Gestión del Riesgo de Desastres

Conoce cómo reducir el riesgo de emergencias en tu hogar

Por Karol Calceto Fernández / Subdirección de Gestión del Riesgo / UAE Cuerpo Oficial Bomberos de Bogotá / octubre de 2020 / @BomberosBogota Cómo citar este artículo:Calceto, K. 2020. Conoce cómo reducir el riesgo de emergencias en tu hogar. Revista Protección & Seguridad en la Comunidad No. 38 pág. 18 – 19. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/conoce-como-reducir-el-riesgo-de-emergencias-en-tu-hogar/ Desde el Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá se desarrollan estrategias para sensibilizar a las familias acerca de los riesgos que hay en sus hogares y así trabajar para reducir las emergencias caseras, que según la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá son la cuarta causa de consulta en los servicios de urgencia. Lograr identificar los riesgos para evitar accidentes con diferentes fuentes de ignición como veladoras, estufas, conexiones eléctricas o en situaciones donde se presentan emergencias como incendios forestales, inundaciones o sismos, además de la importancia de contar con las estrategias para reaccionar adecuadamente, son factores que ayudarán a salvar vidas. Con el ánimo de desarrollar programas, campañas y espacios que por medio de pedagogía transmitan conocimiento a los habitantes de Bogotá, el Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá a través de la Subdirección de Gestión del Riesgo, realizó una caracterización para identificar misionalmente cuáles son las causas que más incendios estructurales estaban generando. El análisis estadístico de las emergencias ocurridas, entre el 2004 y el 2019, confirmó que en Bogotá, la incidencia de los incendios estructurales es muy alta, principalmente en las localidades de Kennedy, Santa Fe y Mártires, destacando que aunque estos en su gran mayoría no son intencionales, si pueden evitarse al reducir el riesgo de ocurrencia, teniendo en cuenta algunas recomendaciones, como: Trabajar en prevención es actuar para estar preparados y es justamente aquí, donde además de todas las recomendaciones ya expuestas, hay una que cobra un papel protagónico como lo es contar con un plan de evacuación para conocer el paso a paso en caso de una emergencia, además de reconocer una ruta de evacuación y contar con un punto de encuentro, entre otras. Todos con pequeños hábitos podemos reducir el costo social que dejan los accidentes en nuestros hogares y trabajar con corresponsabilidad para lograr desde la prevención evitar la materialización de emergencias.

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Guía para elaborar un plan de emergencias familiar

Por Gerencia de Comunicaciones del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) Con la participación y asesoría técnica de Javier Claros Losada de la Unidad Administrativa Especial del Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá. Cómo citar este artículo:Guía para elaborar un plan de emergencias familiar. Revista Protección y Seguridad en la Comunidad No. 47 pág. 20- 26. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/guia-para-elaborar-un-plan-de-emergencias-familiar/ El Plan de Emergencias Familiar es un conjunto de acciones, elementos y pasos, que todos los integrantes del hogar deben construir y aplicar frente a cualquier emergencia o desastre que se pueda presentar. En esta edición de Protección & Seguridad en la Comunidad, el Consejo Colombiano de Seguridad y el Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá presentan una guía de recomendaciones para que los hogares colombianos adopten y puedan estar debidamente preparados y, así, actuar en consecuencia. ¿Cómo elaborar el plan de emergencias familiar? • Identifica las amenazas y vulnerabilidades de tu hogar.• Toma acciones para reducir los riesgos identificados.• Realiza un plano de evacuación del hogar y ponlo a prueba.• Define roles y responsabilidades para cada integrante del hogar según su edad, características y habilidades. Por ejemplo: cerrar llaves de suministro de agua o gas, bajar los tacos de la energía, apoyar el desplazamiento de quienes necesiten ayuda, portar el kit de emergencias, contactar a servicios de socorro, hacerse cargo de la mascota, entre otras tareas.• Establece un punto de encuentro cercano seguro (zona verde, parque, etc.). • Crea una lista de contactos de emergencias (entidades, organismos de socorro, familiares, vecinos y conocidos).• Prepara un kit de emergencias con los elementos básicos y necesarios. ¿Conoces el nivel de riesgo de tu hogar? Responde la siguiente lista de preguntas asignándoles una calificación de acuerdo con el rango establecido a continuación. Luego, detalla las actividades que te ayudarían a mejorar las condiciones identificadas y define un plazo para ejecutarlas. Por último, suma todas las calificaciones y divídelas por el número de preguntas formuladas. El resultado te indicará el nivel de riesgo. Matriz para la identificación amenazas y vulnerabilidades en el hogar Fuente: Tomado y adaptado de Universidad Libre (s.f.) y Alcaldía Mayor de Bogotá (s.f.) Plano de evacuación del hogar El plano de evacuación del hogar es una herramienta fundamental para realizar desplazamientos seguros en caso de que se presente una emergencia que implique abandonar la vivienda. No solo permite trazar la ruta de salida, sino también ubicar elementos de seguridad y kits de emergencias en puntos estratégicos. Pasos para elaborarlo Kit de emergencias Otro aspecto importante que integra el ‘Plan de Emergencias Familiar’ es el kit de respuesta a emergencias. Todos los hogares colombianos deben contar con este como una medida de preparación frente a cualquier emergencia o desastre que se pueda presentar. Así mismo, dichos elementos deben brindar soporte para los integrantes de la familia, al menos, durante las siguientes 72 horas a la ocurrencia del suceso. Elementos infaltables El kit se debe construir pensando en el peor escenario posible. Es decir, un desastre de gran magnitud donde las capacidades de respuesta locales podrían verse superadas y la ayuda humanitaria podría tardarse varias horas o, incluso, días. Los kits de emergencia varían de acuerdo con las necesidades de cada integrante del hogar. Por eso, algunos de los elementos que el Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá recomienda incluir son: Identificar y prevenir los riesgos en el entorno familiar, estar preparados y saber cómo actuar en caso de que se presente una emergencia es un deber ciudadano y parte de un principio de corresponsabilidad. En este sentido, es importante que cada miembro de la familia, de acuerdo con su edad y capacidades, conozca sus responsabilidades, se capacite y participe en los simulacros que programan las autoridades competentes. De esta manera, los hogares colombianos podrán aportar a la gestión integral del riesgo haciendo de este un país más seguro y resiliente. Referencias Alcaldía Mayor de Bogotá (s.f.). Nuestro plan de emergencia familiar.http://bosa.gov.co/sites/bosa.gov.co/files/documentos/cartilla_gestion_del_riesgo.pdfUniversidad Libre (s.f.). Plan de Emergencias Familiar. https://www.unilibre.edu.co/bogota/pdfs/2020/plan-emergencias-familiar.pdfFondo de Prevención y Atención de Emergencias – FOPAE. (2010). Plan Familiar de Emergencias.https://www.taekwondoradio.com/pdf/2019/varios/GUIA%20PLAN%20FAMILIAR%20DE%20EMERGENCIAS%20%281%29.pdfUnidad Administrativa Especial Cuerpo Oficial Bomberos Bogotá. (2022). Comunicación personal. [Entrevista a Javier Claros Losada]

