 2030, las previsiones de la OIT indican que se perderá al año el equivalente a más del 2 %  del total de horas de trabajo en todo el mundo, debido al aumento de las temperaturas que pueden anular la capacidad de muchas personas para trabajar o reducir su desempeño viéndose obligadas a hacerlo a un ritmo más lento. De hecho, la misma OIT señala que al alcanzar los 33 o 34 °C, con una intensidad de trabajo moderada, los trabajadores pierden un 50 % de su capacidad. Incluso, el cansancio puede reducir el nivel de atención lo que conduce a errores en la seguridad y al aumento del riesgo de sufrir accidentes laborales. Así mismo, los eventos climáticos extremos como las lluvias torrenciales, los huracanes, las inundaciones, los incendios forestales, las tormentas eléctricas y las heladas ponen en riesgo la vida de los trabajadores en determinadas industrias y sectores económicos, bien sea porque se ven directamente expuestos (si se desempeñan en actividades al aire libre) o porque la infraestructura de sus oficinas o plantas se halla en lugares de alta vulnerabilidad. Además, aquellos que trabajan en sectores como la agricultura, la construcción o el turismo suelen ser más vulnerables, ya que dependen en gran medida de condiciones climáticas estables y entornos naturales intactos para su sustento. A lo anterior se suma que la ocurrencia de este tipo de eventos es cada vez más común. Un análisis de los registros de la Base de datos de sucesos de emergencias (EM-DAT) indica que entre 1970 y 2019 se han presentado 22.326 desastres. De esta cifra, el 62 % de los eventos registrados, el 80% de todas las muertes y casi todas las pérdidas económicas (99%) estuvieron asociadas a riesgos naturales. Si solo se tiene en cuenta este siglo, más del 90 % de los desastres registrados (2000 a 2019) tienen el mismo origen. Por otra parte, para 2023 se presentaron 399 desastres y más del 80 % de estos estuvieron asociados a eventos climáticos.  Adicionalmente, los desastres producto de fenómenos naturales pueden desencadenar accidentes industriales que ponen en jaque la seguridad y la salud de los trabajadores, así como impactos en las comunidades. Se requiere implementar medidas de SST para hacer frente a las condiciones climáticas extremas que se ajusten a las necesidades y realidades específicas de cada lugar de trabajo. De igual manera, incluir fenómenos climáticos en las evaluaciones estratégicas de riesgos, así como Integrar medidas de adaptación y resiliencia en las prácticas de seguridad y salud en el trabajo es esencial para garantizar la protección y reducir la vulnerabilidad. Gestionar y reducir el riesgo originado por las amenazas derivadas del cambio y la variabilidad climática, no solo asegura una adecuada protección de los trabajadores, sino que es clave en términos de resiliencia de las organizaciones y permite la continuidad de los negocios en el largo plazo. Riesgos de la transición energética La transición hacia la carbononeutralidad de las economías, la adopción de energías alternativas, el impulso de los empleos verdes y la economía circular, resultan fundamentales para abordar los desafíos del cambio climático y construir un futuro más sostenible. Sin embargo, esta transición no está exenta de riesgos, especialmente para la población trabajadora que depende de industrias relacionadas con los combustibles fósiles. La migración hacia un sistema energético más verde plantea una serie de desafíos para los trabajadores en términos de empleo, seguridad laboral y condiciones de trabajo. Al respecto, la OIT ha sido enfática en señalar que las medidas para hacer frente al cambio climático no pueden dejar de lado la preocupación por el trabajo decente y aboga por la necesidad de desplegar toda una serie de políticas sociales y de mercado de trabajo. Esto incluye, entre otras medidas, asistencia adecuada a las personas afectadas por los cambios, la creación de nuevas fuentes de empleo, la protección social, el desarrollo de habilidades y competencias, la recualificación, la gobernanza de la migración laboral, la seguridad y la salud en el trabajo y el diálogo social para garantizar que la lucha contra el calentamiento global no afecte negativamente los medios de vida de los trabajadores. Por su parte, la rápida evolución de las tecnologías asociadas a instalaciones fotovoltaicas, baterías, nuevos materiales de

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