Fuente: INSST – Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, BINVAC 099 Accidentes de Trabajo Investigados Fallecimiento de dos trabajadores intoxicados en un pozo durante las obras de mejora de una estación de depuración de aguas residuales Descripción Se estaba llevando a cabo la mejora de una estación depuradora de aguas residuales (EDAR), donde se realiza el tratamiento de aguas fecales y pluviales. Para poder realizar este tipo de obra, es necesario modificar provisionalmente el cauce del agua que llega a la EDAR. Al inicio de la obra, se construyó un pozo en el colector de aguas preexistente que transporta las aguas residuales hasta la EDAR. Se trata de un pozo de hormigón prefabricado con un diámetro interior de 1,20 metros. Este pozo está compuesto por un módulo base y varios módulos de recrecido (anillos), alcanzando una profundidad total de 4 metros. A 1,5 metros del fondo del pozo, hay dos orificios enfrentados de 0,5 metros de diámetro, que cumplen las funciones de entrada y salida del colector, respectivamente. El orificio de salida del colector se tapó con una pared de ladrillo y mortero. De este modo, el agua entraba al pozo desde el colector, pero no pasaba a las instalaciones siguientes de la depuradora. En su lugar, se derivaba directamente a la parte final de la instalación por medio de trabajadores que bombeaban el agua hasta finalizar las obras. Además, aguas arriba del pozo había una tajadera o compuerta que permitía cortar el flujo de agua y verterlo directamente al río para vaciar el recorrido en caso necesario. Una vez finalizados los trabajos de construcción de las nuevas instalaciones de la EDAR, las tareas se centraron en la puesta en marcha de los equipos y en las labores necesarias para derivar el agua a su recorrido definitivo. Por ello, en la EDAR había personal tanto de mantenimiento de la instalación como de la obra. El personal de mantenimiento de la EDAR estaba realizando algunas operaciones de conexionado eléctrico para la puesta en marcha de la instalación. Se había cortado el paso de las aguas residuales a la instalación y se había vaciado el pozo con varias bombas eléctricas, quedando en su interior únicamente un lecho de aguas residuales de unos 10 cm de altura. Una vez conectados los equipos de la nueva instalación (tamiz, bomba, etc.), solo quedaba abrir el orificio de salida de aguas del pozo, para derivar el agua al nuevo colector. Un trabajador de una subcontrata de la obra bajó al interior del pozo para romper la pared que cerraba el orificio de salida. Una vez en el fondo, dio cuatro o cinco golpes con un martillo, sin llegar a abrir el tapón, y volvió a subir hasta la boca del pozo porque olía muy mal. En unos instantes, sin haber llegado a salir del pozo, perdió el conocimiento y cayó al fondo de este, desde una altura aproximada de 3 metros. Uno de los trabajadores de mantenimiento, que se encontraba junto a la boca del pozo, saltó al interior de este para intentar rescatarlo y se puso a pedir un gancho desde el fondo. En apenas unos segundos, mientras intentaba mover al compañero que se había desplomado, el segundo trabajador cayó desmayado encima del primero. La pérdida de conocimiento de ambos operarios, provocada probablemente por déficit de oxígeno ante la presencia de otros gases, y su caída al lecho de aguas residuales, acabó produciendo el fallecimiento de ambos. Otros datos del accidente El personal del servicio de bomberos que acudió a la emergencia realizó mediciones de presencia de gases contaminantes en el pozo que confirmaron la presencia de distintos gases tóxicos, como sulfuro de hidrógeno, amoníaco, metano y dióxido de carbono, y déficit de oxígeno. La presencia de estos gases es compatible con asfixia e intoxicación, que puede provocar, entre otros efectos, mareo, desvanecimiento, aturdimiento, y finalmente, fallecimiento. El pozo no había sido identificado y señalizado como espacio confinado en ningún momento y ninguna de las personas presentes en la obra en el momento del accidente fueron conscientes de que el pozo era un espacio confinado. La empresa contratista de la obra de mejora de la EDAR presentó en su día el correspondiente plan de seguridad y salud de la obra. Del contenido de dicho plan, en relación con las condiciones en las que se produjo el accidente, es destacable lo siguiente: La única referencia al pozo es en la descripción de la obra, donde se dice que se ejecutará al comienzo de esta. No se realiza ninguna otra referencia al pozo en el resto del plan ni se especifica que se trata de un espacio confinado. No se identifica ningún espacio confinado en la obra. La empresa a la que pertenecía el primer accidentado fue subcontratada en su día por la empresa contratista de la obra para la ejecución de trabajos de encofrado en la obra de mejora de la EDAR. Su puesto de trabajo era maquinista, pero al haberse retirado los manipuladores telescópicos unos días antes, estaba ayudando a terminar la obra realizando tareas auxiliares, como recogida de materiales, limpieza, entre otras. Se han presentado diversos justificantes de formación (por ejemplo, en encofrados y albañilería); ninguno relativo a trabajos en espacios confinados. La empresa a la que pertenecía el segundo accidentado es la empresa concesionaria de la explotación, mantenimiento y conservación de la EDAR. Dado que la EDAR seguía en funcionamiento durante la obra, el personal de esta empresa tenía que seguir realizando las tareas de mantenimiento necesarias para su funcionamiento ordinario. La evaluación de riesgos de la empresa concesionaria, para el puesto de trabajo de operario de mantenimiento, contempla el riesgo de espacios confinados en distintas operaciones y, concretamente, en el interior de pozos y arquetas y cuenta con un procedimiento de trabajos en espacios confinados. El segundo accidentado llevaba dos años trabajando en la empresa como operario de mantenimiento y disponía de formación e información, incluida formación presencial en trabajo en espacios confinados. En el proyecto de la