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Aplicación de la gestión de riesgos en el sector empresarial

Por Carlos Andrés Torres Arredondo / Sargento Cuerpo Oficial de Bomberos Bogotá / Oficial de Seguridad Equipo de Rescate COL- 1 Clasificado por Naciones Unidas / Profesional en Contaduría Pública / Especialista en Alta Gerencia / Bogotá, Colombia/ octubre de 2020. Cómo citar este artículo:Torres, C. (2020). Aplicación de la gestión de riesgos en el sector empresarial. Revista Protección & Seguridad No. 394 pág. 83-85. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/aplicacion-de-la-gestion-de-riesgos-en-el-sector-empresarial/ El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, el cual fue adoptado en la tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas celebrada en Sendai (Japón), el 18 de marzo de 2015, fue incluido en nuestro país en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 donde podemos identificar el componente de gestión de riesgos y desastres así como los procesos de conocimiento, reducción y manejo, establecidos en la Ley 1523 de 2012 por la cual se adopta la Política Nacional de Gestión de Riesgo, Desastre y Cambio Climático y en la ley 1575 de 2012, Ley General de Bomberos de Colombia. Estos a su vez están alineados a los compromisos establecidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados a nuestro campo de acción como entidad del Distrito Capital, cuya misión es proteger la vida, el ambiente y el patrimonio de la población de Bogotá, mediante la atención y gestión del riesgo en incendios, rescates, incidentes con materiales peligrosos y otras emergencias, de manera segura, eficiente, con sentido de responsabilidad social, fundamentadas en la excelencia institucional del talento humano, en donde la gestión de riesgo se convierte en nuestro pilar fundamental para la reducción de la mortalidad, de las afectaciones de personas por desastres, la reducción de las afectaciones a infraestructura y servicios básicos, entre otros. El Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá ha establecido estrategias para abordar a todos los sectores que desarrollan actividades en la ciudad y que de acuerdo con estadísticas de servicios prestados por la entidad y analizados en los escenarios de riesgos, merecen un trato específico a la hora no solo del manejo de la emergencia ya materializada, sino desde el proceso completo de la gestión de riesgo. En el sector empresarial se requiere que exista corresponsabilidad del riesgo, es así como es responsabilidad de las empresas implementar la gestión del riesgo de desastres a los procesos establecidos en cada una de sus actividades. Se debe sensibilizar y capacitar a sus empleados y clientes, con la finalidad de reducir de manera sustancial el riesgo de desastres y de las pérdidas ocasionadas por estos, tanto en vidas, medios de subsistencia y salud, como en bienes económicos, físicos, sociales, culturales y ambientales de las personas, las empresas y las comunidades. Iniciemos con la gestión de riesgos, desde el conocimiento, con algunas preguntas: Es importante recordar que para esto se debe hacer un análisis y evaluación del riesgo, considerando las causas y fuentes de riesgo, sus consecuencias y la probabilidad de que dichas consecuencias puedan ocurrir. ◥ ¿Mi empresa puede estar ubicada en zonas de amenaza y es vulnerable?◥ ¿Qué riesgos externos tengo?◥ ¿Qué riesgos internos tengo? ¿Están separados adecuadamente todos los procesos para no ocasionar un incendio o todos los procesos están juntos?◥ ¿Mi empresa cumple con las normas de seguridad humana y contra incendios de acuerdo con el uso establecido en Colombia?◥ ¿Mis empleados están capacitados como brigadistas certificados según la normatividad? Continuemos con la reducción de riesgos Son aquellas medidas de mitigación y prevención, de las cuales hacen parte la intervención correctiva del riesgo existente, la intervención prospectiva de un nuevo riesgo y la protección financiera. Todo lo que identifique como amenazas y riesgos en el pilar del conocimiento se debe mitigar y reducir al máximo interviniendo en las condiciones de amenaza o prevenir evitando o neutralizando la amenaza con una intervención prospectiva que requiere de inversiones económicas, las cuales garantizarán que no ocurra una emergencia. Es necesario saber que, si la empresa no cuenta con la instalación de sistemas de protección contra incendio, no cuenta con extintores y en el proceso es vulnerable a que exista incendio, la responsabilidad del empresario es mitigar o prevenir. Este es un preámbulo de lo requerido a cada una de las empresas: diseñar el manual de seguridad y salud en el trabajo, contar un plan de emergencia, plan de evacuación, plan de contingencia y estructura de respuesta por parte de brigadas certificadas de acuerdo con la resolución 256 del 2014, conocer y aplicar adecuadamente procedimientos establecidos, garantizar las condiciones óptimas de seguridad a los empleados y visitantes, contar con la señalización que realmente guíe en caso de emergencia a quienes se encuentran en las instalaciones. Terminemos con el manejo de desastres Lo primero que debemos decir es que el objetivo inicial en la gestión de riesgos es que no se materialicen las amenazas y los riesgos, y es aquí en donde el actuar es fundamental, la brigada deberá estar preparada, con los recursos de actuación listos y tener claro desde cómo actuar en el momento de la detección, de la alarma, de la evacuación y atención inicial de la emergencia (respuesta), recordando que deben llamar al 123 desde la fase inicial. Concluyamos con la rehabilitación, entendida como el volver a las condiciones normales de vida, reparando y reconstruyendo todo lo afectado, los bienes y servicios interrumpidos o deteriorados, y reestablecer el desarrollo económico y social de la comunidad afectada. Es por eso por lo que la corresponsabilidad del riesgo es fundamental, las empresas al implementar todo lo relacionado con gestión de riesgos y desastres está aportando al cumplimiento de metas distritales, nacionales y globalmente armonizadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Marco de Sendai. El Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá, a traves de la Subdirección de Gestión de Riesgos, continuará fortaleciendo desde la identificación de escenarios de riesgos, análisis de casos de estudio, investigación e innovación, formulación de normativa, elaboración de procedimientos, asesoramiento, revisión y seguimiento a las emergencias presentadas en el sector empresarial, con la finalidad de reducir desastres que afectan a

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Protección contra incendios en monumentos y edificios históricos

Por Óscar Mauricio Barajas Pinzón / Ingeniero mecánico / Magíster en Automatización Industrial / Loss Prevention Department – Saudi Aramco / mayo de 2020 / Abqaiq – Arabia Saudita. Cómo citar este artículo:Barajas, O. (2022). Protección contra incendios en monumentos y edificios históricos. Revista Protección & Seguridad. pág. 42-46. Consejo Colombiano de Seguridad.  Introducción Existen edificaciones especiales tales como museos, librerías e instalaciones con alto significado histórico. Estas edificaciones son de densa concurrencia y visita y, a su vez, algunas de ellas almacenan objetos de gran valor histórico y cultural. Muchas de estas piezas artística contienen materiales combustibles, especialmente asociados con incendios Clase A que incluyen materiales sólidos como madera, papel, cartón y plástico. Estas edificaciones constituyen retos especiales en protección contra incendios. Dado el gran valor histórico y económico de los elementos almacenados allí y el alto grado de concentración de personas en estos lugares, es necesario discutir la importancia de implementar sistemas de protección contra incendios que se ajusten a la configuración, necesidades y riesgos asociados. Fotografía 1. Incendio de Notre Dame. Paris, Francia. Abril de 2019. El presente artículo busca explicar y describir a grandes rasgos los aspectos más relevantes a considerar cuando se necesita implementar sistemas de protección contra incendio en edificios históricos, museos y bibliotecas. Referencias documentales y normativas Deferentes referencias pueden consultarse sobre este tema. Las publicaciones del SFPE han considerado este tópico en el ámbito de diseño basado en desempeño. Muy importante es la norma NFPA 909 “Code for the protection of Cultural Resource Properties – Museums, Libraries, and places of Worship” y NFPA 914 “Code for Fire Protection of Historic Structures”. [1]. Otras importantes referencias son las siguientes:◥ NFPA 101A “Guide on Alternative approaches to Life Safety”.◥ NFPA 5000 “Building Construction and Safety Code”.◥ TORERO, José L. Fire Safety of Historical Buildings: Principles and Methodological Approach. [2]. Contexto histórico Los siguientes tres ejemplos ilustran el nivel de magnitud del problema,la identificación de causas comunes y la identificación de las potencialesconsecuencias de estos incendios en edificios históricos: Como consecuencia de estos dos últimos incendios en la 44ª sesión del World Heritage Committe de la UNESCO, inicialmente programada para junio-julio de 2020, se espera que se consideren propuestas para reforzar la protección de lugares de herencia cultural y tesoros nacionales y hacer un llamado para la instalación de sistemas de rociadores y conexión de mangueras y reemplazo de sistemas eléctricos obsoletos para proteger las instalaciones y a los turistas. Se espera como parte de la reunión, que la UNESCO haga un llamado a los propietarios y administradores de sitios históricos para formular planes de manejo de emergencias, conducir simulacros de emergencia y reforzar medidas contra incendio y monitoreo, especialmente en horas nocturnas [15]. Factores que influyen en el desarrollo de incendios en edificaciones históricas y museos Fotografía 2. Fire at Windsor Castle – 1992. Hurley [3], sostiene que los edificios históricamente significativos representan una dicotomía de seguridad contra incendios. Por un lado, es necesario reducir la vulnerabilidad de la edificación al fuego. La reducción de la vulnerabilidad al fuego podría implicar la instalación de medidas de seguridad contra incendios, como sistemas de detección, sistemas de supresión o contención de incendios. Por otro lado, es necesario evitar las actualizaciones de seguridad contra incendios que dañarían el tejido histórico de un sitio patrimonial. Se desea evitar incendios que puedan dañar o destruir un edificio que tiene muchos años. Las características de seguridad contra incendios bien intencionadas no deben dañar ni destruir las mismas características que están destinadas a ser protegidas. En este orden de ideas, los siguientes factores deben tenerse en cuenta para valorar el riesgo de incendio en edificaciones históricas, monumentos y librerías: Antes de comenzar cualquier actualización de seguridad contra incendios, primero es necesario comprender y apreciar la naturaleza histórica del edificio. A través de este entendimiento, es posible evitar medidas que, aunque bien intencionadas, causarían daños irreparables. Watts [4] identifica cinco problemas comunes asociados con el cumplimiento de los requisitos de seguridad contra incendios en edificios históricos: Se estima que menos del 20% de los museos son modernos, estructuras construidas específicamente, donde se han observado los códigos de construcción de protección contra incendios apropiados. Tales edificios serán capaz de proporcionar protección de primera clase incluyendo [5]: ◥ Compartimentación contra incendios.◥ Equipo de alarma y detección de incendios de última generación.◥ Control de humo◥ Múltiples rutas de salida◥ Sistemas de extinción a medida. La integración de medidas apropiadas de protección contra incendios en edificios antiguos siempre exigirá cierto grado de compromiso. Prevención de incendios en edificios históricos y culturales McDaniel [6] sostiene que la prevención de incendios en edificios históricos puede implementarse mediante el uso de 4 estrategias: Fotografía 3. Incendio del Castillo de Shuri en Okinawa. 2019. Diseño basado en desempeño como estrategia para evitar incendios en edificios históricos y centros culturales. En general, es posible considerar los criterios de diseño basado en el rendimiento para cumplir con los objetivos de seguridad de vida de un edificio histórico y al mismo tiempo preservar los elementos históricos. Hurley [3] especifica que el diseño podría hacerse sobre una base de desempeño real, donde el enfoque se centra únicamente en cumplir con las metas y objetivos, o sobre una base comparativa, donde se consulta un código prescriptivo, pero agregando medidas alternativas para cumplir las disposiciones. Este último sigue siendo un diseño basado en el rendimiento, aunque con un enfoque más estrecho. Karlsson y Quintiere [7] sostienen que el diseño basado en desempeño es una filosofía con la cual los arquitectos, ingenieros civiles e ingenieros en protección contra incendios buscan construir edificaciones y recintos lo suficientemente seguros como para no generar incendios, o si estos se generan, para facilitar la evacuación segura y oportuna de sus ocupantes con mínimas pérdidas. Los criterios de desempeño son un conjunto de valores umbrales que deben considerarse durante el proceso de diseño basado en desempeño, los cuales se pueden aplicar en edificaciones históricas. Por ejemplo, los criterios de desempeño para la supervivencia y evacuación segura de los ocupantes de una edificación,

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Más de 3,7 billones de pesos en pérdidas podría dejar el Fenómeno de El Niño en la productividad laboral de Colombia

Bogotá D.C., julio 5 de 2023. La economía colombiana podría afrontar pérdidas en la productividad laboral estimadas en más de 3,7 billones de pesos debido al Fenómeno de El Niño, evento que, según el Centro de Predicción Climática de la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera de los Estados Unidos (CPC/NOAA, por sus siglas en inglés) tiene entre un 89 y un 94 % de probabilidades de desarrollo para el segundo semestre del año y produciría un aumento significativo en las temperaturas del país y escasez de agua en algunas de sus regiones. Si bien el impacto de las sequías en el mercado laboral ha sido ampliamente medido en el sector agrícola por ser uno de los más afectados, el efecto también se evidencia en grandes ciudades y áreas metropolitanas. En 2019, el Banco Mundial analizó el impacto de las sequías sobre las horas trabajadas e ingresos de los trabajadores del sector formal e informal en las principales ciudades de América Latina, entre ellas 22 ciudades de Colombia. Los principales resultados de este estudio indican que los periodos de sequía producen una disminución del 0,6 % en las horas laborales de los trabajadores formales. La peor parte la llevan los trabajadores informales cuyas horas trabajadas se reducen en un 4,5 %, lo que genera una pérdida del 6,4 % en sus ingresos laborales mensuales. Con base en esta información, el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) estimó el impacto que el Fenómeno de El Niño generaría en el mercado laboral de las principales ciudades y áreas metropolitanas durante los próximos 10 meses. Para el cálculo, tomó el salario promedio mensual reportado por el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, estimado en $2.098.239 para el sector formal y $901.246 para el sector informal. Adicionalmente, incorporó los datos de población ocupada reportados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) con corte a abril de 2023; esto es, 6.734.431 personas ocupadas en el sector formal y 4.996.626 en el informal[1]. De esta forma, se estimó que la población ocupada informal dejaría de percibir 2,88 billones de pesos mientras que las pérdidas para el sector formal alcanzarían los 838 mil millones; es decir, un total de más de 3,7 billones de pesos. Realizando un comparativo, esta cifra equivale a aproximadamente el 0,25 % del PIB nacional y casi el 20 % de lo que pretende recaudar la más reciente reforma tributaria en 2023. Desagregando estas pérdidas a nivel geográfico, Bogotá aportaría 1,08 billones, seguida por Medellín (592 mil millones), Cali (386 mil millones) y Barranquilla (343 mil millones). Cabe mencionar que el costo para el sector informal lo asume el propio trabajador, dejando de percibir esos ingresos u obligándolo a trabajar más horas al día para reponer dichas pérdidas. Por el contrario, para el sector formal, este costo lo asume el empleador, al disminuir las horas trabajadas de sus colaboradores y/o teniendo que asumir el costo de horas extras. “La reducción del 6,4 % en los ingresos laborales de los trabajadores informales durante las sequías es motivo de preocupación ya que dificulta aún más los esfuerzos para reducir la pobreza, especialmente en el contexto actual”, afirma Adriana Solano Luque, presidenta ejecutiva del Consejo Colombiano de Seguridad, durante del 56 Congreso de Seguridad, Salud y Ambiente, en el marco del cual se lleva a cabo el III Foro Regional de la Alianza del Sector Privado para Sociedades Resilientes ante Desastres (ARISE). No obstante, Solano enfatiza en que es importante tener en cuenta que el impacto puede ser mucho mayor ya que el análisis no contempló ciudades intermedias, pequeños municipios, cascos urbanos y áreas rurales donde se concentra un gran porcentaje de los trabajadores informales ligados a las actividades agropecuarias. Principales causas del deterioro en la productividad El incremento de las temperaturas como consecuencia de un Fenómeno de El Niño intenso es la principal causa de la disminución de horas trabajadas, especialmente, en el sector informal o en trabajadores formales cuya labor se lleva a cabo en exteriores. Esto se debe al estrés calórico que no solo disminuye la productividad del trabajador, sino que también genera efectos negativos para la salud ya que la presencia prolongada en ambientes muy calurosos puede resultar en un aumento excesivo de la temperatura corporal y desencadenar emergencias. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cuando la temperatura supera los 33 °C, con una intensidad de trabajo moderada, los trabajadores pierden hasta un 50 % de su capacidad laboral. Incluso, pueden fallecer si la temperatura supera los 40,6 °C. Aunque el fenómeno afecta a trabajadores de diversos sectores, hay ciertas ocupaciones que enfrentan mayores riesgos debido a la intensidad física requerida o al hecho de ser desempeñadas al aire libre. Algunos ejemplos incluyen la agricultura, los servicios ambientales, la construcción, la recolección de residuos, el transporte y el turismo, muchos de los cuales concentran una gran proporción de mano de obra informal. En el sector formal, por su parte, los trabajadores que laboran en espacios cerrados como fábricas y oficinas enfrentan riesgos si los niveles de temperatura no se controlan adecuadamente. Su incremento puede generar fatiga mental y/o física, náuseas, aceleración del pulso cardiaco, entre otros signos y síntomas. Además, las altas temperaturas pueden afectar la concentración, la coordinación y la toma de decisiones, lo que aumenta el riesgo de accidentes laborales. De igual manera, las empresas pueden experimentar una escasez de mano de obra en áreas mal acondicionadas donde las personas no están dispuestas a trabajar por el salario actual. Por el contrario, los trabajadores en ambientes climatizados estarán mucho más cómodos y serán más productivos, pero las organizaciones deberán costear el incremento en el consumo de energía, recurso que se limita en temporadas secas debido al descenso en el nivel de los embalses. Por otra parte, la poca disponibilidad de agua o los racionamientos producto de las sequías también generan pérdida de horas laborales e, incluso, pérdida completa de empleos. De acuerdo con la ONU, al menos tres de cada cuatro empleos en el

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Estrategia público-privada para la reducción de riesgos de desastres ARISE

Por: Yezid Fernando Niño Barrero /Ingeniero Ambiental y Sanitario / Especialista en Higiene y Salud Ocupacional / M.Sc. Salud Pública / PhD en Ingeniería (c) / Gerente Técnico del CCS Daniel Arturo Quiroga Vargas / Ingeniero Químico / Especialista en Gerencia en Salud Ocupacional / Estudiante Maestría en Salud y Seguridad en el Trabajo / Líder Técnico del CCS. Cómo citar este artículo:Niño, Y. Quiroga, D (2020). Estrategia público-privada para la reducción de riesgos de desastres ARISE. Revista Protección y Seguridad. Enero – Febrero 2020 pág. 10-14. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/estrategia-publico-privada-para-la-reduccion-de-riesgos-de-desastres-arise/ Introducción A nivel global, el impacto económico de los desastres ha estado en aumento, en los últimos años ha sido superior a los 100 billones de dólares anuales en el mundo y el 53% de las pérdidas económicas relativas ocasionadas por desastres de origen climático se concentran en la región de América, como se observa en la Figura 1. (CRED & UNDRR, 2018). Según la evaluación de riesgo INFORM , la cual tiene en cuenta variables como amenazas y exposición de riesgos, vulnerabilidad y falta de capacidad en la respuesta, Colombia para 2019 presenta un nivel de riesgo de 5.5 (alto) y se ubica en el puesto 29 entre 191 países a nivel global (Equipo Humanitario de País & OCHA, 2018; EUROPEAN COMMISSION, 2019). Figura 1. Costos humanos y económicos relativos ocasionados por desastres climáticos en los continentes durante el período 1998-2017. Colombia es un país con diferentes fenómenos amenazantes que atentan contra las comunidades, el ambiente, la infraestructura y en general contra la estructura social y productiva del país. Las características geográficas, hidrometeorológicas y en general la composición del ambiente en el territorio nacional son el escenario para la presencia permanente de amenazas como los terremotos, tsunamis, volcanes, inundaciones, sequías, movimientos en masa, amenazas tecnológicas, entre otros (UNGRD, 2018). Esta condición particular se suma a la infraestructura expuesta y a la presencia de comunidades en zonas de riesgo no mitigable que agravan los efectos potenciales de estos desastres. Las empresas no son ajenas a las preocupaciones sobre las consecuencias de los desastres; es así como históricamente han concentrado sus esfuerzos en preparación para la respuesta a situaciones de emergencia. Para esto, las organizaciones conforman brigadas de emergencias, entrenando a los brigadistas en temas como primeros auxilios, búsqueda y rescate, combate de incendios, evacuación, manejo de emergencias con materiales peligrosos, entre otros temas acordes a la naturaleza de la actividad de la organización. También se fortalecen con sistemas de alarma y extinción de incendio y se realiza la señalización de seguridad identificando peligros, rutas de evacuación y en general brindando toda la información necesaria a los trabajadores y visitantes para actuar en caso de una emergencia. Conforme maduran los planes de emergencia, y las empresas identifican que no se debe limitar su accionar a estar preparado para las emergencias, se empieza a generar la necesidad de desarrollar planes de continuidad del negocio, que actualmente tienen un marco de referencia internacional con la norma ISO 22301 (ISO, 2019) aplicable a todas las organizaciones, independientemente del tamaño, la industria o la naturaleza del negocio. Esta norma tiene una configuración basada en la Estructura de Alto Nivel (HLS por sus siglas en inglés) de ISO, se alinea con muchos otros estándares de sistemas de gestión reconocidos internacionalmente, como ISO 9001 (gestión de calidad) ISO 45000 (gestión de la seguridad y salud en el trabajo) e ISO 14001 (gestión ambiental). La ISO 22301 reúne las mejores prácticas para ayudar a las organizaciones a responder y recuperarse de las interrupciones de manera efectiva. Esto significa costos reducidos y menor impacto en el desempeño del negocio en caso de que algo salga mal a través de una mejor comprensión del mismo, mediante el análisis de problemas críticos y áreas de vulnerabilidad (ISO, 2019). Por otro lado, se cuenta con la norma ISO 22316 sobre resiliencia organizacional que se enfoca en la capacidad de las organizaciones para absorber y adaptarse a un ambiente cambiante, para permitirle cumplir sus objetivos y sobrevivir y mantener un crecimiento continuo. Si bien ISO 22301 cubre acciones para garantizar la supervivencia de la organización durante eventos disruptivos, ISO 22316 proporciona recomendaciones para la identificación y gestión de situaciones que no son tan inmediatas en términos de impacto, pero que a la larga pueden ser igualmente perjudiciales para la organización. Lograr la resiliencia de los negocios no es una tarea que aisladamente una organización pueda hacer, si bien tiene un papel fundamental de lo que pasa al interior de su organización, “de las puertas para adentro”, las interacciones aguas abajo y aguas arriba con su cadena de suministro, el papel que juegan las partes interesadas (stakeholders) y la responsabilidad de las autoridades locales y nacionales deben integrarse para alcanzar el objetivo de garantizar las capacidades para resistir y adaptarse a los cambios, sobre todos a los cambios disruptivos asociados a un desastre. Gestión del riesgo de desastres en Colombia El país cuenta actualmente con el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, creado a partir de la Ley 1523 de 2012 por sanción presidencial, que es el conjunto de entidades nacionales del orden público, privado y comunitario que, articuladas con las políticas, normas y recursos, tiene como objetivo llevar a cabo el proceso social de la gestión del riesgo con el propósito de ofrecer protección a la población en todo el territorio nacional en busca de mejorar la calidad de vida, la seguridad y el bienestar de todas las comunidades colombianas (UNGRD, n.d.). Figura 2. Estructura del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Fuente UNGRD, 2015). El sector privado ha estado comprometido con la gestión del riesgo, es por esto que las empresas han adelantado sus planes de emergencia y desarrollado modelos de continuidad del negocio y hoy, ante una complejidad de los negocios, globalización y retos importantes que trae el cambio climático, fenómenos de variabilidad climática y grandes desastres que impactan principalmente a las zonas urbanas, la gestión del riesgo de desastres ha llevado a buscar integración con

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Es imperativo incluir la reducción del riesgo de desastres en la planificación de proyectos y sus presupuestos”: Nahuel Arenas

Nahuel Arenas García, Jefe Adjunto para las Américas de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR). En conversación con Protección & Seguridad, el jefe adjunto para las Américas de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) habló de los desafíos que tienen los gobiernos y las empresas de la región en construcción de resiliencia. El Informe de Evaluación Global (GAR2022) publicado por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) revela datos preocupantes: en las últimas dos décadas se produjeron anualmente entre 350 y 500 desastres de mediana y gran escala que tuvieron origen antropocéntrico, es decir, se derivaron de comportamientos y actividades humanas. Adicionalmente, estos desastres, como nunca antes, tienen una escala y una intensidad que va en aumento, con mayor cantidad devíctimas fatales o afectadas por pérdidas en sus medios de vida, lo que impacta negativa y profundamente los logros obtenidos en materia de progreso económico y social. De hecho, el informe estima que los desastres afectan de manera desproporcionada a los países en desarrollo que pierden, en promedio, el 1 % de su Producto Interno Bruto (PIB) al año debido a desastres, en comparación con el 0,1 % y el 0,3 % que pierden, poreste mismo motivo, los países desarrollados. A lo anterior se suman falencias en los procesos de recuperación y reconstrucción dado que las cifras de cobertura de los seguros enlos países en desarrollo son, con frecuencia, inferiores al 10 %, y en algunos casos cercanas a cero, como lo señala el documento. Esto indica que la infraestructura, los equipos o el patrimonio afectado por los desastres no suelen estar asegurados, lo que incrementa las pérdidas y socava las posibilidades de superar la crisis. Por si fuera poco, el GAR2022 advierte que, según la tendencia, el mundo podría enfrentarse a 1,5 desastres diarios de aquí a 2030 lo que revertiría los avances sociales y económicos logrados hasta el momento en algunas regiones. Para no ir tan lejos, en América Latina, la pandemia de la COVID-19 ya lo demostró: según la Cepal, entre 2020 y 2021 las personas en situación de pobreza extrema se incrementaron en cerca de cinco millones pasando de una tasa del 13,1 % al 13,8 % en 2021, un retroceso de 27 años en la lucha contra este flagelo. “Lo primero que tenemos que entender es que los desastres no son naturales. Los eventos que los originan sí pueden ser de índole natural, tecnológica o biológica, pero se transforman en desastres porque no hacemos bien la tarea en materia de prevención, mitigación y control, tomamos decisiones que no son las acertadas y que generan mayor exposición o vulnerabilidad”, afirma Nahuel Arenas, jefe adjunto para las Américas de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR). Desde su perspectiva, la visión predominante en materia de gestión de riesgos tanto del sector público como privado en la región es absolutamente reactiva. Si bien sostiene que se han dado importantes pasos en el fortalecimiento de sistemas de respuesta, la atención continúa centrada en la atención de emergencias mientras que persiste todo un camino por recorrer en materia de construcción de resiliencia. Incluso, señala que hay países en las Américas que invierten más recursos en encarar desastres que en programas sociales y ambientales. Lamentablemente, hoy por hoy, estamos generando más riesgos que acciones para promover sistemas e infraestructuras resilientes y este es el círculo vicioso que tenemos que romper». “Es imperativo incluir la reducción del riesgo de desastres en la planificación y el desarrollo de proyectos, en la evaluación de las inversiones, así como en los presupuestos (…). Si las inversiones que hagamos, cualquiera que sean, no contemplan criterios de identificación, comprensión, evaluación y mitigación del riesgo, ese proyecto va a generar exposición o vulnerabilidad para las personasy el entorno mismo”, enfatiza Arenas. Por ejemplo, si al momento de construir un proyecto de infraestructura, llámese carretera, puente, edificio, colegio u hospital, no se tiene en cuenta el ordenamiento territorial, los atlas de riesgo de la zona, la planificación urbana o rural, las normas de sismorresistencia o la tecnología hídrica para reducir riesgos de inundación, por mencionar algunos elementos, se termina generando una inversión que, según Arenas, muy probablemente va a ocasionar nuevos peligros y/o aumentará el nivel de riesgo, expondrá la vida de sus usuarios y generará cuantiosas pérdidas económicas. No será una obra resiliente, sino vulnerable en todo sentido. Esto se explica, de acuerdo con el análisis del GAR 2022, porque la humanidad aún tiene una percepción errónea del riesgo basada en un exceso de optimismo, infravaloración de los peligros y amenazas y un convencimiento de “invencibilidad”, lo que conduce a tomar decisiones políticas, financieras y de desarrollo que agravan las vulnerabilidades existentes. Es lo que la UNDRR denomina una “espiral de autodestrucción”, pues señala que al ignorar deliberadamente el riesgo y no integrarlo en la toma de decisiones, el mundo está financiando eficazmente su propia destrucción. “Lamentablemente, hoy por hoy, estamos generando más riesgos que acciones para promover sistemas e infraestructuras resilientes y este es el círculo vicioso que tenemos que romper”, afirma Arenas. La clave, según el experto, está en empezar a ver las inversiones en reducción del riesgo no como un costo sino como una inversión inteligente. “El hospital o la escuela más cara que puede existir es la que no sobrevive a un huracán, a un movimiento de masa o una inundación—añade el representante de la UNDRR—. Entonces, tenemos que pasar de visiones estrechas y cortoplacistas de rentabilidad a pensar que, en un mundo que se ve cada vez más afectado por la variabilidad climática, las crisis sistémicas y las amenazas de todo tipo, debemos garantizar que las inversiones estén blindadas y, por lo tanto, sean sostenibles en el tiempo”. Otro aspecto sobre el que llama la atención Arenas es la necesidad de dejar de pensar los desastres como eventos de proporciones mayúsculas y

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Lecciones aprendidas en emergencias tecnológicas

Por: Dalia Grace Urueña Romero / Ingeniera ambiental / Especialista en Salud Ocupacional / Asesora Técnica CISPROQUÍM® Para el Centro de Información de Seguridad sobre Productos Químicos – CISPROQUIM®, una emergencia tecnológica está directamente relacionada con las pérdidas de contención con productos químicos (fugas, derrames, incendios o explosiones, entre otras, como es el caso de eventos que involucran materiales abandonados). Las emergencias tecnológicas son situaciones que tienen diversos componentes determinantes y hacen imperiosa la necesidad de conocer en profundidad sus pormenores puesto que, llegar a ese nivel de detalle, permitirá evitar o mitigar, de la mejor forma posible, los impactos negativos sobre la salud, el medio ambiente y la infraestructura. Sin embargo, la modalidad de asesoramiento telefónico no permite visualizar claramente todos los detalles de la situación. Por eso, la comunicación con quienes atienden las emergencias en forma presencial debe ser sencilla, clara y específica. Esto implica el desarrollo de habilidades para poder determinar la magnitud de un evento y desplegar la información técnica necesaria para guiar a las personas que, de forma presencial, atenderán los incidentes en pro de la prevención y la protección de la salud, la vida tanto humana como natural y la economía. Durante los últimos 31 años, en Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela— países donde CISPROQUIM® presta servicio de acompañamiento a las empresas vinculadas y comunidad en general— se han atendido 2.200 eventos tecnológicos siendo, en su mayoría, casos relacionados con el transporte de mercancías y almacenamiento. De estos eventos, el 52 % de las asesorías ha estadoasociado a sustancias inflamables y corrosivas. Estas son situaciones que dejan diferentes lecciones aprendidas. Causas de las emergencias Desde CISPROQUIM® hemos identificado que son múltiples los tipos de emergencias tecnológicas reportadas. Como se mencionó anteriormente, estas se pueden generar por fugas, derrames, incendios, explosiones e, incluso, materiales abandonados. Adicionalmente, se debe agregar que estas emergencias pueden ocurrir en los diferentes ciclos de vida de los productos. Con ello nos referimos a las actividades relacionadas con la producción, transporte, almacenamiento, consumo/uso y disposición final. Hay múltiples causas. Algunos ejemplos son: • Desconocimiento de las sustancias, sus características físicas-químicas y usos.• Apilamiento o estibamientos inadecuados.• Almacenamiento inadecuado.• Fatiga del personal.• Vías en mal estado.• Fallas mecánicas del vehículo.• Falla en los sistemas de contención por fisuras o diseños no funcionales.• Fallas en sistemas de suministro fijo y almacenamiento de sustancias químicas como tuberías, tanques y/o válvulas donde se pueden presentar fisuras, oxidación, trabas por acumulación de polvo o falta de mantenimiento.• Comportamientos inadecuados o inseguros. Al observar estas causas, la mayoría resultan totalmente prevenibles y, algunas veces, podrían ser previsibles si hubiese el suficiente juicio de observación durante los mantenimientos, el reporte de condiciones inseguras o cuando se augura una posible situación de emergencia, pero hay alguna circunstancia que impide gestionarla de manera oportuna antes de que ocurra. No obstante, una vez presentada la situación de emergencia lo principal es conservar el principio de prevención a través de indicaciones técnicas dirigidas a las personas que atienden presencialmente los incidentes. Esto con el fin de evitar complicaciones, asegurar procedimientos adecuados, ayudar a mantener condiciones que aún se encuentran estables, controlar aspectos fuera de la normalidad que todavía son de fácil manejo y gestionar los recursos humanos y técnicos para los casos que requieren de un manejo especial. Todo lo anterior requiere niveles de conocimiento, entendimiento, facilidad de expresión y experiencia —aspectos que facilitan el manejo de la situación—, especialmente de parte de quienes acuden a atender presencialmente este tipo de eventos como lo son los cuerpos de ayuda, las brigadas o la misma comunidad. Lecciones aprendidas Hay que tener en cuenta que las emergencias tecnológicas son similares, pero nunca iguales, ya que los detalles que las rodean las hacen diferentes. A pesar de que la atención brindada por el centro de información sea telefónica, la experiencia indica que la articulación adecuada con los actores presentes en el sitio de la emergencia, a través de una comunicación sencilla pero técnica, es un aspecto importante para llevar a buen término el control de la situación. Como se indicó anteriormente, las emergencias ocurridas por transporte en carretera de sustancias químicas son las que mayor enseñanza dejan, porque la mayoría son de causa antrópica y esto supone que se pueden prevenir. Las siguientes son situaciones frecuentes en emergencias tecnológicas, donde la liberación de sustancias de sus respectivos contenedores son un común denominador: Transporte • Situaciones presentadas en camionede estacas o carpados por goteos de sustancias mientras el vehículo transita. Esto indica un inadecuado estibamiento que, en muchas ocasiones, se podría evitar si al momento de hacer el cargue se observa que los contenedores no queden rozando con puntas metálicas u otros elementos que posteriormente se podrían insertar en el recipiente. En casos especiales, el contacto de un metal con la sustancia puede generar diversas reacciones como la generación de gases o vapores, el calentamiento de la sustancia o la generación de nuevas sustancias que podrían incrementar sus peligros potenciales. En camionescisterna se presentan goteos en válvulas ya sea por su mal estado, por averías, por exceso de presión o golpes; así mismo, ocurre en los manholes o tapas de presión cuando se produce liberación de presión por la generación de gases o vapores durante el movimiento de la sustancia al ser transportada.• Una causa habitual está relacionada por micro sueños de conductores o ayudantes; condiciones como el estrés o la ansiedad; interés por llegar antes de tiempo o en el menor tiempo posible; la realización de trayectos muy largos sin descanso; la indisposición o, incluso, el mismo estado de salud del conductor, entre otros factores que requieren que estas condiciones sean controladas por el personal de seguridad y salud en el trabajo de las empresas transportadoras. Inclusive, se presentan casos de informalidad o funcionamiento por fuera de la legislación por parte de la empresa y sus trabajadores.• Volcamientos en curvas, carreteras en mal estado o elementos que obstruyen la ruta (árboles, ramas, animales, personas, otros vehículos) son situaciones sorpresivas para los conductores que deben

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Importancia de los drones en la gestión del riesgo de desastres en Colombia

Por José Ramón Carrero Guayazán / Ingeniero de Sistemas / Piloto profesional de drones / Team Leader Grupos Especiales de Búsqueda y Rescate y Equipos de Pilotos Profesionales de UAS/RPAS / Consultor en Tecnología UAS/RPAS – GdRD y Seguridad / 30 años de experiencia en Atención de Emergencias y Desastres en el sector público y privado en varios países. Cómo citar este artículo:Carrero, J. 2021Importancia de los drones en la gestión del riesgo de desastres en Colombia. Revista Protección & Seguridad No. 400 pág. 38 – 46. Consejo Colombiano de Seguridad. https://ccs.org.co/portfolio/importancia-de-los-drones-en-la-gestion-del-riesgo-de-desastres-en-colombia/ Al igual que las computadoras, la programación lineal o los sistemas de transporte, los drones también evolucionaron para fortalecer, inicialmente, la respuesta de los Estados en sus confrontaciones militares. No obstante, hoy vemos cómo estos equipos y sistemas que, en un principio eran usados secretamente, cada vez más se incorporan en la industria 4.0 y están al alcance de cualquier persona. La palabra UAS (Sistemas de Aeronaves no Tripuladas, por sus siglas en inglés) incluye las expresiones UAV, RPA, RPAS, VANT, DRON o DRONE, independientemente de su sistema de propulsión, y son términos usados para identificar comúnmente las aeronaves piloteadas a distancia que conocemos como drones. Fue hacia el año 2006 cuando la Federal Aviation Administration (FAA) otorgó los primeros permisos comerciales para que drones no militares pudieran ser utilizados a nivel empresarial o profesional en diversas industrias. Desde entonces, las solicitudes se incrementaron exponencialmente e hicieron que, en 2012, el Congreso de los Estados Unidos aprobara la ley de reautorización de la FAA que entró en vigor en 2015 y que permitió abrir el espacio aéreo a estas aeronaves no tripuladas. De esta forma, inició su comercialización en ese país, un hecho que ha catapultado la utilización de los drones en muchos campos, incluyendo el recreativo, sobre el cual hoy los fabricantes tienen puesta la mira a nivel comercial. Por su parte, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) ha proporcionado el marco normativo general para que las autoridades de aviación civil en cada país generen las reglamentaciones del caso y puedan garantizar la operación segura de los UAS como nuevo componente del sistema aeronáutico mundial. Los drones y la gestión del riesgo de desastres en Colombia A nivel local, en Colombia, la Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil (UAEAC), profirió la Resolución 04201 de 2018 la cual incorpora las disposiciones sobre operaciones con los UAS en el país, estableciendo definiciones, su ámbito de aplicación y restricciones, entre otras. De esta reglamentación están exentas las operaciones con equipos de menos de 250 gramos, las Fuerzas Militares, la Policía Nacional y los organismos de socorro por su naturaleza y reglamentación propia. No obstante, en cualquier caso, se recomienda que todo piloto o explotador se registre, según su clase, ante la UAEAC. La regulación actual clasifica las operaciones con UAS de acuerdo con el riesgo operacional, definiendo tres tipos: Figura 1. Clasificación de las operaciones con UAS (Colombia) Figura 2. Recuento de registros en UAEAC de Colombia por marca y clase Al 30 de septiembre de 2021, en la plataforma de la UAEAC y según su reporte público, se encontraban registrados 987 explotadores o empresas, 2.108 operadores, 1.800 equipos o aeronaves y 10 proyectos experimentales. Como dato relevante, es preciso destacar que en el país la Aeronáutica Civil autoriza operaciones a 500 metros de altura con piloto en línea de vista y a 750 metros con otras tecnologías o con observador. Adicionalmente, toda operación que requiera permiso de la UAEAC deberá tramitarlo con 15 días de anticipación al vuelo y deberá contar con una póliza de responsabilidad civil. De otro lado, el uso de los drones en procesos de gestión del riesgo de desastres tales como conocimiento, reducción y manejo2 está favoreciendo la intervención de los organismos operativos encargados de la respuesta, así como de las entidades que participan en los Consejos de Gestión del Riesgo y que antes dependían del apoyo de aeronaves tripuladas en casos especiales de observación aérea. Los servicios que ofrecen los drones y su bajo costo de operación, en comparación con las aeronaves tripuladas, los convierten, sin duda alguna, en la herramienta tecnológica que se incorpora para facilitar las actividades relacionadas con la prevención y atención de emergencias. De esta manera, se viene adelantando la incorporación a sus fuselajes de dispositivos técnicos que permiten localizar personas y observar puntos críticos de riesgo. A esto se le suma la capacidad de transmisión en tiempo real y la grabación mediante cámaras de filmación, térmicas o multiespectrales, sensores y otros accesorios especializados que proporcionan información crucial para la toma de decisiones. Asumiendo los drones como tecnología innovadora, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-20303 sintetiza, dentro de sus prioridades de acción, que la innovación impulsada por la inversión pública y privada es esencial para aumentar la resiliencia de los países y del medio ambiente. En tal sentido, resulta fundamental para salvar vidas, prevenir y reducir las pérdidas y asegurar la recuperación y la rehabilitación efectivas. Por lo tanto, para Colombia, al ser país firmante, se convierte en una premisa de gobierno por lo que debe apoyar el uso de los UAS en forma responsable y coordinada con todos los actores. Figura 3. Uso de los drones en los procesos de Gestión del Riesgo de Desastres en Colombia El dron es una herramienta que se viene utilizando en los procesos que hacen parte de la Gestión del Riesgo de Desastres. En el proceso de Conocimiento del Riesgo, los sobrevuelos realizados con estas aeronaves capturan imágenes de video y fotografía que permiten hacer análisis de las amenazas presentes en un determinado territorio, con el fin de identificar y caracterizar escenarios potencialmentepeligrosos, ejercer observación permanente de los puntos identificados y monitorear su comportamiento. La información capturada mediante este tipo de dispositivos sirve de insumo para diseñar estrategias de intervención y emitir una comunicación a los servicios de emergencia y a la comunidad en caso de que el riesgo llegue a materializarse. De igual manera, en

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El papel de la sostenibilidad empresarial en la creación de economías locales resilientes: oportunidades para la innovación de modelos de negocio

Por: José DiBella, investigador del ‘Proyecto Transform’[1]/ Director del Proyecto para Latinoamérica Waterloo, Canadá / Directora ejecutiva del Centro Interdisciplinario en Cambio Climático de la Universidad de Waterloo En los últimos dos años hemos visto cómo los múltiples impactos producidos por la propagación de la pandemia del coronavirus COVID-19 han evidenciado la fragilidad y las vulnerabilidades de las economías mundiales y locales. La emergencia sanitaria ha perturbado gravemente una amplia gama de sectores, poniendo de relieve la limitada capacidad de las pequeñas y medianas empresas (pymes) para resistir los impactos de tales alteraciones. La pandemia ha pasado de ser un peligro para la salud a un desastre en cascada que afecta a todo el sistema y que plantea cuestiones fundamentales sobre la capacidad de recuperación de las comunidades. La velocidad de sus impactos ha revelado las disparidades socioeconómicas preexistentes y la vulnerabilidad arraigada en las economías nacionales. En este contexto, hemos buscado evidencias de cómo las diferentes configuraciones empresariales y los modelos orientados a la sostenibilidad despliegan prácticas que influyen en la capacidad de las organizaciones para sobrevivir e, incluso, prosperar en tiempos de crisis y disrupción. Estas prácticas ofrecen modelos que pueden servir de base para un esfuerzo de recuperación basado en la sostenibilidad, fortaleciendo las capacidades organizativas y comunitarias mediante una forma de nuevos servicios empresariales, los cuales requieren promover la integración de nuevas habilidades para construir espacios y redes locales que propicien comunidades más resilientes. Esto requiere de un proceso de innovación para modelos de negocio capaces de reconocer y responder a los retos del futuro (Burch y Dibella, 2021). La pandemia nos ha revelado una oportunidad para interrogar más detenidamente el rol del sector privado en la vida social. Este momento de cambio nos deja lecciones importantes para continuar trabajando en acciones tendientes hacia una sociedad sostenible y preparada para los más frecuentes e intensos impactos del cambio climático. El proceso de recuperación y reorganización económica puede servir como plataforma para que las empresas logren dar un salto hacia modelos que presentan una alternativa económica, ecológica y socialmente justa, que fortalezca a las comunidades e impulse el bienestar individual y colectivo en un contexto de clima cambiante, además de la imperativa de continuar trabajando hacia el logro de las metas acordadas por los países en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres y la nueva Agenda Urbana. Esta oportunidad permite pensar en la necesidad de crear resiliencia frente al cambio climático y ambiental. La resiliencia es la capacidad de un sistema (individuos, comunidades, sociedades, corporaciones o sistemas socioecológicos) para responder, funcionar y mejorar ante los impactos externos al sistema (Berkes y Ross, 2013). Al considerar la resiliencia desde la perspectiva de las empresas sostenibles, podemos pensar cómo las prácticas empresariales pueden dar forma o crear resiliencia en tres escalas. Individual La medida en que las prácticas empresariales pueden desarrollar la capacidad de los empleados para afrontar la adversidad (Berkes y Ross, 2013). Esto incluye prácticas para apoyar la salud mental de los trabajadores, crear una fuerte red social interna, garantizar que los trabajadores reciban salarios y beneficios decentes, permitir horarios de trabajo flexibles e incluir de manera significativa a los trabajadores en la toma de decisiones (Spreitzer et al., 2012). En conjunto, estas prácticas pueden ser la diferencia entre una empresa que sobrevive o fracasa en tiempos difíciles (Brown et al., 2019). Organizacional Se refiere al grado en que las operaciones de las empresas pueden continuar funcionando, reanudarse o adaptarse a los impactos externos. Esta escala se fomenta a través de recursos financieros flexibles, capacidad de virar y adaptar procesos operativos rápidamente, seguros y fondos para desastres e, incluso, la creación de nuevas alianzas para fortalecer las capacidades operativas. Comunitario La resiliencia de la comunidad se ve reforzada con la creación de un entorno que fomente la cultura de la innovación y la diversidad. El Centro Canadiense para la Renovación Comunitaria (2001) se refiere a la resiliencia comunitaria como el grado en que los miembros de la comunidad pueden prosperar en un entorno cambiante y precario. Cada una de las tres escalas aquí descritas es interdependiente y forma parte de una sociedad resiliente en su conjunto. Cinco recomendaciones para la innovación en la búsqueda de la sostenibilidad y la resiliencia Los tipos de prácticas que contribuyen estrategicamente a la sostenibilidad y a la resiliencia requieren de un ecosistema de apoyo financiero, técnico y de política pública que les facilite a las empresas iniciar procesos de innovación. Para potencializar dichos procesos en los modelos de negocio, hemos identificado diversos mecanismos que pueden facilitar la formación de capacidades para hacer frente a los impactos del cambio climático y, a su vez, promover la búsqueda de soluciones de sostenibilidad al paso y la escala necesarios para resolver los desafíos de la nueva época denominada “antropoceno”. En el estudio se identifican cinco elementos para la innovación de modelos de negocio que permiten reconocer e implementar estas prácticas de forma acelerada y de manera que sea consistente con los productos y servicios de cada empresa. Estos elementos se pueden considerar como una serie de recomendaciones para que las empresas fortalezcan sus sistemas de innovación. Contribuir y aprender del contexto Para identificar y perseguir prioridades específicas del contexto, las empresas deben establecer mecanismos que reconozcan y se basen en las conexiones profundas y complejas entre la empresa y sus entornos locales. La implementación de formas estratégicas de colaboración y un compromiso más cercano con los actores de la comunidad es fundamental para desarrollar capacidades transformadoras dentro de estas organizaciones. Cultivar un sentido más fuerte del lugar y los valores específicos del contexto puede impulsar la acción local y la sostenibilidad basada en el lugar. Esta contextualización puede manifestarse en mejorar las prácticas de contratación inclusivas o participar en la creación conjunta de ejercicios de sostenibilidad basados en territorio con la sociedad civil, los gobiernos locales o la comunidad. En la práctica, estos cambios operativos requieren

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